28 abril 2008

PARAGUAY: AMÉRICA LATINA MARCHA POR NUEVOS RUMBOS



Nuevos aires se respiran en América Latina. Se respiran los aires pos segunda guerra

mundial... Gaitán, Paz Estensoro, Villaroel, Bosch, Perón, Jacobo Arbenz, Joa

Goulart, años de lucha contra los imperios...

Luego las derrotas, el compromiso, la sumisión, las "revoluciones libertadoras" en

todo el continente americano... Años de entrega del patrimonio, la jauja de USA...

Hoy celebramos a Lugo y al Paraguay...¡Quién lo diría, quién lo soñaría! Es como si

fuese una vuelta de tuerca con el aprendizaje doloroso de la derrota y la

experiencia. Tal vez llegó la hora indígena y popular de América Latina. Tal vez...

JUICIO AL CRIMEN MÁS BRUTAL DE LA DICTADURA


TODO: en la tarde del 1º de noviembre de 1974 un grupo de tareas de Coordinación Federal, con sus metralletas prontas, llegó a mi casa. Salté al piso de abajo y me agarraron en la calle. Me llevaron al coordina, me hicieron las primeras preguntas y el "jefe" les dijo "raf", es decir sin entrada oficial, oculto, "boleta en caso de necesidad". Lo mismo le hicieron a mi amiga... Los mismos jefes de entonces y el "actor de la compañía", "Carlitos" Gallone, que para nosotros, los presos, era simplemente Carlitos, Como desde mediados de enero hasta fin de febrero estuvimos en coordina, Carlitos era el cana sonriente, el "bonachón", el flor de hijo de puta, el que vendó mi cabeza para llevarme a la máquina... Mañana empieza el juicio...¡qué pena que no pueda escupirle la cara en el tribunal, que no le pueda dar un mamporro en la jeta ya sin sonrisa! ¡qué pena! Andrés Aldao

EL TOF-5 COMIENZA A JUZGAR MAÑANA A LOS RESPONSABLES POR LA MASACRE DE FATIMA, OCURRIDA EN AGOSTO DE 1976

Los policías retirados Juan Carlos Lapuyole –hombre del ex ministro Harguindeguy–, Carlos Gallone y Miguel Angel Timarchi están acusados por el homicidio de veinte hombres y diez mujeres que permanecían secuestrados en la Superintendencia de Seguridad Federal.

