19 julio 2007

¡Aquí no ha pasado nada!

Pasó la segunda aventura del Líbano. Hace exactamente un año los pobladores del norte de Israel vivíamos la pesadilla de los disparos de artillería y las katiushas. El informe Winograd dejó al descubierto la incompetencia de Olmert y Cía., la soberbia de los generales de la derrota, militares de mucho sueldo y ninguna capacidad militar. Gaza es el taller de experimentación de estos "brillantes" estrategas que han sido derrotados por milicias de combate preparadas para defender la soberanía de su país. En Gaza, los militares israelíes practican todas las artes de la guerra contra milicianos aficionados, en medio de una aglomeración de civiles, donde cada ataque de los militares de la derrota en guerra provoca la muerte de civiles, niños, bebés, mujeres y ancianos, y palestinos que no tienen ninguna relación con la lucha armada.

El mundo calla, La ONU emite declaraciones conmovedoras, condenatorias de la violencia israelí, pero no han votado ninguna sanción contra Israel.
El actual primer ministro y su corte de pequeños cortesanos de palacio se debaten entre la sobrevivencia política y la muerte civil.
El señor Olmert tiene el apoyo del 3% de la población. Nadie le cree, nadie lo apoya, tres cuartas partes del país lo repudia, pero la confabulación de los políticos del gobierno y de la oposición hace causa común, hablan de las elecciones pero como figura retórica. La calidez de la butaca parlamentaria, las prerrogativas y beneficios que reciben, el mundo de ensueño en que transcurren sus realidades (que nada tienen que ver con la objetividad del mundo exterior), les permite ganar tiempo y seguir dentro de esa burbuja de la Kneset, un hogar confortable al que resulta imposible renunciar.

Este país es un escollo para la paz: desde que los generales manejan los asuntos de estado, imponen leyes (que votan los sumisos parlamentarios), determinan normas que causan nuevos y peores sufrimientos a la población de la Franja de Gaza, gobernada por sus legítimas autoridades, elegidas en una votación democrática, limpia de toda sospecha, controlada por veedores de las Naciones Unidas.

Los militares israelíes, luego del silencioso golpe de estado que tuvo lugar pocos días antes del 12 de julio de 2006, manejan los asuntos de estado con espectacular discreción. La mira de esos sediciosos está puesta en la revancha: el informe del Contralor del estado los enerva, los desequilibra, les hacer perder la compostura.
Lo lamentable de ese objetivo nazifascista, guerrerista chovinista, es que la población civil va a sufrir enormes pérdidas de vidas y destrucción de la infraestructura y bienes. ¡No importa! El orgullo, el honor "manoseado" por los "bárbaros" del Hizhballa (que osaron defenderse de la aventura de Tzáhal) les ha creado una minusvalía que, por el momento, se expresa por medio de agresiones verbales, bravatas huecas.

Militares, políticos,y una gran parte del pueblo fundamentalista, los partidarios del "Israel uber alles", no pueden dormir de noche a causa de la pesadilla de la derrota, de la altanería humillada, de la infalibilidad de palabra y la paliza práctica. Y no aprendieron ni aprenden la lección... Personalmente, pienso que nunca la van a aprender.
Reitero el consejo de Abraham Burg: todos los que sabemos de la próxima derrota, tengamos el pasaporte en el bolsillo.Andrés Aldao

Guerra del Líbano: (visión piadosa)


Duro informe del contralor del Estado contra Olmert, Peretz y Jalutz


El primer ministro Ehud Olmert, y los entonces ministro de Defensa, Amir Peretz, y jefe del Estado Mayor, Dan Jalutz, fracasaron de forma dramática en la gestión de la guerra del año pasado año con Hezbollah según un duro informe del contralor del Estado Mija Lindenstrauss.

"Estos tres responsables y el comandante de la retaguardia, Itzjak Gershon, fallaron estrepitosamente en el proceso de toma de decisiones, evaluación y estimación de su manejo del frente interno", denunció el documento, de unas 582 páginas.

Lindenstrauss agregó que "los líderes estatales invirtieron la mayoría de sus esfuerzos en combatir en Líbano, en vez de manejar la retaguardia, que sufrió grandes daños desde los primeros días de la guerra".

"Hubo -agregó- una total laguna en la razón de las autoridades en la gestión del conflicto. La conducta del primer ministro, los ministros y los organismos responsables fue, en la mayoría de los casos, reactiva y parcial, inapropiada y, en algunos, llevada a cabo con significativo retraso".

