28 octubre 2008

FIGHT THE POWER!

Alex Rayner en conversación con Emory Douglas, ministro de cultura de los Panteras Negras
Alex Rayner − The Guardian

Emory Douglas no parece el típico objetivo del FBI. Este jubilado de 65 años, padre de tres hijos, tiene un trato agradable. Aunque ante él se haya una montaña de folios DIN-A4, todos ellos documentos del gobierno estadounidense que prueban que El Hombre tenía un ojo puesto en Emory.
“Los conseguí por el Acta de Libertad de Información”, dice el artista, sentado en la galería Urbis de Manchester donde está preparando su primera exposición en Europa. “Sabíamos que nos habían pinchado el teléfono, que nos seguían, que nos visitaban en nuestros puestos de trabajo, que escrutaban nuestras cuentas bancarias.”
“Nos” es el Partido de los Panteras Negras, en cuyas filas sirvió Emory como ministro de cultura y artista revolucionario desde 1967 hasta su disolución, a principios de los 80. Aunque no fue miembro fundador, Emory se reunió con Bobby Seale y Huey Newton tres meses después de que éstos hubiesen fundado el partido, en enero de 1967.
“Huey y Bobby eran muy intelectuales”, recuerda, “y yo era muy inocente, pero quería cambiar las cosas.” Después de haber pasado por un correccional, Emory, hijo de una madre soltera ciega, tenía una gran desconfianza hacia la autoridad, pero también cierta formación en artes plásticas. Así que los Panteras lo pusieron al cargo de su periódico y poco después le nombraron ministro.
El cargo de Douglas implicaba comunicar el mensaje del partido a una comunidad con una baja tasa de alfabetización y muy poca experiencia política. Emory ilustró y diseñó el diario de los Panteras Negras, dibujando imágenes de afroamericanos empoderados, así como la representación de sus opresores, El Cerdo, un animal que valía para todos ellos, desde el policía del barrio hasta el presidente.
Sus carteles se pegaron por doquier en la comunidad negra y fueron distribuidos internacionalmente por la cubana OSPAAAL (Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, África y América Latina).
Emory afirma que los años dorado del partido fueron más o menos entre 1967 y 1974. “Fue cuando más fuerza teníamos”, dice, “y llevábamos a cabo nuestros programas de supervivencia: teníamos programas de desayunos gratuitos, de sanidad gratuitos, de autobuses a la prisión, de distribución gratuita de ropa; incluso teníamos escuelas.”
Pero con tantos dibujos pidiendo que los negros respondieran a tiros a los policías no fue ninguna sorpresa que las agencias de investigación norteamericanas empezasen a interesarse por Emory y compañía. El artista recuerda un día, a principios de la década de los setenta, en que recibió una llamada de un “marchante de arte”.
“Me sugirió que fuera a un hotel para reunirme con él, que me iba hacer rico.” Emory rechazó, así que el marchante volvió llamar al teléfono de un edificio de los Panteras Negras que no aparecía en ninguna lista. Con sospechas fundadas, Emory rechazó la oferta una vez más, y todavía cree que, de haberse reunido con la persona que le llamó, las cosas hubieran sido muy diferentes para él.
“Éramos muy conscientes de las cosas que estaban ocurriendo con los políticos negros”, sigue. “Ellos [el FBI] los llevaban a una habitación y los comprometían con cocaína y cosas así.” Todo lo que el FBI no pudo hacer con los Panteras Negras, según Emory, lo hicieron después otras fuerzas sociales. “Los políticos cambiaron América”, dice, “ellos [el gobierno] permitieron que el crack entrase en nuestras comunidades: preferían tener eso antes que revolucionarios.”
Aunque continuó produciendo arte, hasta el año pasado Douglas trabajó, durante dos décadas, como director de diseño de the Sun Reporter, el diario local. Sólo a partir del 2007, con la publicación de un libro de gran formato y una retrospectiva en el MOCA de Los Ángeles, Emory empezó a recibir la atención que merecía. Está orgulloso de su trabajo y de los logros de los Panteras Negras, pero sostiene que todavía queda mucho por hacer.
“Aún existen tasas muy elevadas de desempleo; el 60% de quienes van a prisión son negros”, asegura. “Los negros que venden crack pasan más tiempo en prisión que los blancos que van a comprarla: hay una disparidad en el sistema.”
Reconoce que una cierta nostalgia rodea al radicalismo (“la gente compra camisetas del Che Guera y no sabe ni siquiera quién es el Che”), pero aún así firma una dedicatoria en una copia de su libro con un “la lucha continúa”, afirmando que, aunque los ideales permanecen, las circunstancias han cambiado.
“La gente no tiene que tomar las decisiones que nosotros tuvimos que tomar: ésa fue nuestra lucha”, dice. “Si salieras a la calle ahora y pidieras esos cambios, te matarían. Nosotros lo hicimos en una época en que conocíamos la ley, lo hicimos dentro de la ley, y ellos no sabían como manejar el asunto.”
“Si la gente se enfrentase a la policía como nosotros lo hacíamos entonces”, reflexiona, “les matarían.”

Traducido para Rebelión por Àngel Ferrero

• Black Panther: Emory Douglas And The Art Of Revolution, a partir del jueves 30 en la galería Urbis de Manchester: www.urbis.org.uk
Fuente: http://www.guardian.co.uk/artanddesign/2008/oct/25/emory-douglas-black-panthers

UNA OPERACION CONTRA LEON GIECO, TERESA PARODI, ADRIANA VARELA Y MERCEDES SOSA

TODO: CON LOS RECIBOS Y LA PRESENCIA DE UNA MULTITUD DE MÚSICOS, ARTISTAS, POETAS, ESCRITORES E INTELECTUALES, CENTENARES, HACER UN ACTO DE PROTESTA FRENTE A LA NACIÓN «TRIBUNA DE DOCTRINA» T EXIGIR LA RECTIFICACIÓN PÚBLICA. CASO CONTRARIO, LAS PROTESTAS Y CHIRRIDOS SERÁN LETRA MUERTA.
ANDRÉS ALDAO




"Noticia" con olor a pescado podrido
Un blog y dos diarios lanzaron la versión de que el Gobierno pagó más de 800 mil pesos a los artistas que participaron de Expo Zaragoza, ocultando que se trata de un monto global.
Por Facundo García

