24 junio 2011

TODO EL MUNDO REAPARECE...

TODO EL MUNDO: REAPARECEMOS...


Un periodo de reconsideración, una pausa para estudiar con mayor detenimiento los conflictos y crisis que ensombrecen el presente y preanuncian una hecatombe para el mundo del futuro.
El tiempo de la reflexión no cesa, pero llegó la hora de exponer mis puntos de vista, condenar a quien se deba, aclarar las tautologías de los líderes que pretenden llevarnos de la nariz al infierno de la guerra, que engañan, adulteran la realidad y conducen los destinos de la humanidad en beneficio del capital financiero y las industrias de armamentos: una combinación mortífera que conduce al fin de este planeta. Para iniciar esta nota nos ocuparemos de temas puntuales.


Estados Unidos

Estremecido por una crisis financiera que hizo saltar por los aires las deudas hipotecarias infladas y desproporcionadas, el gobierno de Obama recibió la nefasta herencia que le dejó el más mediocre y más inútil presidente de toda su historia, George W. Bush. Los problemas de USA, endeudado hasta la médula, el equipo de Rumsfeld y Bush salvó a varios bancos y monstruos financieros, pero dejó sin techo y con deudas incobrables a millones de personas. Acorralado por la situación y en cierto modo apremiado por el cercano periodo de las nuevas elecciones en su país, Obama decidió retirarse de Afganistán y hacer concesiones a la derecha republicana.
Con respecto a sus baladronadas y promesas sobre la situación en medio Oriente (dos pueblos dos estados), la realidad demuestra que el capital financiero y el lobby judío se han esmerado en cachetear las mejillas del presidente en su propio reducto, el Congreso de USA.
Por si le faltan conflictos pero fiel a la conducta del Tío Sam, junto a la OTAM están emporcados con la intervención en la guerra en Libia pero fuera de las amenazas verbales, la matanza en Siria tiene un tratamiento vegetariano por parte de Obama y su gabinete: ¿será porque en el país de la dinastía Assad no hay petróleo?
Es indudable la parcialidad abierta de Obama en el conflicto israelo-palestino: amenazado por el lobby judío Obama no alienta la proposición palestina de pedir el reconocimiento de las Naciones Unidas como nuevo estado... Insiste en las “negociaciones directas” y se hace el desentendido del por qué, sistemáticamente, Israel hace estallar, siempre, sin hesitar, las conversaciones de un acuerdo. Ahora le exige el reconocimiento de Israel como “estado democrático y judío”. El resto del mundo observa, habla y promete, pero en última instancia se encoge de hombros. Una historia de 44 años e Israel sigue con sus planes de expansión en tierra palestina y en Jerusalem oriental.

ISRAEL

Un entramado fascista y de derecha domina los resortes políticos y de la seguridad de Israel. Netaniahu, Liberman y Barak se dividen los réditos del primer gobierno nazifasciasta en el medio Oriente.
El gabinete de este primer ministro diabólico y sin grandes luces, de un maquiavelismo tonto y superficial alcanza y sobra para manejar los destinos de este país, cotejarse con los americanos y humillar a los palestinos. Mientras en Israel hay un millón y setecientos mil israelíes que viven debajo del límite de la pobreza (los periodistas y comentaristas se acuerdan de ellos en las fiestas, cuando comienzan a repartir víveres entre los necesitados).

En el estado de Israel existe una censura que tamiza las noticias, las oculta o las da a conocer de  un modo parcial o tergiversado para consumo interior. La mayoría de los israelíes apoya la política chovinista, racista y antipalestina, los crímenes que cometen los extremistas terroristas de las colonias, la conducta y la parcialidad de la policía y el ejército. El ocupante de los territorios palestinos, el violador de las leyes internacionales prosigue con su actividad descriminatoria, con sus negocios guerreristas, con la industria de guerra, sus exportaciones de armas prohibidas como las bombas de retardo y las bombas de fósforo blanco empleados por el ejército de defensa de Israel. Escándalos financieros, coimas, blanqueo de capitales y corrupción a granel, son la comidilla cotidiana de este pequeño estado que ha concretado el sueño de Ben Gurión: hay ladrones y putas a granel y para todos los gustos... (A.A.)

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Daniel Kupervaser en El modelo económico – social

No sería exagerado señalar la existencia de una clara competencia entre los líderes de Israel, de las comunidades judías y los medios de difusión judíos y no judíos de todo el mundo. Todos ellos se disputan el aporte del máximo superlativo para resaltar los llamativos y sobresalientes resultados de lo que se considera el “milagro de la economía israelí”.  
“La economía israelí es un faro que ilumina a los no judíos del mundo” dicen los economistas del Banco Discount de Israel. (1) “La estabilidad económica de Israel puede ser calificada sin temor a caer en exageraciones como de milagrosa” afirma el diario ABC de España. (2) Por su parte, el diario español El Mundo le da todos los honores al Gobernador del Banco Central de Israel: “Stanley Fisher es uno de los padres reconocidos del llamado milagro israelí que ha superado la crisis mundial” (3)
No es para menos. Mientras que desde el año 2008 la mayoría de las economías del mundo se debaten en profundas crisis con crecimientos nulos o negativos, la economía israelí, según los indicadores habituales, se refleja pujante y floreciente avanzando a pasos agigantados.
Los primeros balances del resumen de la actividad económica del año 2010 ya nos confirmaban los pronósticos de un año exitoso. Sin duda estábamos ante una noticia muy positiva. “Una hermosa sorpresa: la economía de Israel creció en el año 2010 a un ritmo del 4,5% mientras que el promedio para los países de la OECD es solo del 2,3%” nos adelantaban los economistas del Banco Central de Israel y posteriormente agregaban: “Los pronósticos originales fijaron el crecimiento entre 3,8% al 4,0%. Ahora ya se habla de un promedio para cada uno de los 7,7 millones de habitantes de Israel de un producto anual per cápita de 28,500 dólares:” (4)
Estos últimos días fuimos testigos de una nueva noticia de carácter muy positivo respecto de la economía israelí. Según el informe anual sobre riqueza en el mundo del reconocido Banco y Empresa Evaluadora Merril Lynch, “el número de millonarios en Israel creció en el año 2010 en un 20,6% arribando a un total de 10,153 personas. El importe total del capital acumulado por estos millonarios creció durante 2010 de 43,000 a 52,000 millones de dólares”. Según los autores de este informe, estos datos confirman aun más el salto exitoso de la economía israelí en relación con el resto del mundo. (5)
Para los medios oficiales y aquellos independientes que actúan en la práctica como voceros del gobierno de turno, estos informes son el material más buscado para publicarlo y echarse a dormir. No así para aquellos impregnados del principio que la función esclarecedora demanda estar dotado de una visión crítica. Veamos la paradoja de la economía israelí en donde dos noticias positivas, en realidad, nos están informando de un aspecto muy negativo.
Analicemos la información. El incremento anual total de riqueza que la economía israelí produjo en el año 2010 fue de 9,450 millones de dólares (el 4,5% de un producto per cápita de 28,500 dólares con una población de 7,7 millones). Esto significa un incremento anual per cápita de 1,227 dólares.
Para el informe de Merril Lynch el incremento de riqueza acumulada por los millonarios durante 2010 fue de 9,000 millones de dólares. Por otro lado, no sería extraño suponer que estos millonarios gozan de un nivel de consumo muy elevado y tampoco se exageraría si lo estimamos en 300,000 dólares promedio por año por millonario. Si sumamos el incremento anual de riqueza mas el total de consumo, arribamos a la conclusión que el ingreso anual del año 2010 para estos millonarios arribó a una suma que excede fácilmente los 12,000 millones de dólares.  
He aquí la paradoja: La economía israelí incrementó la creación de riqueza anual en 9,450 millones de dólares, pero los millonarios se apropiaron de un ingreso anual de más de 12,000 millones de dólares. De aquí que el resto de la población, en promedio, no solo que no incrementó su ingreso en la media teórica de 1,227 dólares anuales,  sino que fue saqueada por los millonarios y redujo sus ingresos con respecto al año anterior en un importe anual promedio por persona de más de 330 dólares.
Este es el verdadero milagro de la economía israelí y el mensaje de justicia social y equidad que trasmite el Estado Judío: Una economía que promete ilusiones para muchos, garantiza riqueza para muy pocos y una dura subsistencia para la mayoría de su población. Esta insólita e incomprensible tendencia ya se viene reflejando durante los últimos años en los informes de distribución de riqueza de la economía israelí. Ésta es la oportunidad de verlo On Line.  El país se enriquece, mientras que la mayoría de la población se empobrece. (6)
Ojala me equivoque
Daniel Kupervaser
(1) “Informe del Departamento Económico del Banco Discount”, Bizportal.co.il 19-4-11.
(2) “Teresa Sánchez Vicente, Diario ABC, 7-12-2010
(3) “El mundo busca un nuevo patrón para el FMI”, Diario El Mundo, 14-6-2011.
(4) “Una hermosa sorpresa”, Diario The Marker, 29-12-2010
(5) “Informe de riqueza de Merril Lynch”, Diario Globes y The Marker, 22-6-2011. Millonario según la metodología de dicho informe es la persona que posee un capital líquido de 1 millón de dólares o más.
(6) Véase: “Mientras tecnócratas ordeñan al pueblo, unos pocos magnates beben la leche”   http://daniel.kupervaser.com/blog/?p=456