Lindenstrauss consideró que estos "severos fallos erosionaron la capacidad de la retaguardia para salvaguardar a la población civil durante una guerra".

Y en ese marcó explicó: "En vísperas de la guerra, el Gobierno recibió evaluaciones de los organismos profesionales según las cuales era más que posible que la retaguardia sufriera e incluso se mencionaba la amplitud del daño. El Gobierno, sin embargo, no evaluó la situación hasta el 30 de julio de 2006, veintiún días después de su inicio y a sólo trece de su final".

En esa línea, el contralor remarcó que "esta conducta dejó un vacío en la gestión del frente interno y expuestos, vulnerables e indefensos a los residentes del norte de Israel -donde caían los cohetes Katiusha de Hezbollah- durante el periodo más difícil".

05 julio 2007

La soberbia del niño mimado: Amos Oz

El escritor israelí Amos Oz ha sido distinguido con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2007.El semanario israelí en castellano AURORA lo reporteó con ocasión de haber recibido el premio. Dentro de una semana se va a cumplir el 1er. aniversario de la aventura sangriente en la que nos insertaron los generales de la derrota y un político inepto a quien la larga agonía de Arik Sharón
llevó a la cúpula del gobierno. En los primeros días del conflicto Amos Oz, David Grossman y Alef Bet Ioshuha declararon que "...esta guerra estaba justificada...".
Amos Oz está considerado un "pacifista", un hombre de "principios", pero ya son habituales sus desfasajes en la política. En 1991 consideró al terrorista Itzaak Shamir como a un hombre que podría actuar en la Conferencia de Madrid como un pacifista. Le mandó una carta pública (una sarta de esguinces voluntaristas sin horizonte ni posibilidades reales). Durante todos los últimos años, como sionista a ultranza, ha patrocinado las más extravagantes soluciones al conflicto israelí palestino, considerando siempre a los palestinos los criminales y asesinos, y apuntando con su índice a los responsables de la ocupación, los asesinatos selectivos en los que mueren uno o dos milicianos y una docena de civiles inocentes (por lo general niños, mujeres embarazadas, bebés, etc.), con una banalidad que enerva y produce indignación. Amos Oz es un escritor, no un político, pero aprovecha los reportajes para resaltar su ignorancia política y el amaneramiento de niño mimado inundado de soberbia. Deseo reproducir una parte de ese reportaje, en el que Oz se consagra a deleitarnos con una sarta de crueles disparates acerca de los jóvenes israelíes sacrificados en el moloch de la guerra y la muerte...


Andrés Aldao


Aurora: Pero tiene que haber un poco de piedad, de misericordia para con esos chicos a quienes educamos de acuerdo a reglas humanistas y a los dieciocho años los llevamos a enfrentarse a situaciones imposibles, contrarias a todo lo inculcado, y no en forma episódica sino durante tres años en forma casi cotidiana. ¿Esa situación puede durar?

Amos Oz: Yo no acepto eso, que se ha hecho muy popular, de llamar a los soldados chicos. No son chicos, son adultos. Tienen que adoptar decisiones morales incluso en una situación inmoral, y eso es difícil para una persona de dieciocho años como lo es para el que tiene cincuenta. No me resulta a mí más fácil que a él.
Pero la realidad de la vida de los seres humanos, frente a una enfermedad, a la muerte, a la desgracia, a la pobreza, a la injusticia social, es una realidad que pone a prueba en forma constante la lucha entre nuestro egoísmo, nuestra impermeabilidad, nuestro deseo de no saber y no oír, y nuestra sensibilidad moral.
No vaya usted a pensar que si hubiera paz esa guerra interna concluiría, porque esa es la condición humana. En la guerra, en la ocupación, en el puesto de control, esto es muy drástico. Cuando un muchacho enfrenta el dilema de dejar pasar a esas dos mujeres, con el riesgo de que alguna de ellas esté escondiendo una carga explosiva entre sus cosas, o no dejarlas, con el riesgo de que una de ellas no pueda retener y se orine por su culpa, está frente a un dilema difícil.
Por supuesto que si anulamos la ocupación la situación será más fácil, pero aún habrán dilemas morales. Sin la ocupación, la gente pasará al lado de pobres, y de desocupados, y de desgraciados, y de enfermos, y de ancianos desvalidos y se preguntarán o no se preguntarán qué tiene que ver conmigo. Los puestos de control permanecerán aunque sean removidos, y sus dilemas, quizás menos drásticos, persistirán. No hay que pensar que todo el problema moral es sólo la ocupación. El problema moral es la condición humana.
Muchos de los lectores de este reportaje provienen de América Latina, o viven allí y deben saber perfectamente de qué hablo. Yo estuve apenas unos días en Sao Paulo y en Buenos Aires y vi con mis propios ojos ese abismo insuperable entre la riqueza y la pobreza. No son puestos de control, pero ¿acaso no hay allí humillación y desprecio por el ser humano? ¿No hay indiferencia e insensibilidad? Claro que hay, a pesar de que no hay guerra ni ocupación.
No debemos pensar, como está un poco de moda hacerlo, que si no habrá ocupación no habrá problemas. Aunque es verdad, es mejor que no haya ocupación, es un problema menos.

