21 agosto 2008

POLITICA A LA PIZZA


SÓLO PARA BOTIJAS


LA COLUMNA DE SHERLOCK

En pleno paro general, Sherlock se dedicó a hablar con viejos amigos.
- ¿Alguna novedad, don Cacho?, fue el saludo que le lanzó el sabueso, su viejo amigo de Capurro.
-Tengo novedades y ocurrieron aquí cerca, en la calle Turín.
- ¿Allí donde hubo una reunión, hace meses, de frenteamplistas conocidos?
- El mismo lugar, pero esta vez hubo más gente.
- Cuente...
- Mire, del gobierno, lo que se dice del gobierno, estaban los ministros María Julia Muñoz y Víctor Rossi, así como los dos jóvenes del equipo económico: Mario Bergara y Fernando Lorenzo.
- Interesante. ¿Alguien más?
- Por el lado de los legisladores recuerdo a Doreen Ibarra (Fidel) y Carlos Varela (Asamblea Uruguay). En la categoría de operadores políticos estaban Estaban Valenti, Eduardo Corleto y Alvaro Pérez. Tres peligrosos que andan sueltos.
- ¿Jefes políticos?
- Si hablamos de jefe político, le puedo decir que sólo uno: el Lalo Fernández, secretario general del Partido Socialista. Faltaron Marina Arismendi y Eleuterio Fernández Huidobro, aunque hay que destacar que se hicieron presentes el Fogata Bermúdez y el ex senador Leonardo Nicolini. También estuvo Bethel Seregni, la hija del general del pueblo, como un verdadero símbolo de que no hay lugar para locuras.
- ¿Sorpresas?
- Todas las presencias fueron sorpresas, porque nadie sabía quién estaba invitado. Le digo más, ¿usted sabe cómo fue la invitación?
- Ni idea.
- A todos les llegó un mail con la siguiente escritura: "Te invito a comer una pizza a mi casa el martes 19 de agosto a las 20 hs.", Firmado "Grille", el caretudo (esto último se lo agrego yo).
- Ahora, no me diga que hablaron de fútbol como dijo Tabaré Vázquez, cuando se le preguntó qué había conversado con José Mujica y Danilo Astori durante el reciente viaje a Asunción.
-No, de ninguna manera. Antes de morder la primera pizza ya empezaron a hablar de política y así siguieron por dos horas, en medio de bromas y púas.
- ¿Salió la fórmula presidencial?
- No, si ahí en eso no se ponen de acuerdo. Hay reeleccionistas como Muñoz y Pérez, promotores de la fórmula Astori-Mujica como son Valenti, Bergara y Lorenzo, e impulsores de una tercera alternativa, como es Fernández.
- Entonces ¿de qué hablaron?
- De política. ¿Usted cree que la política se reduce sólo a fórmulas electorales?
- No, pero en estos tiempos...
- Si me apura le digo, valga la redundancia, que la dominante fue la preocupación por la interna del FA y el relacionamiento de la izquierda con el movimiento social.
- ¿Periodistas presentes?
- Algunos como la barra de los Grille que llevó hasta el perro, quien comenzó a lagrimear cuando sintió el olor de la pizza. En otra categoría también estuvieron el Lechuga Pereyra, que venía de revisar los contenedores de basura, el ex dirigente del PIT-CNT Ruben Villaverde, entre otros. Me olvidaba: el otro periodista fue Raúl Legnani. ¿Lo conoce?
-Ni me hable.

ELEFANTES BLANCOS


Elefantes blancos

Los sauditas venden petróleo a los norteamericanos en dólares. Mucho petróleo, muchos dólares. Los Estados Unidos, con una gran brecha en su equilibrio comercial, no pueden permitirse el lujo de perder esos millones. Así que para que Estados Unidos pueda afrontar esta carga, los sauditas deben devolver al menos una parte del dinero. ¿Cómo? Bastante simple: compran armas norteamericanas que no necesitan.

Por Uri Avnery

El rey de Siam sabía cómo tratar con sus rivales: les regalaba un elefante blanco.
Los elefantes blancos son raros en la naturaleza, y por consiguiente, sagrados. Y en tanto sagrados, no pueden ser usados para trabajar. Pero los elefantes, inclusive los sagrados, comen. Y comen mucho. Lo suficiente para convertir a un hombre rico en uno pobre.

Un amigo, el general Matti Peled, quien fue en una época administrador general del ejército, señalaba la similitud entre estos elefantes y muchos de los regalos que nos hizo el presidente de los Estados Unidos.
Según los términos de estos generosos préstamos, la mayor parte de ellos debe gastarse en los Estados Unidos. Asumamos que Israel necesita los tanques Merkava, fabricados en Israel. O los sistemas antimisiles, también de manufactura local. Pero en lugar de adquirir estos en Israel, el ejército israelí compra aviones norteamericanos que no necesita.

Un avión militar innovador es un objeto inmensamente caro. Es cierto, nosotros lo conseguimos por nada. Pero, como el elefante blanco, el avión es de mantenimiento muy costoso. Necesita pilotos cuyo entrenamiento cuesta fortunas. También necesita campos de aviación. Y todos estos gastos suman mucho más que el precio del propio avión.

¿Pero qué ejército puede negarse a semejante regalo?

El Medio Oriente está siendo invadido ahora por una manada de elefantes blancos.

Esta semana se supo que el presidente Bush está a punto de proporcionar a Arabia Saudita cantidades enormes de armas ultramodernas. Al precio de 20.000 millones de dólares.

Evidentemente, las armas son necesarias para que Arabia Saudita se fortalezca frente al Gran Satán: Irán. A los ojos sauditas, ése es ahora el gran peligro.

Pero ¿cómo pasó esto? Durante siglos, Irak sirvió como una pared entre los shiitas persas de Irán y los árabes sunnitas del Medio Oriente. Cuando el presidente Bush derrocó el régimen sunnita en Irak, la región entera se abrió al poder shiíta. En el propio Irak, se instaló un gobierno shiíta y las milicias shiítas afloran a voluntad. El Hezbollah shiíta está afianzando su poder en el Líbano, e Irán está extendiendo su largo brazo a todos los shiitas de la región.

Alá, en su sabiduría infinita, ha visto que casi todas las grandes reservas de petróleo del Medio Oriente están liocalizadas en áreas shiitas: Irán, el sur de Irak y las zonas shiítas de Arabia Saudita y los principados del Golfo Pérsico. Si estas reservas se les escurren de las manos a los Estados Unidos, se producirá un cambio drástico en el equilibrio de poder, no sólo en la región sino en el mundo entero.

Por consiguiente, el fortalecimiento de Arabia Saudita -gobernado por sunnitas conservadores - tiene mucho sentido desde el punto de vista norteamericano. Sin embargo, la venta de armas es casi irrelevante para esto.

Los sauditas no necesitan las armas. Ellos tienen un instrumento mucho más eficaz que cualquier número de aviones y tanques: el suministro inagotable de dólares. Ellos lo usan para financiar a los amigos, comprar influencias y sobornar líderes.

Por otro lado, Arabia Saudita es incapaz de mantener las armas que le están llegando. No tiene suficiente cantidad de pilotos para los aviones que está comprando, ni tripulaciones para los tanques. El nuevo armamento juntará arena en el desierto, como todas las armas caras que ha comprado en el pasado.