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Las guerras de EE.UU. serán cada vez más secretas

Antiwar.com

El gobierno de Obama respondió esta semana a la presión sobre la legalidad de la participación militar estadounidense en Libia afirmando que la Resolución de Poderes de Guerra no se aplica en este caso. Atribuyéndole un papel de apoyo limitado a la intervención de la OTAN, el presidente decretó que la legislación de los años de Vietnam, que requiere la aprobación del Congreso para cualquier enfrentamiento militar superior a 60 días, es irrelevante en el contexto actual.
La Cámara de Representantes aprobó una enmienda, el pasado lunes, a un proyecto de ley de asignaciones militares que prohíbe toda financiación de la guerra de Libia, que habrá costado 1.100 millones de dólares hasta septiembre. Además, un grupo de diez diputados de la Cámara de Representantes ha presentado una denuncia formal contra el presidente Obama y el secretario de Defensa saliente, Robert Gates, basándose en que la intervención en Libia es ilegal e inconstitucional. No obstante, el Gobierno se niega a pedir permiso al Congreso y sigue manteniendo, como ha afirmado el asesor legal del Departamento de Estado, Harold Koh, que está actuando conforme a derecho.
El desafío del Gobierno en este sentido implica atribuir una mayor autoridad al Poder Ejecutivo, sin las restricciones del sistema tradicional dechecks and balances, en relación con los poderes para hacer la guerra. Además, la postura jurídica que han adoptado, en el sentido de que el apoyo, la planificación y la realización de ataques desde el aire no equivale a las "hostilidades" especificadas en la Resolución de Poderes de Guerra, no es muy sostenible. De hecho, la ley exige que el presidente obtenga la aprobación del Congreso "en cualquier caso en que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos se encuentren: (1) en hostilidades o en situaciones en las que sea claramente inminente la participación en hostilidades, con arreglo a las circunstancias ..."
La capacidad del presidente para ir a la guerra contra la voluntad del Congreso y el pueblo estadounidense se ha incrementado espectacularmente con los años. Pero, los avances tecnológicos del arma aérea están empezando a permitir que las nuevas guerras, en la plena acepción del término, se lleven a cabo sin la presencia de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en ningún escenario de conflicto. Como el ex fiscal general adjunto de la Oficina de Asesoría Jurídica del gobierno de Bush, Jack Goldsmith, dijo al New York Times, "La teoría del Gobierno implica que el presidente puede hacer la guerra con aviones teledirigidos y todo tipo de misiles lanzados desde alta mar sin tener que preocuparse por las limitaciones temporales de la Resolución de Poderes de Guerra."
Obama ha aumentado significativamente el programa de aviones no tripulados en Pakistán durante su mandato. Estos vehículos aéreos dirigidos por control remoto han permitido al Gobierno llevar a cabo una agresiva campaña de bombardeos en la provincia de la frontera noroeste, con los pilotos sentados cómodamente lejos de la zona en cuestión. El programa lo gestiona la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y, aunque sea ampliamente conocido por la opinión pública, se trata técnicamente de acciones encubiertas, que excusan al Gobierno de responder a cualquier pregunta al respecto o de atenerse a los requisitos legales de solicitud de la aprobación del Congreso.
Diferentes informes han confirmado que el gobierno Obama ha estado librando otra guerra por medio de aviones no tripulados en Yemen durante casi dos años, con al menos 15 ataques y 130 muertos en lo que llevamos del presente mes. Estas operaciones se han realizado además sin ningún tipo de rendición de cuentas, justificación jurídica o presión del Congreso, como ha sido el caso de Libia.
La importante diferencia entre las guerras de Obama en Pakistán y Yemen y su guerra de Libia no está en el nivel de las hostilidades o los intereses de seguridad, sino más bien en la posibilidad de calificar una de ellas de guerra secreta y la otra de pública. Esta constatación, junto con la tecnología punta que hace posible este tipo de guerras en la sombra, tiene perspectivas funestas de cara al futuro. Si este gobierno, o un sucesor, se enfrenta a la disyuntiva de librar una guerra en campo abierto y asumir la responsabilidad, o en secreto y evitar cualquier responsabilidad o control de su poder, el atractivo de esta última opción puede resultar demasiado tentador. Una inminente desintegración del imperio de la ley, que antes limitaba la capacidad del gobierno para hacer la guerra con impunidad, es la lamentable y previsible consecuencia.
No sólo se vuelven obsoletas las leyes que limitan la guerra, o se las ignora, sino que la jurisdicción legal y geográfica de Estados Unidos se extiende a todo el globo. Cualquier oscuro rincón o enclave aparentemente amenazador de cualquier país del mundo de repente se halla sujeto a la discreción del presidente en una guerra de aviones no tripulados. Si se funciona con arreglo a protocolos secretos, como se ha hecho en Pakistán y Yemen, no será necesaria ninguna sanción legal del Congreso ni ninguna justificación ante el pueblo estadounidense, y no habrá límite a las prerrogativas bélicas del presidente.
Está por ver si la posición jurídica del Gobierno con respecto a la guerra de Libia será aceptada por la mayoría de un Congreso generalmente ineficaz. La presión a favor de la responsabilidad y el cumplimiento de la ley pueden estar de más en este caso, pero Obama y su equipo de seguridad nacional han aprendido la lección. Su próxima guerra probablemente evitará un escrutinio público de este tipo.
John Glaser es periodista y redactor jefe adjunto de Antiwar.com