¿Para qué publico habla Amos Oz? El estimado lector debe sacar sus propias conclusiones...

04 julio 2007

La máquina de matar

IDEL CASTRO escribió que al desclasificar documentos de la CIA el presidente Bush busca limpiar su imagen, pero que a la vez "ha creado una máquina de matar más brutal". Señaló que esta acción procuraba "dar a entender que estos métodos (de asesinato) pertenecen a otra época y ya no se usan. De más está agregar que todo lo que aquí se describe se sigue haciendo, sólo que de manera más brutal y alrededor de todo el planeta, incluyendo el número creciente de acciones ilegales dentro de los propios Estados Unidos".


Una historia de capa y puñal

La desclasificación parcial, con espacios en blanco y tachaduras, de documentos de la CIA se produce cuando la popularidad de Bush está en su nivel más bajo (29%), sobre todo por el desastre de la guerra en Irak, tal cual lo revela una encuesta de The Wall Street Journal del 14 de junio. También capotó su intención de apelar al "fast track" (hoy TPA). Bush dijo en la escuela naval de guerra de Newport que el buen Dios se llevará a Fidel Castro, ante lo cual el líder cubano recordó los cientos de intentos de asesinarlo, varios bajo las presidencias de Bush, y otros anteriores que aparecen en los documentos, uno de ellos organizado por Robert Kennedy en 1975. En ese momento, bajo la presidencia de Gerald Ford, Kissinger era secretario de Estado, y estaba preocupado por silenciar las denuncias sobre las actividades criminales de la CIA, dirigida por William Colby, que venía efectuando el periodista Seymour Hersh en The New York Times desde diciembre 1974.

El actual director de la Agencia, general Michael V.Haiden, dijo ahora en el mismo periódico que las 693 páginas de documentos desclasificados constituyen "un vistazo a una época muy diferente y a una Agencia muy diferente". Cierto. Hay que agregar a lo que allí aparece los crímenes perpetrados en Abu Ghraib y Guantánamo, en las cárceles clandestinas y los vuelos secretos en Europa, las masacres en Irak y Afganistán, la injerencia descarada contra Cuba y Venezuela, la intervención en el conflicto colombiano. Al respecto, la Asamblea Nacional cubana acaba de declarar: "Lo que hora reconoce la CIA no es historia antigua. Es realidad presente. La conducta del gobierno de Bush muestra claramente su intención de seguir empleando contra Cuba los métodos más execrables".

Hace muchos años, al comentar (bajo el título de "La perra otra vez en celo") el Documento de Santa Fe, base de la política de Reagan para América Latina, el dirigente comunista uruguayo Rodney Arismedi ubicaba el terrorismo como una constante en el accionar internacional de los gobiernos de EEUU. "Si nos atenemos a la verdadera acepción de la categoría política de terrorismo ­decía premonitoriamente en 1981- ella encaja justamente a la conducta, pasada y presente, de los imperialistas del Norte. Parte considerable de esta historia de capa y puñal la hemos sufrido los latinoamericanos".



La masacre de Irak y los camiones de Halliburton

Se destacan hoy por su magnitud incontrolada las masacres en Irak. Todas las cifras anteriores han sido desbordadas: 1951 muertes civiles en mayo y 1250 en junio. A la vez crece el número de efectivos norteamericanos muertos, con la consiguiente elevación de la protesta en el país. La sociedad se pregunta qué causa están defendiendo los soldados.

