11 noviembre 2011

“El lobo feroz”: IRÄN


“El lobo feroz”!! “El lobo feroz”!!

por Andrés Aldao

¿Quién pone en duda que, aún en decadencia, los grandes imperios financieros como EEUU, Alemania y Francia manejan los intereses del mundo... Y que sólo la presencia de Rusia y China, cuando les conviene a su estrategia global, pueden contener o poner ciertos límites a la mano guerrera de la entente capitalista occidental.

Estados Unidos, las alicaídas potencias europeas y los gobernantes israelíes son los proyectores del pánico atómico que genera la presencia de Irán en el fuero del desarrollo nuclear. Fuera de todo raciocinio y de la más elemental lógica, sabiendo que mienten descaradamente, que distorsionan la realidad, la entente ANTI-IRÁN prepara al mundo para destruir al actual gobierno de Irán y suplantarlo por uno “democrático” y leal a los principios de la democracia dependiente... De las élites que pretenden el petróleo iranio e instalar un gobierno “razonable” de transición de la dictadura de Aminayhad a la democracia, con altos y puros valores de Obama, Cameron, Merkel, Zarkozy y... los fascistas netaniahu-barak-liberman, a quienes no les interesa las consecuencias de una aventura en Irán, como no les interesó las katiushas de Naszrala y el Jizhballa libanés sobre el norte de Israel. Hoy los  alcances de los proyectiles han cambiado dramáticamente: cualquier raqueta sobrepasa Tel Aviv con suma facilidad).


La situación es bien clara: quieren  salir de la crisis financiera y salvaguardar a los bancos y al capital financiero.  Ya lo hizo Bush y no resolvió la crisis económica: los problemas de  las deudas, la desocupación masiva (incluidos los EEUU) persisten. Entonces... entonces Irán es la oportunidad, como lo fueron Irak, Afganistán, Libia. La guerra es la solución, piensan esperanzados, incluidos los ineptos y aislados dirigentes fascistas israelíes, que continúan los ataques  contra la democracia (o lo que queda de ella —amordazar a la Corte suprema, leyes autoritarias, etc. son las últimas embestidas del neofascismo autóctono israelí).
Rusia y China son baluartes relativos contra la agresión del capital financiero que no encuentra las posibles salida a su crisis.

En todos mis antiguos escritos jamás tomé en serio las noticias petardistas de los medios, que sirven lacayesca e hipócritamente las tácticas y la estrategia de los países que tutelan al mundo occidental. Jamás les creí a los organismos internacionales influidos y sometidos por EEUU y los países europeos. La “objetividad” y la decencia e imparcialidad periodística son cuentos rosas para bobos, para incautos y cándidos lectores que se anexan al pánico (que es el móvil de esos titulares y notas) y lo retransmiten.


Duermo tranquilo aunque vivo en el centro de la tormenta... Lo único que puede alterar mi tranquilidad es la inconsciencia criminal de los “dirigentes democráticos del mundo”.

Quiero agregar una nota que trata sobre la “seriedad” del informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Y que cada uno le crea a quien le resulta más veraz y simpático.
Andrés Aldao


Nodo crucial en el “arco de inestabilidad”

Asia Times Online,

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


Hay que prepararse para una tanda de “inteligencia” satelital poco clara de almacenes genéricos de todo Irán descritos frenéticamente como segmentos de una línea de montaje de una bomba nuclear (¿Recordáis una famosa “instalación nuclear secreta” en Siria no hace mucho? Era una fábrica textil.)
Hay que prepararse para una tanda de diagramas burdos que muestran artefactos sospechosos, o los contenedores que los ocultan, todos capaces de llegar a Europa en 45 minutos.
Hay que prepararse para una tanda de “expertos” en FoxCNN y la BBC que diseccionan interminablemente toda esa operación clandestina presentada como “evidencia”. Por ejemplo, el ex inspector de armas de la ONU David Albright, ahora en el Instituto para Ciencia y Seguridad Internacional (ISIS, por sus siglas en inglés), que ya ha logrado la hazaña de volver de entre los muertos en vida, exhibiendo sus credenciales para “bombardead Irán” completas con diagramas e inteligencia satelital.
Olvidad Iraq – es tan 2003. Poneos en la nueva onda: acelerar en superdirecta hacia la guerra contra Irán. 
Ahora es japonés