Entonces, ¿cuál es el sentido de comprar más armas por nada menos que 20.000 millones?

Bien, los sauditas están vendiendo el petróleo a los norteamericanos en dólares. Mucho petróleo, muchos dólares. Los Estados Unidos, con una gran brecha en su equilibrio comercial, no pueden permitirse el lujo de perder estos millones. Así que para que Estados Unidos pueda afrontar esta carga, los sauditas deben devolver al menos una parte del dinero. ¿Cómo? Bastante simple: compran armas norteamericanas que no necesitan.

Éste es un tiovivo que beneficia a todos. Sobre todo a los príncipes sauditas. Arabia Saudita está bendecida con una gran abundancia de estos -unos 9.000 (nueve mil) príncipes, todos pertenecientes a la Casa de Saud. Un príncipe tiene muchas esposas, una esposa tiene mucha descendencia. Algunos de ellos son distribuidores de armas que automáticamente reciben importantes comisiones de los millones de las armas. (Es fácil trabajar así: un mísero uno por ciento de 20.000 millones son 200 millones. Y ellos se reirían de una comisión del uno por ciento.)
Los príncipes tienen, por consiguiente, intereses establecidos en este conveniente arreglo.

Aquí es donde Israel entra en escena.

Cada venta de armas de la Casa Blanca necesita el asentimiento del Congreso. En el Congreso, los "amigos de Israel" -los lobbies judío y evangélico- juegan un papel supremo. Cualquier senador o diputado puede olvidarse de ser reelegido si ofende a alguno de estos lobbies.
Cuando Israel levanta su voz contra un acuerdo de venta de armas con Arabia Saudita, la Casa Blanca tiene un problema. Más aun desde que hay una cierta lógica en la objeción israelí: la base aérea saudita de Tabuk está a pocos minutos de vuelo del puerto israelí de Eilat.

¿Qué hacer? Fácil: dénnos un regalo de armas para mantener "el equilibrio de poder" y nuestra superioridad "cualitativa sobre todos los ejércitos árabes juntos."

Así que, junto con los 20 mil millones acordados con los sauditas, el presidente Bush dispuso que la ayuda militar anual norteamericana para Israel debe aumentar de 2.400 a 3.000 millones. Eso significa que en los próximos diez años Israel recibirá armas por 30.000 millones de dólares.

Además de una pequeña parte del préstamo que Israel puede gastar en otros mercados, la mayor parte de la suma debe gastarse en los Estados Unidos. Desde el punto de vista económico, el regalo a Israel es realmente un enorme impulso a la industria de armamentos norteamericana. Enriquecerá a los fabricantes de armas que están cercanos al corazón de Bush. También mostrará al público norteamericano cómo su sabio presidente crea muchos nuevos y buenos trabajos para ellos.

Éste, claro, no es el fin de la historia.

Sería inaceptable "fortalecer" a los gobernantes de Arabia Saudita de tal impresionante manera, sin dar algo a los otros reyes, presidentes y emires que cooperan con los norteamericanos. Egipto, Jordania y los emires del Golfo también esperan su porción.
Por consiguiente, los nuevos tratados de armas sumarán 40, 50 y Dios sabe cuántos miles de millones de dólares más.

Eso no está nada mal para los fabricantes de armas que ayudaron a Bush a llegar a la presidencia y continúan apoyándolo. No es malo para los vendedores de armas, los príncipes y todos aquellos que sacan partido, ni para los régimenes corruptos que gobiernan Medio Oriente (y en este sentido, Israel finalmente ha tenido éxito volviéndose parte de la región.)

Todo esto podría ser divertido si no fuera por el lado oscuro de estos acuerdos.

Cuando yo era niño, me enseñaron que uno de los tipos humanos más despreciables era el comerciante de armas. Él es bastante diferente de todos los otros tipos de comerciante, porque su mercancía es la muerte. Sus riquezas están manchadas de sangre. El título "comerciante de armas" era, en ese momento, un insulto, uno de los peores. Una persona no se presentaría como a tal a menos que admitiera ser un mercenario.

Los tiempos han cambiado. El vendedor de armas es ahora una persona respetable. Puede ser una celebridad, un objeto de adulación para la prensa, un amigo de políticos, un generoso patrocinador de miembros de gobiernos.

Las armas tienen su propia vida. Ellas se esfuerzan por cumplir su misión. Su tarea es matar. Un general cuyos arsenales están llenos tiende a fantasear sobre la guerra de este verano o la guerra de este invierno.

El mortífero potencial de las armas está mejorando todo el tiempo, y sus fabricantes necesitan dónde probarlas. Hace algunos días, uno de nuestros generales reveló por televisión que bajo un acuerdo norteamericano-israelí, el ejército israelí estaba obligado a informar al establishment militar norteamericano sobre la efectividad de todos los tipos de armas. Por ejemplo: la exactitud de las bombas inteligentes y el rendimiento de los aviones, los proyectiles, los tanques y todos los otros instrumentos de destrucción en nuestras guerras.

Cada "asesinato selectivo" en Gaza o el uso de bombas de fragmentación en el Líbano sirven como test. La destrucción de un barrio en Beirut, la muerte de mujeres y niños como "daños colaterales", la continuada amputación de extremidades por las bombas de fragmentación en el sur del Líbano son, todos, datos estadísticos muy importantes para que los fabricantes de armas norteamericanos puedan mejorar sus productos.

Un trato es un trato, y los bienes son bienes.

En la misma semana que se anunciaron estos importantes acuerdos de armas, Ehud Olmert habló sobre un diálogo (ilimitado en el tiempo) sobre el acuerdo (siempre postergado) de un Estado palestino. Condoleezza estaba nuevamente revoloteando por las capitales de la región, sonriendo y hablando, dando abrazos y discursos.

Arabia Saudita está diciendo que quizá pueda estar lista para sentarse con Israel en la mesa de negociaciones, que podría concretarse en el próximo otoño. Esto se entiende también como algo que puede facilitar que el Congreso (léase el lobby pro israelí) confirme el acuerdo de armas.

La gente de Bush ha anunciado por enésimo vez que una "ventana de oportunidades" nuevamente se ha abierto. (No un "portón de oportunidades", no una "puerta de oportunidades", sino una ventana. Como si por las ventanas se pudiera pasar en lugar de mirar a través de ellas)

Toda esto me recuerda otra historia acerca del elefante blanco: Un millonario norteamericano estaba obsesionado por adquirir un elefante blanco para impresionar a sus pares. Pero estaba estrictamente prohibido exportarlos desde Tailandia, porque estaban en extinción.

Un hábil comerciante le prometió el elefante blanco, e inclusive le anticipó cómo haría para enviárselo: lo pintaría de gris para poder contrabandearlo.
Y así fue. Cuando el envío llegó, era un elefante gris. Al cepillarlo bien, apareció el elefante blanco. Pero al seguir cepillándolo, la pintura blanca también desapareció y debajo de ella emergió el elefante, que era gris.

La fuente: El autor es periodista, ex legislador y pacifista israelí. La traducción del inglés pertenece a Sam More para elcorresponsal.com.

ISRAEL Y SIRIA, LEJOS DE LA PAZ



Aunque algunos analistas creen que Damasco y Tel Aviv podrían volver a la mesa de negociaciones, suspendidas desde hace más de ocho años; otros consideran que la diferencia de intereses entre los mandatarios de los dos países hará imposible el retorno al camino del diálogo y que hoy ambas naciones están más cerca de la guerra que de la paz.

