15 agosto 2011

CRISTINA GANÓ MATANDO: TODOS UNIDOS TRIUNFAREMOS

FUE COMO REFRESCARNOS LOS PIES EN LA FUENTE DE LA PLAZA DE MAYO POR 2da. VEZ ...

TODOS LOS APÓSTATAS, LOS MITRISTAS Y LOS MANETTOS HAN PERDIDO LA CABEZA.

ALFONSÍN, EL PADRINO Y BINNER A PONER LAS PATAS EN LAVANDINA.

LA CARRIÓ AL CRIADERO DE CERDOS.


LA REVOLUCIÓN NACIONAL: JUSTA, LIBRE Y SOBERANA

03 agosto 2011

TODO LO OCULTO SALTA POR LOS AIRES...

Desde el asesinato de Rabin, Israel , con complicidad de todos los grupos políticos y fundamentalmente las colonias montadas en tierra palestina, han ido construyendo un estado mesiánico, totalitario y agresivo. El despertar de estos días, con las carpas y las manifestaciones, han atraído a numerosos trempistas que hasta hace menos de un mes loaban o protestaban contra Netanyahu y sus adláteres. Pero a media voz, sin desmandarse. Ahora, todos se han subido al furgón de cola de las protestas. Son los que han justificado las tropelías de Israel, los crímenes en Gaza, las medidas económicas que favorecen a los ricos y a los monopolistas, y medidas de neto corte fascista. 
¿Adónde terminará este despertar? Imposible adivinar, pero todos los que escudados en el desvaido sionismo de los últimos 15 años justifican las actividades del sionismo en decadencia hoy deben tragarse el sapor que quisieron hacernos tragar.
Andrés Aldao

Castro arremete contra resistencias a reformas

CUBA. EL PRESIDENTE LANZO ADVERTENCIA CONTRA LA BUROCRACIA ESTATAL

Castro arremete contra resistencias a reformas

El presidente de Cuba, Raúl Castro, arremetió contra las resistencias que frenan las reformas de apertura económica, y anunció facilidades al trabajo privado y a los viajes al exterior, al clausurar la sesión plenaria del Parlamento.

AFP, La Habana
Raúl Castro. Criticó la doble moral de los cubanos.
Raúl Castro. Criticó la doble moral de los cubanos.
"Seremos pacientes y a la vez perseverantes ante las resistencias al cambio, sean estás conscientes o inconscientes. Advierto que toda resistencia burocrática (...) será inútil", advirtió Raúl Castro en su discurso transmitido por la televisión local. Ante los más de 600 diputados, el gobernante señaló que el "mayor obstáculo" que enfrentan las reformas "es la barrera sicológica formada por la inercia, el inmovilismo, la simulación o doble moral, la indiferencia o insensibilidad". Raúl Castro exigió combatir con "constancia y firmeza" el desorden, la negligencia y la improvisación que frenan su plan de más de 300 reformas, aprobado en el VI Congreso del Partido Comunista (PCC) en abril, con el que busca hacer eficiente el agotado modelo económico, de corte soviético. "Sin cambiar la mentalidad no seremos capaces de acometer los cambios necesarios para garantizar la sostenibilidad, o lo que es lo mismo, la irrevocabilidad del carácter socialista", subrayó.

01 agosto 2011

Niños palestinos


Desde 1967 Israel ha detenido a 700.000 palestinos, un 20% de la población de los territorios ocupados aquel año. Muchos son menores de edad que sufren torturas en el Campamento Offer y son condenados sin juicio