Ante todo, dejad de lado todo sentido común.
Si Irán estuviera desarrollando un arma nuclear, estaría desviando uranio para hacerlo. El informe publicado esta semana por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) –por politizado que sea– lo niega rotundamente.
Si Irán estuviera desarrollando un arma nuclear, los inspectores de la ONU que trabajan para el OIEA hubieran sido expulsados del país.
Iraq no tenía un programa de armas nucleares en 2002. Y a pesar de eso fue sometido a ‘conmoción y pavor’. La misma base lógica se aplica a Irán.
Lo que Teherán puede haber realizado –si se ha de creer en la información comprometida utilizada en el informe del OIEA– es una serie de experimentos y simulaciones computarizadas. Todos lo hacen – por ejemplo países que han renunciado a la bomba, como ser Brasil y Sudáfrica.
Lo que indudablemente quiere el Cuerpo Islámico de Guardias Revolucionarios (IRGC) –a cargo del programa nuclear– es un disuasivo.
Es decir, la posibilidad de construir una bomba nuclear en caso de que enfrenten una amenaza inequívocamente establecida de cambio de régimen, provocada, con gran probabilidad, por un ataque e invasión estadounidense.
Abundan las dudas sobre la competencia –o imparcialidad– del nuevo jefe del OIEA, el manso japonés Jukya Amano. La mejor respuesta se encuentra en este cable de WikiLeaks.
En cuanto al origen de la mayor parte de la autodescrita información “creíble” del OIEA, hasta el New York Times se vio obligado a informar que “parte de esa información provino de EE.UU., Israel y Europa”. Gareth Porter presenta el desenmascaramiento definitivo del informe.
Además, hay que esperar considerable presión sobre la CIA para que reniegue de la crucial Estimación Nacional de Inteligencia (NIE), que estableció –irrefutablemente– que Teherán ya había eliminado un programa de armas nucleares en 2003.
Todo esto se complementa con los ladridos de los perros de guerra que ya se escuchan.
Los subalternos europeos podrán ser suficientemente incompetentes para ganar una guerra en Libia (lo consiguieron solo cuando el Pentágono se hizo cargo de la inteligencia satelital).
Podrán ser suficientemente incompetentes para controlar el desastre financiero en Europa.
Pero Francia, Alemania y el Reino Unido ya han estado ladrando – pidiendo sanciones más duras contra Irán.
En EE.UU., demócratas y republicanos por igual piden no solo sanciones; en el caso de republicanos insanos, lo que claro está, es un oxímoron, piden una nueva versión de ‘Conmoción y Pavor’.
Nunca se repite suficientemente cómo funcionan las cosas en Washington. El gobierno de Benjamin Netanyahu en Israel dice qué hacer al poderoso Comité de Asuntos Públicos EE.UU.-Israel (AIPAC) y AIPAC ordena qué hacer al Congreso de EE.UU.
Por eso el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara considera una ley bipartidista que es esencialmente una declaración de guerra.
Según la ley, ni el presidente Barack Obama, ni la secretaria de Estado Hillary Clinton, ni, de hecho, ningún diplomático estadounidense puede emprender ningún tipo de diplomacia con Irán – a menos que Obama convenza a los “comités apropiados del Congreso” que no emprenderla significaría “una amenaza extraordinaria para los intereses vitales de seguridad nacional de EE.UU.”
“Comités apropiados del Congreso” define por casualidad exactamente al Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, que recibe sus órdenes de marcha marcial de Bibi [Netanyahu] en Israel a través de AIPAC en Washington.
Tratad de informar a alguno de los que ponen primero a Israel en el Congreso de EE.UU. de cuáles serían las consecuencias inmediatas de un ataque contra Irán: el Estrecho de Ormuz cerrado en minutos, por lo menos de 6 millones de barriles de petróleo que desaparecen en la economía mundial (que ya está en recesión en el Norte industrializado), que un barril de petróleo llegue a 300 o 400 dólares.
No importa; son incapaces de sacar la cuenta.
Preparaos bien y ateneos a la agenda
Se remolinean los rumores sobre una reciente afirmación del Cuerpo Islámico de Guardias Revolucionarios (IRGC), según la agencia noticiosa Fars, de que bastan cuatro misiles iraníes para disuadir a Israel.
Esos misiles podrían –o no podrían– ser los misiles crucero nucleares soviéticos Kh-55 de Ucrania y Belarús, con un alcance máximo de 2.500 kilómetros, que Irán puede haber comprado hace años en el mercado negro.
El IRGC, por supuesto, no dice nada. Solo alimenta la niebla de (pre)guerra – ya que nadie sabe exactamente hasta qué punto Irán está bien defendido.
Es un secreto a voces en Washington que el cambio de régimen forma parte de los juegos de guerra del Pentágono por lo menos desde 2004.
La hoja de ruta favorita de 2002 de los neoconservadores, todavía vale: los objetivos son Iraq, Siria, el Líbano, Libia, Irán, Somalia y Sudán – todos nodos cruciales en el “arco de inestabilidad” acuñado por el Pentágono.
Imaginad a doctorandos en belicismo que examinan el tablero de ajedrez. Iraq fue debidamente conmovido y empavorecido (a pesar de que a EE.UU. lo está poniendo de patitas en la calle). Siria es un hueso demasiado duro que roer para la incompetente OTAN. El Líbano (Hizbulá) solo puede ser capturado si Siria cae primero. Libia fue una victoria (olvidad una prolongada guerra civil), Somalia es contenible por Uganda y Drones. Y el Sudán del Sur está en sus manos.
Eso deja –para los practicantes de la línea dura de la doctrina de Dominación de Espectro Completo– la tentadora posibilidad de un ataque exitoso contra Irán como la máxima acción de destrucción creativa, volviendo a barajar todos los naipes de Medio Oriente a Asia Central. El “arco de inestabilidad” definitivamente desestabilizado.
¿Cómo lograrlo? Es tan simple – piensan los belicistas. Convencer a Obama de que en lugar de ser hecho polvo, los conservadores besarán sus zapatos y que será canonizado como el re-acelerador de la economía de EE.UU. si solo va y libra otra guerra.
¿Quién está a favor de Ocupad Irán – literalmente?

Pepe Escobar es autor de “Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War ” (Nimble Books, 2007) y “ Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge ”. Su último libro es “ Obama does Globalistan ” (Nimble Books, 2009). Puede contactarse con él en:pepeasia@yahoo.com .
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06 noviembre 2011

Uri Avnery: “¡Sujétenme!”


El talento y la sabiduría del "Ieque" nos da una lección de táctica y estrategia. Disfruten, amigos lectores. Y ¡ojalá que no se equivoque Uri! En caso contrario seguiremos la discusión en el infierno (Andrés Aldao)

“¡Sujétenme!”

Gush-shalom.org

Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.