Algunos medios (gráficos y de Internet) salieron por estos días a afirmar que León Gieco, Teresa Parodi, Adriana Varela y Mercedes Sosa habían cobrado un total de 829.362 pesos por presentarse en Expo Zaragoza 2008 en representación de la Argentina. La supuesta noticia apareció en el blog No me parece ( josebenegas.com), donde se exhibían facturas correspondientes a lo que los artistas habían facturado globalmente... sin aclarar que esos montos incluían costos de traslado, músicos, hotelería y fletes. En otras palabras, se acusaba a los cuatro contratados de haberse quedado con toda esa plata en el bolsillo. Lo insólito es que prácticamente nadie se preocupó de chequear la información con los músicos, ni sus representantes. Ni siquiera se consultó a personas que se ocupan de organizar espectáculos. La mayoría prefirió, en cambio, mantener esas difamaciones en los sitios, aprovechando las posibilidades que brinda la web a la hora de expandir rumores de dudosa veracidad.
"Acá hay voluntad de desinformar", se queja Teresa Parodi. "Es la lógica del ataque irreflexivo, arbitrario, que deja de lado todo análisis responsable. Entonces un medio se hace eco de un blog y te atacan durante días sin ni siquiera hacerte un llamado y ver cuál es tu posición." La cantautora correntina aseguró que pondrá "todos los comprobantes de los gastos que se hicieron –incluyendo el viaje en avión y en tren hasta Zaragoza, la estadía allí de nueve personas y el alquiler de equipamientos– a disposición de quien los necesite". La música está convencida de que se la tomaron con ella por su vocación nacional y popular: "Si vos te fijás cuánto sale armar algo así, los precios son los de acá, claro que multiplicados por cuatro o cinco veces porque está todo en euros. Es más: nosotros tuvimos que poner plata nuestra para cubrir los gastos".

Por el ciberespacio, los ataques rebotaron por Seprin y Urgente24, dos portales que varios funcionarios del Gobierno no dudan en asociar directamente con personal desplazado de la SIDE. De ahí el mensaje se trasladó a Perfil y La Nación. "Lo que se publicó hoy en La Nación es una vergüenza. Vos leés el texto y te das cuenta de que el periodista explicó una cosa y el editor tituló, independientemente de lo que señalaba el texto, que 'El Gobierno paga a cuatro músicos

$ 829.362'. Hay una intención deliberada de desinformar", remató Parodi.

"Yo llamé a Perfil para que corrigieran la información que ellos estaban dando y no me dieron bola", se indigna Gustavo Taranto, representante de León Gieco. "Es muy poco serio que mantengan en su portal una mentira, cuando yo les estoy ofreciendo pruebas que desmienten lo que se está difundiendo", resaltó. Al detallar los gastos por once pasajes aéreos, exceso de equipaje por el equipamiento técnico, pasajes de tren en España, fletes, traslados, viáticos para cinco días y alojamiento, queda claro que la cifra refiere a un costo global de producción y no al "cachet" de Gieco, como indican malintencionadamente los rumores. Taranto está justificadamente caliente, y se le nota: "Las agresiones que ves en los foros... es increíble lo que estos tipos generan. Nosotros estamos más que tranquilos, no necesitamos defendernos de nada porque tenemos todo como debe estar: en orden y listo para exhibirlo ante quien lo pida. Duele, eso sí, que por cuestiones políticas se esté empezando a atacar de esta manera a los artistas".

La feria de Zaragoza es uno de los espacios de exposición y promoción cultural y económica más importantes de Europa. En su última edición participaron más de cien países a través de decenas de representantes. Tocó Bob Dylan y el Cirque du Soleil hacía dos pasadas diarias. "Teniendo en cuenta la importancia del evento, y considerando que hay una infinidad de gastos que hay que contemplar, yo diría que 800 mil pesos es muy barato", asegura a este diario Daniel Grinbank, empresario, representante artístico y productor de espectáculos. "Calculo que el 25 por ciento de ese monto se iría solamente en transporte", agrega.

–Las facturas difundidas dicen que ese dinero es "en concepto de contratación", y eso incluye todos los costos para poner al artista en el escenario. ¿Es común facturar así, sin especificaciones, o dejando las especificaciones para otro documento?

Daniel Grinbank: –Desconozco los detalles de este caso. Lo que sí podría asegurar es que no es atípico que se facture así, y más teniendo en cuenta que no se trataba de una situación ordinaria sino de una delegación que iba en representación de la Argentina a un encuentro de primer nivel. Aparte, los costos allá son tan exorbitantes que se vuelven medio inesperados. Si yo quisiera hoy traer a un artista de Europa con la mínima carga, que son mil kilos, estaría gastando treinta o cuarenta mil euros. Y me faltaría todavía erogar los gastos de los acompañantes que van a subir a escena. El que piensa que esos números son caros no sabe la cantidad de gastos que incluye una movida como ésa.

Al cierre de esta edición, la "noticia" seguía expandiéndose viralmente por la red, vía blogs y mails. En los últimos meses, este modus operandi se ha hecho costumbre. Gacetillas que describen desde hecatombes sociales inminentes hasta rencillas de alcoba que tendrían la Presidenta y su marido están a la orden del día. "Esto es una opereta más grande que una casa, de las tantas que se están viendo", resumió un funcionario oficial que prefirió el anonimato. Habrá que ver cómo evoluciona la polémica; entretanto, resulta útil releer un párrafo que escribió José Benegas para Perfil el 7 de junio, en ocasión de la muerte de Bernardo Neustadt, y que transparenta toda una postura con respecto al periodismo: "Bernardo, para los pares que no te supieron valorar, hiciste una gran salida. Te fuiste en pleno Día del Periodista", elogió.

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HISTORIAS DE TERROR DE LA OCUPACIÓN ISRAELÍ

TODO: La gestapo y los SS se ocupaban de aterrorizar a la población civil de los países ocupados, y a las casas donde sospechaban que sus ocupantes eran judíos. ¿cuál era el tremendo delito de estos últimos? Ser judíos... ¿Cuál es el tremendo delito de los pobladores palestinos de Palestina ocupada? Ser palestinos... ¿Quién comete esos crímenes contra la población civil palestina? Soldados imberbes de 18, 19 ó 20 años, dirigidos por un oficial imberbe de 22 sumido en la altivez e insolencia de su poder omnímodo. ¿Quiénes son los enmascarados...? agentes de Shabac.
El espectáculo cotidiano, la rutina de la ocupación. Mientras los gobernantes israelíes se han pasado 60 años haciendo falsas propuestas de paz, los soldados de Israel se han convertido en opresores, verdugos, torturadores y sádicos. Esos muchachos que se incorporan al ejército cuando todavía la leche de madre les cubre los labios, luego de tres años de servicio salen con una baba pustulenta, muchos no pueden dormir de noche, otros viven angustiados, y un alto número aprende las artes de la camorra, la prepotencia. Son parte del "Israel uber alles". Gideon Levy se ocupa todas las semanas de publicar un artículo sobre el comportamiento nazifascista de las patrullas del ejército israelí. Y los pretextos formales y pergeñados en los laboratorios del agit-prop de Tzáhal son siempre los mismos: se dirigen al lavado del cerebro de los israelíes para que sigan apoyando a la gestapo y los SS de Israel (Andrés Aldao)