Un documental (The war tapes) filmado por integrantes del regimiento de infantería 172 de la Guardia Nacional da la respuesta. Organizado por la cineasta Deborah Scranton, muestra a varios soldados escoltando los camiones de suministros de Halliburton, (la gran empresa ligada al vicepresidente Dick Cheney, que obtuvo la graciosa concesión por parte de Bush) o protegiendo los camiones cisternas de la empresa cuando descargan detritus. Se muestran logotipos de cadenas de comida rápida y alquiler de videos impresos en las paredes de las bases militares. Los soldados comentan que el gobierno paga 28 dólares por cada plato de comida desechable en que les sirven la comida. El comentario es que quienes marcharon a Irak cargados de patriotismo " regresan henchidos de sarcasmo al descubrir que el único propósito de la demencial acción es obtener beneficios económicos".

Hablando de documentales. El formidable realizador Michael Moore debió vencer enormes dificultades para viajar a Cuba, lo que finalmente logró, pero se le impidió visitar las prisiones de Guantánamo, donde deseaba documentar la situación de los centenares de presos. El mundo entero y sociedades civiles de EEUU reclaman que se cierre la base y se libere a los detenidos, víctimas de bestiales torturas y de la violación total de los DDHH. La Corte Suprema de EEUU discute por tercera vez si allí rige la Constitución norteamericana. Pero todo sigue igual.



La cólera de Karzai


¿Por qué continúa la guerra en Irak y se envían más tropas? En "El corresponsal de Medio Oriente y Africa" se da la siguiente respuesta: "La opinión generalizada en Bagdad es que el ejército de EEUU está provocando en forma deliberada una guerra civil en el país como pretexto para permanecer allí. Una abrumadora mayoría cree que EEUU seguirá en el país ­incluso aunque el gobierno iraquí le pide que se retire- y que el gobierno norteamericano tiene previsto mantener bases permanentes, opinión compartida por todos los grupos étnicos". Los sunitas, que tienen 44 diputados en 275 y 6 ministerios en el gabinete de Nuri al Maliki, se retiraron del gobierno.

No sólo en Irak. También en Afganistán las tropas norteamericanas perpetran verdaderas masacres contra la población civil, incluso niños. Estos atentados, a pretexto de combatir el terrorismo, se han reiterado en las últimas semanas. Hemos visto al presidente Karzai expresar públicamente su cólera ante estos procedimientos, que se acometen sin consultar al gobierno, en los marcos de la más absoluta impunidad. *

Vargas Llosa y la antigua estrategia de la desmoralización

"De tal palo tal astilla" (TODO)

JORGE MAJFUD - The University of Georgia


No hacía muchas horas que Colón había pisado el Nuevo Mundo cuando se encontró con sus primeros habitantes. En sus diarios de viaje anotó lo primero que le llamó la atención: aquellas personas eran pacíficas e ingenuas, desconocían el arte de la guerra y sus instrumentos de violencia eran ridículamente primitivos. "No traen armas ni las conocen --anotó el almirante--, porque les mostré espadas y las tomaban por el filo y se cortaban con ignorancia". Este momento no debió ser muy diferente al que ilustró Walt Disney en el personaje de Rico McPato: sus ojos centellaron con un símbolo de dinero ante una tribu de ingenuos primitivos que desconocían el correcto uso de lo que poseían.

Si para recibir la verdadera religión esta ingenuidad valía oro, para desprenderse del prometido oro también.

Tan ingenuos eran aquellos americanos, que se creyeron la historia de que los españoles comían oro, y de ahí la inexplicable hambre por ese metal. Más tarde, en tiempos de la Conquista, la "idiotez" de los nativos sirvió de justificación de los insaciables conquistadores.

El teólogo Ginés de Sepúlveda no fue el único que justificó la esclavitud basándose en una Biblia que parecía condenar a los idiotas.

Según E. Hostos (1873), fue "una guerra de exterminio hecha por los bárbaros de la civilización a los bárbaros de la naturaleza" en nombre de la paz y el derecho.

Actualmente la acusación de "idiota" no sólo se ha popularizado en la tesis central de libros como Manual del perfecto idiota (1996) o El regreso del perfecto idiota latinoamericano (2007), sino además ya es costumbre de un mismo discurso repetido en talks shows y best sellers: es el regreso del método medieval por el cual el caballero probaba su verdad atacando al adversario y acrecentando su honor mediante la brutalidad. "Stupid liberal (progresista)" en Estados Unidos, "gilipollas" o "progresista maricón" en España, etc.

Todo dicho a viva voz y con gran excitación, como si la antigua persuasión ensayística se redujera ahora al contagio del telepastor.

No en vano nuestra época está marcada por el triunfo de los sofistas sobre los socráticos: el lenguaje, los símbolos son la realidad y todo lo demás es ficción (incluido el hambre, la tortura y la muerte).