Por Wahid Abdel-Méguid

Importantes maniobras militares israelíes tuvieron lugar en el Golán y fuentes oficiales sirias hablaron, este verano, de una guerra iniciada por Israel, a pesar de que Tel Aviv había afirmado que sus maniobras eran defensivas. Por su parte, fuentes israelíes expresan su inquietud por los movimientos militares efectuados entre Damasco y Qunaîtra y temen una sorpresa siria.
Todo esto se produjo en pocos días, y ciertos observadores hablan de indicios en lo que respecta a nuevos horizontes para la vuelta a las negociaciones suspendidas desde hace más de ocho años entre los dos países. Otros indicios, también claros, son negativos y muestran el alejamiento de la posibilidad de un regreso a la mesa de negociaciones. Aunque se oye hablar de mensajes políticos intercambiados entre el primer ministro israelí y el presidente sirio por medio de terceras partes a propósito de las condiciones de un retorno a las negociaciones, también existen mensajes mediáticos intercambiados entre los responsables de los dos países, según los cuales los preparativos de guerra estarían en curso.
Pero, la realidad prueba que todo movimiento en vías de la paz es hoy prácticamente imposible, dado que ninguna de las dos partes, en particular Israel, está lista para asumir el precio de esta paz.
En las dos partes, los objetivos son diferentes. El presidente Bachar Al-Assad quiere ante todo probar que es imposible aislar a Siria. Y el primer ministro israelí quiere reforzar su posición en el interior del país, luego de que la guerra contra el Líbano, en 2006, lo hiciera perder toda popularidad. Olmert espera que la mesa de negociaciones sea un medio de influir en las relaciones irano sirias, ya que Teherán no aprecia la idea de la vuelta a las negociaciones entre Damasco y Tel Aviv.
Las dos partes no se entienden tampoco en lo que concierne a la manera de negociar. Mientras que Olmert desea negociaciones cara a cara entre las delegaciones de los dos países, a la vista del mundo entero, el presidente sirio prefiere negociaciones indirectas con un intermediario norteamericano. Es decir que él se mostraría negociando con Washington y no con Tel Aviv, porque es perfectamente consciente de las repercusiones nefastas que pueden causar estas negociaciones en las relaciones con los iraníes.
No hay que olvidar que toda acción seria hacia la paz está prohibida para Siria e Israel, aun si ellas la desearan. La administración norteamericana actual da prioridad al aislamiento de Siria en el nivel regional. Washington insiste en lograr este objetivo, aunque todavía no se haya hecho nada en vías de esta política que se basa en la idea de que el aislamiento de Siria debilita a Irán.
Es el ex presidente francés Jacques Chirac quien convenció a la administración norteamericana de que hacer salir a Siria del Líbano podía constituir la llave del cerco de "la coalición radicalizada" guiada por Irán en la región.
Se sabe que el presidente norteamericano tomó la decisión en este sentido luego de su regreso de Normandía, en junio de 2004, donde se había encontrado con Chirac en ocasión de la conmemoración del desembarco de tropas aliadas, durante la segunda Guerra Mundial.
Así se explica el enigma de por qué Siria insistía en que el presidente libanés Emile Lahoud continuara ocupando su puesto, aunque estuviera prohibido por la Constitución. Esto ocasionó una tensión importante, ya que muchas personalidades libanesas son aliadas de Siria y también fieles a Lahoud. Y Damasco había efectivamente elegido a una de ellas, Soliman Ferenjia, el líder de los que se denomina la corriente Al-Marada que representa a uno de los pequeños grupos políticos maronitas.
Pero, el aumento de las presiones norteamericanas y francesas sobre Siria volvió las cosas más confusas para esta última. Y con la ausencia de instituciones capaces de gestionar tales crisis y mientras que son los aparatos de seguridad quienes tienen la hegemonía sobre la decisión siria en lo que concierne al Líbano, era fácil cometer errores. Damasco, entonces, se equivocó al estimar la situación. Y los que toman las decisiones estimaron que la situación necesitaba la presencia de un presidente libanés de gran experiencia. Es por eso que se decidió prolongar el mandato de Lahoud en vez de respaldar a Ferenjia.
Los acontecimientos se sucedieron, entonces, hasta el asesinato de Rafiq Al-Hariri, en febrero de 2005, y después la crisis se fue acentuando cada vez más.
La situación en Siria creó un diferendo con Israel que temía verse debilitada por el régimen sirio debido a las presiones sobre Damasco. Tel Aviv había previsto dos escenarios: un régimen islamista que constituiría un peligro para Israel o un caos total en las fronteras israelíes, como el que reina actualmente en Irak. Es por eso que Israel intentaba convencer a Washington de aliviar las presiones sobre Siria, mientras que Olmert trataba de volver a la mesa de negociaciones.
Pero, todo osciló luego de los acontecimientos de Gaza en junio último. Según la administración norteamericana, Siria no estuvo lejos de todo eso. Es entonces que después de la cumbre entre Bush y Olmert, el 19 de junio último, Olmert comprendió que la vía hacia Siria estaba bloqueada, salvo en el caso de un escalada militar, si las condiciones lo obligan.
En todos los casos, la posibilidad de una guerra está más cerca que la de la paz, que parece hoy más alejada que nunca, desde la Conferencia de Madrid en 1991.

La fuente: el autor es politólogo. Su artículo fue publicado en Al Ahram Hebdo, semanario egipcio editado por el grupo Al Ahram, destinado a los francófonos. La traducción del francés pertenece a María Masquelet para elcorresponsal.com.

PROSTITUCIÓN EN IRAK: LA PRIVATIZACIÓN DE LA MUJER



La prostitución militarizada existe en los alrededores de las bases de los Estados Unidos en Corea del Sur, Tailandia y otros países desde hace mucho tiempo. Pero desde que los Estados Unidos comenzó a desplegar fuerzas en muchos países musulmanes, ya no puede permitir la prostitución para su personal de manera tan abierta. El despliegue de fuerzas militares norteamericanas en el Golfo, Afganistán e Irak ha estimulado la prostitución y el tráfico de mujeres en Medio Oriente.
Por Debra McNutt