Cayó la noche y comenzó el registro


Gideon Levy
Haaretz


Es la rutina de la ocupación: cualquier noche los soldados israelíes pueden asaltar a placer cualquier casa en los territorios ocupados y hacer lo que les venga en gana. A veces la cosa termina en nada y es un registro inútil. A veces concluye con arrestos. Siempre produce terror y, a veces, incluso la muerte, como en el trágico caso de Maryam Ayad, de 60 años, que murió en el curso de un registro nocturno en el que los soldados israelíes no encontraron nada.
Nadie se detiene a pensar en el terror que esos registros siembran en el corazón de miles de niños, mujeres y ancianos palestinos. Nadie piensa en la despiadada y flagrante invasión de la intimidad de los pacíficos ciudadanos mientras duermen. Los palestinos, como todo el mundo sabe, nunca son "víctimas de trauma", eso solo vale para los judíos. Sucede todas, absolutamente todas las noches y a veces termina mal, muy mal.
Aunque un médico del ejército israelí dictaminó que Ayad murió de un ataque al corazón, no está claro cómo llegó a esa conclusión. Aunque la Oficina del Portavoz del ejército israelí declaró que no se produjo "exhibición de violencia" por parte de los soldados israelíes, la hija y la nuera de la mujer muerta, testigos presenciales del incidente, afirman que uno de los soldados la empujó. Al caer, Ayad se golpeó la cabeza contra el suelo y comenzó a sangrar a borbotones. A falta de una autopsia nadie puede establecer la causa de su muerte, ni el médico ni el portavoz del ejército israelí.
Sin embargo, podemos dar crédito a las mujeres de la familia cuando afirman que uno de los soldados israelíes efectivamente empujó a Ayad contra el murete de piedra de la entrada sin que la familia ejerciera ninguna violencia contra los invasores de su casa. Cualquier persona que empuja a una abuela de 60 años es responsable de su muerte, con independencia de las circunstancias. Cualquier persona que apruebe los registros nocturnos indiscriminados es responsable del acoso diario e intolerable a familias inocentes.
El camino que conduce a la casa de Ayad atraviesa montañas y desiertos. Antes de que los israelíes construyeran el muro que parte por la mitad la población de Abu Dis, bastaban unos pocos minutos para llegar en coche desde Jerusalén Oriental. Ahora hay que bajar al desierto, pasar Ma'aleh Adumim y Azariyah —un desvío aterrador— hasta llegar a la parte oriental de la ciudad en cuyo centro se alza el muro. Junto a la pared se halla el esqueleto del edificio del Parlamento palestino que se suponía iba a estar ubicado aquí, un silencioso recordatorio de las ilusiones del pasado.
Noche del sábado 20 de septiembre. Eran los últimos días de verano y Abed Ayad sacó un colchón al patio de hormigón y se acostó. Maryam, su esposa, sentada frente a él sobre el murete de hormigón situado a la entrada de la casa, jugaba con Yusuf, de cuatro años, uno de sus tres nietos. La casa tiene dos pisos. Abed y Maryam viven en la planta baja con su hija, estudiante universitaria. Su hijo y la familia de éste ocupan el piso de arriba.
El hijo estaba en Ramallah. Aproximadamente a las 9 p.m. su esposa, Nadia, subió las escaleras para acostar a dos de los niños. Abed es un fontanero en paro. Trabajó en Jerusalén toda su vida hasta que el muro israelí le cortó el acceso a la ciudad. Su conmoción por la muerte de su esposa es todavía evidente.
Pasadas las 10 p.m. Abed se despertó al oír un ruido de voces. Vio que un gran grupo de soldados armados y en uniforme, así como tres hombres enmascarados, habían entrado en el patio, el mismo patio donde ahora estamos sentados. Las descoloridas manchas de sangre de Maryam siguen siendo visibles en el suelo de cemento.
"¿Dónde están los estudiantes?", preguntó en árabe uno de los soldados. Los estudiantes de la Universidad Al Quds, con sede en Abu Dis, suelen alquilar habitaciones en muchas casas de la ciudad. En la planta baja de la casa de los Ayad y de las casas de sus vecinos se alojan los estudiantes que no pueden regresar fácilmente a casa por la noche a causa de los controles israelíes.
El soldado ordenó a Abed que entrara en la casa, encendiera las luces y sacara a todo el mundo afuera. Entonces los soldados entraron y comenzaron a registrar la casa. Abed dice que los soldados eran educados y se comportaban bien, con la excepción de los hombres enmascarados, que eran groseros. Maryam trató de persuadir a los soldados de que no subieran al piso de arriba: "Arriba hay niños durmiendo", les dijo, pero según Abed uno de los hombres enmascarados le replicó: "Vamos a matar a todo el que encontremos ahí".
Abed trató de explicar que no podían ir arriba, pues tal vez su nuera no estuviera vestida, y entonces los soldados dispararon dos tiros en el aire. Yusuf, aterrorizado, preguntó a su abuela: "¿Han venido a matarnos?". Maryam trató de calmarlo y le dijo que sólo buscaban ladrones. La familia dice que Maryam no parecía atemorizada o asustada. Abed fue arriba y le dijo a Nadia que bajara. Dejó a los dos niños más pequeños, Yassin, de tres años, y Mohammed, de dos años, durmiendo en sus camas.
Cuando llegó abajo Nadia vio a los soldados y a los hombres enmascarados, que se dirigieron a ella en árabe. Le dijeron que había alrededor de 20 soldados en el patio. Uno de ellos le preguntó por qué no había bajado a los niños y ella le explicó que estaban durmiendo. El soldado le dijo que matarían a todo el que se quedara dentro de la casa. Nadia pidió permiso para subir a traer a los niños al piso de abajo, pero los soldados le ordenaron que saliera al patio.
En el patio Nadia vio a su suegra sentada con Yusuf sobre el parapeto de piedra. La cuñada de Nadia, Hiba, la estudiante, se sentó frente a ella. Nadia se sentó con ellas y le pidió a su suegra que le contara lo que había sucedido. Maryam le dijo que los soldados buscaban a estudiantes. Hiba dice que uno de los hombres enmascarados estaba especialmente tenso y agresivo. Yusuf volvió a preguntar: "¿Han venido a matarnos?", y su madre trató de tranquilizarlo. Sólo han venido a detener a alguien, dijo.
Carteles recordatorios todavía cubren los barrotes de la ventana. Abed permanece absorto, la mirada fija en el suelo, su boca desdentada enmudecida. Los soldados les ordenaron subir al piso de arriba, allí donde los pequeños Mohammed y Yassin seguían durmiendo. Nadia dijo que Maryam se puso de pie y de nuevo intentó convencerles de que no subieran. A partir de ese momento todo sucedió de forma vertiginosa.
Nadia dice que uno de los soldados empujó a Maryam. La anciana cayó hacia atrás y quedó sentada sobre el bajo parapeto de piedra. A continuación, perdió el equilibrio y cayó hacia atrás sobre el piso de hormigón, golpeándolo con la parte de atrás de su cuello. Nadia pensó que simplemente se había mareado y había perdido el equilibrio. Trató de levantarla, pero Maryam era demasiado pesada. Nadia roció agua sobre su cara. Dice que Maryam emitió una especie de gorgojeo y luego vio un charco de sangre bajo la cabeza de su suegra. Nadia comenzó a gritar pidiendo auxilio.
Abed, que estaba arriba, oyó gritar a su hija, "¡Han matado a mamá, han matado a mamá!". Descendió asustado y vio a su esposa yaciendo de espaldas en medio de un charco de su propia sangre.
Un médico del ejército trató de resucitar a Maryam. La familia le dijo que unos dos años antes Maryam había sido sometida a un cateterismo cardíaco en el Hospital Universitario de Hadassah en Ein Kerem, y que se hallaba bajo medicación pero se encontraba bien. Al rato el médico dijo que lo sentía pero que Maryam estaba muerta. La familia afirma que llamaron a un vecino que es médico pero que los israelíes no le permitieron acercarse. Igualmente prohibieron el acceso a una ambulancia a la que habían llamado. Los vecinos comenzaron a congregarse en el lugar. Una vez que el médico israelí certificó el fallecimiento de Maryam los soldados se marcharon. A la 1:30 a.m., tres horas y media después del comienzo del registro, Maryam fue enterrada en el cementerio de Abu Dis.
Esta semana el portavoz del ejército israelí ha declarado lo siguiente: "En el curso de una operación realizada por el ejército israelí en la noche del 21 de septiembre en Abu Dis, al sur de Belén, una mujer palestina de 60 años tropezó en las escaleras de su casa. Un médico del ejército israelí presente en el lugar intentó por espacio de media hora reanimarla, tras lo cual certificó su muerte. Durante el intento de reanimación los familiares de la mujer informaron al médico que la mujer tenía problemas cardíacos. Una exhaustiva investigación del incidente indica que no existe ninguna relación entre la muerte de la mujer y el operativo militar desarrollado en el lugar. La fuerza militar registró el recinto y cuando la mujer se cayó no se produjo contacto visual, físico o ningún tipo de acto violento entre los soldados y la mujer. El médico que certificó su muerte confirmó de forma fehaciente que la mujer sufrió un ataque al corazón, cayó por las escaleras y murió".
Un par de puntualizaciones a la respuesta de la oficina del portavoz del ejército israelí: Abu Dis no está al sur de Belén sino al norte. La mujer no se cayó en las escaleras sino en el murete de piedra del patio. Testigos presenciales afirman que un soldado la empujó; y es muy dudoso, como ya hemos señalado, que pueda determinarse con certeza la causa de la muerte.

