29 enero 2009

¿Y?

¿Y?

Después de la guerra, comienza la polémica interna en Israel. En este artículo, el autor cuestiona la efectividad de la ofensiva bélica contra las bases de Hamas en Gaza.

Por Daniel Kupervaser

En un magistral operativo aéreo basado en una maniobra táctica sin precedentes, logramos sorprender a las fuerzas de Hamas, carentes de todo armamento antiaéreo, de radares y sin un mísero avión, y en el término de tres minutos impactamos sobre un centenar de objetivos destrozando y devastando sedes ministeriales, instituciones civiles y militares, campamentos de instrucción militar, depósitos de municiones, cárceles, inclusive una formación de un centenar de policías civiles. ¿Y?
Continuamos los días siguientes con ataques desde el aire, destruyendo toda la infraestructura, bombardeando la boca de túneles de abastecimiento en el límite con Egipto, liquidando todo grupo de guerrilleros que lanzaba raquetas y misiles sobre las ciudades de Israel y todo edificio de donde se detectaban disparos. ¿Y?
Matamos desde el aire a Nizar Rayyan, prominente ideólogo y uno de los destacados líderes del movimiento Hamas, en una brillante ejecución puntualizada desde el aire bombardeando su casa. ¿Y?
Lanzamos una masiva ofensiva terrestre con infantería blindada, tanques, artillería e ingeniería, todos equipados con el armamento más sofisticado del mundo y con el apoyo de la marina y la mejor aviación del mundo. ¿Y?
Matamos a Said Siam, ministro del interior del gobierno de Hamas, otro de los prominentes lideres del grupo terrorista que controla Gaza. ¿Y?
Nos deleitamos escuchando los sabios consejos de los prominentes asesores militares de la televisión, todos generales, brigadieres y almirantes en retiro que competían entre ellos para ver quién proponía la maniobra más brillante o cargaba con más pólvora o municiones. ¿Y?
Observamos a los corresponsales militares de las cadenas televisivas locales, todos uniformados con las mismas camperas de cuero marrón de la aviación norteamericana, y también uniformados con la misma palabra que no era más que recitar los informes de la cúpula militar israelí, desprendiéndose de principios profesionales de la democrática misión de un periodismo crítico. ¿Y?
Sentimos el inédito y monolítico apoyo al operativo por parte de todos los sectores judíos: desde Meretz, famosos escritores como A.B. Yoshua y el denominado Nuevo Movimiento de Izquierda (¿izquierda dije?) hasta los prominentes representantes de la acérrima extrema derecha. El silencio de la oposición fue llamativo y por supuesto que los contados opositores que elevaron su voz rápidamente fueron acallados tras las "patrióticas" muchedumbres vociferando "traidores". ¿Y?
Fuimos testigos de cómo distinguidos y honorables rabinos que en su pasado fueron acusados por las autoridades competentes de "instigación al racismo" (un judío, ¿racismo?) fueron invitados por el ejército para armarse de municiones morales de la conocida tradición judía ofreciendo una arenga a soldados antes de entrar en batalla con expresiones como: "En esta guerra no hay inocentes y por lo tanto, se puede disparar sobre civiles" ¿Y? (1)
Vimos cómo se puedne mantener los operativos del ejército de Israel en un territorio densamente poblado de civiles tras una cortina de humo informativa por medio de una democrática prohibición de la entrada de todo medio de comunicación a la zona de Gaza, salvo aquellos "corresponsales objetivos", todos vestidos con las mismas camperas norteamericanas y que cuando se los lleva a lugares determinados saben poner los ojos donde al ejército le agrada. ¿Y?
Alentamos a la población y a nuestros soldados cantando junto con la famosa Zehava Ben su nueva y pegadiza canción "Flores color oliva", que en una copla proclama, modesta y patrióticamente: "No importa, en la cantina o en batalla, ellos ofrecen todo y pasan el tiempo, Israel se honra por tener el mejor ejército del mundo". ¿Y?
Observamos aquellos atrevidos traidores que tuvieron la osadía de protestar en forma pasiva pero en público en contra de la guerra, gesto que para la policía es un serio delito, casi una subversión, que requiere exigir de los jueces la cárcel pues esos actos "desmoralizan a la población". ¿Y?
