28 agosto 2007

Morales amenaza con "decisiones radicales" contra la política de EE UU en Bolivia




El presidente indígena acusa a Washington "de conspirar y no cooperar"
EFE - La Paz - 28/08/2007

El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha anunciado "decisiones radicales" contra determinados embajadores extranjeros, después de que la semana pasada, su vicepresidente criticara que la legación diplomática de Estados Unidos apoya abiertamente a los grupos de la oposición.

En concreto, el mandatario indígena ha denunciado que su país padece "agresiones externas". "No puedo entender cómo algunos embajadores se dedican a hacer política y no diplomacia en nuestro país", ha dicho, en clara referencia a Estados Unidos. "No sé hasta cuándo vamos a aguantar..., tomaremos decisiones radicales contra esos embajadores que provocan permanentemente; no tenemos ningún miedo", ha asegurado el gobernante.
Morales no ha mencionado a ningún embajador, pero después de lanzar la advertencia ha criticado el hecho de que "algunos países" respalden a Estados Unidos, país que desde que el presidente asumió la Presidencia, le ha criticado en distintas ocasiones. Se trata, ha dicho, de una nueva "conspiración interna y externa" en su contra. "Eso no se llama cooperación, eso se llama conspiración", ha lamentado.
La embajada de EE UU ha contestado a las amenazas presidenciales asegurando que su cooperación en el país andino es "apolítica" y "transparente".
Pulso de la oposición
Las declaraciones de Morales llegan en el momento más delicado de su mandato, con la oposición plantando cara a sus políticas con protestas en las calles, que hoy arrancan en varios puntos del país. Los paros están previsto que se desarrollen en seis regiones (Santa Cruz, Tarija, Beni, Pando, Chuquisaca y Cochabamba) "en defensa del Estado de Derecho". Estas protestas serán contrarrestados con una concentración de más de 100.000 simpatizantes del Ejecutivo de Morales, principalmente campesinos e indígenas. "Solo piensan día y noche en cómo tumbar a este indio", ha dicho Morales sobre la oposición a su gobierno en un acto celebrado en La Paz.
Un senador de la alianza conservadora Poder Democrático y Social (Podemos, derecha), ha dicho que el objetivo es reclamar al gobierno por "sus agresiones a la democracia y a la libertad" y no llamar "a la confrontación".
El Poder Judicial también ha convocado una huelga para los próximos jueves y viernes, en protesta por la decisión del gobierno de enjuiciar a cuatro de los cinco magistrados del Tribunal Constitucional (TC) acusados por Morales de prevaricación. A juicio del mandatario izquierdista, ambos paros están convocados "para frenar el proceso de cambio" que su gobierno impulsa y desprestigiar su labor.

El justiciero de la Casa Blanca




Rabiosamente fiel a Bush, el hispano de más éxito en la política estadounidense urdió y blanqueó las políticas más tenebrosas

