10 junio 2009

“Hay que derogar las leyes de la dictadura”


Julio Piumato, candidato a diputado por el Encuentro Popular para la Victoria

“Hay que derogar las leyes de la dictadura”

Por Martín Piqué

Julio Piumato es el tercer candidato a diputado nacional del Encuentro Popular para la Victoria, la coalición porteña que encabeza Carlos Heller. Secretario de Derechos Humanos de la CGT, dirigente del gremio de judiciales, Piumato no suele hablar de su pasado como preso político de la dictadura. Estuvo detenido desde el 1º de junio de 1976 hasta el 24 de diciembre de 1982. En aquellos años, era delegado general del fuero civil en el gremio –que tiene 17 desaparecidos– y militaba en la Juventud Peronista vinculada con la Tendencia. Pasó más de un lustro entre la Superintendencia de Seguridad Federal, el penal de Villa Devoto, la Unidad 9 de La Plata y la cárcel de Sierra Chica. En esta entrevista, Piumato se acuerda de otro peronista que a su modo también fue víctima de la dictadura: el cineasta Pino Solanas, que perseguido por la Triple A y la dictadura se exilió en París. “Es doloroso que Pino Solanas sea funcional a los que quieren debilitar a este gobierno”, dice.
–Hay encuestas que marcan que Heller no está captando el voto histórico de los sectores populares del sur de la ciudad. Incluso hay quienes sostienen, me refiero por caso a Artemio López, que Pino consigue más apoyo entre los peronistas de la ciudad que el propio Heller.
–La lista no es sólo Heller. La nuestra es la lista más peronista, porque defiende al único gobierno peronista que hubo en la Argentina desde la muerte de Perón. Porque peronista no es sólo decirlo. No es peronista el que se proclama peronista, sino el que practica la unidad latinoamericana, la soberanía política, la justicia social y la independencia económica. No- sotros sentimos una cosa muy diferente a lo que dicen esas encuestas. Pero evidentemente hay una intención de darle protagonismo a Pino Solanas en los medios. Es una forma de debilitar al Gobierno. Se lo debilita por derecha y se lo debilita por izquierda. A Pino le contestó bien Norberto Galasso parafraseando a Scalabrini Ortiz. Dijo que la opción en la Argentina no es Cristina Kirchner o el Arcángel San Miguel, sino Cristina Kirchner o Cavallo. Digámoslo claro: lo que debilita a Cristina Kirchner fortalece al neoliberalismo.
–¿Cuáles serían las primeras leyes que promovería en Diputados?
–Las leyes que consagren mayores derechos para los trabajadores. Tenemos que derogar las leyes que quitaron derechos a los trabajadores durante la dictadura militar. Un ejemplo es la 20.744, la Ley de Contrato de Trabajo. Esa ley tiene 29 artículos derogados y más de 100 cercenados por la dictadura. A 25 años de la recuperación de la democracia no puede tolerarse que ninguna ley de la dictadura siga vigente. La ley 20.744 es la ley que hizo (el abogado de la CGT Norberto) Centeno, al que después la dictadura secuestró y mató. En 1983 los argentinos recuperamos los derechos civiles y políticos, pero no recuperamos los derechos laborales que habían sido quitados por la dictadura. Todavía.
–¿Qué evaluación hace del hecho de que las listas kirchneristas hayan crecido en representación sindical?
–Hoy hay más trabajo. Y al haber más trabajo, las organizaciones sindicales son más fuertes. Frente al ataque de las corporaciones del poder económico, las organizaciones sindicales se han convertido en una de las principales apoyaturas de este proceso. Entonces es justo que haya un crecimiento en la participación sindical.
–¿Cómo será la correlación de fuerzas en el Congreso después del 28 de junio?
–No me imagino muchas modificaciones. Igual aún no está definida la correlación de fuerzas que saldrá de las elecciones. Todo depende de la acción que desarrollemos estas semanas. Sobre todo en la ciudad, donde la confusión y la indefinición son muy amplias. Lo que sí está definido es qué es lo que se está decidiendo: están los que quieren volver al pasado y los que queremos una Argentina inclusiva. Los que no tienen claro esa confrontación están confundidos. A la oposición a veces se le escapa lo que harían si llegaran al poder. Quieren volver a los ’90. Lo han dicho Macri y Prat Gay. Quieren volver a las privatizaciones, al FMI, para que nos manejen por control remoto desde allí. Y eso sin contar lo que dice De Narváez, que plantea devolver las retenciones al campo y que el bajón fiscal se compense con ajuste.
–¿Cómo evalúa la reacción que produjo la compra de nuevos aviones para Aerolíneas? ¿O la entrega de un préstamo con dinero de la Anses para General Motors?
–Es la máquina de impedir, siempre están en contra. No quieren ver que estas decisiones responden a una política de desarrollo. Los fondos de la Anses se están usando para proteger el trabajo argentino. No sólo porque sigue funcionando la fábrica de General Motors, sino porque obliga a que aumente el componente nacional de cada unidad, con lo cual se reactivan las fábricas de autopartes. Y la compra de aviones para Aerolíneas es fundamental. Nos querían dejar desconectados como Nación. No me sorprende, porque son partícipes del modelo de Cavallo, que decía que en el país había provincias que eran inviables económicamente.