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Un complejo tablero de ajedrez en el Medio Oriente



Sin equivocarse, el escritor norteamericano Ambrose Bierce, declaró en una oportunidad, refiriéndose al peliagudo y complejo drama de la Paz“En asuntos internacionales, la paz es un período de trampas entre dos luchas.” No podría imaginar que 97 años después de su fallecimiento, el Medio Oriente se encontrara en un complicando laberinto de intereses políticos, conspiraciones y trampas solapadas, esfuerzos nacidos de la espurias intenciones e hipócritas malabares, que han convertido a la solución pacífica de viejos diferendos, en un complicado tablero de ajedrez, donde no solo participan los palestinos y los pueblos árabes, por un lado, y la irreverente y ambiciosa Israel, por el otro. Fuerzas foráneas, inmiscuidas descaradamente en los conflictos, unas incitadoras del problema y aparentando sinceras voluntades para solucionarlo, como lo hacen Estados Unidos y la Unión Europea; otras envenenadas por el miedo, recelos y genuflexión, cuidando más su traspatio y sus tradicionales monarquías y debilitadas repúblicas, como lo hacen varias naciones árabes; y otras, defensoras a ultranza de la causa palestina, los menos en esa región, envueltas en amenazantes campañas mediáticas y sobre las que pende la inesperada agresión del poderío internacional que hoy camina en el Oriente Medio, como un gato con botas, armado de armas sofisticadas y de total impunidad, bajo el amparo de la ONU y de OTAN.
La principal víctima de toda esta problemática es la propia paz, pues no se le busca con total sinceridad y los protagonistas del conflicto se enredan en hacer primar sus puntos de vista por encima de la razón y la justicia. A todos les falta lo básico, como señalara una vez el recientemente beatificado ex Papa Juan Pablo II: “La paz exige cuatro condiciones esenciales: Verdad, justicia, amor y libertad.” Las otras víctimas son los pueblos y, particularmente, el pueblo palestino, martirizado por una feroz represión y por la violación de sus derechos elementales.
La solución está ante los ojos de todos y, sin embargo, se le bloquea y se entorpece su implementación: el reconocimiento por parte de la ONU, y del renuente Israel, del derecho a que exista un Estado Palestino, cuyas fronteras sean las que una vez violaron los sionistas en 1967, teniendo a Jerusalem Oriental como capital. Pero aquí comienzan las complicaciones, ya que una mayoría significativa dentro de las Naciones Unidas, particularmente los miembros de la UE, deben aprobar la Resolución que reconozca al Estado Palestino, con independencia de la voluntad obstruccionista de Israel y sus aliados. Luego de que el tema sea discutido en el Consejo de Seguridad de la ONU, se sometería a votación ante la Asamblea General, en septiembre próximo, en la que sería necesario obtener el voto de las dos terceras partes, es decir, 128 naciones miembros. El propio premier sionista, Benjamin Netanyahu, de manera obcecada rechazó cualquier resolución de la ONU en este sentido. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina, Riyad al Malki, ha reconocido que el objetivo de su gobierno es conseguir el reconocimiento de entre 140 y 150 países a la declaración unilateral del Estado palestino, lo que abriría las puertas de la ONU como miembro pleno de la misma.
Al mismo tiempo, dentro de la batalla diplomática que se libra a favor del reconocimiento del estado palestino en la ONU, el presidente Mahmoud Abbas solicitó al canciller europeo, Catherine Ashton, el apoyo de la UE al reconocimiento de este derecho.
Uno de los problemas sobre el tapete de las prolongadas negociaciones entre los palestinos e Israel es la liberación del soldado sionista Gilad Shalit, retenido por Hamas desde el 25 de junio de 2006. Se trabaja en un acuerdo de intercambio de prisioneros, con la gestión de Francia, Alemania y Egipto, para lograr la excarcelación de centenares de palestinos a cambio de la liberación de Shalit. Hamas, por su parte ha demorado las conversaciones en espera de compromisos más favorables para la parte palestina. Sin embargo, el canciller israelí, Avigdor Lieberman, se mantuvo obstinado frente a Ashton en su posición de no negociar con los palestinos, si estos promueven su intento diplomático en la ONU. Al respecto, declaró en pasado día 17: “Israel no se sentirá vinculada a los acuerdos que ha firmado con los palestinos en los últimos 18 años”.