Movilizamos las fuerzas militares activas y parte de la reserva de uno de los ejércitos más fuertes y sofisticados del mundo, y tras más de tres semanas de duros combates contra un enemigo que logra movilizar no más de 15 mil combatientes (perdón, terroristas), equipados solo con armamento obsoleto compuesto por fusiles personales y anticuados proyectiles antitanques, logramos aniquilar unos 600 a 700. ¿Y?
Aun antes de finalizar los combates, el primer ministro Olmert y el ministro de Defensa Barak en conferencia de prensa, y tras ellos todos los miembros del gabinete israelí, salieron a gritar: Victoria, Victoria, hemos vencido!!!. ¿Y?
Y nos preguntamos: ¿qué es lo que realmente logramos?
¿Logramos desalojar a Hamas del poder en Gaza? No. Al contrario, logramos afianzar el reconocimiento internacional de Hamas como auténtico representante de los intereses palestinos.
¿Logramos desarmar a Hamas? No.
¿Logramos recuperar al soldado Guilad Shalit? No.
¿Logramos evitar el lanzamiento de misiles sobre población civil en Israel? No. Al contrario, logramos que Hamas demuestre que es capaz de bombardear hasta el último día de combate a 40 kilómetros, distancia no conocida hasta la operación.
¿Logramos instaurar condiciones de seguridad más cómodas para Israel? No.
¿Logramos recuperar el valor de la disuasión como estrategia central de defensa de Israel? No. Con un pueblo que vive en la miseria y no tiene qué más perder, la disuasión no tiene sentido. De hecho siguieron luchando hasta el último minuto.
¿Logramos evitar que Hamas se siga equipando con armamento por medio del contrabando? Da la impresión de que no, aunque el único logro es una movilización internacional en gran escala en apoyo de Israel en ese sentido. Sin ninguna duda, cualquier estadista perspicaz hubiese sido capaz de llevarla a la práctica sin necesidad de la sangrienta operación militar.
Y de todas maneras el operativo militar más grande en la historia de Gaza: ¿Qué es lo que logró?
Logramos inferir al pueblo palestino que vive en Gaza una espantosa y sangrienta tragedia humana y material. Su recuperación será dolorosa y prolongada (fuera de la militar, que será inmediata) pero, desde su punto de vista nacional, grabará en su conciencia la heroica epopeya e intrépido sacrificio en su lucha por la liberación nacional como pocos pueblos fueron capaces de enfrentar hasta hoy en día.
Al pueblo judío le ocasionamos una tragedia mucho mayor. En un acto de desesperación y guiados por la arrogancia y la soberbia, tiramos por la borda muchos de los valores humanos provocando una sangrienta tragedia humana cuyos efectos lo sufriremos por generaciones.
Enfrentamos un pueblo hundido en la pobreza y la desolación, que lucha por su liberación nacional, liderado por un grupo fanático - fundamentalista que declara abiertamente que su objetivo máximo es la destrucción del Estado de Israel, que se esconde detrás de inocentes y que no se pone límites atacando criminalmente a población civil en Israel.
¿Cómo responde Israel? Guiado por oscuros sentimientos de venganza y revancha, también nosotros aplicamos sin límites toda la fuerza destructiva del poderoso ejército. Los resultados no pueden sorprender a nadie.
Nuestros cerebros recibieron durante las últimas décadas un continuo y profundo lavado de militarismo y unilateralidad que nos confunde y enceguece y nuestras evaluaciones siempre nos guían a imponer la violencia e intimidación como única solución posible.
Pareciera que estamos infectados de una rara bacteria que nos hace perder la memoria muy rápidamente. Sesenta años fueron suficientes para dejar en el olvido la epopeya de nuestra liberación nacional del dominio inglés, en donde nuestros valientes combatientes también usaron el terror y se escondieron detrás de civiles inocentes. También alcanzamos a olvidar que tan solo hasta hace algo más de 30 años todavía se podía escuchar en ese entonces las mismas amenazas de Hamas o mucho peores en boca de Nasser, Saadat o el mismo rey Hussein de Jordania con quienes en pocos años firmamos acuerdos de paz basados en la devolución hasta el último centímetro de los territorios conquistados en 1967. Será posible que no recordemos los tres No de Khartum (No reconocer a Israel, no negociar con Israel y no hacer la paz con Israel) de la OLP cuando hoy en día soñamos en desalojar a Hamas de Gaza para poder instituir y besuquearnos con Abu Mazen, entonces uno de los lideres de la OLP en Khartum.
De seguir imponiendo la unilateralidad y la violencia en vez del diálogo y acuerdos basados en concesiones recíprocas, seguiremos preguntándonos ¿Y? Ojalá me equivoque.

