30 septiembre 2008

ISRAEL RECIBE TROPAS DE ESTADOS UNIDOS

TODO; no aprendieron de sus maestros y protectores (Iraq y Afganistán), no aprendieron de las dos aventuras del Líbano. no aprendieron de la derrota ante Nashrala. No olvidan y no aprenden. Si este país ataca a Irán (por el momento no pasa de ser una bravata, la misma que ante el Hizhbala luego de la humillante derrota en 2006, y las amenazas al Hamás, con quien debió acordar una vergonzosa tregua). Pero, si estos aventureros se atreven a atacar a Irán, moriremos en masa. Hay que cortar las manos de los guerreristas antes de que sea demasiado tarde. Andrés Aldao

Más de un centenar de militares que envió Washington se ha desplegado en una base aérea del desierto del Negev para instalar un moderno radar que permite detectar un misil a cuatro mil kilómetros de distancia.

Por Juan Miguel Muñoz * Desde Jerusalén

Ha sido siempre una prioridad para el Estado de Israel gozar de amplio margen de autonomía para embarcarse en una guerra. En el caso de Irán, cuyo programa nuclear suscita inmensa preocupación en el gobierno de Ehud Olmert y en la totalidad de la clase política, tener las manos libres se antoja imposible. Por primera vez en sus sesenta años de historia, Israel ha aceptado la presencia permanente de soldados extranjeros en su territorio. Más de un centenar de militares estadounidenses se ha desplegado en una base aérea del desierto del Negev para instalar un moderno radar que permite la detección temprana del lanzamiento de misiles balísticos.
El sistema, conectado a la red de satélites que EE.UU. gestiona en Europa, hace posible detectar un misil a 4000 kilómetros de distancia y el emplazamiento desde el que se ha disparado. Así, las posibilidades de interceptar un proyectil cuando todavía se halla a gran distancia de Israel aumentarán considerablemente. Evidentemente, la capacidad defensiva del ejército sale reforzada. Cuestión diferente es que se vea disminuida la capacidad de los mandos israelíes para que puedan decidir un bombardeo aéreo por su cuenta.
“La eventual decisión de atacar Irán se adoptará únicamente en Jerusalén”, afirmaba poco antes del verano a este diario un alto funcionario del Ministerio de Exteriores. No parece que la afirmación pueda sostenerse. Según varias fuentes diplomáticas, Israel solicitó a la administración de George W. Bush material bélico –bombas de toneladas para perforar hasta seis metros de hormigón armado y aviones para repostar en vuelo–, además del permiso para utilizar un corredor aéreo sobre Irak, un aspecto crucial para un eventual bombardeo de las instalaciones persas.
La Casa Blanca, enfangada ya en dos guerras, Irak y Afganistán, rechazó la petición. De momento, pretende continuar la vía de la presión diplomática sobre Teherán para que renuncie a sus planes atómicos. Algo improbable, dado que la obtención de capacidad nuclear es un objetivo que concita el apoyo del régimen iraní en bloque y de la gran mayoría de la población.
Ahora, con la presencia de uniformados estadounidenses en suelo israelí, las consultas de Tel Aviv con Washington para aventurarse en un conflicto con Irán serán más necesarias que nunca. Las recientes palabras de Amos Gilad, alto funcionario del Ministerio de Defensa israelí, suenan más bien como una expresión de fanfarronería. “Somos –aseguró Gilad– un Estado independiente. Tendremos que adoptar nuestras propias decisiones.” Nadie sabe si Israel se embarcará en una aventura militar contra Irán, aunque la derecha la reclama con fervor. Pero algo sí está claro: las negociaciones para desplegar el radar concluyeron en julio y sólo dos meses después ya está siendo instalado.

