04 abril 2008

"No me avergüenzo de los que están fuera, porque mis hijos están fuera"

"Que florezcan cien flores..." Mao Tsé Tung

Eusebio Leal, destacado intelectual cubano, apela a la reconciliación en un congreso de escritores y artistas en La Habana

MAURICIO VICENT - La Habana - 04/04/2008

Los intelectuales cubanos vuelven a estar en primera línea política, en momentos en que el Gobierno de Raúl Castro empieza a levantar prohibiciones y a ejecutar los primeros cambios en la agricultura como parte de un plan para mejorar las condiciones de vida de la población y reactivar la economía. Desde el martes, en La Habana se celebra el VII Congreso de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), y varios de los participantes han puesto el dedo sobre la llaga de la educación, manifestando su preocupación por el deterioro de su calidad en los últimos años, tema tabú hasta hace poco por tratarse de uno de los principales ‘logros’ de la revolución.
A la UNEAC pertenecen más de 8.000 miembros, y el Congreso fue preparado durante un año, coincidiendo en el tiempo con el gran debate nacional alentado por Raúl Castro el año pasado para que la población se expresase sobre los problemas del país y sugiriera soluciones. En estas discusiones salieron a la luz muchas de las inconformidades por las prohibiciones que existen en la isla y que ahora se comienzan a levantar, pero también se tocaron problemas de fondo, como el de la falta de estímulo para trabajar, la esquizofrenia que genera la dualidad monetaria y el deterioro de servicios como la salud y la educación.
En las discusiones preparatorias del Congreso de la UNEAC, este último tema surgió con fuerza y llegó también al Congreso con mucha fuerza. "¿Puede la escuela primaria y secundaria y el pre [universitario], tal y cual han llegado a ser, regenteadas por criterios descabellados e ignorantes de principios pedagógicos, psicológicos elementales, y violadora de derechos familiares, ser formadora de niños y adolescentes, y por tanto fundar futuro”, se pegunto en una de las plenarias el intelectual Alfredo Guevara. Él mismo se contestó: "Jamás podrá construirse con solidez a partir de dogmas, empecinamiento, desconocimiento de la realidad real o ignorando alertadores de la experiencia y de los ciudadanos".
Sus palabras, difundidas por el medio digital Cubadebate, resumen algunos de los puntos calientes del debate, en el que el Instituto Cubano de Radio y Televisión, ideologizado según los patrones más antediluvianos, fue blanco de numerosas críticas. Guevara llegó a calificar a sus emisoras y canales de “medios de comunicación neo-coloniales en su programación, estupidizante y dominados por tan descomunal ignorancia que no se saben aliados del capitalismo en su manifestación más soez”, y advirtió del peligro de “destruir el lenguaje para así destruir o dañar la articulación del pensamiento”.
Otros oradores, en distintas comisiones, pidieron aprovechar el acceso a las nuevas tecnologías, incrementar el uso de Internet, retribuir a los artistas de “modo justo” y eliminar los porcentajes leoninos que hoy cobran las agencias representaciones estatales, a las que obligatoriamente han de pertenecer, e incluso se escucharon voces a favor de que el Estado abandone el monopolio que hasta ahora ha tenido en determinadas esferas de la cultura, por ejemplo en el cine, reconvirtiendo instituciones como el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica en entidades abiertas a los creadores independientes, algo que de hecho ya está sucediendo.
"No me avergüenzo de los que están fuera"
El Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal, pronunció una de las intervenciones más celebradas en el Congreso. Aseguró que Cuba era de todos los cubanos, los de dentro y fuera, y que no se podía quitar alegremente el nombre de cubano al que se fue. "Yo no me avergüenzo de los que están fuera, porque mis hijos están fuera, y jamás me avergonzaré de mi condición de padre, ni jamás les quitaré a ellos el nombre de cubanos —ellos decidieron su camino— siempre y cuando no hagan armas contra la patria que los vio nacer". Leal afirmó que Cuba se encontraba en un momento crucial de su historia y que los errores del pasado se admiten y no sólo se levantan prohibiciones sencillas como la que pesaba hasta ahora sobre artículos como los teléfonos celulares: están cambiando cosas importantes, de calado, dijo, y muestra de ello es que están empezando a repartirse tierras del Estado a los campesinos, y que no hay que tenerle temor a que se enriquezca el que más trabaja.
"Yo creo que tenemos que ayudar desde la UNEAC a construir la nación de hoy. Todos estamos esperanzados. ¿Por qué? Porque el país, efectivamente, asume que lo que hasta ayer no fue conveniente o prudente, hoy es necesario. Cada día las noticias que nos llegan son alentadoras, y no es como dicen nuestros mortales enemigos: un tema cosmético. Se están tocando cosas tan profundas como aquellas que en 1959 —y aún antes— mi generación vio como la más alta aspiración: la justicia para los campesinos, los hombres de la tierra". Leal terminó y los aplausos explotaron en la sala..
Según uno de los intelectuales que asistió a las sesiones, las discusiones, partiendo de que en ningún momento se cuestionó el modelo socialista, son un “buen ejemplo de como Cuba esta volviendo poco a poco a la normalidad”. En la calle se venden los primeros DVD, “y no pasa nada”. Los primeros cubanos se alojan en los hoteles, “no ha habido ningún drama”. A los campesinos les empiezan a entregar tierras ociosas, “teníamos que haberlo hecho antes”. Y mientras Cuba se anima, los intelectuales, un año después de la ‘guerra de los e-mails’, hablan con crudeza de la crisis de la educación o piden mayor acceso a Internet, “y empieza a ser lo normal”. El miércoles Fidel Castro envió un mensaje al Congreso. Fue leído: se cuestionaba si tenía “algún sentido” el empleo de las nuevas tecnologías en la vida cotidiana “que promete el imperialismo”, y advertía que cada invento será sustituido por otro “más efectivo y ya no puede siquiera garantizarse el secreto de lo que habla una pareja en un parque”. Y dijo más Castro: "todo lo que fortalezca éticamente la revolución es bueno, todo lo que la debilite es malo". Los delegados lo recibieron con una cerrada ovación y después siguieron con sus debates.