“La parejita”


“La parejita”
En el 2003, cuando a los pocos meses de asumir la presidencia Néstor Kirchner escuché y leí algunos correos en el que se aludía a la “parejita”, retornó a mi memoria, con apabullante puntualidad, otra célebre “parejita” que hizo las delicias morbosas de la tilingada de medio pelo, más conocidos en el ambiente político argentino como los “gorilas”, esa fauna nacida, crecida e hipertrofiada en los salones suntuosos del barrio norte (cuartel general de los “bian” argentinos), en las salas del medio pelo de Caballito, Almagro, Flores, Floresta, Palermo, Belgrano, etc., en todos los corrillos de las capas medias a quienes la irrupción de los obreros industriales y las nuevas leyes laborales, o la llegada masiva de los “cabecitas negras” que arribaron a Buenos Aires y su periferia atraídos por las industrias derarrolladas en la época del gobierno de Juan Domingo Perón y la infatigable tarea de compromiso social de María Eva Duarte de Perón... les provocó infartos en cadena, generó el chismerío cretino, desatinado, irracional y perverso (igual que ahora). La “parejita”... La “parejita” que atrapó el resentimiento, el odio, la animadversión de la clase media argentina insuflados desde las altas esferas económicas y financieras, que manejan los medios en nuestro país y el resto del mundo.

Transcurrieron más de 65 años desde que la pareja presidencial de Juan Perón y Eva Duarte pusieron a la Argentina de pie. Vivieron la epopeya del 17 de Octubre (que debe volver a ser declarada la fecha cumbre de la historia argentina), desmontaron la Unión Democrática protagonizada por Spruille Braden, Alvear y Mosca “radicales”, Américo Ghioldi el “socialista”, Codovilla el “comunista”, Robustiano Patrón Costas “azucarero y demócrata nacional”, el barrio norte, el Jockey Club, la sociedad rural, La Nación...
¿Les recuerda algo esta ennumeración...? La pregunta retoma el primer párrafo de estos recuerdos: la nueva “parejita” que llena de zozobra a los contemporáneos de medio pelo, a los nietos de los antropopitecos modelo 2009 —descendientes de tercera generación de aquellos de 1945, arman el mismo escenario nefasto y turbio: la Carrió, Macri, De Narváez (en el papel de Braden), Menem el payaso, Duhalde el marido de la Chiche, Solá que está solo y espera, Alfonsín hijo, y Cobos el “genuflexo” (que le diría don Hipólito), y los peronista C y T (cagones y traidores).

Néstor Kirchner, ex presidente de la Argentina, y la Excelentísima Señora Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, son, a los ojos de la nueva vieja Unión Democrática, de los remozados gorilas. y millares de buenas gentes sorprendidos y engañados por las quintas columnas de la sociedad rural, La Nación, radio 10, Tinelli, los “medios” torcidos y retorcidos, el chusmerío, la falacia y la mala fe de traidores a la patria que albergamos en la Argentina.

