31 marzo 2009

CRIMINALES DE GUERRA; LE TOCA EL TURNO A LOS MILITARES ISRAELÍES




Entrada a los juzgados militares de Rose Barracks, en Vilseck (Alemania). | AFP
AFP | elmundo.es | Vilseck (Alemania)

UN SARGENTO DE EEUU, CONDENADO POR LA MUERTE DE CUATRO IRAQUÍES EN 2006


El sargento estadounidense Joseph P. Mayo ha sido condenado por un tribunal militar reunido en la base de Vilsek a un máximo de 35 años de cárcel por su implicación en la muerte, en 2007, de cuatro ciudadanos iraquíes apresados por las tropas norteamericanas en Bagdad. Las víctimas fueron atadas, vendadas, tiroteadas y arrojadas a un canal.
Mayo, de 27 años, deberá pasar un mínimo de 10 años en prisión antes de tener derecho a una reducción de pena.
Otro sargento, Michael Leahy Jr., fue condenado en febrero a cadena perpetua —cno posibilidad de revisión de condena— por los mismos hechos, mientras que un tercer soldado del mismo rango, John Hatley, será juzgado a partir del 13 de abril en la misma causa.
Además, dos soldados, Steven Ribordy, de 26 años, y Belmor Ramos, de 24, fueron condenados en otoño pasado por su participación indirecta en los asesinatos a siete y ocho meses de cárcel, a cambio de declarar contra sus compañeros de rango superior. Otros dos soldados fueron puestos en libertad sin cargos.
Mayo habría sido condenado a cadena perpetua de no haberse confesado su responsabilidad en la muerte de uno de los cuatro cuatro presos asesinados.
El oficial confesó ante el tribunal que lo juzgó, en el destacamento del Ejército de EEUU de Rose Barracks, en Vilseck (Bavaria, Alemania) que él fue uno de los tres militares de la Compañía A, del Primer Batallón del 18º Regimiento de Infantería, que asesinaron de un tiro en la cabeza a los cuatro prisioneros maniatados antes de tirarlos a un canal de la capital iraquí.

ISRAEL MARZO 2009: EL FASCISMO AL PODER

Netanyahu forma un gobierno «puzle» con una treintena de ministerios

LAURA L. CARO | JERUSALÉN

Martes, 31-03-09

Más hinchado, más hedonista y más peligrosamente derrochador de lo que fueron en su día Ariel Sharon o Ehud Barak, Benjamin Netanyahu será primer ministro de Israel al frente de un Gobierno de 30 ministros y 7 viceministros que, según el diario «Yedioth Ahronoth», tomará posesión a las cinco de la tarde de hoy. El Parlamento ha tenido que encargar ya una nueva mesa para dar cabida a las reuniones de este gabinete, que el viejo halcón del Likud ultimaba ayer ajeno a las críticas de la opinión pública, y pendiente sólo de cumplir las múltiples promesas que ha ido realizando para garantizarse esta investidura con la que, casi diez años después, verá satisfecha su ambición: volver a dirigir los designios de Israel.
Benjamin Netanyahu ocupaba la jornada de ayer en notificar el reparto de carteras a los elegidos dentro de su formación, donde el malestar se ha disparado al constatar la generosidad con la que «Bibi» ha tratado a sus socios de coalición, en contraste con las discretas competencias que ha reservado para los suyos. Aparte del Ministerio de Finanzas, -que al parecer gestionará el propio Netanyahu para controlar y premiar lealtades-, y los de Justicia o Educación, el Likud se quedará en este Gobierno con poco más que Transportes, Comunicación y Cultura y Deportes. Las inacabables hipotecas del designado primer ministro parecían, hasta ayer, no dar oportunidad siquiera para colocar en puestos de relumbrón a los tres rutilantes colegas cuyas fotos acompañaron a Netanyahu en su cartel electoral: Benny Begin, Dan Meridor y Bogey Yaalon, ex jefe del Estado Mayor, al igual que otro eterno apoyo, el general Yossi Peled.
Para los analistas, los recelos internos en su partido serán el primer dolor de cabeza de Netanyahu, que ha pagado el precio del poder concediendo Exteriores a su principal socio, Avigdor Lieberman, jefe del Yisrael Beitenu; Interior al líder del ultraortodoxo Eli Yishai, -líder del Shas que se queda también con Vivienda-, y la responsabilidad de Defensa a Ehud Barak, que finalmente no ha dudado en partir su propia formación laborista con tal de mantenerse en el Gobierno.
Pólvora para la oposición
La chequera y arriesgados arreglos políticos han servido para cuajar esta incierta coalición de partidos aparentemente incompatibles, en la que Lieberman, Yishai y Barak serán también vicepresidentes, y que padecerá el estigma de la inestabilidad. Enfrente, el Kadima de Tzipi Livni se ocupará de propiciar cuanto antes la voladura de tan forzada alianza. Sus diputados ya anunciaron ayer la presentación de una propuesta en el Parlamento para limitar gobiernos tan excesivos en su número como el que Netanyahu ha cuajado para pagar favores.
Las preocupaciones domésticas no serán las únicas. Antes de la toma de posesión, y con la vista puesta en el ultranacionalista Lieberman, la UE ya ha advertido al primer ministro «in pectore» de que las relaciones mutuas serán difíciles si Netanyahu sigue sin reconocer la solución de dos Estados y no congela los asentamientos.

