12 abril 2008

La mentira de la paz y la tontería de la seguridad

Akiva Eldar es un comentarista político inteligente, más que objetivo. Pero las frustraciones acaban por cansar al más`pintado. Sólo devolver logrará la paz. no engañemos ni nos engañemos...
Akiva Eldar

Presumiblemente haya una extraña pero legítima disputa entre un líder procedente de la derecha, que cree que si Israel continúa posesionándose de los territorios el estado judío estará en peligro, y un líder que procede de la izquierda, que afirma que si Israel pone fin a la posesión de los territorios, lo que estará en peligro son vidas judías. Ostensiblemente uno propone alcanzar una rápida solución al conflicto negociando con Fatah, y el otro prefiere una resolución de largo plazo por la vía de una lucha militar con Hamas.

En efecto, la discusión entre el primer ministro Ehud Olmert y el ministro de defensa Ehud Barak está divorciada de la realidad. La proximidad del primer ministro a una solución diplomática es más o menos idéntica a la distancia del ministro de defensa con una solución militar.

En su discurso en la conferencia de Annápolis de noviembre último, Olmert prometió que en el próximo período, Israel emprendería negociaciones intensivas y “no evitaremos ningún tema y nos ocuparemos de todos los problemas centrales.” En otras palabras, fronteras y Jerusalén, por supuesto. ¿Como coincide esta promesa, por ejemplo, con la aprobación para construir 48 unidades habitacionales en el asentamiento de Ariel? Hasta lo que nosotros sabemos, el equipo de negociación palestino no ha aceptado la “intrusión de Ariel” que penetra profundamente en la Margen Occidental.

Digamos que el presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas haya aprobado, como dice Olmert, posponer hablar acerca de Jerusalén hasta que finalicen las conversaciones. ¿Aceptará él también permitir que Israel incremente la construcción en Jerusalén Este, renovar las excavaciones debajo de la Puerta de Mugrabi o que coloque los cimientos para un nuevo asentamiento en el área E 1? Un nuevo informe de la asociación Ir Amim explica con detalles medidas adicionales unilaterales que socavan el status quo en Jerusalén y complican esfuerzos para encontrar un razonable ordenamiento de la ciudad.

Si Olmert, como Barak afirma, está planeando dirigirse a la gente con un documento general en la mano que pospone para mejores días el mapa final, el día posterior a las elecciones podrá colgarlo en la pared. Si el presidente Mahmoud Abbas (Abu Mazen) es tentado a firmar otro documento falto de sentido, cuando Olmert visite la sede central de la AP en la Muqata, encontrará allí al líder del Hamas Ismail Haniye.

La evidencia del deterioro de la situación de Abu Mazen desde que puso su confianza en Olmert puede encontrarse en un artículo escrito por Hani Al Masri en Al Iyam, el diario palestino que es cercano a la AP. El columnista, una persona de confianza con el liderazgo en Ramallah, dijo “no hay una estrategia nacional, no hay un liderazgo activo, no hay un claro encuadramiento para las negociaciones, no hay garantías o participación internacional, no hay suspensión de los asentamientos, no ha habido logros hasta ahora, e Israel no ha dado nada.” El pragmático periodista no queda satisfecho con la crítica incisiva. Exige que Abu Mazen desarrolle opciones adicionales para el proceso diplomático y “reconsidere la opción de la resistencia (lucha armada)” ya que “la ocupación desaparecerá cuando sus pérdidas sean mayores a sus ganancias y actualmente no tenemos política que conduzca a eso”.

Por favor, tome nota Yuval Diskin. El jefe de los servicios de seguridad del Shin Bet en su evaluación anual sobre la situación para el gobierno no anticipó una tercera intifada.

