30 junio 2008




"... La Sociedad Rural Argentina reitera frente a los productores y la ciudadanía en general
su apoyo a toda acción que signifique completar el proceso iniciado el 24 de marzo de
1976, para poder lograr así los fines propuestos, que en definitiva son los grandes objetivos
nacionales." Buenos Aires, 24 de Marzo de 1977.

PROHIBIDO VOLVER A CASA, NI DE TURISTA

TODO: Un gobierno de ladrones, sospechados, investigados, truhanes y pequeños fascistas imponen por la fuerza de las armas y la arbitrariedad las leyes del juego. Los gobiernos europeos y usa hacen la vista gorda, aceptan el fascismo y racismo y chovinismo de los gobiernos israelíes. Recuerdo: este es el mundo pastoral, democrático y justo en el que vivimos. Fin de junio, año 2008, siglo XXI de la así llamada civilización. El ejército israelí asesina niños y civiles inocentes; y destruye, hambrea, cierra pasos, mantiene a 11000 presos, incluidas mujeres y adolescentes. Mugabe "vence en las elecciones". En Irak los americanos siguen luego de cinco años, lo mismo en Afganistán. El hambre se enseñorea del mundo. Y este gobierno de fascistas ineptos impone leyes draconianas. Y el mundo calla... (A.A.)


Israel impide regresar a Jerusalén a los palestinos que se van a vivir fuera
JUAN MIGUEL MUÑOZ - Jerusalén - 30/06/2008


Lo habitual es que los emigrantes sufran peripecias en el país de acogida, y que les tiendan puente de plata para regresar. Israel rompe moldes. Lo sabe Zeina Emile Saman Ashrawi, de 26 años, palestina cristiana y residente en Estados Unidos. A los 17 años emigró a Pensilvania para rematar sus estudios secundarios. Se casó y vive en Virginia. Regresaba cada año a su Jerusalén natal para visitar a su familia. Abomina de la violencia, como su madre, la diputada Hanan Ashrawi, vieja conocida de la política palestina que se dio a conocer en la Conferencia de Paz de Madrid (1991). Este año, salvo milagro, Zeina no verá a sus parientes. No puede volver a su casa. El Gobierno israelí se lo ha prohibido. "No soy una criminal, ni una amenaza. He sido expulsada de mi hogar. Soy una de tantos", afirma Zeina.
Los árabes jerosolimitanos sólo disponen de una tarjeta de identidad azul y de un documento de viaje expedidos por el Ministerio del Interior israelí. Zeina Ashrawi renueva cada año ese papel azul. Hace cola con su padre desde las 4.30. Y también acude anualmente, como hizo en agosto de 2007, a renovar su documento de viaje a la Embajada de Israel en Washington. Carece de alternativa. Se ha acostumbrado a este "vuelva usted mañana", aunque en este caso no hay mañana, y a la arbitrariedad.
Primera sorpresa. La funcionaria de la embajada le explicó: "No sé si podremos extender su documento de viaje", en el que se especificaba su condición de "residente" en Jerusalén. Tras algunos trámites, Zeina recibió una llamada. Le otorgaban el visado. Pero ya convertida en turista. Con tres meses de vigencia. De nada le valía hace 10 meses, porque pensaba viajar en julio de 2008. Zeina se tragó su cambio de estatus. A comienzos de este mes se presentó de nuevo en la embajada, aunque fuera para obtener el visado turístico. Segunda sorpresa. Le reclamaron la fecha de expiración de su pasaporte jordano y de la Carta Verde estadounidense, documento inútil para viajar al exterior desde Estados Unidos. Facilitó los datos por teléfono, después los envió mediante fax. "Les he proporcionado los documentos una y otra vez, y pensé que pretendían que pasara el tiempo y no pudiera lograr el visado a tiempo", ha explicado Zeina. No se trataba de eso.
La tercera sorpresa llegó contundente. Horas después de remitir los datos y documentos, Zeina recibió una llamada. Escuchó a la funcionaria: "Su visado ha sido rechazado y sus documentos de identidad (azul) y de viaje ya no son válidos. Lo siento, pero esta decisión no es mía, procede de Israel".
La medida afecta a todos los palestinos, pero Yusef Daher, secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, dibuja un panorama sombrío para la comunidad cristiana de la Ciudad Santa. "Hoy somos 9.000 personas, pero esta política israelí provocará un descenso del 15% en la población cristiana", afirma. "Mientras los judíos pueden inmigrar al amparo de la Ley de Retorno, incluso los conversos, los nativos de Jerusalén son considerados residentes temporales", precisa Daher, alarmado por el endurecimiento progresivo de la normativa. "Originalmente, la ausencia durante siete años de Jerusalén significaba la pérdida del derecho a vivir en tu propia ciudad. Ahora, a Israel le basta la prueba de la residencia en otro país para laminar este derecho".
La denegación de documentos es la punta del iceberg de una política que Hamoked -ONG israelí dedicada a la protección de los derechos individuales- califica sin tapujos de "limpieza étnica" y "racista". El muro de cemento de nueve metros que rodea Jerusalén convierte en un suplicio la vida cotidiana de decenas de miles de palestinos, desvinculados paulatinamente de la ciudad; la prohibición de reunificación familiar a los ciudadanos árabe-israelíes casados con palestinos, y la denegación de permisos para construir viviendas a los vecinos árabes abonan el desarraigo.

29 junio 2008

EL ODIO DE ESTOS DÍAS


EL ODIO DE ESTOS DÍAS

Por José Pablo Feinmann

Uno de los mails que recibí durante estos días me pareció no sólo doloroso, sino revelador de un estado de espíritu que atraviesa la derechizada sociedad argentina de estos días. Esta derechización no tiene nada de extraño pues el mundo ha girado a la derecha y en los países ricos surgen el fascismo, el neonazismo, la violencia contra el diferente, la incapacidad del diálogo, el desprecio de la democracia. Estuve –por cuestiones literarias– unos quince días en Europa y la xenofobia, el racismo y la violencia que conllevan son moneda de todos los días. Todos piden que se expulse a los inmigrantes, que no se los deje entrar. Se levantan muros legales o muros reales, como el que levanta Bush contra los mexicanos. El mundo está entre la derecha occidental y el irracionalismo extremo del islamismo. Entre tanto, habían surgido algunos gobiernos tenuemente populistas en América latina, a los que se toleró durante un breve tiempo y sobre los cuales las embestidas son cada vez más feroces. Se trataría de quebrar algunas opciones de esos gobiernos: reemplazar el Mercosur por el ALCA, abjurar de todo gesto de intervencionismo estatal, eliminar cualquier intento de redistribución de la riqueza, concentrar definitivamente los medios de comunicación en el sistema comunicacional que establece hegemónicamente Estados Unidos (con matices, pero sin diferencias notables), desterrar todo lo que apeste a populismo. Si esto se hará democráticamente o no es difícil decirlo. A Chávez, entre la oposición política, los medios de comunicación y el apoyo de Estados Unidos, estuvieron por voltearlo. Lo que se nota en la Argentina es un factor que acaso (porque así es este país) se manifieste con más potencia que en cualquier otra parte: el odio. Sencilla, simplemente, poderosamente el odio. Si alguien pudo pintar: “Cristina vas a morir como Evita”, todo es posible. Si a Cristina se le endilgan insultos del calibre más bajo, más obsceno y si, para peor, son las mujeres las que principalmente lo hacen, uno se pregunta: ¿qué pasa? Supongamos que el gobierno de Cristina Fernández no le cae bien a un sector de la población, pero: ¿es para tanto? ¿Es para injuriarlo más que a Menem, que a De la Rúa? Sabiendo (y aceptando en alguna medida) que a otros gobiernos, sobre todo al militar, no se les dijo nada de esto.
Tomo un ejemplo. El cantante Ignacio Copani escribió una canción. Yo no conozco a Copani. Pero ése no es un problema de él, acaso sea un problema mío. Escucho música clásica desde joven y no he logrado moverme de ahí. Hay quienes intentan hacerme “entrar” en el rock, pero no lo logran. Lo siento. La cuestión es que Copani compuso una canción que lleva un título traslúcido. Se llama: “Cacerola de teflón”. Debe tratarse de una crítica al sector social pro-agrario que se manifiesta en las calles con los utensilios que tiene en su cocina según su pertenencia en la escala social. Las cacerolas que tiene son de teflón. Copani canta su letra. Dice lo que tiene que decir y ahí empieza la invasión mediática. El “foro”, en Internet, tiene un anonimato que facilita la agresión y hasta el insulto más soez. Facilita la expresión del odio. De este modo, Copani dice que, a raíz de su canción, recibió algunos mensajes afectuosos. Pero: “Pero he recibido también otro tipo de contactos llenos de reproches, cargados de odio, regados de violencia, intolerancia, agresión y con un espíritu inquisidor que no creí que anidara todavía en gente de mi comunidad. He sido amenazado, agraviado, insultado, difamado, calumniado y, peor aún, han sufrido ese tipo de atropello miembros de mi familia. No me refiero a los impunes foros de Internet sino a e-mails, cartas y llamados recibidos”. ¿Qué pasa? ¿Dónde estamos viviendo? ¿Esta es la ciudad de Buenos Aires? ¿Esta es la capital cultural de América latina? ¿De dónde salió esta tropa de asalto, organizada, feroz, violenta al extremo de estar a las puertas de la agresión física?
Sigue Copani: “Aquellos que piensan que la Sra. Presidenta de mi país me paga por verso, recital u opinión, simplemente están expresando su propia escala de valores y asumiendo que ellos mismos podrían torcer sus convicciones a un precio determinado. Yo no”. Este es otro toque infaltable de este periodismo del odio. Afirma: todo aquel que se manifieste a favor de este gobierno lo hace por interés. En cambio, si “el campo” llena la Plaza ahí está la patria, la tierra, los valores centenarios, la clase rural que hizo la grandeza de la patria. Si la llena el Gobierno son todos gronchos traídos en los camiones de Moyano, o bandoleros de D’Elía, o desdichados que están ahí por un choripán. Y esto lo dicen periodistas con una trayectoria. Que de pronto se han erizado también de odio. Algunos de ellos cambiarán milagrosamente no bien el Gobierno arregle con sus patrones, con los grupos económicos para los que trabajan. La conversión ideológica del periodismo en los últimos tiempos ha sido vertiginosa. Incluso conozco mucha gente que lo detecta. “¿Viste? Fulano ahora ya no está en contra de Cristina”. “Y claro: si la empresa para la que labura arregló con el Gobierno.” Hay, sin embargo, un ingrediente genuino en este periodismo que acaso ni puedan variar, aunque el grupo mediático para el que trabajan les dé la contraorden: su antiperonismo. El odio gorila pocas veces penetró tanto en nuestra sociedad. Y peor aún: el odio a la generación del ’70. Lo peor que se le puede decir a alguien es setentista. Y al matrimonio presidencial se les dice sin más “la pareja montonera”, cuando jamás estuvieron en esa organización y no se ha discutido aún con claridad los dislates o no que ha cometido en nuestro país. Dice, en fin, Copani: “Nunca discuto una crítica, sea como sea y venga de quien venga. Pero en este caso no recibí opiniones sobre la conformación estética del tema, de su métrica, de sus rimas, de sus sonidos, de la destreza para ejecutarla, sino una violenta y censuradora mirada hacia el contenido de mis ideas y mi conducta, bien típico de tiempos de inquisición y dictaduras”.
Voy a citar ahora otro mail. Es de Hernán Nemi, que tiene 36 años, es profesor de Literatura en la Universidad de Morón, da clases en varios colegios secundarios y tiene un par de obras escritas para Teatro por la Identidad. (Esto lo torna muy sospechoso para la Argentina del odio y sus voceros comunicacionales. Porque la cosa también tiene este costado de destrucción fundamental: “¡Basta con esa cuestión de los derechos humanos! ¡Basta de juzgar a militares! ¡Basta de exhibir a Hebe de Bonafini en cada acto! ¡Ni a la Carlotto nos bancamos ya! ¡Eso terminó, es el pasado, hay que archivarlo!” O si no: “¡Hay que juzgar a los guerrilleros! ¿O no quedó alguno vivo?”.) Suscribo todo lo que dice Nemi, de modo que citarlo es hablar y decir por su medio, que es impecable, y exhibe una prosa inusual: “Se critica a Cristina por autoritaria: ¿qué otro presidente hubiera soportado cien días con rutas cortadas, desabastecimiento y amenazas constantes sin disparar un solo tiro ni reprimir en ninguno de los cientos de cortes de caminos que hubo? Entre el 19 y 20 de diciembre de 2001 murieron 31 personas en la represión del gobierno de De la Rúa a las manifestaciones populares. El matrimonio ‘montonero’ tuvo la actitud más tolerante y democrática frente a las protestas de la ciudadanía que se recuerde en toda la historia argentina”. Aquí sólo podríamos pulir la frase “toda la historia argentina”. Hubo otros gobiernos con tolerancia de democrática. Es cierto que, en este caso, el llamado “campo” ha paralizado el país y su abastecimiento. Se trata, sin más, de un acto de subversión absoluto que deteriora por completo el funcionamiento del país. Y a los piqueteros se los quería colgar por cortar una calle.
Sigue Hernán Nemi: “¿Es éticamente correcto que la clase media y alta de Buenos Aires salgan a golpear cacerolas por las retenciones del campo cuando jamás las golpearon por las flacas jubilaciones que cobran nuestros viejos ni por los chicos que tienen hambre, ni por los sueldos docentes, ni por la carpa docente, ni por la privatización vergonzosa de nuestras empresas en los ’90?”. Y también: “¿Tiene autoridad moral la Sociedad Rural de pedir más institucionalidad cuando apoyó a cuanto gobierno de facto hubo en la Argentina? ¿Este campo hoy indignado es el mismo que aplaudió a Menem a lo largo de la década del 90? Sí, es el mismo”. Es siempre el mismo, Hernán: es el que recibió con atronadores aplausos a Juan Carlos Onganía cuando el dictador entró en el predio de la Sociedad Rural... ¡en carroza! El que abucheó a Alfonsín. El que respaldó a la patria financiera en el golpe de mercado. El que apoyó a Videla y negoció con Menem. Hoy, en esta Argentina del odio, es la clase heroica que representa los intereses de la patria. ¡Y con los periodistas progres a sus pies!
Y, por fin, escribe Hernán: “Quienes piensan –legítimamente– que los ruralistas tienen razón, ¿por qué lo expresan a través de mails o comentarios tan agresivos, tan cargados de odio, tan faltos de argumentos racionales?, ¿qué nos pasa a los argentinos (y argentinas) que nos cuesta tanto bancarnos a una mujer como presidenta? Muchos de los adjetivos de esos mails –muchos de ellos enviados por mujeres– muestran el peor machismo: se la llama a Cristina ‘puta’, ‘conchuda’, ‘turra’, ‘tilinga’... Y al mismo tiempo, los argumentos brillan por su ausencia”.
Es así, Hernán: pero eso de bancarse a una mujer como presidenta no nos pasa “a los argentinos”, sino a ciertos argentinos. Y si hiciera otra política le tirarían flores. No es que no se bancan a una mujer, no se bancan una política. El poder, en este país, es pragmático. Si hacés lo que yo te digo, lo que yo necesito, lo que llena mis arcas, estoy con vos y sos hermoso. No lo olviden: si el establishment argentino se bancó a Menem, se puede bancar a Drácula. Al sólo costo de que Drácula haga lo que ellos quieren.