SOCIALISMO PARA RICOS

Socialismo para ricos

Por Joaquín Estefanía *

La impaciencia por saber si sería aprobado y conocer la letra pequeña del plan de rescate financiero de la administración Bush ha impedido detenerse con la atención debida en la quiebra de la principal caja de ahorros de EE.UU., Washington Mutual (WaMu). Esa quiebra –la mayor de una entidad financiera en la historia norteamericana– supone otro salto cualitativo en la naturaleza de la crisis. ¿Por qué? Porque esta vez ya no se trata de una institución mayorista, como por ejemplo Lehman Brothers, sino que su caída tiene consecuencias sobre los ahorros de decenas, o acaso, centenares de miles de ciudadanos: Main Street, no Wall Street.
WaMu no es un caso más de bancos que desconfían de bancos en el interbancario, sino de ciudadanos afectados en su confianza hacia el funcionamiento del sistema financiero minorista (como el británico Northern Rock, que hubo de ser nacionalizado). Desde el principio de la semana pasada, casi 18.000 millones de dólares fueron retirados de las oficinas de WaMu, generando una espiral de pánico. La intervención de la administración Bush facilitando la compra de WaMu por JP Morgan Chase –evitando cualquier tipo de subasta a la que hubieran podido acceder otros bancos, porque no había tiempo para la misma– ha logrado detener por el momento ese pánico de las ventanillas.
Que la crisis financiera ha traspasado directamente, por primera vez de modo tan nítido, el ámbito de la aristocracia bancaria y ha llegado al conjunto de los ciudadanos lo demuestran las primeras reacciones en la calle contra el plan de rescate de Bush. En las manifestaciones a las puertas de la Bolsa de Nueva York se ha calificado esta solución de ayuda al sector financiero como “socialismo para los ricos, liberalismo para los demás”, tan familiar a los neoliberales, como enseña la historia, en todas las mutaciones de idéntica índole. Los ciudadanos se encuentran inmersos en el clásico dilema del prisionero de la teoría de juegos (William Poundstone, editorial Alianza, 1992), un modelo de conflictos muy frecuente en la sociedad: cada jugador, de modo independiente, trata de aumentar al máximo su ventaja sin importarle el resultado del otro jugador y, sin embargo, ambos jugadores obtendrían un resultado mejor si colaborasen; desafortunadamente para los prisioneros, cada jugador está incentivado por sus propios intereses (en este caso económicos) para defraudar al otro, incluso tras prometerle colaborar. Los ciudadanos se han encontrado en el dilema de apoyar la intervención o la barbarie. Por hacer unas comparaciones cercanas: si el rescate se elevase finalmente hasta un monto total de 700.000 millones de dólares, equivaldrá a vez y medio el costo de la guerra de Irak (sin tener en cuenta los gastos colaterales de la última, estudiados por Stiglitz); la ayuda a Africa, comprometida en la ONU pero no desembolsada por las potencias donantes, será tan sólo una décima parte del monto de esas ayudas al mundo de las finanzas.

De El País de Madrid. .

¿CAPITALISMO ROJO O COMUNISMO DE MERCADO?


TODO; La realidad de la China contemporánea es muy clara: el socialismo, las banderas rojas, el PCCh, el presidium, los congresos y parte del lenguaje son anacronismos que se mantienen en vigencia para disfrazar la dictadura del aparato burocrático del PCCh. China inunda los mercados con sus copias de productos industriales de todo tipo, con una meticulosa política de dumping que arruina las industrias de los países que importan toda su producción industrial: Desde zapatos hasta cámaras fotográficas digitales, ordenadoras, heladeras e incluso partes fundamentales de la industria automotriz. China exporta capitales, invierte con las mismas intenciones y propósitos que el resto del capital financiero internacional. La tonalidad rojiza de su propaganda es un consuelo para nostálgicos de Mao tsé tung, para nostálgicos de la Gran Marcha, de la guerra contra los nacionalistas de Chan Kai sek y la independencia de 1949. Esos recuerdos son sólo postales desvaídas para guardar en el álbum de la melancolía. De aquella pobreza y esfuerzo colectivo (que palpé y conocí en China durante mi visita de tres meses en 1965) sólo ha quedado el recuerdo, la memoria de un gran esfuerzo, un periodo de tremendos sacrificios que ha culminado con sus notables beneficios para una minoría de minorías, y con la realidad de millares y millares de desocupados y hambrientos. Andrés Aldao.