Lo insólito e inaudito es que gente del pueblo sea manipuleada y engañada por la revivificada unión democrática, siendo que ha recibido tantos beneficios luego de pasar las tres décadas nefastas: desde la Triple A, los monstruos de las ff.aa., el empobrecimiento, el exilio de los hijos, el enriquecimiento ilícito, los “sobresueldos” que se otorgaban los peronistas C y T, tengan aún dudas de por quién votar.

Poner la boleta del Frente para la Victoria (FpV) dentro de la urna, es asegurar el futuro para los hijos y los nietos. Es votar positivamente. Es alejar el riesgo de un regreso al corralito, a la desocupación, a la entrega del patrimonio nacional. Es sancionar a la época de Videla y Cavallo, a Menem y su banda de chorros. Es reividicar a Scalabrini Ortiz y a Jauretche. Es un homenaje a aquella “parejita” que hizo tanto por la soberanía política, la independencia económica y la justicia social, votando a los compañeros de la actual pareja presidencial, Cristina y Néstor Kirchner, para asegurar la continuidad de este proceso que apunta a la liberación nacional y al bienestar que merece nuestro pueblo. Y a pesar que deben corregirse errores e imponer nuevas medidas populares, no hay otra alternativa. Ni habrá nuevas oportunidades.


Andrés Aldao, 5 de junio de 2009

Ernesto Laclau: “Perder no es el fin del mundo”


(Tomado del blogspot OJO HUMANO)

Ernesto Laclau: “Perder no es el fin del mundo”

Asegura que el kirchnerismo no hará una mala elección aunque advierte que le falta definir un proyecto de país. Cuestiona a la oposición y dispara: “Después de las elecciones, empieza una lucha para ganar más espacios progresistas”.
Por Luz Laici

Hay que decirlo: la política, en ocasiones, aburre. O provoca hasta el hartazgo. En un año que se preveía proselitista, el adelantamiento de las elecciones generó un estallido de peleas, declaraciones y simbología cruzada que, para el común de los mortales, expulsa un grito de basta y la necesidad de algo de cordura que pocas veces llega. Repasemos la lista: candidaturas testimoniales, impugnaciones, huevazos, chacareros frenéticos, presos que buscan saltar al Congreso, tilinguería, neoliberales desesperados por esquivar al Estado, empresarios con dedo acusador, manifestaciones por doquier, el caos o la nada. Y, claro, no nos olvidemos de Marcelo Tinelli y sus caricaturescos dirigentes que, de paso, aparecen en una fiesta con modelitos que bailan contentas y ligeras de ropa, como si el tiempo nos hubiera llevado de nuevo a los noventa. Sin escalas.

Pero... a quién culpar. ¿Cómo no relegar esas cuestiones a un segundo plano si, en el camino, hay que llegar a fin de mes o ver cómo se hace para mantener a los chicos en la escuela, con la paranoia de la gripe porcina dando vueltas? La reflexión de doña Rosa, además, no tarda en llegar: “Encima siempre son los mismos”.

Sin embargo, para Ernesto Laclau –uno de los intelectuales argentinos más reconocidos en el mundo, egresado de la UBA, profesor de la Universidad de Essex, donde llegó invitado por Eric Hobsbawn, coautor de Hegemonía y estrategia socialista y reciente director honorífico del Centro de Estudios del Discurso y las Identidades Sociopolíticas, de la UNSAM–, la respuesta se encuentra en lo profundo: “Todavía falta definir un proyecto de país”. Y aunque su definición parezca filosófica, cobra mayor sentido como una apelación al compromiso. “El panorama no es tan malo –afirma–. Hay que comprender que todas las medidas económicas que tomó el Gobierno fueron positivas. Como la estatización del sistema de capitalización jubilatorio. (Carlos) Menem y (Domingo) Cavallo construyeron un mecanismo que generó un déficit fiscal mayúsculo, cubierto con endeudamiento interno. Una especie de suicidio similar al impuesto por Martínez de Hoz, que estranguló a la industria. Releo esa historia y pienso que tuvimos criminales económicos y políticos que operaron para destruir el país. Hoy, por el contrario, eso está cambiando”.