LA MEMORIA COMUNISTA



MIGUEL MORA 28/06/2008


La luna como símbolo de lo inalcanzable ha fascinado a Pietro Ingrao desde niño. El político e intelectual italiano narra su vida, que es el espejo de la lucha y de la derrota del comunismo. Él no se rinde: "El capitalismo nos ha destruido, pero todavía no se ve".
Pietro Ingrao, 93 años, comunista y soñador. Ex dirigente del Partido Comunista Italiano, ex presidente de la Cámara de Diputados, ex periodista y director de L'Unità. Escritor y poeta. Hombre dulce y sencillo. Hoy vive en un modesto piso romano, ayudado por una encantadora asistenta congoleña. Una foto del Che preside el salón. Mientras tomamos un café, él se abraza a la taza y narra. Sigue siendo un hombre brillante, idealista y romántico. Asume que el comunismo falló, que el asalto al Palacio de Invierno fracasó. Pero no se rinde. Sus recuerdos, su peripecia personal y política, como testigo y protagonista del siglo XX, subrayan el anhelo de cumplir un sueño infantil: coger la luna, atraparla con los dedos, cambiar el mundo. Pedía la luna es el título de sus memorias, que en Italia publicó Einaudi en 2006 y que ahora llegan a España. Y éste es un resumen de una conversación-monólogo. El hombre que perdió tira del hilo de la memoria y no encuentra explicación. Y se despide con una frase inapelable: "El capitalismo nos ha destruido, pero todavía no se ve".

PREGUNTA. Así que quería la luna.
RESPUESTA. A veces parece que se pueda atrapar. Sobre todo en mi pueblo [nació en 1915 en Lenola, región del Lazio] en verano y primavera, en las grandes noches estrelladas, cuando sale entre las montañas. De pequeño la quería coger, lo conté en un libro. Una noche, a la hora de irme a la cama, quién sabe por qué no quería hacer pis, que hacía siempre, y mi madre un poco desesperada llamó a mi padre, él vino y me dijo bromeando: "¿Qué quieres de regalo si haces pis?". Tengo la imagen como si fuera ahora. Mirando por la ventana hacia el valle y las montañas, vi la luna brillando sugestiva, y le dije: "Quiero la luna". Mi padre se echó a reír y dijo: "Hijo, no consigo cogerla". Así, la luna se convirtió en un símbolo de algo muy bonito que no se consigue coger.
P. Y en una metáfora de su lucha política.
R. Después establecí en mi fantasía una especie de ecuación entre la luna y las esperanzas que iban creciendo mientras Europa se destruía. La luna acabó representando la imagen de ese mundo nuevo que buscaba en la mitad de los años treinta y que después se precipitó en la catástrofe mundial.
P. ¿Vivió la guerra como partisano?
R. No disparé un solo tiro, no estuve en las brigadas sino en la actividad clandestina, haciendo de correo. Los jóvenes de la pequeña burguesía romana montamos una organización que luego amplió sus contactos con figuras singulares como Visconti. En su primera película, Obsesión (1942), moderna y con intención política, metió un personaje que representaba a un clandestino que había entrado ilegalmente en Italia. Él pertenecía a una familia aristócrata de Milán, y había ido a Francia a colaborar con Renoir, que había reunido a algunos italianos que conspiraban contra el régimen fascista.
P. Con el que usted simpatizó al principio al principio.
R. Sí, hice amistad con los jóvenes fascistas en la Universidad de Roma, participé en el movimiento de los Littoriali, y escribí una loa a Mussolini. Pero un amigo, Gianni Buzzini, me llevó al Centro de Experimentación de la Cinematografía instaurado por el fascismo. Allí estaba Alida Valli, la bellísima. Aunque no filmé un metro de película, conocí a los cineastas rusos, viajé a Capri con Giuseppe de Santis (el director de Arroz amargo), conocí a Visconti... Cuando empezaron los arrestos, me escapé a Milán y me hice clandestino.
P. ¿Cómo era aquella Italia?
R. Un país oscuro. La gente emigraba en busca de pan. Había muchísima hambre. El régimen estaba en crisis y las tiendas estaban cerradas. Un día entré en una pastelería abierta que tenía dulces. Compré uno y lo tuve que escupir, era repugnante. Estuve también escondido en Calabria, durmiendo en una cabaña de paja, luchando contra un enemigo, los ratones. Había docenas. Por la noche hacía un fuego para que el humo los ahuyentara. Apagaba el fuego, me dormía y sólo se subían al catre cuando estaba dormido. Ah, aquel sueño de la juventud...
P. ¿Había tiempo para el amor?
R. Sí. Mi futura mujer, Laura, también participaba en la conspiración. La conocí en Roma, era hermana de Lucio Lombardo, que estaba preso en la cárcel de Civitavecchia; ella era el correo entre nosotros. Nos enamoramos y nos casamos ya cuando los aliados entraron en Roma.
P. ¿Recuerda el día de la liberación?
R. Estaba en Milán con unos compañeros sicilianos. Tengo un recuerdo nítido de la noche del 25 de abril. Cenamos algo, nos acostamos, y de repente se abre la puerta y entra Salvatore di Benedetto, abre la ventana y empieza a gritar: "Ha muerto Il Duce", "abajo Mussolini", "viva la libertad", "fascistas carroña". Pensamos que se había vuelto loco. Nos contó la noticia, salimos a las calles, que estaban inundadas de gente, asaltamos las sedes fascistas, estuvimos toda la noche quemando papeles y por la mañana fuimos a liberar a los prisioneros de la cárcel. Luego hicimos un mitin, hice un discursillo, y fui a casa de Elio Vittorini para preparar el número de L'Unità.
P. ¿Quiénes hacían el periódico?
R. Durante esos años lo hicimos con Gillo Pontecorvo, el director de La batalla de Argel. Tenía sólo dos páginas, y metíamos también sucesos. Cuando llegaron los aliados, me mandaron a Roma, primero fui redactor jefe, y luego ya director. Recuerdo que tras la liberación poníamos alguna foto de mujeres con poca ropa y los soviéticos nos lo reprochaban mucho.
P. ¿Lo controlaban todo?
R. Había una relación continua. Ellos eran la guía, la gran guía, daban las órdenes y las directrices. Aunque Togliatti intentó buscar una relativa autonomía, ellos financiaban el partido. Fui a Moscú varias veces con Togliatti. Iban los comunistas de Europa y América Latina, eran unas reuniones aburridísimas.
P. ¿Allí conoció a Carrillo?
R. Nos vimos a menudo. En Moscú y en Francia. Era el líder con el que tuve una relación más estrecha. La Pasionaria era un gran símbolo, pero la relación de alianza y de acción común era con Carrillo. Fuimos muy amigos, nos vimos muchas veces. Incluso, acabada la guerra española, intentamos apoyar su lucha antifranquista y acreditar a la resistencia española, que no tenía mucha fuerza. Los italianos teníamos mejor relación con ellos, los franceses estaban celosos y les ayudaban poco.
P. ¿Los comunistas italianos siempre fueron distintos?
R. Durante la guerra fría vivimos una crisis compleja. Gracias al prestigio de Togliatti, y a la inteligencia de su relación con Stalin para garantizar un modo italiano, éramos más autónomos. Moscú siempre nos consideró heréticos e indisciplinados, los franceses eran más disciplinados y nos atacaban. Tenían celos de nuestra fuerza, y los soviéticos no nos apoyaban. Rompimos con los soviéticos en tiempos de la invasión de Afganistán, pero antes ya estábamos mal, con la defenestración de Dubcek, con quien teníamos una relación muy estrecha. Ponomariov, que era nuestro contacto en el aparato soviético, era un pedante y un aburrido insoportable, que siempre nos daba lecciones morales y controlaba la ortodoxia más estúpida. La burocracia soviética era un verdadero desastre. Distanciarnos fue una segunda liberación.
P. Pero supuso la división del partido. Y las purgas.
R. Muerto Togliatti, se abrió la lucha interna. Una parte de derecha liderada por Giorgio Amendola, y una de izquierda liderada por mí, que intentaba introducir el debate interno, la práctica de la duda, una discusión más democrática. Ganaron ellos. Y fuimos todos purgados. Nos castigaron. Pero el sindicato más cercano a mi pensamiento obtuvo una gran victoria y me propusieron para presidir la Cámara de Diputados. Me convertí en un personaje estatal, y tuve mucha relación con Fanfani, que era el presidente del Senado. Ahí, el partido dio vía libre a la propuesta de Berlinguer y se abrió a Occidente. Ésa fue una gran crisis. Primero rompimos con Mao, y luego vino el error fatal de la guerra de Afganistán que supuso el equivocado e infeliz fin del leninismo. Ahí murió el gran proyecto comenzado en 1917, no sólo el estalinismo.
P. ¿Cómo juzga ahora la apertura de Berlinguer?
R. Yo no estaba de acuerdo. Era un intento de pacto con la burguesía y con el mundo católico. Hacía falta garbo. Por un lado, yo era laico; por otro, tenía una relación mejor que nadie con el clero toscano, que tenía mucho prestigio pero poco poder. Berlinguer se acercó a Aldo Moro, ésa fue su gran operación. Moro era una de las personas más inteligentes y cualificadas del país, pero sólo aceptó el compromiso histórico con mucha prudencia porque no estaba seguro de su entorno. Una parte de la Democracia Cristina se mordió los labios. No querían. Nosotros estábamos muy fuertes, gobernábamos en muchas ciudades y teníamos prisa, queríamos gobernar el país. Moro respondió que necesitaba tiempo. No se lo dieron. Lo asesinaron.
P. ¿Quién?
R. Ése es el gran misterio. No sé quién lo organizó. Pero, desde luego, no fue lo que dijo la versión oficial.
P. ¿El partido comunista pudo hacer más por salvarlo?
R. Las Brigadas Rojas no aceptaban ninguna influencia del partido, marcaban claramente la distancia y la diferencia. Dentro de la Democracia Cristiana hubo una fuerte y pesada resistencia al plan de Moro. Él no tenía fuerza suficiente. La pulpa de la DC seguía siendo anticomunista, y la apertura de Moro no escondía ese rencor. Ésa fue la estrategia que les permitió tener Italia bajo sus manos tanto tiempo. Matan a Moro, muere Berlinguer, y todo acaba.
P. Esas muertes anticipan, en realidad, la muerte del PCI.
R. El partido se divide otra vez y todo se precipita. Yo estaba en España, en un viaje precioso por Córdoba y Sevilla. Vuelvo a Madrid y me encuentro con dos noticias pésimas. La muerte de La Pasionaria, y el error fatal del discurso de Occhetto en el Congreso de la Bolognina. Inspirado en las ideas liberales del entorno de hombres como Scalfari, anuncia que rompe con el pasado. Volviendo de ese viaje encantador, muere Dolores y los periodistas italianos me preguntan qué me parece la liquidación del signo comunista. Asisto en noviembre de 1989 al funeral emocionantísimo de aquella mujer alta y simbólica, comemos con Carrillo en una tasca, tardísimo como siempre en su país, tenemos una larga charla sobre España, hablo con Occhetto y me pide que no diga nada antes de que me explique. Vuelvo a Roma, en el avión veo los periódicos, entiendo mejor, cuando bajo hay dos compañeros esperándome. Voy a Botteghe Oscure, me repite lo que yo ya sabía y me pide que me calle. Yo me niego, voy a Montecitorio y hago la declaración de disenso y crítica. Comienza un curso nuevo, otros grupos rompen con el partido, y todo acaba en que el partido se deshace.
P. Es la derrota final.
R. Hace falta decirlo así. La URSS pierde en Afganistán, el PCI se hace trizas, y enseguida cae el muro de Berlín y Moscú no aguanta más. Yo aquí tiendo a aplicar un razonamiento: ahí acaba la gran parábola de 1917, muere la gran invención del asalto al Palacio de Invierno. Durante 50 años fue un sueño, el comunismo se convirtió en un gran actor mundial, tuvo un poder real con América como antagonista. Pero llega la derrota de Lenin, el sueño se derrumba. Y las ideologías, y los símbolos, y los nombres, y las palabras míticas.
P. Y la luna.
R. La luna no la cogimos, pero estuvimos cerca. Acercamos las manos; mejor dicho, la mirada. Pareció que la atrapábamos, pero no fue así. No llegamos al Palacio de Invierno.
P. ¿La tercera victoria de Berlusconi supone que fue una derrota total?
R. No. Eso querría decir que la partida se acabó y yo no quiero decirlo. Fue derrotado el leninismo en el que creí, eso sí. Fallamos. Perdimos incluso la relación con ese error. El asalto era una parte, un momento. Pero había otros componentes. No contamos con la complejidad de la partida. Dimos demasiada importancia a Europa occidental y poca a la oriental, por ejemplo. Pero hicimos cosas extraordinarias. Conquistamos ciudades y las gobernamos, construimos un sindicato rico de invenciones, dialogamos incluso con la religión. Pero no cambiamos el país, no llegamos a ocupar el poder, el asalto fracasó. Era una idea limitada del cambio.
P. ¿Marx sobrevive?
R. Llega muy lejos. Hizo mucha lectura de clase y creó movimientos de insurrección y liberación. Todos nos equivocamos, deberíamos indagar qué nos faltó. Pero si equiparo esa derrota a la bajeza de Berlusconi, lo nuestro fueron eventos extraordinarios. Los problemas no se han resuelto. El capitalismo nos ha destruido pero todavía no se ve.
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Traducción de Helena Aguilà Ruzola. Península. Madrid, 2008. 416 páginas. 23,90 euros.
Pietro Ingrao. Pedía la luna.

28 junio 2008

FAMILIARES DE PALESTINOS ASESINADOS PRESENTAN UNA QUERELLA EN LA AUDIENCIA NACIONAL CONTRA MILITARES ISRAELÍES

Antonio Segura, Gonzalo Boye, Raul Maillo, Juan Moreno
al Quds/CSCA


Esta querella se presenta en la Audiencia Provincial promovida por el Centro Palestino de Derechos Humanos –y en su nombre Raji Sourani- en representación de seis familiares de los palestinos asesinados el día 22 de julio del año 2002, por una bomba de una tonelada de peso lanzada por la aviación israelí sobre el populoso barrio de Al Daraj, en la ciudad de Gaza.
En Israel ha sido infructuoso enjuiciar a los acusados, correspondientes a la cadena de mando de dicha operación de terrorismo de estado, ante la evidente política de impunidad que ejercen los ocupantes.
Diversas organizaciones sociales y de solidaridad, entre las que se encuentran la Asociación Al-Quds de Solidaridad con los Pueblos del Mundo Árabe y el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe, han facilitado el trabajo del Centro Palestino en la elaboración de la documentación, traducción y recopilación de pruebas que se presentaron ante los abogados citados para que se procediera a la presentación de la misma. Caso en el que hemos trabajado todos conjuntamente durante dos años.
Por fin, el día 24 de junio, se ha presentado la querella, esperando que, tras el juicio correspondiente, la sentencia de satisfacción política, moral y económica a las víctimas y sirva como aliciente para impedir la impunidad israelí. Las acciones coordinadas que están llevando a cabo las organizaciones sociales y solidarias en Palestina y en Europa vienen a llenar el vacío que ha dejado la Comunidad Internacional en el tema palestino, es más, suplantan a los gobiernos en su búsqueda de la justicia, mientras que estos mismos gobiernos, haciendo dejación de su papel político, se dedican a reuniones de donantes, actuando como simples organizaciones humanitarias que no tratan, en ningún caso, de resolver el problema de fondo: la ocupación de Palestina y toda la cadena de crímenes que se vienen cometiendo con total impunidad sobre la población civil palestina y sus bienes.
El Centro Palestino de Derechos Humanos de Gaza ha iniciado y lleva casos abiertos por las acciones del ejército israelí en países tan diversos como Gran Bretaña, Estados Unidos Nueva Zelanda, Suiza y Holanda. Este es el primer caso que se presenta en España en búsqueda de justicia para las víctimas civiles de la ocupación israelí.
(Nota al Quds-CSCA)