Sally Wang − Asia Times Online

El difunto máximo líder chino Deng Xiaoping dijo a comienzos de la década de los noventa: “Hay mercado en una economía planificada, y existe planificación en una economía de mercado.” Hizo el comentario para silenciar a ideólogos del partido que estaban a punto de lanzar un debate nacional para establecer si sus reformas de economía de mercado concordaban con el socialismo.
Deng simplemente dijo a la nación que no existe una demarcación absoluta entre socialismo y capitalismo y que no debieran perder tiempo buscándola. Pero es poco probable que cuando Deng hizo el comentario se le haya ocurrido que estaba prediciendo eventos como los que se desarrollan actualmente.
China se ha concentrado durante los últimos 30 años en la desnacionalización para convertir su economía socialista en una economía de libre mercado. En este impulso, el gobierno en Beijing obviamente usaba como modelo al sistema económico occidental de libre mercado, liderado por EE.UU. China ha tratado durante 40 años de adaptarse a estándares internacionales, que son establecidos en gran parte por Occidente, de nuevo dirigido por EE.UU., y su ambición de modernización es alcanzar a las principales economías capitalistas, con EE.UU. como el objetivo máximo.
Pero ahora, mientras China se aproxima a una economía de libre mercado, EE.UU. tiene que adoptar más y más medidas “socialistas” para salvar del colapso a sus mercados financieros. Para algunos economistas chinos, el rescate por Washington de las dos compañías de financiamiento de hipotecas Fannie Mae y Freddie Mac, y de American International Group (AIG) es un acto de “nacionalización”. Y el paquete de rescate de 700.000 millones de dólares propuesto por el gobierno de George W Bush es otro paso en esa dirección.
“Las acciones de Washington constituyen una revelación para los creyentes en una economía libre en China, que ahora se dan cuenta de que incluso en una economía de mercado, el gobierno no puede negarse siempre a tocar a la economía, por orientado hacia el mercado que sea,” dijo un investigador de economía en la Academia China de Ciencias Sociales (CASS).
“Por otra parte, las acciones de EE.UU. parecen ofrecer una ‘justificación,’ o excusa para gritar más fuerte, a los que han estado pidiendo que el gobierno chino ‘rescate’ a los mercados en caída de bienes raíces y de la bolsa, sin importar las diferencias en las situaciones en China y en EE.UU.”
Las medidas de rescate en EE.UU., dirigidas por el Secretario del Tesoro, Henry Paulson, suceden sólo 18 meses después que Paulson advirtiera que China arriesga perder billones de dólares en potencial económico a menos que abra sus mercados de capital.
“Un mercado financiero abierto, competitivo y liberalizado puede asignar efectivamente recursos escasos de un modo que impulsa la estabilidad y la prosperidad mucho mejor que la intervención gubernamental,” dijo Paulson, según Bloomberg, a una audiencia en el Mercado de Futuros de Shangai.
Ahora el gobierno chino enfrenta pedidos del interior para que tome medidas a fin de ayudar a su propio mercado inmobiliario.
Según National Business Daily del 24 de septiembre, la semi-gubernamental Asociación China de Bienes Raíces ha presentado un informe al Consejo de Estado, o gabinete, proponiendo que el gobierno afloje su política restrictiva en el mercado inmobiliario. El vicepresidente de la asociación, Zhu Yizhong, dijo que las propuestas incluyen que se permita a los gobiernos locales que “rescaten” sus mercados de bienes raíces así como que reduzcan el impuesto a transacciones inmobiliarias.
En efecto, la asociación quiere que Beijing “legalice” iniciativas emprendidas por algunos gobiernos locales para detener una caída en los precios de la vivienda en sus localidades, incluyendo subsidios financieros para compradores de casas, dijo el economista de CASS.
Por ejemplo, una política decidida el 4 de septiembre en Xian, capital de la provincia septentrional Shaanxi, estipulaba que del 4 de septiembre al 31 de diciembre de 2009 compradores de apartamentos de menos de 90 metros cuadrados, o apartamentos usados de menos de 144 metros cuadrados, recibirán un subsidio del gobierno municipal de 0,5% a 1,5% del precio total. Para alentar a los constructores para que inicien la construcción de proyectos habitacionales, el gobierno también promete eliminar algunos gravámenes.