La fuente: Periódico Nueva Sión (Buenos Aires, Argentina)

CRIMENES DE LESA HUMANIDAD

La Audiencia investigará a un ex ministro israelí por un bombardeo en Gaza en 2002
El juez Fernando Andreu admite a trámite una denuncia contra el ex titular de Defensa Benjamín Ben Eliezer por la muerte de 14 civiles en un ataque contra el líder de Hamás Salah Shehadeh.- El Gobierno israelí dice que hará lo posible para frenar la investigación


MANUEL ALTOZANO - Madrid - 29/01/2009

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu investigará al ex ministro de Defensa israelí Benjamín Ben-Eliezer y a otros seis cargos militares a sus órdenes por un presunto crimen contra la humanidad. Los investigados fueron los presuntos organizadores en 2002 de un bombardeo en la franja de Gaza para acabar con la vida del dirigente de Hamás Salah Shehadeh, pero la operación se saldó, además de con la muerte del líder de la milicia, con la de otros 14 civiles, varios menores entre ellos, según relata el auto del juez. El actual ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, ha afirmado en un comunicado que "hará todo" por anular la querella, informa EFE.

A FONDO
Además de Ben-Eliezer, el juez imputa los hechos al comandante de las fuerzas aéreas israelíes en el momento del ataque, Dan Halutz, al general del mando sur de las fuerzas de defensa israelíes, Doron Almog, al presidente del Consejo Nacional de Seguridad israelí y asesor nacional de seguridad, Giora Eiland, al secretario militar del ministro de Defensa, Michael Herzog, y al jefe del Estado Mayor, Moshe Ya'alon, y al director del servicio general de seguridad de Israel, Abraham Dichter.
Objetivo: un líder de Hamás
El ataque tuvo lugar el 22 de julio de 2002 y tenía como objetivo acabar con la vida del dirigente de Shehadeh. Para ello se utilizó un caza F-16 del Ejército israelí que lanzó una bomba de una tonelada sobre su vivienda en el barrio de Al Daraj de la ciudad de Gaza, una de las zonas residenciales más densamente poblados de la ciudad, según la resolución. El proyectil causó 15 víctimas mortales y 150 heridos. Su explosión alcanzó de lleno a la familia cuyos siete miembros fallecieron.
Andreu admite la querella, presentada por el Centro Palestino para los Derechos Humanos, después de que Israel se negara a contestar una comisión rogatoria enviada en agosto de 2008 en la que preguntaba si los hechos estaban siendo investigados en ese país. El juez concluye que existen indicios de crímenes contra la humanidad al tratarse de un ataque contra la población civil de inicio ilegítimo.
Principio de justicia universal
El auto de Andreu cita el artículo 23.4 de la Ley Órganica del Poder Judicial que hace referencia al principio de justicia universal: "Igualmente será competente la jurisdicción española para conocer de los hechos cometidos por españoles y extranjeros fuera del territorio nacional susceptibles de tipificarse, según la Ley penal española, como algunos de los siguientes delitos: (...). Y cualquier otro que, según los tratados o convenios internacionales, deba ser perseguido en España".
En el razonamiento jurídico del juez se dice finalmente que "con el propósito de cometer el asesinato" del líder de Hamás, "las Fuerzas Armadas del Estado de Israel, con el conocimiento de las consecuencias que tal acción podría conllevar" lanzaron un ataque que acabó con la vida de 15 personas. Por este motivo, dice el auto, "nos encontraríamos ante la existencia de un ataque contra la población civil, ya de inicio ilegítimo (...) que se torna en un hecho que ha de ser perseguido en virtud del principio de jurisdicción universal" debido a que es una acción "desproporcinada o excesiva" y que si se demuestra que fuera "preconcebida" podría dar lugar a "una calificación de los hechos distinta y aún más grave de la que incialmente puede considerarse".

EL MUNDO

• El auto considera que los ataques contra la población civil son 'ilegítimos'
• Uno de los denunciados es el ex ministro de Defensa Benjamín Ben-Eliezer
Sal Emergui | Jerusalén
Actualizado jueves 29/01/2009 15:40 horas