En unos momentos en que muchos se cuestionan los ataques indiscriminados que realizan las fuerzas armadas israelíes en contra de la población palestina, estamos ante la primera ocasión en la historia judicial europea en que se presenta una querella criminal en contra de personas que, por su condición de funcionarios dentro del Gobierno de Israel, y por su propia actuación personal aparecen como responsables de unos hechos incardinables entre otros en el artículo 611 del Código Penal español.
No se trata de una querella en términos generales sino que:
a.- se presenta en nombre y representación de víctimas directas de los ataques o de sus familiares más cercanos en los casos de las personas asesinadas,
b.- se dirige específicamente en contra de las personas que aparecen como responsables directos tanto en la cadena de mando como en la propia ejecución del hecho, y
c.- se interpone en España en cumplimiento de la legalidad nacional y de los compromisos internacionales suscritos por España.
Los hechos objeto de esta querella criminal sucedieron el día 22 de julio del año 2002, entre las 23.30 y las 24.00 horas, cuando un avión de combate israelí F16 lanzó una bomba de una tonelada sobre el barrio de Al Daraj de la Ciudad de Gaza. Según han manifestado los funcionarios israelíes el objetivo principal de dicho ataque era la casa de Sala Shehadeh, quien era sospechoso de ser un comandante de Hamas, por lo que el objetivo confesado de dicha misión era asesinarlo.
Si bien la casa de Sala Shehadeh fue alcanzada directamente por la bomba, como la misma se encontraba situada en uno de los lugares residenciales de mayor densidad de población en el mundo por lo que como consecuencia de la explosión causada por la bomba murieron quince personas –la mayoría de ellos niños y bebés- y 150 resultaron heridas –algunas de ellas con lesiones graves y secuelas permanentes, ocho casas de los alrededores fueron totalmente destruidas, otras nueve casas resultaron destruidas parcialmente y una veintiuna sufrieron daños moderados.
Al día siguiente del bombardeo, es decir el 23 de julio de 2002, el portavoz de las Fuerzas de Defensa Israelíes declaró que: “El ataque de anoche del IDF fue dirigido a Salah Shehade y solamente a él. El ataque fue preciso, y fue llevado a cabo con tecnología apropiada. El objetivo es frustrar actividades terroristas futuras próximas mediante un ataque a la fuente misma, es decir Shehade. No hubo intención de hacerles daño a miembros de su familia o a otros civiles.
El IDF siente todos los daños ocasionados a personas inocentes. Desgraciadamente, esto es lo que puede ocurrir cuando un terrorista utiliza a civiles como escudos humanos y sus hogares como lugares para refugiarse.”
La tecnología sofisticada que poseen las Fuerzas Aéreas Israelíes (IAF) incluyen vigilancia aérea y otros medios de inteligencia, por lo que el tamaño de la bomba –una tonelada- las características del barrio que fue atacado –una de las poblaciones que presentan más densidad en el mundo, hacían prever la magnitud de las muertes, lesiones y destrucciones causadas a personas que supuestamente no eran el blanco buscado, si nos atenemos a lo que han declarado desde la IDF.
Resulta aterrador revisar testimonios con el de el testigo Ra’ed Mohamad Ibrahim Mattar, quien señaló que en el momento del bombardeo vivía en la casa de al lado de Salah Shehadeh, una construcción de tres pisos y de 160 metros cuadrados junto con su familia, y que relata:
“Eran alrededor de las 11.40 pm, yo estaba durmiendo en mi casa junto con mi familia. Me desperté con el sonido de una explosión y no había electricidad. Me di cuenta que estaba caminando en un terreno desigual en ruinas. No me di cuenta de que la casa ya estaba demolida. Cuando iba caminando me caí de mi piso en la primera planta al suelo. Grité por ayuda y toqué la puerta. Mi hermana Maha abrió la puerta y me dijo que la casa estaba destruida sobre nosotros. Entré al edificio para encontrar a mi padre y mi madre intentado salvar a mi hermano Ibrahim, que estaba atrapado debajo de un pilar de cemento. Intenté ayudarlo y levantar algunas de las ruinas que estaban sobre él. Luego lo dejé, busqué una linterna y fui a buscar a mi esposa en el piso pero no la encontré. Bajé nuevamente. Mi madre me preguntó por mi familia y le dije que no había encontrado a nadie. Después de eso no sentí nada hasta que desperté en el hospital. Supe lo que había sucedido al día siguiente, me dijeron que mi esposa y tres de mis hijos habían muerto como consecuencia de la explosión y que la casa, donde está mi piso resultó muy dañada y totalmente demolida en los tres pisos, incluyendo las posesiones y muebles.”
Cuando algunos se preguntan el motivo por el cual España ha de ser competente para la investigación y enjuiciamiento de estos hechos debemos remitirnos, junto a lo ya dicho en materia de legislación y compromisos internacionales, al no menos relevante hecho que tras los sucesos el movimiento “Yesh Gvul”, en Israel, tras varios intentos fallidos de correspondencia con las autoridades israelíes, presentó una solicitud el día 30 de septiembre de 2003 ante el Tribunal Superior Israelí instándole a que exigiera al Fiscal General y al Abogado General Militar a abrir una investigación criminal con vistas a iniciar una investigación y juzgar a todas las personas en la cadena del mando del bombardeo.
El Estado de Israel respondió con dos argumentos:
a.- el primero, que la operación fue proporcional al objetivo militar de asesinar a Shehadeh, y
b.- el segundo, que el resultado de dicha operación no había sido intencionado.
Tras la contestación de la demanda, el 3 de marzo de 2004, el Tribunal Superior suspendió el asunto a la espera de una decisión relativa a otra demanda interpuesta por el Comité Público contra la Tortura en Israel en enero de 2002, la cual cuestionaba la legalidad de la política de asesinatos del Estado de Israel. En relación con esta última demanda, el día 16 de febrero de 2005 tuvo lugar una vista, sin embargo el asunto fue también suspendido de manera indefinida como consecuencia del compromiso del entonces Primer Ministro en la Cumbre de Sharm-el Sheik en enero de 2005 de suspender la política de asesinatos o “matanzas preventivas”.
El movimiento Yesh Gvul solicitó al Tribunal Superior la reapertura de la investigación penal y solicitaron una vista, la cual fue fijada para el 27 de julio de 2005, que finalmente se celebró el 5 de septiembre de ese año siendo el asunto suspendido indefinidamente.
Con posterioridad, en noviembre de 2005, la oficina del Fiscal General aceptó volver a abrir las causas provenientes de ambas demandas, realizándose el día 11 de diciembre de 2005 una vista relativa a las dos, donde el Tribunal Superior dictaminó que la demanda relacionada al bombardeo de Al Daraj dependía del resultado de la demanda relativa a la política de asesinatos, dándole un plazo de 20 días al Fiscal General para presentar motivos legales, lo cual no fue realizado.
Finalmente el día 13 de enero de 2006 el Tribunal dictó sentencia con respecto al caso de la política de asesinatos, en la cual refrenda los principios de proporcionalidad y distinción, señalando que:
“El enfoque de la ley consuetudinaria internacional relativo a los conflictos armados de naturaleza internacional es que los civiles están protegidos de los ataques del ejército. Sin embargo, dicha protección no existe para los civiles “durante el tiempo en que participen en hostilidades”(§51(3) de El Primer Protocolo). Hacer daño a dichos civiles, inclusive si resulta en muerte, está permitido a condición de que no existan otros medios que les dañen menos, y a condición que civiles inocentes cercanos no resulten heridos. Los daños a los últimos debe ser proporcional. Esta proporcionalidad está determinada en función de un criterio basado en valores que busca el equilibrio entre la ventaja militar y los daños civiles. Como hemos visto, no podemos establecer que un ataque preventivo es siempre legal, al igual que no podemos establecer que siempre es ilegal. Todo depende de si las normas del derecho consuetudinario internacional relativo a conflictos armados internacionales permiten dicho ataque preventivo o no.”
Sin embargo dichos principios no fueron aplicados al ataque realizado en Al Daraj, donde murieron 15 personas y hubo 150 heridos civiles, mediante una bomba de una tonelada lanzada en plena zona residencial. Por otra parte, tampoco se dictó sentencia en la demanda sobre este asunto. Por eso, el 21 de diciembre los abogados de Yesh Gvul solicitaron al Tribunal Superior que designara un nuevo tribunal para ver esta demanda, pero hasta la fecha de hoy no hay prevista una vista sobre el asunto.
En resumidas cuentas al Estado de Israel no le interesa investigar ni enjuiciar hechos sobre los cuales ellos mismos tienen una responsabilidad clara.
Dentro de las múltiples gestiones realizadas a lo largo de estos años, se solicitó al Ministerio de Defensa Israelí que se indemnizara a las víctimas, el cual se negó argumentando que el Estado no era responsable por los daños y perjuicios ocasionados. Con posterioridad, el 18 de diciembre de 2003, se presentó una demanda de indemnización en nombre de la familia Mattar, a los que se unieron otros demandantes, pero con motivo de la modificación de las leyes de ilícito civil en Israel, las que impiden que los Palestinos puedan reclamar daños y perjuicios del Gobierno de Israel, se espera que la demanda sea desestimada.
El Estado de Israel ha declarado, en sus contestaciones a las demandas, que el asesinato en sí mismo fue legal y que la operación militar realizada por este motivo fue proporcional al objetivo legítimo de asesinar a Shehadeh, ya que el potencial para la muerte de civiles y la destrucción de bienes fue tomado en cuenta antes de autorizar y llevar a cabo dicho bombardeo.
Así, el Estado de Israel ha señalado que:
“Es importante subrayar que una de las consideraciones centrales, que se tomaron en cuenta durante todas las fases de preparación de la operación contra Shehadeh y su aprobación fue la consideración de proporcionalidad – la obligación de asegurarse que el atacar a Shehadeh no supondría atacar la población civil de los alrededores, desproporcionado con los objetivos militares que la operación quería lograr. Las discusiones se centraron mayormente en el tema de atacar a civiles como consecuencia de atacar a Shehadeh”
“Después de la discusión, por ejemplo, se decidió de llevar a cabo el ataque tarde por la noche (alrededor de medianoche) cuando se suponía que habría pocos peatones en al calle cerca de la casa Shehadeh”
“También, toando estos factores en consideración, se decidió utilizar una bomba de 1000 kg. (la cantidad de explosivos necesarios para lograr con probabilidad razonable el objetivo de la operación) y no dos bombas de 500 kg. cada una, porque la utilización de dos bombas aumentaría considerablemente el riesgo de no dar en el blanco, y como consecuencia poner en peligro un edificio cercano al blanco intencionado, ya que una de las bombas podría caer directamente en aquél.”
“Al final, después de recibir información precisa de inteligencia sobre el escondite de Shehadeh, se decidió ejecutar la operación conforme al esquema descrito anteriormente. Esta decisión se tomó al más alto nivel, habiendo descrito la importancia de poner fin a la actividad de Shehadeh, a pesar de la información y los cálculos de daños a otras personas que pudieron ocurrir como consecuencia del ataque.”
Estos hechos han sido repudiados por toda la comunidad internacional como ilegítimos y desproporcionados, debido a la adelantada y sofisticada tecnología militar con la que cuenta el Estado de Israel como también con el grado de muerte, lesiones y destrucción ocasionados con dicho ataque.
Así, el Reino Unido ha sostenido que dicho bombardeo no fue legal ni proporcional. El entonces Secretario de Estado de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth de dicho gobierno señaló el día 23 de julio de 2002 en las sesiones de la Cámara de los Comunes:
“Me voy a asegurar de que la opinión del honorable caballero, que creo que es compartida por toda la Cámara, relativo a la naturaleza injustificada y desproporcionada del ataque y sus consecuencias sea transmitida al embajador, y mediante él, al Gobierno de Israel”.
Con posterioridad, y a raíz del asesinato del Sheik Yassin por el Gobierno de Israel, el 30 de marzo de 2004, confirmó que el Gobierno Británico considera la política de “los llamados asesinatos –matanzas sin más” son: “ilegales, injustificados y contraproducentes, y dañan al argumento que Israel sostiene frente al mundo. El hecho de que las matanzas causaron no sólo la muerte de las personas que Israel considera responsables del terrorismo, sino también transeúntes totalmente inocentes, niños inclusive, simplemente subraya el carácter ilegal del enfoque y su efecto contraproducente.
De la misma manera, dicho ataque fue condenado en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, el día 24 de julio de 2002, como ilegítimo y desproporcionado.
En resumidas cuentas existe, por parte de la comunidad internacional, un convencimiento sobre la brutalidad e ilegalidad de dichas acciones pero ningún tipo de actividad judicial se ha desplegado para exigir responsabilidades a los autores materiales y estatales de dichos sucesos, siendo esta la primera vez que se realiza.
Para una mejor comprensión de los hechos objeto de la querella que se presenta resulta interesante analizar el comportamiento de los querellados y su posicionamiento ante tan criminal actuación.
Dan Halutz responsable directo de estos hechos, quien ha aceptado con orgullo la responsabilidad de la misión en una entrevista realizada con Haaretz el día 21 de agosto de 2002 manifestando que:
“La información fue muy precisa. Sin embargo, a veces no se tiene control sobre todo tipo de cosas que ocurren en un espacio que no se tiene a la vista. En retrospectiva, resultó que simplemente no tenía parte de la información, que cambió en el transcurso de la operación...el proceso de toma de decisiones fue correcto, equilibrado, adecuado y prudente.”
A los pilotos que realizaron el ataque, con posterioridad, en la misma entrevista señaló que les dijo:
“por la noche podéis dormir tranquilamente. Por cierto, yo también duermo bien. Vosotros no sois los que eligen los objetivos, y no fuiste los que eligieron el objetivo en este caso particular. No sois responsables del contenido del objetivo. Vuestra ejecución fue perfecta. Fantástico. Y lo vuelvo a repetir: Aquí no hay ningún problema que les afecta. Hicieron exactamente lo que les dijeron hacer. No se desviaron de ello ni en un milímetro a la derecha o a la izquierda. Cualquiera que tenga un problema con esto que venga a verme.”, y “Es importante para mí que sepan que yo les apoyo al cien por cien, y que estoy al frente, delante de vosotros. Las críticas que se oyen en casa y en el exterior no tiene nada que ver con vosotros. Me pongo como mampara para hacer una separación entre vosotros y las críticas. Todos estos detractores y personas de grandes almas me pueden criticar a mí, y vosotros no tenéis nada que ver con esto.”
En el año 1982 asimismo, con motivo de protestas generalizadas por las muertes y lesiones de muchos civiles en el Líbano debido a las “operaciones militares” israelíes, señaló ante la televisión de ese país que no aceptaba el concepto de refugiados inocentes, sino que la mayor parte de ellos son colaboradores.
También en una entrevista en televisión con posterioridad al ataque de Al Daraj, cuando se le pregunta que se siente cuando se lanza una bomba sobre una vivienda residencial, señaló que lo único que sintió fue un pequeño temblor en el ala del avión.
En la entrevista antes señalada publicada en Haaretz niega admitir que los civiles son inocentes, y anteriormente en una entrevista dada a la BBC reconoce que “de vez en cuando ocurren incidentes y personas que no están involucrados pagan por esta guerra fea”, pasando a describir una misión de asesinato con cuatro helicópteros en el año 2001 en la cual estuvo al mando.
Cuando el Tribunal Superior de Israel le ordenó, en el transcurso de la solicitud de ascenso, justificar sus comentarios acerca de este bombardeo, aceptó dichos comentarios pero intentó “quitarles importancia”.
Otro de los querellados es Ariel Sharon, Primer Ministro de Israel en ese entonces, quien también solicitó que se llevara a cabo dicha operación y ha elogiado públicamente la misión de bombardeo como “uno de nuestros mayores éxitos”.
No menos relevante es Benjamín Ben-Eliezer, en el momento del bombardeo ocupaba el puesto de Ministro de Defensa Israelí. Éste, en una entrevista realizada a la BBC2 admitió ser responsable de la decisión de llevar a cabo el asesinato de Shehadeh Salah y relata su conversación con su secretario militar, Mike Hezog, como:
“Yo dije, “¿Has comprobado con todos?” Quería decir el jefe de inteligencia, los tipos militares. Él dijo, “He comprobado con todos. Todo está limpio, todos lo recomiendan.” Yo dije, “Buena suerte””
En el momento del bombardeo, Michael Herzog, era secretario militar de Ben-Eliezer. Este ha admitido que había actuado como enlace entre éste y las otras personas que tomaron la decisión de conseguir la autorización para la operación. Esta operación se llevó a cabo con su organización y asistencia.
Giora Eiland, era Jefe de la División de Planificación de las IDF. En una entrevista realizada por la BBC en febrero de 2002 establece cuatro condiciones para realizar asesinatos programados por parte del Ejército de Israel, en la cual no rechaza la posibilidad de víctimas civiles señalando que “lo hacemos cuando creemos que podemos garantizar muy pocas víctimas civiles”.
En otra entrevista al mismo medio, transmitida en octubre de 2005 admitió ser responsable como planificador principal de la operación, y tener responsabilidad conjunta por la decisión de utilizar una bomba de una tonelada: “Era posible que una bomba de menos de una tonelada no hiciera el trabajo...que era matarle...Decidimos utilizar la bomba grande. En retrospectiva, esto fue un error.”
Con respecto a Moshe Ya’alon, en la fecha que se realizó el bombardeo se desempeñaba como Jefe del Estado Mayor de las IDF y se reportaba directamente al Primer Ministro.
En una entrevista publicada en Haaretz el día 29 de agosto de 2002 admitió haber participado en la decisión de llevar a cabo el asesinato de Salah Shehadeh con el objetivo de derribar el edificio con una tonelada de explosivos y de tomar las medidas para llevarlo a cabo:
“Fuimos a atacar a una persona que no tenía precedentes, ya que era el comandante de brazo terrorista de Hamas, tanto en Gaza como en Judea-Samaria. Esta es una persona responsable de matar a centenares de personas. Se aferró de forma sistemática a la población civil porque conocía nuestras sensibilidades. En bastantes casos, evitamos atacarlo porque estaba con su mujer o con sus hijas, Shehadeh tenía seis hijas. Más recientemente, nos hicimos las cosas más fáciles y dijimos que aunque su mujer estuviera con él, le atacaríamos. Además hubo una discusión acerca de si no sería correcto atacarle aunque estuviera con sus hijas. Pero decidimos que no, decidimos que no le haríamos daño a sus hijas.”
“La tarde-noche del sábado anterior al ataque, tuvimos una discusión. Teníamos claro que para derribar el edificio nos haría falta una tonelada [de explosivos], y la pregunta era si usar una bomba de una tonelada o dos de media tonelada. Nuestra experiencia era de haber lanzado 160 bombas en territorio de Palestina sin matar una sola víctima civil inocente, pero la preocupación era que dos bombas elevaban el riesgo estadístico de fallar.”
“Entonces envié a las fuerzas aéreas para que hicieran sus deberes y volvieron con la respuesta de que una bomba de una tonelada era más segura. La evaluación que hicieran del resultado era que se destruiría la casa de Shehadeh y habría daños en el edificio vacío adyacente, y de ventanas rotas en la zona y revestimientos de hojalata de las chozas hojalata saldrían volando por los aires. Habría heridos, pero no muertos. En retrospectiva, sin embargo, resulta que el edificio contiguo no estaba vacío. La ejecución por parte de las fuerzas aéreas fue perfecta, pero la falta de información relativa a la casa adyacente presentó un problema. Se mataron a seis niños en esa casa.”
Abraham Dichter era el Director del Servicio General de Seguridad (GSS) y reportaba directamente al Primer Ministro, Ariel Sharon. El GSS trabaja en estrecha colaboración con las Fuerzas Aéreas Israelíes (IAF) y suministra la inteligencia necesaria para llevar a cabo “asesinatos selectivos”, incluido el proponer objetivos y proporcionar información sobre el paradero de los objetivos. La aprobación final para dispararle al objetivo desde el aire viene del GSS, mientras que las IAF deciden si se puede ejecutar una orden en cuanto a las condiciones meteorológicas en el momento del ataque.
La participación conjunta el GSS (también denominado Agencia de Seguridad Israelí o ISA) y las IDF a los niveles más altos está confirmado en el informe del Ministerio Israelí de Asuntos Exteriores del 2 de agosto de 2002. Dicho informe admite que el bombardeo fue una empresa conjunta entre las IDF y la ISA y concluye diciendo:
“Las ISD y la ISA seguirán luchando contra el terrorismo y evitar ataques terroristas contra ciudadanos israelíes, a la vez que seguirán tomando todas las medidas posibles para evitar herir a civiles inocentes en los alrededores.”
Debido a una demanda civil presentada contra Abraham Dichter en los EEUU en relación con este bombardeo, el embajador de Israel en dicho país señaló en una carta enviada al Tribunal que las demandas “cuestionaba[n] acciones soberanas del Estado de Israel, aprobadas por el gobierno de Israel en defensa de sus ciudadanos de ataques terroristas.
Abraham Dichter participó en la decisión de autorizar el “asesinato selectivo” de Shehadeh y tuvo parte en la planificación de la operación de utilizar una bomba de una tonelada para ejecutarlo. Como jefe del GSS no tomó las medidas adecuadas y necesarias para impedirles a sus subordinados bajo su mando llevar a cabo el bombardeo, y/o no denunció, disciplinó o castigó a sus subordinados por llevar a cabo el bombardeo.
Doron Almog, por último, como Comandante del Mando Sur de las IDF (responsable de toda la Franja de Gaza) y sólo un nivel por debajo del Jefe del Estado Mayor, participó en la planificación de la operación y la aprobó personalmente.
De la misma manera, y como en todos estos tipos de operaciones de las IDF, el comandante de las tropas en la zona designada para ser destruida habría tenido que asegurarse que todas las tropas bajo su mando estaban fuera de la zona del objetivo del bombardeo en dicho momento, por lo que no se habría llevado a cabo ésta hasta que dicho comandante se hubiera asegurado de que no había tropas de las IDF dentro de la zona del objetivo.