Fuente: http://www.haaretz.com/hasen/objects/pages/PrintArticleEn.jhtml?itemNo=1029313

RECORRIDA POR LA MANSIÓN SERÉ


Cristina Kirchner visitó el centro clandestino que funcionó en Morón

De visita a Morón para inaugurar una escuela, la Presidenta recorrió el lugar donde funcionó la Mansión Seré. El equipo de antropólogos que trabaja allí desde hace ocho años ya recuperó un amplio predio.

El intendente Martín Sabbatella explicó los trabajos de reconstrucción del centro.
La Mansión Seré empezó a recuperarse hace ocho años. Las antiguas instalaciones de la casona que usó la Fuerza Aérea como centro clandestino de detención e incineró en 1978 ahora se empiezan a adivinar debajo de los tinglados y de las estructuras que recupera un equipo de antropólogos y arqueólogos de la Municipalidad de Morón. La presidenta Cristina Kirchner recorrió ayer por primera vez ese espacio: “Más que sorprendida –dijo–, estoy conmovida, esto es conmovedor”.
La casa construida a principios del siglo XX en un predio de los herederos del francés Juan Seré era el casco principal de un terreno de 60 hectáreas, loteada con los años. En 1949 el casco pasó a la Muncipalidad de la ciudad de Buenos Aires y en la década del ’70 a la Fuerza Aérea, que la usó como centro clandestino entre 1977 y 1978. Lo que sucedió en la casa, la fuga de cuatro de sus detenidos y el incendio con el que los militares intentaron borrar las huellas de lo que había ocurrido, se escuchó en los últimos meses durante el juicio que llevó adelante el porteño Tribunal Oral Federal 5. Entre los testigos, la Justicia convocó a quienes participan de la recuperación del centro, cuya investigación toma como base el relato de los ex detenidos. La Presidenta ayer conversó con los investigadores que llevan adelante el proyecto durante el camino hacia el centro clandestino.
El equipo ya recuperó el perímetro del predio de unos 20 x 20. Las habitaciones de la planta alta, de la planta baja y el sótano. “Los escombros de la casa los habían colmado completamente”, dice Antonella di Bruno, una de las primeras antropólogas en el trabajo y directora del área de Derechos Humanos de Morón. “Sin quererlo esos escombros también lo habían protegido, por eso pudimos recuperar las cuatro paredes con los revoques originales, el piso y la escalera que llegaba hasta abajo.”
Durante la recorrida, Cristina quiso entrar al sitio donde funciona un pequeño laboratorio, el lugar donde los antropólogos guardan los elementos que encuentran en las excavaciones, como alambres o los fragmentos de alguno de los pisos, que es una de las cosas que algunos ex detenidos pueden reconocer porque sólo podían mirar para abajo. Apretadísima en ese diminuto espacio primero pasó ella y luego el gobernador Daniel Scioli, el intendente Martín Sabbatella y varios ministros.
La comitiva después caminó unos metros, hasta la Casa de la Memoria y la Vida, un edificio levantado en homenaje a las víctimas. En la planta baja, varios paneles gigantes recuerdan la historia del lugar. Otros sitúan la represión en Argentina. En uno de ellos, un enorme mapa del país contiene puntos con los lugares donde funcionaron los centros clandestinos. En alguna de las zonas, las de mayor desarrollo industrial, las marcas son tantas que parecen un solo gran punto. En otras, no hay puntos. “En Santa Cruz no hubo”, dicen que comentó la Presidenta. “Y es verdad”, dice Di Bruno. “Hasta hoy, en este momento presente, no hay centros clandestinos descubiertos en Santa Cruz. Digo que hasta hoy porque nunca se sabe: todavía queda mucho por averiguar”.
Antes de Mansión Seré, Cristina inauguró el nuevo edificio de la Escuela de Educación Media 14 de Castelar. Durante el acto, habló de “igualdad social y geográfica”, pero también de lo que significa en ese contexto la existencia de la Mansión Seré: “Para que nunca más tengamos que ir a un lugar adonde vamos a ir ahora, porque si todos hubieran sabido, hubieran entendido, si todos hubieran conocido esta Mansión Seré, tal vez, no hubiera sido lo que es”.
Una parte de Mansión Seré era conocida. Por sus dimensiones tan amplias, los vecinos solían recorrer los parques antes y después de la dictadura. Durante la dictadura no, porque todo estaba vallado. Esas fotos y relatos permitieron reconstruir la memoria externa de la casa. El testimonio de los sobrevivientes, la de adentro. “Se podría hacer una maqueta para que todos conozcan cómo era originalmente la casa”, sugirió la Presidenta mientras se retiraba del solar donde las excavaciones todavía no terminan.