Por Diego Martínez

En la madrugada del 20 de agosto de 1976 veinte hombres y diez mujeres secuestrados en la Superintendencia de Seguridad Federal, bajo la órbita del Cuerpo I de Ejército, fueron adormecidos y cargados en un camión verde oscuro. A la altura del kilómetro 62 de la ruta 8, en un camino de tierra cercano a Fátima, el camión y los tres Ford Falcon que lo escoltaban se detuvieron. Bajaron a los moribundos, les dispararon un tiro a quemarropa y los apilaron sobre una carga de dinamita. A las 4.30 la explosión hizo temblar Fátima. El sumario policial detalló que tenían las manos atadas por la espalda y los ojos tapados con cinta adhesiva. Fue la matanza más brutal que se conoce de la última dictadura.
Mañana el Tribunal Oral Federal 5, integrado por Guillermo Gordo, Daniel Obligado y Ricardo Farías, comenzará a juzgar por la “Masacre de Fátima” a tres oficiales retirados de la Policía Federal. La acusación correrá por cuenta del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y del fiscal Félix Crous. Los imputados son el director de Inteligencia de la Superintendencia (SSF), comisario general Juan Carlos Lapuyole –hombre de íntima confianza del ex ministro del Interior Albano Harguindeguy, que interrogaba al pie de varias mesas de tortura porteñas con el alias de “Francés”– y dos miembros de sus brigadas: los comisarios inspectores Carlos Enrique Gallone y Miguel Angel Timarchi.
El sombrío edificio de Moreno 1417, a una cuadra del Departamento Central de Policía, fue desde los años ‘60 sinónimo de represión política. El año pasado, el uruguayo Antonio Viana Acosta, militante tupamaro, denunció que ya en febrero de 1974 fue torturado durante dos semanas en Coordinación Federal, nombre anterior de la SSF. En su secuestro, pedido por la inteligencia oriental, intervinieron los jefes de la Policía Federal, Alberto Villar y Luis Margaride, y de la Triple A, Rodolfo Almirón y Juan Ramón Morales. Coordinación ya era epicentro del incipiente Plan Cóndor.
El inspector Rodolfo Peregrino Fernández, ayudante de Harguindeguy durante 1976, relató en 1983 que el ministro tenía brigada propia para secuestrar, pero “cuando el grado de riesgo superaba la capacidad de acción de este grupo recurría a oficiales de la Dirección de Operaciones de la SSF, cuya jefatura ejercía el comisario mayor Lapuyole, siendo el principal Carlos Gallone, alias ‘Carlitos’, quien más frecuentemente era comisionado a estos efectos”. Agregó que Gallone tenía “ferviente admiración por la extrema derecha” y fue “el más estrecho colaborador de Harguindeguy en las tareas de represión ilegal. Se rodeó de los mayores torturadores y asesinos salidos de la Triple A, a quienes llevó a la Dirección General de Inteligencia”.
A diferencia de otros centros clandestinos porteños como El Olimpo, Club Atlético o la ESMA, recuperados como espacios para la memoria y con decenas de represores presos, la mayor parte de los asesinos de la SSF siguen impunes, y su edificio intacto. El juicio por Fátima es la excepción que confirma la regla. El juez federal Norberto Oyarbide, que instruye la causa Triple A, no avanzó por el momento más allá del entorno íntimo del ex ministro José López Rega. Y el Estado argentino, querellante por medio de su Secretaría de Derechos Humanos en causas de todo el país, no impulsó aún la investigación del centro clandestino más cercano al Obelisco.
Royal Air Force
Rara avis para una fuerza que convirtió el silencio en mandamiento, el sargento retirado Armando Luchina, ex carcelero de la superintendencia, declaró ante la Conadep en 1984, en el Juicio a las Juntas en 1985, y ante cada organismo, juez o periodista dispuesto a escucharlo. “Yo estoy jugado”, responde para explicar por qué no aceptó protección del Estado. A Luchina no le contaron la historia. Siempre admitió que tuvo contacto con los secuestrados y que debía llevar una lista de presos legales y otra de “RAF”, por Royal Air Force, como Lapuyole & Cía. nombraban a quienes consideraban “en el aire”.
La noche del 19 de agosto se apagaron todas las luces de la superintendencia menos las del ascensor y el estacionamiento, relató Luchina. Estaban los jefes de todas las brigadas. Gallone daba las órdenes. Bajaron a los treinta secuestrados desde distintos pisos. Cuatro parecían muertos. El resto, drogados. Los cargaron en un camión que no era de la dependencia. “Estos se van para arriba”, le comentaron. Dos días después leería en los diarios la aparición de los treinta cuerpos.
Un grupo de obreros se topó con la escena. La explosión había provocado un hoyo de un metro de profundidad. La brutalidad obligó a Videla a repudiar la masacre. Cinco cadáveres fueron identificados desde el primer momento. Inés Nocetti había sido secuestrada el 11 de agosto junto con Selma Ocampo, militante sindical despedida de la Ford de General Pacheco, identificada en 1984. Alberto Comas había desaparecido a fines de julio. Trabajaba en la fábrica Royo, pegada al Riachuelo. Ramón Lorenzo Vélez, Angel Osvaldo Leiva y Conrado Alsogaray, obreros de la firma Bendix, habían sido secuestrados en la madrugada del 16 de julio. Los otros 25 cuerpos fueron inhumados como NN en fosas individuales del cementerio de Derqui. El Equipo Argentino de Antropología Forense los exhumó en 1985, pero recién diez años después, en el marco del Juicio de la Verdad, pudo comenzar a identificarlos por medio de análisis genéticos. De las 30 víctimas, 16 ya tienen tumba con nombre y apellido. La mayoría eran obreros de Bendix y fueron vistos en la SSF.
A fines de 2002, en representación de familiares de Jorge Argente, Alberto Comas, Susana Pedrini de Bronzel y Horacio García Gastelú, el CELS pidió la reapertura de la causa. En mayo de 2004 el juez federal Daniel Rafecas procesó a Lapuyole, Gallone y al director de operaciones, Carlos Vicente “El Lobo” Marcote, que murió poco después. Al año, al confirmar los procesamientos, la Cámara Federal porteña incluyó también a Timarchi. En febrero de 2006 Rafecas elevó la causa a juicio oral. Lapuyole, de 75 años y serios problemas de salud, goza de prisión domiciliaria. Timarchi, de 62, y Gallone, de 60, están presos en Devoto. La causa tiene un solo prófugo: Luis Alberto “El Japonés” Martínez. <em>El resto de los miembros de la brigadas de la superintendencia podrá presenciar el juicio como cualquier ciudadano. Nadie los busca.