Antonio Segura, Gonzalo Boye, Raul Maillo, Juan Moreno, abogados

26 junio 2008

11-S Y LA VIOLENCIA DEL ESTADO OCULTO

(largo pero imperdible)

Peter Dale Scott - Global Research

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

El Estado oculto y el 11-S

Lo impensable – que elementos dentro del Estado conspiren con criminales para matar a civiles inocentes – ha llegado a ser no sólo imaginable sino un lugar común en el último siglo. Un ejemplo fundamental fue en Argelia francesa, donde elementos disidentes de las fuerzas armadas, en resistencia contra los planes del general de Gaulle para la independencia argelina, se confabularon en la Organización del Ejército Secreto y atentaron indiscriminadamente contra civiles, con objetivos como hospitales y escuelas. [1] Críticos como Alexander Litvinenko, quien fue posteriormente asesinado en Londres en noviembre de 2006, señalaron que los atentados de 1999 contra edificios de apartamentos alrededor de Moscú, atribuidos a separatistas chechenios, fueron en realidad obra del servicio secreto ruso (FSB). [2]
Ataques similares en Turquía han llevado a la noción de un “Estado oculto” extra-legal – una combinación de fuerzas que iba desde antiguos miembros de la organización Gladio organizada por la CIA a “una vasta matriz de funcionarios de seguridad y de los servicios de inteligencia, miembros ultranacionalistas del bajo mundo turco y ex miembros renegados del [separatista kurdo] PKK.” [3] El Estado oculto, financiado en parte por el sustancial tráfico de heroína de Turquía, ha sido acusado de matar a miles de civiles, en incidentes como el mortífero ataque con bomba en noviembre de 2005 contra una librería en Semdinli. Resultó que ese ataque, inicialmente atribuido a los separatistas kurdos del PKK, había sido cometido por miembros del servicio de inteligencia paramilitar de Turquía, junto con un antiguo miembro del PKK convertido en informante. [4] El 23 de abril de 2008, el ex ministro del interior Mehmet Agar tuvo que ser procesado por su papel en esa guerra sucia durante los años noventa. [5]
En mi libro “The Road to 9/11,” argumenté que ha existido, por lo menos desde la Segunda Guerra Mundial, si no antes, un Estado oculto estadounidense análogo, que también combinó a funcionarios de la inteligencia con elementos del hampa narcotraficante. [6] También apunté a recientes décadas de colaboración entre el Estado oculto de EE.UU. y al-Qaeda, un bajo mundo terrorista cuyas actividades de narcotráfico fueron minimizadas en el Informe de la Comisión del 11-S y en los medios dominantes de EE.UU. [7]
Aún queda por explicar el hecho anómalo ocultado de que el entrenador superior de al-Qaeda en los secuestros de aviones, Ali Mohamed, fue al mismo tiempo un agente doble que informaba al FBI, y casi ciertamente mantenía todavía una conexión con la CIA que lo había utilizado como agente y ayudó a llevarlo a ese país como agente en los años ochenta. No se cuestiona que Ali Mohamed haya organizado el atentado contra la embajada en Kenia; y que lo hizo después de que la RCMP [siglas en inglés de Real Policía Montada del Canadá], que lo había detenido en Vancouver en presencia de otro terrorista conocido, había liberado a Mohamed siguiendo instrucciones del FBI. [9]
Partiendo de estos antecedentes históricos de colaboración, ofrecería una hipótesis para ulterior investigación: que el Estado oculto estadounidense está de alguna manera implicado con al-Qaeda en la atrocidad del 11-S; y que esto ayuda a explicar la conspicua participación de la CIA y de otras agencias de EE.UU. en el encubrimiento subsiguiente.
Sibel Edmonds, la turco-estadounidense que fue anteriormente traductora del FBI, ha vinculado públicamente tanto a responsables de al-Qaeda como estadounidenses con el tráfico turco de heroína que subyace al Estado oculto turco. Aunque una orden judicial extraordinaria [10] le ha impedido hablar directamente, sus afirmaciones fueron resumidas por Daniel Ellsberg:
“Al-Qaeda, ha estado diciendo al Congreso, según estas entrevistas, es financiado en un 95% por dinero de la droga – narcotráfico ante el cual el gobierno de EE.UU. hace la vista gorda, lo ha estado ignorando, porque involucra fuertemente a aliados y recursos nuestros – tales como Turquía, Kirguizistán, Tayikistán, Pakistán, Afganistán – todos los ‘estanes – en un narcotráfico en el que el opio origina en Afganistán, es procesado en Turquía, y es entregado a Europa donde suministra un 96% de la heroína de Europa, por albanos, sea en Albania o en Kosovo – albanos musulmanes en Kosovo – básicamente por el ELK, el Ejército de Liberación de Kosovo, que respaldamos fuertemente en ese episodio a fines del siglo... Sibel dice que maletas llenas de dinero fueron entregadas al presidente de la Cámara, Dennis Hastert, en su casa, provenientes de fuentes turcas, sabiendo que gran parte era dinero de la droga.” [11]
En 2005, las acusaciones de Sibel Edmonds fueron parcialmente reproducidas en Vanity Fair. Se reveló que ella había tenido acceso a escuchas del FBI de conversaciones entre miembros del Consejo Estadounidense-Turco (ATC), sobre el soborno de funcionarios elegidos de EE.UU. y sobre “lo que sonaba como referencias a embarques de droga en gran escala y otros crímenes.” [12]
El 11-S: No fue un Golpe de Estado, sino uno de una serie de eventos ocultos estadounidenses
En 2003, el periodista italiano Maurizio Blondet publicó un libro intitulado “11 settembre: colpo di stato” (11 de septiembre: Golpe de Estado) [Milán, Effedieffe, 2002]). [13] Con el pasar de los años el punto de vista de que el 11-S haya sido un “golpe de estado” ha sido apoyado por una serie de observadores, incluyendo a Gore Vidal. [14] En mayo de 2008, una búsqueda en Google de “golpe de estado+11-S” produjo 297.000 resultados [en inglés]. Uno de los aciertos más recientes, de Ed Encho, ha sugerido que el núcleo del golpe puede haber sido la introducción el 11-S, sin debate o siquiera aviso, de las así llamadas órdenes de “Continuidad del Gobierno” (COG) – órdenes secretas aún desconocidas pero con implicaciones constitucionales. [15] Incuestionablemente, como señala el Informe de la Comisión 11-S, las COG, fruto de dos décadas de colaboración secreta entre Cheney y Rumsfeld, fueron implementadas el 11-S. [16] Como veremos, no es claro precisamente lo que esto implicaba, sea entonces o en la actualidad. Pero hay periodistas que han afirmado que versiones anteriores de los planes para COG involucraban la suspensión de la constitución. [17]
Sin embargo, calificar el 11-S de golpe de Estado exagera la diferencia entre la actual condición debilitada del Estado público, y el estado de cosas anterior que se ha estado conformando durante años, por cierto durante décadas, hacia precisamente un tal desenlace. Durante medio siglo la constitución y las leyes del Estado abierto o público han sido primero evadidas, luego erosionadas, posteriormente cuestionadas y subvertidas cada vez más, por las fuerzas del Estado oculto. Quisiera sugerir que esa erosión ha sido lograda en parte a través de una serie de importantes eventos ocultos en la historia estadounidense de posguerra – eventos, aspectos de los cuales (está claro desde el principio) son ignorados u ocultados por los medios dominantes.
La historia reciente ha visto una serie de eventos semejantes, como ser el asesinato de John F. Kennedy, que son tan inexplicables según las nociones públicas de la política estadounidense que la mayoría de los estadounidenses tiende a no pensar siquiera en ellos. En su lugar, la mayoría acepta las superficiales explicaciones oficiales para ellos, incluso si sospecha que no corresponden a la verdad. O si otros dicen que creen que “Oswald actuó solo,” pueden hacerlo en el mismo estado de ánimo reconfortante, pero irracional, que cree que Dios recompensará a los justos y castigará a los malos.
Por lo tanto, debemos ver por una parte que EE.UU. ha llegado a una condición en la que los derechos cívicos tradicionales son restringidos flagrantemente como nunca antes, como cuando el ex Fiscal General Gonzalez dijo a un comité conmocionado del Congreso que “No existe una concesión garantizada de habeas corpus en la Constitución.” [18] Al mismo tiempo, debemos ver que el 11-S no carece de precedentes, como evento inexplicado u oculto que nos aparta de la normalidad constitucional y hacia un estado de guerra permanente innecesario. Es uno de una serie de tales eventos inexplicados, todos los cuales han tenido resultados similares, que se remontan al segundo incidente del Golfo de Tonkin, al asesinato de Kennedy, incluso al mal recordado comienzo de la Guerra de Corea.
La “sorpresa” simulada del gobierno Bush ante el ataque del 11-S es por cierto análoga a la “sorpresa” simulada del gobierno de Truman ante el estallido de la guerra en Corea el 25 de junio de 1950. El historiador Bruce Cumings, en un volumen de 957 páginas, ha recordado la curiosa conducta en las semanas anteriores de altos niveles en Washington:
“La CIA predice, el 14 de junio, la posibilidad de una invasión [de Corea del Sur] en cualquier momento. Nadie lo cuestiona. Cinco días después, predice una invasión inminente... Ahora, Corson... dice que el informe del 14 de junio fue filtrado a “círculos informados,” y que por lo tanto “se temía que críticos del gobierno en el Congreso plantearan el tema. En consecuencia, se adoptó una especie de decisión de la Casa Blanca de informar al Congreso que todo iba bien en Corea.”... ¿No se habría esperado que al Congreso se le dijera que no todo iba bien en Corea? Es decir, a menos que el objetivo haya sido un Congreso sorprendido e indignado. [19]
En su análisis exhaustivo de los orígenes de la guerra, Cumings ve a este engaño estadounidense por parte de responsables de alto nivel como reacción ante eventos manipulados, que por su parte fueron una reacción ante la amenaza de una inminente expulsión del KMT nacionalista chino de Taiwán, junto con una reunificación pacífica de Corea. Los detalles son complejos, pero de relevancia para el 11-S, no sólo por la participación del KMT financiado por el opio:
“A fines de junio [el Secretario de Estado de EE.UU., Dean] Acheson y Truman fueron los únicos altos responsables que todavía rechazaban una defensa de la ROC [siglas en inglés de “República de China,” el residuo nacionalista chino del KMT en Taiwán]... Sir John Pratt, un inglés con cuatro décadas de experiencia en el servicio consular en China y en la Oficina de Lejano Oriente, escribió lo siguiente en 1951: “El gobierno de Peking planificaba liberar Formosa el 15 de julio y, a mediados de junio, llegaron noticias al Departamento de Estado de que el gobierno de Syngman Rhee en Corea del Sur se estaba desintegrando. Políticos a ambos lados del paralelo 38 preparaban un plan para derrocar a Syngman Rhee y establecer un gobierno unificado en toda Corea.”... Por lo tanto la única salida, para Chiang [Kai-shek, el jefe del KMT], era que Rhee atacara al Norte, lo que hizo que Acheson terminara por ceder y defender a China nacionalista [en Taiwán] [20]
Mientras tanto, en Corea del Sur:
Un representante de la embajada australiana enviaba informes diarios a fines de junio diciendo que “patrullas iban desde el Sur hacia el Norte, esforzándose por atraer que el Norte las persiguiera. Plimsoll advirtió que esto podría llevar a la guerra y estaba claro que también había un cierto grado de participación estadounidense.” [Según el ex primer ministro australiano Gough Whitlam:] “La evidencia era suficientemente fuerte para que el primer ministro australiano autorizara un cable a Washington instando a que no se alentara al gobierno sudcoreano.” [21]
Cumings también menciona la advertencia a fines de abril de un diplomático estadounidense, Robert Strong, de que “el gobierno nacionalista chino podría intentas medidas desesperadas para involucrar [a EE.UU] en [una] guerra abierta como medio para salvar su propio pellejo.” [22] En capítulos demasiado complejos para analizarlos en este sitio, hace la crónica de las intrigas de una serie de partidarios de Chiang, incluyendo al Lobby de China en Washington, el general Claire Chennault y su línea aérea CAT, casi difunta en aquel entonces (más tarde llamada Inter Air America), el ex jefe del OSS general William Donovan, y en Japón, el general MacArthur y su jefe de inteligencia, Charles Willoughby. Señala la visita de dos generales de Chiang a Seúl, uno de ellos en un avión militar estadounidense del cuartel de MacArthur. Y concluye que “Chiang puede haber encontrado... en la península coreana, la provocación de una guerra que salvara su régimen [en Taiwán] durante dos décadas más.”
“Cualquiera que haya leído ese texto de cerca en este punto, y que no crea que Willoughby, Chiang, [el emisario de Chiang a Seúl, general] Wu Tieh Cheng, Yi Pōm-sōk, [Syngman] Rhee, Kim Sōk-won, Tiger Kim, y su calaña hayan sido capaces de una conspiración para provocar una guerra, no puede ser convencido por ninguna evidencia.”
Agrega que los estadounidenses contrarios a los anti-conspiracionistas “son presa de lo que podría llamarse la falacia del cinismo insuficiente” – una acusación que podría ser reanimada, si alguna vez se puede demostrar que el 11-S también fue “una conspiración para provocar una guerra.” [23]
El 11-S, el Golfo de Tonkin y el asesinato de Kennedy
En 1964, el Congreso aprobó la Resolución del Golfo de Tonkin, como reacción ante las garantías del Secretario de Defensa McNamara de que existía “prueba inequívoca” de un segundo “ataque no provocado” contra destructores estadounidenses. Hoy sabemos no sólo que no hubo un tal segundo ataque, sino que los acosos combinados de pequeños barcos patrulleros controlados por la CIA y de destructores de EE.UU. en aguas norvietnamitas fueron tan provocadores como para desencadenarlo. George Ball, quien en la época era Subsecretario de Estado, comentó más tarde en una entrevista en la radio de la BBC en 1977 que:
“Muchos de los que estuvieron asociados con la guerra buscaban cualquier excusa para iniciar los bombardeos. El envío de un destructor al Golfo de Tonkin fue hecho sobre todo como provocación... Existía un sentimiento de que si el destructor se metía en algún problema, eso sería la provocación que necesitábamos.” [24]
El evento oculto del Golfo de Tonkin presenta una serie de similitudes con el evento oculto coreano en 1950. El Golfo de Tonkin también puede ser analizado en tres fases diferentes: el engaño del Congreso por funcionarios de alto nivel, precedido por intrigas provocadoras en Asia, y reforzado por la manipulación engañosa de informes dentro de la NSA [siglas en inglés de Agencia de Seguridad Nacional]. (Las tres fases también pueden ser discernidas en las maniobras provocadoras del USS Pueblo en 1968, en un incidente o evento oculto que no condujo, como algunos claramente deseaban, a una reacción militar contra Corea del Norte.) [25]
Ahora sabemos gracias a una historia interna de la NSA recientemente desclasificada, que el 4 de agosto de 1964 la NSA poseía 122 piezas de SIGINT (señales de inteligencia) que tomadas en su conjunto indicaban claramente que no hubo un segundo ataque norvietnamita el 4 de agosto: “La armada de Hanoi no estuvo involucrada en nada esa noche sino en el salvamento de dos de los botes dañados el 2 de agosto.” Pero, de esas 122 piezas, sólo quince fueron suministradas a la Casa Blanca – “sólo SIGINT que apoyaban la afirmación de que los comunistas habían atacado a los dos destructores.” [26]
Mientras tanto, en la CIA: “En la tarde del 4 de agosto, el experto analista sobre Vietnam del Norte de la CIA... había concluido que probablemente nadie había disparado contra los barcos de EE.UU. Incluyó un párrafo a ese efecto en el ítem que escribió para el Boletín de Inteligencia Actual, que sería cablegrafiado a la Casa Blanca y a otras agencias clave y que aparecería impreso la mañana siguiente. Y entonces sucedió algo único. El Director de la Oficina de Inteligencia Actual, un oficial muy importante... bajó a las entrañas de la agencia para ordenar que se eliminara el párrafo. Explicó: “No vamos a decir eso ahora a LBJ. Ya tiene decidido bombardear a Vietnam del Norte.’” [27]