REJUEGOS ACTUALES TRAS EL CONFLICTO ENTRE ISRAEL Y LOS PALESTINOS


En un encuentro realizado con el presidente del parlamento europeo, Jerzy Buzek, el 15 de Junio del 2011, Netanyahu declaró sin corta pisas y tratando de convencer a Buzek: “De aquí a septiembre, queremos reunir entre 30 y 50 países que digan 'no' al reconocimiento unilateral de un Estado palestino en la Asamblea General de la ONU (...) Se tratará de una mayoría moral”. Con tono amenazante, agregó: “Si los palestinos consiguen el reconocimiento de su Estado en la ONU, tendrán luego dificultades para aceptar por la vía de la negociación los compromisos indispensables para concluir un acuerdo de paz”.
La trama contra la pretensión palestina, a definirse ante la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre próximo, tiene ya a algunos protagonistas que pretenden otra solución: el reconocimiento por Israel de las fronteras de 1967 y su retirada de los territorios ocupados. Esta propuesta está capitaneada por la ONU, la UE, Estados Unidos y Rusia, sobre la base de apreciaciones coincidentes pero con diferencia de motivaciones.
El canciller palestino, Riyad al Malki, salió al paso el 16 de junio, sobre cualquier recelo albergado por el estado sionista y sus tácitos aliados en este rejuego diplomático, al declarar que Palestina solicita su reconocimiento como Estado ante la ONU"no para deslegitimar o aislar a Israel, algo que ya hace él mismo con sus políticas, sino, al contrario, para hacer realidad la paz". Esta dirección de la dirigencia palestina les hace rehuir de cualquier compromiso ante una negociación bilateral con Israel y evitar concesiones a Israel, como lo sería la división de Jerusalem, la desmilitarización de Palestina, el reconocimiento al estado hebreo y el tratamiento a que se daría al retorno de los refugiados palestinos. Sin embargo, las pretensiones palestinas cuentan con varios obstáculos, sobre todo encabezados por Estados Unidos, quien vetaría en el Consejo de Seguridad la aprobación de un Estado Palestino, y la Unión Europea, entre ellos Alemania, quienes apoyan las conversaciones directas entre las partes en litigio fuera del escenario de la ONU, sabedores de una votación favorable a Palestina en ese foro. Los palestinos saben que, como procedimiento, si la resolución a su favor no se aprobara en el Consejo de Seguridad, podrían aún optar por una resolución ante la Asamblea General basándose en el precedente de la Resolución 377 de 1950 y conocida como Unión para la Paz, que les daría a los palestinos una solución opcional para sus anhelos de formar su propio Estado, aunque no le daría de por sí un asiento como miembro pues su acatamiento es opcional para las naciones.
Israel navega, pues, en la coyuntura de una batalla contra reloj en el campo de la diplomacia: ganar votos contra la resolución en la ONU y lograr el veto norteamericano ante el Consejo de Seguridad, a los que podría sumar los vetos del Reino Unido, Francia y Alemania. Esta batalla de la cancillería hebrea ha instruido a todos sus diplomáticos de emplear un vasto arsenal de recursos como son ONGs, comunidades judías. Medios de información y todo tipo de presiones para sumar votos contra Palestina en la ONU.
Los palestinos también batallan en el campo de la diplomacia y se conoció que el principal negociador de ellos, Saeb Erekat, solicitó una reunión en la ciudad cairota, para el lunes 20 de junio, con los miembros de la Liga Árabe para recabar su apoyo ante la ONU. Sin embargo, las manifiestas contradicciones entre Hamás y Fatah sobre el proceso de negociación con Israel y con la declaración unilateral, en ambos casos, así como con la conformación del consejo de ministros y su dirección, los debilitan ante sus potenciales aliados en la batalla diplomática, algunos de los que esperan cómo solucionarán estos aspectos en su encuentro del día 21 de junio, que fue pospuesto indefinidamente. El acuerdo de reconciliación palestina, alcanzado el pasado 4 de mayo en El Cairo, parece ser un obstáculo a considerar que conspira, por culpa de estas facciones, a la definitiva solución del futuro palestino. No sería la primera vez en que la desunión da al traste con empeños prometedores. Las divisiones Al Fatah y Hamás en torno a la figura que ocupe el premierato palestino, si bien Salam Fayyad, apoyado por Fatah, o Yamal al Chudri, propuesto por Hamas, expresan en la superficie contradicciones de fondo y muestran una debilidad innecesaria e injustificable ante Israel. Si los dirigentes palestinos mantienen estas posiciones de desunión e inmadurez política, solo contribuyen a fortalecer a su eterno enemigo.
Otro fenómeno a considerar en el complejo tablero de ajedrez es la reacción de oposición que ha recibido Netanyahu de los partidos de izquierda y centro izquierda, así como de los movimientos sociales y progresistas, dentro de Israel. Esto se puso de manifiesto el pasado día 15 de junio, en una audiencia especial convocada en el Parlamento (Knesset), donde se criticó la política del gobierno en la arena internacional y con respecto a las negociaciones con los palestinos.


LA UNION EUROPEA EN EL ESCENARIO


Catherine Ashton, jefa de la diplomacia de la UE llegará el 17 a Israel y a los territorios en busca de desbloquear, de acuerdo con los intereses de Europa, el deteriorado proceso de paz entre ambas partes. Usará, desde luego, el mismo manido argumento de la UE y Estados Unidos, esgrimido hace unos días por el presidente del Parlamento Europeo (PE), Jerzy Buzek, de atacar cualquier decisión unilateral palestina para llevar la propuesta del Estado Palestino a la ONU. Su punto de vista con respecto al diferendo, fue escueto: “El objetivo es claro, un Estado palestino viable y un Israel seguro, que convivan uno junto al otro en paz y armonía”. Buzek, en la práctica, rechazó debatir el caso palestino en la ONU y dio luz verde a las controversiales negociaciones propuestas por la UE y Estados Unidos. Pero Buzek no solo encontró rechazo por la parte palestina. También el canciller israelí, Avigdor Lieberman, tildó de ingenuos a los países europeos sobre su visión del conflicto israelo-palestino y de las negociaciones entre ellos.


EL PAPEL DE ESTADOS UNIDOS EN EL CONFLICTO


Estados Unidos, siempre tratando de sacar provecho para sus planes hegemónicos globales, ha sido, en apariencia, un cauto observador sobre los acontecimientos en el Oriente Medio y ha tratado de obtener ventajas políticas de manera casuística en cada nación del área, sin perder, desde luego, su alianza incondicional hacia Israel. Maniobra en silencio, tras bambalinas para pescar en aguas revueltas. Aparentemente solidario y condescendiente con las revueltas en Egipto y el nuevo gobierno; reacio e implacable con Libia y el gobierno de Gadafi; receloso y agresivo con Siria; complaciente con Bahrein; y parco para juzgar a sus aliados monárquicos en Arabia Saudí; Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos; toda la política norteamericana es parte de un inteligente rejuego para sacar ventajas.
En el caso particular de Israel, la Casa Blanca maniobra con las ataduras que le imponen la ultraderecha de su país y la arrogancia del gobierno de Netanyahu. Expresión de esta posición fueron los recientes ataques del Secretario de defensa estadounidense, Robert Gates contra Irán, en los que acusa a Irán de facilitar armamento sofisticado a los grupos de origen chiítas en Irak, agrava el panorama complejo que vive el Medio Oriente. Exigencias también hacia otras naciones para preservar y proteger a Israel llevó consigo en su agenda el enviado especial de EEUU para el proceso de paz en Oriente Medio, David Hale, quien contactó con la parte palestina e israelí en busca de reforzar las posiciones norteamericanas sobre el diferendo entre ambas naciones.
El pasado 19 de mayo, el presidente Obama pidió al irreverente Netanyahu para que acepte su propuesta de reiniciar las conversaciones de paz israelí-palestinas. El premier hebreo se negó a aceptar las propuestas de su amo imperial, lo que despertó conmoción y hasta perplejidad en la Casa Blanca. Sin embargo, Israel puede darse esos lujos ya que se sabe apoyado por los sectores del poder en EE UU. En sí, la propuesta de Obama se basa simplemente en discutir sobre temas fronterizos (volver a las fronteras existentes en 1967), problemas de la seguridad para Israel y otros temas menores, soslayando temas complejos, a discutirse según ellos posteriormente, tales como el caso de Jerusalem y el asunto peliagudo de los refugiados palestinos.
Mientras tanto, Israel se prepara ante la votación en la ONU sobre la aceptación de un estado palestino en el venidero septiembre, Para ello ha implementado la mega movilización de sus fuerzas represivas para un ejercicio denominado Turning Point 5, que tiene como objetivo repeler cualquier levantamiento popular en Cisjordania y en la Franja de Gaza. No cabe la menor duda, que los vientos de protestas en la región pueden ser el detonante de una explosión a la que tanto teme Israel.