Es conocida la escena que ocurre en una escuela: un niño pequeño se pelea con un chico más grande y grita a sus compañeros “¡Sujétenme antes de que le rompa los huesos!”
Todos los días nuestro gobierno, a través de todos los canales, grita que de un momento a otro va a romper los huesos a Irán.
Irán está a punto de fabricar una bomba nuclear. No podemos permitirlo, así que vamos a bombardearlos hasta hacerlos pedazos. Benjamín Netanyahu lo dice en cada uno de sus innumerables discursos, incluyendo el de apertura de la sesión de invierno de la Knesset. Lo mismo ocurre con Ehud Barak. Todo comentarista que se precie (¿alguien ha visto alguna vez alguno que no se respete a sí mismo?) escribe sobre el tema. Los medios de comunicación amplifican el sonido y la furia.
Haaretz salpicó su primera página con fotos de los siete ministros más importantes ("el septeto de la seguridad") que muestra a tres a favor del ataque, cuatro en contra.
Un proverbio alemán dice: "Las revoluciones que se anuncian con antelación no se llevan a cabo." Lo mismo va para las guerras. Los asuntos nucleares están sujetos a una muy estricta censura militar. Muy, muy estricta en verdad.
Sin embargo, la censura parece estar sonriendo con benevolencia. Dejen que los niños, incluidos el Primer Ministro y el Ministro de Defensa (el que decide finalmente en los temas de censura) hagan sus juegos.
El respetado ex veterano jefe del Mossad Meir Dagan, ha advertido públicamente contra el ataque, que describió como "la idea más estúpida de la que ha oído hablar". Explicó que considera su deber de advertir en contra de ella, en vista de los planes de Netanyahu y Barak.
El miércoles hubo un verdadero diluvio de fugas de información. Israel probó un misil que puede liberar una bomba nuclear a más de 5.000 km de distancia, más allá de dónde- usted-sabe. Y nuestra Fuerza Aérea acaba de completar los ejercicios en Cerdeña, a una distancia mayor de lo que-ya- sabes-donde. Y el jueves, el comando del frente interno realizó ejercicios por todo el Gran Tel Aviv, con sirenas de distancia. Todo esto parece indicar que la algarabía general es una táctica. Tal vez para asustar y disuadir a los iraníes. Quizás para empujar a los estadounidenses a acciones más extremas, y tal vez coordinado con los estadounidenses de antemano. (En fuentes británicas, también se filtró que la Royal Navy se entrena para apoyar un ataque estadounidense a Irán).
Es una vieja táctica de Israel actuar como si nos estuviéramos volviendo locos. ("El jefe se ha vuelto loco" es un grito de rutina en nuestros mercados, para sugerir que el vendedor de frutas está vendiendo a pérdida). No vamos a escuchar más a los EE.UU. Simplemente bombardearemos, bombardearemos y bombardearemos.
Bueno, seamos serios por un momento. Israel no va a atacar a Irán. Punto.
Algunos pueden pensar que me voy por las ramas. ¿No debería añadir al menos "probablemente" o "casi seguro"?
No, no lo haré. Repito categóricamente: Israel no atacará a Irán.
Desde la aventura de Suez en 1956, cuando el presidente Dwight D. Eisenhower envió un ultimátum que detuvo la acción, Israel nunca ha realizado ninguna operación militar importante sin obtener el consentimiento de Estados Unidos por adelantado.
Los EE.UU. son el apoyo más seguro de Israel en el mundo (además de, tal vez, Fidji, Micronesia, las Islas Marshall y Palau). Destruir esta relación significa cortar nuestro lazo salvavidas. Para hacer esto se debe estar algo más que un poco loco. Hay que ser un loco.
Por otra parte, Israel no puede librar una guerra sin un apoyo estadounidense ilimitado, ya que nuestros aviones y nuestras bombas provienen de los EE.UU. Durante una guerra, se necesitan suministros, repuestos, muchos tipos de equipamiento. Durante la guerra del Yom Kippur, Henry Kissinger tenía un "tren aéreo" diario de abastecimiento. Y esa guerra probablemente se parecía más a un picnic en comparación con una guerra con Irán.
Miremos el mapa, algo que, por cierto, siempre se recomienda antes de iniciar cualquier guerra.
El primer rasgo que llama la atención es el Estrecho de Ormuz, por el que pasa uno de cada tres barriles de petróleo que alimentan al mundo y viajan por transporte marítimo. Casi toda la producción de Arabia Saudí, los Estados del Golfo, Irak e Irán tienen que pasar por esta estrecha vía marítima.
"Estrecho" es un eufemismo. El ancho de esta vía fluvial es de unos 35 kilómetros (20 millas). Es aproximadamente la distancia desde Gaza a Beer Sheva que cruzaron la semana pasada los primitivos cohetes de la Yihad Islámica.
Cuando el primer avión israelí entre al espacio aéreo iraní, el estrecho se cerrará. La marina iraní tiene un montón de barcos con misiles, pero no serán necesarios porque serán suficientes con los lanzados desde las bases terrestres.
El mundo ya está tambaleándose, al borde de un abismo económico. La pequeña Grecia está amenazando con caer y arrastrar con ella los pedazos de la economía mundial. La eliminación de casi una quinta parte del suministro de petróleo a las naciones industriales llevaría a una catástrofe difícil de imaginar.
Abrir el Estrecho por la fuerza requeriría de una gran operación militar (incluido "poner las botas en el suelo"), que cubrirá con su sombra todas las desventuras de EE.UU. en Irak y Afganistán. ¿Pueden darse este lujo los EE.UU.? ¿Puede la OTAN? El propio Israel no está en la misma liga. Sin embargo, Israel estaría muy involucrado en la acción, y en el lado de las víctimas.
En una rara muestra de unidad, todos los jefes de los servicios de seguridad de Israel, incluidos los jefes del Mossad y el Shin Bet, se oponen públicamente a la idea. Sólo podemos adivinar por qué.
No sé si la operación es posible en absoluto desde el punto de vista militar. Irán es un país muy grande, casi del tamaño de Alaska y las instalaciones nucleares están, en gran medida, muy dispersas y subterráneas. A pesar de las bombas de penetración profunda especial proporcionadas por los EE.UU., la operación puede estancar los esfuerzos de Irán –tal como están- sólo por unos meses. El precio puede ser demasiado alto para resultados tan magros.
Más aún, es muy cierto que con el inicio de una guerra, lloverán los misiles sobre Israel -no sólo desde Irán, sino también los de Hizbulá y quizás también de Hamás. No tenemos una defensa adecuada de nuestras ciudades. La cosecha de muertes y destrucción sería intolerable.
De repente, los medios de comunicación están llenos de historias acerca de nuestros tres submarinos, que luego crecen a cinco o incluso seis, si los alemanes son comprensivos y generosos. Se dijo abiertamente que estos nos dan la capacidad de una central nuclear para un "segundo golpe", si Irán utiliza sus (todavía inexistentes) ojivas nucleares en contra de nosotros. Sin embargo, los iraníes también pueden utilizar las armas químicas y otras de destrucción masiva.
Luego está el precio político. Hay un montón de tensiones en el mundo islámico. Irán está lejos de ser popular en muchas partes de ese mundo. Pero el asalto israelí contra un país musulmán importante puede unir inmediatamente a suníes y chiíes, desde Egipto, Turquía hasta Pakistán y más allá. Israel podría convertirse en una selva en llamas.
Pero hablar de la guerra sirve para muchos propósitos, incluyendo los nacionales y políticos. El sábado pasado, el movimiento de protesta social cobró vida nuevamente. Después de una pausa de dos meses, una masa de gente se reunió en la Plaza Rabin de Tel Aviv. Esto fue bastante sorprendente, porque ese mismo día los cohetes caían sobre las poblaciones cercanas a la Franja de Gaza. Hasta ahora, ante esta situación siempre se cancelaron las manifestaciones. Los temas de seguridad estaban por encima de todo. Esta vez no.
También, mucha gente creyó que la euforia de la fiesta de Gilad Shalit borraría la protesta en la conciencia de la opinión pública. No lo hizo.
Por cierto, algo extraordinario ha sucedido: los medios de comunicación que mimaban desde hace meses al movimiento de protesta, han hecho un cambio. De repente, todos ellos, incluido Haaretz, le clavan cuchillos en la espalda. Como si fuera por una orden, todos los periódicos, escribieron al día siguiente que hubo una participación de "más de 20.000" personas. Bueno, yo estaba allí, y tengo alguna idea de estas cosas. Había por lo menos 100.000 personas allí, la mayoría jóvenes. Yo apenas podía moverme.
La protesta no se ha desgastado, como afirman los medios de comunicación. Lejos de ello. Pero, ¿qué mejor medio que permita tomar las mentes de la gente que exige justicia social que hablar del "peligro existencial"? Más aún, para las reformas exigidas por los manifestantes se necesita dinero. En vista de la crisis financiera mundial, el gobierno se opone vigorosamente a aumentar el presupuesto del Estado, por temor a dañar nuestra graduación en el mercado de créditos.
Entonces, ¿de dónde podría venir el dinero? Sólo hay tres posibles fuentes: los asentamientos (¿quién se atrevería?), los ortodoxos (la misma respuesta) y el enorme presupuesto militar.
Pero en la víspera de la guerra más importante de nuestra historia, ¿quién tocaría las fuerzas armadas? Necesitamos cada shekel para comprar más aviones, más bombas, más submarinos. Las escuelas y los hospitales deben, por desgracia, esperar.
Así que Dios los bendiga a Mahmud Ahmadinejad. ¿Dónde estaríamos sin él?


