31 diciembre 2008

CÓMO NOS GUSTAN NUESTROS LÍDERES

Así es cómo nos gustan nuestros líderes, llamando a los reservistas mientras envían a los pilotos a bombardear a nuestro enemigo y manifiestan la unidad nacional.

Por Amira Hass

Este no es el momento de hablar de ética, pero sí de inteligencia. Quienquiera que dio las instrucciones para enviar a 100 de nuestros aviones, pilotados por los mejores de nuestros muchachos, a bombardear y ametrallar los blancos enemigos en Gaza están familiarizados con las numerosas escuelas adyacentes a los blancos establecidos, especialmente de las estaciones policiales. También supo que exactamente a las 11.30 de la mañana de un sábado, durante el ataque sorpresa al enemigo, todos los niños de la Franja estarían en las calles -unos, luego de terminar las clases de la mañana; los otros, dirigiéndose a ellas para el curso de la tarde.

Este no es el momento de hablar de respuestas proporcionales, ni tampoco de las encuestas que auguran a los arquitectos de la misión una mayor porción de bancas en la Knesset (Parlamento). Este es el momento de hablar de la fe de los votantes que creen que la misión tendrá éxito, que los golpes han sido precisos y que los blancos estaban justificados.

Por ejemplo, tomemos la mezquita Imad Aqel, del campamento de refugiados de Jabalya, bombardeada y ametrallada poco antes de la medianoche del domingo. Estos son los nombres de la gloriosa victoria militar que logramos allí: Jawaher, de 4 años; Dina, de 8; Sahar, de12; Ikram, de 14, y Tahrir, de 17, todas ellas hermanas de la familia Ba'lousha, que fueron matadas en un ataque "preciso" a la mezquita. Fueron heridas otras hermanas, un hermano de 2 años y sus padres. Veinticuatro vecinos resultaron heridos y cinco casas y tres negocios fueron destruidos. Esta parte de la victoria militar no abrió las transmisiiones de nuestra televisión o de los noticieros de radio ayer por la mañana, ni tampoco aparecieron en muchos de los sitios web de noticias de Israel.

Este es el momento de hablar sobre los detallados mapas en manos de los comandantes militares y sobre los asesores de la inteligencia militar que conocen la distancia exacta entre la mezquita y las casas cercanas. Este es el momento de discutir sobre los dispositivos de observación y las cámaras que flotan día y noche sobre la Franja, filmándolo todo.

Este es el momento para que los consejeros legales que analizan la operación encuentren las palabras precisas para justificar el "daño colateral". Es el momento de alabar al vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, que con su elegancia sudafricana y su encantador acento parisino dirá que la culpa es de Hamas, que usa las mezquitas del barrio para sus propios propósitos.

Hablar de doble moral siempre ha sido discutible. Tal vez había un depósito de armas en la mezquita. Tal vez los militantes de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa se encontraran allí todas las noches y desde allí planeaban el lanzamiento de sus ataques.

¿Dónde está el jefe del Estado Mayor del Ejército cuando prepara sus planes de guerra? No en el Sahara, ni siquiera en el Negev. ¿Qué pasaría si alguien se inmola a la entrada de la cinemateca de Tel Aviv y aquellos que lo enviaron dijeran, afligidos, que el suicida se dirigía calle abajo, hacia el Ministerio de la Defensa?

Este no es el momento para recordar las lecciones de la historia largamente olvidadas para decir que ésta no es la manera de derrocar a un gobierno. Ni es el momento para hacer recomendaciones racionales sobre las habilidades de nuestros hombres de estado. El momento para esas cosas ha pasado, junto con el Nuevo Orden que alguna vez nosotros, arrogantemente, intentamos establecer en el Líbano y ello nos trajo a Hezbollah. Igual que los planes de nuestros orientalistas para reducir la popularidad de la OLP sólo sirvió para que emergiera un movimiento nacionalista islámico militante.

El momento para esas recomendaciones ha pasado, junto con la toma de tierras palestinas y la construcción hiperactiva de asentamientos en la era de Oslo que sólo puso la piedra angular para la Segunda Intifada y la caída de Al-Fatah.

La era de la razón y el juicio se murió hace tiempo, incluso antes de los asesinatos selectivos de activistas de Al-Fatah en Cisjordania, que pronto se convirtieron en ataques con disparos contra soldados y la emergencia de otros pocos miles de jóvenes tomando las armas, por no mencionar el fenómeno de los bombarderos suicidas.

Nunca es el momento correcto para decir "nosotros se lo dijimos", porque cuando uno lo dice esas palabras ya no son válidas. No podemos reavivar a los muertos, ni reparar los daños causados por la arrogancia y la megalomanía.

Es el momento de hablar de nuestra propia satisfacción y goce. La satisfacción de los tanques poniéndose en marcha una vez más para un ataque demoledor, la satisfacción de nuestros líderes amenazando con el dedo al enemigo. Así es cómo nos gustan nuestros líderes, llamando a los reservistas mientras envían a los pilotos a bombardear a nuestro enemigo y manifestien la unidad nacional. De Baruch Marzel a Tzipi Livni, de Netanyahu a Barak y a Lieberman.