ILAN PAPPE 01/08/2011

En memoria de Juliano Mar-Hamis

Aparecen en mitad de la noche cuando los niños están profundamente dormidos, tal vez soñando con una vida mejor. Con los ojos tapados, amordazados, esposados, los menores son llevados a los camiones y esa misma mañana apriscados en el Campamento Offer, departamento número 2 del Juzgado Militar, también conocido como Departamento Infantil. Durante ese día -y todos los demás- tendrán que permanecer sentados en una especie de clase donde no hay profesores y tampoco padres, pero sí jueces, fiscales y muchos guardias. Tienen entre 10 y 13 años los mayores y están acusados de tirar piedras a las fuerzas armadas israelíes, probablemente denunciados por sus propios compañeros de clase. Serán brutalmente interrogados: golpes en la cara y el abdomen, privación de sueño, pinchazos de aguja en manos, piernas y pies, amenazas de violencia sexual y, en algunos casos, electrochoques. Suelen confesar enseguida, están aterrorizados, pero solo cuando aceptan convertirse en colaboradores les sueltan, si es que les sueltan.
Ofra Ben-Zevi, una de las pocas y valientes mujeres israelíes que trabaja sin descanso por el despertar nacional e internacional de las conciencias dormidas, dice que a esta política criminal y odiosa hay que llamarla la cacería del niño.
Resulta fácil olvidarse de Palestina cuando Damasco, El Cairo y Saná están en plena ebullición. El ruido de los disparos contra los manifestantes, el espectáculo de los dictadores sentados en el banquillo, la genuina necesidad de los ciudadanos árabes de encontrar su propia vía hacia la democracia ocupan los titulares de prensa.
La destrucción de Palestina es mucho más lenta, y su tragedia invisible para el mundo exterior, pero es también mucho más antigua que todas estas revoluciones y me temo que seguirá todavía ahí mucho después de que cualquiera de ellas llegue a dar fruto en alguna nueva y esperanzadora realidad. Y puesto que Palestina no forma parte de esta positiva transformación, esto afectará al éxito de su supervivencia.
Esta es una herida que no sanará fácilmente. ¿Por qué? Porque, después de años de cacería diaria, miles de niños palestinos han terminado por convertirse en una generación de tenaces resistentes, una generación que no sucumbirá jamás ante la presión de Israel aunque sus líderes sí lo hagan. Ellos nunca fueron tratados como niños por Israel, sino como criminales (al contrario de lo que sucede dentro de Israel, donde los delitos menores de los más jóvenes son borrados de los archivos o prescriben, algo que no ocurre en ningún caso con los jóvenes de la Palestina ocupada, lo que facilita a la policía israelí la posibilidad de utilizar como colaborador en cualquier momento a cualquiera de ellos).
Según la ONG Adamer, desde que Israel sobrepasó las fronteras que le fueron adjudicadas antes de 1967, ocupando Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, han sido detenidos aproximadamente unos 700.000 palestinos, es decir el 20% de la población total de estos territorios. Según esta misma fuente, siguen en sus cárceles más de 5.600 y por eso los abusos que aquí relatamos constituyen solo un pequeño ejemplo de una realidad acumulativa, una escena de una película que todavía no se estrenó y que probablemente no se estrene nunca.
Imaginen pues que la escena que voy a describir tiene lugar en el Campamento Offer, frente al distinguido juez Sharon Rivli o alguno de sus colegas, todos los lunes entre las nueve de la mañana y las seis de la tarde. No todo el mundo en Israel ha oído hablar del Campamento Offer, pero si se toma la carretera 443 de Tel Aviv a Jerusalén (una carretera apartheid por la que los palestinos tienen rigurosamente prohibido viajar, aunque se haya construido a costa de sus campos de cultivo y atraviese y destruya las propiedades de docenas de aldeas palestinas), puede verse un enorme bastión de cemento armado: es el Campamento Offer y allí, y en otros campamentos como este distribuidos estratégicamente, opera la industria israelí de "prisiones" que pone entre rejas diariamente a un número de personas que supera con mucho a alguno de los regímenes más brutales del mundo.