Los eventos paralelos en la NSA y en la CIA ilustran como una mentalidad burocrática compartida, o la propensión a la escalada militar, pueden generar reacciones sinérgicas en diversos medios sociales, sin que haya habido necesariamente alguna colusión conspirativa entre las dos agencias.
El que la CIA haya tenido todavía en los años sesenta altos responsables que creyeran que tarde o temprano sería inevitable un enfrentamiento con los comunistas chinos es de un interés más que pasajero, así como que se haya renovado la antigua propuesta del general Chennault de una serie de acciones de escalada manipuladora en Laos poco antes de los incidentes del Golfo de Tonkin, con un impulso similar hacia la expansión de la guerra de EE.UU. más allá de Vietnam del Sur. En 1963-1964 se vuelven a notar, como en 1950, las intrigas de elementos del KMT local, en este caso fuerzas directamente involucradas en el tráfico de opio. [29]
En cuanto al 11-S, la paradoja entre la tranquilidad en la superficie y advertencias alarmantes es tan evidente como lo fue en 1950. Incluso el Informe de la Comisión 11-S reconoce que en el verano de 2001 “el sistema hacía sonar la alarma” para un ataque de
al-Qaeda. Su evidencia refuta ampliamente la afirmación de Condoleezza Rice en mayo de 2002 que “No pienso que nadie podría haber predicho que esa gente... trataría de utilizar un avión como un misil, un avión secuestrado como un misil.” [30] No obstante, en medio de esta crisis en agosto de 2001, la CIA ocultó flagrantemente evidencia al FBI que, si hubiera sido compartida, habría ayudado al FBI en sus esfuerzos por ubicar a uno de los presuntos secuestradores, Khaled al-Mihdar. Este ocultamiento llevó a un agente del FBI a predecir en la época, exactamente, que “algún día alguien va a morir.” [31]
Como describo en la próxima reedición expandida de mi libro “The War Conspiracy,” este ocultamiento culpable de evidencia crucial al FBI por la CIA tiene un paralelo cercano con el ocultamiento ante el FBI por la CIA de importante información sobre Lee Harvey Oswald en octubre de 1963. El ex director del FBI, Clarence Kelley, se quejó más adelante en sus memorias de que ese ocultamiento fue el motivo principal por el cual Oswald no fue colocado bajo vigilancia el 11 de noviembre de 1963. [32] Sin esos ocultamientos, en otras palabras, ni el asesinato de Kennedy ni el 11-S podrían haber tenido lugar tal como sucedieron.
Y sin comprender los detalles, podemos concluir sin temor a equivocarnos que operaciones de la CIA – el Estado oculto – estuvieron de alguna manera implicadas, sea inocente o conspirativamente, en los prolegómenos tanto del asesinato de Kennedy como en el 11-S. Respecto al ocultamiento de información sobre Oswald por la CIA ante el FBI, incluso un ex responsable de la CIA, está de acuerdo en que esto indica “alguna especie de interés operativo [de la CIA] en el archivo de Oswald.” [33] Lawrence Wright, comentando en el New Yorker sobre el ocultamiento análogo por la CIA de información sobre al-Mihdar, llegó a una conclusión similar de que: “La CIA también puede haber estado protegiendo una operación en el extranjero y temía que el FBI la dejara al descubierto.” [34]
En breve, desde esta perspectiva, el 11-S no carece enteramente de precedentes en la historia de EE.UU. Debería ser visto, no como una desviación única e incomparable del gobierno constitucional correcto – un golpe de Estado – sino como otro evento oculto inexplicado más de la especie que ha seguido erosionando el sistema constitucional estadounidense de política abierta y libertades cívicas.
11-S: No se trata sólo de otro evento oculto, sino de un evento oculto constitucional
Se trata, sin embargo, de un evento oculto de una categoría nueva y sin precedentes. Eventos ocultos relacionados con el control político de EE.UU. son mucho más frecuentes de lo que la mayor parte de nosotros queremos reconocer. Desde los conspicuos asesinatos de los años sesenta y comienzos de los setenta – todos eventos ocultos – por lo menos seis políticos han muerto también en accidentes de avión. Aunque muchos de estos accidentes fueron probablemente accidentales, es sorprendente que sólo un republicano haya muerto de esa manera, en comparación con cinco demócratas. [35] Informes oficiales sobre las muertes de tres de esos demócratas – el senador Paul Wellstone, y los congresistas Hale Boggs y Nick Begich, han sido cuestionados, así como la muerte “accidental” muy sospechosa del dirigente sindical Walter Reuther de la UAW [siglas en inglés de la Unión de Trabajadores de la Industria Aeroespacial y de Implementos Agrícolas de EE.UU.] en un accidente de avión. [36]
Entre estos eventos ocultos, algunos – sobre todo el asesinato de John Kennedy – se destacan por haber tenido un impacto estructural en la sociedad política estadounidense. Las tres principales guerras de EE.UU. desde la Segunda Guerra Mundial – Corea Vietnam, y ahora Iraq – han sido todas precedidas por eventos ocultos que han contribuido acumulativamente a la actual economía basada en la guerra de EE.UU. Considerado de esta manera, el 11-S cae en una secuencia en la que es precedido por el Segundo Incidente del Golfo de Tonkin y por las intrigas y mentiras en junio de 1950 respecto a Corea.
Pero entre todos estos eventos ocultos, el 11-S puede ser visto como el primero que ha tenido no sólo implicaciones estructurales sino constitucionales. Porque con la introducción de las COG antes de las 10 de la mañana del 11 de septiembre de 2001, el estatus de la constitución de EE.UU. en la sociedad estadounidense ha cambiado, de modos que siguen prevaleciendo. Todavía ignoramos en gran parte lo que las COG significan en la práctica. Es obvio, sin embargo, que al limitar el habeas corpus y la Cuarta Enmienda, las innovaciones después de las COG y del 11-S hicieron que la situación constitucional de EE.UU. se parezca más a la situación en Gran Bretaña, donde los estatutos escritos son explícitamente restringidos, suplementados por una prerrogativa real indefinida: una colección de poderes pertenecientes al Soberano que no tienen una base establecida por la ley. [37]
El abuso de las prerrogativas reales británicas fue uno de los motivos de queja que llevaron en última instancia a la Revolución Estadounidense. Entonces, como ahora, estaba vinculada a las disposiciones imperiales para ejércitos permanentes a fin de hacer guerras. Podría decirse que en EE.UU. actual, los poderes requeridos para imponer la dominación global de EE.UU. en el mundo han llegado a restringir el alcance del Estado público constitucional.
La medida en la que el poder presidencial es limitado por el estatuto parlamentario ha sido y será discutida continua y extensivamente. Es evidente, sin embargo, que el gobierno de George W. Bush ha resucitado el punto de vista extremo o monárquico expresado, por primera vez en la historia política estadounidense, por el ex presidente Richard Nixon de que: “cuando lo hace el presidente, significa que no es ilegal.” [38]
Jack Goldsmith, ex Fiscal General adjunto en el Departamento de Justicia de George W. Bush, ha informado que, dentro de la Casa Blanca, el asesor legal de Cheney, David Addington, argumentó frecuentemente que “la Constitución otorga poderes al presidente para ejercer poderes prerrogativos para hacer lo que sea necesario en una emergencia a fin de salvar al país.” [39] Goldsmith concluyó que “La presidencia en la era del terrorismo – la Presidencia del Terror – sufre de muchos de los vicios de la Presidencia Imperial [de Nixon].” [40]
Cheney, apoyado por Addington, dejó en claro en su Informe de Minoría Irán-Contra de 1987 que “el Jefe Ejecutivo se sentirá ocasionalmente obligado por el deber a insistir en nociones monárquicas de prerrogativas que le permitirán exceder la ley.” Cheney apoyó esta afirmación refiriéndose a la Compra de Luisiana por Jefferson, justificada por Jefferson, sin utilizar la palabra “prerrogativa,” por “las leyes de la necesidad, de la auto-preservación, de servir a nuestro país cuando esté en peligro.” [41] Pero la defensa por Cheney-Addington de una prerrogativa continua en una guerra continua contra el terror tiene mucho más en común con una teoría legal monárquica británica del Siglo XVII, que con el recurso único a una acción semejante de Jefferson, después de una vida atacando la noción del poder por prerrogativa. [42]
Como parte del caso a favor de una idea irrestricta o monárquica del poder ejecutivo, hemos visto la afirmación de que el presidente pueda hacer caso omiso o marginar las obligaciones contractuales que prohíben la tortura. Antes de que se enunciaran las COG el 11 de septiembre de 2001, una red de leyes, desarrolladas mediante el equilibrio del poder entre los tres poderes del gobierno federal, prohibían la tortura. “No iba a durar”. [43]
En consonancia con la planificación de las COG de Cheney en los años ochenta, el gobierno de Bush ha cercenado de modo similar el habeas corpus, un derecho conferido por la Carta Magna, reafirmado por el parlamento inglés en un estatuto de 1679, y mencionado en la constitución de EE.UU. A pesar de ello, al definir la crisis constitucional que enfrentamos ahora, es importante ver que no es un evento sin precedente o anómalo, sino arraigado en acontecimientos durante décadas.
El 11-S, Eventos Ocultos, y la mentalidad de dominación global en la sociedad estadounidense.
La continuidad de eventos ocultos forma parte del problema que enfrentan los que desean comprender y corregir lo que los subyace. Porque los medios de información dominantes de EE.UU. (tal como ahora los vemos claramente) se han implicado tanto en pasadas mentiras protectoras sobre Corea, el Golfo de Tonkin, y el asesinato de John F. Kennedy que esos medios, así como el gobierno, tienen ahora un interés evidente en impedir que la verdad de algunos de estos acontecimientos salga a la luz. [44]
Esto significa que la actual amenaza a los derechos constitucionales no resulta sólo del Estado oculto. Como he escrito en otros sitios, el problema es una mentalidad de dominación global que prevalece no sólo en Washington sino también en los medios dominantes e incluso en las universidades, que ha llegado a aceptar recientes recortes en las libertades constitucionales, y estigmatiza a los que se alarman por ellos, o al menos reacciona con silencio. [45] Precisamente como la aceptación del pensamiento burocrático en grupo es una condición necesaria para el ascenso dentro del Estado, la aceptación de las nociones de decoro dentro de esa mentalidad se ha convertido crecientemente en una condición para la participación en la vida pública de la corriente dominante.
Al decir esto, doy a entender algo más estrecho que el ubicuo “consenso definido por los negocios” que Gabriel Kolko afirmó una vez era “una realidad central,” que subyace como “una clase gobernante hace que operen sus políticas.” [46] Yo estaría de acuerdo conque, por lo menos desde la era Reagan, la mentalidad que describo se ha identificado cada vez más claramente con la mentalidad de un mundo superior decidido a proteger sus privilegios e incluso ampliarlos a costas del resto de la sociedad.
Pero el modo de pensar del que hablo es más estrecho en su enfoque – originalmente preocupado de defender, y ahora cada vez más preocupado de ampliar, la dominación de EE.UU. en el mundo, en una era de recursos limitados y cada vez más escasos. Y también es, cada vez más, menos un consenso que un terreno de división seria y debate.
Es obvio que esa manera de pensar no es monolítica. Han estado recurriendo notables disensos en su interior, como cuando James Risen y Eric Lichtblau revelaron en el New York Times que el gobierno de Bush, desafiando la Ley FISA, estaba involucrado en vigilancia electrónica sin mandato judicial de llamadas telefónicas dentro de EE.UU. [47] Pero en otros temas, notablemente la Guerra de Iraq, el Times no ha jugado visiblemente el papel crítico juicioso que tuvo respecto a la guerra de EE.UU. en Vietnam. En general, como informa Kristina Borjesson en su devastador libro: “Los reportajes de investigación disminuyen... porque son costosos, atraen procesos legales, y pueden ser hostiles a los intereses corporativos y / o a las conexiones gubernamentales de la sociedad matriz de una división de noticias.” [48] Y, como era previsible, en cuanto al pensamiento crítico sobre el 11-S, el Post ha hecho un gran esfuerzo por presentar el movimiento por la verdad sobre el 11-S como un “montón cacofónico y variopinto de conspiracionistas, tal como lo hizo antes respecto al asesinato de Kennedy.” [49]
Según una búsqueda de Lexis Nexis, el New York Times no informó sobre la notable afirmación del Fiscal General Gonzalez de que “No existe una concesión expresa de habeas corpus en la Constitución.” (El Washington Post informó al respecto, sin comentario, en un artículo de 197 palabras.) [50] Y sobre el tema de la tortura, incluso un profesor liberal de la Universidad Harvard, Michael Ignatieff, ha argumentado en un libro de University Press, después de partir de un punto ecuánime: “Una democracia está comprometida tanto con la seguridad de la mayoría como con los derechos del individuo” – por una alarmante defensa del “interrogatorio coercitivo.” [51]
En este estado de cosas, argumento que Internet provee una oportunidad para la oposición de una importancia política potencialmente inmensa.
Eventos ocultos como intrigas dentro del consenso de la dominación global
Numerosos críticos de izquierdas de la política exterior estadounidense tienden a subrayar su sustancial coherencia con el pasar del tiempo, desde los Estudios de Guerra-Paz para una planificación de posguerra del Consejo de Relaciones Exteriores en los años cuarenta, a los planes del Secretario de Defensa, Charles Wilson, en los años cincuenta, para una “economía de guerra permanente,” a la declaración de Clinton ante Naciones Unidas en 1993 de que EE.UU. actuará “multilateralmente, cuando sea posible, pero unilateralmente cuando sea necesario.” [52]
Esta visión de las políticas de EE.UU. ha persuadido a algunos, notablemente a Alexander Cockburn, de lamentar el desplazamiento del análisis marxista coherente por la “idiotez fundamental” y la “estupidez” de las “teorías conspirativas del 11-S.” [53] Pero es bastante posible reconocer que existen continuidades constantes en la política estadounidense y también importantes divisiones internas, ocultas, y recurrentes, que han dado lugar a los eventos ocultos estructurales de EE.UU. Estos eventos siempre han involucrado tensión entre Wall Street y el Consejo de Relaciones Exteriores, por una parte, y los cada vez más poderosos centros económicos dominados por los petroleros y los militares del Medio Oeste de EE.UU. y del ‘Sunbelt’ de Texas por la otra.
En los días en los que el general MacArthur, basándose en su apoyo en el Medio Oeste y en Texas, amenazó con cuestionar a Truman y al Departamento de Estado, se pensó que la oposición era entre los tradicionales favorecedores de Europa del Noreste y los nuevos ricos que ponían primero a Asia. En la elección de 1952, el debate de política exterior fue entre la “contención” demócrata y el “hacer retroceder” republicano. Bruce Cumings, siguiendo a Franz Schurmann, escribió más tarde sobre la división, incluso dentro de la CIA, entre el “internacionalismo de Wall Street” por una parte y el “expansionismo al estilo vaquero” por la otra. [54]
Hay muchos, incluso dentro del Consejo de Relaciones Exteriores, que han seguido a Michael Klare en la definición del conflicto como, entre “comerciantes” y “prusianos” guerreros. [55] Desde el ascenso a la eminencia de los así llamados “Vulcanos” – en particular Donald Rumsfeld, Dick Cheney, y Paul Wolfowitz, respaldados por el Proyecto para un Nuevo Siglo Estadounidense (PNAC) – la lucha ha sido descrita frecuentemente como entre los multilateralistas del status quo y los unilateralistas que buscan una hegemonía inapelable de EE.UU. [56]