LA OPCIÓN MILITAR


Uri Avnery

Rebelión
Traducido por Carlos Sanchis y revisado por Caty R.

¿Guerra con Siria? ¿Paz con Siria?
¿Una gran operación militar contra Hamás en la Franja de Gaza? ¿Un alto el fuego con Hamás?
Nuestros medios de comunicación discuten estas cuestiones desapasionadamente, como si fueran opciones equivalentes. Como un comprador en un muestrario que eligiera entre dos automóviles. Éste es bueno y éste también. Así, ¿cuál comprar?
Y nadie clama: ¡La guerra es el colmo de la estupidez!
Carl Von Clausewitz, el famoso y renombrado teórico militar, dijo la conocida frase de que la guerra no es nada más que la continuación de la política a través de otros medios. Lo que significa que la guerra está para servir a la política y es inútil cuando no lo hace.
¿A qué políticas sirvieron las guerras en los últimos cien años?
Hace noventa y cuatro años estalló la Primera Guerra Mundial. La causa inmediata fue el asesinato del heredero austriaco, aparentemente a manos de un estudiante serbio. En Sarajevo me mostraron cómo pasó: después un primer intento fallido en la calle principal, los asesinos ya habían perdido la esperanza cuando uno de ellos se encontró de nuevo con la víctima, por pura casualidad, y la mató. Después de este asesinato casi accidental, muchos millones de seres humanos perdieron sus vidas en los cuatro años siguientes.
El asesinato sirvió, por supuesto, sólo como pretexto. Cada una de las naciones beligerantes tenía intereses políticos y económicos que les empujaban a la guerra. Pero, ¿realmente sirvió la guerra a esos intereses? Los resultados sugieren lo contrario: tres poderosos imperios -el ruso, el alemán y el austriaco- se derrumbaron; Francia perdió su lugar como potencia mundial más allá de toda esperanza de recuperación y el Imperio británico resultó herido de muerte.
Los expertos militares apuntan a la chocante estupidez de casi todos los generales que lanzaron una y otra vez a sus pobres soldados a batallas desesperadas que lo único que consiguieron fueron masacres.
¿Hubo algún estadista sabio? Ninguno de los políticos que empezaron la guerra imaginó que duraría tanto y sería tan horrible. A principios de agosto de 1914, cuando los soldados de todos los países marchaban a la guerra con alegre entusiasmo, les prometieron que estarían en casa «antes de Navidad».
No se logró ningún objetivo político con aquella guerra. Los acuerdos de paz que se impusieron a los vencidos fueron monumentos a la imbecilidad desenfrenada. Se puede argumentar que el principal resultado de la Primera Guerra Mundial fue la Segunda Guerra Mundial.
La Segunda Guerra Mundial fue, aparentemente, más racional. El hombre que la lanzó prácticamente solo, Adolf Hitler, sabía exactamente lo que quería. Sus antagonistas fueron a la guerra porque no tenían otra opción si no querían que los invadiera un dictador monstruoso. La mayoría de los generales de ambos lados eran más inteligentes que sus predecesores.
Y a pesar de esto, fue una guerra estúpida.
Hitler era, básicamente, una persona primitiva que vivía en el pasado y no entendió el Zeitgeist. Quiso convertir Alemania en la primera potencia mundial, un objetivo insensato que estaba más allá de sus capacidades. Pensó conquistar grandes partes de Europa oriental y vaciarlas de sus habitantes para establecer alemanes allí. Tenía un concepto desesperadamente obsoleto del poder. Como todas las ideas de establecer colonias como instrumento nacional, la suya pertenecía a siglos pasados. Hitler no entendió el significado de la revolución tecnológica que estaba a punto de cambiar la faz del mundo. Podemos decir que Hitler no sólo era un horrible tirano y un monumental criminal de guerra, sino que, finalmente, también era una persona completamente imbécil.
El único objetivo que casi logró fue la aniquilación del pueblo judío. Pero incluso este loco intento falló al final: actualmente los judíos tienen una fuerte influencia en el país más poderoso del mundo y el Holocausto jugó un papel fundamental en el establecimiento del Estado de Israel.
Hitler quiso destruir la Unión Soviética y alcanzar un compromiso con el imperio británico. No dio importancia a Estados Unidos y casi lo ignoró. El resultado de la guerra fue que la Unión Soviética tomó una gran parte de Europa, Estados Unidos se convirtió en la principal potencia mundial y el imperio británico se desintegró para siempre.