02 noviembre 2011

La triple A

El debut del terror: La triple A

por Andrés Aldao

El 1º. de noviembre de 1974, a las 14.50 horas, mientras me dedicaba a revelar unos rollos en el pequeño laboratorio de mi casa, unos golpes inusuales alteraron la quietud de una tarde apacible y soleada. Había regresado de la oficina donde efectuaba mi trabajo periodístico como secretario de redacción de una revista industrial. Mi mujer había salido con nuestros dos hijos, el más pequeño de apenas quince días. Me acerqué a la mirilla y ví a una patota de seis tipos con metralletas en sus manos... No dudé,  me fui hasta el patiecito trasero y me descolgué hasta el departamento de la planta baja. Salí por el pasillo y me apresaron en la esquina de Díaz Vélez y Medrano: se quedaron con las ganas de boletarme, estaba desarmado (era obvio) y unas treinta personas salieron del café y contemplaban la escena. Y es pertinente pensar que, junto a la luminosidad de la tarde, esa gente salvó mi vida. Esa mañana, a la hora ocho, voló por los aires el yate del CC (comisario criminal) Alberto Villar. Todos los grupos represivos salieron a a la caza de “zurdos hijos de puta”, fuesen peronistas, marxistas, maoístas, troskistas. etc.).
Quince días antes, a unas cuadras de allí (en la calle Cangallo) la Triple A había asesinado a Silvio Frondizzi. Ese fue mi primer trato directo con la banda parapolicial creada por el secretario de Perón el Viejo. Pasé unos meses en “coordina”, hasta mayo de 1975 en Devoto, desde allí hasta que nos dieron el derecho a la opción (en octubre de 1975) en el penal de Resistencia, Chaco, y luego el largo exilio (que no pudimos remontar) en Israel...
No tengo intención de relatar ese fragmento de mi vida, sino introducir el tema y hacerme la siguiente pregunta: si la mayor parte de los criminales del proceso están enjuiciados y son conocidos, ¿cuál es la razón por la que los integrantes de los comandos de la Triple A sigan en libertad, no se han dado a conocer sus nombres, no se han abierto ni investigado los archivos? ¿Cuál es la razón por la que los comandos que fueron a buscarme siguen libres? Para la memoria, para el juicio inacabado de esos criminales, en memoria de las víctimas del terrorismo de estado anterior al proceso, publico esta nota publicada en un diario argentino de triste memoria. ( Andrés Aldao)
                                                   
