11 febrero 2013



REINICIAMOS LA PUBLICACIÓN DE TODO EL MUNDO... NECESIDAD Y OPORTUNIDAD

La situación histórica, las recientes elecciones en Israel y sus resultados. el reconocimiento de Palestina en la ONU como estado observador han generado cambios prometedores en el juego político del medio Oriente. A partir del ataque del ejército israelí al Líbano el 12 de julio del 2006 comencé a denunciar abiertamente los planes de agresión de Israel contra los países que se oponen a sus planes de agresión, los ataques a la franja de Gaza, la agresión al Marmara, el barco que transportaba a ciudadanos que querían llegar a las playas de Gaza para brindarle a los palestinos de la franja ayuda humanitaria. Las consecuencias de la agresión de Israel son conocidos y fueron denunciados, aunque las denuncias y las protestas no hacen mella en el cinismo del gobierno que dirigen Netaniahu, Liberman y el likud, ínfimos personajes políticos que amenazan a los pueblos de la región con las armas sofisticadas y los aviones de bombardeo que posee tzahal.
Las últimas elecciones efectuadas el 22 de enero demostraron una derrota parcial de los dirigentes neofascistas israelíes (likud - israel beitenu) y el inesperado avance de un grupo político impensado (Hay Futuro) que dirige Yahir Lapid: 19 diputados , el segundo partido político. Los laboristas y su nueva  líder, la nada carismática y poco política Shelly Iejimovich sufrieron una derrota que los llevó a un desteñido tercer lugar. Meretz, la izquierda israelí judía aumentó su caudal a 6 votos pero lejos de poder configurarse como un partido de izquierda de los ciudadanos israelíes judíos y árabes. Jadash, el frente de comunistas y grupos árabes cuyo más prestigioso dirigente es Dov Henin, obtuvo 4 diputados y es una pena porque sus posiciones expresan la auténtica situación en Israel y las necesidades de cambios en la zona.

La victoria del escapismo / Michel Warschawski

LAPID; EL APRENDIZ DEL PADRE

Una interesante visión del "triunfo" de Yahir Lapid, suma de oportunismo  y bravatas del pequeño burgués subido a la ola temporal de la clase media de Israel - Andrés Aldao)


Israel
La victoria del escapismo

Viento Sur


Nadie esperaba grandes cambios en estas últimas elecciones. Todo el mundo sabía que Netanyahu sería reelegido y que las opciones de una remontada de centro-izquierda (Kadima y el Partido Laborista) eran mínimas. Sin embargo, una vez más, el electorado israelí ha vuelto a sorprender a los llamados expertos y ha desmentido todas las encuestas: la extrema derecha en el poder -el bloque Netanyahu-Lieberman- así como el partido fascista Israel Beitenuhan ha recibido un severo castigo y han pasado de 46 a 21 parlamentarios (de 120); una derrota que nadie había previsto. Pero no echemos las campanas al vuelo demasiado pronto: una parte de esos votos perdidos han servido para reforzar el partido religioso de extrema derecha HaBayit HaYehudi (La casa judía)que pasa de 3 a 12 diputados. Así pues, la derrota de la derecha es bastante relativa.
En estas elecciones la gran sorpresa ha sido el resultado obtenido por Yahir Lapid -un presentador de TV muy popular- y su nueva formación política, Yesh Atid (Hay Futuro): 19 diputados para un partido que no existía hace unos pocos meses y que… no dice nada, nada de nada. Si las movilizaciones del verano de 2011 fueron caracterizadas como "un movimiento social y no político" (es decir, que no tiene opinión sobre el conflicto árabe-israelí), el partido de Yahir Lapid, que ha aprovechado la ola de la voluntad de cambio que expresaba este movimiento y la aspiración de la juventud israelí a romper con la política al viejo estilo, ni es ni política ni es social: Ni-ni. Eso es lo que resume el programa electoral de Yesh Atid: ni derecha ni izquierda, ni guerra ni paz, ni por la colonización, ni en contra.
Yahir Lapid es la expresión del Israel de 2013 o, mejor dicho, de las clases media askenazis y no religiosas de Tel Aviv y sus alrededores, sectores sin ideología y cuyos únicos valores son la modernidad occidental, el éxito social y el consumo. Yair Lapid es el escapismo por excelencia y el desprecio declarado hacia la gente pobre. Un desprecio que apenas lo camufla bajo la apariencia de anti-clericalismo.
El único eslogan electoral de Yesh Atid fue: "Por la distribución equitativa del esfuerzo", que en hebreo-israelí significa: servicio militar obligatorio para todo el mundo (incluso para los ultra-religiosos) y reducción de las ayudas sociales a los más pobres. Contrariamente a lo que dicen determinados comentarios hechos a la ligera, Yair Lapid representa la derecha social sin complejos y lo realmente triste es que mucha gente del movimiento Indignados del verano pasado le hayan votado. En relación a la ocupación colonial y al conflicto árabe-israelí o ante el riesgo de una guerra preventiva contra Irán, Lapid no se sitúa ni a la derecha ni a la izquierda, sencillamente son cosas que no le interesan. Evidentemente, esto es lo que explica por qué no ha tenido ningún problema en aceptar participar en el gobierno de extrema-derecha de Netanyahu-Lieberman.
Pero esto no acaba aquí. Al contrario: o bien Lapid agua su programa y acepta la presencia de partidos ultra-religiosos en el gobierno (corriendo el riesgo de perder legitimidad ante sus electores), o bien impone a Netanyahu que rompa con sus aliados tradicionales, en cuyo caso Israel sufrirá, por segunda vez en su historia, una fractura social grave. Porque la cuestión no está en la religión sino en que los partidos religiosos representan a las capas más pobres de la población judía.
Si el Shas (religiosos sefardíes) y Yahadut Hatora (religiosos askenazíes) se van a la oposición, Netanyahu y Lapid no tardarán en hacer la experiencia, dolorosa, de una oposición popular que se moviliza en la calle para defender sus conquistas. Una movilización dura ante la cual la movilización de las y los indignados del verano de 2011 parecerá un happening simpático e inofensivo. Netanyahu ha prometido reformas estructurales (es decir, restricciones presupuestas dolorosas para las capas populares) a los oligarcas de las finanzas que le han apoyado. Y para hacer tragar la píldora tendrá necesidad del apoyo de los partidos religiosos. Y, en ese caso, Yair Lapid, a pesar de sus 19 diputados, podría convertirse en un lastre.
(Rebelión)