De hecho, el dictador nazi demostró, más que nadie, la inutilidad absoluta de la guerra como instrumento político a estas alturas de los tiempos. Después de la destrucción del Reich de Hitler, Alemania logró su meta. Actualmente Alemania es el poder económico y político dominante en una Europa unida, pero esto no se logró con tanques y armas pesadas, ni con guerra y poderío militar, sino únicamente por la diplomacia y las exportaciones. Una generación después de la aventura nazi que convirtió en ruinas todas las ciudades alemanas, Alemania ya estaba floreciendo como nunca anteriormente.
Lo mismo puede decirse de Japón, que era todavía más militarista que Alemania. Ha logrado por medios pacíficos lo que los generales y almirantes no lograron por la guerra.
De vez en cuando leo entusiastas informaciones de turistas estadounidenses sobre Vietnam. ¡Vaya país maravilloso! ¡Que pueblo más afable! ¡Qué buenos negocios se pueden hacer allí!
Hace sólo una generación, una guerra brutal se estaba librando allí furiosamente. Murieron personas en masa, cientos de pueblos quemados, bosques y cosechas destruidos por armas químicas, los soldados cayeron como moscas. ¿Por qué? Por el efecto dominó.
La teoría era así: si los comunistas lograsen tomar Vietnam entero, todos los demás países del sudeste asiático caerían. Cada uno derrumbaría a su vecino, como una ficha de dominó. La realidad ha demostrado que eso no tenía ningún sentido: los comunistas tomaron todo Vietnam sin tocar la estabilidad de Tailandia, Malasia y Singapur. Cuando los recuerdos de la guerra se marchitaron, Vietnam siguió el camino de su vecino del norte, la China Roja, pero entre tanto China tiene una floreciente economía capitalista.
En la guerra de Vietnam la estupidez de los generales compitió con la de los políticos. El campeón fue Henry Kissinger, un criminal de guerra cuyo sobresaliente ego enmascaró su estupidez básica. En plena guerra invadió la pacífica vecina Camboya y la rompió en pedazos. El resultado fue un repugnante autogenocidio, cuando los comunistas asesinaron a su propio pueblo. Todavía muchos consideran a Kissinger un genio político.
Hay quien mantiene que, por su absoluta inutilidad, la invasión de Iraq se lleva el premio a la estupidez, a pesar de que la competencia es feroz en este campo.
Parece que la dirección política de Washington preveía el dramático aumento de la demanda mundial de petróleo y, por consiguiente, decidió fortalecer su suministro del crudo del Golfo Pérsico y de la ribera del Mar Caspio. Pensaba que la guerra convertiría a Iraq en un satélite de EEUU y podría estacionar allí, bajo un régimen amistoso, una guarnición estadounidense permanente que tendría bajo control a toda la zona.
Los resultados, hasta ahora, han sido los contrarios. En lugar de consolidar Iraq como un país unido bajo un régimen estable pro estadounidense, ha surgido una rabiosa guerra civil, el estado se tambalea al borde de desintegración, la población odia a los estadounidenses y los considera un ocupante extranjero. La producción de petróleo es menor de lo que era antes de la invasión, los inmensos costes de la guerra minan la economía estadounidense, el precio del crudo aumenta continuamente y la elevada posición que Estados Unidos tuvo una vez en la opinión pública ha caído a ras de suelo y el público estadounidense exige que los soldados vuelvan a casa.
No hay ninguna duda de que los intereses estadounidenses se podrían salvaguardar mucho mejor por medios diplomáticos utilizando el impacto económico de EEUU. Eso habría salvado a miles de soldados estadounidenses y a diez veces más de civiles iraquíes, además de ahorrar miles de millones de dólares. Pero el problemático ego de George Bush, que esconde su vacuidad e inseguridad detrás de una ventolera de arrogancia ruidosa, le llevó a optar por la guerra. En cuanto a su gran capacidad cerebral, se ha logrado un consenso mundial generalizado incluso antes del final de su mandato.
En sus 60 años de existencia, el Estado de Israel ha luchado en seis grandes guerras y varias «más pequeñas» (la Guerra de Desgaste, las Uvas de Ira, las dos Intifadas, y más.)