BARBARA CELIS - Nueva Orleans - 28/08/2007

Si la justicia tuviera nombre y apellidos, difícilmente se llamaría Alberto Gonzales. A pesar de que este hispano de 52 años haya ejercido desde febrero de 2005 como fiscal general estadounidense, un cargo equivalente al de ministro de Justicia en España, la oscura estela de escándalos legales que deja a su paso, intrínsecamente unida al legado con el que la Administración de Bush pasará a la historia, no dejarán su nombre precisamente en un pedestal.
Sanción de la tortura de estado a través de leyes como la Patriot Act y la Ley de Comisiones Militares, desprecio explícito por la Convención de Ginebra y los Derechos Humanos, extensión desmedida del poder ejecutivo, espionaje ilegal de estadounidenses, purga entre los fiscales infieles al partido republicano... Si hubiera que resumir su carrera en la Casa Blanca, que arrancó como principal asesor legal del presidente en 2001, éstas serían las perlas con las que se coronaría el currículum de un abogado -"mi abogado", así lo llamaba el presidente- que unió su nombre al de Bush cuando éste aún era gobernador de Tejas en 1994 como su consejero.
Su ascenso hasta la cima de la justicia estadounidense ha ido en paralelo al del propio presidente, el último de sus defensores y su fan más ferviente, el único que durante los últimos meses, y ante las voces demócratas y republicanas que pedían su cabeza por haber despedido a ocho fiscales por motivos políticos, continuaba defendiendo a su más leal colaborador, al hombre que tejió el monstruo legal, cargado de ilegalidades, en el que se ha escudado la Administración de Bush para llevar a cabo su guerra contra el terrorismo.
Callado y discreto durante las reuniones de Gobierno, su rostro afable pero poco dado a la expresividad nunca desvelaba sus verdaderas opiniones, según sus colaboradores. Su inescrutabilidad y su calma quizá haya que buscarla en su pasado, en esos días que transcurría en Houston, la ciudad en la que creció, observando en silencio el campus de la Rice University, donde vendía refrescos con 12 años para ganarse unos dólares mientras soñaba con llegar a graduarse.
Pese a ser el segundo de ocho hijos nacido en el seno de una humilde familia de inmigrantes mexicanos, Gonzales consiguió el título en leyes de la Rice University y también el de Harvard y ascendió profesionalmente hasta convertirse en el latino más influyente de un Gobierno estadounidense. "Yo he vivido el sueño americano. Incluso mis peores días como fiscal general han sido mejores que los de mi padre", dijo ayer como colofón a una breve aparición pública confirmando su dimisión.
Comenzó trabajando en Houston para una firma de abogados y desde allí saltó al protectorado de Bush, quien se convirtió en su mejor amigo y aliado y viceversa. Primero fue su asesor legal, alcanzando el primero de sus cuestionables méritos jurídicos al revisar para él las peticiones de clemencia de los condenados a muerte en Tejas. Juntos se convirtieron en la pareja de gobernador-consejero que ha batido todos los récords de ejecuciones de un Estado (150 personas en seis años).
De asesor legal, Gonzales escaló a secretario de Estado para culminar en 1999 con un asiento en el Tribunal Supremo de Tejas, pese a no tener experiencia como juez.
Tampoco tenía excesivos conocimientos sobre leyes federales o seguridad nacional, pero a Bush le importó poco. Una vez alcanzada la Casa Blanca, el presidente le convirtió en el asesor legal más poderoso de su Gobierno. Tras los atentados del 11-S, Gonzales le devolvió el favor ayudándole a transformar su presidencia en reinado, urdiendo una amplia red de normas para extender el poder ejecutivo del presidente y elaborando leyes con las que justificar torturas y abusos en la guerra contra el terrorismo.
Dos meses después del 11-S, Gonzales ponía su firma en un memorando en el que se transformaba a los detenidos en la lucha contra el terrorismo en combatientes enemigos, se creaban tribunales militares para juzgarles y se les negaba el derecho al hábeas corpus, entre otros. Como asesor legal también se atrevió a definir la Convención de Ginebra como "obsoleta" y a justificar el uso de las torturas mediante vericuetos verbales en los que más tarde se escudarían los acusados de practicarlas en las cárceles de Abu Ghraib y Guantánamo. Revisó informes de la CIA y el Departamento de Defensa en los que se reconocía la inmunidad de quienes incurrieran en torturas realizadas con permiso presidencial o "no intencionadas" y a todas le dio el visto bueno. Interrogado por el Congreso al respecto cuando el memorando salió a la luz en 2004, Gonzales se escudó en su falta de memoria, algo que también hizo al ser interrogado, ya como fiscal general, sobre el escándalo de las escuchas ilegales utilizadas por el FBI para espiar a los estadounidenses.
Con su salida del Gobierno quedan enterradas sus aspiraciones de llegar hasta el Tribunal Supremo estadounidense, un sueño que acariciaba en silencio, ya que Bush parecía ser el único dispuesto a ayudarle. En diversas ocasiones durante la actual presidencia su nombre había sonado entre los posibles candidatos. Pero Gonzales carecía del apoyo del ala más derechista de los republicanos, que temían que fuera demasiado blando en cuanto a temas como el aborto y contaba con el repudio total de los demócratas por su trayectoria como arquitecto legal en la guerra contra el terrorismo.
Su nombramiento al frente de la fiscalía era parte del plan urdido por Bush para que Gonzales ganara méritos. Pero con todos los escándalos que le han salpicado y tras descubrirse el pasado diciembre que había despedido a nueve fiscales por lo que a todas luces parecía una purga dirigida a castigar a quienes no habían mostrado con sus decisiones judiciales fidelidad absoluta a las ideas o intereses del partido republicano, el sueño americano de Gonzales se ha hecho añicos.