La fuente: La autora es periodista del diario Haaretz (Tel Aviv, Israel).La traducción del inglés pertenece a Ana Der para elcorresponsal.com.

DESINFORMACIÓN, SECRETOS Y MENTIRAS: CÓMO SE SUSCITÓ LA OFENSIVA DE GAZA



Una preparación a largo plazo, una cuidadosa recopilación de información, discusiones secretas, farsa operativa y la desorientación del público han estado detrás de la operación "Reparto principal" del ejército israelí contra objetivos de Hamas en la Franja de Gaza, que comenzó el sábado por la mañana. El esfuerzo desinformativo, según funcionarios militares, tomó a Hamas por sorpresa y sirvió para aumentar significativamente el número de sus bajas en el ataque. Por

Barak Ravid

Fuentes de la clase dirigente militar le dijeron al ministro Ehud Barak que instruyera al ejército israelí para que preparara la operación hace más de seis meses, incluso cuando Israel estaba empezando a negociar un acuerdo de alto el fuego con Hamas. Según estas fuentes, Barak mantuvo que aunque la calma le permitiría a Hamas prepararse para un enfrentamiento con Israel, el ejército israelí necesitaba también tiempo para prepararlo.
Barak dio órdenes de llevar a cabo una urgente recopilación de la inteligencia buscando delinear las infraestructuras de seguridad de Hamas junto a las de otras organizaciones militantes que operan en la Franja de Gaza.
Este esfuerzo recopilativo de la inteligencia remitió información sobre las bases permanentes, depósitos de armas, campamentos de entrenamiento, domicilio de los principales funcionarios y las coordenadas de otras instalaciones.
El plan de acción que se llevaba a cabo en la operación Reparto Principal seguía siendo sólo una heliografía hasta hace un mes, cuando las tensiones estallaron después de que el ejército llevara a cabo una incursión en Gaza durante el alto el fuego con la intención de eliminar un túnel que el ejército de Israel dijo que estaba ideado para facilitar un ataque por parte de militantes palestinos a las tropas israelíes.
El 19 de noviembre, después de que docenas de cohetes Qassam y rondas de fuego de mortero explotaran en suelo israelí, el plan fue llevado a la aprobación final de Barak. El pasado jueves, 18 de diciembre, el primer ministro, Ehud Olmert, y el ministro de Defensa se reunieron en las oficinas principales del ejército israelí en el centro de Tel Aviv para aprobar la operación.
Sin embargo, decidieron poner en espera la misión para ver si Hamas cumpliría sus disparos después de la expiración del alto el fuego. Ellos, por consiguiente, lo aplazaron, supeditando el plan a la aprobación del gabinete, pero informaron a la ministra de Exteriores, Tzipi Livni, de los pormenores.
Esa noche, hablando a los medios de comunicación, fuentes de la oficina del primer ministro dijeron que "si los lanzamientos desde Gaza continuaban, el enfrentamiento con Hamas sería inevitable". Durante el fin de semana, varios ministros del gabinete protestaron airadamente contra Olmert y contra Barak por no vengarse de los lanzamientos de los Qassam de Hamas.
"Esta cháchara habría hecho Entebe o la Guerra de los Seis Días imposible," dijo Barak respondiendo a las imputaciones. El gabinete fue convocado para el miércoles siguiente, pero la oficina del primer ministro informó mal a los medios de comunicación declarando que la discusión resolvería sobre la jihad global. Los ministros supieron sólo esa mañana que la discusión realmente se ajustaba a las operaciones en Gaza.
En su resumen de declaración para la discusión, la oficina del primer ministro consagró una línea a la situación en Gaza, comparada a una página entera relativa a la ilegalización de 35 organizaciones islámicas.
Lo que realmente siguió a la reunión ministerial fue una discusión de cinco horas de duración sobre la operación militar, en la que los ministros fueron informados sobre los diseños y planes de acción. "Fue una revisión muy detallada," dijo un ministro.
Ese ministro agregó: "Todos entendimos perfectamente a qué clase de periodo nos estábamos dirigiendo y a qué clase de escenarios esto nos podría llevar. Nadie podría decir que no sabían lo que estaban votando". El ministro también dijo que la discusión demostró que las lecciones del Comité Winograd sobre la actuación de quienes tomaron las decisiones durante la Segunda Guerra de Líbano en el 2006 estaban "totalmente asimiladas."
Al final de la discusión, los ministros votaron unánimemente a favor del ataque, dejando para el primer ministro, el ministro de Defensa y la ministra de Exteriores el desarrollarlo en el momento preciso.
Mientras Barak estaba preparando los detalles finales con los oficiales responsables de la operación, Livni se fue a El Cairo a informar al presidente de Egipto, Hosni Mubarak de que Israel había decidido atacar a Hamas.
En paralelo, Israel continuó mandando desinformación anunciando que abriría los cruces de la Franja de Gaza y que Olmert decidiría si lanzar el ataque después de tres deliberaciones más el domingo; un día después la orden actual para las operaciones fue emitida.
"Hamas evacuó a todo su personal del cuartel general después de la reunión ministerial del miércoles," dijo un funcionario del ejército, "pero la organización envió a su gente de regreso cuando oyeron que todo quedaba en espera hasta el domingo."
La decisión final se tomó el viernes por la mañana, cuando Barak se reunió con el jefe del Estado Mayor, el general Gabi Ashkenazi; el jefe del Servicio de Seguridad (Shin Bet), Yuval Diskin, y el jefe de la inteligencia militar, Amos Yadlin. Barak se sentaba después con Olmert y Livni varias horas para una reunión final en la que el trío dio sus órdenes a la fuerza aérea.
El viernes por la noche y el sábado por la mañana, los líderes de la oposición y las figuras políticas prominentes fueron informadas sobre el inminente ataque, incluyendo al presidente del Likud, Benjamín Netanyahu; a Avigdor Lieberman, de Yisrael Beuiteinu; a Haim Oron, de Meretz, y al presidente Shimon Peres, junto a la vocera de la Knesset, Dalia Itzik.
La fuente: Haaretz (Tel Aviv, Israel). La traducción del inglés pertenece a Carlos Sanchís para Tlaxcala, la red de traductores para la diversidad lingüística.