Hace 30 años, el senador radical Hipólito Solari Yrigoyen sobrevivía al primer atentado cometido por la siniestra organización de ultraderecha creada por José López Rega


Hipólito Solari Yrigoyen, que entre 1973 y 1995 sumó doce años como senador nacional por Chubut, es un hombre de hábitos estables. Vive en Puerto Madryn en la misma casa que se construyó en los sesenta, usa cuando viene a Buenos Aires su departamento de siempre, sobre la avenida Santa Fe, y hasta conserva la misma cochera de hace treinta años, a sólo una cuadra, en el garage de Marcelo T. de Alvear 1276. Que conserve la cochera y allí estacione su auto actual -un Renault 9 sedentario- es una curiosidad. Pero que viva, que este radical de mucho más coraje y cicatrices que rencores viva, es ya un dato histórico. Una excepción. Acaso un milagro.


En esa cochera, hace treinta años, voló por los aires apenas encendió el motor de su Renault 6, donde lo esperaba una bomba destinada a matarlo. Aunque el objetivo no se cumplió, el atentado figura con relieve en todos los libros dedicados a los años de plomo -y seguramente en los textos de historia que vendrán- porque así debutó, ese 21 de noviembre de 1973, la Alianza Anticomunista Argentina, conocida como Triple A.
Se acaban de cumplir, pues, tres décadas del bautismo de fuego de la mayor banda de ultraderecha jamás conocida, autora de 600 o 700 asesinatos, que fermentó en el gobierno peronista 1973-76 y sirvió de piedra basal al terrorismo de Estado.




Cofundador del Movimiento de Renovación y Cambio de la UCR, Solari Yrigoyen, de perfil progresista, no ejercía como abogado pero asesoraba a los gremialistas combativos Agustín Tosco y Raimundo Ongaro y había contribuido a salvar a militantes chilenos de la flamante represión pinochetista. Hoy, a los 69 años, acepta recordar ese miércoles y el garage ensangrentado siempre que no sea por él, por su caso personal, dice, sino para no olvidar lo que la Triple A le causó al país.




A él, imposible soslayarlo, le causó otros contratiempos. Cuando ya había dejado la silla de ruedas y volvía a caminar -con muletas-, después de infinitas semanas de internación y seis operaciones de las piernas, en 1975 volvió a volar por los aires (en sentido más literal aún: chocó contra el techo del dormitorio) cuando la Triple A le colocó otras dos potentes bombas sincronizadas en Puerto Madryn, una de las cuales no estalló; eso evitó que la casa se le cayera encima. 


Más tarde, ya bajo el Proceso, la represión ilegal que había fagocitado a la Triple A probó sobre Solari Yrigoyen todo su instrumental: el senador fue secuestrado, estuvo desaparecido, fue torturado, lo "blanquearon" (fue puesto a disposición del Poder Ejecutivo) y, tras un año de cárcel, la Junta Militar lo expulsó del país. El senador norteamericano Edward Kennedy, que lo homenajearía en Washington al comienzo del exilio, estuvo entre los primeros en comprender que Solari Yrigoyen resumía sobre su cuerpo el drama de la Argentina trágica.


La voladura del auto ocurrió horas después de una sesión del Senado en la cual este político de hablar articulado, con una exposición de cuatro horas, había sido la figura central. Se trataba en el recinto la ley de Asociaciones Profesionales (por algún motivo, también la legislación laboral marcó las aguas políticas en los años ochenta y fue la chispa del escándalo de las coimas en el Senado en los noventa). Sostenía que aquella ley consolidaba una "oligarquía sindical". Enseguida, Lorenzo Miguel, uno de los hombres más fuertes del sindicalismo dominante, paradigma del burócrata sindical según las iracundas organizaciones de la llamada izquierda peronista, calificó públicamente a Solari Yrigoyen como "enemigo público número uno".


La prensa de la época no tardó en conectar esta declaración con el atentado y Miguel tampoco tardó en apersonarse en el Instituto del Diagnóstico para gesticular una condena, pero Solari Yrigoyen no la escuchó de sus labios porque a esa hora luchaba para evitar que le amputaran la pierna izquierda.


En cambio, el sobreviviente sí pudo oír apenas a la vicepresidenta Isabel Perón. La había enviado el presidente Juan Domingo Perón, quien el mismo día de la bomba caía en cama, no con una ligera indisposición, ahora se sabe, sino con una grave crisis que al año siguiente derivaría en su muerte.


Recuerda Solari Yrigoyen: "No sé si Isabel entendía lo que estaba pasando; me dijo: `¡no sé qué pretende esta gente!, ¿una Cuba, un Chile?´. Me hablaba como si el atentado lo hubiese cometido la izquierda". Un día antes del ataque el senador había recibido un sobre que decía AAA. "Ya no me acuerdo si lo traducían como Alianza Anticomunista Argentina o Alianza Antiimperialista Argentina (duda comprensible: ambos nombres se alternaron), pero yo sólo estuve en condiciones de contar la existencia de la amenaza días después. Cuando la conté, se conoció la Triple A". 