“EN ALGÚN MOMENTO HABRÁ QUE EMPEZAR A HABLAR DE LA TOTALIDAD DE LA REPRESIÓN FRANQUISTA”


Entrevista a Francisco Etxeberria, miembro de la comisión de expertos sobre los desaparecidos de 1936

Mikel Peruarena
Berria

Baltasar Garzón ha solicitado la formación de una comisión de expertos para ayudar a esclarecer el caso de los desaparecidos de 1936. Los familiares de víctimas han nombrado a Francisco Etxeberria como miembro de la comisión.El forense y miembro de la Asociación de Ciencias Aranzadi Francisco Etxeberria (Beasain, Guipúzcoa, 1957) ha acogido con tranquilidad la propuesta de los familiares de las víctimas de la guerra de 1936. Participará, por tanto, en la investigación que ha emprendido el juez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón sobre los crímenes de guerra de 1936. Etxeberria tiene clara su tarea: «Hay diversos niveles, el de los políticos, el de los jueces, el de los técnicos y el de las asociaciones y no pueden mezclarse. A nosotros nos piden una cosa muy concreta: proporcionar información para saber la verdad y punto». Es subdirector del Instituto Vasco de Criminología y profesor en la UPV y lleva ocho años investigando las fosas comunes del franquismo. Abrió la primera fosa utilizando el método científico en Priaranza del Bierzo (León, España) en el año 2000. Desde entonces se han abierto unas 170 fosas y Etxeberria ha estado en la mayoría de ellas.
¿Cuál es la tarea de la comisión de expertos que está a punto de formarse?
Algunos estaremos a modo de asesores para ordenar la información que llegue a Garzón. Yo diría que la cosa también es nueva. En los procesos penales, normalmente, cada experto realiza el informe según su disciplina. Aquí, en cambio, estaremos en la misma comisión juristas, historiadores y médicos. Si no me equivoco, nuestra tarea consistirá en extraer de los papeles lo que sea de interés para lo que plantea Garzón.
Hay debate en torno a si Garzón tiene competencia o no para juzgar el caso…
Si a Garzón, o a cualquier otro juez, se le plantearan tres problemas, no podría negarse a investigar, a pesar de que la Fiscalía y algunos jueces no estuvieran de acuerdo. Esos tres elementos son éstos: el primero es que la represión fue general y ocurrió en todas partes; el segundo, que los muertos son población civil, y el tercero, que jamás se han juzgado esos sucesos, ni con las leyes de la República, como es evidente, ni con las leyes franquistas ni con ninguna otra legislación. Esos tres elementos obligan a la autoridad judicial, a Garzón o a cualquier otro, a decir y hacer algo.
Según la Fiscalía, son las audiencias provinciales quienes tienen que juzgar el caso…

Durante estos años, cuando se han exhumado cadáveres de las fosas, siempre se ha hecho saber a los tribunales. Y los tribunales de instrucción han archivado los hechos. Con el beneplácito de la Fiscalía (a menudo no escrito, pero sí verbal). Han dicho que, hasta que en el organigrama de la administración de justicia española no haya criterios claros, no entrarán en eso. Garzón ha entrado y ha hecho un auto, un auto extraño: ha decidido que tiene competencia y ha dicho que quienes hicieron eso son criminales. Es la primera vez que se les llama criminales en un documento judicial y, además, ha hecho una lista.
Y el propio sumario ¿tiene validez?
Al final es posible que todo esto sea simbólico, pero aunque no saliera adelante, los documentos de Garzón tienen un tremendo valor simbólico. De aquí a varios años se dirá que la administración de justicia, de la mano de un juez, consideró esos sucesos como crímenes imprescriptibles y que, además, nombró a los responsables. Eso no lo ha hecho nadie hasta ahora y era necesario que alguien lo hiciera. Tirando de ese hilo están investigando actualmente los crímenes de la dictadura en Chile, a pesar de que no pueda juzgarse a Pinochet porque está muerto. Da igual, la administración de justicia debe investigar los hechos. Eso en España no lo han querido hacer. La Ley de la memoria histórica soslaya esa columna básica de los derechos humanos, hacer justicia. Verdad, justicia y reparación. Ésa es la cuestión.
¿Qué información tiene ahora Garzón en sus manos?
Que yo sepa, le ha llegado una avalancha de papeles. Hay numerosas listas, listas incompletas, errores, etc. Hay de todo. Por otra parte, nosotros hemos exhumado cadáveres del fuerte de San Cristóbal (Pamplona, Navarra) de presos muertos por inanición o por falta de atención sanitaria. Esos también son víctimas, pero no asesinados. O sí, según cómo se mire. ¿Son desapariciones? Tampoco: algunas familias sabían que estaban allí enterrados. Por tanto, ¿tampoco entrarán en la lista de desaparecidos? No lo sé. Esas cuestiones habrá que ir aclarándolas.
Se ha solido decir que no se ha tenido en cuenta a todas las víctimas: batallones de presos, a quienes les robaron el patrimonio, etc.
Garzón ha empezado por el tema que es más mediático, pues las fosas comunes son muy mediáticas. Los historiadores llevan años poniendo pruebas sobre la mesa, pero la imagen de las fosas comunes da una imagen de un terror, de un crimen. Aquí, mañana o pasado, pero en algún momento habrá que empezar a hablar de la totalidad de la represión franquista. La historia de la guerra del 36 está ya muy estudiada. No nos interesa hablar de la historia de la guerra del 36, nos interesa hablar de la historia de la represión franquista, y ése es un tema que llega casi hasta nuestros días. De aquí a varios años se hablará con naturalidad sobre lo que sucedió en la década de 1960 y en la de 1970.
¿Piensa, por tanto, que se abrirá el debate?
Al abrir fosas, no sólo abrimos tierra. No han aparecido huesos, han aparecido personas que tenían una ideología, maltratadas en aquella época y en la historia. Han sido doblemente víctimas. Eso ha cogido mucha fuerza, pero nos llevará a hablar de otras situaciones, y deberá hacerse una crítica severa del modelo de la transición, o de cuestiones que sucedieron en la década de 1970 y que jamás se han investigado. Creo que es eso lo que preocupa a algunos: «éstos ahora hablan de fosas, pero después me hablarán de los estados de excepción en el País Vasco y de cómo se violaron derechos humanos y de quiénes los violaron».
¿Qué queda por hacer en torno a las fosas comunes?
La última la hemos abierto en Palencia (España), hace quince días. Iremos a Palencia porque aquí, en San Sebastián, vive un nieto de un muerto. Nos llamó él. Emigró al País Vasco entre mucha gente que, aunque hasta ahora no haya dicho nada, vino empujada por la represión y que en muchos casos ha pasado inadvertida. Hemos abierto muchas fosas a petición suya. Por lo demás, quedan muchas fosas, pero no se puede decir que vayamos a recuperar todos los cadáveres. Hay que intentar investigar; a veces habrá que exhumar los cadáveres, pero no puede pensarse que puedan exhumarse todos o que todos puedan identificarse. A veces no hemos encontrado las fosas o, sí, las hemos encontrado, pero no se han podido identificar los cadáveres. No se puede crear falsas esperanzas. Pero, sobre todo, faltan políticas públicas de memoria histórica, discursos pedagógicos para educar en una postura contraria a la guerra. No es posible que un alzamiento militar destruya un régimen democrático.
Parece que ahora es más fácil hablar de la memoria histórica.
Ahora todo el mundo habla de la memoria histórica, pero no ha sido así en años anteriores. Ha habido una terrible incomprensión, mucho miedo. No obstante, en algunos lugares en que se han abierto fosas los antropólogos culturales han realizado investigaciones y han dicho que, en lugar de abrir heridas, las han cerrado. Algunos alcaldes nos han dicho lo siguiente: «en nuestro pueblo la guerra se acabó el día en que dimos a la familia rastros del cadáver». Pero hay mucho que hacer. Mire, una editorial alemana me ha pedido una fotografía de una fosa común para utilizarla en una ficha didáctica. Distribuirán 5.000 ejemplares. Mientras tanto, aquí se quiere hacer un homenaje en un pueblo y hay gente que lo ve mal… Llegará el día en que aquí también veremos fichas didácticas de este tipo.