Cientos de palestinos son traídos aquí todos los meses basándose en uno de los procedimientos de arresto y detención más rápidos del mundo -uno que ni siquiera permite a los abogados conocer los cargos, y donde la mayoría de las condenas terminan sin juicio y con penas de cárcel.
Es tan frecuente este tipo de abusos que han dejado de ser noticia. La rutina, sin embargo, se rompe de vez en cuando con alguna variante en el menú. Hace unos días, por ejemplo, una clase entera de niños aterrorizados fue detenida. Será procesada al estilo "industrial", de acuerdo con los métodos de esta justicia, de esta broma macabra.
Las historias del Offer aparecen aquí y allí de vez en cuando, pero por lo visto no son lo suficiente llamativas para impresionar a nadie. Una delegación de diputados laboristas visitó el lugar en diciembre del año pasado antes de ser entrevistados por Amira Hass, del diario Haaretz, y contarle lo impactante que había resultado para ellos la experiencia al conocer de primera mano la historia de los niños torturados y obligados a confesar crímenes que no habían cometido. Uno de los diputados, Richard Burden, conmocionado, tuvo que oír además cómo su guía le reconocía que ese día en particular había habido suerte porque habían visto a los niños esposados con las manos hacia adelante y no hacia atrás, que "como ustedes saben es una postura mucho más dolorosa".
También Haaretz dio a conocer la historia de un joven de 14 años encarcelado sin juicio. Su abogado contó al tribunal que el joven había sido brutalmente torturado durante las cuatro o cinco horas que duró el interrogatorio. Como de costumbre en estos casos, ni el abogado defensor ni el propio acusado tenían idea -ni la tendrán nunca- de qué se le estaba acusando, lo cual, por supuesto, no fue obstáculo alguno para que le metieran en la cárcel. Seguirá, pues, encerrado en un cubículo de siete por tres metros, con otros nueve presos, comiendo, desnudándose y haciendo sus necesidades en la misma habitación: una historia de lo más corriente multiplicada por cientos, no, por miles de casos.
El juez trabaja eficiente y rápidamente enviando a un niño tras otro a la cárcel. Todos van vestidos con uniformes marrón o naranja. Capturados en plena noche, interrogados sin la presencia de ningún adulto o siquiera un trabajador social y denunciados a menudo por sus propios compañeros de clase.
Aya Qanyok, veterana de la ONG Machsom Watch, que en una ocasión pudo presenciar los juicios, ha contado la historia de un crío de 13 años que llevaba tres meses y medio preso. Ese mismo día presenció otros 24 juicios de niños procedentes del campamento de Calandia (Ramala), secuestrados todos ellos en plena noche y encadenados el uno al otro por las fuerzas militares de la "única democracia de Oriente Próximo".
Niños encarcelados e interrogados no solo en el Offer y centros semejantes, sino también en las mismas aldeas o vecindarios donde viven. En Ghawarta, ciudad donde los israelíes sospechaban que dos escolares desesperados habían asesinado brutalmente a una familia de colonos perteneciente a uno de los grupos más fanáticos de entre todos los que ocupan los territorios, los cazaron de casa en casa. La batida fue seguida por un duro interrogatorio. Los sospechosos, uno de cuatro años y su hermano de 11, fueron interrogados dos veces por dos grupos diferentes de soldados.
Todos estos hechos constituyen una flagrante violación no solo de los tratados internacionales para la protección de la infancia, sino también de las mismas y avanzadas leyes que el propio Israel se ha dado a sí mismo. En la maravillosa película Los niños de Arna, Juliano Hamis nos muestra cómo su madre primero y luego él mismo intentaron crear en Jenin un reducto de libertad para los niños palestinos. Se trataba de una pequeña compañía de teatro, pero no duró mucho: los cazadores de niños la convirtieron enseguida en su objetivo. Ahora, también Juliano acaba de ser asesinado, quizá por un islamista fanático, quizá por un colaborador israelí. Con él desaparece otro de los pocos espacios seguros para la infancia en los territorios ocupados por Israel en 1967. Entretanto, el lento infanticidio de Palestina continúa.  ■