–En su último libro, La razón populista, se mostró optimista porque “los pueblos latinoamericanos afirman con éxito su lucha emancipatoria”. ¿Considera al kirchnerismo como el motor del cambio en la Argentina?

–El kirchnerismo introdujo un poco de sentido común en el manejo de los factores económicos. La idea de una redistribución de la renta sobre la base de la famosa resolución 125 o la estatización del sistema jubilatorio fueron medidas de buen sentido. Y el pago de la deuda al FMI rompió la dependencia argentina.

–Menciona a las retenciones pero ese proyecto no logró avanzar en el Congreso...

–Pero eso no quita que lo que exigieron los ruralistas haya sido una cosa irracional. El actual gobierno quiso redistribuir el ingreso.

–Algunos movimientos sociales que apoyaban al kirchnerismo se alejaron por considerar que la redistribución era una cuenta pendiente. ¿Coincide con esta afirmación?

–Los movimientos sociales tienen razón: el Gobierno no fue demasiado lejos en ese campo. Pero la cuestión es ver cuál es la alternativa política, de carácter global, que estos movimientos presentan. No digo que sea el caso de Libres del Sur o Martín Sabbatella, que es un político honesto y progresista. Pero si empiezan a moverse por fuera de un espacio nacional popular como el kirchnerismo, pueden ser cooptados por la derecha. De hecho, (Raúl) Castells apoyó la movilización del campo, con protofascistas como Alfredo De Ángeli y la Argentina oligárquica que trataba de reagruparse. Ahora, si el Gobierno deja que se aparten demasiado, también estará perdiendo.

–¿Cómo analiza en este espacio la actitud del vicepresidente Julio Cobos?

–Cobos es un error histórico. Es un imbécil que ni sabe de qué lado sopla el viento. No creo que de ahí vaya a brotar la hierba.

–Aunque se perfile como uno de los referentes del radicalismo...

–Pero no creo que tenga futuro político. En el radicalismo lo volvieron a aceptar pero lo desprecian por buenos motivos y no creo que lo tomen muy en serio ni Gerardo Morales ni los históricos, como Ricardo Alfonsín. Pero tampoco veo a figuras de la derecha que se perfilen como grandes referentes. (Mauricio) Macri es una desilusión porque está encerrado en su propia cáscara. Y (Elisa) Carrió es una oportunista tal que a esta altura nadie la toma en serio. La única persona con cierta respetabilidad es Gabriela Michetti, pero no tiene volumen para ser líder histórica de un reagrupamiento.

–Al Gobierno le falta profundizar medidas y la oposición no perfila candidatos serios. ¿Somos un país inmaduro?

–No somos una democracia tan joven. Lo que pasa es que no hay un discurso opositor fuerte y el Gobierno, que sí es coherente, no consiguió plasmar su discurso en una interpelación de masas eficaz. Estamos en el limbo. Lo preocupante es que el espectro político se desgrane y la gente pierda entusiasmo.

–¿Por qué?

–Porque si dejan de interesarse en lo político, lo que llega no es el caos sino la indiferencia.

–¿La presidenta no plasma ese discurso?

–Cristina es la única que podría plasmarlo. Sus políticas son objetivamente buenas pero tiene que dar un paso más, plasmar el discurso en un proyecto de país. Hoy la gente no conoce cuáles son las propuestas globales.

–¿Cuál es el motivo?

–Los medios de comunicación, por ejemplo, no aportan o lo hacen de forma negativa. Cada semana, por ejemplo, (Joaquín) Morales Solá mantiene un discurso frenético en contra de lo que se opone y La Nación presenta una ofensiva ideológica inequívoca. Pero ese discurso de la derecha todavía no está interpelando a la gente fuertemente. Tampoco el kirchnerismo.