Tan exitoso comienza a ser este antiguo método que intelectuales como el Premio Nobel José Saramago han decidido usarlo en público.

En una reciente conferencia, para expresar su disconformidad o impotencia con el estado actual de cosas, nuestro respetado amigo declaró: "Antes nos gustaba decir que la derecha era estúpida, pero hoy día no conozco nada más estúpido que la izquierda".

Lo único que nos puede quedar claro es que esta facultad mental no es propiedad de ninguna tendencia ideológica, sino del agotamiento de la energía intelectual en un mundo huracanado que busca desesperadamente un indicio de su nueva era.

En varios escritos, tanto Hostos como González Prada observaron, hace más de un siglo, la estratégica actitud científica de Europa al definir a los habitantes hispanoamericanos como una raza enferma. Incluso más acá del continente idiota: "crímenes y vicios de ingleses o norteamericanos son cosas inherentes a la especie humana y no denuncian la decadencia de un pueblo; en cambio, crímenes y vicios de franceses o italianos son anomalías y acusan degeneración de raza". (G. Prada, Nuestros indios, 1908),

No hace mucho, el Diccionario de psiquiatría de Antoine Porot (1977) definió una enfermedad como "psicopatología de los negros" referida a las incapacidades intelectuales de los indígenas de Africa.

Después de enumerar diferentes síndromes, que yo imaginaba cualidades culturales (como el onirismo), "soma-psicosomáticos" (como la depresión, el alcoholismo) y económicos (como el parasitismo intestinal y la sífilis), el especialista recomendó la repatriación de los negros enfermos. Todo a pesar de que años antes, en su célebre Peau noire, masques blancs (1952) el doctor Frantz Fanon había desenmascarado esa vieja estrategia de definir razas y esencias ajenas en lugar de considerar la dinámica psicoideológica del colonizado y del colonizador. En pocas palabras lo resumió así: "el blanco [colonizador] me niega todo valor, toda originalidad, me dice que soy un parásito del mundo".

Aunque el negro se convierta en blanco para que su humanidad sea reconocida, le dirán: "tú no puedes, porque existe en lo profundo de tu ser un complejo de dependencia -- le 'complexe de Prospéro'--. [Por el contrario] el blanco obedece a un complejo de autoridad, a un complejo de jefe" (traducción nuestra). Establecido este orden, "tut le monde est satisfait".

En la misma dirección, otro hito del pensamiento mundial lo marcó Orientalism (1978) del palestino-americano Edward Said.

Allí, Said hizo un "inventario de trazas" sobre el sujeto representado (el oriental, el otro), en la cual los intereses del colonizador se revelan como la fuerza primaria de la representación del otro y ésta, como un instrumento de la misma colonización política y cultural.

Por ejemplo, nos recuerda que, para Renán, "un semita era un rabioso monoteísta incapaz de producir mitología, arte, comercio, civilización [...] todo lo cual representa una combinación inferior de la naturaleza humana'".

Y luego: "Ya en 1810 teníamos europeos como Cromer que afirmaban que los orientales necesitaban ser conquistados, y que esta conquista no era para dominar, sino para liberar". (traducción nuestra)

Si aún asumiésemos que todos estos críticos estaban equivocados --por no decir que eran "idiotas", como lo afirman los autores del Manual para idiotas-- , les queda la virtud incontestable de haber abierto brechas en la muralla del statu quo, desafiado la violencia de las arbitrariedades de todo tipo: morales, políticas, culturales; la violencia de los mismos perfectos de siempre, de los exitosos, de los césares de turno y de los bufones del rey.

Les queda la virtud de haber dinamizado el pensamiento y desafiado la historia, actitud siempre inconveniente a los principales intereses del poder bruto del momento, ese que no sólo ha colonizado el mundo, sino que también pretende colonizar la crítica, haciéndonos reconocer que le debemos el pan, la vida y todo lo que somos a un sistema del cual no podemos escapar sin caer en la marginalidad. ¿Por qué deberían irse los críticos a una isla en el Pacífico y no los dueños del mundo, con sus clérigos y bufones?

Si echamos una mirada a los horrores de la historia, podemos pensar que el capitalismo no es el peor de los sistemas que ha producido la humanidad. Lo peor que ha producido --después de la violencia de la explotación ajena-- es la justificación de sus propios crímenes como necesarios y hasta como virtudes humanas.