 

DAVID ALANDETE Jerusalén 
El Ejército se moviliza para 'prevenir' una ofensiva por sorpresa contra los altos del Golán

CUANDO EL RÍO SUENA AGUA TRAE...
En los círculos de seguridad y diplomacia de Israel se habla ya de un posible eje del caos, una zona que iría desde el Mediterráneo al golfo Pérsico y que comprende a Líbano, Siria e Irak, países que se consideran en diferentes niveles de desintegración. “No quiere decir que se vayan a crear nuevos Estados, sino que las instituciones se encuentran en diverso estado de crisis, con Gobiernos extremadamente débiles o inestables y grupos insurgentes que actúan como desestabilizadores”, explican fuentes del Gobierno de Israel. En ese eje operan grupos radicales tanto chiíes como suníes, con ambiciones y objetivos diferentes, enemigos entre ellos, pero unidos en su oposición a la existencia de Israel.
 “Israel debe aprovechar el momento. Si, como asegura el Gobierno, su principal amenaza son Hezbolá, Irán y el régimen en Siria, debe buscar una alianza con los Gobiernos suníes moderados, como Turquía, Egipto, Jordania y Arabia Saudí, para hacerle frente de forma común”, explica Moshe Ma’aoz, profesor emérito sobre Oriente Próximo e Islamismo en la Universidad Hebrea de Jerusalén. “¿Cuál es la forma de mejorar las relaciones con los Gobiernos suníes? Resolviendo el problema palestino. A Israel le conviene estratégica y políticamente lograr una solución de dos Estados, que acabará con su aislamiento en la región y en el mundo. El proceso de paz es la forma de oponerse el extremismo chií y a las células radicales suníes en Siria”, reflexiona.
Las fuentes del Gobierno israelí aseguran que, hasta ahora, “Israel ha mantenido un perfil muy bajo respecto a Siria”. “Es de importancia estratégica para Israel que Siria deje de formar parte de un eje radical, que desista de ser un aliado de Irán y reduzca la intensidad de sus amenazas sobre Israel. En Israel no hay voluntad de interferir en los asuntos internos sirios, pero hay algunos límites, y uno de ellos es ver una desestabilización en la zona del Golán, que en las pasadas cuatro décadas ha sido estable”, añaden.
Esa inquietud viene acompañada de maniobras bélicas. De madrugada, los vuelos de aviones israelíes sobre territorio libanés son frecuentes. Solo entre jueves y viernes se produjeron 12 operaciones de ese tipo, algo que Beirut ha denunciado ante la ONU. Israel tiene ya tres de las cinco baterías que conforman su escudo antimisiles Iron Dome (Cúpula de Hierro), en el norte del país, en torno a la ciudad de Haifa, que comprende una zona metropolitana de un millón de habitantes.
En las pequeñas localidades al este de esa ciudad, los ciudadanos tienen las alarmas probadas y los búnkeres listos, conscientes ahora más que nunca de que las advertencias del Gobierno pueden acabar siendo más que palabras. (El País – 11/2/2013)
* El gobierno de Netaniahu y Liberman viven para la guerra: fabricación y exportación de armas, prueba de armas en combate (las operaciones en la franja de Gaza) y vuelos ilegales sobre el Líbano y Jordania .