LOS AYATOLLAS DE IRÁN FRENTE A LOS AYATOLLAS DE ISRAEL


TODO: De como Israel se convierte en un país nazifascista, en una suerte de 4º Reich; de como el medio Oriente se transforma en un polvorín...

Ardor religioso en el Ejército israelí

Colonos y ultraortodoxos se hacen fuertes en las Fuerzas Armadas debido a su celo patriótico y al creciente número de jóvenes que eluden la llamada a filas

JUAN MIGUEL MUÑOZ - Jerusalén - 31/03/2009

Eran un centenar de soldados. Abandonaron la sala en el instante en que una joven colega de armas se aupó al escenario. La Halaja, ley judía, prohíbe escuchar el canto de una mujer. Sucedió a comienzos de marzo. La próxima semana se inaugura en una base militar del desierto del Negev un hotel para oficiales casados, sus familias creyentes y rabinos. La penetración de la extrema derecha religiosa (alimento de los colonos, que consideran Cisjordania y Gaza tierra otorgada por Dios a los judíos) y la influencia de los rabinos sionistas en el Ejército israelí son imparables. Imbuidos de una ideología mesiánica se hacen fuertes al compás de la creciente evasión al llamamiento a filas y de la necesidad de reclutar jóvenes motivados.

En un desalojo en Hebrón, 12 de los 40 uniformados se negaron a obedecer
Las cifras sobre la composición de las tropas son secretas


Es una tendencia que tendrá consecuencias en el hipotético supuesto de que se alcanzara un acuerdo de paz con los palestinos. ¿Quién evacuaría a los colonos de Cisjordania? Ya han surgido brotes de desobediencia. En un desalojo en Hebrón, en agosto de 2007, 12 de los 40 uniformados que debían tomar parte se negaron a cumplir órdenes. En la evacuación de colonos de una casa en esa ciudad, en diciembre, fue la policía de fronteras quien se encargó de la operación.
Los laicos ashkenazis -judíos procedentes de Europa- formaron la espina dorsal del Tsahal durante 30 años. Apenas se veían kipás en las coronillas de los uniformados. Pero el Estado fundado sobre bases socialistas dejó paso al liberalismo, y el cambio en el Ejército se acomodó a la transformación social.