MENOR DE 14 AÑOS PROCESADO Y ENCADENADO

 Menor Palestino Piernas encadenadas

Israel usa dos varas de medirJóvenes palestinos son juzgados como adultos por los tribunales militares hebreos, que los consideran mayores de edad a los 16 años. La ONU ha denunciado abusos en las cárceles


ANA CARBAJOSA 


Se abre la puerta de una sala prefabricada en el patio de la prisión militar israelí de Ofer y entra Islam Dar Ayoub, un chico palestino de 14 años. Viene maniatado y hace ruido al arrastrar las cadenas que lleva en los tobillos. Viste con el uniforme marrón de la prisión y mira a su alrededor buscando a su padre, al que solo tiene oportunidad de ver durante las audiencias, de lejos. El padre todavía no ha llegado; por lo visto, le han parado en un checkpoint próximo a la prisión.
Si un niño palestino y un colono israelí se lanzan piedras, seguirán caminos totalmente distintos al ser detenidosEl juicio comienza y se prolonga durante buena parte del día. El de Dar Ayoub es un caso especial. No porque sea muy joven. Cada año, 700 menores como él desfilan por los tribunales castrenses. Tampoco es extraordinario el delito del que se le acusa: "Lanzar piedras y perturbar la paz". Como él, el 62,5% de los menores palestinos presos en cárceles militares israelíes están acusados de lo mismo. Su detención también es casi calcada a la de los cientos de chicos cisjordanos que acaban entre rejas. La noche del 23 de enero, decenas de soldados israelíes se presentaron en su casa a la una y media de la madrugada. Siete de ellos, con fusiles de asalto M-16, entraron a buscarle. Aquella noche se llevaron al adolescente entre gritos y golpes a todos los familiares que intentaron impedir la detención. A sus padres no les dijeron dónde se llevaban al niño ni de qué le acusaban.Pero este caso sí es especial: el interrogatorio de Dar Ayoub fue grabado en vídeo, algo que las organizaciones de derechos humanos y también Naciones Unidas piden y que rara vez sucede. En la cinta se puede ver que al acusado lo interrogaron tres hombres en una habitación muy pequeña, que no tuvo derecho a que le asesorara ningún abogado y que las autoridades militares tampoco permitieron el acceso a nadie de su familia. Al final, el chico confesó e incriminó a otros vecinos de su pueblo."La detención resulta muy traumática para ellos y les predispone a confesar con tal de salir de allí", asegura Gaby Lasky, la abogada de Dar Ayoub, que lleva ocho años defendiendo a menores en cortes militares. Para Lasky, como para asociaciones de derechos de la infancia y observadores internacionales, más allá de los numerosos casos de abusos que se denuncian cada año, el problema es la aplicación asimétrica de la justicia. "En Israel hay una ley de menores muy buena. El problema es que no se aplica en los territorios ocupados palestinos. Después de mucho pelear, hemos conseguido que los militares se comprometan por lo menos a aplicar el espíritu de la ley del menor, pero, como vemos en el caso de Dar Ayoub, no sucede". Y añade esta abogada israelí: "Cuando un niño palestino y un colono israelí se lanzan piedras, una vez detenidos, van a seguir caminos totalmente distintos: al colono le liberarán enseguida; al palestino, no".Que se aplique la ley civil o la militar marca importantes diferencias de partida. A los israelíes se les aplica la justicia ordinaria; a los palestinos, la castrense. Mientras los israelíes son menores hasta los 18 años, a los palestinos la justicia militar los considera adultos a partir de los 16. "Nos preocupa enormemente la diferencia de legislación aplicable a niños israelíes y palestinos. Los derechos de los niños no deberían verse afectados por diferencias de nacionalidad o residencia", asegura un diplomático occidental en Jerusalén.A los menores palestinos se les considera además presos de seguridad, lo que significa entre otras cosas que no pueden llamar por teléfono ni recibir visitas si los padres no reciben un permiso especial para salir de Cisjordania. El encarcelamiento en prisiones fuera del territorio palestino es una de las quejas de organizaciones como Defence for Children International (DCI). Viola, dicen, el artículo 76 de la IV Convención de Ginebra, que establece que los condenados, menores o no, deben ser encarcelados dentro de los límites de los territorios ocupados.DCI lleva más de una década documentando los abusos que sufren los menores en las prisiones militares. Esos mismos abusos han sido denunciados por la ONU en reiteradas ocasiones. Los datos de DCI del segundo semestre de 2010 indican, por ejemplo, que el 70% de los menores presos fueron golpeados durante la detención y/o el interrogatorio, el 55% fueron amenazados y al 60% les obligaron a ponerse en posiciones de estrés. Un 7,5% recibió descargas eléctricas. La organización pide que se lleve a cabo una investigación independiente sobre el trato a los menores en el sistema de justicia castrense. Este diario ha intentado durante varios días obtener datos oficiales del trato que se da a los menores en prisión y de contrastar la versión de la defensa en el caso Dar Ayoub. Consultado repetidas veces, el Ejército se ha negado a proporcionar ninguna información y se excusa alegando "problemas burocráticos".Un par de semanas después del juicio en la prisión de Ofer, Islam Dar Ayoub está ya en su casa en Nabi Saleh, un pueblo palestino en el que sus habitantes se manifiestan cada viernes en contra de la ocupación. Ha pasado dos meses y medio encerrado. Está contento de haber salido de la cárcel, pero ahora debe permanecer en arresto domiciliario hasta que se resuelva su procedimiento, algo que puede tardar meses, según los abogados. Mientras tanto, el chico no podrá salir de su casa ni para ir al colegio. Su madre, Lulu, está muy preocupada porque dice que desde que salió de la cárcel su hijo, que normalmente saca muy buenas notas, está como "ausente y le cuesta concentrarse". "Finge que no ha pasado nada, que todo va bien. Pero yo le conozco, soy su madre".Al preguntar al chico cómo está y qué ha aprendido en estos meses de encierro, solo responde tres palabras. "A ser paciente".