–¿Y cómo revierten los K esta cuestión?

–Con un equilibrio que el kirchnerismo todavía no alcanzó. El tema está en que, por un lado, tiene que confiar en las viejas formas del aparato, como los señores del conurbano que fueron menemistas, duhaldistas y ahora son kirchneristas, para que el proyecto político sea viable. Y, por el otro, ciertas fuerzas que pertenecían a la experiencia histórica de la apertura kirchnerista como Barrios de Pie o Sabbatella se están abriendo del modelo. Si todo el proceso queda referido al PJ, el proyecto no tendrá viabilidad futura. Del mismo modo que si pasa a ser sólo ideológico. El discurso político que he desarrollado va más en el sentido de la transversalidad del Frente para la Victoria que en el sentido pejotista. Pero alcanzar esa estabilidad entre ambos definirá la posibilidad de la democracia argentina en los próximos años.

–Y a corto plazo, después del 28 de junio, ¿cómo vislumbra el panorama?

–Como un rompecabezas, con una situación nacional heterogénea. Pero no creo que vaya a ser una debacle para el Gobierno, que seguramente obtenga más del 30 por ciento de los votos. Perder la mayoría en el Congreso no es el fin del mundo. Al contrario, ahí empieza una guerra de posiciones, en el sentido gramsciano, para ganar más espacios progresistas. Acá cuestionan las candidaturas testimoniales cuando con ellas intentan mostrarle al país cuál es el proyecto de cambio. Es como el tema de la reelección indefinida. La cuestionan pero siempre puede haber otro candidato. Lo que sucede es que el sistema institucional siempre es corporativo e intenta mantener el statu quo. Pasó con el yrigoyenismo y el antipersonalismo de Alvear, a través del cual se reconstituía la derecha. Pasó con la oposición a Perón, porque los conservadores no querían que predominara la voluntad popular. Cuando a mí me hablan de antipersonalismo, de oposición a la reelección y todo este tipo de cosas, saco el revólver porque lo que tratan de organizar a través de estos lemas es la traición nacional.

–¿Y quiénes representan hoy esa traición?

–¿Querés que te diga los nombres? Macri, Carrió, Cobos, Gerardo Morales, Stolbizer. La lista todavía es larga.
Publicado por OJO HUMANO

PROCLAMA DEL MOVIMIENTO DE RECUPERACIÓN NACIONAL


TODO: En gesta que le costó el fusilamiento, el suyo y el de otro grupo de militares y civiles asesinados por el pelotón de militares que supieron traicionar a su patria y señalar el triste ejemplo de la apostasía, el 9 de junio y días y meses y años subsiguientes daría la pauta de la traición, el cipayismo y la obsecuencia del estilo oligárquico liberal o pro imperio neoliberal o desarrollista o directamente antiargentino, sumiso a Wall Street y a los grandes capitales del poder invisible, cuyas garras abrazaron mortalmente a la Argentina durante 54 años (desde el 16 de septiembre de 1955 hasta mayo del 2003, salvo breves periodos (25de mayo de 1973 con el triunfo y posterior derrota de Cámpora).