Colisión de jerarquías

Ni siquiera los especialistas pueden aportar cifras precisas sobre la composición del Ejército. Son datos secretos. Pero sólo hay que observar cualquier grupo de soldados que pululan por las calles para comprobar que los creyentes abundan. En las unidades de combate, con presencia permanente en la Cisjordania ocupada, son cada día más potentes.
Yagil Levy, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Abierta de Israel, asegura: "Al menos el 10% de los soldados de estas unidades proceden de las mechinot [academias militares con un 50% de graduados creyentes] y las hesder yeshivas [las 45 escuelas que combinan los estudios talmúdicos con el servicio militar]". "Hay muchos más religiosos aparte de ese 10%, pero éstos son los más organizados, y mantienen vínculos con los rabinos que han puesto sus pies en el Ejército, lo que fomenta una colisión entre la jerarquía religiosa y la militar".
"Hubo planes", agrega, "para dispersarlos, pero los rabinos se opusieron. Amenazaron con convertir a estos soldados en ultraortodoxos", un sector exento del servicio si demuestra que estudia en una escuela religiosa, aunque también existen unidades especiales para ellos.
Por primera vez el rabino jefe del Ejército, Avichai Rontzki, es un colono. "El Ejército", añade Levy, "nunca bloqueó a los religiosos, pero hasta los años ochenta, los rabinos creían que en las unidades de combate, que pueden pasar tres semanas en Cisjordania o en el Golán, los jóvenes creyentes se podían ver expuestos a experiencias seculares. Ésta no era la atmósfera adecuada para un observante". Hoy es diferente.
Antes de la guerra de Yom Kipur, en 1973, la evacuación de los territorios ocupados no estaba en la agenda. Ahora tienen una misión ideológica: proteger Eretz Israel (Israel, Cisjordania y Gaza). En Cisjordania, los colonos forman las unidades de reservistas que protegen los asentamientos, y son buen número entre los soldados regulares de la brigada Kfir, desplegada en ese territorio. La distinción entre colonos y militares se difumina. Son, en gran medida, los encargados de las continuas redadas en Cisjordania, acompañadas a menudo de violencia gratuita contra los palestinos. Pero resultan imprescindibles, dado el creciente escaqueo de los jóvenes de clase media-alta, que ha crecido ya hasta el 5%: alegan enfermedades psicológicas.
"El Estado Mayor no hace casi nada. Cada vez se pueden ver más y más comandantes de batallón y de brigada que son religiosos", afirma el profesor. Motivación es la palabra clave. "El jefe del Estado Mayor, Gaby Ashkenazi, entiende muy bien que sin la gran motivación de los soldados religiosos, podemos cerrar la tienda", explica Levy.
Desde el Gobierno, el bombardeo sobre los peligros que se ciernen sobre Israel es cotidiano. Analistas y ex políticos discrepan. "La gente", afirma Levy, "se siente más segura, la sensación de amenaza se hunde y la necesidad de sacrificio decae. Estos procesos provocan un descenso en la motivación, y al mismo tiempo hay más motivación entre otros grupos: beduinos y drusos, ultraortodoxos y mujeres, que tienen más opciones de ingresar en unidades de combate. No es que el Ejército se haya vuelto más liberal, es que en los años noventa se dieron cuenta de que las necesitaban". Pero nadie gana en celo patriótico a los colonos en uniforme.

Los rabinos descienden al campo de batalla

Nunca había ocurrido hasta la guerra de Gaza. Los rabinos acompañaron a los soldados en el campo de batalla. Difundieron panfletos en los que se animaba a "no tener piedad con el enemigo". "Estamos siendo muy violentos", advirtieron mandos castrenses en plena operación. Los jefes religiosos se dirigían primordialmente a los militares laicos. "Querían difundir la idea de que se trataba de una misión religiosa. Normalmente, una operación militar es un acto racional. Ellos quieren teologizarla", sostiene el experto Yagil Levy.
La enorme potencia de fuego desatada en la franja por el Ejército israelí -"se empleó una política muy liberal, muy flexible a la hora de emplear la fuerza. No siempre el término liberal es positivo", sonríe el profesor- respondió también a otros factores.
En primer lugar, el Gobierno estaba muy preocupado por las bajas tras la segunda guerra de Líbano. "Si se producen muchas bajas entre los soldados, la campaña se termina", asegura Levy. A diferencia de la contienda de 2006, todo se planeó al detalle.
Incluso el momento de lanzar la guerra, cuando en los países occidentales se disfrutaban las vacaciones de Navidad. Y más importante: se buscó que la campaña militar gozara de gran legitimidad entre la población israelí. "Nunca", explica Levy, "ha sido tan documentado y expuesto en los medios el sufrimiento de los israelíes atacados por los árabes como fueron los lanzamientos de cohetes contra Sderot y las comunidades vecinas. Cuando había atentados terroristas se intentaba proyectar la imagen de que todo volvía a la normalidad rápidamente. En Sderot ha sido al contrario. Se ha mostrado el sufrimiento continuo, y eso unido a los sentimientos nacionalistas, a los postulados de los rabinos y a la convicción de que la misión era legítima, generó esa agresividad".

STALIN EN ESPAÑA



STALIN EN ESPAÑA

ANTONIO ELORZA 31/03/2009

Si cada muerte individual es una tragedia, la muerte de un millón de personas es una estadística". Esta frase atribuida a Stalin, que recoge Martín Amis, refleja muy bien la doble cara del estalinismo. De un lado su dimensión monstruosa, de política que para alcanzar sus fines recurre de modo sistemático a la destrucción de los hombres; de otro, su componente de racionalidad, en el sentido que aborda los grandes problemas buscando en todo momento aplicar el criterio de elección racional.
El gran error fue su previsión de que Hitler no iba a atacarle, posiblemente porque en la partida que ambos jugaban, sobreestimó la capacidad intelectual de su oponente y no creyó que iba a cometer aquel tremendo error de precipitarse con una invasión a pocos meses del invierno. Además, tanto a Hitler como a Stalin, por atención a la guerra en curso en el primer caso y por falta de preparación suficiente en el segundo, les convenía aplazar el enfrentamiento.