Traducción para www.sinpermiso.info: Daniel Escribano

"ENTRE DOS SISTEMAS IMPERFECTOS ESCOJO EL QUE APUESTA POR LA SOLIDARIDAD HUMANA,

por la igualdad de oportunidades a los que nacen, tengan la cuna que tengan"

Fernando García
La Vanguardia


Silvio Rodríguez (Cuba, 1946) sigue siendo un cantautor revolucionario. Su
compromiso con el socialismo está fuera de duda. Pero el autor de Ojalá reclama cambios a su gobierno. Sin premura, pero sin demoras que pongan en peligro lo conquistado. El trovador cubano pide el fin de las restricciones a los viajes y una modernización del Estado.

¿Qué prepara en este momento?

Trabajo en la posproducción de dos DVD: uno recoge un concierto que regalamos al pueblo de Santo Domingo en 2007, en el estadio de béisbol de la capital. El otro es un concierto de mayo de este año, en el teatro Karl Marx de La Habana. En ambos casos los músicos que me acompañan son el trío Trovarroco, Oliver Valdés y Niurka González. El primer DVD lo está realizando René Arencibia; el segundo, Lester Hamlet, con quien también colaboro en un documental sobre la gira por prisiones que hicimos un grupo de escritores y artistas, entre enero y mayo de 2008.

Estoy componiendo canciones para el primer largometraje de animación en 3D que se hará en Cuba. Se trata de un proyecto del realizador Ernesto Padrón sobre el cuento de magia Meñique (de Laboulaye), del que José Martí hiciera una versión muy hermosa. Además estoy componiendo y grabando temas para un posible disco, que supongo verá la luz en 2009.

¿Cómo encuentra el panorama musical en Cuba, en general, y el de la trova en particular?

Nunca han existido más orquestas y bandas en Cuba que ahora mismo. Hay contratiempos, pero las agrupaciones aumentan en todas las manifestaciones musicales. Desde que se gradúan, los músicos de conciertos confrontan la necesidad de instrumentos, generalmente difíciles de conseguir, sobre todo de calidad profesional; también escasean los recambios, y además en Cuba hay pocos luthieres.

Si se trata de una orquesta grande, como las sinfónicas que hay en varias provincias, requieren de locales de ensayos amplios y luego de teatros con ciertas condiciones. La música llamada popular también confronta angustias, pero crece. Pese a las dificultades materiales la música cubana siempre se está reinventando con creatividad. Ahora mismo no es una excepción. Siguen existiendo problemas con las bandas de rock; pero al parecer es más por indisciplinas sociales que ocurren en torno a los conciertos que por prejuicios con la música.

La trova continúa haciéndose en guetos, como ha sido siempre. La mayoría de los trovadores se la pasan componiendo maravillas, hasta que un día una canción da un salto y los identifica. Buena parte de la trova tradicional sobrevivió gracias a sus admiradores, que prestaron sus salas y sus patios para que se cantara.

El feeling trascendió por los intérpretes de la canción romántica, mientras los compositores descargaban en lugares oscuros, a veces molestados por borrachos. La nueva trova por poco no fue frustrada al nacer, pero tuvo apoyo de muchos jóvenes y de instituciones como Casa de las Américas y el ICAIC. Los trovadores actuales han sobrevivido por el Centro Pablo de la Torriente Brau.

Allí, en su patio de la calle Muralla, en La Habana Vieja, han cantado muchos y han sido grabados sus conciertos. Tener un lugar de confluencia les ha permitido intercambiar ideas y organizarse un poco; gracias a eso ahora sabemos de muchas peñitas diseminadas en diversos rincones de la ciudad.

¿Hasta qué punto cree que las deserciones afectan a la música y el arte cubanos?

Es un mito que Cuba sea el país Latinoamericano de más emigrantes. De Cuba se va un 8 %. De varios países de la región emigra desde un 9 hasta un 20%. Aunque fueran menos, me dolerían las ausencias, sobre todo las económicas. Viéndolo como impacto en la cultura, somos un país con una gran capacidad de auto-reparación. El talento del cubano y las escuelas de arte han hecho un dueto imbatible.

.- Hace pocos meses participó en una gira por las cárceles cubanas. ¿Qué enseñanzas extrajo? ¿Cómo encontró el trato que los presos reciben del Estados y las autoridades?

Una enseñanza fundamental se la escuché decir con modestia, pero con sabiduría, a los trabajadores de las Prisiones: "Ninguna cárcel es buena". Sin perder de vista esa certeza, en las cárceles cubanas hay realidades que rompen los esquemas y muchos prejuicios. Para ser presidios de un país del tercer mundo y para colmo bloqueado, se ven experiencias de rehabilitación asombrosas, lamentablemente poco conocidas.

Discutí mucho con las autoridades de prisión sobre la necesidad de divulgar esos logros. No era la primera vez que hacíamos una gira por prisiones; en esta ocasión el hecho fue más publicitado, creo que para bien. Quizá por eso nuestra visita dio lugar a ciertas mejoras materiales, al menos en las 16 cárceles que visitamos. El arte se genera en una parte inaprensible del ser humano; en todos los presidios nosotros compartimos la escena con los reclusos y con los custodios. Allí descubrimos aficionados con vocaciones muy fuertes.

Hace poco leí que una orquesta sinfónica de Madrid había empezado a visitar algunas prisiones españolas. Traté de seguir la secuencia, pero fue una noticia solitaria. Aún así me sirvió para pensar en la posibilidad de hacer lo mismo aquí, cuando superemos los desastres que nos dejaron los ciclones.