En 1948, el enfrentamiento era una guerra «sin alternativa», si uno justifica la intrusión judía en Palestina, por el hecho de que no había ninguna otra solución para el problema de su existencia. Pero la segunda vez, la guerra de 1956, fue el ejemplo de una increíble cortedad de miras.
Los franceses, que comenzaron la guerra, estaban en una actitud negativa: no podían admitir que estaba teniendo lugar en Argelia una auténtica guerra de liberación. Por consiguiente, estaban convencidos de que el líder egipcio, Gamal Nasser, era la raíz del problema. David Ben Gurion y sus adláteres (particularmente Simon Peres) querían eliminar al «tirano egipcio» (como lo llamaban entonces todos en Israel), porque había izado el estandarte de la unidad árabe que ellos consideraron una amenaza existencial para Israel. Gran Bretaña, el tercer socio, anhelaba las pasadas glorias del imperio.
Todos estos objetivos fueron totalmente destruidos por la guerra: Francia fue expulsada de Argelia, junto con más de un millón de colonos; Gran Bretaña fue empujada a los márgenes de Oriente Próximo y el «peligro» de la unidad árabe demostró que era un espantapájaros. El precio: una generación árabe entera se convenció de que Israel era el aliado de los regímenes coloniales más sucios, y las oportunidades de paz retrocedieron para muchos años.
Se pensaba, al principio, que la guerra de 1967 rompía el asedio a Israel. Pero en el transcurso de la lucha, la guerra de defensa se convirtió en una guerra de conquista que condujo a Israel a una vertiginosa borrachera de la que realmente no ha recuperado todavía. Desde entonces estamos cautivos en un círculo vicioso de ocupación, resistencia, asentamientos y guerra permanente.
Uno de los resultados directos fue la guerra de 1973, que destruyó el mito de la invencibilidad de nuestro ejército. Aunque no es lo que pretendía nuestro gobierno, esa guerra tuvo un resultado positivo: tres personajes peculiares -Anwar Sadat, Menajem Begin y Jimmy Carter- lograron un gran éxito al respetar el orgullo egipcio y convertir el asunto del cruce del Canal de Suez en un acuerdo de paz. Pero la misma paz se podía haber logrado un año antes, sin guerra y sin los miles de muertos, si Golda Meir no hubiera rechazado arrogantemente la propuesta de Sadat.
La Primera Guerra de Líbano fue, quizá, la más desesperado y confusa de las guerras de Israel, una combinación de arrogancia, ignorancia y total falta de comprensión del oponente. Ariel Sharon trató, cómo me dijo de antemano, de (a) destruir la OLP, (b) la causa de los refugiados palestinos a los que haría huir de Líbano a Jordania, (c) expulsar a los sirios fuera de Líbano, y (d) convertir Líbano en un protectorado israelí. Los resultados: (a) Arafat se fue a Túnez y después, como resultado de la primera Intifada, volvió a Palestina triunfante, (b) los refugiados palestinos permanecieron en Líbano, a pesar de las matanzas de Sabra y Shatila que se planificaron para que cundiera el pánico en ellos y huyeran, (c) los sirios permanecieron en Líbano durante veinte años más, y (d) los chiíes que habían sido pisoteados y estaban agradecidos a Israel, se convirtieron en una fuerza poderosa en Líbano y en el enemigo más determinado de Israel.
Cuanto menos se diga de la Segunda Guerra de Líbano, mejor; su verdadero carácter era obvio desde el propio comienzo. Sus objetivos no se frustraron, sencillamente porque no había en absoluto ningún objetivo claro. Hoy Hezbolá está donde estaba, más fuerte y mejor armado y protegido de los ataques israelíes por la presencia de una fuerza internacional.
Después de la Primera Intifada, Israel reconoció a la Organización para la Liberación de Palestina y Arafat regresó al país. Después de la Segunda Intifada, Hamás ganó las elecciones palestinas y posteriormente tomó el control directo de una parte del país.
Albert Einstein consideraba un síntoma de locura repetir una y otra vez algo que ya ha fallado y esperar un resultado diferente cada vez.
La mayoría de los políticos y generales se adhieren a esta fórmula. Una y otra vez intentan lograr sus objetivos por medios militares y obtienen los resultados contrarios. Los nuestros, los israelíes, ocupan un lugar de honor entre esos dementes.
La guerra es el infierno, como dijo un general estadounidense. Y además raramente logra sus objetivos.