Los sobres con amenazas y las listas de condenados a muerte por la Triple A se harían desde entonces una costumbre que, a partir de marzo de 1976, la represión militar abandonaría: sobraba el miedo, se fingiría orden, ya no habría advertencias personales. Pero durante el gobierno justicialista muchas personas salvaron su vida al saberse enfocadas por el terrorismo de ultraderecha, como el diputado Héctor Sandler, que se escondió en el Congreso, o los actores Héctor Alterio, Luis Brandoni y Norman Briski y la cantante Nacha Guevara, quienes se fueron del país cuando se difundió que la Triple A los consideraba enemigos. No era necesario tener ideas radicalizadas para estar en las listas. Como el macartismo norteamericano, la Triple A veía comunistas, "zurdos" o "infiltrados" por todas partes. Las figuras públicas potenciaban el efecto.


Lo más notable de la condena oficial al atentado sufrido por Solari Yrigoyen es que a Isabel la había acompañado al sanatorio -aunque no habló con el paciente- el ministro de Bienestar Social, José López Rega. Es decir, el creador de la Triple A.


El obsecuente López Rega, ex cantante, astrólogo, sirviente, secretario privado del general, sargento de la Policía Federal autoascendido a comisario y ministro entronizado por Perón en el elenco del efímero Héctor Cámpora para permanecer incólume en el gabinete mientras los presidentes cambiaban (fue el único que duró con Lastiri, Perón e Isabel, hasta caer por presión sindical a mediados de 1975), iba entonces camino a convertirse en el hombre fuerte del gobierno justicialista. 


Esotérico Rasputín, temerario emergente de un gobierno que prometía la Argentina Potencia mientras el descontrol económico crecía, López Rega estaba ensayando el principio rector del golpe militar posterior. "La subversión y el terror de derecha no son lo mismo -diría en 1976 el contralmirante César Guzzetti, canciller de Videla-. Cuando el cuerpo social del país ha sido contaminado por una enfermedad que le devora las entrañas, forma anticuerpos y esos anticuerpos no pueden considerarse del mismo modo que los microbios".


Una parte de la Triple A funcionaba en coordinación federal, en Moreno al 1400, y en el propio Ministerio de Bienestar Social, sobre la Plaza de Mayo. Allí se descubrió el 19 de julio de 1975, cuando el Cuerpo de Granaderos desarmó la guardia del Brujo, un verdadero arsenal de guerra: escopetas Itaka, fusiles Hight S, ametralladoras Ingram, revólveres Magnum, granadas, silenciadores y munición de grueso calibre, nada demasiado vinculado con el bienestar social, desmesurado, en el mejor de los casos, para asistir a la custodia personal del ministro, como argumentaban sus escasos defensores. La Triple A se completaba con policías retirados y en actividad, como el comisario Alberto Villar (designado jefe de la Policía Federal por Perón, luego asesinado por los Montoneros), militares (se cree que entre ellos estaba el capitán Mohamed Alí Seineldín), matones sindicales, extrema derecha peronista y delincuentes, como Aníbal Gordon. La impunidad era ilimitada. Confirma hoy Solari Yrigoyen que a nadie le interesó investigar su atentado. 


Tampoco hubo voluntad política de esclarecer las amenazas ni las bombas colocadas en locales partidarios, una acción modesta al lado de las mutilaciones de algunas de las víctimas cuyos cadáveres -otra diferencia con el Proceso- aparecían luego y esparcían el espanto. Aunque sin una configuración orgánica definida, la Triple A giraba en torno a las revistas Cabildo, abiertamente nazi, y El Caudillo, financiada por Lorenzo Miguel.


La reciente desclasificación de documentos de aquella época pertenecientes al Departamento de Estado norteamericano permitió confirmar que la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires conocía entonces el concurso gubernamental en la Triple A, aunque reconocía que era difícil de probar. Uno de los muchos informes secretos en inglés dice que algunos atentados se hacían "por cuenta propia" mientras que otros estaban "dirigidos oficialmente". No todos llevaban el sello de la Triple A. Según la Conadep, está acreditado que la Triple A cometió 19 homicidios en 1973, 50 en 1974 y 359 en 1975.


Sí supo todo el país en su momento que la Triple A había asesinado a Silvio Frondizi, hermano del presidente, a Rodolfo Ortega Peña, abogado de presos políticos y socio del actual secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, o, entre muchos más, a jefes policiales legalistas como Julio Troxler y Rubén Fortuny. No tuvieron la suerte de Jorge Taiana, médico y ministro de Perón, a quien alguien le avisó que la Triple A planeaba matarlo y se puso a resguardo. Ese alguien era Antonio Benítez, otro ministro, el de Justicia.


De triste recuerdo, los crímenes de la Triple A tampoco fueron demasiado removidos cuando renació la democracia. A casi nadie le pareció indicado revisar responsabilidades penales engarzadas con responsabilidades políticas nunca bien aclaradas.
Aún en estos días el tema Triple A descansa en paz... 




Serçia un acto de justicia remover las cenizas del grupo asesino y hallar todas pruebas aunque no halla a quien investigar...■

15 septiembre 2011

Medios occidentales temen hablar de fascismo...