EL ESPIONAJE QUE NO CESA


La actividad de activo espionaje desarrollado por Israel contra sus vecinos árabes y contra el movimiento palestino ha venido a complicar el panorama político en la región. Hoy se dio a conocer que varios integrantes del grupo chiíta Hezbollah, trabajaron como agente del Mossad israelí. Las detenciones incluyen a altos funcionarios de este movimiento, entre ellos el responsable de los contactos del mismo con Siria e Irán. Es desde luego, la primera vez que la inteligencia israelí, a saber, logra infiltrar a Hezbollah, aunque anteriormente se han desactivado o denunciado la actividad del Mossad en el Líbano.
Este evento sirve como continuación a otro ocurrido en Egipto hace apenas unos pocos días, cuando la fiscalía egipcia interpuso cargos de espionaje contra el ciudadano israelí-norteamericano Ián Jaim Grapel, quien es acusado de espiar para Israel, buscar información sobre el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, la situación política y económica del país, sobre los Hermanos Musulmanes y la minoría copta, así como incitar a los participantes de las jornadas de protesta que dieron al traste con el gobierno de Mubarak. Según las autoridades cuentan con varios elementos incriminatorios contenidos en una computadora portátil, varios CD y una memoria digital portátil. Grapel, según se comprobó, había participado en la guerra del 2006 contra el grupo chiíta Hezbollah en el Líbano, ocasión en que fue herido en combate. Sobre el agente del Mossad se conoce que vivía en Nueva York, que emigró a Israel luego de graduarse en la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore; además Grapel fue miembro de un team de paracaidismo del ejército israelí. Usó la fachada como periodista para cumplir su misión.


LOS AMENAZADOS SE PREPARAN


Otras piezas importantes dentro del complejo tablero de ajedrez son otras naciones árabes como Irán, Líbano, Siria, Egipto y otros. Irán, de manera particular, amenazado por Israel y Estados Unidos, no pierde tiempo. Una de sus tareas principales es prepararse contra una posible intervención militar como la que se desarrolla en Libia. El Golfo de Adén es escenario actualmente de una compleja y peligrosa situación, pues naves de guerra y submarinos iraníes se encuentran casi dándose codazos con naves israelíes y norteamericanas. El Mar Rojo es hoy un polvorín a punto de estallar.
Otro adelanto del fortalecimiento de la capacidad defensiva de Irán fue dado a conocer, según Notimex, por el general de brigada iraní Farzad Esmaili, quien anunció que su país ha desarrollado una tecnología capaz de detectar e interceptar diferentes tipos de aviones que evaden el radar, inclusive misiles cruceros y de otros tipos. Otro líder del Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica, Amir Ali Hajizadeh, declaró por su parte que dos aviones espías ya fueron derribados en el Golfo Pérsico.
Otra maniobra defensiva iraní, esta vez en el campo de la diplomacia, ocurrió el pasado día 12, durante la Segunda Conferencia sobre Desarme Nuclear, realizada en Teherán y se abordó el tema del desarme nuclear. El propio canciller de Irán, Ali-Akbar Salehi, hizo hincapié en “establecer un mundo sin armas de destrucción masiva (ADM)”. Salehi puntualizó, particularmente que “Israel debe unirse al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y aceptar la vigilancia e inspección de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) en sus instalaciones nucleares.”
La actual campaña antiraní desarrollada por Israel alcanzó el clímax cuando de acuerdo con un informe de las Naciones Unidas, Irán ha trasferido armamento a grupos como los Talibanes, en Afganistán.
Siria es escenario de un complejo escenario político donde ya rinden frutos las maniobras de Israel y Estados Unidos a favor de la subversión, la desinformación y la incitación al caos institucional. Su delito es su solidaridad con la causa palestina. Su apoyo a Hezbollah y su alianza con Irán. Sobre Siria pesa también el intento de evitar la instalación de una base naval rusa en el puerto sirio de Tartus. Otro de los argumentos mediáticos levantados contra Siria es la presunta instalación nuclear de Deir al-Zor, en el norte de Siria, y que presuponen infundadamente el desarrollo de un supuesto programa nuclear en ese país.
La oleada de acusaciones contra el gobierno sirio, basadas en una resolución de la ONU patrocinada por el Reino Unido, Estados Unidos, Francia, España, Alemania y Portugal, a los que se ha sumado Turquía, aumentan el conflictivo panorama en la región. Mientras tanto, China y Rusia mantienen su posición de vetar cualquier acción contra Siria.
Dentro de las acciones anti sirias, el pasado 17 de junio fue adoptado en Luxemburgo un acuerdo por los cancilleres de la UE, para preparar nuevas sanciones contra quienes mantengan vínculos con el gobierno sirio. Una carta enviada a Ban Ki Moon, secretario general de la ONU, por parte del canciller sirio, Walid al Moualem, contiene la posición de su gobierno ante los ataques dentro de la ONU, al destacar que: “Es importante que el Consejo de Seguridad no intervenga en los asuntos internos de Siria, que es miembro fundador de las Naciones Unidas”. (…) “Estamos bastante seguros de que cualquier resolución que se adopte por el Consejo únicamente exacerbará la situación y enviará el mensaje a los extremistas y terroristas de que la destrucción que están llevando a cabo tiene el apoyo de las Naciones Unidas”.
El imprevisible desarrollo de los acontecimientos en Siria preocupa a todos. En una declaración del Partido Comunista Sirio, emitida el pasado 18 de junio, se expresa: “Queridos compañeros de los partidos comunistas y obreros de todo el mundo, terribles acontecimientos continúan desarrollándose en Siria desde hace cerca de dos meses, a partir de la aparición de un movimiento de protesta pidiendo legítimas reivindicaciones locales y generales entre la población de la provincia de Daraa. Este movimiento ha arrojado luz sobre la presencia de problemas mayores en la vida política siria: el mantenimiento de un estado de emergencia o la ausencia de leyes que rijan la actividad política, entre otras cosas. Además, ha puesto atención en la ira popular por la degradación de las condiciones y la calidad de vida de los sirios después de la vuelta de Siria a una economía de mercado - la disminución de las ayudas estatales para los pobres, la erosión de las subvenciones a los productos de primera necesidad y a la producción agrícola, y la apertura al libre comercio, que no ha sido acompañada de una modernización de la industria siria - lo que ha conducido a un aumento de la tasa de desempleo, especialmente entre los jóvenes.” (…) “Sin embargo, las manifestaciones se han extendido a otras ciudades, debido a la reacción desproporcionada de las autoridades de seguridad en su forma de tratar a los manifestantes en las calles, lo que ha causado cierto número de víctimas. Tan pronto como surgió este movimiento, una formidable campaña mediática de masas fue lanzada por varios canales de televisión árabes y extranjeros, aprovechando las últimas tecnologías. Esta campaña ha recurrido a la falsificación, la exageración y la incitación. Hay que destacar en esta campaña el interés de Estados Unidos, fingiendo falsamente tener simpatía por los ciudadanos sirios, como si fuésemos a olvidar la muerte, la destrucción y los conflictos étnicos y comunitarios causados por las sucesivas administraciones estadounidenses en diversas regiones del mundo, en particular en Irak.”
Luego concluye Hunein Nemer, Primer Secretario del Partido Comunista Sirio: “Nuestro pueblo se toma las amenazas concernientes a nuestro país muy en serio y se reúne hacerlas frente. Las argucias extranjeras no lograrán cambiar la política nacional de nuestro país: la oposición de Siria en el proyecto estadounidense-israelí; la lucha de Siria para liberar Golán; el apoyo de Siria a la lucha del pueblo palestino para liberar su tierra, para crear un Estado palestino con Jerusalén Oriental como capital; y las luchas para liberar a Irak de la ocupación de EE.UU. y el sur del Líbano de la ocupación israelí.”
Líbano es otra de las piezas claves en los actuales conflictos en la región, sobre todo luego que se logró formar, tras 5 meses de negociaciones, un nuevo gobierno dominado por el partido chiíta Hezbollah. Ante esto, Israel ha llamado al gobierno libanés a resolver todas las disputas pendientes entre los dos estados mediante negociaciones y bajo muto respeto, según un comunicado de la cancillería israelí. El documento declara en una de sus partes: “Israel espera que la formación del nuevo Gobierno en Líbano traiga una mayor estabilidad y mantenimiento de la ley y el orden en Líbano y a lo largo de sus fronteras”.
Israel presiona al nuevo gobierno libanés para que mantenga en vigor las Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, particularmente la número 1701, que dio al traste con la guerra entre Israel y Hezbollah en el 2006. Hezbollah, por su parte, mantiene la beligerancia con Israel en torno a las granjas de Cheba, un pequeño territorio controlado por el los sionistas y que los libaneses reclaman como suyo.
El apoyo tácito mantenido por Irán a Hezbollah es otro punto de conflicto a superar, aunque el primer ministro libanés, Najib Mikati, declaró que su gobierno “trabajará para mantener la estabilidad en el país y para mantener buenas relaciones con todos los países”. Sin embargo, dejó abierta una puerta a la confrontación cuando anunció desde el Palacio Presidencial Baabda: “Vamos a trabajar de inmediato de acuerdo a los principios y las bases que hemos afirmado nuestro compromiso varias veces, a saber... la defensa de la soberanía del Líbano y su independencia y la liberación de la tierra que permanece bajo la ocupación del enemigo israelí”.