Original en inglés:
http://www.amin.org/look/amin/en.tpl?IdLanguage=1&IdPublication=7&NrArticle=45676&NrIssue=1&NrSection=3

Carlos Sanchis y Caty R. pertenecen a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.

¡HAGA PATRIA! ¡MATE A NIÑOS PALESTINOS! ¡Y MEJOR MÁTELOS EN EL VIENTRE DE LA PALESTINA!!!


Mueren siete palestinos, entre ellos cuatro niños y su madre, en un ataque israelí en Gaza (TODO: ...ES POCO, HAY QUE MATAR MÁS A MENUDO!!!)

EFE/AFP. GAZA... HISTORIA DE CRIMINALES CÍNICOS E HIPÓCRITAS
Siete palestinos han muerto -entre ellos cuatro niños y su madre- y veinte han resultado heridos en un ataque de tanques israelíes en la localidad Beit Hanun, en el norte de Gaza, informaron fuentes médicas palestinas.
Los cuatro hermanos tenían edades comprendidas entre uno y siete años, y perdieron la vida junto a su madre al impactar en su casa el proyectil de un tanque, según el jefe del servicio de emergencias del ministerio local de Sanidad, Moawiya Hasanien. Los cuatro niños -Mussab Abu Maateq, de un año, Hana Abu Maateq, de tres, Rudeina Abu Maateq, de cuatro, y Saleh Abu Maateq, de cinco- murieron al estallar un obús en su casa, indicó un médico de los servicios de urgencia del hospital Kamal Adwan, de Beit Lahya. Su madre, Miassar Abu Maateq, de 40 años, gravemente herida por el ataque, falleció en el hospital, indicó la misma fuente.
Los otros dos muertos eran militantes de grupos armados y entre los heridos figuran seis civiles.
Sin confirmar ni desmentir el ataque, una portavoz militar israelí recordó que "los terroristas (milicianos) que actúan desde zonas pobladas asumen el riesgo de que civiles resulten dañados".
Consultada por Efe, la portavoz militar, comandante Avital Leibowitz, aseguró que "estamos investigando lo ocurrido". "Lo único que puedo decir es que lo que haya podido ocurrir es una prueba más de que los terroristas (milicianos) operan desde zonas donde hay civiles y que utilizan a los civiles como escudos humanos", añadió.
Según residentes en la zona, el Ejército israelí disparó en varias ocasiones con tanques durante una incursión realizada esta mañana en los barrios septentrionales de la ciudad y que fue apoyada por vehículos armados y helicópteros.
Un soldado israelí fue herido leve en un intercambio de fuego con milicianos palestinos, mientras que las Brigadas de Azedín al Kasam, brazo armado de Hamás, afirmaron en un panfleto haber herido a tres militares hebreos durante la incursión.
El ataque se produce en medio de las conversaciones entre Israel y Hamás a través del Gobierno egipcio para alcanzar un alto el fuego de seis meses en Gaza a cambio del levantamiento del bloqueo israelí. De hecho, representantes de varias milicias palestinas tienen previsto desplazarse hoy a El Cairo para analizar si se unen a esa propuesta de cese de las hostilidades.

TERRORISTAS TERRORISTAS... ¿QUIÉNES SON LOS TERRORISTAS? ¿QUIÉNES ASESINAN A NIÑOS?