O como virtudes bíblicas: "El egoísmo capitalista resulta, pues, tan solidario que parece el que predica la Biblia" (Manual... Mendoza, Montaner y Vargas Llosa Jr.) Ni siquiera han podido aportar una sola idea nueva a la historia. Aunque su recurso principal es burlarse de los grandes del pensamiento, no hay una sola línea en tan extensos libros donde aparezca otra cosa que pálidos reciclajes (como cualquier junk food) de las repetidas y anacrónicas supersticiones del siglo XIX. Y eso que son tres, además de papá D'Artagnan que sólo aporta la fama de su nombre. *

02 julio 2007

12 de julio...¿memoria corta?


por Andrés Aldao


Está por cumplirse el primer año de la 2da. aventura del Líbano. Los políticos están ocupados en sus minúsculos menesteres al margen de la sociedad. Los militares, con los ojos inyectados de revancha, hacen todas las maniobras que no hicieron durante años con el propósito de reponer el prestigio perdido, definitivamente perdido, del ejército invencible. Una confrontación con Siria es una orden del dictador sangriente de USA, georgi Bush, y los resultados serán catastróficos para ambos países, para los pueblos de ambos países.
Más de un millar de libaneses, 118 soldados israelíes y 45 civiles, y cientos de heridos, son el saldo de esa bravata de un político idiota, un gabinete de mediocres y un grupo de militares embadurnados de altivez y egolatría. La derrota israelí es vox pópuli, y los dos responsables principales, Bush y Olmert, no han sido imputados, aún, por crímenes de guerra.
En el día de hoy, los familiares que han perdido a sus seres queridos se han encontrado en la más triste soledad, con un pueblo que hace gala de memoria corta y, por lo visto, no se preocupa demasiado por las intenciones guerreristas y agresivas de la plana mayor del ejército y la derecha revanchista, sumida en el estiércol de una derrota que ha situado a este país como furgón de cola de los planes del poder invisible y plutocrático.
Como dijo el ex político israelí Abraham Burg, tengamos listo el pasaporte... La memoria corta nos puede llevar a un largo martirio...

La mala palabra


La desaparición de la palabra ocupación en las discusiones es el mensaje real de la conferencia de Sharm el-Sheikh. Se hicieron todos los arreglos y ceremonias para crear la falsa impresión de que Olmert y Abbas eran los jefes de dos Estados que llevaban adelante negociaciones en un pie de igualdad, en lugar del líder de un poder ocupante y el representante de un pueblo ocupado.


Por Uri Avnery

Los cuatro líderes reunidos en Sharm al-Sheik no se sentaron juntos a una mesa redonda. Cada uno de ellos lo hizo detrás de una gran mesa propia. Esto aseguró una separación llamativa entre ellos. Las cuatro largas mesas apenas se tocaban. Cada uno de los líderes, con sus ayudantes detrás, fue como una isla solitaria en un inmenso mar.

Los cuatro -Hosni Mubarak, el rey Abdullah de Jordania, Ehud Olmert y Mahmoud Abbas- tenían un semblante adusto. Ni siquiera en la parte oficial de la conferencia pudo verse una sola sonrisa.

Uno después del otro, los cuatro pronunciaron sus monólogos. Un ejercicio de frívola hipocresía. Ninguno de los cuatro se apartó de las frases habituales.

Un monólogo corto de Mubarak. Un monólogo corto de Abdullah. Un monólogo mediano de Abbas. Un interminable monólogo de Olmert -discurso israelí típico, despótico, destinado a educar al mundo, predicando la moralidad; hecho, claro, en hebreo, con el objetivo obvio de atraer al público de casa.

El discurso incluyó todas las frases requeridas -Nuestro espíritu desea la paz... La visión de dos estados... Nosotros no queremos gobernar sobre otro pueblo... Para el bien de las próximas generaciones... bla-bla-bla. Todo en el estilo colonial habitual: Olmert todavía habla de "Judea y Samaria", usando la terminología oficial de la ocupación.

Pero para "fortalecer" a Abbas, Olmert se refirió a él como "presidente" y no como "jefe" que ha sido el título de rigor usado por todos los representantes israelíes desde el establecimiento de la Autoridad Palestina. (Los hombres sabios de Oslo afrontaron esta dificultad al mencionar al líder de la Autoridad Palestina con el título árabe de Rais, que tanto puede querer decir presidente como jefe).

¿Qué palabra no apareció a lo largo de este largo monólogo? "Ocupación."

¿Ocupación? ¿Qué ocupación? ¿Dónde? ¿Alguien ha visto alguna ocupación?