EL GENOCIDIO DE PALESTINA: OBAMA, LA ONU Y EUROPA.

Por Olivier Herrera Marín*

ESPAÑA: Al escribir estas líneas sobre el genocidio de Palestina, sigo pendiente de una declaración pública de Obama, para saber a que atenernos, que nos puede deparar el Nuevo Año 2009 más allá de los voluntariosos votos de felicidad, salud y amor que nos intercambiamos toda la gente noble y sencilla.

El estado de Israel asienta y consolida su existencia, desde sus orígenes, como un estado que hace de la guerra y el terrorismo de estado su razón de ser y su carta de visita y ante el salvaje zarpazo de la bestia, el fétido aliento del Gran Crótalo, nos encomendamos a Obama, que, no pararán el ataque criminal de Israel contra Gaza, la UE ni la ONU, dos impotentes y vulgares plañideras. Obama no puede dar la callada por respuesta y hacerse reo de Israel. Que si el Presidente electo aún no tiene el poder ejecutivo, si que tiene, toda la autoridad moral y política para hablar -si no se ha quedado mudo de espanto- y condenar sin paliativo alguno el acto de guerra salvaje y unilateral -una vez más- de Israel contra el pueblo de Palestina. Obama, por su bien y por el nuestro no debe equivocarse ni puede ser Poncio Pilatos bis.

El inefable Bush, se supera a si mismo, al afirmar que la culpa de todo cuanto esta ocurriendo es de Hamás 'Que debe poner fin a los ataques contra Israel' Es cierto que la herencia que recibe Obama de Bush -el hijo del padre- es mucho peor de la que recibió en su día Clinton del otro Bush. Pero se le ha votado para que saque a USA de la miseria económica y moral, de la ciénaga de Irak sin volver a caer en las trampas de Israel. Obama ha sido y és, en el momento de escribir estas palabras, nuestra gran apuesta y esperanza para hacer realidad ese otro mundo posible, soy bien consciente de que Obama, como tantos otros prohombres políticos que le precedieron desde Georges Washington y Abraham Lincoln, lo quiera o no, es parte del sistema, ha adquirido firmes compromisos con el verdadero PODER, y no le será fácil, el salirse del guión escrito, del terreno acotado, sin poner en grave riesgo su propia vida, por todo ello, independientemente de su mejor o peor voluntad, Obama nos puede salir rana, y convertir nuestro sueño en una nueva pesadilla, sea como sea, cuando estas palabras seán del viento, és posible que ya sepamos si le podemos renovar nuestro voto de confianza a Obama o si nos hemos vuelto a equivocar -por necesidad histórica- apoyando a un fantasma, a otro títere de las Petroleras y del Lobby Sionista, otro mandado, sordo y ciego, que además de estar predispuesto a perpetuar en Afganistán todos los horrores y errores de la administración Bush nos pude arrastrar con Israel hasta las arenas movedizas y el pozo sin fondo de Irán.

Hoy, la masacre del ejército de Israel en Gaza, es la respuesta infame de todos los verdugos que se hacen pis y caca encima, al ver la honda y oír el silbido de la piedra. Y para Israel, los muertos ajenos no cuentan si no cuentan con la Américan Express , que un bebe palestino muerto en el regazo de su madre, las cinco rosas segadas a la puerta de la mezquita por la guadaña de Israel, son pura estadística, gajes del oficio, y además, las cinco niñas, no tenían que estar donde estaban, jugando a muñecas.