LAS BATALLAS DIPLOMATICAS DE ISRAEL


La entrevista entre Netanyahu y Berlusconi estuvo dirigida a refrendar los lazos comerciales y políticos de Israel con uno de sus principales aliados europeos, así como uno de los principales socios en la esfera del intercambio comercial, ya que Italia es el tercer vendedor a Israel y, a la vez, el sexto importador de productos israelíes. Desde luego, uno de los temas que discutieron es la búsqueda de apoyo italiano dentro de la UE y la ONU a favor de la posición de Israel de evitar que en la ONU se vote a favor del reconocimiento del Estado Palestino como miembro pleno.
En esta misma dirección, el pasado 5 de junio 2011, el Viceministro de Relaciones Exteriores israelí, Danny Ayalon, participante como invitado a la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) pidió a las naciones latinoamericanas representadas el foro, su total apoyo a la posición israelí de evitar el voto favorable al reconocimiento del estado palestino en la ONU. Al respecto, declaró: “Esta medida va a profundizar el conflicto y va en contra de los intereses de todos los Estados de la región.” Al parecer tuvo cierto éxito con los representantes de Honduras, El Salvador, Belice y la República Dominicana, luego de reunirse con cerca de una veintena de de cancilleres.
Hoy no es un secreto para nadie que la Cancillería israelí está en pie de combate. Todas las embajadas del país hebreo recibieron cables secretos, escritos por el Director General del Ministerio de Relaciones Exteriores, Rafael Barak. para buscar apoyo internacional en diferentes naciones, presionando a los gobiernos y grupos de comunidades hebreas para lograr el objetivo de un éxito de los palestinos ante la Asamblea general de la ONU. Estos cables llevan el encabezado “Frustración de la iniciativa palestina para el reconocimiento del Estado en septiembre en las Naciones Unidas – Directivas para la acción”. El referido documento expresa, entre otras acciones: “La meta que nos fijamos es maximizar la cantidad de países que se opondrán a la decisión de reconocer un Estado palestino en las Naciones Unidas”. (…) “Se relacionará el movimiento palestino con la intención de pulverizar la legitimidad de Israel... El argumento principal es que a través de este movimiento en las Naciones Unidas, los palestinos tratan de alcanzar su meta, no por medio de negociaciones con Israel y se rompe el principio de que la única manera de resolver el conflicto es mediante negociaciones entre las partes”.
Cada embajador debe implementar su plan de acción en cada país y remitirlo a la Cancillería a más tardar el 10 de junio, reza la nota secreta. Y la misión dada a sus diplomáticos es más que clara: “El objetivo es que el Estado en el ustedes sirven vote en contra del reconocimiento de un Estado palestino" (…) "El plan debe incluir el pedido a los funcionarios de los niveles políticos más altos, movilizar a activistas para multiplicar la acción, (la comunidad judía, organizaciones no gubernamentales, entre otros"), utilización de los medios de comunicación, impactar en la opinión pública local e información a las audiencias relevantes”.
Otra maniobra diplomática israelí es la creación del “Foro de septiembre”, encabezado por el Encargado para Oriente Medio, el Embajador Yaakov Hadas, concebido como un equipo que se ocupe de “analizar las opciones de acción frente a los palestinos, las alternativas que dispone Israel para frustrar el movimiento y la consolidación de un programa político de relaciones públicas y comunicaciones”. La indicación dada a los embajadores también está clara: “Ustedes tienen que informar al foro de sus actuaciones una vez a la semana”.
Por otra parte, el 5 de junio pasado, el encargado del sector de Europa occidental, Naor Gilon, envió un telegrama confidencial a los embajadores de Israel en la Unión Europea y al encargado de la zona Euro-Asia, Pinhas Avivi, a los representantes de Israel en de Europa del Este y a países de la desaparecida Unión Soviética, en el que se indica: “Pedimos preparar un plan de acción para que el Estado donde ustedes sirven se oponga o se abstenga en la votación en la ONU”.
De acuerdo con este plan de acción se ha logrado éxito en países como Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia y España; ya se han establecido algunos compromisos favorables con la República Checa, Eslovaquia, Polonia, Hungría, Rumania, Bulgaria y otros. Se exige también vulnerar las políticas de otras naciones que, como Suecia, Irlanda, Bélgica, Portugal y Luxemburgo, son propensos a votar a favor del Estado Palestino en la ONU.
Otra dirección de reclutar votantes negativos o abstencionismo en la ONU se está desarrollando en África, América Latina, Asia y Oceanía, particularmente dentro de la Liga Árabe.