Medios occidentales temen hablar de fascismo en su contexto israelí


alanhart.net

Hay un debate en Israel sobre si el Estado sionista se encuentra en el terreno resbaladizo hacia el fascismo o si ya es fascista. Que yo sepa los medios dominantes occidentales no han llamado la atención sobre este hecho.
Fue Albert Einstein, padre de la física moderna, quien, junto con otros judíos muy influyentes, alertó primero sobre el peligro del ascenso del fascismo en Israel. En una carta al editor deThe New York Times publicada el 4 de diciembre de 1948, cuando Menachem Begin estaba recabando la ayuda de EE.UU. dijeron lo siguiente:
“Entre los fenómenos políticos más inquietantes de nuestra época tenemos, en el Estado recientemente creado de Israel, la aparición del «Partido de la Libertad» (Tnuat Haheteur) (1), un partido político con un enorme parecido en cuanto a su organización, métodos, filosofía política y planteamientos sociales, con los partidos nazi y fascista.
“Dicho partido ha sido formado por los miembros y partidarios del antiguo Irgun Zwai Leumi, una organización nacionalista de extrema derecha en Palestina.
“La actual visita del jefe de esta agrupación, Menajem Begin (2), a Estados Unidos, obviamente se ha calculado para dar la impresión de un apoyo estadounidense a su partido para las próximas elecciones israelíes y para cimentar vínculos políticos con los elementos sionistas conservadores de Estados Unidos.
“Muchos estadounidenses de reputación nacional han prestado sus nombres para acoger esta visita.
“Es inconcebible que quienes se oponen al fascismo en el mundo entero, si están correctamente informados sobre el pasado y las perspectivas políticas de Begin, puedan añadir sus nombres y su apoyo al movimiento que representa.
“Antes de que las contribuciones económicas y las manifestaciones públicas de apoyo a Begin causen daños irreparables y antes de dar en Palestina la impresión de que una gran parte de Estados Unidos apoya a los elementos fascistas de Israel, el público estadounidense tiene que estar informado del pasado y los objetivos de Begin y su movimiento.
“Las declaraciones públicas del partido de Begin (3) no muestran su auténtico carácter. Actualmente hablan de libertad, democracia y antiimperialismo, mientras que hasta ayer predicaban abiertamente la doctrina del Estado fascista.
“Pero sus actuaciones traicionan sus palabras y muestran el auténtico carácter de este partido terrorista. De sus acciones pasadas podemos deducir lo que puede hacer en el futuro.”
Más de seis décadas más tarde, bajo el título Weimar en Jerusalénel ascenso del fascismo en Israel, Ury Avnery escribió: “A lo largo de los años, se han cuidado mucho de no mencionar la palabra fascismo en el discurso público. Trae recuerdos demasiado monstruosos. Ahora se ha roto este tabú.”
Avnery recordó que Yitzhak Herzog, ministro de bienestar social en el gobierno Netanyahu, miembro del partido laborista, nieto de rabino e hijo de presidente, había dicho unos pocos días antes que “el fascismo toca los márgenes de nuestra sociedad”. Se equivocaba, declaró Avnery. “el fascismo no sólo está rozando los márgenes, está rozando el gobierno para el que trabaja, y la Knesset, de la que es miembro”.
Como Einstein, Avnery advirtió de que “el fascismo abrumará Israel” a menos que las fuerzas progresistas “despierten del coma, comprendan lo que está pasando y adonde lleva.”
El 3 de septiembre bajo el titular de Ha’aretz “El fascismo ya está aquí”, Yossi Sarid escribió que “La democracia israelí sirve sobre todo para la decoración, como un árbol cultivado por su belleza, no para dar su fruto”.
Sarid preguntó que podrían hacer un ciudadano o ciudadana cuando su alma “esté harta de la ocupación.” Y su respuesta fue:
“Si participa en la lucha popular contra el muro de separación, será enterrado fuera del recinto del cementerio; si se manifiesta en Sheikh Jarrah, sentirá la mano dura de la policía; si es profesor universitario, enviarán a los controladores a perseguirlo en nombre del sionismo; si pertenece a un grupo de teatro, alguien que todavía puede ver la Línea Verde en el ojo de su mente, amenazará a la fuente de sus ingresos; si es un director de escuela quien intenta no apoyar los asentamientos, buscarán otra institución para su persona porque no hacemos las cosas de esa manera; si es un juez que se atreve a negar que la seguridad tiene máxima importancia, lo culparán por el derramamiento de sangre; si es un periodista que se niega a sumarse al coro, habrá gritos para que se boicotee su periódico; si es un ciudadano que quiere proteger a un niño amenazado de expulsión del país, también será colocado en la lista negra como enemigo del pueblo, y suma y sigue.”
En una investigación especial para Ynetnews el 21 de octubre, Uri Misgav informó de que “los expertos estaban divididos sobre si las tendencias nacionalistas en Israel son equivalentes a fascismo”.
Señaló que durante años los manifestantes de izquierdas habían coreado “¡El fascismo no pasará!” pero la Izquierda, agregó, “sigue decayendo, mientras el fascismo se afianza cada vez más en este país. Partes significativas del público judío apoyan principios nacionalistas y fascistas flagrantes, como lo muestra un sondeo de Yedioth Ahronoth y de la doctora Mina Tzemach publicado la semana pasada, incluidos la limitación de la libertad de expresión y asociación así como del derecho al voto sólo para judíos.”
Como señaló Misgav, hay expertos que advierten contra el uso del término “fascismo” con demasiada ligereza y que se le quite valor. Se citó una declaración del profesor de la Universidad Tel Aviv, Yossi Shain: “La pregunta es si existe una amenaza para la democracia”.
Entre los que piensan que existe una amenaza semejante hubo varios cientos de miembros de grupos juveniles que realizaron mítines en todo Israel para condenar la decisión del gobierno sobre el juramento de lealtad como racista y antidemocrática. Fue después de que actores y autores protestaron en Tel Aviv, leyeron en alta voz la Declaración de Independencia y publicaron un nuevo documento intitulado “Declaración de Independencia del Fascismo”. Uno de los iniciadores de la protesta, el autor y periodista Sefi Rachlevsky, dijo: “Este pueblo exitoso y miserable, que vivió la persecución y un holocausto, merece independencia, democracia y una vida libre de fascismo. La verdadera lucha actual no es entre izquierdistas y derechistas, sino más bien, entre demócratas y fascistas.”
Misgav también señaló que algunas personalidades religiosas están intranquilas por las recientes tendencias. Citó al rabino Dr. Donniel Hartman, quien dijo:
“Vimos la aparición de un nuevo judío en Israel; esto no incluye solo a Lieberman, sino más bien a cualquiera que votó a favor de la ley del juramento de lealtad, incluidos los partidos religiosos. Este judío ya no se interesa por la religión ni por los valores judíos, sino que, más bien, utiliza su condición de judío para producir odio y nacionalismo. El discurso alrededor del juramento de lealtad provoca una situación corrupta: En lugar de que se utilice el judaísmo para criticar el nacionalismo… se convierte en un medio que conduce al fascismo.”
Como observó Einstein hace tantos años, el público estadounidense “debe” ser informado sobre lo que sucede realmente en Israel. Pero no existe ninguna posibilidad de que así sea mientras los medios dominantes no estén dispuestos a ofrecer la oportunidad de expresarse a los judíos israelíes capaces de ver la llegada del fascismo.