Hoy, Israel, prostituye y manipula el sentido y valor de las palabras al utilizar como excusa y justificación de sus crímenes, la misma desesperación y locura que ha provocado y provoca entre quienes se ven desposeídos de la tierra, la casa y la familia y sólo les queda su maltrecha vida y su impotencia para intentar vengarse del verdugo de sus sueños, de sus almas inocentes. Israel no duda ni dudara en sacrificar a uno y cien hijos de David, si al cobrar por cada ojo y cada diente propio, mil ojos y mil dientes de los hijos de Saladino puede ganar territorio y alcanza sus objetivos estratégicos, geopolíticos y económicos.

Los números hablan y no mienten del lado de Palestina las victimas se cuentan por centenares, más de trescientos cincuenta muertos muertos y más de mil seiscientos heridos, del lado de Israel dos muertos, hemos dicho DOS, que además pierden la vida al responder Hamás al ataque de Israel con sus cohetes de ir por casa. Pero de los ordenadores a las ordenes de los ordenadores, de los políticos sin corazón ni alma, incapaces de levantar la mirada y tomar la palabra ante el del PODER, poco se puede decir y esperar y, en todo caso, nada que sea bueno, cuando permiten que hable por ellos como Alto representante de la Unión Europea, un tal Javier Solana, que se declara 'muy preocupado por los acontecimientos en Gaza… Hacemos un llamamiento a un inmediato alto el fuego y pedimos a todos la máxima moderación' Sólo los idiotas, cobardes y venales, sólo los inútiles impresentables, le pueden hacer el juego a Bush y afirmar sin sonrojarse que son equiparables los cohetes caseros de Hamás a la potencia de fuego que utiliza Israel, desde los carros de combate hasta los 80 aviones y helicópteros que han atacado, arrasado sin piedad, a la población indefensa con sus misiles inteligentes y sus bombas de chocolate envenenado.

Y sólo los ciudadanos que defendemos nuestro derecho a vivir y vivir en paz con nosotros mismos y con los demás, sólo los ciudadanos a través de la RED y con todos los medios a nuestro alcance, tomando las calles y las plazas de los pueblos y las ciudades, cercando las embajadas en Israel-USA en la Aldea Global, sólo los ciudadanos levantando y defendiendo las banderas de la Tierra, de la unidad, la paz y la libertad, del respeto y el amor por encima de las razas, credos y sexos, sólo los ciudadanos que levantando la bandera del amor al diferente que nos humaniza y enriquece, le podemos parar y pararemos los pies a todos los genocidas de Israel-USA, que los reyes y los señores de la guerra, son nadie, son nada, sin vasallos.



SOIS NADIE
SOIS NADA


Señores presidentes,
señores ministros,
ilustrísimas señorías,
si tenéis baños y espejos,
si tenéis ojos en la cara
miraos en ellos.

Mirad Basora y Bagdad,
mirad Gaza y Cisjordania,
mirad toda Palestina.
cubiertas de pus y sangre.
Mirad la raíz y el fruto
del olivo seco y solitario.

Mirad toda mi tierra,
una charca y una balsa,
un mar y un océano
de sangre y de llanto.
Mirad los ojos, ¡los ojos!.
¡los mil ojos de mis niños!.

Miradlos, canallas.
Miradlos, crápulas.

Mirad la sangre por las calles,
mirad las rosas ensangrentadas,
y la sangre brotando de los rosales,
os diría hoy Pablo Neruda.

Mirad el vómito y las heces
de vuestros cuarteles
generalitos de cuatro
y cinco puntas, ¡putas!
¡sapos iscariotes!
os diría hoy León Felipe.

Os creéis ser dioses,
dueños de la ciencia
y dueños de la técnica,
y sólo sois los dueños
de los escarabajos,
de la mierda y de la nada.

De la mierda y de la nada,
de la mierda y de la nada.

Sólo los pueblos libres
son dueños de la tierra
del fuego y del aire,
del agua y la esperanza.

Sólo los pueblos libres
son dueños de su vida,
los dioses sin vasallos,
no sois nadie, no sois nada.

Os creéis ser muy machos y valientes,
170 de coeficiente de inteligencia,
Y sois gusanos de barracón de feria,
los mayores criminales del siglo XX.


Olivier Herrera Marín*, POETA del MUNDO:

GAZA Y LAS ELECCIONES ISRAELÍES

Para el autor, la decisión del ministro de Defensa, el laborista Ehud Barak, de lanzar un mortífero ataque contra las posiciones de Hamas en Gaza guarda una estrecha relación con la celebración de las elecciones legislativas israelíes el próximo 10 de febrero.
Por Ignacio Álvarez Osorio

La tregua mantenida durante los últimos seis meses entre Israel y Hamas no ha podido romperse de una manera más abrupta. Las fuerzas aéreas israelíes han lanzado un ataque fulminante contra varios edificios oficiales en la franja de Gaza acabando con la vida de más de 300 personas, en lo que se considera tan sólo el primer paso de una operación destinada a desalojar del poder a Hamas. Esta acción militar ha producido el episodio más violento vivido en la franja desde que fuera ocupada hace ya más de cuatro décadas.