La ocupación no estuvo en la agenda de esta sombría cumbre. Incluso en sus sueños más febriles, los participantes árabes no podían imaginar nada más maravilloso que "aliviar las restricciones". Haciendo la vida un poco menos difícil para la sufrida población. Devolviendo las recaudaciones de impuestos de los palestinos. (Es decir, Israel puede devolver algo del dinero que les ha confiscado). Moviendo algunas de las barricadas que les impiden a las personas ir de un pueblo al otro. (Eso ya se ha prometido muchas veces y no sucederá porque el ejército y el servicio secreto lo objetan. Olmert ya ha anunciado que es imposible por "razones de seguridad".)

Con el aire de un sultán que arroja monedas a los pobres en la calle, Olmert anunció su intención de liberar a algunos prisioneros de Al-Fatah. 250 monedas, 250 prisioneros. Ése fue el "generoso regalo" para lograr que los palestinos salten de alegría, se "fortalezca" a Abbas y logre revivir los huesos secos de su organización.

Si Olmert no hubiera sido sentado tan lejos de Abbas, habría podido discutir cara a cara.

En primer lugar, el número es ridículo. Actualmente, hay unos 10.000 (diez mil) prisioneros de "seguridad" palestinos en las cárceles israelíes. Todas las noches, una docena son capturados en sus casas. Dado que no hay más lugar en las cárceles, los guardias se alegran de librarse de algunos. En gestos anteriores de esta naturaleza, el gobierno israelí ha liberado a prisioneros que estaban a punto de cumplir sus condenas o a ladrones de poca monta.

En segundo lugar, la confraternidad entre miembros de Al-Fatah y de Hamas se establece en la cárcel. El violento enfrentamiento en Gaza no se ha proyectado en las prisiones. El famoso "documento de los prisioneros" en favor del establecimiento de un gobierno de unidad (ahora difunto) fue trabajado, justamente, por prisioneros de Al-Fatah y de Hamas.

El anuncio de Olmert de liberar de inmediato a prisioneros de Al-Fatah -y sólo de Al-Fatah- está pensado para sabotear esa unidad. Podría estigmatizar como colaboradores a los integrantes de Al-Fatah, y a Abbas como un líder que sólo se preocupa por los miembros de su propia organización y nada por los otros.

¿Qué salió de esta conferencia cumbre? Algunos dicen: algo más que nada y otros, algo menos que nada. No es casual que los participantes árabes parecían tan sombríos.

¿Qué tuvo de bueno? Abbas necesitaba recuperar poder después de perder la Franja de Gaza. Olmert les prometió a los norteamericanos que lo ayudaría. Pero después de la conferencia, Olmert podría haber usado la frase proferida por los líderes israelíes cuando visitan a familias desconsoladas: "Vine a fortalecerlos, pero soy yo quien ha salido fortalecido."

El único ganador fue Olmert. La conferencia ha demostrado que la influencia de Mubarak y de Abdullah en Israel es nula, y la posición de Abbas es todavía peor.

Para que no quede ninguna duda sobre esto, Olmert envió enseguida al ejército a la kasbah de Nablus, el corazón del reino virtual de Abbas, para "arrestar" a los líderes del brazo militar de Al-Fatah. Ellos opusieron una resistencia determinada, hiriendo a varios soldados. Un militar perdió una mano y una pierna. En otra incursión, esta vez a Gaza, mataron a 13 palestinos, incluido un chico de 9 años. Según la versión oficial, el objetivo fue tirar a los militantes desequilibrado para que ellos se sintieran cazados.

Si esto no es ocupación, ¿qué es? Pero Dios prohibe que se mencione esta palabra en el discurso diplomático -es una palabra obscena, una palabra convertida en tabú en la refinada sociedad.

La desaparición de la palabra ocupación en las discusiones es el mensaje real de esta conferencia. Se hicieron todos los arreglos y ceremonias para crear la falsa impresión de que Olmert y Abbas eran los jefes de dos Estados que llevaban adelante negociaciones en un pie de igualdad, en lugar del líder de un poder ocupante y el representante de un pueblo ocupado.

Eso se repite en todo el discurso sobre esta fase del conflicto israelo-palestino: el mundo ha dejado de usar el término ocupación porque su misma existencia ha dejado de ser un asunto de discusión.

Eso también es evidente en los reportes diarios del conflicto en los medios de comunicación israelíes y extranjeros. Ellos informan de lo que está pasando -la Franja de Gaza tomada por Hamas, las acciones del ejército israelí, los problemas de Abbas, las decisiones del gobierno israelí- sin poner el contexto de la ocupación. Como si la ocupación, con todos sus muertos y destrucciones, privaciones y desposesiones, fuera un fenómeno tan natural como la luz del sol durante el día o el centelleo de las estrellas por laas noches.