LOS TREMPISTAS

Desde los días del asesinato de Isaac Rabin toda la situación política de Israel se ha deslizado hacia la derecha, neoliberalismo económico. visión totalitaria de la "democracia" (se permite votar cada cuatro años, no se toma en consideración las necesidades del pueblo trabajador, los estudiantes, los jubilados y las aspiraciones mínimas de la clase media, los excluidos del mercado laboral, el nivel misérrimo de los salarios, el disparo de los precios de las viviendas y los alquileres, la carestía de los artículos de primera necesidad, el precio de la nafta, los gastos escolares, etc.
Sumado a esto, el aislamiento de Israel en el mundo, el repudio a su política expansionista, las inversiones las colonias construidas sobre tierras palestinas y el desmesurado presupuesto militar: todos estos puntos y muchos más, no desconocidos para quienes vivimos en este reino fascistoide gracias a la inclusión del político mafionazi Liberman... ha llevado en estas últimas semanas a que la gente indignada de Israel acampe en las grandes ciudades y los sábados a la noche se manifieste por las calles de las grandes urbes de Israel. El sábado 30 por la noche manifestaron más de 150 mil personas. Parte del pueblo se despertó de la larga letanía en que estaba viviendo y se lanzó a las calles y a las plazas reclamando de este gobierno incapaz (con 32 "ministros"!!!) que gobierna para las colonias y el ejército.
No hago augurios para aquí o para allá, pero tengo la magnífica impresión de que este gobierno está acorralado, que el jefe de gobierno apelará a sus trucos aunque espero que la respuesta sea unánime e incluso desplome a este gobierno arbitrario, prototalitario, guerrerista que sueña con bombardear a Irán, o al Líbano, mientras los presupuestos se inflan...
Ahh, dicen que el movimiento "no es político"... ¡Y cómo es político: lo que no es ha prendido allí es el partidismo! Incluso a la Histadrut le dijeron ¡súmese!, pero no venga a copar (le habrán dicho, además. ¿dónde estuvo en estos años...? Leo en estos días a muchos silenciosos partidarios del sionismo y la lucha contra los palestinos haber ingresado en el furgón de cola de la indignación rabiosa del pueblo israelí, ¡EN BUENA HORA!
Andrés Aldao


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La respuesta internacional adecuada