Claro que la vocación punitiva de sesgo paranoide también afectaba a esa búsqueda de racionalidad y al volumen de recursos disponibles para su política expansiva: ejemplo, la purga de Tujashevski y de buena parte de los mandos militares, una mutilación del potencial ofensivo cuyo coste pudo ya estimarse con ocasión de la penosa victoria sobre Finlandia. Y aspecto que jugará un papel no desdeñable en la guerra de España, coincidente en el tiempo con los grandes procesos de 1936-1938.
Por lo demás, el planteamiento de Stalin fue desde 1933 a 1938 impecable, teniendo en cuenta que, a diferencia de Lenin, el georgiano se dio perfecta cuenta de lo que las instituciones representativas suponían para los trabajadores de Europa occidental. Eran algo a tener en cuenta, no podía reproducirse sin más la vía soviética al socialismo, lo cual era bien distinto de asumir la democracia como fin en sí mismo. A partir de 1935, en el tiempo de la guerra española, la aplicación del viraje representado por el VII Congreso de la Internacional Comunista, el del antifascismo y los frentes populares, se ajusta a esa camisa de fuerza. Por otra parte, Stalin mueve sus fichas pensando que la guerra es inevitable y tanto él como sus colaboradores (Litvinov) están dispuestos a que en cada jugada no haya el menor menoscabo para los intereses de una "patria del socialismo" necesitada de anclaje en la escena internacional (de ahí que suscriban el Pacto de No Intervención al consolidarse la sublevación militar en España).
En la primavera del 36, en plena efervescencia popular, los comunistas españoles se encontraban bajo la férrea dirección del italoargentino Victorio Codovilla, comprometido luego en el asesinato de Trotski en México yencantado con la idea de una próxima revolución española. Sólo que a partir de la entrada de las tropas de Hitler en Renania, mes de marzo, y a la vista de la inestabilidad reinante, no era ya tiempo para Moscú de revolución en España, sino de prevenir el golpe de la reacción. Por eso al llegar éste, la respuesta firmada por Dimitrov es inmediata, frente a las manifestaciones de entusiasmo de Codovilla por un aplastamiento supuestamente inmediato de la rebelión: "Lo más importante es el mantenimiento y reforzamiento del Frente Popular. Hay que actuar exclusivamente bajo la bandera de la defensa de la República que permite reunir la mayoría aplastante del pueblo español frente a la contrarrevolución".
La defensa de la república democrática se convierte en la consigna central de la Komintern y del PCE, por contraste con los planteamientos izquierdistas del POUM de Andrés Nin y con la revolución colectivista de la CNT, lo cual no significa que los comunistas dejen de participar en el proceso revolucionario, tanto en sus aspectos positivos como en la práctica de la represión (checas).
Stalin acepta que la URSS suscriba la No Intervención, pero con toda cautela decide apoyar a la República al constatar en agosto del 36 el deterioro de la situación militar. El programa de recepción al embajador de la República, Marcelino Pascua, será una muestra inmejorable de ese apoyo cauteloso. Desde su veraneo en el Mar Negro, dos notas de Stalin a su fiel Kaganovich lo expresan de modo inequívoco, primero en cuanto a abastecimientos ("vender petróleo a los españoles en los términos más favorables para ellos, a menor precio si hace falta", y otro tanto para trigo y alimentos, 18 de agosto), luego en cuanto a ayuda militar (enviar bombarderos vía México, buenos pilotos, armamento y municiones, 6 de septiembre). El mismo mes, la puesta en marcha desde la Internacional Comunista de lo que serán las Brigadas Internacionales, un frente popular en armas, no un ejército para sovietizar España, será la expresión más clara de esa actitud.
Su traducción política fue la famosa carta de 21 de diciembre de 1936 a Largo Caballero, punto de partida según Santiago Carrillo del posterior eurocomunismo. Amén de recomendar para España una vía parlamentaria al socialismo, Stalin aconseja una política que evite el aislamiento del Gobierno y que enlace con todo aquel dispuesto a defender la República.
En lo sucesivo, los intereses de la URSS siguen imperando, pero no sin cierta flexibilidad, observable en la rectificación de febrero del 38 a la consigna de abandono del Gobierno por el PCE, e incluso en la atención otorgada a fines del mismo año, al borde del desplome, a la petición de armas cursada por Hidalgo de Cisneros por encargo de Negrín. El respaldo a Largo Caballero en la primavera del 37, y aún antes frente al sectarismo del virrey Codovilla, invalida la imagen habitual. Su posterior sustitución como tutor del PCE por Palmiro Togliatti se sitúa en la misma dirección "frentepopulista".
Sólo que la política del VII Congreso, y, más aún, la aplicación del apoyo a la República en tiempo de histeria antitrotskista y de procesos de Moscú, era como el huevo de la serpiente. Incorporaba el principio de la captación o destrucción de los aliados socialistas mediante procesos de unificación y un agresivo proselitismo (JSU, UGT, PSUC) e introducía en el interior de las instituciones republicanas la práctica del terror. El desembarco de la NKVD con Orlov al frente, las matanzas de noviembre de 1936, afectaban al escenario idílico de la protección fraterna a una democracia republicana que según la imagen oficial se veía abocada a una nueva Guerra de Independencia frente a los invasores alemanes e italianos al lado del traidor Franco.
Los hechos de mayo de 1937 permitieron que culminase la campaña antitrotskista, con el asesinato de Andrés Nin y la detención y proceso de los dirigentes del POUM. Sin embargo, si bien el presidente Negrín echó una cortina de humo sobre lo primero -necesidad obliga-, protegió a los apresados y el proceso del POUM no reprodujo el espectáculo de justicia criminal de los juicios de Moscú. Fue un signo de que el peso del comunismo en el Estado republicano no suponía sovietización. De ahí las tensiones en el final de la contienda entre quienes proponían una huida hacia delante con la toma del poder, al modo del búlgaro Stepanov, con Pasionaria a su lado por inercia, y los que como Dimitrov y Togliatti trataban de evitar sin éxito que el PCE quedara como "el partido de la guerra". Aislado.
La derrota militar del invierno anterior había invalidado el intento de Stalin en septiembre de 1937 de eliminar el pluralismo político de la zona republicana mediante unas elecciones con listas homogéneas, no ya de frente popular, sino de "bloque popular", agregación de fuerzas subalternas en torno al Partido. Ni los leales dirigentes del PCE lo aceptaron de buena gana, por no hablar de la oposición socialista. No obstante, lo que cuenta es comprobar cómo la asunción transitoria de la democracia por Stalin llevaba a la lógica de monopolio del poder que caracterizará a las llamadas democracias populares.