A 53 AÑOS DEL ALZAMIENTO CÍVICO MILITAR ENCABEZADO POR EL GENERAL DE DIVISIÓN JUAN JOSÉ VALLE

PROCLAMA DEL MOVIMIENTO DE RECUPERACIÓN NACIONAL

9 de Junio de 1956

Las horas dolorosas que vive la República, y el clamor angustioso de su pueblo, sometido a la más cruda y despiadada tiranía, nos han decidido a tomar las armas para restablecer en nuestra patria el imperio de la libertad y la justicia al amparo de la Constitución y las leyes.
Como responsables de este Movimiento de Recuperación Nacional, integrado por las Fuerzas Armadas y por la inmensa mayoría del pueblo —del que provienen y al que sirven— declaramos solemnemente que no nos guía otro propósito que el de restablecer la soberanía popular, esencia de nuestras instituciones democráticas, y arrancar a la Nación del caos y la anarquía a que ha sido llevada por una minoría despótica encaramada y sostenida por el terror y la violencia en el poder.
> Conscientes de nuestra responsabilidad ante la historia, comprendemos que nuestra decisión es el único camino que nos queda para impedir el aniquilamiento de la República en una lucha estéril y sangrienta entre hermanos, cada día más inevitable e inminente.
> Deploramos que precisamente desde el gobierno se haya cerrado sistemáticamente toda posibilidad de pacificar la República y alcanzar la armonía entre los argentinos, en contraposición con el sentido de responsabilidad, la tolerancia y la paciencia patriótica del pueblo.
> La Nación entera, y con ella la tranquilidad, el bienestar y la dignidad de los argentinos han caído en manos de hombres y de fuerzas que aceleradamente retrotraen a la patria a épocas de sometimiento, de humillación y de vergüenza.
> Su acción nefasta ha desquiciado y lesionado profundamente el orden político, económico y social de la República.
> Este Movimiento de Recuperación Nacional, se lanza a la acción revolucionaria con objetivos claros y un programa concreto para restablecer la soberanía y la justicia social y devolver al pueblo el pleno goce de su libertad y sus derechos.
> Declara objetivos fundamentales de su acción:
> En lo político
> Han violado y desconocido el imperio de la Constitución y de las leyes, sustituyéndolo por un llamado “derecho de la Revolución”, que no es otra cosa que el entronizamiento de la arbitrariedad, sin más normas ni vallas que la omnímoda voluntad de los que detentan el poder.
> Se han avasallado así las garantías y derechos individuales, sustituyéndose a instituciones y personas de la jurisdicción de sus jueces naturales, sometiéndolos a tribunales y comisiones especiales expresamente prohibidas por la Constitución.
> Se ha perseguido, encarcelado y confinado en verdaderos campos de concentración a miles de argentinos no sometidos a proceso y privados del derecho a la defensa, por razones ideológicas o políticas.
> Por idénticas razones se ha privado a miles de argentinos de derechos esenciales, como el acceso a los empleos públicos y la participación activa en la vida cívica de la Nación, sin que tan graves penas provengan de la decisión de la justicia y ni siquiera del juzgamiento de la conducta de los inculpados.
> Como consecuencia de esta arbitrariedad discriminatoria, que divide a los argentinos en réprobos y elegidos, se ha privado de sus empleos a miles de ciudadanos, sin tenerse en cuenta ni su antigüedad, ni su idoneidad, ni su conducta.
> Se ha excluido de la vida cívica del país a la fuerza mayoritaria con el pretexto de inmoralidades y desviaciones en la conducta de algunos de sus dirigentes; verdadera aberración jurídica y moral que podría llevar a la exclusión de todos los partidos, desde que todos padecen o padecieron en algún momento de males similares.
> Se ha fomentado y organizado desde el gobierno la delación y el espionaje contra personas e instituciones, inclusive contra las Fuerzas Armadas.
> Se ha impedido la libertad de prensa, uniformada al servicio del gobierno, interviniendo y entregando arbitrariamente los diarios y revistas a sectores políticos minoritarios adictos al mismo, clausurando los desafectos e impidiéndose la aparición de nuevos órganos de opinión independiente.
> Todo ello unido a la monstruosidad totalitaria de un decreto-ley que bajo penas gravísimas prohíbe a los ciudadanos hasta el uso o empleo individual de palabras, fechas, símbolos, fotografías, nombres y expresiones que se proscriben, configuran los hechos más salientes de un plan siniestro, destinado a ahogar la libre expresión de la ciudadanía, y entronizar en el poder a minorías antinacionales que en su hora enajenaron el patrimonio del país y traficaron con el hambre y el dolor de los trabajadores argentinos.