Otro cambio importante es la dependencia de las fuerzas armadas de USA de los llamados “contratistas privados”, que ya sobrepasan el número de soldados en Irak. La opinión pública ha comenzado a prestar atención al papel de estos contratistas en las zonas donde Estados Unidos ha emprendido acciones militares. Menos atención se ha prestado, sin embargo, a la forma en que los contratistas privados están cambiando la naturaleza de la prostitución militarizada. En el ejemplo más conocido, empleados de DynCorp fueron descubiertos cuando traficaban con mujeres en Bosnia y hay indicios que sugieren que en Irak puede estar ocurriendo lo mismo.
Estoy investigando si los contratistas civiles permiten la explotación sexual militarizada en Irak, Afganistán, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y otros países musulmanes. Mi investigación pretende descubrir nuevos patrones de explotación sexual de mujeres por los Estados Unidos para fines militares y cómo cambia la prostitución institucionalizada cuando las fuerzas norteamericanas se instalan en países musulmanes. Estoy especialmente interesada en el papel que desempeñan los contratistas civiles en la promoción de la prostitución local o en la importación de extranjeras a zonas de guerra haciéndolas pasar por cocineras, camareras u oficinistas.
He emprendido esta investigación como militante feminista que ha trabajado durante mucho tiempo en aspectos relacionados con la mujer y el militarismo, inspirada por el ejemplo de mujeres como Cynthia Enloe, Katherine Moon y Saralee Hamilton. He organizado protestas en contra de la explotación sexual en las cercanías de las bases militares de los Estados Unidos en Filipinas. Más recientemente he trabajado en aspectos relacionados con la agresión y el acoso sexuales a mujeres soldados en las fuerzas armadas norteamericanas. Desde la guerra del Golfo también me he opuesto activamente a los ataques de Estados Unidos a Irak.
Si bien durante la corta Guerra del Golfo las fuerzas armadas norteamricanas no permitieron la prostitución militarizada en Arabia Saudita para no molestar a sus anfitriones, cuando regresaban a los Estados Unidos los barcos que transportaban al personal militar se detenían en Tailandia para disfrutar de un tiempo de “descanso y recreo” (Rest & Recovery). Las duras sanciones económicas impuestas después de la Guerra del Golfo obligaron a muchas iraquíes a prostituirse. El comercio sexual creció en tal medida, que en 1999 Saddam ordenó a sus fuerzas paramilitares que lo reprimiesen. Como resultado de ello muchas mujeres fueron ejecutadas.
La invasión de Irak por los Estados Unidos en marzo de 2003 llevó la prostitución de vuelta a ese país en cuestión de semanas. Hasta ahora, la Guerra de Irak ha durado ocho veces más que la del Golfo y está caracterizada por el uso de una enorme cantidad de contratistas privados. En enero de 2006, el presidente Bush aprobó una ley que prohíbe el tráfico de personas. Esa ley, sin embargo, no ha sido aplicada a los contratistas privados.
El miedo creado por el renacimiento de la prostitución ha permeado a toda la sociedad iraquí. Las familias no dejan que las chicas salgan a la calle, no sólo para evitar que sean atacadas o asesinadas, sino para impedir que sean secuestradas por redes organizadas de prostitución. Estas redes también obligan a algunas familias a que les vendan a sus hijos para convertirlos en esclavos sexuales. La guerra ha dejado sin casa a una enorme cantidad de chicas y chicos, que son muy vulnerables al comercio sexual. También ha producido una gran cantidad de refugiadas que tratan de huir del peligro, pero que -por desesperación económica- terminan prostituyéndose en Jordania, Siria, Yemen o los Emiratos Árabes Unidos. Nuestra ocupación no sólo ataca a las mujeres físicamente, sino también espiritualmente, hasta que no queda nada más que destruir.
Las extranjeras importadas a Irak para ejercer la prostitución generalmente llegan a través de los canales establecidos de tráfico ilegal de trabajadores, tal como lo documenta la serie de reportajes publicados por el Chicago Tribune, titulados Pipeline to
Peril (La ruta al peligro). Por ejemplo, el periodista independiente David Phinney ha documentado cómo una compañía contratista kuwaití que importaba trabajadores para construir un nuevo complejo para la embajada norteamericana en la Zona Verde de Bagdag, introducía mujeres en el área de construcción.
En la Zona Verde se han abierto algunos burdeles (disfrazados de refugios para mujeres, peluquerías o restaurantes chinos), pero las autoridades los han cerrado cuando los medios han informado de su existencia. Según las fuerzas armadas de los Estados Unidos, sus tropas tienen prohibido tratar con prostitutas. No obstante, en sitios web de sexo los contratistas privados se jactan de ser capaces de encontrar mujeres iraquíes o extranjeras en Bagdad o en los alrededores de las bases militares norteamericanas. Estos contratistas privados de seguridad cobran salarios muy altos, por lo que disponen de mucho dinero y no son responsables frente a nadie más que sus compañías.
El empleado de una contratista que vivía en la Zona Verde contaba en febrero de 2007 que había tardado cuatro meses en lograr los contactos necesarios. “Tenemos un contacto en la patrulla encargada de la seguridad personal que nos trae estas bellezas iraquíes.” En correos electrónicos de contratistas occidentales se sugiere que mujeres chinas, filipinas, iraníes y de Europa del Este también se prostituyen en Irak para los norteamericanaos y otros occidentales. (Otros informes indican que al parecer hay mujeres chinas que se prostituyen en Afganistán, Qatar y otros países musulmanes en los que puede ser difícil para las redes de prostitución encontrar mujeres de esos países).
Durante su período de licencia de Irak en 2005, el reservista del ejército Patrick Lackatt afirmó que “por un dólar puedes conseguir una prostituta por una hora.” Pero a medida que la guerra se ha intensificado en Bagdad y en otras regiones árabes de Irak, se ha hecho más peligroso para los occidentales salir de las bases militares y de la Zona Verde. Por eso, ahora los contratistas se pasan la voz de que es mejor disfrutar de sus períodos de “descanso y recreo” en la región kurda del norte, que es más segura, o en los bares y hoteles de Dubai, el emirato que se ha convertido en el principal centro de prostitución del Golfo Pérsico. Mientras, en Irak las redes de prostitución tienen que actuar de manera cada vez más clandestina para esconderse de las milicias iraquíes.
Como señala Sarah Mendelson en su informe de 2005 sobre los Balcanes, Barracks and Brothels (Barracas y Burdeles), el gobierno norteamericano ha ideado muchos protocolos y programas para disminuir el tráfico de personas, pero como no se hacen respetar terminan siendo simples ejercicios de relaciones públicas. Los oficiales militares suelen hacer la vista gorda con la explotación de mujeres por el personal militar y el de los contratistas privados, porque quieren elevar la “moral” de sus hombres. La forma más eficaz que tienen las fuerzas armadas de evitar una reacción negativa del público es impedir que la información incómoda llegue a sus oídos. No es necesario encubrir la información si nadie la conoce.
Para mí (y para otros investigadores y periodistas) ha sido difícil llegar al fondo de esta crisis. En su libro Imperial Life in the Emerald City (Vida imperial en la ciudad esmeralda), Rajiv Chandrasekaran observó “Había prostitutas en Bagdag, aunque no podías irte a una ciudad para tener sexo como en Saigón.” Descifrar quién está detrás del tráfico de personas es tan difícil (si no más) que en el caso del tráfico de drogas. Ya es bastante difícil rastrear el extendido tráfico ilegal de trabajadores a Irak. Pero el tráfico de mujeres iraquíes o extranjeras para prostituirlas está mejor encubierto. Las redes de prostitución esconden muy bien sus rastros y ni los militares ni los contratistas privados están interesados en revelar información que pueda perjudicar la guerra.
El hecho de que la información sea difícil de encontrar es un aliciente para intensificar la búsqueda y para hacer de la prostitución militarizada un tema fundamental de los movimientos de mujeres y contra la guerra. La guerra de Irak se financia con nuestros iimpuestos, y si como resultado de la ocupación se explotan mujeres, es nuestra obligación responsabilizarnos por esos crímenes.
Actualmente estoy escribiendo un informe más detallado sobre mis hallazgos y necesito datos de otros investigadores y periodistas, veteranos de guerra, empleados de contratistas privadas, exilados y refugiados, y mujeres que hayan sido prostituidas en el pasado, que ayuden a echar luz sobre la prostitución militarizada en Medio Oriente y el papel de las fuerzas armadas y de sus contratistas privados.
El objetivo final de esta investigación es no sólo poner al descubierto estos crímenes contra la mujer, sino contribuir en la formación de un movimiento que los detenga. Cuando se habla sobre los derechos de las mujeres iraquíes no se toca el tema de cómo la ocupación está creando nuevas formas de opresión que destruyen su autoestima. Como norteamericanos, tenemos la obligación de detener los abusos de los militares contra las mujeres haciendo que termine la ocupación.