LEV GRINBERG 13/06/2011

Tengo que admitir que antes de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pronunciara su discurso en Washington, yo no tenía claro si era defendible la idea palestina de plantear ante la ONU el reconocimiento de su Estado. Por la sencilla razón de que, al igual que Obama, yo pensaba que la propuesta no conduciría al establecimiento de ese Estado, ya que el Gobierno israelí rechazaría una resolución en ese sentido.
Sin embargo, es precisamente la posición unilateral israelí y su negativa a evacuar los territorios lo que hace tan necesaria una resolución de la ONU. Según Netanyahu, Israel no es un ocupante y los vínculos históricos hacen que "Judea y Samaria" pertenezcan a la nación judía. Así pasa por alto la ocupación militar de esos territorios y todas las medidas tomadas por los israelíes desde su ocupación: el expolio de tierras palestinas, la privación de derechos civiles y humanos, la obstaculización del desarrollo económico y las graves cortapisas que sufre la población en sus movimientos. Todas esas acciones son ilegales para cualquier ocupante, pero los israelíes se justifican aduciendo que ellos no son ocupantes. No hay nada más unilateral que la ocupación y, en consecuencia, se necesita una resolución de la ONU precisamente para definir a Israel como ocupante y calificar sus acciones de ilegales.
El vínculo histórico del judaísmo con los territorios ocupados es innegable, pero irrelevante. La nación judía tiene un vínculo similar con la ribera oriental del Jordán: ¿justificaría eso acaso la ocupación y colonización de ese territorio y que se privara a sus habitantes no judíos de sus derechos humanos? Lo mismo se puede decir de la península del Sinaí: ¿impidió ese vínculo que Israel reconociera la necesidad de evacuar sus asentamientos en ese territorio egipcio y que se retirara? La ovación que el Congreso estadounidense, puesto en pie, dispensó al sinsentido sentimental de Netanyahu exige una respuesta internacional adecuada, y la más pertinente sería el reconocimiento del Estado palestino mediante una resolución de la Asamblea General de la ONU. Esa resolución dejaría claro que Israel es un ocupante y que su ocupación constituye un acto unilateral e ilegal.
El contenido del discurso de Netanyahu ante el Congreso otorga tintes especialmente negativos al llamamiento a la negociación directa con Israel que Obama ha hecho a los palestinos. No solo esas negociaciones no irían a ninguna parte, sino que servirían para legitimar la pretensión de que los territorios ocupados son "la Judea y la Samaria" israelíes, y de que depende exclusivamente de Israel evacuar la tierra que le venga en gana y quedarse donde quiera. En todo caso, solo sería posible mantener negociaciones directas después de que la ONU reconociera un Estado palestino basado claramente en el reconocimiento de que la legítima soberanía de los territorios ocupados reside en el pueblo palestino, mientras que Israel, sean cuales sean sus vínculos históricos, es una potencia ocupante extranjera.
La justificación jurídica de Israel al negar su condición de ocupante se basa en la situación vigente entre 1948-1967, y en el hecho de que en 1967 nadie tenía legalmente la soberanía de Cisjordania y la franja de Gaza. Aunque la resolución 181 de la ONU había designado esos territorios para la formación de un Estado palestino, posteriormente fueron ocupados por Jordania y Egipto, respectivamente. Dicho de otro modo, Israel aduce que es legítimo "ocupar territorios a un ocupante" y que esas tierras se retienen en calidad de "depósito para la paz" (según el movimiento laborista) o que en realidad han sido "liberados" (según Netanyahu). En consecuencia, someter a debate la cuestión de la soberanía en la ONU y plantear una resolución al respecto es una iniciativa de lo más apropiada y pertinente. De hecho, la legitimidad del Estado de Israel no reside -por lo menos en lo que al derecho internacional se refiere- en el vínculo de la nación judía con Haifa o Tel Aviv, sino en la resolución 181 de la ONU. El problema es que, al rechazar los palestinos en 1948 la resolución 181, se ha creado una tierra de nadie contigua a Israel.
Solo después de que la Asamblea General vuelva a fijar las fronteras del Estado palestino (y del israelí) será posible negociar sobre una Jerusalén unificada como capital conjunta, sobre las relaciones económicas, sobre cuestiones de seguridad y gestión conjunta de los lugares santos. Esa resolución dilucidaría igualmente qué derechos tendrían los colonos judíos que decidan quedarse en territorios controlados por los palestinos, determinando igualmente la ilegalidad de los asentamientos, de la construcción del Muro de Separación y del mantenimiento de carreteras "exclusivamente judías". La presencia de colonos no puede utilizarse para justificar ajustes de fronteras, ya que eso supondría una legitimación retroactiva de las acciones ilegales y unilaterales israelíes.
En este momento, quien desee evitar el retorno a un ciclo de violencia y derramamiento de sangre debe apoyar la estrategia palestina de resistencia no violenta ante la ocupación. Apoyar una resolución de la ONU sería el primer paso. Esperemos que Obama entre en razón y apoye la medida; de no ser así, es esencial que la comunidad internacional dé su veredicto sobre la ilegalidad de la ocupación israelí.





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La carga del "New York Times"