¿Cómo ve las tendencias, los gustos y las modas musicales de las nuevas generaciones?

Creo que siempre he estado algo desfasado respecto a algunas manías momentáneas. En mi juventud escribí una canción llamada Aunque no esté de moda. El sábado pasado encendí la televisión y, en un programa de horario estelar, vi un montón de caras completamente nuevas para mí. La tendencia musical que parece predominar es la de largos discursos sobre ritmos hipnóticos. Yo mismo tengo un hijo que hace rap.

El actúa en las afueras de La Habana, en eventos medio clandestinos que hacen los jóvenes en las playas. Me da igual el estilo que adopte, siempre que lo anime un espíritu artístico, como es su caso.

Todas las épocas tiene sus corrientes y desagües. Lo valioso comienza confundido entre el montón, quemándose en el crisol de la perseverancia. Lamentablemente no sólo queda hojarasca en el camino; también caen talentos que no tuvieron suerte o la consistencia necesaria. Es muy importante que los jóvenes artistas se cultiven y que no paren de superarse. Las instituciones culturales debieran estar llenas de personas cultas, de expertos detectores de talentos para prestar ayuda a los jóvenes.

Los medios y las nuevas tecnologías de la comunicación han hecho a Cuba más permeable a consumos que durante años se venían rechazando. Esto incluye a la cultura. ¿En qué medida considera estas influencias positivas y en qué modo le parecen negativas?

En lo personal veo como positivo lo que me libera, pero no a tontas y a ciegas, porque hay ensanchamientos que son anzuelos para incautos. Entiendo que Ud. me habla de que la tecnología puede introducirnos hábitos de las sociedades de consumo y yo parto de que es necesario –inevitable- aprender el mundo, con defectos y todo. Por conocer la diversidad se llega a saber que no todo lo que hace otro es bueno para uno mismo. Tampoco es secreto que los llamados "medios" suelen responder a los intereses que dominan.

Las tradiciones –las culturas, las ideologías- se defienden justificándose y descalificando a quienes no acatan sus normas. Una característica de la llamada "cultura occidental" es su fanatismo por la tecnología. Los que no lucen el último artificio son vistos, al menos, con lástima. Pues yo no le encuentro sentido a la tecnología por la tecnología, y tampoco al consumismo desenfrenado. Son hábitos que están agotando los recursos y dejando sin futuro a nuestros hijos. Sin embargo la tecnología puede estar en función del mejoramiento humano y de la forma de ser de cada cual.

Décadas de bloqueos y restricciones pueden propiciar deslumbramientos. Pero que podamos ser ingenuos no quiere decir que la tecnología adolece de un pecado original. Porque la inteligencia también puede reformular los avances –cualquier conocimiento- en función de la propia identidad.

En el reciente congreso de la Unión de Escritores y Artistas Cubanos se debatió largo y tendido sobre el trabajo artístico y su remuneración en Cuba. Según se mire, y según los casos, algunos artistas cubanos pueden parecer injustamente tratados o, por el contrario, como privilegiados. Pero éstas son visiones desde fuera. ¿Cuál es la suya desde dentro?

El mundo del espectáculo está universalmente sobredimensionado, muy especialmente la industria de la música, que genera toneladas de dinero. Pero en Cuba, a pesar de sus valores, la mayoría de los músicos tiene que esmerarse para vivir al día. En nuestro país sólo la música bailable y algunos artistas plásticos consiguen ser solventes. Los otros pocos artistas que vivimos mejor hemos obtenido estabilidad económica por nuestro trabajo ocasional en el exterior. Por su parte grandes actores han tenido que trabajar como boteros (taxistas); otros han emigrado para sobrevivir (también los hay que no han soportado vivir afuera ni con éxito).

Los escritores y los cineastas, desde antes de la Revolución, han sufrido limitaciones económicas. Pero este problema no es sólo del sector cultural, que además es uno de los mejor pagados del país. Tenemos deudas de retribución, por ejemplo, con los profesionales, con los deportistas, con todo el pueblo.

El congreso de la UNEAC fue significativo porque, después de un largo período de aparente apatía, se juntaron muchos intelectuales a tratar de empujar el carro de la sociedad. A mí me parecieron trascendentales las observaciones sobre el deterioro de algunas zonas del sistema educacional, que es una de nuestras glorias sociales. Porque resulta que actualmente la enseñanza, incluso la artística, es uno de los trabajos peor remunerados. Y es más que justo invocar la dignificación del trabajo cuando se trata de un drama nacional.

En ese congreso se habló de "los hijos que están fuera". Es un asunto que linda con el de los problemas para salir del país, causados en gran parte desde fuera pero también desde dentro. Hace unos meses usted se pronunció en contra de distintas restricciones en la Cuba de hoy. Algunas se han levantado, pero otras siguen ahí, entre ellas las relativas a las salidas. ¿Cree que hay un freno, como dicen algunos comentaristas foráneos?

Desde sus comienzos se viene diciendo que la revolución es voluntaria. En nuestra isla todas las familias están rotas por alguna parte. No hace meses sino años que me pronuncio pública y privadamente sobre cuestiones que considero urgentes, como lo es eliminar el permiso de salida y entrada de los naturales cubanos a su país.

Ese trámite fue una solución coyuntural de hace décadas; hoy parece más una restricción a los derechos ciudadanos y creo que sobra. Circulan diversas hipótesis de por qué no se acaba de tomar la medida, pero el gobierno es cauteloso con el tema. Este tipo de restricción a la libertad encaja divinamente en la mala fama del llamado socialismo real. Yo soy de la opinión de que romper con ese tabú sería muy positivo para la salud del socialismo, incluso del cubano.

¿Qué otras cosas habría que cambiar?

Creo que el estado cubano tiene que ser modernizado. Nos redujeron a ser una plaza sitiada y eso contribuyó a nuestro encapsulamiento, pero ahora pesa el exceso de centralización. Se crearon fórmulas que funcionaron en las condiciones de antaño y el cuestionamiento de esas fórmulas continuó siendo responsabilidad de pocos. Cuando son juez y a la vez parte, hasta las verdades más puras corren el riesgo de irse volviendo autocomplacientes.

Esto va creando una retórica oficial que hasta por estética distancia a las nuevas generaciones de las esencias; se da lugar a vicios, a nuevas formas de corrupción, a oportunismo, a demagogia. Hay dos cosas que necesita una sociedad: una es generar entusiasmo y la otra es ofrecer seguridad. A veces ocurre la maravilla de ver estas dos virtudes juntas: para las generaciones anteriores el entusiasmo lo producía la confrontación con las fuerzas que negaban a la Revolución ―que a su vez le aportaba seguridad al pueblo, haciéndole justicia.