30 DE MARZO, DÍA DE LA TIERRA PALESTINA

30 DE MARZO, DÍA DE LA TIERRA PALESTINA: LOS MEDIOS DE ISRAEL SILENCIARON LA JORNADA, PERO NO PUEDEN TAPAR EL CIELO CON UN HARNERO

Miles de palestinos protestan contra la expropiación de tierras y el racismo

Yvke

Miles de palestinos en Cisjordania e Israel tomaron las calles este lunes para denunciar la expropiación de sus tierras por el Estado de Israel, que avanza silenciosamente su ocupación y la limpieza étnica en la tierra de Palestina. El Foro Social Mundial ha declarado el 30 de marzo como jornada internacional de boicot y sanciones a Israel, en respaldo a la resistencia de un pueblo a ser borrado del mapa.


Miles de palestinos en Cisjordania e Israel se echaron a la calle en protesta contra la expropiación de sus tierras por las autoridades israelíes, en el llamado Día de la Tierra, que se conmemora este lunes, por vez primera, en todo el mundo.

La principal concentración en la zona tuvo lugar este año en la ciudad de Dir Hana, en la Galilea, donde miles de palestinos con ciudadanía israelí recorrieron sus calles para recordar la muerte de seis miembros de la comunidad en una protesta por la tierra hace 33 años.

Estos palestinos, denominados por el Estado de Israel como "árabes-israelíes", quedaron dentro de los límites reconocidos internacionalmente del Estado de Israel, y representan sesenta años después alrededor del 20 por ciento de los 7,2 millones de habitantes del país.

"Las razones por las que estalló el Día de la Tierra son tan relevantes hoy como en 1976: la expropiación continúa", afirmó durante la protesta el diputado Afo Agbariye, del partido israelí de izquierda Hadash.

Ese año, en una manifestación en Sahnín, también en la Galilea, los organismos de seguridad de Israel mataron a seis palestinos con ciudadanía israelí que desde entonces son el símbolo de la determinación palestina de no permitir el expolio de tierras.

Dentro del territorio israelí las expropiaciones continúan sobre todo en la Galilea (norte) y en el desierto del Negev (sur), si bien de forma mucho más ralentizada y con mayores garantías judiciales para la población árabe que hace cuatro o cinco décadas.