Muchas otras ciudades, incluidas Xiamen, Nanjing, Changsha y Chengdu, han lanzado políticas similares este año para estimular los flojos mercados locales de bienes raíces.
El gobierno municipal de Xiamen en la provincia Fujian anunció que los compradores de departamentos entre 70 y 80 metros cuadrados, recibirán hukou o residencia permanente en Xiamen para hasta dos personas.
Esas ciudades han lanzado las medidas de rescate no porque haya fuertes caídas en los precios de la vivienda sino por una caída en la venta de viviendas.
Los precios de viviendas en 35 ciudades aumentaron un 8% anual en el segundo trimestre, menos que el 9,8% en el período entre enero y marzo, según la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma y el Buró Nacional de Estadística, sugiriendo que los esfuerzos de Beijing del año pasado por frenar los préstamos y los precios tienen efecto.
En Xian, los precios de viviendas aumentaron un 20,8% en el segundo trimestre, pero las transacciones bajaron un 20% según el área útil. Los precios de casas en Xiamen fueron los terceros por su nivel entre las 35 ciudades – a un promedio de unos 7.000 yuanes (1.000 dólares) por metro cuadrado. Pero las ventas disminuyeron un 64%.
Por lo tanto, sus medidas de rescate han provocado intensas críticas. Los críticos dicen que los gobiernos de las ciudades están desafiando la política de Beijing sólo para mantener los precios de la vivienda a un nivel elevado a fin de poder obtener más fondos de las ventas de terrenos, que se han convertido en una fuente cada vez más importante de sus ingresos fiscales.
Una encuesta en línea de Xinhua.net indicó que casi un 90% de los encuestados creen que las políticas de subsidio del gobierno local no son justificables.
Como defensa, Xiao Zhengguang, vicesecretario general del gobierno municipal de Xian, dijo que el gobierno tiene la responsabilidad de solucionar problemas enfrentados por la industria inmobiliaria ya que esa industria es un pilar de la economía nacional.
Numerosos analistas dicen que la intención oculta tras las políticas de los gobiernos locales de fortalecer las ventas de viviendas también es promover el crecimiento del producto interior bruto local, aparte de aumentar sus ingresos fiscales.
“La situación es muy diferente de la de EE.UU. Los precios de casas en China siguen siendo altos y [la vivienda privada] no es asequible para los asalariados promedio. Además, no ha habido una fuerte baja de los precios de casas que pudiera amenazar a la industria financiera. Así que no hay motivos para una intervención del gobierno,” dijo el economista de CASS.
“Esos gobiernos municipales y urbanizadores juegan con Beijing para velar por sus propios intereses. Hay que meter en cintura a esos gobiernos locales ya que sus políticas se oponen a las de Beijing.”
Li Daokui, director del centro de investigación económica china y mundial en la Universidad Tsinghwa, dijo que es injusto utilizar dineros públicos para subvencionar a compradores de viviendas. También cuestionó las medidas locales para ayudar a urbanizadores. “Al dar subsidios a urbanizadores, deberían considerar que se les exija que bajen los precios de las viviendas.”
Li sugiere que el subsidio debiera ser dado a compradores de su primer apartamento, en lugar de hacerlo con todos los compradores. Los compradores de su primera casa son personas que realmente la necesitan, dijo.
Chen Hewu, investigador de economía en el Centro de Certificación de China, criticó al gobierno local por apuntalar el mercado de bienes raíces dando subsidios cuando los precios de viviendas siguen estando a un nivel intolerable.
El precio razonable de vivienda internacionalmente reconocido es de tres a seis veces el ingreso anual de una persona. En China, la ratio del precio de viviendas respecto al ingreso anual de un asalariado promedio es de 15 a 20 veces o aún más.
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