Detenidos mafiosos chechenos y policías rusos por el asesinato de Politkóvskaya



La fiscalía anuncia 10 arrestos por la muerte de la periodista crítica con el Kremlin

RODRIGO FERNÁNDEZ - Moscú - 28/08/2007

Los organizadores, los cómplices y los ejecutores del asesinato de Anna Politkóvskaya están todos detenidos, según declaró ayer el fiscal general ruso, Yuri Chaika. La periodista, de 48 años, conocida por su crítica cobertura de la guerra de los rusos en Chechenia, fue asesinada en octubre de 2006 en Moscú. Entre los detenidos hay miembros de una banda chechena y agentes de seguridad rusos. Sus asesinos también pueden estar implicados en la muerte del jefe de la edición rusa de la revista Forbes, Paul Khlebnikov, y del vicegobernador del Banco Central, Andréi Kozlov.
Nóvaya Gazeta, el periódico donde trabajaba Politkóvskaya, señala que la detención de 10 personas en relación con este crimen confirma lo que denunciaba esta periodista en sus artículos críticos, por los que finalmente fue asesinada: la unión entre el mundo criminal y el de los órganos del orden público.
Entre la decena de personas detenidas, hay tanto hombres pertenecientes a "un grupo criminal étnico, como miembros de las instituciones del orden público y de los servicios de seguridad", se dice en el artículo publicado ayer por Nóvaya Gazeta en su página digital.
Poco después de la nota divulgada por el diario, el fiscal general confirmaba esta información y daba detalles adicionales. Así, según Chaika, el grupo criminal estaba encabezado por un checheno, y de él formaban parte al menos un policía y un agente del Servicio Federal de Seguridad ruso (SFS, sucesor del KGB).
Ese grupo criminal se especializaba precisamente en los asesinatos por encargo, y podría haber sido también el ejecutor de otros dos sonados asesinatos -el de Khlebnikov y Kozlov-, así como del secuestro de militares y otras personas con el fin de obtener rescate en metálico.
El fiscal Yuri Chaika cree que el hombre que pagó y encargó el asesinato de Politkóvskaya está en el extranjero. "En cuanto a los motivos del asesinato, los resultados de la investigación nos hacen llegar a la conclusión de que sólo personas que se encuentran fuera de la Federación Rusa podían estar interesados en liquidar a Politkóvskaya".
El asesinato "conviene, ante todo, a aquellas personas y estructuras que buscan desestabilizar la situación en el país, cambiar el orden constitucional, crear crisis en Rusia, regresar al sistema de dirección en el que todo lo resolvía el dinero y los oligarcas, desprestigiar a los líderes del Estado ruso y provocar desde el exterior presiones sobre los dirigentes de nuestro país", señaló Chaika.
Estas declaraciones son una incriminación indirecta contra Borís Berezovski o Leonid Nevzlin, oligarcas que se vieron obligados a huir de Rusia, donde son perseguidos por la justicia, y contra los que ya habían apuntado su dedo acusador medios cercanos a los servicios secretos.
Aunque Nóvaya Gazeta ha expresado su agradecimiento al equipo investigador, con el cual coincide en muchas cosas, difícilmente podrá aceptar la explicación del fiscal. El periódico de Politkóvskaya ya se temía que el caso podría ser utilizado por el actual régimen con fines políticos, y que los que realmente encargaron el asesinato podrían no ser nombrados.
"Naturalmente, decir que el asesinato de Politkóvskaya ha sido esclarecido es todavía prematuro. No han sido detenidos todos los participantes y habrá que demostrar la culpa de aquellos que han sido arrestados", señala la información publicada ayer. Nóvaya Gazeta afirmaba que la complicidad entre la banda criminal y miembros de órganos del orden público era un lucrativo "negocio conjunto de muchos años". Si se comienza a "desenrollar esta madeja, saldrán a luz los detalles de muchos casos criminales sonados que hasta el día de hoy siguen sin aclararse", agregaba el periódico.
