05 agosto 2008

LA "TERCERA VÍA", EL FINAL DE UNA ESTAFA

EL FINAL DE UNA ESTAFA... que demuestra una vez más que la socialdemocracia siempre fue la sirvienta del capital financiero, la que impuso medidas impopulares que las derechas sólo podían implantar por la fuerza... (TODO)

Fernando Scornik Gerstein


La popularidad del primer ministro británico se encuentra en caída libre: según recientes encuestas, el 78% de los ciudadanos cree que Gordon Brown está haciéndolo muy mal y el 59% cree que debería renunciar antes de las próximas elecciones generales. Según una reciente encuesta del Sunday Times, el apoyo a los tories es del 45% y solo del 25% para Brown. Si se celebraran elecciones ahora, los conservadores obtendrían 400 escaños, con una ventaja de 150 sobre todos los demás partidos.
¿Es Gordon Brown el único responsable de esta debacle? ¡Por supuesto que no! El primer ministro es la víctima propiciatoria –aunque no exenta de culpa, porque el participó– de esa gran estafa ideológica y práctica que fue la “tercera vía” anunciada por Tony Blair a bombo y platillo hace 10 años y que encandiló a tantos socialdemócratas europeos.
Veamos cuál es la herencia que ha dejado Tony Blair, según nos la resume el economista británico Fred Harrison, del grupo de Fulham. Para Blair, la tercera vía estaba destinada a revertir las injusticias en el Reino Unido, y uno de sus principales objetivos era mejorar las condiciones de vida de los niños. Sin embargo, cuando Blair dejó Downing Street después de 10 años, la posibilidad de los niños pobres de mejorar su situación era la misma que hace 40 años.
Otro objetivo era mejorar, mediante de ayudas especiales, a la tercera edad. No obstante, el 11% de los pensionistas (1,2 millones de personas) viven hoy en la extrema pobreza, mientras que el 21% (2,2 millones de personas) viven en condiciones de pobreza no extrema, pero pobreza al fin. Desde el año pasado hasta hoy las cosas han empeorado: otros 200.000 pensionistas se han precipitado a la pobreza y se calcula que otros 1,2 millones de personas no podrán ya pagar la calefacción de sus casas en 2010.
Respecto a la población trabajadora –la que está entre los niños y los ancianos–, la distancia entre pobres y ricos, desde luego, no se ha acortado bajo el Gobierno de Blair. En un extremo, el 11% de los hogares están clasificados como “nuclearmente pobres” (con ingresos bajos y privaciones materiales); el 16% de los hogares están clasificados como “pobres en la miseria” (simplemente excluidos de las normas habituales de la vida social); y, en el otro extremo, el 6% de los hogares participan de una riqueza exclusiva, lo que les permite también excluirse de la habitualidad social.
O sea, que al cabo de 10 años de Gobierno de Tony Blair ni se habían eliminado las enormes diferencias entre pobres y ricos ni estaba más cerca el Reino Unido de eliminar las causas de la pobreza. Y no sólo eso, sino que además la feroz especulación inmobiliaria y los precios estratosféricos de la vivienda han creado un foso insalvable entre los que quieren ser propietarios y los que ya lo son.
Pero, antes de finalizar su mandato, Tony Blair –en un indudable acto de contricción– quería eliminar el impuesto sobre las rentas más bajas. Gordon Brown, como canciller del Tesoro, en cambio, incrementó las tasas del impuesto a los ingresos más bajos, pasando los beneficios a los ricos. Ahora, en la desesperación, Brown anuncia medidas sociales en educación y sanidad y –no podía faltar– impulsa recortes de derechos a los inmigrantes. Es más que dudoso que esas medidas puedan modificar sustancialmente las condiciones sociales y mejorar sus negras perspectivas electorales.
De medidas estructurales que impliquen verdaderamente una tercera vía entre el capitalismo liberal monopólico y el socialismo de Estado –entre las cuales estarían sin duda una reforma fiscal que acabe con la especulación inmobiliaria, grave las altas rentas y disminuya la imposición indirecta– no hay absolutamente nada.
Los socialistas españoles deben estudiar con cuidado lo sucedido en el Reino Unido para no caer en la trampa de pensar que se hacen reformas profundas solamente dando ayuda a los necesitados. Son imprescindibles reformas estructurales, y esto hay que tenerlo en cuenta “si se desea exportar pensamiento progresista”, tarea ahora encomendada por el presidene Zapatero a Jesús Caldera.
Si el pensamiento socialdemócrata desea diferenciarse de la derecha, no puede ser sólo en el área de los derechos civiles, la igualdad y la laicidad –muy importantes sin duda–, sino que debe añadirse un objetivo económico social distinto al de la derecha. Hasta ahora, la izquierda europea no ha producido nada en este sentido. Se limita a sostener los mismos planteamientos económicos de la derecha pero “con más contenido social”. Cuando la sociedad vote a un partido de izquierdas espera más que eso y tiene derecho a obtenerlo.