> Este desborde de la arbitrariedad ha culminado con la abolición de la Constitución Nacional vigente, sancionada por una Convención Reformadora libremente elegida por el pueblo, con la participación de los mismos sectores políticos que apoyan a la tiranía, Constitución que juraron acatar y defender los mismos que hoy la vulneran y suprimen a espaldas del Pueblo y al margen de su libre voluntad soberana, con el evidente propósito inconfesable de abolir disposiciones como las del artículo 40, que impiden la entrega al capitalismo internacional de los servicios públicos y las riquezas naturales del país, juntamente con otras también fundamentales como las que sancionan los derechos del trabajador y las que estatuyen la función social de la economía y la riqueza.
> Por un acto arbitrario y despótico se reimplanta una Carta Fundamental ya superada por la realidad política, económica y social de la República, al amparo de cuya imprevisión y laxitud fue posible en otras épocas la entrega del país a las fuerzas internacionales del capitalismo y el sometimiento, el hambre y la humillación de nuestro pueblo.
> Y para hacer más evidente la burla a la ciudadanía y la prepotencia de la arbitrariedad, ni siquiera se la reimplanta en todo su vigor como norma de convivencia o valla del poder, sino “en tanto y en cuanto no se oponga a los fines de la Revolución”, vale decir, en cuanto no se oponga a la voluntad omnímoda e incontrolada del gobierno. Jamás, en toda la historia, gobierno alguno ha tenido el descaro de hacer semejante profesión de tiranía y despotismo.
> En lo económico
> Se han tomado medidas tendientes a quebrantar la industria nacional, depreciar la moneda, crear el desaliento en la inversión de capitales útiles, elevar los precios acentuando el desequilibrio entre éstos y los salarios, provocar sectores importantes de desocupación, que llevarán por hambre a los obreros a someterse a la voluntad del capitalismo.
> Todo ello unido al desprestigio internacional de nuestra economía por el propio gobierno, a la acelerada contratación de empréstitos extranjeros y a la adopción de determinados compromisos anteriores, constituyen etapas de un plan destinado a retrotraer al país al más crudo coloniaje, mediante la entrega al capitalismo internacional de los resortes fundamentales de su economía.
> En lo social
> Se han desconocido legítimas conquistas de los trabajadores, se ha destruido la organización sindical —base indispensable de la paz social y del progreso del país—, mediante la intervención a la Central Obrera y a todos los sindicatos.
> Se ha perseguido, encarcelado y confinado a miles de trabajadores, y se los ha privado arbitrariamente del derecho elemental de intervenir activamente en la vida de las organizaciones a que pertenecen.
> En síntesis, desde el propio gobierno se ha realizado una acción sistemática tendiente a destruir la organización sindical y anarquizar a los trabajadores, acción que persigue la finalidad inconfesable de debilitar el frente social para posibilitar el camino del sometimiento del pueblo, y con él, del sometimiento de toda la Nación..
> En las Fuerzas Armadas
> Se ha tratado en toda forma de minar su unidad y su armonía y se han desquiciado sus cuadros con la baja o retiro obligatorio de centenares de jefes, oficiales y suboficiales que honraban a la institución por sus virtudes morales y su capacidad profesional.
> Al mismo tiempo se ha obligado a muchos oficiales al desempeño de funciones civiles incompatibles con su estado militar, creándose hacia la institución un lógico resentimiento y desconfianza del pueblo, difícil de superar, y que es la semilla más criminal que podía haberse sembrado para dividir y anarquizar a la Nación.
> Esto es, en lo fundamental, el panorama trágico de las horas difíciles que vive la República. La proliferación de conflictos sindicales, los actos diarios de sabotaje en todo el territorio del país y el continuo descubrimiento en toda la República de planes subversivos o actos de insurrección, denunciados por el propio gobierno, no son (como él pretende, para encubrir su responsabilidad y engañar a la opinión) fruto de la acción aislada de personas perturbadoras, sino síntoma del clima de opresión y subversión en que vive la República y expresión evidente del espíritu indomable y de la decisión del pueblo de reconquistar su libertad.