El 22 de julio de 2002 sigue persiguiendo a Beniamin Ben Eliezer. Ex general en la reserva y actualmente ministro de Infraestructuras, Ben Eliezer, más conocido como Fouad (por su origen iraquí) era ese día responsable de Defensa en el Gobierno de Ariel Sharon.
El hombre que dio la luz verde para que un caza de combate lanzará una bomba de una tonelada contra la casa de Salah Shehade, jefe del brazo armado del grupo islamista Hamas. En el ataque en pleno centro de la ciudad de Gaza, Israel no solo mató a Shehade sino también a 14 civiles, entre ellos 11 niños.
La decisión del juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, de tramitar una querella contra él y otros seis israelíes por presunto "delito contra la humanidad" ha provocado estupor y mucha sorpresa en Israel. Los principales medios se hacen eco de la noticia, que en muchos casos encabeza sus telediarios o paginas electrónicas.
Fuentes del Gobierno israelí han afirmado a la radio estatal que la decisión del juez español "es muy grave. El presidente español, Jose Luis Rodriguez Zapatero, dejó claro hace unos dias a Israel que España está muy interesada en intervenir para ayudar a solucionar el conflicto en Oriente Próximo pero ahora desde Madrid sale un mensaje contrario".
El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, afirmó en un comunicado que "hará todo" por anular la querella admitida a trámite.
Uno de los implicados, el actual ministro Avi Dichter: "Israel es un objetivo fácil, no presentan denuncias contra potencias como Gran Bretaña o EEUU en Afganistan. Espero que recapaciten. israel nunca ha atacado a civiles de forma intencionada". Hace unos meses y tras enterarse de las intenciones de grupos palestinos de acudir al tribunal español, la ministra israelí de Exteriores, Tzipi Livni se dirigió a su homólogo español, Miguel Ángel Moratinos, para intentar solucionar el caso. "No podemos aceptar que una denuncia política antiisraelí dañe a oficiales reservistas", le pidió.
Livni- actualmente candidata del partido Kadima en las elecciones del 10 de febrero- confiaba con esta petición que España hiciera como Reino Unido en el tratamiento de posibles denuncias contra oficiales israelíes.
De hecho, España e Israel mantuvieron contactos secretos para que dicho caso no provocara un incidente diplomático. Al mismo tiempo, Exteriores en Jerusalén pidió a ben Eliezer y otros ex oficiales no viajar a España.
El portavoz de Ben Eliezer ha declarado a elmundo.es que están estudiando la noticia y que "aun es pronto" para dar una reacción oficial. Destacado miembro del partido laborista, Ben Eliezer había dicho en el pasado que "como ministro de Defensa doy fe que hemos anulado numerosas operaciones contra terroristas porque había riesgo de la muerte de civiles. Hemos evitado matar a gente responsable de la muerte de decenas de civiles para evitarlo."
El fundador y líder de Hamas, el jeque Ahmed Yassin (también muerto en otro ataque israelí el 22 de marzo de 2004, en plena Intifada Al Aksa) le había encargado a Shehade la formación del brazo armado, el llamado Azzadin El Qassam. Shehade había sido estado varios años en la cárcel israelí y posteriormente en la palestina, tras la creación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Uno de los agentes del Shaback (servicio secreto interno) que más interrogó a Shehade afirma a elmundo.es: "Era un hombre culto, que le gustaba leer biografías de líderes israelíes y al mismo tiempo nos odiaba a muerte. No tenía vergüenza en decirme que su objetivo y el de Hamas era la destrucción de Israel".
Sobre las querellas en España, afirma que "no es ninguna sorpresa, lo sería si tramitarán una querella contra los que envían hombres suicidas a cafeterías o discotecas".
Denunciados
Entre los siete israelíes denunciados por el Centro Palestino para los Derechos Humanos, se encuentra Dan Jalutz, ex jefe del Estado Mayor del Ejército que dimitió meses después de la llamada Segunda Guerra del Líbano (julio-agosto 2006).
Piloto con experiencia en varias guerras, Jalutz era el jefe de la Fuerza Aérea cuando uno de sus cazas mató a Shehade y 14 civiles. Tras la ola de críticas israelíes e internacionales por las consecuencias del ataque, Jalutz se dirigió a sus pilotos: "Tenéis todo mi apoyo. Podéis dormir tranquilos. Habéis hecho una acción perfecta".
Esta y otras declaraciones provocaron un recurso en el Tribunal Supremo de Israel al que tuvo que acudir Jalutz para dar explicaciones.
Otro oficial reservista es Moshe Yaalon que en 2002 era jefe del Ejército. De familia laborista, en los últimos años ha dado un giro a la derecha y hoy es una de las estrellas fichadas por el Likud de Beniamin Netanyahu, claro favorito a los comicios.
Las noticias llegadas desde la Audiencia Nacional de Madrid se producen cuando el Gobierno, Ejército, ministerio de Exteriores y Justicia encabezan un mecanismo de defensa a sus oficiales que han participado en la reciente operación contra Hamas dejando un balance de más de 1.300 muertos.
España, entre los problemáticos
Entre las medidas y consejos, Israel confeccionó un mapa con los países "más problemáticos" entre los que se incluía a España, Reino Unido o los escandinavos.
Organizaciones palestinas encabezadas por la ANP de Abu Mazen han dado ya los primeros pasos para, como dice su ministro de Justicia, "llevar a la justicia internacional a los responsables de la masacre".
"No dejaremos a ningún soldado o dirigente tirado. Ellos nos defendieron incluso sacrificando sus vidas de las acciones terroristas de Hamas y ahora es el turno de Israel de defenderles", dijo hace unos días Ben Eliezer, sin imaginarse ser el mismo posible objeto de una querella.