Pero adelantándose a las declaraciones de Chaika, Nóvaya Gazeta advertía que no tiene "ninguna garantía de que los apellidos de los que realmente encargaron el crimen y los que figurarán en el acta acusatoria serán los mismos". El periódico hacía notar que "es muy grande el peligro de que alrededor de las circunstancias del asesinato de Politkóvskaya se realicen operaciones especiales electorales", ante los próximos comicios parlamentarios (diciembre) y presidenciales (marzo).
Lugar del crimen
Politkóvskaya fue asesinada a la entrada de su casa en Moscú en octubre pasado y, según Nóvaya Gazeta, el que hizo los 15 disparos que impactaron en el cuerpo de la periodista -el primero y el último, en la cabeza- estudió minuciosamente el lugar del crimen. Al menos dos veces el asesino entró en el edificio donde vivía Politkóvskaya, a la que mató cuando la periodista se disponía a salir del ascensor.
Viacheslav Ismáilov, colega que investiga la muerte de Politkóvskaya, había sostenido que los asesinos pertenecían al entorno del líder checheno prorruso Ramzán Kadírov. Politkóvskaya lo acusaba de ser asesino, torturador, secuestrador y extorsionador, además de cobarde. Su asesinato ocurrió cuando preparaba un artículo sobre las torturas sistemáticas en Chechenia.
Tres luchadores contra la corrupción
El fiscal general ruso, Yuri Chaika, confía en que la banda criminal que asesinó a Anna Politkóvskaya sea la misma que mató en julio de 2004 al jefe de la edición rusa de la revista Forbes, Paul Khlebnikov, y a mediados de septiembre de 2006 al vicegobernador del Banco Central, Andréi Kozlov.
Las conclusiones de Chaika son cuando menos asombrosas, puesto que la policía había arrestado con anterioridad a la detención de los asesinos de la periodista a tres chechenos, que fueron juzgados y declarados culpables del asesinato de Khlebnikov. Es verdad que el proceso fue un fiasco total, y a la postre los tres imputados fueron absueltos.
Después de resultar absueltos, la fiscalía insistió para que el Tribunal Supremo anulase la sentencia exculpatoria. El Supremo ordenó a finales del año pasado un nuevo juicio, lo que significa que los hombres del fiscal estaban, por lo menos hasta hace poco, convencidos de la culpabilidad de esos chechenos, que no están implicados en el asesinato de Politkóvskaya.
El caso del periodista Khlebnikov continúa siendo un misterio. Lo único que se sabe es que el director de la edición rusa de Forbes tenía muchos enemigos poderosos, ya que investigaba los turbios negocios de la era pos-soviética y la corrupción reinante en Rusia. A su pluma pertenece la obra El padrino del Kremlin, una biografía sobre el oligarca Borís Berezovski, publicada en 2000. Años antes, Berezovski había llevado a un juicio -que ganó- a Forbes por un artículo de Khlebnikov, en el que éste le acusaba de supuestas actividades criminales. Su otro libro, Conversaciones con un bárbaro, es la transcripción de 15 horas de charla con Jozh-Ahmed Nujáyev, ex guerrillero checheno y empresario petrolero.
En cuanto a Kozlov, fue asesinado a la salida del estadio donde había estado jugando al fútbol. Kozlov respondía en el Banco Central por la lucha contra el lavado de dinero. Dos cosas unían a Politkóvskaya, Khlebnikov y Kozlov: estas tres personas eran unos luchadores sin compromisos en favor de la transparencia y en contra de la corrupción.