INTERPOL DETUVO AL JEFE DE GUARDIA DE LA ESCUELITA, EL CENTRO CLANDESTINO DE BAHIA BLANCA



“Laucha” Corres quedó en la jaula

Durante un año y medio consiguió burlar a la Justicia. Pero Interpol lo atrapó ayer al mediodía. “Laucha” Corres administró la picana en el centro clandestino La Escuelita, de Bahía Blanca, según declaraciones de los sobrevivientes.

Por Diego Martínez

El represor Julián Oscar Corres durante su declaración en el Juicio por la Verdad bahiense.
Luego de burlar con éxito a la Justicia y a las fuerzas de seguridad durante un año y medio, Interpol detuvo ayer al mediodía al teniente coronel retirado Julián Oscar Corres, “jefe de guardias” del centro clandestino La Escuelita de Bahía Blanca, según admitió ante la Justicia, y administrador de la picana eléctrica bajo el alias Laucha, según declaraciones de sobrevivientes que recién en 1999 conocieron la identidad del torturador. Una denuncia de Corres ante la Cámara de Casación logró en el año 2000 interrumpir para siempre el Juicio por la Verdad bahiense.
“Todos eran jodidos pero él además gozaba. Después de las sesiones de tortura se acercaba, se identificaba como Laucha y decía ‘me calentás, ahora voy a tocarte’”, relató Patricia Chabat durante el Juicio por la Verdad. Cuando Corres admitió que usaba ese apodo, Chabat confesó que hacía veinte años quería ver “si tiene ojos y manos como cualquier ser humano” y dio el visto bueno para enfrentarlo en un careo. La mujer no le sacó la vista de encima. Corres no pudo mirarla más de dos segundos. “Hago uso de mi derecho, me abstengo de declarar”, dijo impávido y se retiró insultado. “Tengo una sensación extraña –contó ayer Chabat a Página/12–. No estoy contenta, no es la palabra. Espero que lo indaguen, que lo juzguen con todas las garantías y que no le joda la vida a nadie más. Es joven, al menos no tendrá prisión domiciliaria”, agregó.
Cordobés, rubio, tez blanca, ojos claros, clase 1952, Corres egresó del Colegio Militar a fines de 1974, con especialización en inteligencia. Fue destinado al Regimiento de Infantería de Montaña 21 en Las Lajas. Luego de una comisión en Tucumán, en octubre de 1975 llegó con el grado de subteniente al Cuerpo V bahiense. Fue destinado al Departamento II Inteligencia que encabezaba el coronel Aldo Mario Alvarez (el prófugo de la Justicia con agencia de seguridad propia que denunció Página/12), secundado por el teniente coronel Walter Bartolomé Tejada y el mayor Osvaldo Lucio Sierra, ambos libres e impunes.
Su primera misión fue infiltrarse entre los estudiantes de la Universidad Nacional del Sur, copada desde febrero de 1975 por los matones del diputado Rodolfo Ponce contratados como “personal de seguridad” por el interventor Remus Tetu. Para cumplir la misión guardó el uniforme, compró varios jeans, se dejó crecer la melena y los bigotes, aunque nunca perdió el corte militar. Los asesinatos de la Triple A de Bahía Blanca, con consentimiento cuando no participación de militar, siguen impunes.
El ginecólogo Alberto Taranto, ex oficial de reserva castigado con cinco días de arresto por negarse a atender enfermos en La Escuelita, contó ante la Justicia una anécdota que pinta al personaje. Frente al cadáver desnudo y ametrallado de una mujer joven asesinada en un tiroteo fraguado después de semanas de cautiverio, abandonado el cuerpo en una bañera del Hospital Militar, Corres le preguntó: “¿Qué te parece de atrás? Yo salí con ella cuando me infiltré en la UNS”.
Oscar Meilán nunca olvidará la voz ronca del suboficial Santiago Cruciani (el Tío, interrogador oficial, muerto sin condena) ordenando “¡Dale de nuevo, Laucha!”. Luego la picana eléctrica sobre el cuerpo desnudo, vendado, atado de pies y manos. Siempre nervioso, charlatán, altanero, Corres contaba orgulloso a compañeros y colimbas que era chofer en los operativos por su habilidad al volante. También participaba en los secuestros. Por un operativo frustrado, en el que no lograron capturar con vida a una pareja de militantes Montoneros, fue condecorado por su “heroico valor en combate”. Algunos sobrevivientes también lo recuerdan en la cárcel de Villa Floresta, ya blanqueados, cuando llegaba con alguna pregunta a partir de datos nuevos. A fines de 1976 fue destinado al Regimiento de Infantería 19 en Tucumán, donde actuó como “jefe de sección, en operativos”, admitió. La Justicia tucumana nunca lo investigó.