Hay muchos asuntos que están discutiéndose. Por ejemplo, si aliviar la situación de los palestinos o aumentar su miseria, si permitirles a los policías de Abbas moverse libremente con sus armas en los pueblos de Cisjordania para tratar de eliminar las milicias que luchan contra Israel, si agrandar los asentamientos o no. Pero todas estas discusiones están basadas en el concepto incuestionable de que la ocupación está allí y para siempre.

Toda la charla sobre "fortalecimiento" está conducida en este contexto: Abbas y su pueblo están pensados para funcionar como una administración bajo la ocupación. Según la percepción de Olmert y de Bush, su trabajo es cumplir las órdenes de la ocupación, a cambio de su propio dinero y quizás de algunas armas pequeñas. A propósito, esto es muy similar a la "autonomía" prometida por Menachem Begin a los "habitantes árabes de Judea, Samaria y el distrito de Gaza". Olmert está listo para hablar sobre la "Solución de dos Estados" -mucha charla, con abundancia de palabras hinchadas y patetismo- mientras en la práctica hace todo lo posible para que esto no ocurra antes de la venida del Mesías.

En esta realidad está caminando ahora Tony Blair.

Está siendo enviado por el Cuarteto -algo que realmente no existe, una ficción diplomática de cuatro que en realidad es uno.

Europa no existe en lo que concierne al conflicto palestino-israelí, excepto como instrumento financiero de la Casa Blanca. Cuando el presidente de los Estados Unidos lo quiere, Europa envía limosnas a los palestinos (y armamento a Israel). Cuando el presidente de los Estados Unidos quiere hambrear a los palestinos, Europa les impone un bloqueo.

La ONU se ha transformado desde hace tiempo en un instrumento del Departamento de Estado norteamericano, sobre todo en el Medio Oriente. Cuando el sargento norteamericano grita, la ONU hace la venia y se pone en posición de firme.

Rusia sueña con recobrar su estatus de potencia. Como en los días de los zares y de Stalin, piensa en términos de "esfera de influencia". El Medio Oriente es una esfuera de influencia de los Estados Unidos. Por consiguiente, Rusia no interferirá, excepto para pronunciar sin convicciones algunas frases altisonantes.

El Cuarteto es simplemente una organización norteamericana. Y Tony Blair es destinado a Palestina como enviado especial del presidente Bush. El amo envía su perro faldero.

Entonces, ¿qué? Si Bush realmente quisiera realizar su "visión" de dos Estados, no necesitaría de Blair. Él podría hacerlo todo sólo en cuestión de semanas. Incluso la pobre Condoleezza podría hacerlo, en lugar de charlar sobre los preparativos del status final, si sólo ella se retrocediera por el testamento determinado del Presidente.

¿Así que para qué fue designado Blair? ¿Sólo para darle estatus de estrella internacional? ¿Para concederle un premio consuelo a alguien que fielmente mintió y estafó por Bush antes y durante la guerra en Irak?

Sí, por supuesto. Pero su tarea principal es bosquejar propuestas y ganar tiempo, posponer todo, hacer creer que se hace algo, proporcionarles una ilusión de progreso a los palestinos y a los medios de comunicación mundiales.

Blair vendrá, se encontraará, hará declaraciones, destilará encanto por cada poro, generará titulares, volará, regresará, hará más anuncios, se encontrará de nuevo con reyes, presidentes y primeros ministros. Una larga fila de periodistas sedientos de noticias lo seguirá por todas partes y generará ruido en los medios de comunicación, que escribirán sobre él, lo grabarán y le tomarán fotos, como si fuera un París Hilton masculino.

Entretanto, palestinos e israelíes seguirán muriendo, el muro de separación se terminará, más tierra será desposeída, se agrandarán los asentamientos, seguirán los "asesinatos selectivos" de los "terroristas", el asedio a Gaza se fortalecerá y todas las actividades diarias de la ocupación seguirán, pero no se mencionará su nombre.

La tarea declarada de Blair, también, es "fortalecer a Abbas". Penosa tarea. Penosa para Blair. Penosa particularmente para Abbas.

La fuente: Uri Avnery es periodista, ex legislador y pacifista israelí. La versión original de su artículo se publicó en Gush Shalom. La traducción del inglés pertenece a Sam More para elcorresponsal.com. Otros idiomas
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