Aunque las autoridades israelíes han tratado de justificar el ataque describiéndolo como una respuesta legítima a los recientes lanzamientos de misiles contra las poblaciones cercanas a la frontera (más de 200 en una sola semana), las razones parecen ser distintas.

Debe tenerse en cuenta que estos misiles de fabricación casera apenas tienen un radio de acción de veinte kilómetros y difícilmente pueden considerarse una amenaza vital para la existencia del Estado hebreo (de hecho, no habían provocado una sola víctima).

La ofensiva militar pone fin a la relativa calma vivida en los últimos meses y abre la puerta a una escalada bélica de impredecibles consecuencias, ya que los dirigentes islamistas palestinos han llamado a una nueva intifada contra la ocupación israelí.

La decisión del ministro de Defensa, el laborista Ehud Barak, de lanzar un mortífero ataque contra las posiciones de Hamas en Gaza guarda una estrecha relación con la celebración de las elecciones legislativas israelíes el próximo 10 de febrero.

Según diversas encuestas, el líder del Likud, Benjamín Netanyahu, tiene todas las papeletas para convertirse en el próximo primer ministro. En las últimas semanas, Netanyahu ha venido calentando el ambiente al recriminar a Kadima y al Partido Laborista el mantenimiento de una línea de contacto con Hamas a través de Egipto.

El líder populista había prometido que, de imponerse en las urnas, lanzaría una campaña militar para poner fin al control islamista de la franja de Gaza y acabar de una vez por todas con Hamas. Para no quedarse atrás en las encuestas, Tzipi Livni, la ministra de Asuntos Exteriores y candidata de Kadima, también se mostró a favor de una ofensiva en Gaza.

Livni es partidaria de una paz parcial con los palestinos siempre que estos acepten los planteamientos maximalistas israelíes, lo que le ha convertido en frecuente blanco de ataque de los sectores extremistas que reclaman el completo control judío de la Tierra de Israel, situada entre el Mediterráneo y el Jordán. Al quedar atrapado entre el fuego cruzado de Netanyahu y Livni, Ehud Barak, líder del Partido Laborista, dio luz verde a la intervención.

Las encuestas electorales predicen una auténtica debacle de los laboristas que, de confirmarse, cosecharían el peor resultado electoral de toda su historia convirtiéndose en la quinta fuerza política israelí.

Ante esta difícil coyuntura, Barak, un político sin carisma que es cuestionado por doquier -el influyente escritor israelí Amos Oz ha manifestado recientemente que "el Partido Laborista ya ha cumplido su misión histórica"-, parece poner a su servicio la supremacía militar para mejorar sus expectativas de voto y tratar de convertirse en una fuerza bisagra en el futuro Gobierno, dado que ni el Likud, ni Kadima lograrán el respaldo necesario para gobernar en solitario. Al golpear con dureza a Hamas, Barak, el militar más laureado en la historia israelí, pretende presentarse como el más halcón de los halcones y, al mismo tiempo, hacer olvidar sus ofertas de paz a los palestinos en Camp David y a los sirios en Shepherdstown en 2000.

La maniobra de Barak no carece de riesgos, puesto que podría volverse en su contra. Algo parecido le ocurrió a Shimon Peres en 1996, cuando provocó la masacre de Qana, una ciudad del sur libanés, sin que le reportara el respaldo electoral deseado, ni le permitiera superar a su rival, Netanyahu.

Difícilmente los sectores ultranacionalistas y ultraortodoxos apostarán el 10 de febrero por la fórmula laborista y tampoco parece que la ofensiva le pueda dar votos entre los sectores progresistas, cada vez más inclinados hacia el izquierdista Meretz, que podría resucitar de sus cenizas como consecuencia de la deriva laborista.

Si en las décadas de los setenta y ochenta, los diferentes gobiernos israelíes, independientemente de su signo, tacharon a la OLP de organización terrorista para evitar negociar la devolución de los Territorios Ocupados, en la actualidad los dirigentes sionistas hacen lo propio negándose a reconocer a Hamas.

Lo sorprendente es que los países occidentales, incluida España, respaldan este posicionamiento y no aceptan a Hamas como interlocutor válido mientras no renuncie a la violencia y muestre su apoyo al nefasto Proceso de Oslo, que ha convertido el territorio palestino en guetos aislados.

La incógnita es por qué Washington y Bruselas aceptan un Gobierno libanés en el que toma parte activa Hezbolá, pero rechazan un Gobierno palestino con la presencia de Hamas.

Curiosamente, ni Estados Unidos, ni la UE exigen a Israel que cumpla el derecho internacional y respete los derechos humanos de los palestinos, poniendo fin a su ocupación e interrumpiendo su política de castigos colectivos.

Es más: la Unión Europea da un trato de favor a Israel que, a pesar de su reiterado afán colonizador, es premiado con la intensificación de las relaciones.