CONCLUSIONES


No sin razón expresó Mahatma Gandhi “No hay camino para la paz, la paz es el camino.” Pero la realidad de hoy es otra y realmente preocupante. Por un lado un Israel arrogante y empecinado en obstaculizar la votación a favor del reconocimiento de un estado palestino dentro de la ONU y usando el argumento de ir a las conversaciones mutuas para retardar el mantenimiento de los territorios usurpados, la feroz represión contra el pueblo palestino y su hostilidad contra Irán, Egipto, Siria y el Líbano. Por otro lado, una dirigencia palestina incapaz de dejar a un lado las diferencias y buscar puntos de encuentro que fortalezcan su posición en la batalla política en la región.
Los países árabes enfrentan problemas cada vez más inciertos como en el caso de Siria, Libia y Egipto. Irán, mientras tanto, amenazada y vilipendiada por una feroz campaña mediática, se prepara aceleradamente ante una amenazante agresión.
Los otros, los poderosos encabezados por Estados Unidos, buscan fórmulas diversas para buscar soluciones parciales y que favorezcan a su mimado estado sionista.
Hoy por hoy, las batallas diplomáticas cobran un repunte sin precedentes, tanto para palestinos como para los israelíes, mientras que pende, sin poder evitarse, la intimidación de la guerra.
Como dijera el sabio chino Confucio: “Si no estamos en paz con nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la búsqueda de la paz.” Esa verdad es la que se pone en juego por estos días en aquel sufrido, doloroso e incierto rincón de nuestro planeta.
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Entrevista a Eduardo Jozami autor de "La palabra y la acción", la biografía política de Rodolfo Walsh
“Un intelectual al servicio de la clase trabajadora”

Página 12

En esta segunda edición, corregida y aumentada, el autor Eduardo Jozami desmenuza la vida y la obra de Walsh y pulsa las teclas de asuntos conflictivos, como sus ambivalentes posiciones frente al peronismo y sus divergencias finales con la conducción de Montoneros.