En este sentido, la jornada ha sido para los manifestantes una oportunidad para "oponerse unidos contra el racismo y el fascismo israelí", ante la entrada en funciones, quizás este martes, de un nuevo gobierno liderado por el derechista Benjamín Netanyahu, y entre cuyos aliados figura el ultranacionalista Avigdor Lieberman.

"Este año tiene una importancia especial por la subida de la extrema derecha al gobierno y la demanda de judeizar la Galilea y el Negev a cuenta de los árabes", explicó el también diputado israelí Taleb A-Sana, de la Lista Árabe Unida.

En las últimas dos décadas el problema de las expropiaciones de tierra es mucho más acuciante en Cisjordania, donde los palestinos ven sus tierras expoliadas a diario tanto para la construcción del muro de separación como para la de asentamientos judíos.

"En este día queremos recordar la legitimidad de nuestra presencia en esta tierra, en la tierra de nuestros padres y abuelos; renovar nuestro compromiso con la máxima de que la tierra palestina es indivisible", expresa Ramala Husán Qaraida, de 35 años y habitante de Ramala, capital administrativa de la Autoridad Nacional palestina (ANP).

Por toda Cisjordania, en ciudades, pueblos y aldeas, en campos de refugiados y olivares, se celebraron actos y marchas para recordar a todos "el mensaje de rechazo de nuestro pueblo a las prácticas israelíes", en palabras de Wasel Abu Yusef, representante local del movimiento islamista Hamás.

"En este día lo que el pueblo dice es que seguirá luchando hasta conseguir sus derechos y la libertad, y construir un estado independiente con Jerusalén como capital", agregó.

Y es que si hay algún lugar de la región donde la tierra cobra un significado especial ése es Jerusalén, donde día a día los palestinos libran una batalla legal y demográfica para mantener sus posesiones y frenar el avance de la presencia israelí.

Desde que hace cuatro décadas conquistó la parte oriental con el resto de Cisjordania, Israel ha construido masivamente en Jerusalén, que desde 1981 considera su capital eterna e indivisible.

Más de 250.000 israelíes viven hoy en barrios judíos levantados en zonas de Jerusalén ocupadas en 1967, y que tratan de reducir a la mínima expresión la presencia palestina en una lucha frenética por la ciudad.

Para Qais Abdelkarim, representante del Frente Democrático de Liberación Palestina (FDLP) en Ramala, la llegada de Netanyahu al poder no es buena señal porque significará un "impulso a la política de limpieza étnica en Jerusalén".

Mientras el mundo espera la entrada en funciones del nuevo gobierno israelí para conocer sus intenciones, los palestinos recibieron este lunes un espaldarazo a la lucha por la tierra de parte del Foro Social Mundial, que ha declarado por primera vez el 30 de marzo como jornada de boicot y sanción a Israel.

CERRARON LA INVESTIGACIÓN SOBRE GAZA

ISRAEL UBER ALLES: PEQUEÑAS MUESTRAS ADELANTADAS DE LO QUE VA A SER EL COMPORTAMIENTO HITLERIANO DEL GOBIERNO BIBERMAN, RACISMO-APARTHEID-VIOLENCIA

La fiscalía militar israelí desestimó los testimonios de los soldados “por no ser testigos directos”

El argumento es que no hay pruebas de delitos en los relatos. El ejército israelí todavía tiene que dar explicaciones, por ejemplo, de seis casos descriptos en detalle por Human Rights Watch del supuesto uso de fósforo blanco en áreas civiles.