Se puede ver que esta contienda entre los enfoques comerciales (multilateralistas) y guerreros (unilateralistas) sobre el mantenimiento de la dominación global de EE.UU. subyace tras cada uno de los eventos ocultos que he mencionado. Durante decenios la facción guerrera fue claramente una minoría; pero fue también una minoría activista y bien financiada, en marcado contraste con la mayoría comerciante relativamente pasiva y desorganizada. De ahí que la preferencia guerrera por la guerra, gracias a amplias finanzas del complejo militar-industrial y también a una serie de eventos ocultos, haya podido prevalecer una y otra vez.
Los años setenta pueden ser vistos como un punto decisivo, cuando una facción minoritaria del CFR, dirigida por Paul Nitze, unida a ejecutivos corporativos del complejo militar-industrial como David Packard y futuros neoconservadores pro-sionistas como Richard Perle, forjó una sucesión de coaliciones políticas militantes, como el Comité sobre el Peligro Presente (CPD). Cheney y Rumsfeld, entonces en la Casa Blanca de Ford, participaron en este ataque contra la política exterior multilateral de Henry Kissinger. [57] A fines de los años noventa, Cheney y Rumsfeld, incluso mientras refinaban en secreto las provisiones de las COG impuestas el 11-S, también participaron abiertamente en la organización sucesora del CPD, el Proyecto para un Nuevo Siglo Estadounidense (PNAC).
Desde su oficina que interactuaba entre la CIA y la Fuerza Aérea de EE.UU., el coronel L. Fletcher Prouty dedujo que fue un solo Equipo Secreto, dentro de la CIA pero no limitado a ésta, el que fue responsable no sólo por los incidentes del Golfo de Tonkin (programados para posibilitar una acción militar ya planificada contra Vietnam del Norte) sino otros eventos ocultos, como ser el incidente del U-2 de 1960 (que según opina Prouty fue planeado y programado para que frustrara la cumbre proyectada entre Eisenhower y Jrushchov) e incluso el asesinato del presidente Kennedy (después del cual el Equipo Secreto “pasó a hacerse cargo de toda la dirección de la guerra y a dominar la actividad de EE.UU.”) [58]
En lenguaje aplicable tanto a Corea en 1950 como al Golfo de Tonkin en 1964, Prouty argumentó que las acciones de la CIA siguieron un modelo de acciones que “se salieron completamente de control en el Sudeste Asiático.”
“El operador clandestino... prepara la escena lanzando un ataque provocador extremadamente menor y muy secreto, de un tipo que tenderá a provocar una represalia abierta. Estos ataques secretos, que pueden haber sido hechos por terceras partes o por mercenarios apátridas cuyos materiales fueron suministrados en secreto por la CIA, indudablemente crearán reacciones que por su parte son observadas en EE.UU.... No es un juego nuevo, [pero] fue convertido en una técnica sofisticada bajo Walt Rostow y McGeorge Bundy contra Vietnam del Norte, para sentar las bases para los ataques del Golfo de Tonkin.” [59]
Menciono aquí la tesis de Prouty a fin de registrar mi disenso parcial con ella. Desde mi punto de vista su noción de un “equipo” localiza algo, que yo llamo la mentalidad de dominación global, de un modo demasiado estrecho en un grupo restringido que no sólo comparte la misma forma de pensar sino está en comunicación conspirativa durante un largo período. Exhibe el mismo tipo de mentalidad conspiracionista que fuera criticada por G. William Domhoff:
“Todos tenemos una tremenda tendencia a desear ser atrapados en la creencia de que existe alguna causa maligna y secreta para todos los males evidentes del mundo... [Las teorías conspirativas] alientan una creencia en que si nos libramos de unas pocas personas malas, todo irá bien en el mundo.” [60]
Mi propia posición sigue siendo lo que articulé hace años en respuesta a Domhoff:
“Siempre creí, y argumenté, que una verdadera concepción del asesinato de Kennedy conducirá no a ‘unos pocos malos,’ sino a las componendas institucionales y parapolíticas mediante las cuales somos sistemáticamente gobernados.” [61]
Citando lo que yo había escrito, Michael Parenti agregó: “En suma las conspiraciones del Estado de seguridad nacional [o lo que yo llamaría eventos ocultos] son componentes de nuestra estructura política, no desviaciones de ella.” [62]
El resultado de los eventos ocultos que he mencionado hasta ahora ha sido sobre todo una serie de victorias para los guerreros. [63] Pero ha habido otros eventos ocultos estructurales, en especial Watergate en 1972-1973 e Irán-Contra en 1986-1987, que pueden ser interpretados, si no como victorias para los comerciantes, por lo menos como reveses temporales para los guerreros. En “The Road to 9/11” traté de mostrar que Cheney y Rumsfeld, mientras estaban en la Casa Blanca de Ford, se resintieron amargamente por el revés representado por las reformas post-Watergate, y activaron de inmediato una serie de acciones para volver a la situación anterior. Argumento en el libro que el clímax de esas acciones fue la imposición después del 11-S de sus provisiones, planificadas desde hace tiempo, para las COG, formuladas bajo su supervisión desde comienzos de los años ochenta.
Por lo tanto, desde la Segunda Guerra Mundial, la posición guerrera, inicialmente de una minoría marginal pero conspiradora, ha llegado desde las presidencias de Reagan y Bush a una posición cada vez más central. Esto es bien simbolizado por el ascenso de la influencia desde 1981 del Consejo para Política Nacional, financiado originalmente por el multimillonario petrolero tejano Nelson Bunker Hunt y explícitamente destinado a contrarrestar la influencia del Consejo de Relaciones Exteriores. [64] Comparando los años cincuenta con la década actual, es sorprendente ver en qué medida el estatus del Departamento de Estado ha disminuido frente al Pentágono. Con la militarización acelerada de la economía de EE.UU., se presenta la pregunta de si una política exterior más comercial podrá volver a prevalecer algún día.
Y desde el 11-S, especialmente con la institución de procedimientos desconocidos de las COG, algunos han hablado de la subversión total de la democracia, por una nueva Presidencia Imperial en la Casa Blanca de Bush. [65]
11-S, la amenaza a los derechos constitucionales, y el Congreso
Un escéptico podría observar que todavía existe un Congreso, con poderes constitucionales para criticar y restringir lo que hace el ejecutivo. Y es verdad que un comité conjunto del Congreso investigó, en 2002, actividades de la CIA y del FBI antes y después del 11-S [66] Sin embargo, los poderes del Congreso han sido debilitados. Una sección crucial de ese informe, precisamente la que trataba de la CIA y de la relación del gobierno saudí con el presunto secuestrador al-Mihdar, fue clasificada y retenida por el gobierno. Cuando parte de la información explosiva fue filtrada a Newsweek, los miembros y el personal del comité (y no el gobierno saudí) se convirtieron en el centro de la investigación criminal de la filtración del FBI. [67] Su presidente, el senador Bob Graham consideró que la investigación de la filtración fue un esfuerzo obvio del gobierno por intimidar al Congreso. Y si esa fue la intención, tuvo éxito. Miembros del comité conjunto y su personal fueron intimidados para que guardaran silencio sobre la investigación. ] [68]
Parece que la elección de mayorías demócratas en ambas cámaras del Congreso ha hecho poco por cambiar esta situación. La vigilancia electrónica sin mandato judicial (a la que el presidente se ha referido como una provisión de las COG) [69] fue apoyada por el nuevo 110º Congreso en la “Ley Protect America” de 2007, una ley que restringió la supervisión judicial según FISA tal como lo había deseado el presidente. Ese mismo 11º Congreso no anuló la Ley de Comisiones Militares de 2006, que (como escribió Robert Parry en el Baltimore Chronicle) “eliminó efectivamente el habeas corpus para no ciudadanos, incluyendo a extranjeros residentes legales.” [70]
Es igualmente alarmante que el Congreso haya mostrado poco o ningún deseo de desafiar, o siquiera cuestionar, las presunciones generales de la guerra contra el terror. Todavía estamos en una emergencia nacional que fue proclamada por primera vez por el presidente Bush el 14 de septiembre de 2001. [71] Como escribió el Washington Times el 18 de septiembre de 2001: “Simplemente, al proclamar una emergencia nacional el viernes, el presidente Bush activó unas 500 provisiones legales latentes, incluyendo las que le permiten imponer la censura y la ley marcial.” El Washington Times se refería a la Proclamación presidencial 7463 del 14 de septiembre de 2001: “Declaración de Emergencia Nacional Motivada por Ciertos Ataques Terroristas.” El estado de emergencia fue declarado subsiguientemente el 23 de septiembre de 2001 por Orden Ejecutiva 13224, y fue nuevamente extendido por el presidente el 20 de septiembre de 2007. [72]
Las COG, NSPD-51, y el desafío a la separación de poderes
Las implicaciones constitucionales de este estado de emergencia fueron agravadas por la “Directiva Presidencial de Seguridad Nacional y de Seguridad del Interior” [NSPD] 51, del 9 de mayo, que decretó que:
“Cuando el presidente determina que ha ocurrido una emergencia catastrófica, el presidente puede hacerse cargo de todas las funciones del gobierno y dirigir todas las actividades del sector privado para asegurar que emergeremos de la emergencia con un “gobierno constitucional duradero.” [73]
La Directiva, sin decirlo explícitamente, pareció invalidar las provisiones legales posteriores a Watergate para una regulación por el Congreso promulgadas en 1977 por la Ley de Emergencias Nacionales. [74]
Entre los principales periódicos, sólo el Washington Post informó algo sobre la NSPD-51, señalando que la “directiva formaliza un traspaso de autoridad del Departamento de Seguridad Interior a la Casa Blanca.” [75] Agregó que
“Después de los ataques de 2001, Bush asignó a unos 100 altos administradores civiles para que rotaran en secreto a emplazamientos fuera de Washington durante semanas o meses cada vez, a fin de asegurar la supervivencia de la nación; un gobierno fantasma que se desarrolló sobre la base de una antigua “continuidad de planes operativos.”
Sin embargo, el Post no señaló que esos planes de continuidad de operaciones (COG), que según se dice involucran la suspensión de la Constitución y posiblemente del Congreso, son secretos – fruto de planificación secreta durante dos décadas por Dick Cheney y Donald Rumsfeld, incluso en períodos cuando ninguno de los dos tenía un puesto en el gobierno. [76]
Después de presión de los electores, incluyendo a numerosos miembros del movimiento por la verdad del 11-S, el congresista Peter deFazio intentó ver los planes de Continuidad del Gobierno (COG) en los Apéndices confidenciales de NSPD-51. Tanto a él, y finalmente a todo el Comité de Seguridad Interior de la Cámara de Representantes, se les negó la oportunidad de ver esos apéndices, dando el motivo de que el Comité no poseía las autorizaciones requeridas. Esto debiera haber sido una línea demarcatoria para que el Congreso insistiera en sus derechos y deberes constitucionales. Como he informado en otros sitios, la historia, ignorada por la prensa dominante, involucraba más que la altercación usual entre los poderes legislativo y ejecutivo del Gobierno de EE.UU. Lo que estaba en juego era un enfrentamiento entre los poderes constitucionales de supervisión del Congreso, y un conjunto de planes políticos que podrían ser utilizados para suspender o modificar la constitución. [77]
Pero parece que el actual Congreso no hará nada por apoyar los esfuerzos del congresista deFazio por lograr una supervisión parlamentaria de las COG.
El Congreso y el continuo encubrimiento del 11-S
Además, el 110º Congreso no emprendió ninguna acción para asegurar que todas las agencias gubernamentales colaboren con los Archivos Nacionales, en cumplimiento del compromiso de la Comisión del 11-S de publicar sus archivos corroborativos en 2009. [78] Es urgentemente necesaria una ley que asegure que lo hagan.
El FBI ha estado desclasificando documentos para cooperar respecto a este compromiso, y recientemente la CIA también ha comenzado a cooperar. [79] Pero algunas agencias federales, en particular la FAA [Agencia Federal de Aviación] y el Pentágono, no colaboran en nada con el compromiso de la Comisión del 11-S. Podría necesitarse una ley para lograr que lo hagan. Tanto la FAA como el Pentágono se negaron a presentar importantes antecedentes a la Comisión del 11-S, a pesar de sus poderes legales, hasta que se les exigió que lo hicieran mediante citaciones judiciales. [80] Pero la ley que creó la Comisión del 11-S en 2002 no incluyó una determinación legal respecto al futuro de sus archivos. [81]
Es motivo de preocupación, porque el 11-S inició evidentemente un reajuste importante de nuestra división de poderes constitucionales tradicionales y de los derechos cívicos. Afirmo que una vigorosa defensa de las tradiciones constitucionales de este país requiere una presión vigorosa por la publicación de los archivos de la Comisión del
11-S, para que podamos comenzar a resolver los misterios de cómo se generó esta crisis constitucional.
En breve, vivimos en un continuo estado de emergencia cuyos límites exactos son desconocidos, sobre la base de un controvertido evento oculto – el 11-S – que sigue siendo en gran parte un misterio. Sin apoyar la noción de que ha ocurrido un golpe de Estado, afirmaría categóricamente que un modo de pensar radicalmente hegemónico, ubicado primordialmente en la oficina del vicepresidente Cheney, utiliza actualmente el 11-S, la guerra contra el terror, y reglas secretas de las COG para establecer prerrogativas de limitación de la división de poderes en la constitución de EE.UU., sin ningún cuestionamiento significativo por parte de un Congreso dócil y de los medios.
El 11-S, el público, y la política de Internet
Esto presenta la cuestión de si el público, a punto de votar en la elección de 2008, puede ejercer las restricciones constitucionales que el Congreso y los medios no han asegurado. La respuesta, afirmo, yace en lo que llamaría Política de Internet, la movilización de presiones en el ámbito nacional sobre candidatos en la próxima elección mediante la coordinación por Internet.
Existe, creo, una mayoría latente de estadounidenses que podrían estar de acuerdo con solicitar a todos los candidatos que:
1. Hagan un estudio crítico y revisen la Ley de Comisiones Militares de 2006, para restaurar inequívocamente el habeas corpus, dentro de las limitaciones de la Constitución de EE.UU., Artículo Uno, Sección 9;
2. Ilegalicen inequívocamente la tortura;
3. Hagan un estudio crítico y restrinjan las provisiones para vigilancia electrónica sin mandato judicial de la Ley ‘Protect America’ de 2007;
4. Voten por la Ley de una Agenda de Libertad Estadounidense de 2007 (H.R. 3835), que trata de estos y otros temas. Esta ley fue introducida por el congresista Ron Paul el 15 de octubre de 2007, y es apoyada tanto por la Agenda de Libertad Estadounidense como por la Campaña Demócrata de Libertad Estadounidense. [82]
Los que están en el movimiento por la verdad sobre el 11-S podrían solicitar a los candidatos que adopten dos pasos ulteriores.
5. Que insistan en el derecho de los Comités de Seguridad Interior en el Congreso a estudiar los apéndices de las COG a la Directiva Presidencial de Seguridad Nacional (NSPD)-51;
6. Que apoyen una ley para obligar a todas las agencias gubernamentales para que colaboren con los Archivos Nacionales, en cumplimiento del compromiso de la Comisión del 11-S de publicar sus archivos corroborativos en 2009. [83]
Pero el pensamiento social es creado por la sociedad. Para que sea efectivo debe ser movilizado, y convertirse en algo más que un coro de autores que graznan desde sus estanques cubiertos de nenúfares en el pantano de los blogs. Obviamente, requeriría un arduo esfuerzo concertado para crear, o persuadir a, un movimiento, como ser MoveOn, para que asuma todos estos temas.
¿Será posible que alguna organización pueda ser persuadida de aceptar este desafío, y tome los primeros pasos para movilizar una fuerza semejante?



