24 febrero 2008

Ahmadinajed, mal parado frente a las próximas elecciones legislativas


Los comicios de marzo próximo podrían marcar un cambio importante en las relaciones de fuerza de la política iraní. Según Azadeh Kian, especialista en el tema, lo más probable es que los conservadores radicales pierdan su mayoría en manos de los conservadores tradicionalistas, debido a que el electorado está disconforme con la marcha de la economía y con la radicalización de la política regional e internacional del presidente.


Por Émilie Sueur

En ocasión del 29º aniversario de la revolución islámica, la semana última, el presidente iraní, sin sorpresas, atacó a Occidente y reafirmó el derecho de su país a la energía nuclear. Más interesante fue que Mahmoud Ahmadinejad se la agarró también con sus detractores iraníes. A un mes de las elecciones legislativas del 14 de marzo, el presidente está a la defensiva. Su gestión del problema nuclear, pero también y sobre todo el fracaso total de su política económica son cada vez más criticados en Irán. Y no solamente por algunos economistas o por los reformistas y sus partidarios. El guía supremo en persona, Ali Khamenei, parecer haber abandonado al presidente ultraconservador. Este gran y creciente descontento debería traducirse, según Azadeh Kian, profesora de sociología política en la Universidad París VII y especialista de Irán, durante las elecciones legislativas, en una victoria para los conservadores tradicionalistas en detrimento de los conservadores radicales. Un serio revés para Ahmadinejad.
Si bien para una gran parte del mundo Irán rima con amenaza nuclear, la principal preocupación de los iraníes está en el orden económico. Una preocupación que pesará fuertemente en los comicios del 14 de marzo. En las elecciones presidenciales de 2005, "los iraníes eligieron a Ahmadinejad sobre la base de un programa que prometía un alza del poder adquisitivo de las clases media y baja, así como también en la creación de empleo -recuerda Azadeh Kian-. Pero, desde la elección, la situación económica del país se degradó mucho, a pesar de que se triplicaron los ingresos petroleros en relación con 2005".
En mayo de 2007, el Banco Central iraní preveía que la inflación sería del 17% para 2007-2008. Sin embargo, el centro de investigación del Parlamento estima que esa tasa estaría en el 23,4 %. Los productos alimenticios y la construcción son los sectores más afectados por la suba de los precios.
"El problema es que Ahmadinejad no tenía un plan económico preciso en el momento de su elección. Se contentaba con lanzar promesas, sin explicar cómo llegaría a cumplirlas -explica la especialista-. En lugar de aprovechar la suba de los ingresos petroleros para invertir en la industria y crear empleos, redistribuyó el dinero en la sociedad, sobre todo entre los más pobres". Una medida que generó un alza del volumen de liquidez en circulación y una suba de la inflación. "Paralelamente, los salarios no aumentaron", destaca Kian. Por eso se multiplicaron los movimientos de protesta en las universidades y también en el nivel de los docentes, los conductores de autobuses y los obreros. "Aun los más pobres, que aprovecharon la redistribución, están descontentos, pues la mayor cantidad de dinero que recibieron fue neutralizada por el alza del costo de vida. Además, sigue sin haber empleo para sus hijos", agrega.

Perseguir el nepotismo

Por otra parte, Ahmadinejad había prometido, durante la campaña presidencial, poner fin al nepotismo. "Pero hoy los grandes contratos son atribuidos por el Ministerio del Petróleo a organismos económicos ligados a la pasdaran (guardia revolucionaria islámica), sin llamar a licitación. Y se habla acá de miles de millones de dólares", afirma la especialista. Finalmente, las cajas del Estado están vacías. "Cuando el ex presidente Mohammed Khatami dejó el poder, en 2005, había casi 25 mil millones de dólares en las arcas del Estado. Ahmadinejad ha gastado prácticamente todo. Sin invertir. Al mismo tiempo, los capitales extranjeros, así como también los iraníes, salieron del país", relata Kian.
Desde hace varios meses, la política económica del presidente es regularmente atacada por economistas iraníes, que critican los gastos públicos excesivos y la multiplicación de promesas que tienen efectos inflacionarios.
A las críticas sobre su balance económico, se agrega un descontento creciente en cuanto a la radicalización de la política regional e internacional de Ahmadinejad. Y, sobre todo, en relación con las sanciones internacionales contra Irán por su programa nuclear. "Irán -explica Kian- es una economía rentista y con un barril de petróleo a 90 dólares, el dinero sigue entrando. Por el contrario, los jóvenes industriales son las primeras víctimas de las sanciones internacionales. Muchas de las pequeñas y medianas empresas fracasaron porque no podían obtener créditos por las sanciones internacionales contra el sistema bancario iraní. El problema es que las sanciones golpean a los grupos más dispuestos a modernizar la economía iraní, a los grupos más dispuestos a trabajar con Occidente".