Fernando Scornik Gerstein es abogado, de la International Union for Land Taxation and Free Trade y miembro del grupo de Fulham en el Reino Unido

CON LOS HERMANOS COMO PROTAGONISTAS

...Y LA "CONTRAOFENSIVA" DIRIGIDA DESDE LA SUITE DE UN HOTEL EN EUROPA COMO MARCO DEL QUE MUY POCOS HABLAN... Y DE LA QUE NADIE SE HACE CARGO EN UNA ESPECIE DE SILENCIO PIADOSO, (a.a.)

Victoria Ginzberg − Página 12


La hija de María Teresa Trotta y Roberto Castelli, nacida en cautiverio, y el hijo de Lourdes Martínez Aranda y Francisco Goya, secuestrado junto a sus padres, fueron localizados por Abuelas de Plaza de Mayo. Sus hermanos fueron motores de la búsqueda.
Verónica Castelli y Emilio Goya tratan de hacer equilibrio entre la emoción y la prudencia. Militantes de HIJOS, ambos acaban de encontrar a sus hermanos secuestrados durante la última dictadura. Ante todo, quieren preservar esa relación que está renaciendo después de treinta años. Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, fue la encargada de dar la noticia oficialmente: dos nuevos nietos, dos nuevos jóvenes, recuperaron su identidad. Y sus hermanos fueron protagonistas de la búsqueda.
Los dos nuevos nietos recuperados son la hija de María Teresa Trotta y Roberto Castelli y el hijo de Lourdes Martínez Aranda y Francisco Goya. Ella nació durante el cautiverio de su madre, a fines de abril o principios de mayo de 1977, y el viernes pasado supo que era hija de desaparecidos. El fue secuestrado junto a sus padres en 1980. El juez federal Ariel Lijo le contó su historia el martes.
La casa de las Abuelas de Plaza de Mayo se llenó ayer a las cuatro de la tarde. Camarógrafos, fotógrafos y periodistas esperaban el inicio de la conferencia de prensa en la que también participó el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde. Puertas adentro, el lugar estaba lleno de treintañeros. Verónica Castelli se sentó al lado de las Abuelas Estela de Carlotto y Rosa Rosinblit. Dos compañeras le sostenían la espalda, como ella lo había hecho con otros. Cuando la presidenta de Abuelas nombró a sus padres, no pudo contener las lágrimas. “Esperamos poder seguir haciendo estos anuncios tan rápido y seguido como la historia lo requiere”, aseguró Carlotto. Hasta el momento, son 92 los niños secuestrados o nacidos en cautiverio que recuperaron su identidad.
María Teresa y Roberto
María Teresa Trotta nació el 14 de julio de 1950 en la provincia de Buenos Aires. Roberto nació en la Capital Federal el 28 de diciembre de 1946. En 1974 nació su primera hija, Verónica. Fueron secuestrados el 28 de febrero de 1977, él en Merlo y ella, embarazada de seis meses, se presume, cerca de San Antonio de Padua. Fueron vistos por sobrevivientes en el centro clandestino de detención Sheraton y en El Vesubio.
Los testimonios obtenidos en la investigación indican que María Teresa fue llevada al sector de Epidemiología del Hospital Militar de Campo de Mayo para dar a luz. Según la pesquisa, la niña fue adoptada a través del Movimiento Familiar Cristiano que, aparentemente, durante la última dictadura entregaba bebés en adopción sin investigar el paradero de su familia. Esta misma organización estuvo involucrada en el caso de Belén Altamirano Taranto, otra nieta recuperada por las Abuelas de Plaza de Mayo.
“Tengo una sensación similar al momento en que nació mi hijo. Por primera vez me siento plena. Dediqué mi vida para esto. Estoy muy feliz”, dijo Verónica en la conferencia de prensa. Emilio, motor de la búsqueda de Jorge Guillermo, prefirió no participar del anuncio público sobre la recuperación de su hermano.
María Lourdes y Francisco
Francisco Goya nació en Resistencia. Tuvo dos hijos –Juan Manuel, en 1972, y Emilio, en 1974– con su primera mujer. Militó en el Movimiento Nacionalista Tacuara, en la Juventud Peronista y en Montoneros. Durante su exilio en México conoció a María Lourdes Martínez, ciudadana de ese país y militante del Partido Comunista. En marzo de 1979 la pareja se fue a España y el 31 de julio del mismo año nació su hijo Jorge Guillermo.
Lourdes y Francisco volvieron a la Argentina en el marco de la Contraofensiva.
Los tres fueron secuestrados entre abril y julio de 1980 en Mendoza. A partir de un dato de un “arrepentido” el juez Lijo pudo encontrar al niño, hoy un joven.