De hecho, el Acuerdo de Asociación que entró en vigor en 2000 fue reforzado por el Plan de Acción de 2004; a comienzos de este mismo año se frenó, gracias a la movilización de la sociedad civil europea, un nuevo intento del Parlamento Europeo de mejorar dichas relaciones bilaterales. Al castigar al ocupado y premiar al ocupante, la comunidad internacional está lanzando un mensaje erróneo que fortalece a los sectores extremistas y debilita a quienes defienden un compromiso con los palestinos.

La fuente: Ignacio Álvarez Ossorio es profesor del Área de Estudios Árabes e Islámicos - Departamento de Filologías Integradas de la Universidad de Alicante (España).

LAS MATANZAS DE GAZA DEBEN ESTIMULARNOS A LA ACCIÓN

Una vez más estamos observando las matanzas en Gaza, como lo hicimos en marzo último, cuando 110 palestinos, incluidos docenas de niños, fueron matados por Israel en sólo unos días. Una vez más la gente siente rabia, enojo y desesperación por los crímenes que comete el estado israelí con impunidad total. Pero por sobre el intenso enojo y pesar que muchísimas personas sienten por las masacres renovadas de Israel en Gaza, hay un sentimiento de frustración por la falta de respuestas polìticas que puedan cambiar el curso de los acontecimientos, acabar el sufrimiento y traer justicia. Los palestinos están pidiendo solidaridad, solidaridad real, traducida en una acción política determinada.
Por Ali Abunimah

"Yo pondré música y celebraré lo que la fuerza aérea israelita está haciendo." Ésas fueron las palabras, dichas en Al Jazeera, de Ofer Shmerling, un agente de defensa civil israelí destinado a Sderot, área adyacente al de las últimas matanzas de Israel en Gaza.
Poco tiempo antes, los aviones F-16 y helicópteros Apache de Israel -en ambos casos proporcionados por los Estados Unidos- dejaron caer más de 100 bombas en decenas de lugares de la asediada ciudad de Gaza, matando a más de 200 personas e hiriendo a centenares más. Muchos de estos ataques estuvieron dirigidos a estaciones policiales, localizadas -como en la mayor parte del mundo- en el medio de áreas civiles. El gobierno norteamericano fue el primero en ofrecer su apoyo a los ataques de Israel, y otros seguirán.

Los informes señalaron que muchos de los muertos eran policías palestinos. Entre aquéllos que Israel etiqueta como "terroristas" había de un docena de agentes de tránsito que culminaban su entrenamiento. Todavía se desconoce el número de civiles que perdieron la vida o resultaron heridos; Al Jazeera mostró imágenes de varios niños asesinados, y los ataques israelíes ocurrieron al mismo tiempo que miles de niños palestinos estaban en las calles de regreso de las escuelas.

La alegría de Shmerling es compartida por muchos israelíes y sus partidarias alrededor del mundo; su violencia es una violencia virtuosa. Es la "autodefensa" contra los "terroristas" y por consiguiente justificada. El bombardeo israelí -como el norteamericano y el de la OTAN cuando atacan en Irak o Afganistán- se ejecuta en nombre de la libertad, la paz y la democracia.

La justificación de las matanzas de Israel, que se transmite fielmente por numerosos medios de comunicaciòn del mundo, es que Israel está actuando en "venganza" por los cohetes palestinos disparos con creciente intensidad desde que expiró la tregua de seis meses, pese a que hasta entonces ningún israelí había sido muerto o herido por esos ataques.

Pero los ataques horrendos de hoy marcan sólo un cambio en el método de Israel de eliminar a los palestinos. En los meses recientes ellos murieron fundamentalmente de muertes silenciosas, sobre todo entre los ancianos y enfermos privados de comida y medicamentos por el asedio de dos años, calculado y pensado para causar sufrimientos y privaciones a un millón y medio de palestinos, la mayoría de ellos refugiados y niños que fueron enjaulados en la Franja de Gaza. En Gaza, los palestinos murieron hasta ahora silenciosamente, privados de medicamentos básicos: insulina, remedios oncológicos y productos para diálisis cuya provisión fue prohibida por Israel.

Los medios de comunicaciòn no suelen preguntar cuál es la idea de tregua que sostiene Israel. Es muy simple. Bajo una tregua al estilo israelí, los palestinos tienen el derecho de permanecer callados mientras Israel los hambrea, los mata y continúa colonizando su tierra violentamente. Israel no sólo ha prohibido la llegada de comida y medicamentos para alimentar y sostener el cuerpo de los palestinos en Gaza, sino que también los priva del alimento para sus mentes hambrientas: debido al asedio, no pueden conseguirse la tinta y el papel necesarios para imprimir los libros de texto de sus escolares.

Como dijo John Ging, jefe de los funcionarios de la agencia de los Naciones Unidas para los refugiados de Palestina (UNRWA), en noviembre: hubo cinco meses de cese de hostilidades y las personas de Gaza no obtuvieron ningún beneficio; ellos no tuvieron el menor atisbo que les hiciera más digna la existencia. Nosotros, de hecho, en la ONU, también sufrimos la restricción de suministros durante el período del cese de hostilidades, al punto que quedamos en una posición muy vulnerable e incierta y con unos días de cierre quedamos sin comida."

