«Se puede hablar de todo, incluso de religión, pero siempre sobre las bases de la legalidad internacional»
POR JUAN SERRANO
Pasado mañana cumplirá su primer año al frente de la Presidencia de la Asamblea General de Naciones Unidas. Haya Rashed al Khalifa, nacida en Bahrein, preside un período de sesiones -que concluye en septiembre- caracterizado por los debates sobre la igualdad de género, la pobreza, el sida, el desarrollo sostenible y el diálogo entre civilizaciones. De la mano de la Casa Árabe, Rashed al Khalifa llegó ayer a España, en vísperas de la llegada a Madrid del secretario general, Ban Ki-moon, para tantear el terreno antes del inicio de las negociaciones entre Rabat y el Frente Polisario sobre el futuro del Sahara Occidental.
-¿Qué va a pasar con el Sahara?
-De momento, el Consejo de Seguridad ha instado al Gobierno de Marruecos y al Polisario a dialogar directamente. Las negociaciones se desarrollarán durante este mes para intentar llegar a un acuerdo aceptable por ambas partes. No sería necesaria una nueva decisión del Consejo. Realmente, es un asunto específico entre dos partes muy concretas.
-Papeles, resoluciones, diplomáticos... La gente ve la ONU como un panal de burócratas. ¿Se puede trabajar más cerca del pueblo?
-Somos 192 estados miembros y necesitamos mucho esfuerzo y mucho tiempo para alcanzar consensos. La ONU fija normas internacionales, regula numerosas instituciones y el funcionamiento de la propia organización. Eso es muy burocrático, pero también trabajamos para ayudar a los países pobres a que participen en las discusiones. Hacemos muchos esfuerzos para combatir el sida y la malaria, para garantizar la educación primaria y para luchar contra la pobreza. Trabajamos con y por la gente. Esa es nuestra vida diaria.
-¿Debemos sentirnos culpables por el conflicto palestino?
-No, no debemos. La ONU dedica muchos esfuerzos, miembros y horas de trabajo para resolverlo. Israelíes y palestinos deben sentarse, entenderse y buscar una solución para un conflicto que no sólo afecta a la región, sino al todo el mundo.
-No hay más que ver lo que está pasando en Líbano. Por cierto, ¿será positivo el Tribunal especial para investigar el crimen del ex primer ministro Rafik Hariri?
-Es una decisión muy buena del Consejo de Seguridad. Se puede hablar de todo, de religión, de asuntos internos, pero siempre sobre las bases de la legalidad internacional. Debemos asegurar la estabilidad de Oriente Próximo y no permitir más crímenes. Es inaceptable que se use a los palestinos y al conflicto palestino para que sigan matándose unos a otros en todo Oriente Próximo.
-Lleva muchos años defendiendo los derechos de la mujer y sin embargo seguimos oyendo noticias de mal trato y discriminación. ¿Qué falta por hacer?
-Educación. Es muy importante cómo educamos a las mujeres. Deben conocer sus derechos, deben saber que pueden decir no y que la legalidad internacional las protege. Necesitamos mucho tiempo para cambiar algunas tradiciones.
-Fue embajadora de Bahrein en Madrid, ¿qué tal?
-Me sentí como en casa. Los árabes y los españoles tenemos muchas cosas en común
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