Por Donald Macintyre *

Soldados israelíes utilizaron ayer gas lacrimógeno para dispersar a unos manifestantes.
Desde Jerusalén
El ejército israelí empezó a moverse para disipar el creciente aluvión de críticas por las muertes de cientos de civiles durante su ofensiva de 22 días en Gaza. La avanzada de las relaciones públicas por parte de la fuerza de defensa israelí tomó impulso tras las acusaciones hechas por algunos soldados de que las permisivas reglas de combate no protegían a los civiles. Para peor, ayer la fiscalía militar cerró la investigación de una serie de casos de asesinatos de civiles palestinos por parte de soldados israelíes. El fiscal militar, Avi Mendelblit, dio carpetazo al asunto al considerar que no hay pruebas de delitos en los relatos que fueron denunciados y que los soldados que prestaron testimonios no eran testigos directos.
En Israel, el escándalo estalló hace dos semanas, cuando la prensa local expuso los testimonios de varios soldados y oficiales durante una conferencia ante cadetes de una academia de preparación militar. Un soldado aseguró que, después de que un jefe de unidad discutiera con su comandante sobre la permisividad del código de actuación y éste fuera cambiado, otros militares del mismo rango se quejaron y dijeron: “Deberíamos matar a todos aquí (en Gaza). Todos son terroristas”.
Las acusaciones como ésta generaron una difundida publicidad y llevaron a los funcionarios más altos a reunirse con periodistas. En estas reuniones buscaron reforzar la afirmación de que, en palabras del jefe de Estado Mayor, Gabi Ashkenazy, “la fuerza israelí actuó moral y éticamente. Si hubo incidentes como éste, fueron aislados”.
La movida ocurre después de la publicación de una serie de informes de Amnesty International y Human Rights Watch, en los que documentaron que en las muertes de los civiles se violó la ley internacional. El último fue un informe de la semana pasada de Human Rights Watch que decía que el “deliberado” e “imprudente” uso de fósforo blanco era una “evidencia de crímenes de guerra”.
La inteligencia militar israelí dio a conocer la semana pasada nuevas cifras, indicando que 1166 palestinos habían muerto en el conflicto. De éstos, decía que 295 eran “ciudadanos no involucrados”, mientras que 162 no tenían una afiliación identificada. El Centro Palestino de Derechos Humanos (CPDH) dice que 1417 palestinos murieron y, de ésos, 926 eran civiles y 236 combatientes. Parte de la discrepancia –aunque sólo una parte– es una cuestión de definición. El CPDH incluye como civiles a policías civiles –muchos de los cuales eran nuevos graduados, muertos en el bombardeo de un desfile el primer día de la ofensiva, el 27 de diciembre– y activistas políticos desarmados. Sostiene, igual que Human Rights Watch, que esto es apoyado por la ley internacional. La fuerza israelí, sin embargo, los ubica a todos como entre los 709 “operativos terroristas” de Hamas.
La semana pasada, el coronel Roi Elkabets, que comandó a cientos de soldados blindados en la Operación Plomo Fundido, citó a algunos periodistas extranjeros para dar ejemplos de lo que él decía eran los dilemas que enfrentaban. En un caso dijo que identificaron a un miembro de Hamas con un AK-47 parado detrás de una mujer mayor que llevaba una bandera blanca y un grupo de hasta ocho niños. No le dispararon al hombre de Hamas, quien tampoco abrió fuego, hasta que reapareció cuando la mujer y los niños se habían ido.
Pero el ejército tiene todavía que refutar en detalle muchos casos específicos citados por las agencias de derechos humanos y periodistas que visitaron Gaza después de la ofensiva, y los testigos que describen las muertes de los civiles.
Todavía tiene que dar explicaciones específicas, por ejemplo, de seis casos descriptos en detalle por Human Rights Watch del supuesto uso de fósforo blanco en áreas civiles, otros seis en los que se mató a civiles aunque estaban en grupos llevando banderas blancas, o el uso repetido de artillería en áreas construidas.

* De The Independent de Gran Bretaña.

SERGIO

SERGIO

Por Hugo Presman

¿Sabes una cosa Sergio? No te reconozco. Y sin embargo estás igual. La misma kipa multicolor. La misma buena oratoria. Tu rostro joven. Si. Estás igual que cuando pedías justicia por las victimas del criminal atentado contra la AMIA. Ahí en Plaza Lavalle frente a tribunales. Cuando eras un referente de Memoria Activa. Junto a Diana Malamud y Laura Guinzberg. Pasó mucho tiempo. Por eso tal vez se me confunden los tantos. Pero si mal no recuerdo te referenciabas en Marshall Meyer, el rabino que acompañaba a las madres en los años de plomo, en sus rondas alrededor de la Pirámide de Mayo. Aquel al que un día se le acercó un padre cuya hija estaba desaparecida y le dijo: Marshall¿ Que haces aquí? ¿ Tenes un hijo desaparecido? No le respondió. Estoy aquí porque vos tenes un hijo desaparecido.