Uri Avnery

Adivinanza: ¿Qué flota no llegó a su destino pero cumplió su misión?
Respuesta: la flotilla de solidaridad con Gaza de este año.
Naturalmente, también se podría decir que otra candidata razonable es la "pequeña flota" (eso es lo que la palabra ‘flotilla’ significa en castellano, igual que "guerrilla" significa "pequeña guerra") del año pasado. Nunca llegó a Gaza, pero el comandante de la marina israelí podría hacer suyas perfectamente las palabras de Pirro, rey de Epiro, cuya victoria sobre los romanos fue tan costosa que se dice que exclamó: "¡Otra victoria como ésta y estoy perdido!"
La Flotilla nº 1 no llegó a Gaza, pero el ataque de un comando naval contra ella, que costó la vida a nueve activistas turcos, provocó tal oleada de indignación que nuestro gobierno se vio obligado a suavizar significativamente el bloqueo terrestre de la Franja de Gaza.
Las repercusiones de esta acción aún no han cesado. Las vitales relaciones entre los militares israelíes y turcos siguen rotas y Turquía sigue exigiendo una disculpa e indemnizaciones. Los familiares de las víctimas están promoviendo demandas penales y civiles en varios países. Un dolor de cabeza continuo.
La Flotilla nº 2 llegó a su fin esta semana cuando una colosal acción naval condujo a la captura de 1 (¡uno!) pequeño yate francés y a la detención de sus marineros, periodistas y activistas, un total de 16 (¡dieciséis!) personas. Ni siquiera nuestros dóciles comentaristas pudieron evitar comentar sardónicamente: "¿Por qué no envían un portaviones?"
Los 14 barcos a los que se impidió zarpar y el único que consiguió hacerlo no sólo mantuvieron en jaque a toda nuestra armada durante semanas sino que además lograron que el bloqueo de Gaza se mantuviera en el candelero informativo. Y ése era, al fin y al cabo, el propósito de toda la empresa. 
* * *
¿Qué pasó con los 14 barcos que no pudieron navegar?
Por increíble que parezca, la marina y la guardia costera griegas les impidió zarpar de los puertos griegos. No hubo ningún motivo legal que justificara esa decisión y tampoco existió la menor pretensión de legalidad.
No sería exagerado decir que la armada griega actuó a las órdenes del Jefe del Estado Mayor israelí. Una orgullosa nación marinera con una historia náutica de miles de años (hasta la palabra "náutica" es de origen griego) se degradó para llevar a cabo acciones ilegales en beneficio de Israel.
Igualmente, [Grecia] hizo la vista gorda a los actos de sabotaje que perpetraron comandos navales –adivinen de qué país– contra los barcos [de la Flotilla] anclados en puertos griegos.
Al mismo tiempo, el gobierno turco, el desafiante patrocinador del Mármara Mavi -la nave a bordo de la cual los comandos israelíes asesinaron a los activistas turcos el año pasado-, impidió que esa embarcación se hiciera a la mar este año.
Al mismo tiempo también, grupos de activistas pro-palestinos que intentaron llegar a Cisjordania vía aérea fueron detenidos en el camino. Dado que no hay ninguna manera de entrar en Cisjordania por tierra, mar o aire excepto atravesando territorio israelí o cruzando puestos de control israelíes, [los activistas internacionales] no tenían más opción que entrar por el aeropuerto internacional Ben-Gurion, la puerta de acceso de Israel al mundo. La mayoría no lo consiguieron: obedeciendo instrucciones de nuestro gobierno, todas las aerolíneas internacionales bloquearon a esos pasajeros en el check-in, utilizando para ello "listas negras" proporcionadas por nuestro gobierno.
Parece que el largo brazo de nuestro diligente servicio de seguridad llega a todas partes y que sus órdenes son obedecidas por los países grandes y pequeños.
* * *
Hace cien años la policía secreta del zar ruso, la temida Okhrana, falsificó un documento llamado "Los Protocolos de los Sabios de Sión".
(En aquellos tiempos a la policía secreta de todo el mundo todavía se la llamaba “policía secreta”, antes de que se la dignificara con el término de "servicios de seguridad".)
El documento daba cuenta de una reunión secreta de rabinos celebrada en el viejo cementerio judío de Praga para decidir sobre la estrategia a seguir para asegurar el dominio judío sobre el mundo. Se trataba de una burda falsificación que copiaba literalmente pasajes enteros de una novela escrita décadas antes.
En sus páginas la situación real de los judíos aparecía distorsionada grotescamente. Lo cierto es que los judíos no tenían ningún poder. De hecho, cuando Adolf Hitler -que utilizó los Protocolos para su propaganda- puso en marcha la solución final, prácticamente nadie en todo el mundo movió un dedo para ayudar a los judíos. Hasta los judíos de EEUU temían alzar la voz.
Pero si los autores de la falsificación volvieran hoy a la escena de su crimen se frotarían los ojos de pura incredulidad: aquella excrecencia de su imaginación enferma parece que se está convirtiendo en realidad. El Estado judío -como les gusta llamarlo a los sionistas- puede dictar órdenes a las autoridades navales griegas, obligar a Turquía a recular y hacer que media docena de países europeos detengan a pasajeros en sus aeropuertos.