NOTAS

1 Sólo en el mes de marzo de 1962, la OAS hizo estallar un promedio de 120 bombas por día. ("The Generals' Putsch," http://countrystudies.us/algeria/34.htm).
2 BBC News, 24 de noviembre de 2006: "Alexander Litvinenko escribió un libro en el que afirmó que agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB) en Rusia, coordinaron los atentados contra bloques de apartamentos de 1999 en el país, que mataron a más de 300 personas.”
3 Gareth Jenkins, "Susurluk and the Legacy of Turkey’s Dirty War," Terrorism Monitor, 1 de mayo de 2008,
http://www.jamestown.org/terrorism/news/article.php?articleid=2374142.
4 Nicholas Birch, Irish Times, 26 de noviembre de 2005,
http://www.ireland.com/newspaper/world/2005/1126/1908792893FR26TURKEY.html.
El ex presidente y primer ministro turco, Suleyman Demirel comentó posteriormente respecto a este incidente que “Es un principio fundamental que hay un Estado. En nuestro país hay dos... Hay un Estado oculto y otro Estado... El Estado que debiera ser real es supletorio, el que debiera ser supletorio es el real.” (Jon Gorvett, "Turkey’s `Deep State’ Surfaces in Former President’s Words, Deeds in Kurdish Town," Washington Report on Middle East Affairs, enero / febrero de 2006, http://www.washington-report.org/archives/Jan_Feb_2006/0601037.html).
5 Jenkins, "Susurluk and the Legacy of Turkey’s Dirty War." Una búsqueda en Google el 7 de enero de 2008, de "Semdinli + PKK" en las principales publicaciones en idioma inglés produjo 157 resultados. De estos, sólo dos fueron de EE.UU. De estos uno (Washington Times, 6 de diciembre de 2005) no mencionó para nada la participación del Estado oculto en el incidente. La otra (Newsweek, 28 de noviembre de 2005) definió el Estado oculto sin mencionar su participación en el bajo mundo. Una búsqueda similar de “Estado oculto” reveló la misma parquedad en la cobertura en los medios de EE.UU.
6 Peter Dale Scott, The Road to 9/11: Wealth, Empire, and the Future of America (Berkeley and Los Angeles: University of California Press, 2007), 4-7, 14-17, etc.
7 Scott, The Road to 9/11, 121-22, 124-27, 163-69.
8 Scott, The Road to 9/11, 139-42, 150-60, etc.; Peter Lance, Triple Cross: How bin Laden’s Master Spy Penetrated the CIA, the Green Berets, and the FBI –and Why Patrick Fitzgerald Failed to Stop Him (New York: Regan/HarperCollins, 2006).
9 Scott, The Road to 9/11, 153; citando a Toronto Globe and Mail, 22 de noviembre de 2001. No es por accidente que la prensa dominante de EE.UU. haya guardado silencio, no sólo respecto a este hecho importante, sino también sobre los dos libros que lo registran: “Triple Cross” de Peter Lance y el mío “The Road to 9/11.” “Triple Cross” finalmente fue mencionado por su nombre en el New York Times, pero solamente porque su editora, Judith Regan, fue despedida por la News Corporation de Rupert Murdoch (New York Times, 19 de diciembre de 2006).
10 El 18 de octubre de 2002, el Fiscal General John Ashcroft invocó el Privilegio de Secretos de Estado a fin de impedir la revelación de la naturaleza del trabajo de Edmonds sobre la base de que pondría en peligro la seguridad nacional.
11 Daniel Ellsberg with Kris Welch, KPFA, 8/26/06,
http://wotisitgood4.blogspot.com/2006/10/ellsberg-hastert-got-suitcases-of-al.html.
12 Vanity Fair, septiembre 2005. Según el sitio en la Red de ATC: “Como una de las principales asociaciones de negocios en EE.UU., el Consejo Estadounidense-Turco (ATC) está dedicada a fortalecer efectivamente las relaciones entre EE.UU. y Turquía mediante la promoción de relaciones comerciales, de defensa, tecnológicas y culturales. Sus diversos miembros incluyen a los 500 de Fortune, a compañías estadounidenses y turcas, organizaciones multinacionales, y sin fines de lucro, y a individuos con interés en las relaciones EE.UU.-Turquía.” Es por lo tanto comparable con el Consejo de Seguridad Estadounidense, cuyas actividades en 1963 son discutidas en Scott, Deep Politics, e.g. 292.
Edmonds ha sido parcialmente corroborado por Huseyin Baybasin, otro cabecilla turco de la heroína, que ahora está en la cárcel en Holanda, en su libro “Trial by Fire”: “Manejé las drogas que llegaban a través del canal del Consulado Turco en Inglaterra.” Pero, como agrega: “Yo estaba con la magia, pero lo hacía con el mismo grupo de la mafia del que formaban parte los gobernantes de Turquía. Baybasin afirmó que contó con la ayuda de oficiales turcos que trabajan para la OTAN en Bélgica ("The Susurluk Legacy," de Adrian Gatton, Druglink Magazine, Nov/Dec 2006, http://adriangatton.com/archive/1990_01_01_archive.html).
13 También en 2003 el ex consultor del gobierno, Chalmers Johnson, declaró en una entrevista, que lo que había sucedido en Florida después de la elección de 2000 fue un “golpe de Estado” (Critical Asian Studies, 35, no. 2 [2003], 303). El mismo año Bill Moyers, veterano de la Casa Blanca de Johnson, escribió que el reajuste del gobierno por G.W. Bush fue “el ataque más radical contra la noción de una nación, indivisible, que haya ocurrido durante nuestras vidas” (Texto del discurso en la conferencia “Take Back America” patrocinada por la Campaign for America’s Future”, 4 de junio de 2003, Washington, DC,
http://www.commondreams.org/views03/0610-11.htm).
14 Entrevista con Alex Jones, 2 de noviembre de 2006, http://jonesreport.com/articles/021106_vidal.html.
15 Ed Encho, "9/11: Cover For a Coup D'Etat?" OpEdNews, 27 de mayo de 2008,
http://www.opednews.com/maxwrite/diarypage.php?did=7521.
16 9/11 Commission Report, 38, 326; Scott, Road to 9/11, 228-29.
17 Scott, The Road to 9/11, 183-87; citing Ross Gelbspan, Break-ins, Death Threats, and the FBI: The Covert War against the Central America Movement (Boston: South End Press, 1991), 184; Alfonso Chardy, Miami Herald, 5 de julio de 1987.
18 Robert Parry, "Gonzales Questions Habeas Corpus," Baltimore Chronicle, 19 de enero de 2007, http://baltimorechronicle.com/2007/011907Parry.shtml.
19 Cumings, The Origins of the Korean War, Vol II, 611, 613; quoting William R. Corson, The Armies of Ignorance: The Rise of the American Intelligence Empire (New York: Dial, 1977), 315–21; whole passage quoted in Peter Dale Scott, Drugs, Oil, and War: The United States in Afghanistan, Colombia, and Indochina (Lanham, MD: Rowman & Littlefield, 2003), 61. Cumings cita también del testimonio de Dean Rusk ante el Congreso el 20 de junio: “No vemos ninguna indicación actual de que la gente al otro lado de la frontera tenga la intención de librar una guerra mayor con ese propósito” (apoderarse de Corea del Sur). Señala que el general Ridgway dijo posteriormente que “lo horrorizó” el testimonio tranquilizante de Dean Rusk.
20 Cumings, Origins, II, 600-01. Mis citas seleccionadas no pueden hacer justicia a la complejidad del libro de Cumings, que presenta tres posibles explicaciones diferentes para el estallido de la guerra. Cumings delinea un contienda por el futuro de la península – y también de Taiwán – en el que dirigentes locales a ambos lados buscaban el apoyo de sus respectivas megapotencias.
21 Cumings, Origins, II, 547; citando a Gavin McCormack, Cold War/Hot War (Sydney: Hale and Iremonger, 1983), 97; E. Gough Whitlam, A Pacific Community (Cambridge, MA: Harvard UP, 1981), 57-58.
22 Cumings, Origins, II, 527.
23 Cumings, Origins, II, 600, 601. Yi Pōm-sōk era un propugnador favorable a Chiang en Seúl por un ataque contra Corea del Norte. Kim Sōk-won era un comandante coreano que había atacado previamente a Corea del Norte. Tiger Kim era un veterano coreano del ejército japonés, cercano a Rhee, y criminal de guerra.
24 James Bamford, Body of Secrets (New York: Doubleday, 2001), 301. William Bundy discrepó de esta opinión, argumentando que la escala de la guerra hacia el Norte “No correspondía en nada a nuestros planes.” (Robert McNamara, "The Tonkin Gulf Resolution," in Andrew Jon Rotter, Light at the End of the Tunnel: A Vietnam War Anthology [New York: St. Martin’s Press, 1991], 83). Pero Ball fue exacto al informar que los bombardeos correspondían a los planes de alguna gente.
25 Peter Dale Scott, The War Conspiracy: JFK, 9/11, y Deep Politics of War (Ipswich, MA: Mary Ferrell Foundation Press, 2008), 178-215.
26 Robert J. Hanyok, "Skunks, Bogies, Silent Hounds, and the Flying Fish: The Gulf of Tonkin Mystery, 2-4 de agosto de 1964," Cryptologic Quarterly, desclasificado en National Security Archive Electronic Briefing Book No. 132,
http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB132/relea00012.pdf.
27 Ray McGovern, "CIA, Iran & the Gulf of Tonkin," ConsortiumNews, 12 de enero de 2008, http://www.consortiumnews.com/2008/011108a.html.
28 Scott, War Conspiracy (2008), 132, cf. 67; citing Roger Hilsman, To Move a Nation (Garden City, N.Y.: Doubleday, 1967), 318, 314.
29 Scott, War Conspiracy (2008), 88, 93-103.
30 "National Security Advisor Holds Press Briefing," White House Website, 16 de mayo de 2002,
http://www.whitehouse.gov/news/releases/2002/05/20020516-13.html.
Sabemos que respecto al 11-S hubo una cantidad de juegos de guerra y ejercicios, incluyendo un ejercicio en la Oficina Nacional de Reconocimiento, cerca del Aeropuerto Dulles, ensayando reacciones “si un avión diera en un edificio.” (Scott, Road to 9/11, 215-16; Evening Standard [London], 22 de agosto de 2002; Boston Globe, 11 de septiembre de 2002,
http://www.boston.com/news/packages/sept11/anniversary/wire_stories/0903_plane_exercise.htm ).
31 9/11 Commission Report, 259, 271; Lawrence Wright, The Looming Tower: Al-Qaeda and the Road to 9/11 (New York: Knopf, 2006), 352-54 (FBI agent). Después del 11-S otro agente del FBI se mostró aún más amargado: Ellos [la CIA] no querían que el buró se metiera en sus cosas – por eso no informaron al FBI... Y por eso ocurrió el 11 de septiembre. Por eso ocurrió... Tienen sangre en sus manos. Tienen tres mil muertes en sus manos.” (James Bamford, A Pretext for War: 9/11, Iraq, and the Abuse of America’s Intelligence Agencies [New York: Doubleday, 2004], 224).
32 Clarence M. Kelley, Kelley: The Story of an FBI Director (Kansas City: Andrews, McMeel, & Parker, 1987), 268; citado en Scott, The War Conspiracy (2008), 389.
33 Jefferson Morley, Our Man in Mexico: Winston Scott and the Hidden History of the CIA (Lawrence, KA: University Press of Kansas, 2008), 196-98; discutido en Scott, The War Conspiracy (2008), 387-88.
34 Lawrence Wright, "The Agent," New Yorker, 10 y 17 de julio de 2006, 68; discutido en Scott, The War Conspiracy (2008), 388-89.
35 Los senadores republicanos Heinz y Tower también murieron en accidentes de avión, pero después de colisiones entre dos aviones. El demócrata conservador Larry McDonald murió cuando el avión comercial KAL 007 fue derribado por interceptores soviéticos en septiembre de 1983.
36 Michael Parenti, Dirty Truths (San Francisco: City Lights Books, 1996), 201, 206:
