20 septiembre 2009

DISPARAN Y NIEGAN

Israel y el informe de la Comisión Goldstone

Disparan y niegan –

por Amira Hess

El viernes pasado (se refiere al 11-9-2009) un soldado telefoneó al diario Haaretz para protestar por haber publicado otro artículo que ennegrece –según él— la imagen de los soldados y le amarga el sábado. Se refería al testimonio de Zinat Samoni´que describía la forma en que los soldados del ejército israelí mataron a su marido de 46 años y a su hijo, Ahmed, de cuatro. Estas eran dos de las 29 víctimas civiles, todas de la misma familia, que el ejército liquidó al comienzo del ataque por tierra en Gaza entre el 4 y el 5 de enero. El soldado, que según dijo, no participó en el ataque, expresó que no cree que ese testimonio sea verdadero. En cambio, él si cree que "los soldados escribieron en las paredes de las casas y eso estuvo muy mal"-
La existencia de esas leyendas que dejaron los soldados en las paredes –entre las cuales había "muerte a los árabes" en distintas versiones- era dificil de negar. No se puede acusar a los palestinos de haber escrito ellos mismos esos graffiti, con expresiones de slang muy actualizadas propias del ejército y de la juventud israelí. Entonces, la solución es aceptar que existen las palabras, pero que fueron "bromas" sin importancia propias del sentido del humor israelí.
Todo el resto se puede negar. Porque es posible decir que las fotografías de civiles muertos, aún las tomadas en tiempo real, fueron fabricadas. Y se pueden desechar los testimonios como inventos de la gente o como miedo de los palestinos al Hamas, o como intrigas del Hamas, o hechos que se extrajeron del contexto o simples exageraciones.
En definitiva, lo importante no es el informe de la Comisión Goldstone en sí mismo. Los leguleyos disccutirán el significado de la ley internacional y propondrán conciliaciones contradictorias. Los políticos recordarán, con justicia, que a EEUU no la investigó ningúna comisión de la UN. Por otro lado, otros políticos dirán que si el Juez Richard Golstone fue suficientemente confiable para ser el Fiscal en el Juzgado Criminal Internacional de los crímenes de Yugoeslavia y Ruanda, y su colega Hina Jilani, podía colaborar en la Comisión Internacional de Darfour, no hay ninguna razón para dudar de su profesionalisnmo justamente ahora, cuando investigan las acciones de Israel en Gaza (este argumento no convencerá a los israelíes).
Finalmento los periodistas se calmarán, todo se apagará por sí mismo, el Consejo de Srguridad nunca se atreverá a pedirle al Fiscal del Juzgado Criminal Internacional que presente cargos contra los generales israelíes (esto si calmará a los israelíes).
Lo importante es el hecho que todas las conclusiones de la Comisión Goldstone confirman lo que ya sabía todo aquel que no se negó a escuchar y ver los testimonios, algunos en tiempo real. Para defenderse de los hechos que se fueron sumando, y de la fiabilidad de los testigos, Israel ataca. "Betzelem", "Romper el silencio", la "Comisión Pública anti torturas", "Amnesty", "Human Rights watch", los artículos que se publicaron en el diario israelí HAARETZ y en los medios internacionales, para los ojos israelíes, en el mejor de los casos, son todos víctimas de las mentiras palestinas y de su propia ingenuidad. En el peor de los casos son cómplices de la conspiración y los prejuicios anti-israelíes.
Como los serbios en su momento, nosotros, los israelíes seguimos pensando que todo el mundo está equivocado y sólo nosotros tenemos razón. No hay que preocuparse: las fuerzas de la NATO , encabezadas por Alemania, no bombardearán Israel- Pero sea cual sea el destino de las conclusiones de la Comisión Goldstone, nosotros nos quedaremos con los hechos, aunque sean negados.
Israel atacó a la población civil que –a pesar de los retorcimientos legales- está bajo nuestro gobierno. Israel no cumplió con el deber de difereciar entre civiles y gente armada, atacó población civil que está sitiada hace largo tiempo, agredió con una fuerza militar que no tenía relación con la verdera amenaza sobre la población israelí, la aviación disparó sobre todos, incluídos niños, cohetes mortales y no sólo sobre fuerzas armadas, si no que lanzó bombas sobre viviendas; la infantería y la marina bombardearon barrios enteros con armas sin precisión; los soldados recibieron órdenes de disparar también sobre los equipos médicos de salvamento y de impedir que los civiles retiren sus heridos; se ordenó disparar sobre gente que llevaba una bandera blanca; los soldados dispararon a quemarropa a la gente en sus casas o al lado de éstas; el ejércitó usó a los palestinos como escudos vivientes; los soldados tomaron prisioneros entre los civiles y los mantuvieron en condiciones infrahumanas; Tzáhal utilizó fósforo blanco en densos barrios de viviendas; antes de salir de la Franja el ejército destruyó viviendas, fábricas y extensas zonas agrícolas.
Hay una sola cosa peor que la negación: la conformidad con los actos del ejército, el convencimiento de que son la norma y que son correctos...