La fuente: La autora es una periodista, feminista y pacifista que se ha dedicado a investigar la prostitución y el tráfico de mujeres en los lugares donde se desarrollan conflictos bélicos. Actualmente vive en Olympia, Washington, USA. Su correo electrónico es debimcnutt@gmail.com. Su artículo fue publicado en Counterpunch. La traducción del inglés pertenece a Chelo Ramos para Tlaxcala , la red de traductores por la diversidad lingüística.

ALGUNAS REALIDADES SOBRE LAS CONDICIONES DE TRABAJO EN CHINA


ALGUNAS REALIDADES SOBRE LAS CONDICIONES DE TRABAJO EN CHINA

Danielle Bleitrach
Rebelión

Traducido por Juan Vivanco


Últimamente se habla mucho y muy a la ligera sobre las condiciones de trabajo en China. Es evidente que si China está a punto de sobrepasar a Alemania y convertirse en el primer exportador mundial, su población ha tenido que hacer un tremendo esfuerzo. China ha cubierto varias etapas: antes era una fábrica de productos de gama baja que dependía en más del 70% de la tecnología extranjera; hoy sigue siendo el taller del mundo, pero ha pasado de los electrodomésticos al dominio de tecnologías que le permiten construir trenes de alta velocidad. Asimismo, o más bien contradictoriamente, desde hace poco ―aproximadamente a partir de las reformas de 1978― China ha pasado del pleno empleo a la posibilidad de desempleo, de las empresas que garantizaban seguridad y protección social al mercado privado de trabajo; ha experimentado una movilidad enorme y, en particular, un éxodo rural que se ha frenado, como vamos a ver, con medidas discriminatorias hacia los emigrantes. Ni que decir tiene que cada nueva etapa ha tenido un alto precio de sudor y sufrimiento. Pero este breve análisis, sobre todo, pone en evidencia la enorme hipocresía de Occidente, que denuncia las condiciones de trabajo en China pero no quiere ver que tiene en ello una responsabilidad real, no sólo histórica sino de rabiosa actualidad.
1- Migraciones y discriminaciones
La población más explotada y sometida a condiciones de trabajo más duras ha sido la de los emigrantes rurales, tanto los que emigran definitivamente como los que acuden a la ciudad para reunir unos ahorros. En la China continental las movilidades inter o intrarregionales, rurales y urbanas, se han intensificado, con un aumento de la población flotante, cada vez más diversa. Con la llegada de inmigrantes a las ciudades chinas, los mercados de trabajo se han segmentado y diferenciado. Los inmigrantes, sobre todo los menos cualificados y los más jóvenes, han sufrido la dominación, la explotación y la violencia del mercado de trabajo.
La supresión de la noción de empleo para toda la vida fue un momento muy duro en la transición de la economía planificada a la economía de mercado, llámese socialista y planificada. Apareció algo totalmente desconocido hasta entonces: un mercado de puestos de trabajo. También apareció el desempleo, un fenómeno nuevo en la historia de la China comunista. Para tener una visión más completa habría que mostrar la imbricación, la superposición de los empleos estatales y privados.
El objetivo de la política discriminatoria con esta población emigrante era disponer de mano de obra poco exigente para las multinacionales y para la construcción. Pero también se procuraba frenar el éxodo rural, no siempre deseable. Es fácil denunciar las políticas, pero ¿qué decir de unos 800 millones de campesinos chinos, quienes de forma más o menos permanente tienden a buscar empleo fuera de sus tierras? Pese a todos los obstáculos administrativos (dificultad para obtener el carné de identidad, necesario para moverse; redadas frecuentes en Pekín para expulsar a los habitantes ilegales…), los campesinos acuden a donde puede haber trabajo. Y van a parar, precisamente, a unas ciudades donde se construye para alojar a una población que ya acusa la carestía de vivienda. Las obras de los juegos olímpicos, sin duda alguna, desencadenaron un éxodo rural que debía ser contenido.
El ejemplo de Shanghái es ilustrativo de estas políticas. Se pueden considerar especialmente injustas con los emigrantes, pero también protectoras del empleo de los trabajadores urbanos, para impedir la presión a la baja de sus empleos. Pese a la discriminación, los trabajadores rurales ganan más que en el campo. En esto reside el atractivo, pero la dureza de las condiciones impide una afluencia incontrolada.
Frente a un número creciente de inmigrantes, el ayuntamiento de Shanghái tomó medidas para proteger el mercado de trabajo de los shanghaienses, haciendo una distinción entre los empleos reservados a la mano de obra urbana y los reservados a la mano de obra llegada del interior. En 1995 la Oficina de Trabajo y Proteción Social de Shanghái publicó una lista de sectores de actividad y empleos reservados o prohibidos a los inmigrantes: los sectores de la industria pesada, el textil y la construcción están abiertos a ellos; para los empleos intermedios tienen preferencia los trabajadores urbanos, pero también están abiertos a los inmigrantes; por último, los empleos «visibles», como taxista, agente de seguridad, telefonista, etc. están formalmente prohibidos a los inmigrantes (1).
Se puede hablar, por lo tanto, de «nichos económicos», ya que los inmigrantes están presentes en segmentos del mercado de trabajo poco cualificados, como la manufactura, la confección, la construcción, la hostelería, el transporte de mercancías, etc. A la vez que se reactiva el sector tradicional, se produce un fenómeno de tercerización, unido a una precarización de los mercados de trabajo, con empleos pagados por horas o a destajo que se nutren de trabajadores rurales. La evolución del mercado de trabajo urbano se ha basado en una discriminación cada vez más acusada de las poblaciones inmigrantes, poco cualificadas y en abierta competencia con los parados. En el año 2000 el 82,9% de los inmigrantes trabajaban en los sectores menospreciados por los shanghaienses: astilleros, textil, construcción y servicios. Como vemos, el paso de una economía planificada a una economía de mercado se ha caracterizado desde el principio por un proceso de segmentación de los mercados de trabajo en el que abundan las desigualdades, discriminaciones y exclusiones de los chinos no deseados.
Si se desconoce esta situación no se entiende nada, ni siquiera los sucesos del Tíbet, donde también existe un éxodo a las ciudades y una situación general de protección de los asalariados y los empleos urbanos frente a esta afluencia. Cuando leí el relato de los acontecimientos, enseguida pensé que se trataba de una operación orquestada y luego desbordada por un proletariado que vivía muy mal. Nos hallamos ante fenómenos a escala desconocida, que una sociedad empeñada en salir del subdesarrollo debe controlar. Quienes piensan que bastará con reponer a un lama feudal que sólo puede ofrecer a esta población una vuelta al pasado, o son imbéciles, o se han propuesto crearle mayores dificultades a China.
2 – Las multinacionales, nidos de explotación
Un país que sale del subdesarrollo haciendo un esfuerzo gigantesco y se pliega a las condiciones de las multinacionales, aunque procura atarlas corto: así es China, que gracias a esta formidable hazaña ha podido conservar la planificación y la propiedad colectiva, digamos estatal, de los principales sectores de producción y de los sectores financieros. Para hacer su acumulación primitiva China exporta a mansalva y, al mismo tiempo, promueve un desarrollo endógeno, un equipamiento del territorio y, en fechas más recientes, una política medioambiental. Y, volviendo a nuestro asunto, aplica también una política de derechos de los trabajadores.
El hecho de que China sea un país subdesarrollado significa, de entrada, falta de capitales y tecnología, lo que obliga a recurrir a los capitales y las tecnologías extranjeros, sometiéndose a sus condiciones.
Más de la mitad de las exportaciones chinas corresponden a empresas extranjeras. De modo que cuando se describen las duras condiciones de trabajo en China hay que saber que estas condiciones han sido impuestas por empresas extranjeras.