“En los años antes del accidentes fatal había habido intentos de asesinato contra Walter y Victor [Reuther]. (Victor cree que el intento en su contra debía ser un mensaje para Walter.) En cada uno de estos casos, las agencias estatales y federales de mantenimiento del orden se mostraron en el mejor de los casos como indiferentes en sus esfuerzos investigativos, sugiriendo la posibilidad de colusión oficial o por lo menos tolerancia para los hechos criminales... Tercero, como el sospechoso casi accidente que ocurrió el año anterior, el accidente fatal también involucró a un altímetro defectuoso en un avión pequeño. Es una coincidencia notable que Reuther haya estado en dos aviones con exactamente el mismo malfuncionamiento en un período tan breve... En una entrevista posterior con nosotros, Victor señaló además: `La animosidad por parte del gobierno había estado presente durante un cierto tiempo [antes del accidente fatal]. No fue sólo la posición de Walter sobre Vietnam y Camboya lo que enfureció a Nixon, sino también yo había denunciado a algunos elementos de la CIA dentro del movimiento sindical, y esto también fue asociado con Walter... Hay una línea fina entre el crimen organizado y la CIA. Hay mucho solapamiento. Durante toda la historia de las relaciones sindicales hay una sórdida historia de la industria ligada a Hoover y la mafia... Hay que averiguar respecto a los grupos derechistas corporativos y sus vínculos con el sistema nacional de seguridad.’ Averiguar en cosas semejantes no es tarea fácil. El FBI sigue negándose a entregas unas 200 páginas de documentos sobre la muerte de Reuther, incluyendo la copiosa correspondencia entre oficinas locales y Hoover. Y muchos de los documentos publicados – algunos de ellos de hace cuarenta años – están totalmente tachados con tinta. Cuesta imaginar qué preocupación de seguridad nacional tiene que ver con ello o por qué el FBI y la CIA siguen guardando tantos secretos sobre la vida y la muerte de Walter Reuther.”
37 Vea la presentación en Jack N. Rakove, "Taking the Prerogative out of the Presidency: An Originalist Perspective," Presidential Studies Quarterly 37.1, 85–100; Frederick A.O. Schwarz, Jr. and Aziz Z. Huq, Unchecked and Unbalanced, Presidential Power in a Time of Terror (New York: Rodale, 2007), 153-58
38 Entrevista con David Frost, emitida el 11 de mayo de 1977; en Schwarz y Huq, Unchecked and Unbalanced, 159; Robert D. Sloane, "The Scope of Executive Power in the Twenty-First Century: An Introduction," Boston University Law Review 88:341,
http://www.bu.edu/law/central/jd/organizations/journals/bulr/documents/SLOANE.pdf, 346.
39 Jack Goldsmith, The Terror Presidency: Law and Judgment inside the Bush Administration (New York : W.W. Norton, 2007), 82.
40 Goldsmith, The Terror Presidency, 183
41 Minority Report, Report of the Congressional Committees Investigating the Iran-Contra Affair, 100th Congress. 1st Session, H. Rept No 100-433, S. Rept No. 100-216, p. 465.
42 Schwarz and Huq, Unchecked and Unbalanced, 174.
43 Schwarz and Huq, Unchecked and Unbalanced, 72; cf. Sloane, "The Scope of Executive Power," 347.
44 Compare el periodista investigativo y crítico mediático Philip Weiss, "When Black Becomes White," en Kristina Borjesson, Into the Buzzsaw: Leading Journalists Expose the Myth of a Free Press (Amherst, NY: Prometheus Books, 2002), 186: “La reacción de los medios dominantes [a las teorías sobre el asesinato de Kennedy] ha sido tediosa – informar solemne y estoicamente sobre las afirmaciones del gobierno, una y otra vez.”
45 Scott, War Conspiracy, 10, 383, 395.
46 Gabriel Kolko, The Roots of American Foreign Policy (Boston: Beacon, 1969), xii-xiii.
47 James Risen y Eric Lichtblau. "Spying Program Snared U.S. Calls", New York Times, 21 de diciembre de 2005.
48 Borjesson, Into the Buzzsaw, 13. Hasta el ex portavoz de George W. Bush, Scott McClellan se ha referido a los medios en su libro como “facilitadores cómplices” de la propaganda de guerra del gobierno de Bush. (Scott McClellan, What Happened: Inside the Bush White House and Washington's Culture of Deception [New York: Public Affairs, 2008], 70, 125).
49 Washington Post, 8 de septiembre de 2006. Compare, BBC, "Paranoia paradise," 4 de abril de 2002,
http://news.bbc.co.uk/2/hi/uk_news/1909378.stm. \
La táctica común de semejantes ensayos es concentrarse en creencias absurdamente excéntricas, y tratar de presentarlas como representativas de todos los que critican opiniones anti-conspirativas recibidas.
50 Washington Post, 23 de enero de 2007. Sin embargo, el 4 de mayo de 2008, el Post presentó la observación en una reseña favorable del libro ex congresista republicano Mickey Edwards: “Reclaiming Conservatism: How a Great American Political Movement Got Lost -- And How It Can Find Its Way Back.”
51 Michael Ignatieff, The Lesser Evil: Political Ethics in an Age of Terror (Princeton, NJ: Princeton University Press, 2004), 8.
52 E.g. Paul L. Atwood, "War and Empire Are and Always Have Been the American Way of Life," Global Policy Forum, febrero de 2006,
http://www.globalpolicy.org/empire/history/2006/022006history.htm.
53 Alexander Cockburn, "The Age of Irrationality: The 9/11 Conspiracists and the Decline of the American Left," CounterPunch, 28 de noviembre de 2006,
http://www.counterpunch.org/cockburn11282006.html.
54 Cumings, Origins, II, 123; cf. 13-14; Herbert Franz Schurmann, The Logic of World Power: An Inquiry into the Origins, Currents, and Contradictions of World Politics (New York: Random House, 1974).
55 Michael Klare, Beyond the "Vietnam Syndrome" (Washington, D.C.: Institute for Policy Studies, 1981).
56 E.g. Robert Wright, "All Quiet on the Western Front," Slate, 11 de octubre de 2001,
http://www.slate.com/id/117170/ .
57 Scott, Road to 9/11, 57-61, etc. Cf. Jerry Sanders, Peddlers of Crisis: The Committee on the Present Danger and the Politics of Containment (Boston, MA: South End Press, 1983).
58 L. Fletcher Prouty, The Secret Team: The CIA and Its Allies in Control of the United States and the World (1997), http://www.ratical.org/ratville/JFK/ST/.
59 Prouty, The Secret Team (1997), Chapter II.
60 G. William Domhoff, in Jonathan Vankin, Conspiracies, Cover-Ups, and Crimes: Political Manipulation and Mind Control in America (New York: Paragon House, 1991), 125-26.
61 Scott, Deep Politics and the Death of JFK, 11.
62 Michael Parenti, Dirty Truths (San Francisco: City Lights Books, 1996),
63 Esto ha sido dudado en el caso del asesinato de John F. Kennedy, en particular por Chomsky. En cuanto a mi última contribución a este antiguo argumento, vea Scott, “War Conspiracy” (2008).
64 Scott, War Conspiracy (2008), 14; Michael Standaert, Skipping Towards Armageddon: The Politics and Propaganda of the Left Behind Novels and the LaHaye Empire (Brooklyn, NY: Soft Skull Press, 2006), 112-14.
65 Charlie Savage, Takeover: The Return of the Imperial Presidency and the Subversion of American Democracy (New York: Little Brown, 2007), 51. Extrañamente, Savage no
menciona por su nombre a las COG, pero se refiere a la década de planificación de las COG en los años ochenta como evidencia para su caso de que una “cábala de fanáticos” había estado planificando “el retorno de la presidencia imperial” desde que Cheney y Rumsfeld perdieron sus puestos en el gobierno de Ford.
66 U.S. Senate Select Committee on Intelligence and U.S. House Permanent Select Committee on Intelligence, Joint Inquiry Into Intelligence Community Activities Before and After the Terrorist Attacks of September 11, 2001.
67 Vea:1 "The Saudi Money Trail," Newsweek, 2 de diciembre de 2002.
68 Philip Shenon, The Commission: The Uncensored History of the 9/11 Investigation (New York: Twelve/Hachette, 2008), 54-55.
69 “Dirigiéndose a la nación desde el Despacho Oval en 2005, después de las primeras revelaciones de la vigilancia electrónica sin mandato judicial de la NSA salieron a la luz, Bush insistió en que el programa de espionaje en cuestión era revisado ‘todos los 45 días’ como parte de la planificación para evaluar amenazas a ‘la continuidad de nuestro gobierno.’” (Christopher Ketcham, "The Last Round-Up," Radaronline, 15 de mayo de 2008,
http://circleof13.blogspot.com/2008/05/last-roundup.html).
Compare con: discurso del presidente por la radio, 15 de diciembre de 2005,
http://www.whitehouse.gov/news/releases/2005/12/20051217.html :
“Las actividades que autoricé son estudiadas aproximadamente cada 45 días. Cada revisión se basa en una evaluación fresca de inteligencia sobre amenazas terroristas a la continuidad de nuestro gobierno y la amenaza de daño catastrófico para nuestra patria.”
70 Parry, "Gonzales Questions Habeas Corpus," Baltimore Chronicle, 19 de enero de 2007.
71 9/11 Commission Report, 38, 326; Scott, The Road to 9/11, 228-29.
72 Información de la Casa Blanca del 20 de septiembre de 2007,
http://www.whitehouse.gov/news/releases/2007/09/20070920-9.html.
73 Jerome Corsi, "Bush makes power grab," WorldNetDaily, May 23, 2007, \
http://www.worldnetdaily.com/news/article.asp?ARTICLE_ID=55824.
74Congressional Research Service Report for Congress, "National Emergency Powers,"
actualizado el 30 de agosto de 2007, pp. 10ss,
http://www.fas.org/sgp/crs/natsec/98-505.pdf.
75 Washington Post, 10 de mayo de 2007.
76 Scott, The Road to 9/11, 183-87; citing James Mann, "The Armageddon Plan," Atlantic Monthly (March 2004), http://www.theatlantic.com/doc/prem/200403/mann; James Mann, The Rise of the Vulcans: The History of Bush’s War Cabinet (New York: Viking, 2004), 138–45; James Bamford, A Pretext for War: 9/11, Iraq, and the Abuse of America’s Intelligence Agencies (New York: Doubleday, 2004), 70-74. Cf. Peter Dale Scott, "Congress, the Bush Adminstration and Continuity of Government Planning: The Showdown", Counterpunch, 31 de marzo de 2008, http://www.counterpunch.org/scott03312008.html.
77 Peter Dale Scott, "Congress, the Bush Adminstration and Continuity of Government Planning: The Showdown", Counterpunch, 31 de marzo de 2008, http://www.counterpunch.org/scott03312008.html.
78 Kean and Hamilton, Without Precedent, 312, cf. 9/11 Commission, Media Advisory, 20 de agosto de 2004, que fijó una fecha de 9 de enero de 2009.
79 Los Archivos Nacionales iniciaron un proyecto piloto para la desclasificación de archivos de la Comisión. Según su informe interino, de fecha 22 de junio de 2007, han hecho progresos con los archivos internos de la Comisión. Sin embargo, el siguiente pasaje muestra que de las otras agencias, sólo el FBI estaba cooperando en 2007:
Decisiones del FBI:
Desclasificados: 98 documentos (241 páginas)
Desclasificados, pero necesitan remisión a otra parte: 31 documentos (132 páginas)
Censurados: 100 documentos (400 páginas)
Censurados y necesitan remisión a otra parte: 170 documentos (1.067 páginas)
Retenidos en su totalidad: 4 documentos (15 páginas)
La CIA, la agencia con la segunda cantidad por su número de páginas en este ejercicio piloto, ha indicado que no “han tomado decisión alguna sobre como y cuando dedicará algunos recursos a este pedido.”
Aparte del FBI, no hemos recibido ninguna reacción oficial de las otras agencias remisoras (“Actualización de la desclasificación de archivos de la Comisión del 11-S,”
22 de junio de 2007, http://www.archives.gov/declassification/pidb/meetings/06-22-07-tilley.pdf.)
La CIA resolvió subsiguientemente estudiar los archivos relevantes.
80 John Farmer, " ‘United 93’: The Real Picture," Washington Post, 30 de abril de 2006. Compare: Kean and Hamilton, Without Precedent, 87: “La oficina pública del personal sugirió que la situación en NORAD rayaba en encubrimiento premeditado.”
81 Public Law 107-306, Nov. 27, 2002, Title VI, Section 610.
82 American Freedom Agenda, http://www.americanfreedomagenda.org; American Freedom Campaign,

http://www.americanfreedomcampaign.org.

83 Kean and Hamilton, Without Precedent, 312, cf. 9/11 Commission, Media Advisory, 20 de agosto de 2004, que fijó una fecha de 9 de enero de 2009.
Peter Dale Scott, ex diplomático canadiense y profesor de inglés en la Universidad de California, Berkeley, es poeta, escritor, e investigador. Es autor del libro a ser publicado en agosto (reeditado y muy ampliado): “The War Conspiracy: JFK, 9/11, and the Deep Politics of War”. Su sitio en la Red es: http://www.peterdalescott.net.
Peter Dale Scott es colaborador frecuente de Global Research.
http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=