El muro de Cisjordania, una serpiente de 'graffiti'



'Artistas sin barreras', una organización compuesta por israelíes y palestinos, protestan a través del arte y la no-violencia contra la construcción del muro que se ha transformado en un destino obligado de los turistas
EFE - Jerusalén - 27/08/2007


El muro que separa a Israel de Cisjordania se ha convertido en una serpiente gris que se contornea por colinas y montañas con decenas de graffiti que activistas y visitantes han dejado sobre su piel de cemento. "Libertad para Palestina", "Detengan el muro racista" y "Nuestra imaginación es su destrucción" figuran entre los mensajes escritos en el muro con aerosoles, brochas o pinceles. Y las técnicas son tan variadas como los idiomas en que están escritos los mensajes: inglés, árabe, italiano, francés, castellano o vasco.
El muro comenzó a construirse en 2002 durante el gobierno del entonces primer ministro israelí, Ariel Sharón, para evitar la infiltración de terroristas suicidas palestinos en Israel, en una iniciativa que suscitó las críticas de la comunidad internacional por considerarla un símbolo de la segregación. El Tribunal Internacional de Justicia de La Haya lo declaró ilegal en 2004, ya que la barrera corta tierras palestinas y ha aislado a alrededor de 450.000 personas.
'Impresionante y triste'
La censura generalizada fuera de Israel no ha impedido, sin embargo, la curiosidad popular por la construcción, una combinación de vallas electrónicas, bloques de hormigón de hasta nueve metros de altura y torres de vigilancia. "Este sitio es visitado por muchos turistas que quieren conocerlo, leer los mensajes o escribir sobre él", dice Najer, un taxista de Belén que espera a una pareja de jóvenes checos que tocan el cemento y se fotografían con el muro de fondo, como durante décadas los visitantes hicieron en el Muro de Berlín. "Vinimos a tocarlo con nuestras manos y me parece impresionante y triste que exista. No pensé que hubiera tantos mensajes y espero volver a por un pedazo cuando caiga", dice Anika, la turista checa que se inmortalizó junto a su compañero ante el muro, ahora escala obligada de cualquier viaje por Israel y los territorios palestinos.
El gobierno israelí ha asegurado que el muro, considerado el proyecto más costoso y controvertido en la historia del país, es una solución temporal para frenar la violencia. Alegan, además, que desde que se levantó ha reducido drásticamente el número de ataques suicidas. Los defensores de derechos humanos, sin embargo, mantienen que el muro llegará a ser la línea divisoria de Israel con un estado independiente palestino, y critican que en su construcción no se tuvieran en cuenta las fronteras marcadas por la ONU y la apropiación de territorios por Israel.
"A través de este muro se están expandiendo los asentamientos israelíes. Hace unos días, Israel levantó dos torretas nuevas de control en medio de una aldea palestina", dice Salah Tamir, alcalde de la ciudad de Belén, por la que pasa la barrera. Con un tono de tristeza en la voz, Tamir dice que el muro está convirtiendo a Belén en una "gran prisión" al impedir la libre movilidad de sus habitantes.
Bolsas de basura y zapatos rotos
Si las paredes de esta estructura de cemento hablaran, probablemente contarían las historias de los cientos de activistas que han sostenido pancartas o gritado contra él. También podrían contar los relatos ocultos de todos aquellos que se han acercado al muro para arrojar bolsas de basura o zapatos rotos, o para incendiar camisas y muñecas de plástico que reposan carbonizadas sobre las piedras que lo rodean. Porque en los alrededores del muro, cerca de la tumba de Raquel (esposa de Jacob en la Biblia) y de la mezquita de Bilal en Belén, se ven montañas de basura que se ha acumulado a su alrededor y le han dado un toque de inmundicia al paisaje.
Lo cierto es que, por una razón u otra, el muro a nadie deja indiferente. Un grupo de israelíes y palestinos crearon una organización llamada Artistas sin barreras para erradicar las fronteras de separación entre ambos pueblos y protestar a través del arte y la no-violencia por la construcción del muro. Artistas de varios países, además, se han reunido alrededor de él para exhibir pinturas, proyectar películas, ofrecer conciertos, colgar fotografías o crear vídeos, como Tres ciudades (Tel Aviv, Ramala y Nueva York) contra el muro. "Éste es el resultado de los extremistas palestinos e israelíes, y seguirá existiendo mientras ellos existan", concluye Musa, un taxista palestino que estaciona todos los días su vehículo amarillo apenas a un palmo de la, tristemente célebre, construcción.