Cuando la Cámara Federal de Bahía Blanca lo citó al Juicio por la Verdad, Corres se negó. Invocó la protección constitucional contra la autoincriminación. No se le ocurrió ninguna excusa cuando la Cámara le respondió que sólo estaba citado como testigo. En la audiencia del 13 de diciembre de 1999 admitió bajo juramento que había sido “jefe de guardias” de La Escuelita, que se hacía llamar Laucha y dependía “del coronel Alvarez”. Contó que “en La Escuelita no se usaba uniforme”, que el movimiento de secuestrados, vendados y esposados era constante. Negó haber participado de interrogatorios y dijo ignorar hacia dónde eran trasladados quienes salían de allí. “El Tío entraba y me los señalaba”, dijo. Cuando la abogada Mirta Mántaras en nombre de la APDH de Bahía Blanca pidió que se lo procesara por falso testimonio, Corres recurrió a la Cámara de Casación Penal, que utilizó la denuncia como pretexto para apoderarse del expediente y paralizar el Juicio por la Verdad.
El 14 de enero, Página/12 informó que la cantidad de prófugos y fallecidos impunes en la causa que instruye el juez federal Alcindo Alvarez Canale superaba a la de imputados. Dos de los cuatro prófugos mencionados ya se entregaron: los tenientes coroneles Jorge Aníbal Masson y Miguel Angel García Moreno. El primero ya fue indagado y aún no se resolvió su situación procesal. Ayer a las 12.50 Interpol encontró a Corres. Salía de un edificio en Córdoba y Uruguay. Sigue prófugo el jefe de inteligencia dueño de la agencia Alsina SRL, coronel Aldo Alvarez.

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EL CHILE DE BACHELET: NI LIBRE NI JUSTO


Palabras de Michelle Bachelet en la nota publicada hoy en EL PAIS de Madrid:

"El nuevo progresismo es continuador de una buena historia. Los tradicionales valores del centroizquierda -la libertad, la igualdad, la solidaridad, los derechos humanos, la paz- fueron acertadamente transformados en un cuerpo de ideas y estilos políticos a mediados de los años noventa y llevados al poder con singular éxito.
Quienes hoy tomamos el bastón de relevo, nos vemos beneficiados con los mitos que aquellas administraciones lograron derribar: los progresistas podemos gobernar eficientemente en la era de la globalización, los progresistas no tenemos que rendir credenciales de buen manejo económico a nadie. Por el contrario, bajo gobiernos progresistas se generó un ciclo de prosperidad y dinamismo económico en diversos países.
Por eso, los progresistas estamos llamados hoy a hacer aún más explícita nuestra vocación igualitaria. Estamos llamados a hacer más visible nuestra pasión por los temas de siempre, por la equidad, por la justicia social.
Los progresistas también debemos hacernos cargo de los nuevos temas y más que antes, debemos enfrentarlos con mayor coordinación entre Estados. Sólo es posible abordar los grandes problemas de la humanidad en este nuevo siglo si fortalecemos la acción multilateral. El cambio climático, la energía, la pobreza, las pandemias, las migraciones, el crimen organizado, entre tantos otros, son todos temas que demandan sofisticados esfuerzos de acción colectiva a nivel planetario. Y está en nosotros, los progresistas, encabezar dicho esfuerzo, en lo que algunos llaman la cosmopolítica.
El motivo central de la cumbre de Londres es precisamente ése: cómo lograr una globalización inclusiva. Se abordarán cuatro temas específicos, donde esperamos quede de manifiesto nuestra impronta. En cambio climático, abordaremos los desafíos para sacar adelante de la mejor manera las acciones post Bali. En pobreza, desarrollo y cohesión social, tema propuesto por Chile, esperamos concitar la mayor voluntad colectiva para colocar la construcción de sociedades más equitativas como prioridad global".