> Tan grave estado de cosas impulsa nuestra determinación y nos decide a recoger el clamor unánime del pueblo, antes de que la República desemboque en una lucha fratricida que terminará por destrozarla.
> El programa del Movimiento de Recuperación Nacional
> I - En lo político
> Restablecer el Estado de derecho mediante la vigencia plena de la Constitución Nacional y el imperio de la justicia en un ambiente de real libertad y pura democracia.
> Consolidar la soberanía popular mediante la realización de elecciones generales en todo el país en un plazo no mayor de 180 días, con plenas garantías para todos los partidos políticos en el proceso electoral y preelectoral, incluida la utilización con iguales derechos de todos los medios de expresión y difusión.
> Prescindencia absoluta del gobierno en materia electoral y fiscalización de los comicios por las Fuerzas Armadas.
> Libertad efectiva y absoluta de prensa para todos los sectores de la opinión.
> Amnistía general y derogación de todos los decretos y medidas discriminatorias dictados por razones ideológicas o políticas.
> Libertad de todos los presos políticos y sometimiento a la justicia competente de los que hubiesen cometido delitos comunes.
> Reincorporación de los empleados y obreros eliminados arbitrariamente por razones ideológicas o políticas.
> Levantamiento de las interdicciones a personas y empresas e intervención de la justicia en los casos de violación de las leyes en vigor.
> Rehabilitación de los partidos políticos privados de personería v plena libertad para la formación de nuevas fuerzas, dentro de las normas establecidas por la legislación vigente.
> II - En lo económico
> Revisión de las medidas de carácter económico y financiero que pudieran lesionar los intereses nacionales.
> Revisión de las medidas económicas y financieras que afectan seriamente el desarrollo de las actividades productivas.
> Restablecimiento de la plena ocupación y adopción de medidas para contener el alza del costo de la vida.
> III - En lo social
> Devolución del gobierno de los sindicatos a los trabajadores y elección por los mismos de las autoridades de la Central Obrera en un plazo de 45 días.
> Libertad inmediata a todos los dirigentes y obreros detenidos por razones políticas o gremiales.
> Renovación de los convenios de trabajo, de común acuerdo entre los trabajadores y empresarios, mediante los procedimientos determinados por la legislación vigente al 20 de setiembre de 1955.
> Derogación de los decretos y medidas discriminatorias que impiden a miles de obreros su participación en la vida de los organismos gremiales.
> IV - En las Fuerzas Armadas
> Reestructuración de las mismas con vistas a las necesidades de la defensa nacional.
> Reincorporación de jefes, oficiales y suboficiales que poseyendo valores profesionales y morales hayan sido dados de baja o retirados por razones políticas o ideológicas.
> Mantenimiento de los actuales cuadros con la única excepción que determinen los tribunales y organismos competentes que establece la ley.
> V - En el orden internacional
> Respeto y cumplimiento de todos los convenios, pactos y compromiso internacionales concertados por el país dentro de las normas constitucionales y legales.
> Suspensión de la ejecución de aquellos compromisos contraídos en violación de tales normas, a fin de que oportunamente sean considerados por las autoridades legalmente constituidas por los órganos y procedimientos que estatuye la Constitución Nacional.
> Sosteniendo tales principios y comprometiendo ante el pueblo de la República el fiel y estricto cumplimiento de los objetivos señalados, el Movimiento de Recuperación Nacional toma las armas, en defensa de la patria, decidido a pacificar la nación por el camino de la verdadera libertad, en el respeto de la Constitución y la Ley.
> No hacemos cuestión de banderías porque luchamos por la patria que es de todos. No nos mueve el interés de ningún hombre ni de ningún partido.
> Por ello, sin odios ni rencores, sin deseos de venganza ni discriminaciones entre hermanos, llamamos a la lucha a todos los argentinos que con limpieza de conducta y pureza de intenciones, por encima de las diferencias circunstanciales de grupos o partidos, quieren y defienden lo que no puede dejar de querer y defender un argentino: la felicidad del pueblo y la grandeza de la Patria, en una nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.
¡Viva la patria!
Buenos Aires, 9 de junio de 1956.