Alan Hart ha sido corresponsal extranjero de ITN y de Panorama de la BBC. Ha cubierto guerras y conflictos dondequiera ocurrían en el mundo y se especializó en Oriente Próximo. Autor de: Zionism: The Real Enemy of the Jews: The False Messiah. Tiene su blog en www.alanhart.net



14 septiembre 2011


Tienda 1948
Un mensaje de integración.
La existencia de la tienda 1948 en el campamento de protesta que llevan adelante numerosos jóvenes israelíes en Tel Aviv constituye un verdadero desafío para las integrantes del movimiento 14 de Julio. Su principal mensaje es que la justicia social debe ser para todos y reúne a los ciudadanos judíos y palestinos que creen en la soberanía compartida del Estado para todos sus ciudadanos.
Si eres palestino, será difícil encontrar algo que te identifique entre las tiendas de campaña de la ciudad de Tel Aviv, en el Boulevard Rostchild, hasta que no llegas a la tienda de campaña 1948. Mi primer viaje allí fue hace unos días, cuando decidí unirme a la tienda 1948. Su principal mensaje es que la justicia social debe ser para todos. Reúne a los ciudadanos judíos y palestinos que creen en la soberanía compartida en el Estado de todos sus ciudadanos.

Como palestino, no me siento parte del movimiento 14 de julio, y no estoy allí porque me siento parte. Casi cada rincón de este campamento me recuerda que este lugar no me quiere. Mi primer viaje fue bastante deprimente; me encontré con un montón de banderas israelíes, un hombre dando una conferencia a los jóvenes sobre sus recuerdos de la guerra del 48 “desde una perspectiva sionista”, otro grupo marchando con carteles pidiendo la liberación de Gilad Shalit, otro cantando canciones sionistas. Este, ciertamente, no es el lugar en el que el 20% de la población israelí (la de origen árabe) se sentiría parte. El segundo día me encontré con Ronen Shuval, de Im Tirtzu, la organización de extrema derecha, dando una charla llena de incitaciones al odio contra las organizaciones de derechos humanos y la izquierda. Los colonos ya habían establecido una tienda de campaña y bailaban con alegría.

La existencia de la tienda 1948 en el campamento constituye un desafío para las personas que toman parte en el movimiento 14 de julio. En los primeros días, la tienda fue atacada por un grupo de activistas de derecha, que rompieron la bandera palestina que ondeaba en ella. Algunos de los líderes del movimiento 14 de Julio han dicho claramente que las cuestiones fundamentales relacionadas con la comunidad palestina en Israel y la ocupación pueden generar que la lucha “pierda impulso”. A menudo dicen que la lucha es social, no política, como si hubiera una diferencia. Tienen miedo de perder seguidores si hacen de las cuestiones palestinas un tema a tratar.
La verdad es que esta es la verdad.
La verdad es que esto es exactamente lo que ayuda a Netanyahu: si se presiona el botón del miedo, se recrea al “enemigo” y se reproduce la “amenaza a la seguridad”, él será capaz de silenciar este movimiento. El problema no es con Netanyahu, que tampoco es el primer líder israelí que hace esto. El principal problema es que los israelíes no están listos todavía para ver más allá de los muros que los rodean.
Sin embargo, hay que admitirlo, algo está sucediendo, los israelíes están despertando. Hay un proceso, las personas se están reuniendo, discutiendo temas. La asamblea general del campamento decidió el viernes que no aceptara mensajes racistas entre sus participantes. Incluso a la tienda 1948 llegaron muchos israelíes, leyeron los folletos, se escuchó lo que representa la carpa 1948 y se discutió con calma. Tal vez si yo fuese un judío israelí que se siente orgulloso del movimiento 14 de Julio sería otra cosa. Pero yo no soy un judio, no soy sionista; soy palestino.
No quiero la beatificación de la realidad, o esconder nada por el bien “táctico” y no voy a aceptar migajas. Quiero hablar de la justicia histórica, quiero hablar de la ocupación, quiero hablar acerca de la discriminación y el racismo, quiero poner todo sobre la mesa, y quiero hablar de ello en el corazón de Tel Aviv.

La justicia social no puede ser dividida o clasificada. Si no es justicia para todos, incluyendo a todos los palestinos, entonces es una justicia falsa, la élite de la justicia o “justicia para todos los judíos” exactamente como el funcionamiento de la democracia israelí “solo para judíos”. El movimiento 14 de Julio es una gran oportunidad para los israelíes que se niegan a permitir que su Estado continúe ahogándolos en un régimen de apartheid.
La fuente:  Abir Kopty es una analista de los medios de comunicación y consultora y activista política, miembro del consejo de Nazaret y ex portavoz de Mossawa, el Centro de Abogacía para los ciudadanos árabes en Israel. Para acceder a su blog, en inglés, pulse aquí. La traducción del inglés pertenece a Fernando Casares paraRompiendo Muros.