Una investigación de las organizaciones suizas Pain pour le prochain (Pan para el prójimo) y Action de Carême (Acción de Cuaresma) señala directamente a las grandes marcas de informática. Aunque oficialmente, como en toda Asia, las grandes marcas de informática aplican códigos de conducta en materia de responsabilidad social, sus proveedores no suelen respetar estas reglas. Ocurre lo mismo que con Ikea en India, y es una práctica común de todas las multinacionales: presionan a sus proveedores para imponer unas condiciones de explotación a ultranza.
Las dos organizaciones indagaron en siete fábricas que suministran a las grandes marcas informáticas internacionales.
Los obreros de estas fábricas trabajan de 10 a 12 horas diarias, seis y a veces siete días por semana. Cada mes acumulan entre 80 y 200 horas extras, cuando la ley sólo autoriza 36.
Las condiciones sanitarias de estos trabajadores son muy precarias. A menudo manipulan productos tóxicos sin máscaras ni guantes, y las salas de soldadura no están ventiladas. Preguntados por los encuestadores, los obreros contestaron que no existe un control médico en el trabajo.
Son frecuentes las sanciones disciplinarias abusivas. Un obrero de una de las fábricas visitadas explica: «En épocas de alta producción aumenta el ritmo y nos cuesta seguirlo. Cometemos más errores. Si el capataz lo descubre, nos pone una multa que equivale a media jornada de salario. Estamos muy presionados».
En muchas fábricas los empleados desconocen los códigos de conducta ―con los que las empresas extranjeras se comprometen a respetar los derechos elementales de los trabajadores―.
Pese a todo, recientemente se han introducido algunas mejoras. El número de empresas que pagan a sus empleados menos que el mínimo legal ha bajado. Pero todavía quedan. Por ejemplo, la fábrica Lite-On Electronics paga la hora extra en fin de semana un 150% más, cuando según la ley debería pagarla el doble.
Las dos organizaciones han comprobado que el compromiso de las marcas frente a esta situación es variable. Hewlett-Packard invierte medios humanos y financieros importantes en la aplicación de su código de conducta. Esta marca, por otro lado, es la única que ha facilitado una lista completa de sus proveedores y se ha avenido a comentar casos concretos de sus fábricas. Apple también hace esfuerzos, sobre todo intensificando las auditorías en China. Pero no informa con transparencia sobre sus proveedores, sus auditorías y sus cursos de formación.
El informe de Pain pour le prochain y Action de Carême revela que la empresa Fujitsu-Siemens ocupa el último lugar. Tanto a escala internacional como en China, no tiene a nadie que se encargue de las responsabilidades sociales. Además, no se siente obligada a enseñarles el código de conducta a sus proveedores.
Según estas dos organizaciones, bastaría con añadir poco más de 30 euros al precio de cada ordenador para que los obreros de la informática disfrutaran de unas condiciones de trabajo dignas (2).
El periódico Southern Weekly ha hecho un estudio con 126 multinacionales durante todo un año. De él salen mal paradas las empresas pertenecientes al grupo de las 500 mayores, las que han alcanzado resultados económicos más destacados tanto en número de ventas como en volumen de exportaciones o beneficios brutos.
Las conclusiones del estudio son alarmantes. Cincuenta y ocho empresas (el 46% del total) se han negado a acatar la ley de creación de sindicatos. Otras 20 han producido daños importantes en el entorno. Pero eso no es todo: 37 empresas vendían a los consumidores chinos productos o servicios que no cumplían las normas de calidad, lo que ha sido corroborado por numerosas reclamaciones contra 19 de ellas.
Según el periódico Southern Weekly, algunas empresas sobornaban a los inspectores del gobierno y a sus propios directivos o a los de otras empresas.
Southern Weekly defiende la veracidad de estos datos. El semanario señala que el estudio se basa en informaciones públicas proporcionadas por las autoridades, las asociaciones de consumidores, los sindicatos y los medios de comunicación, verificadas con las propias empresas.
Este periódico ha publicado una lista negra de las 33 multinacionales presentes en China que han hecho caso omiso de las leyes contra la contaminación de las aguas. Cuatro de ellas forman parte de las 500 empresas con mayores beneficios: Nestlé Sources Shanghai Ltd. Pepsico, Panasonic y 3M. Las informaciones proceden de la ONG «Instituto de Asuntos Públicos y Medioambientales». Su director, Ma Jun, declaraba al Shanghai Daily que las multinacionales no son las únicas empresas criticables, pues 26.000 compañías chinas también vierten ilegalmente y a mayor escala sus residuos a los cursos de agua chinos.
Es cierto que las condiciones de trabajo más duras no se dan sólo en empresas extranjeras, pues también están las del campesinado o verdaderos escándalos, como las minas de carbón clandestinas o los tejares, donde trabajan sin salario adolescentes y hombres que a veces han sido secuestrados y vendidos. Pero que estos casos hayan causado tanto escándalo demuestra su carácter excepcional. Los chinos no se habitúan a la explotación y se puede comprobar, sobre todo en las ciudades, no sólo una mejora de las condiciones, sino una dificultad para encontrar mano de obra cualificada, con el consiguiente aumento de los salarios (del orden del 18% en un año) (3). Conociendo las condiciones de esclavitud en algunos países de Suramérica y la domesticidad en los emiratos, justo es reconocer que el descubrimiento y el escándalo son un paso hacia otra cosa, como los juicios públicos y las severas penas impuestas a los empresarios mineros que con su imprudencia delictiva han causado muchas muertes.
3 – Una situación en continua evolución
Una diferencia con los talleres de ensamblaje del Tercer Mundo o los de la frontera mejicana, las maquiladoras, consiste en que el estado chino ha logrado controlar el fenómeno y transformarlo en un factor insólito de desarrollo. Otra diferencia es la intervención cada vez mayor de las autoridades, a raíz de numerosas protestas para que se respetaran los derechos y la existencia de sindicatos en la empresa.
Resulta llamativo que en los medios occidentales lo que se pone siempre en la picota es «el régimen», nunca las empresas extranjeras, «el socialismo», nunca el subdesarrollo. Cuando estas empresas extranjeras no influyen directamente en sus asalariados, lo hacen a través de empresas subcontratistas que ponen a competir entre sí, lo cual repercute en los salarios y las condiciones de trabajo.
En las grandes empresas, si los trabajadores se alojan en sus dependencias, a veces el empresario retiene su documentación, y si la multinacional ha firmado un «código de conducta», cuando manda a alguien para inspeccionar las condiciones en que se encuentran los asalariados, estos no pueden quejarse.
Todo esto existe, pero tiende a evolucionar bajo una triple influencia:
La primera es la protesta masiva de los trabajadores. Los obreros chinos no se resignan; en 2005 se contaron más de 90.000 acciones de protesta que implicaron, cada una, a más de 100 personas.
La segunda es la preocupación de las autoridades ante este aumento del descontento y las tensiones sociales, así como ante los casos de corrupción administrativa (4).
El tercer fenómeno es un principio de escasez de mano de obra que incluye algo nuevo, la falta de mano de obra cualificada, sobre todo en la provincia sureña de Guangdong (Cantón), donde se produce cerca de la tercera parte de las exportaciones chinas.
Pero también se puede destacar que a diferencia de India y otros países asiáticos, de los que nada se dice, aquí el trabajo infantil no es un azote. Casi todos los niños de las zonas urbanas están escolarizados.
Aunque los medios occidentales e incluso la mayoría de los medios alternativos en internet describen con mucha suficiencia las condiciones de trabajo en China y se las endosan al gobierno, de vez en cuando leemos en la prensa algún suelto como este:
Adidas retira progresivamente su producción de China