Cinco palestinos muertos, entre ellos cuatro niños, por un ataque israelí en GazaUn proyectil de un tanque impacta en el barrio de Beit Hanun.- El Ejército israelí reconoce estar “operando” en la zona

EFE/ELPAIS.com - Gaza/Madrid - 28/04/2008

Cinco palestinos, entre ellos cuatro niños, han muerto y seis han resultado heridos al recibir el impacto de un proyectil lanzado por un tanque israelí en Beit Hanun, en el norte de Gaza, según ha informado el responsable del servicio de emergencias del Ministerio palestino de Sanidad, Moawiya Hasanei. Por su parte, el Ejército israelí asegura tener abierta una investigación del incidente.
Los menores tenía uno, siete, catorce y 16 años, precisó el responsable del servicio de emergencias del Ministerio palestino de Sanidad. De los seis heridos, tres se encuentran en estado grave. Según residentes en la zona, el Ejército israelí disparó en varias ocasiones con tanques durante la incursión en los barrios septentrionales de Beit Hanún comenzada esta mañana, y apoyada por vehículos armados y helicópteros.
El Ejército israelí ha reconocido estar “operando” en la zona contra “amenazas”" y haber efectuado al menos dos ataques aéreos. Un portavoz militar israelí ha recordado que “los terroristas que actúan desde zonas pobladas corren el riesgo de que civiles resulten dañados”.
Un soldado israelí fue herido leve en un intercambio de fuego con milicianos palestinos, mientras que las Brigadas de Azedín Al Kasam, brazo armado de Hamás, afirmaron en un panfleto haber herido a tres militares hebreos durante la incursión.
Tregua rechazada
El ataque se produce en medio de las conversaciones entre Israel y Hamás a través de El Cairo para alcanzar un alto el fuego de seis meses en Gaza a cambio del levantamiento del bloqueo israelí a la zona. Sin embargo, el Gobierno de Ehud Olmert rechazó la semana pasada la tregua ofrecida por Hamás al considerar que los milicianos sólo buscaban “rearmarse”. Las negociaciones continúan sin muchas expectativas mientras representantes de varias milicias palestinas tienen previsto desplazarse hoy a Egipto para analizar si se unen a la propuesta de cese de las hostilidades.
Mientras tanto, la vida cotidiana de la Franja de Gaza sigue siendo durísima. La franja padece una importante escasez de gasolina, gas y diésel como consecuencia del bloqueo de Israel. La carencia de medicamentos básicos es alarmante desde hace meses, mientras los distribuidores de gasolina todavía no permiten recoger el combustible de la Terminal de Nahal Oz a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestino en Oriente Próximo (UNRWA, en inglés).

TERRORISMO CRIMINAL DE TZÁHAL. Siete palestinos muertos, cuatro de ellos niños, por un ataque israelí en Gaza



Un trabajador de un hospital muestra los cuerpos de los cuatro niños muertos por el ataque israelí. (Foto: REUTERS)

EFE
GAZA.- Siete palestinos han muerto, entre cuatro niños y su madre, y otros veinte han resultado heridos al impactar en su casa un proyectil lanzado por un tanque israelí en la localidad de Beit Hanún, en el norte de Gaza, según informaron fuentes médicas palestinas.
Los cuatro hermanos tenían edades comprendidas entre uno y siete años, y perdieron la vida junto a su madre al impactar en su casa el proyectil de un tanque, según el jefe del servicio de emergencias del ministerio local de Sanidad, Moawiya Hasanien.
Los otros dos muertos eran militantes de grupos armados y entre los heridos figuran seis civiles.
Sin confirmar ni desmentir el ataque, una portavoz militar israelí recordó que "los terroristas que actúan desde zonas pobladas corren el riesgo de que civiles resulten dañados".
Según residentes en la zona, el Ejército israelí disparó en varias ocasiones con tanques durante la incursión en los barrios septentrionales de Beit Hanún comenzada esta mañana, y apoyada por vehículos armados y helicópteros.
El Ejército israelí reconoció estar "operando" en la zona contra "amenazas" y haber efectuado al menos dos ataques aéreos.
Un soldado israelí fue herido leve en un intercambio de fuego con milicianos palestinos, mientras que las Brigadas de Azedín Al Kasam, brazo armado de Hamás, afirmaron en un panfleto haber herido a tres militares hebreos durante la incursión.
El ataque se produce en medio de las conversaciones entre Israel y Hamás a través de El Cairo para alcanzar un alto el fuego de seis meses en Gaza a cambio del levantamiento del bloqueo israelí a la zona.
De hecho, representantes de varias milicias palestinas tienen previsto desplazarse hoy a Egipto para analizar si se unen a la propuesta de cese de las hostilidades.