Ésa es una tregua israelí. Cualquier contestación a los ataques israelíes -si se efectúan protestas pacíficas contra el muro del apartheid en Bilin y Nilin, en Cisjordania, por ejemplo- es respondido con violencia. Ningún cohete se ha lanzado a Israel desde Cisjordania, y los ataques de Israel, las matanzas, el robo de tierras, los pogroms de los colonos y los secuestros nunca cesaron, ni un solo día, durante la tregua. La Autoridad Palestina en Ramallah ha accedido a a todas las demandas de Israel, incluso la de poner sus fuerzas de seguridad a enfrentar a la resistencia en el nombre de Israel. Nada de eso ha ahorrado a un solo palestino los padecimientos de la implacable colonización de Israel. No evitó, por ejemplo, que la familia Al-Kurd viera lac asa queocupó durante 50 años en Jerusalén Orientan demolida el 9 noviembre, para que la tierra en que se asentaba pudiera ser tomada por los colonos.

Una vez más nosotros estamos observando las matanzas en Gaza, como lo hicimos en marzo último, cuando 110 palestinos, incluidos docenas de niños, fueron matados por Israel en sólo unos días. Una vez más la gente siente rabia, enojo y desesperación por los crímenes que comete el estado israelí con impunidad total.

Pero hoy, por los medios de comunicación árabes e internet la rabia no se dirige solamente hacia Israel. Curiosamente, se dirige en mayor medida a los Estados árabes. Las imágenes de que el palo es la ministra de Relaciones Exteriores de Israel, Tzipi Livni, en El Cairo en día de Navidad. Allí ella se sentaba, mientras se sonreía con el presidente egipcio, Hosni Mubarak. Hay imágenes de Livni y su par egipcio dándose palmadas.

El periódico israelí Haaretz informó que el último miércoles el "gabinete israelí autorizó al primero ministro, al ministro de Defensa y al ministro de Relaciones Exteriores a determinar el momento y el alcance" de los ataques de Israel en Gaza. Por todas partes muchos se preguntan qué se dijeron Livni y los egipcios y más importante aún qué le dijeron ellos a la ministra israelí. ¿Israel obtuvo luz verde para llevar al rojo las calles de Gaza? Pocos están listos para darle el beneficio de la duda a Egipto después de que ha ayudado a Israel a sitiar Gaza manteniendo cerrado el cruce fronterizo de Rafah por más de un año.

Por sobre el intenso enojo y pesar que muchísimas personas sienten por las masacres renovadas de Israel en Gaza, hay un sentimiento de frustración por la falta de respuestas polìticas que puedan cambiar el curso de los acontecimientos, acabar el sufrimiento y traer justicia.

Pero hay maneras, y éste es un momento para enfocarse en ellas. Ya yo he recibido avisos de demostraciones y acciones de solidaridad que se planean en diversas ciudades del mundo. Eso es importante. ¿Pero qué pasará después de que las demostraciones se dispersen y la ira se apague? ¿Continuaremos permitiendo que los palestinos de Gaza sigan muriéndose en silencio?
Los palestinos están pidiendo solidaridad, solidaridad real, traducida en una acción política determinada. El Grupo Estatal Democrático, con base en Gaza, hace un llamado a las organizaciones de la sociedad civil para actuar inmediatamente ejerciendo presión en sus gobiernos para que rompan los lazos diplomáticos con el apartheid israelí e instituyan sanciones en su contra.

Las organizaciones The Global Boycott, Divestment y Sanctions Movement for Palestine (http://www.bdsmovement.net/) proveen el formato para esto. Ahora es el tiempo para encauzar nuestras crudas emociones en un compromiso a largo plazo para asegurarnos de que no se repetirá otra pesadilla en Gaza.

La fuente: El autor es cofundador de Electronic Intifada y autor del libro One Country: A Bold Proposal to End the Israeli-Palestinian Impasse (Metropolitan Books, 2006). La traducción del inglés pertenece a Sam More para elcorresponsal.com.