El número dos mundial de material deportivo, el alemán Adidas, considera que el nivel salarial de China ha subido demasiado y va a trasladar parte de su producción a países aún más competitivos, ha declarado su dueño, Herbert Hainer. Piensa trasladar su producción a India, Laos, Camboya y Vietnam, pero también a países de la extinta URSS y Europa del Este (5).
Las empresas occidentales, como es bien sabido, no se instalan en un país para ayudarle a desarrollarse, sino para obtener un beneficio máximo (lo que se denomina «reducir costes»). Encontramos las mismas informaciones en la prensa de Taiwán: con el aumento de salarios, China continental deja de ser una zona de subcontrata, pero se convierte en un mercado interesante.
La evolución, en particular la del nuevo Código del Trabajo
Hagamos un repaso de los cambios introducidos en el nuevo Código del Trabajo, con respecto al de 1994:
― El empresario está obligado a establecer por escrito un contrato de trabajo.
― Se da prioridad a los contratos por tiempo indefinido. Teóricamente se acaba con la sucesión de contratos temporales. Cuando un empleado tiene diez años de antigüedad, si lo solicita, el empresario está obligado a establecer un contrato por tiempo indefinido. El empresario sólo puede proponer dos contratos temporales seguidos. «La vulneración de esta obligación se sancionará con el pago del doble del salario por el empleador» a partir de la fecha en que debería haberse firmado el contrato por tiempo indefinido.
― Los expedientes de regulación de empleo no pueden afectar a uno o dos trabajadores sino al 10% del personal, como mínimo.
― Se prohíben las multas en caso de renuncia; antes, la renuncia del empleado tenía una penalización.
Cuando entró en vigor este Código del Trabajo, el 1 de enero de 2008, las cámaras de comercio de EEUU y Europa expresaron su contrariedad y amenazaron con «deslocalizar» si el derecho laboral se volvía demasiado estricto. Baste este dato para demostrar la hipocresía de los medios occidentales que invariablemente incriminan al «régimen», al «socialismo», y nunca a sus propios capitalistas. El nuevo código refuerza la protección de los asalariados con respecto al de 1994. La reforma más importante es la obligación del empresario de establecer un contrato de trabajo por escrito. En la publicación mensual Alternative économiques, Li Hua, abogada del bufete Gide Loyrette Nouei de Pekín, explica: «Las relaciones sociales dentro de la empresa se han deteriorado en los últimos años. En 2007 el número de contenciosos entre ambas partes ―empleador y empleado― aumentó un 30% en Shanghái y Pekín, sobre todo en los ramos de la industria y la construcción. (…) Se advierte [en el gobierno] una verdadera voluntad de fortalecer los derechos de los asalariados» (6).
Lo que estamos viendo son las condiciones de la acumulación primitiva que llevamos a cabo en Europa mandando a niños de 5 años a trabajar en las minas y creando unas condiciones de trabajo espantosas; seguimos haciéndolo en todo el Tercer Mundo, mientras les acusamos de bajar los precios o hacemos aspavientos ante una China comunista que explota a los trabajadores. Esta China tiene que dar de comer a 1.300 millones de seres humanos, contener el éxodo rural y desarrollar las fuerzas productivas; para ello no tiene más remedio que aceptar a los extranjeros, pero también debe planificar, dominar su propio crecimiento para no caer en las garras del neocolonialismo. Debe poner en práctica sistemas de protección social, seguro de enfermedad y desempleo, sin limitarse a la población urbana y extendiéndolos a las zonas rurales.
China ha sacado a la mayoría de su población de la pobreza extrema
«La población china en conjunto se ha beneficiado ampliamente de este despegue, ya que en 25 años la renta per cápita se ha quintuplicado. Según el Banco Mundial ha pasado de 190 dólares en 1978 a 1000 dólares en 2004. Cuatrocientos millones de chinos han salido así de la pobreza extrema (menos de un dólar diario). El frigorífico, la bicicleta y el teléfono, que estaban reservados a una minoría privilegiada, se han convertido en bienes de consumo corrientes para cientos de millones de personas. Globalmente, durante este cuarto de siglo, los chinos han aumentado por lo menos un tercio su consumo medio de calorías, lo que redunda en un aumento de su esperanza de vida.
No obstante, China sigue siendo un país pobre, incluso muy pobre. Cerca de la mitad de la población vive aún con menos de dos dólares diarios. La renta media ha aumentado, pero con 1000 dólares anuales (apenas 800 euros), está a años luz de los países que hicieron su revolución industrial hace uno o dos siglos ―30 veces menos que Francia, 40 veces menos que EEUU―. Quizá los chinos se consuelen al saber que su renta media duplica a la de los indios.
Si tomamos el PIB calculado en volumen y no en valor, es decir, en poder de compra y no en moneda corriente, la diferencia de China es menor: en términos de “paridad de poder de compra” el Banco Mundial calcula un PIB per cápita de 4000 dólares, “sólo” diez veces inferior al de USA» (7).
Allá los que pretenden juzgar y dar consejos; yo me siento incapaz, y admiro a este pueblo trabajador que además, a diferencia de los occidentales, no ha saqueado a otros pueblos y promueve en todo el mundo la paz y el desarrollo. La arrogancia occidental, que ignora lo que es el subdesarrollo y sobre todo no quiere recordar que su sociedad saqueó el mundo, fue capaz de poner carteles de «prohibido el paso a perros y chinos» en los parques chinos, destruyó una de las maravillas del mundo, el Palacio de Verano, impuso la guerra del opio y obligó a toda una generación a ser muertos vivientes; ni quiere recordar las torturas japonesas que horrorizaron a los propios nazis, por citar sólo algunas fechorías, y se permite el lujo de seguir haciendo de las suyas con sus capitalistas, mientras se beneficia de los productos llegados de China; esta arrogancia insufrible aún osa criticar a China. En vez de admirar el heroísmo del pueblo chino, de contemplar con asombro, porque lo merece, la demostración de este esfuerzo que ha hecho en los juegos olímpicos, ha reaccionado con despreciable mezquindad. Sin ocurrírsele siquiera dar las gracias a un pueblo que esperaba, con el corazón en la mano, una felicitación por tanto valor, tanto tesón, tanta humilde entereza. Sí, los occidentales pertenecemos, como Estados Unidos, a la «civilización» que describe José Martí: «Es de gente menor, y de la envidia incapaz y roedora, el picar puntos a la grandeza patente, y negarla en redondo, por uno u otro lunar, o empinársele de agorero, como quien quita una mota al sol» (8).
Notas
(1) Thèse et mémoire de DIDERON, Sylvie, Institut National Agronomique Paris-Grignon, 1993 (Suiza).
(2) Este estudio se puede consultar en el sitio de fair-computer.
(3) Jean-François Huchet, La responsabilité sociale des entreprises étrangères en Chine , Ires-FO, junio de 2007.
(4) Una de las formas de la lucha contra la corrupción es el control de los sueldos altos, lo que revela la presión ejercida por la base sobre la nueva burguesía. El ministro de la Comisión para la Supervisión de los Activos del Estado (en inglés: State-owned Assets Supervision and Administration Commission, SASAC), Li Rongrong, se hace eco de la controversia de los sueldos altos en las empresas estatales, afirmando que el aumento de sueldos de los directivos en el periodo comprendido entre 2004 y 2006 fue de menos del 15%, mientras que los beneficios de sus empresas crecieron un 36,7%. La controversia fue causada por la revelación de que Ma Mingzhe, director general de la compañía de seguros Ping An, la segunda de su género en China, había cobrado más de 45 millones de yuan (6,6 millones de dólares) en un año, antes de impuestos. Este sueldo superaba 3.200 veces la renta per cápita de los residentes urbanos chinos en el año pasado (Diario del Pueblo, 4 de agosto de 2008).
(5) Le Soir, 29 de julio de 2008, suelto en las páginas económicas.
(6) «Chine un petit bond en avant», Alternative économiques , n.º 271, julio-agosto de 2008, p. 79.
(7) Erik Izraelewicz, «Quand la Chine change le monde», Grasset, 2005.
(8) José Martí, «La verdad sobre los Estados Unidos».