Estás igual y sin embargo no te reconozco a pesar de la misma kipa multicolor. Dejaste Plaza Lavalle y reapareciste en la Plaza del Congreso colocándote en el palco a la derecha de Blumberg. Cambiaste a la libertad del himno repetida tres veces por la seguridad por triplicado. Y eso no es muy republicano. Aunque entonces aún no habías adherido al discurso del democratismo vacío. Marshall Meyer ya no te guiaba. Ahora te seducía el falso ingeniero. Y la prensa del establishment empezó a darte espacio. Ahora te buscaban, hacías declaraciones, te convertías en un referente moral. Aunque para ello estuvieras rodeado de admiradores del terrorismo de estado, de la mano dura. Lejos quedaban los lunes poco concurridos de Plaza Lavalle. Ya no estas en Memoria Activa. Ahora militas en Amnesia Activa. Nada de lunes sin gente y sin prensa. Velas y medios. Buscaste la cobertura del cristianismo institucional: Bergoglio, Marcó. Escribiste un libro, El Manifiesto Cívico Argentino que parece una versión actual de los manuales de educación democrática, materia que se implementó a partir de la Revolución Fusiladora. Para que el pueblo no cayera nuevamente en una dictadura. Ahí también se hablaba de república y democracia mientras se proscribían a las mayorías populares. No se podía, sin cometer un delito, mencionar a Perón, Eva Perón, Partido Justicialista. No tenían voz los millones que lo respaldaban. Pero los Bergman de entonces hablaban de la segunda tiranía. Y los que se decían democráticos y revolucionarios eran entre otros tus socios actuales Sergio: la Sociedad Rural, el diario La Nación, la Iglesia Institucional, las franjas de clase media que miraban despectivamente a los cabecitas negras que tenían el tupé de gozar de derechos solo reservados hasta entonces a otros sectores. ¿ Sabes Sergio que los cabecitas negras han sido discriminados, aquí, en nuestra argentina, como los judíos los han sido en otras sociedades? Y vos Sergio, el que tenía como referente a Marshall Meyer, al humanismo judío, el de la kipa multicolor, hoy bendecís a muchos de los discriminadores. Hablás de nuestros hermanos del campo. No te referís a los peones rurales. A los pequeños y medianos propietarios por fuera del modelo sojero, a los campesinos sin tierras o expropiados de la zona no pampeana. A ellos no los ves. Los “hermanos del campo” son Biolcatti, Miguens, Llambías, Grobocopatel. Te convocan a dar charlas de la Mesa de Enlace junto a Vicente Massot, el sólido cuadro intelectual y propietario de Nueva Provincia, tradicional vocero de la Marina, que justifica la tortura, defendió el terrorismo de Estado y minimizó el holocausto. ¿Será que si ese Dios en que crees, contemplara nuevamente impávido una remake de los años de plomo, vos estarías contra los que denostaban a las madres que buscaban a sus hijos? Si existe una vida después de esta, Marshall Meyer debe haberse muerto de nuevo.

Pareces la versión religiosa en envase judío de Elisa Carrió. Por eso dijiste ayer: “Hay una Argentina que puede ser República después de Néstor” “No entreguen ningún voto, ni la dignidad” “Hay que llenar las mesas para que no nos roben los votos” “Tenemos que tomar eso que aprendimos de los hermanos del campo. Hay que organizarse para defendernos. La inseguridad se resuelve con decisión política”.

Créeme Sergio que no te reconozco. Aunque estés igual. Con tu kipa multicolor, tu habilidad oratoria y tu figura de joven querible. Cambiaste tu discurso y tus amigos. Tus aliados. Nunca más la marginalidad. Ahora la primera plana del establishment. Por eso dijiste ayer, en un acto contra la inseguridad que convertiste en un acto opositor, que no hay que confundir “el legado de Perón con la locura de Nerón”. No seas hipócrita Sergio. Vos, si hubieras sido contemporáneo y mayor de edad entre 1945 y 1955, habrías estado contra “ la segunda tiranía”. Preguntale sino a tus nuevos amigos. Donde estuvieron o donde se hubieran ubicados. Hubieras dicho que Perón era Nerón. Que incendiaba la República y asesinaba la democracia. Y que sus seguidores eran la barbarie. Para que se concrete la República que vos y tus aliados quieren, hay que implantar el voto calificado. Y en la lógica de ese razonamiento de democracia blanca es posible que vos como argentino de origen judío también quedes excluido.

Tanto esperar el Mesías, que te impacientaste. Tu confusión te llevó primero a encontrarlo en Blumberg y ahora en la Mesa de Enlace. Crees que Alfredo de Angeli es la reencarnación de un combatiente del Gueto de Varsovia y Elisa Carrió una continuación de los profetas.

No te reconozco Sergio Bergman. Te ha encandilado el vellocino del oro mediático. Cada vez más cerca de los poderosos. Reemplazaste el Antiguo Testamento por el diario La Nación. Cada vez más lejos de Dios si este existe. Que él, que contempló impávido Auschwitz y la Esma, los bombardeos en Gaza, en la Plaza de Mayo, las atrocidades múltiples y tus involuciones, te perdone.