Las nuevas generaciones viven en otra realidad: la justicia por la que antes se luchaba ahora está institucionalizada. Algunos jóvenes sólo sienten las incomodidades de vivir en un país donde casi todo escasea y con demasiados absurdos administrativos. Para ellos lo foráneo llega a convertirse en quimera. Por su parte los enemigos ya no necesitan desembarcar en nuestras playas: saben que el bloqueo nos hace más daño que cualquier invasión y además han tejido una vasta red de propaganda, a través de la prensa e Internet.

Ante una agresividad que ha sabido evolucionar con los tiempos, a veces las defensas del gobierno parecen obsoletas. A mi modo de ver el centralismo debe ser superado por un sistema más pragmático y maduro. Ya sé que con premura no se puede desenredar una madeja. Ante tanta hostilidad cualquier paso trascendente es más riesgoso que cuando la Revolución era joven. Pero quizá de eso dependa que tantos sacrificios no se malogren.

¿Es usted partidario de una mayor apertura política y/o económica? ¿Con qué límites? ¿No hay un mayor apremio tras el devastador paso de dos ciclones?

Cuba ha estado siempre en el centro de ciclones más feroces que el Gustav y el Ike, sin desdorar la crueldad de esos meteoros. Quienes nos asfixian nos han hecho más daño que todos los huracanes. Fíjese que en los primeros días del desastre, salvo honrosas excepciones amigas, incluyendo la de España, la solidaridad con Cuba parecía cicatera, cuando no una formalidad.

Aún así, en los lugares más golpeados no se ha parado de trabajar durísimo y los que lo han perdido todo mantienen la confianza en su país, por los principios de solidaridad que siempre practicamos. Ante una tragedia como esta deseo menos que mi país retroceda a un sistema que estimula el egoísmo, la futilidad y la explotación; un sistema que ahora mismo está dando serias señales de fracaso.

Si no fuéramos socialistas esto nos hubiera costado miles de vidas y muchas más pérdidas materiales. Por experiencia propia sé que el socialismo puede haber muchos absurdos, pero entre dos sistemas imperfectos escojo el que apuesta por la solidaridad humana, por la igualdad de oportunidades a los que nacen, tengan la cuna que tengan. Claro que quisiera que el socialismo cubano evolucionara hacia formas más participativas y democráticas, lo que yo entendería más como profundización que como apertura.

Al respecto, el gobierno cubano acaba de plantear, al menos verbalmente, la posibilidad de que los cubanos incrementen sin límites sus salarios, en la medida en que trabajen más. El estado cubano se declara dispuesto a remunerar el esfuerzo laboral sin poner techo. Creo que ahora debiéramos facilitarle el camino al trabajo.

Más en particular ¿Qué les pediría a Raúl y Fidel?

No creo que envíe mensaje alguno a través de un periódico, ni siquiera de Granma. No me gustaría que Fidel o Raúl, entre los papeles que les ponen a diario sobre sus mesas, encontraran una nota periodística con un mensaje mío.

Comprendo que los medios pueden llegar casi a todas partes, pero lo que necesito hacer saber lo canto o lo escribo. Así que seguiré corriendo el riesgo de que un cuadro con iniciativa "me suspenda la función" o "me archive en copias y no en originales".

¿Cuál es su balance de 50 años de revolución?

Puedo resumirlo preguntándome cuánta gente pasa por la vida sin encontrarle sentido a la existencia, sin una razón de ser, sin un trazado mínimo de coherencia. Ser hijo y ser fiel a un pueblo como el cubano es de las mejores vidas que se puedan tener. Ese ha sido uno de mis privilegios y el de muchos de mi generación. Así que mi recuento puede que no sea ideal, pero es satisfactorio.

¿Por qué no repitió como candidato a diputado nacional del Poder Popular?

Empecé en la cuarta legislatura, en 1993, a principios del llamado Período Especial, justamente cuando se derrumbó el campo socialista y se anunciaba que la Historia había terminado. "Si entonces escribí la canción El necio (de compromiso y lealtad a la Revolución), lo más consecuente era responder al llamado de mi país cuando fui elegido sin haberme postulado. Un lustro después acepté integrar la quinta legislatura y otro más tarde la sexta, lo que hicieron un total de 15 años como Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Honor para mi currículo y suficiente tiempo para alguien como yo, sin vocación de político.

¿Qué cabe esperar de un cambio en la presidencia de Estados Unidos? (Si gana Obama / Si gana McCain)

Hay quienes dicen que a la larga los republicanos resultan para Cuba más benévolos que los demócratas. A mí me parece que, gane quien gane, la tarea que tiene el próximo presidente es formidable: recuperar no sólo la confianza internacional en los Estados Unidos, sino la de sus propios ciudadanos en la seguridad de su sistema. Ojalá se imponga Obama, para bien de su pueblo y para que el acto de ganar un afroamericano sea una contribución a ese mundo nuevo que prometen.
El mundo vive horas de cambios y turbulencias, unas más inquietantes que otras.

¿Cómo ve usted el futuro?

Veo con esperanza los procesos de izquierda en Latinoamérica. Confío en que no cometan nuestros errores; se lo dije una vez al presidente Chávez. Confío en que cada vez más haya un frente común y en que consigamos convertirnos en un haz de naciones hermanas y solidarias, para que el sueño de Bolívar, de Martí y de tantos próceres se realice. Ojalá más temprano que tarde exista una Unión Latinoamericana y del Caribe, como hoy existe una Unión Europea.

Espero que las agresiones se acaben en todo el mundo; que regresen a sus hogares los jóvenes que fueron enviados a matar y a morir por causas más que dudosas. Espero que israelíes y palestinos consigan entenderse y se acabe esa vendetta que atraviesa los siglos y que es dolor de tantos. Espero que se deje de gastar en armas y que todo ese dinero se invierta en salud y en educación para los países del tercer mundo, muy especialmente para África, donde existe una pobreza inadmisible para vergüenza de la humanidad.

Espero que todos los niños que nazcan, sin excepción, tengan derecho a la vida, a los alimentos, a la salud, a los estudios y más tarde al trabajo. Espero que el concepto de minorías étnicas desaparezca como forma de discriminación, que todos tengamos los mismos derechos y seamos considerados iguales, por encima de géneros, razas, credos, preferencias sexuales, etcétera y etcétera.

Espero que crezca la conciencia ecológica y el poder para detener la depredación ambiental, de modo que paremos la destrucción de nuestro planeta. En estos días cada vez más analistas coinciden en que está comenzando otra Gran Depresión y que después ya nada volverá a ser igual. Espero que los pobres no paguen una vez más la irresponsabilidad de los ricos. Espero que Estados Unidos levante su bloqueo contra Cuba.

Soy una rara combinación de pesimista con utópico. Tengo muy mala puntería cuando anuncio mis esperanzas. Muchas veces digo que va a pasar algo y ocurre lo contrario. Esto me ha hecho supersticioso con mis propios deseos. Y para que vea que es cierto, o sea invocando el reverso de lo que digo, voy a terminar diciendo que el futuro del mundo es el infierno.

http://www.lavanguardia.es/lv24h/20081025/53566269875.html