NUESTROS PILOTOS NO VOLVIERON SANOS Y SALVOS

NUESTROS PILOTOS NO VOLVIERON SANOS Y SALVOS

Traducido del hebreo por Ester Mann y Andrés Aldao

Por Gideon Levi − Haaretz, 31 de diciembre de 2008

Nuestros mejores hijos, los destinados a la aviación, están atacando en Gaza. Buenos muchachos de buenos hogares haciendo malas acciones. La mayoría, correctos, de buena presencia, seguros de sí mismos, muchos inclusive se consideran a sí mismos valiosos. Decenas de ellos salieron el sábado negro (27/12) a bombardear blancos del “polígono de Gaza”.
Salieron a bombardear la formación de fin de curso de jóvenes policías que hallaron un trabajo fuera de serie en Gaza y los mataron por decenas; Bombardearon una mezquita y de paso mataron a cinco niñas, todas hermanas, hijas de la familia Balusha (la más pequeña de cuatro años); bombardearon una estación de policía e hirieron a una vecina médica, internada en estado de coma en el hospital Shiffa, que está repleto hasta estallar por la cantidad de heridos y muertos; bombardearon una universidad, a la cual llaman entre nosotros el “Rafael palestino”, destruyeron el hostel de las estudiantes; tiraron cientos de bombas desde el cielo azul sin ninguna oposición de los palestinos.
En cuatro días mataron a 375 personas. No diferenciaron, y no podían diferenciar, entre alguien del Hamás y una niña, entre un agente de tránsito y un disparador de kassam, entre un depósito de municiones y un consultorio médico, entre el primer piso y el segundo en un edificio habitado por decena de niños. Según los informes, la mitad de los muertos fueron civiles inocentes. No podemos “quejarnos” de la puntería de los pilotos, no puede ser distinto cuando el arma es un avión y el blanco una franja de tierra donde los habitantes viven tan aglomerados. Nuestros excelentes aviadores son ahora héroes sobre los débiles: sin otra aviación que se le oponga, sin ninguna estructura defensiva contra ellos, bombardean y bombardean sin que nadie los moleste, como si estuviesen en vuelos de maniobras.
Es difícil saber lo que les pasa por la cabeza, qué ocurre en sus corazones. Dudo que sea relevante. Se los juzga por sus actos. De todas maneras, desde una altura de miles de pies el cuadro se ve aséptico, como las manchas de tinta del test Rorschach: apuntar al objetivo, apretar el botón y ¡hop! se levanta una nube de humo negro. Otra vez dieron en el blanco. Ninguno de ellos ve la consecuencia de sus actos con sus propios ojos, ni antes ni después, sólo desde la altura del avión. Seguramente penetrados por los cuentos de terror sobre Gaza −nunca estuvieron allí− como si no existieran allí un millón y medio de personas que sólo quieren vivir con un mínimo de dignidad. Gaza, en la que hay jóvenes como ellos, con semejantes sueños humanos: estudiar, trabajar, formar una familia, aunque no tienen ninguna posibilidad de concretar, con o sin bombas.
¿Es que los pilotos piensan en ellos, los hijos de los refugiados cuyos padres y los padres de sus padres ya fueron expulsados de sus vidas?
¿Piensan acaso sobre los miles de heridos que quedan inválidos por el resto de sus vidas en una zona donde no hay un hospital digno de ese nombre ni siquiera un solo centro de rehabilitación? ¿Piensan acaso sobre el odio terrible que despiertan, no sólo en Gaza si no en todos los puntos del planeta, gracias a las tétricas fotos exhibidas?
No fueron los pilotos los que decidieron esta guerra, pero son sus ejecutores. Los que tomaron las decisiones son los que deberán rendir cuentas, pero los aviadores son sus asociados. Cuando vuelvan a sus casas recibirán grandes honores, como es costumbre entre nosotros, los mejores a la aviación. Creo que nadie tratará de alentar sus dudas morales, al contrario, son los verdaderos héroes de esta maldita guerra.
El vocero del ejército los congratula todas las noches resaltando el “trabajo extraordinario” que realizan, ignorando, por supuesto, también él, el cuadro desvastador de Gaza. Después de todo, ellos no son los guardias fronterizos sádicos que torturan a los árabes en las callejuelas de Nablus y en la casba de Hebrón, o los crueles “mistarabim” (unidades de combate israelíes con vestimentas árabes), que matan a sangre fría y a quemarropa. Como hemos dicho, ellos son nuestros mejores hijos.
Tal vez si se encontraran una sola vez con las consecuencias de su “trabajo extraordinario”, cambiarían de idea, pensarían dos veces sobre sus actos. Si fuesen una sola vez al hospital Alin en Jerusalem, en donde está internada hace ya tres años la pequeña María Aman, completamente paralizada, que mueve las ruedas de su silla y toda su vida sólo con la barbilla, se horrorizarían. María, la maravillosa, fue herida por una raqueta en Gaza, que también mató a casi toda su familia (ellos la habían fabricado...).
Pero todo esto se oculta y se esconde de los ojos de los pilotos. Ellos hacen el trabajo solamente, como se dice, cumplen órdenes, como máquinas de bombardeo. En los últimos días se esmeran en especial, y los resultados están ante los ojos de todo el mundo: Gaza se lame las heridas, igual que el Líbano hace dos años, y casi nadie se detiene un minuto para preguntarse si realmente es necesario. ¿No se podía evitar? ¿Aporta a la seguridad de Israel y a su perfil moral? ¿Realmente vuelven nuestros aviadores sanos y salvos a sus bases, o llegan como seres insensibles, ciegos y crueles?

© Guideon Levi − Haaretz, 31 de diciembre de 2008

Traducido del hebreo por Ester Mann y Andrés Aldao