Aquellos que proponen aplazar una solución al conflicto a una fecha desconocida, en vez de resolverlo, harían bien en leer atentamente la última encuesta del Instituto Truman para el Progreso de la Paz de la Universidad Hebrea y del Centro Palestino para la Política e Investigación de Encuestas del Dr. Khalil Shikaki. Encontrarán que el 84 por ciento de los palestinos apoya el ataque a la Yeshivá Mercaz Harav, y un 64 por ciento favorece seguir disparando misiles y ataques suicidas. Pero también encontrarán que dos de cada tres palestinos apoya la iniciativa árabe de paz que convoca al reconocimiento de Israel y la normalización de relaciones a cambio de la retirada de todos los territorios ocupados en 1967. (Por otro lado, el 57 por ciento de los israelíes rechaza la iniciativa y el 59 por ciento se opone a devolver las Alturas del Golán en un acuerdo de paz con Siria).

A pesar de los temores de que Siria aprovecharía su ventaja como actual anfitrión de la cumbre árabe para erradicar el plan de paz, la Liga Árabe lo reiteró por tercera vez. Pero ésta es la primera vez que esta importante iniciativa es condicionada de acuerdo al progreso en el proceso diplomático. Los árabes pragmáticos que trabajan para resucitar el proceso de paz enfrentan una lucha contra Irán y Al-Qaeda que están abanicando las llamas del conflicto, y no se guían por el programa político de Olmert o el plan de Barak.

¿Qué es lo primordial, paz o seguridad? Ostensiblemente este es el enigma del debate entre los dos y es como la pregunta de a quien quiere usted más ¿a mamá o a papá? Paz sin seguridad es una mentira. Seguridad sin paz es una tontería.

Fuente: Haaretz - 4/4/2008 -

ISRAEL ABATE EN GAZA A DIEZ PALESTINOS, CUATRO DE ELLOS MENORES

TODO: Anápolis, Anápolis, una voluta de nada


LAURA L. CARO - CORRESPONSAL

JERUSALÉN. Ocho palestinos, entre ellos cuatro menores de entre 12 y 16 años según la Media Luna Roja, fueron abatidos ayer por el Ejército de Israel en el campo de refugiados de El Bureij, en el centro de Gaza. Los combates, que también dejaron 28 heridos, se desencadenaron cuando quince blindados y dos excavadoras de las fuerzas hebreas se adentraron un kilómetro en territorio palestino unas horas después de que un ataque aéreo acabara también de madrugada con la vida de dos militantes de Hamás en el sur de la franja.
Con estas muertes, y con esta «operación de rutina» todavía en marcha al cierre de esta edición, se eleva a 18 el número de palestinos fallecidos bajo fuego israelí lanzado en represalia al ataque que, el pasado miércoles, un grupo de cuatro milicianos procedente de la franja protagonizó al conseguir infiltrarse en territorio judío para llegar a la terminal de combustible de Nahal Oz, donde tirotearon a dos vigilantes.

Seguridad deficiente

El incidente activó de inmediato una investigación del Ejército que en sus conclusiones preliminares revelaba la existencia de severas deficiencias en el control de la valla que separa Israel de Gaza, y que la célula palestina logró superar para penetrar 300 metros en suelo hebreo, sin que las numerosas torres de vigilancia militar se percataran de su recorrido.
Más allá, en medio de una profunda conmoción social ante semejante prueba de vulnerabilidad, el primer ministro judío, Ehud Olmert, lanzaba el jueves por la tarde una proclama contra Hamás, al que responsabilizó del ataque de Nahal Oz, a pesar de que ninguno de los miembros del comando palestino pertenecía a esa facción. «Prometo que la respuesta a Hamás será tal que va a ser incapaz de continuar actuando contra los ciudadanos de Israel», advertía Olmert en un encuentro con miembros de su partido, Kadima.
Así las autoridades israelíes decidían dejar de suministrar combustible a la franja por la terminal atacada. Olmert argumentaba que «Hamas tiene el control en la frontera de Gaza y su organización y sus miembros tienen la responsabilidad de acabar con el terror, por lo que deberán pagar el precio de sus acciones».