El guía supremo

Un hecho destacable es que el descontento alcanzó a los que respaldaban tradicionalmente al presidente. "Según una encuesta reciente, solo el 25% de los que han votado por Ahmadinejad en 2005 lo respaldan todavía hoy", afirma Kian.
Asimismo, algunos responsables políticos conservadores cuestionan abiertamente al presidente. El año último, diputados conservadores criticaron con dureza el presupuesto. Más grave aún, el guía supremo se desentiende cada vez más de quien era su pollo en 2005. El 21 de enero último, Ali Khamenei ordenó públicamente hacer aprobar una ley sobre el sector del gas cuando ésta estaba en el centro de una disputa entre Ahmadinejad y el Parlamento. Este tipo de intervención pública es muy rara en la política iraní. Esos últimos meses, el guía supremo habría dado, además, autorización a algunos diarios cercanos para criticar al presidente.
"Los más cercanos consejeros del guía supremo llevan adelante una política diametralmente opuesta a la de Ahmadinejad. Sobre asuntos exteriores, Ali Akbar Velayati está para calmar el juego, para la moderación. Sobre la economía, Elias Naderan, diputado por Teherán y consejero del guía, fue muy crítico, públicamente, de la política de Ahmadinejad", asegura Kian, quien agrega: "Creo que el alejamiento comenzó a fin del primer año de mandato."
Para la especialista, dos factores explican esta toma de distancia por parte del guía: "Por un lado, el hecho de que el presidente no aplique el programa económico que preveía una liberalización de la economía, privatizaciones y un retiro del Estado de la economía. Por otra parte, la baja de popularidad del presidente".

Poder para la destitución

En relación con Ahmadinejad, Ali Khamenei debe todavía permanecer prudente. "El guía debe estar atento a que el debilitamiento del presidente no sea aprovechado por los reformistas radicales que están en vías de laicización o ya son laicos, y critican la influencia del guía en la política y las instituciones iraníes", explica Kian.
Debe, además, estar atento a que el presidente siempre se beneficia del respaldo en el seno de la pasdaran y los bassidjis (milicianos islamistas). "Creo que el guía cuenta con las legislativas y la formación de un Parlamento en el cual los partidarios de Ahmadinejad no serán mayoría. Constitucionalmente es el Parlamento el que tiene el poder de destituir a un presidente".
Según Kian, "se puede esperar que en estas legislativas, los conservadores radicales, como Ahmadinejad, pierdan su mayoría en favor de los conservadores tradicionalistas". Entre estos últimos se encuentran personalidades como Ali Larijani, el secretario del Consejo Supremo de la Seguridad Nacional y principal negociador en el tema nuclear iraní que renunció en octubre último, y Mohammad Baqer Qalibaf, alcalde de Teherán y antiguo adversario de Ahmadinejad en la elección presidencial de 2005. "La palabra clave de los conservadores tradicionalistas es la moderación", agrega la especialista.