¿Cómo lo hacemos?
La respuesta es sencilla y tiene cuatro letras: EEUU.
* * *
Israel se ha convertido en una especie de portero kafkiano de la única superpotencia que queda en el mundo.
Gracias a la inmensa influencia que ejerce sobre el sistema político estadounidense, especialmente en el Congreso, Israel puede imponer un impuesto político a todo aquel que necesite algo de los EEUU. Grecia está en bancarrota y necesita desesperadamente la ayuda estadounidense y europea. Turquía es socio de los EEUU en la OTAN. Ningún país europeo quiere malquistarse con EEUU. Ergo: todos tienen que darnos una pequeña propina política.
Para consolidar esta relación, Glenn Beck, el desagradable protegido de Rupert Murdoch, nos hizo una visita y fue recibido con entusiasmo en la Knesset, donde nos instó a "no tener miedo", porque él (y, por ende, la Fox y todos los EEUU) nos apoyarían hasta el final. 
* * *
Es por eso que unas pocas líneas, aparecidas esta semana en el New York Times, casi han desatado el pánico en Jerusalén.
El New York Times es tal vez el periódico más pro-israelí de todo el mundo, incluyendo al propio Israel. Los antisemitas lo llaman el Jew York Times. Muchos de sus editorialistas son sionistas acérrimos. Las posibilidades de que se publique en sus páginas una noticia que critique a Israel son prácticamente nulas. El NYT jamás menciona el movimiento pacifista. Tampoco mencionó las decenas de manifestaciones que tuvieron lugar en Israel contra la Segunda guerra del Líbano y contra la operación Plomo Fundido. La autocensura impera.
Sin embargo, esta semana el New York Times ha publicado un virulento editorial criticando a Israel. La causa: la ley anti-boicot, aprobada por la mayoría parlamentaria derechista, que prohíbe a los israelíes promover boicots contra los asentamientos. El editorial prácticamente repite lo que dije en mi artículo de la semana pasada(1): que la ley es claramente antidemocrática y que viola derechos humanos básicos. Tanto más cuanto que viene a sumarse a toda una serie de leyes antidemocráticas que han sido promulgadas en los últimos meses. Israel corre el riesgo de perder su título de "única democracia de Oriente Medio".
De repente, todas las luces rojas en Jerusalén comenzaron a parpadear con furia. ¡Socorro! ¡Vamos a perder nuestro único activo político en el mundo, el pilar de nuestra fuerza, la base de nuestra seguridad nacional, la roca de nuestra existencia!
* * *
El resultado fue inmediato. El miércoles, la camarilla ultraderechista que actualmente controla la Knesset bajo la dirección de Avigdor Lieberman llevó a su votación final una resolución para nombrar dos comisiones de investigación que inspeccionarán los recursos financieros de las ONGs de derechos humanos. No los de todas las ONG, sino sólo los de las "izquierdistas". Este era otro elemento más de la larga lista de medidas macartistas, muchas de las cuales ya han sido adoptadas mientras que otras aguardan su turno para ser aprobadas.
El día anterior, Benjamín Netanyahu compareció expresamente ante la Knesset para asegurar a sus seguidores que aprobaba completamente –y que de hecho había patrocinado- la ley anti-boicot. Sin embargo, tras la publicación del editorial del New York Times, el día de la votación de la resolución sobre la Comisión de Investigación Netanyahu y casi todos sus ministros votaron en contra. Las facciones religiosas desaparecieron de la Knesset. La resolución fue rechazada por una mayoría de 2 a 1.
Pero se produjo un hecho ominoso: aparte de Netanyahu y de ​​sus ministros cautivos, todos los miembros presentes del Likud votaron a favor de la resolución. Eso comprende a todos los jóvenes líderes del partido, es decir, a la próxima generación de líderes del Likud.
Si el Likud se mantiene en el poder, este grupo de ultraderechistas será el gobierno de Israel dentro de diez años. Y al diablo con el New York Times
* * *
Afortunadamente, hay señales de que un nuevo fenómeno está tomando cuerpo.
Comenzó inocentemente con una exitoso boicot contra el requesón promovido por consumidores que buscaban obligar a un cártel de peces gordos a reducir el precio de ese producto. Tras eso se ha producido una acción de masas desarrollada por parejas jóvenes, en su mayoría estudiantes universitarios, para protestar contra el precio desorbitado de la vivienda.
Un grupo de manifestantes instaló sus tiendas de campaña en el centro de Tel Aviv y allí han permanecido durante más de una semana. Posteriormente, campamentos similares han surgido por todo el país, desde Kiryat Shmona en la frontera libanesa, hasta Beer Sheva en el Neguev.
Es demasiado pronto para decir si esto es una protesta a corto plazo o el comienzo de una versión israelí del fenómeno plaza Tahrir. Sin embargo, muestra claramente que la toma del poder de Israel por un grupo neo-fascista no es un suceso inevitable. La lucha continúa.
Tal vez -¡sólo tal vez!- Incluso el New York Times podría estar empezando a informar sobre la realidad de nuestro país.