Fuente: Changement de société

¿QUÉ PASÓ, QUÉ PASARÁ?.


Por Juan Gelman

Hay muchos puntos oscuros en el conflicto ruso-georgiano, pero algunos están claros. Georgia atacó a Osetia del Sur y prácticamente destruyó la capital, Tsjinvali. Zonas residenciales, la universidad, los hospitales, fueron barridos con el resultado de 1500 civiles osetios muertos, según fuentes rusas y occidentales. “El bombardeo de la fuerza aérea y de la artillería dejó a la capital sin agua, alimentos, electricidad y gas” (AP, 9-8-08). La respuesta rusa fue aplastante y también eso está claro. Lo oscuro es por qué Tiflis, amiguísima de la Casa Blanca y viceversa, emprendió una aventura condenada al fracaso de antemano.
Georgia es una avanzada militar de EE.UU. y la OTAN en la frontera con Rusia y no se encuentra lejos del conflicto que arde en Asia Central. No sólo: Osetia del Sur es la encrucijada de oleoductos y gasoductos estratégicos para Occidente. En abril pasado, W. Bush apoyó en todos los tonos el pedido de Georgia de ingresar en la OTAN, no sin cierta inquietud de los europeos. No obstante, la OTAN prometió enviar asesores militares en diciembre próximo. Se adelantó el Pentágono: en julio instaló más de mil marines y soldados en la base militar georgiana de Vaziani, en la frontera con Osetia del Sur, para adiestrar a las tropas georgianas en misiones de combate. Efectivos estadounidenses –1200– y georgianos –800– efectuaron maniobras conjuntas a mediados de julio en un operativo bautizado “Respuesta inmediata”. El ataque fue en agosto. Rara coincidencia, ¿verdad?
Georgia incrementó notoriamente su capacidad militar en el 2007. El Ministerio de Defensa de la Federación Rusa asentó en el documento titulado “Sobre la ayuda militar a Georgia de otros países” (blog.wired.com/defense, 19-5-08) que Tiflis había recibido “206 tanques, de los que 175 fueron proporcionados por los estados de la OTAN, 186 vehículos blindados (126 de la OTAN), 79 cañones (67 de la OTAN), 15 helicópteros (12 de la OTAN), 70 morteros, diez sistemas de misiles tierra-aire, ocho aviones de reconocimiento sin piloto de Israel y otras armas”. No es difícil colegir que la acción fue preparada y coordinada por militares estadounidenses y otaneros. También israelíes: el diario Ha’aretz, de Tel Aviv, informó que Temur Yakobashili, ministro georgiano de Asuntos de Reintegración (de las repúblicas autónomas de Abjasia y Osetia, territorios que alguna vez fueron de Georgia) declaró que “Israel debería sentirse orgulloso de sus militares, que entrenaron a los soldados georgianos”. Esto sugeriría que el tablero de juego es mucho más amplio que Osetia del Sur.
Georgia no forma parte de la OTAN. Oficialmente. De hecho, sí: en abril de 1999 acordó, apenas finalizada la guerra en Yugoslavia, una alianza militar con la OTAN y desde entonces Tiflis ha recibido un incesante flujo de armas de técnica avanzada. Este acuerdo sirve para proteger los intereses de los gigantes petroleros en Medio Oriente y Asia Central. Israel, por su parte, está asociado a la explotación del ducto Bakú-Tiflis-Ceyhan, controlado por la British Petroleum, que transporta petróleo y gas natural de Azerbaiján: recibe por ese medio más del 20 por ciento del oro negro que necesita. Este ducto ha cambiado la geopolítica de la región y fundado un nuevo bloque prooccidental que integran Azerbaiján, Georgia, Turquía e Israel. Ahí no terminan las aspiraciones israelíes en la materia.
Tel Aviv no sólo quiere energéticos para su propio consumo: también aspira a reexportar el petróleo del Caspio a los mercados asiáticos vía el puerto de Eliat y negocia con Turquía la construcción de ductos que transportarán agua, electricidad, gas natural y “petróleo que Israel destinará luego al Lejano Oriente” (www.jpost.com/serviet), desempeñando así un papel estratégico en la protección de esa red. Se explica que destine ayuda militar y entrenamiento a Georgia y Azerbaiján. Y luego, qué más cerquita queda Irán.
¿Qué habría perseguido EE.UU. al alentar al ataque georgiano, sabiendo cómo reaccionaría Rusia y que no tendría futuro? ¿Fue un “juego de guerra”, como sus militares acostumbran a planear? ¿Busca Occidente crear un duro enfrentamiento, no necesariamente militar por ahora, con Rusia? Es el incidente más grave que los enfrenta desde la crisis de los misiles en Cuba de 1962. Moscú declaró que sus barcos de guerra no bloquearán los buques-tanque petroleros que parten del puerto georgiano de Poti en el Mar Negro, pero que se reserva el derecho de registrar todas las naves que van y vienen para impedir que Tiflis reciba armamento por mar. Los rusos hundieron ya una embarcación georgiana dotada de misiles que pretendía atacarlos. Esto recién comienza.

(www.counterpunch.org, 12-8-08).