Ese hombre fue un gran escritor hasta el final de su vida, cuando lo secuestraron y mataron. “No era un pequeño burgués que abandonó la práctica de la literatura cuando decidió convertirse en un militante revolucionario”, subraya Eduardo Jozami, autor de la biografía intelectual Rodolfo Walsh. La palabra y la acción, segunda edición corregida y aumentada que Página/12 publicará mañana junto con la editorial Norma. El lector se encontrará con una grata sorpresa: un cuento inédito, de manifiesta influencia borgeana, titulado “Quiromancia”, desconocido por los lectores de habla hispana (ver recuadro). Y un dato inesperado, una información de innegable valor simbólico, que no había sido recogido en ningún libro: Walsh habría metido “las patas en la fuente” el 17 de octubre de 1945, parafraseando al poeta Leónidas Lambor-ghini. En el minucioso recorrido por la trayectoria periodística, literaria y política walshiana, Jozami pulsa las teclas de asuntos conflictivos como las ambivalentes posiciones frente al peronismo y las divergencias finales con la conducción de Montoneros.
En una entrevista en Nuevo Hombre, en 1971, Walsh confirmó que estuvo en la Plaza de Mayo el 17 de octubre de 1945. “No tiene nada de sorprendente –advierte el biógrafo–, porque en esa época militaba en la Alianza Libertadora Nacionalista y los nacionalistas participaron de los enfrentamientos que hubo al terminar la jornada. Antes no existía la certeza de que Walsh hubiera estado presente, con todo lo que tiene de simbólico el 17 de octubre y lo que habrá significado en un joven como Walsh esa aproximación al peronismo.” Jozami revela que, en esa entrevista, el autor de ¿Quién mató a Rosendo? despliega una mirada sobre el rol del intelectual en una de las pocas veces que muestra una influencia notable de Gramsci. “Walsh se sentía cómodo en el rol de un intelectual que se pone al servicio de la clase trabajadora”, sintetiza el biógrafo, también escritor, periodista y militante político.
–Cuando se publicó esta biografía había varias mitificaciones en torno de la figura de Walsh. ¿Cree que cambió esa tensión que había entre el escritor y el militante montonero?
–Creo que sí; con cierta inmodestia, a veces pienso que mi libro fue un pequeño aporte en este sentido. Se sigue trabajando a todos los niveles el Walsh periodista, el militante, el escritor; pero empieza a verse con más integralidad. Los que escriben de Walsh escritor hoy ya no necesitan ignorar que fue un militante político que estuvo comprometido con Montoneros; ideas como que arriesgó su vida y la perdió porque escribió la Carta de un escritor a la Junta Militar me parece que están desvirtuadas. Hay una mayor comprensión hacia Walsh, un hombre de facetas muy diversas. Fue un gran escritor, un hombre que marcó caminos en el periodismo argentino y un militante político que, aunque no ocupó posiciones de dirección, cumplió una tarea muy importante.
–A Walsh se lo suele invocar en estos días cuando se debate acerca de los medios de comunicación y el periodismo “militante”. ¿Qué opina usted?
–Lo interesante de Walsh es que sólo tenía compromisos con sus convicciones políticas y con la verdad. En los últimos años, al calor del proceso que se inicia en 2003 con el kirchnerismo, sobre todo notablemente a partir de la muerte de Néstor Kirchner, hay una recuperación de los valores de la militancia política. Dentro de ese proceso se habla mucho de periodismo “militante” y, necesariamente, Walsh es una referencia; pero hay que tomarse el trabajo de leer lo que Walsh decía y no caer en expresiones muy simplistas de lo que es el periodismo “militante”. Vale la pena analizar las condiciones reales en las que se desarrolló la prensa durante la dictadura, para no generalizar la crítica al conjunto de los periodistas; Walsh, por el contrario, valoraba muchísimo a gente que a lo mejor se jugaba la vida con actos anónimos de informar. El periodismo “militante” no es simplemente cualquiera que se identifica con una postura política. Se supone que lo valioso de Walsh es que tenía un compromiso con la política, por supuesto, pero también con la profesión, con lo que escribía, con el lenguaje, con la verdad y el respeto por los lectores. Si uno quiere tomar el término periodismo “militante” en un sentido que vaya más allá de la lucha política inmediata, me parece que tiene que hacerse cargo de ese legado más complejo de Walsh. Hoy estamos pensando en recuperar esa identificación con los intereses populares, recuperar la idea de participación en el producto y en las iniciativas periodísticas, pero en un contexto bien distinto.
Aunque toda biografía está amenazada por la admiración, Jozami no omite bolillas espinosas de la trayectoria de su biografiado, ni eso que se llama “pecados de juventud”. Walsh se incorporó en los años ’40 a la Alianza Libertadora Nacionalista (ALN), ese grupo de choque que en el ’45 afiló sus puños a trompada limpia por las calles de Buenos Aires. “Walsh no aprobó los bombardeos del ’55 a la Plaza de Mayo, aunque quizás íntimamente los haya celebrado –conjetura–. No hay duda de que apoyó la llamada ‘revolución libertadora’. En el primer prólogo de Operación masacre reconoció que fue partidario de la ‘revolución libertadora’; después no escribió mucho sobre este tema. Evidentemente no le simpatizaba demasiado el recuerdo. Se puede suponer que a partir de la caída de Lonardi, Walsh tuvo una visión más crítica o por lo menos tomó distancia; pero de ninguna manera modificó su juicio sobre la necesidad del golpe del ’55.”
–¿La Revolución Cubana influyó en el gradual acercamiento de Walsh al peronismo?
–En realidad, la relación de Walsh con el peronismo fue muy curiosa. La gran mayoría de los escritores e intelectuales argentinos no fueron peronistas, pero muchos terminaron acercándose al peronismo en los ’70. Sin embargo, Walsh fue el primer peronista porque fue peronista en el ’45, por el lado menos simpático del nacionalismo. Pero estuvo en el 17 de octubre; y sin reivindicar de ninguna manera lo que fue la Alianza Libertadora, un grupo execrable, frente a la actitud tan criticable que en general tuvo la izquierda cuando surgió el peronismo, para muchos jóvenes como Walsh la Alianza fue un modo de apoyar al peronismo. Después fue antiperonista, estudió en la Universidad de La Plata, participó en algunos grupos estudiantiles y en una revista literaria. La mayoría de los estudiantes universitarios con inquietudes literarias eran antiperonistas. Walsh tardó mucho en acercarse definitivamente al peronismo. Cuando le ofrecieron ingresar a las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), Walsh se preguntó cómo iba a entrar a una organización que se llamaba peronista si él no era peronista. “Bueno, lo disimulás mucho –le dijo Raimundo Villaflor–, porque hace dos años que venís trabajando con nosotros.”
Walsh descubrió lo que significaba la figura de Eva Perón para los peronistas y para el pueblo, y entendió lo que representaba el antiperonismo como ideología reaccionaria y antipopular. No nos olvidemos que entró al peronismo con el sector más radicalizado y distante de lo que podían ser las tácticas de Perón, el Peronismo de Base y la FAP. Incluso en el ’73 algunos de estos sectores no participaron de la movilización por el retorno de Perón; por eso Walsh rompió con las FAP y decidió incorporarse a Montoneros a comienzos del ’73. ¿Qué tuvo que ver la Revolución Cubana con esto? Leopoldo Marechal, que era el más peronista de todos los escritores, fue a Cuba y se enamoró de la Revolución Cubana porque redescubrió muchas cosas del peronismo, como la relación entre Fidel (Castro) y la gente. Desde este punto de vista, la experiencia cubana acercó a Walsh al peronismo. Pero no me animaría a decir que tuvo mucho que ver, aunque estoy convencido de que lo acercó a la idea de revolución.
–David Viñas solía decir, citando a Jauretche, que los intelectuales argentinos se suben al caballo por la izquierda y se bajan por la derecha. Walsh sería el caso inverso: se subió por la derecha y se bajó por la izquierda.
–Por eso Walsh es tan entrañable; porque en general los intelectuales que se suben por la izquierda y se bajan por la derecha, más allá de su valor como escritores, uno los recuerda con cierta visión cuestionadora...
–Quizás uno de los momentos más interesantes y dramáticos es cuando Walsh condena el militarismo de Montoneros y comienza a tomar distancia. Sin embargo, esos textos a la conducción a veces son utilizados para calificar a la militancia de los ’70 en bloque como “enloquecida”. ¿Por qué cree que se produce este “malentendido”, por llamarlo de alguna manera?
–Walsh participó en la experiencia de Montoneros a partir de 1973 y sería muy equivocado utilizar su nombre para cuestionar las formas de militancia contra la dictadura militar. No sólo no hay textos de Walsh que justifiquen eso sino que la misma práctica de Walsh lo desmentiría. Los textos que Walsh envió a la conducción de Montoneros son de amplio margen de interpretación. Un punto que plantea debates es que Walsh señalaba que había que ofrecerle a la dictadura una tregua y que había que convocar a elecciones en 180 días. Yo creo que Walsh no creía que iba a haber elecciones; era muy difícil que la dictadura aceptara una negociación de ese estilo. Ahora tampoco me parece que esta propuesta fuera inocente; alguien que era tan cuidadoso como Rodolfo con lo que escribía estaba dando una señal. Walsh estaba vislumbrando que pronto volvería a estar presente la democracia política. Hay quienes dicen que fue simplemente una jugada táctica, pero podía haber sido otra cosa. Cuando criticó la política de la conducción de Montoneros, no dijo que había que abandonar la lucha sino que estaba planteando otra forma de resistencia. Por eso no se fue del país; pensaba en una resistencia más descentralizada, con menos aparato y con más iniciativa de los militantes, donde la propaganda jugaría un rol fundamental. Pero la que estaba pensando en ese momento seguía siendo una militancia clandestina y una salida revolucionaria.
–Pero si se toma como válida esta lectura de la tregua a la dictadura, lo más significativo es que Walsh, a contrapelo de cierto exitismo de Montoneros, estaba muy solo, ¿no?
–Sí, estaba muy solo, es cierto. Pero también en esos textos se refería al tema de los derechos humanos, un tema que hasta entonces no había tenido importancia. El decía que nosotros teníamos que ser coherentes con nuestra práctica militar para poder reivindicar los derechos humanos. Había que mostrarle a la población una preocupación muy especial porque no hubiera daños innecesarios o muertes que se podrían haber evitado. Walsh no estaba anticipando la democracia de (Raúl) Alfonsín sino que continuaba pensando en transformaciones muy profundas de la sociedad argentina en términos de revolución. Y sin embargo, creo que vislumbra que para la gente la idea de democracia es importante. Y la defensa de los derechos humanos también. Pero necesito aclarar que no quiero hacerle decir a Walsh lo que yo pienso hoy. Y obviamente no pienso igual que en los ’70.

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