Las debilidades de los reformistas

El descenso de la popularidad de Ahmadinejad no sería aprovechado, entonces, por los reformistas. "Su posicionamiento es malo porque quedaron afuera varios de sus candidatos", explica Kian. De los casi 2.200 candidatos reformistas separados, solo 580 fueron admitidos luego por el Consejo de los Guardias de la Constitución, una instancia que tiene la última palabra sobre la validez de las candidaturas para las elecciones. Estas aceptaciones se produjeron por las protestas del ex presidente Mohammed Khatami, y también de figuras conservadoras como Ali Akbar Hashemi Rafsanjani, otro ex presidente.
"Pero esta no es la única razón de su mal posicionamiento. Los reformistas no lograron reconquistar a su electorado, aquellos que votaban por Mohammed Khatami, es decir, los jóvenes y las mujeres de la clase media instruida y las minorías étnicas", explica la especialista.
Otro problema es que los reformistas carecen de una figura carismática o que tenga consenso en el electorado. "Probablemente ésta sea la razón por la que impulsan a Ali Eshraghi, el nieto de Khomeini", cuya candidatura fue rehabilitada luego de ser rechazada.
El retorno al poder de los reformistas parece a priori difícil, sin embargo, este año debería estar marcado por un cambio en las relaciones de fuerza de la política en Irán.

La fuente: L'Orient-Le Jour, Líbano.18.000 ejemplares, periódico. Nacido el 15 de junio de 1971 de la fusión de los dos más grandes periódicos francófonos de Beirut, "El Oriente-El Día" está próximo a las preocupaciones de los cristianos libaneses, tanto en la guerra como en la paz. Se difunde en el Líbano y también en los países que tienen comunidades libanesas importantes. La traducción del francés pertenece a María Masquelet para elcorresponsal.com.

Hay 102 enclaves ilegales en Cisjordania

102 enclaves ilegales...


Según Paz Ahora, 75 de esos enclaves han sido levantados al menos en parte de tierras pertenecientes a propietario privados palestinos.
El número de enclaves ilegales en Cisjordania se eleva a 102 según reveló el movimiento israelí Paz Ahora (Shalom Ajshav). Se trata de asentamientos erigidos entre 1996 y 2004 en distintos puntos de Cisjordania, y que se sumaron a los legales, que comenzaron a crearse después de la guerra de 1967, cuando Israel tomó el control de ese territorio a la sazón bajo dominio de Jordania. El ex primer ministro Ariel Sharón, promotor de los asentamientos siendo líder del partido Likud y jefe de la oposición parlamentaria, se comprometió en su momento con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a evacuar sólo los establecidos desde marzo de 2001, que fueron 25 según el Ministerio de Defensa, y 50 conforme a la investigación de los pacifistas. En total, hasta la fecha fueron evacuados, en algunos casos mediando violenta resistencia de parte de los colonos, 31 del total de los enclaves, la mitad deshabitados. El sucesor y heredero político de Sharón, el actual primer ministro Ehud Olmert, recibirá el próximo miércoles a Bush en Jerusalén y, según sus allegados, volverá a comprometerse con el presidente estadounidense a que ordenará evacuar los enclaves, una decisión fundamental para la continuación del renovado proceso de paz. El Gobierno se niega a proporcionar datos sobre esos mini-asentamientos. Ante una petición en ese sentido de la Suprema Corte de Justicia a instancia de organizaciones pacifistas locales, el Ministerio de Defensa invocó razones de seguridad para no darlos y sostuvo que publicarlos afectaría las relaciones exteriores de Israel. El mayor de esos asentamientos no autorizados previamente por las autoridades es el de Beit Hanotzrim-Beit Horón, erigido en 2002 y actualmente con 1.400 habitantes; otros ocho cuentan con entre 100 y 600 residentes, y los demás con entre 100 y cuatro colonos. Según Shalom Ajshav, 75 de esos enclaves han sido levantados al menos en parte de tierras pertenecientes a propietario palestinos.
El Consejo de los Asentamientos de Judea y Samaria niega ese dato y asegura que en el 98 por ciento de los casos en que está probado que se trata de terrenos palestinos privados "se puede hallar una solución legal"(¿¿??) para que los enclaves sigan allí.

El ministro de Defensa Ehud Barak, líder del Partido Laborista, ha intentado en los últimos meses llegar a un acuerdo con los líderes de los colonos para desalojar los enclaves en forma pacífica, pero hasta la fecha fracasó en sus esfuerzos(nadie cree esta afirmación, porque al señor Barak, carnicero del pueblo palestino, le interesa tres cominos resolver el conflicto de los enclaves ilegales "¡Israel uber alles!" .