Michelle Bachelet, Presidenta de Chile, representa una coalición que esta en el poder desde 1990. Su gobierno continúa consolidando un sistema que es injusto, discriminatorio y anti-democrático. Veamos la evidencia:
La discriminación, criminalización y despojo de la más grande minoría étnica en Chile, el pueblo nativo Mapuche, continua bajo el presente gobierno.
Los Mapuche están siendo empujados de sus tierras ancestrales, condenados a la pobreza, desempleo y analfabetismo. Se les considera criminales por protestar y leyes anti-terroristas creadas por Pinochet están siendo aplicadas contra ellos. Los Carabineros continúan actuando como lo hacían durante la dictadura, parando manifestaciones pacificas, allanando comunidades y hostigando a las familias mapuche. Los Carabineros continúan actuando como guardias personales de los latifundistas. Este año, un joven Mapuche, Matias Catrileo, fue asesinado por los Carabineros. Los responsables aun no han sido juzgados. Este caso esta siendo investigado por la justicia militar, de acuerdo a las regulaciones establecidas durante la dictadura. Solo 5 días atrás, manifestantes fueron detenidos por los Carabineros. Uno de ellos Jhonny Cariqueo, fue golpeado tan salvajemente en la Comisaría, que a consecuencia de eso dos días después falleció de paro cardiaco. La Convención 169 de la OIT, acerca de la protección del pueblo nativo se aprobó a medias por el Gobierno de Bachelet, ya que incluyo una cláusula que en realidad invalida la aplicación de la Convención en Chile. Con esa acción, el gobierno chileno aparece internacionalmente como aprobando la Convención sin de hecho cambiar nada en Chile. El gobierno de Bachelet ha continuado la política de Pinochet de permitir capitales extranjeros que compren y exploten los recursos naturales sin ninguna consideración hacia el impacto en el pueblo nativo ni en el medio ambiente.
El gobierno acepto que el proyecto "Pascual lama" de la mina de oro que pertenece a Barrick, se establezca en el norte de Chile, lo cual desviará dos glaciares puros y polucionara los ríos. Esto se aprobó sin ningún estudio independiente de impacto ambiental. En el sur de Chile el Gobierno esta empujando para vender las ricos recursos hídricos, a compañías que construirán grandes represas para construir centrales hidroeléctricas. Esto causara polución, empujara a las comunidades nativas fuera de sus tierras y no dará beneficio de ningún tipo al pueblo chileno.
El gobierno ha permitido a grandes empresas forestales y de celulosa, que destruyan el bosque nativo con su fauna y flora asociado, de manera de plantar árboles extranjeros de rápido crecimiento y que darán la máxima ganancia mientras destruyen el suelo y el hábitat. Las forestales poseen su propia guardia privada armada y la usan contra los Mapuche que reclaman y luchan por recuperar sus tierras usurpadas. El gobierno de Bachelet permite que grandes salmoneras, se establezcan en Chile, sin limitación de ningún tipo. Los trabajadores de las salmoneras reciben salarios muy bajos, trabajan en condiciones inhumanas y no tienen derecho a organizarse en sindicatos. Las salmoneras de Noruega, que se ubicaron en Chile, le niegan a los trabajadores chilenos las condiciones de trabajo y los derechos que gozan sus trabajadores en su país. El gobierno chileno encuentra que esa situación es totalmente aceptable. El record de derechos humanos de este gobierno no es bueno. La mayoría de los responsables de tortura, muerte y desaparición durante la dictadura de Pinochet, están libres. De hecho, solo hace unos meses, se descubrió que el gobierno de Bachelet había ascendido a general del ejército a un oficial responsable de violaciones de derechos humanos.
Esta lista puede ser muy larga, sin embargo, si Ud piensa que la Presidenta Bachelet representa a un país democrático, justo y emprendedor, le pedimos que piense en aquellos que están en desacuerdo con esto. En particular el pueblo Mapuche, las victimas y sus familiares, de violaciones de derechos humanos en el pasado y el presente y los trabajadores chilenos. En realidad que piense en los pobres de Chile, que constituyen una gran proporción del país.

Proyecto Internacional de Derechos Humanos – Londres

Por favor visite www.ecomemoria.com – www.memoriaviva.com

O escribanos a hhrr_project@hotmail.com

Marta Raquel Zabaleta D.Phil. Sussex University
Honorary Visiting Senior Lecturer
School of Arts and Education
Middlesex University,
London, UK