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Sally Wang es periodista, basada en Shenzhen, China
(Copyright 2008 Asia Times Online (Holdings) Ltd.)
http://www.atimes.com/atimes/China_Business/JI27Cb01.html

LOS TALIBANES DE ISRAEL


Mujeres israelíes denuncian crecientes amenazas de los grupos ultraortodoxos, fundamentalistas religiosos que consideran más importante seguir su propia interpretación de los preceptos divinos que acatar las leyes israelíes, y que han creado ‘patrullas del recato’ para hostigar a las mujeres que no viven de acuerdo con sus normas morales.

Por Jonathan Cook

Sobre el muro de una bulliciosa calle se lee la siguiente pintada en hebreo: “moda = promiscuidad”. Para las mujeres en algunas comunidades israelíes esta idea no es simplemente un fatuo graffiti, sino una advertencia que, cada vez con más frecuencia, va acompañada de amenazas de violencia física.
Los judíos ultraortodoxos de Israel, fundamentalistas religiosos que consideran más importante seguir su propia interpretación de los preceptos divinos que acatar las leyes israelíes, prefieren vivir en barrios y poblados apartados, casi siempre cerca de los lugares sagrados de Jerusalén.
Conocidos localmente como haredim (literalmente, “temerosos de Dios”), constituyen la comunidad de más rápido crecimiento en Israel y ya conforman una décima parte de la población. Se reconoce a los hombres por el atuendo: un uniforme de sombrero o casquete negro, camisa blanca y traje negro que data de las raíces ancestrales de la comunidad proveniente de Europa del Este.
Pero ante lo que consideran la amenaza de la cultura moderna, algunos grupos de haredim exigen el cumplimiento más riguroso de la halajá o normativa religiosa judía. Varios grupos de hombres ultraortodoxos se han convertido en escuadrones de vigilancia con la etiqueta “patrullas del recato”; su principal blanco son las mujeres haredi cuya conducta encuentran inapropiada.
El número de notas sobre mujeres atacadas en las calles o en sus casas se multiplica constantemente en los medios locales.
En un caso ampliamente difundido en el verano y que se atribuye a miembros de una patrulla del recato, se arrojó ácido al rostro de una joven de 14 años de Upper Beitar, colonia ultraortodoxa en Cisjordania, al sur de Jerusalén.
La joven le dijo a uno de los paramédicos que había recibido amenazas constantes antes de que se consumara la agresión. Según los medios, llevaba pantalones holgados cuando fue atacada.
Varios rabinos han calificado a las mujeres que usan pantalones de impúdicas. Shlomi Aviner, uno de los rabinos más prominentes, sentenció el mes pasado: “En general, una mujer siempre debe llevar ropas recatadas, incluso cuando se encuentra sola y en la oscuridad”.
Elhanan Buzaglo, ultraortodoxo, fue acusado la semana pasada al ser sospechoso de irrumpir, con seis cómplices, en el hogar de una mujer armados con un bate y gas lacrimógeno en un barrio ultraortodoxo de Jerusalén. La mujer, divorciada de un haredi, fue golpeada y amenazada de muerte a menos que abandonara la zona.
Según las acusaciones: “El demandado y las otras personas empujaron a la demandante, la arrojaron al suelo, la golpearon, azotaron su cabeza contra el suelo y patearon todo su cuerpo”.
Muy pronto vieron la luz otras demandas en contra de Buzaglo, entre ellas un intento de arrollar a una joven con su auto.
Inat Horvi, del Centro de Acción Religiosa, vinculado al movimiento liberal de judaísmo reformista, señaló que probablemente las patrullas del recato han formado parte de la vida haredi desde hace décadas.
Sin embargo, añadió que el extremismo religioso muestra una tendencia creciente entre los grupos ultraortodoxos y, de manera general, en la sociedad israelí. “Las mujeres mayores ultraortodoxas denuncian que sus hijas no pueden vestir el tipo de ropas que ellas mismas usaron a su edad”, afirmó.
Dijo que en la mayoría de las comunidades haredi los hombres y las mujeres permanecen estrictamente separados en público, e incluso hay segregación marcada en tiendas y aceras.
Además, las patrullas del recato han lanzado una campaña en contra de los reproductores MP3, amenazan a los dueños de las tiendas que los ofrecen y, en algunos casos, las han quemado.
No todas las comunidades están tomando con tranquilidad esta creciente ola de “vigilancia”. En Beit Shemesh, un poblado al oeste de Jerusalén cuya población mixta está conformada por judíos ortodoxos menos estrictos y por haredim, 1.500 personas protestaron en contra de las patrullas del recato a fines del año pasado, y exigieron medidas a la policía y las autoridades municipales.
La manifestación se produjo después de dos incidentes con las patrullas. En el primer caso, cinco varones ultraortodoxos atacaron a un hombre y a una mujer por sentarse juntos a bordo de un autobús; en el segundo, una familia fue amenazada porque desde la calle alcanzaba a verse la pantalla de su televisor. Varias mujeres han denunciado advertencias de no salir a trotar por la ciudad.
El campo de batalla clave de las patrullas del recato ha sido la segregación de hombres y mujeres en autobuses públicos, conocidos como líneas mehadrin o “kosher”. Las patrullas del recato insisten en que las mujeres ocupen únicamente los asientos posteriores de los autobuses.
El Centro de Acción Religiosa ha presentado una demanda ante la Corte Suprema para que se obligue a Egged, la empresa nacional de autobuses, y al Ministerio de Transporte a poner fin a su cooperación oficial en 30 rutas donde se observan estas prácticas. Muchas otras rutas tienen prácticas de segregación informal, cuyo cumplimiento queda en manos de los propios pasajeros ultraortodoxos.
“En principio, no cuestionamos el derecho de los haredim de solicitar autobuses segregados dentro de sus comunidades”, señaló Inat Horvi. “Nuestra demanda está diseñada para impedir que Egged y el Ministerio de Transporte sigan usando recursos públicos para hacer cumplir la segregación en servicios abiertos al público en general”.
Los funcionarios del Ministerio se han lavado las manos con el pretexto de que, según ellos, las líneas mehadrin son resultado de acuerdos establecidos entre Egged y los haredim. No obstante, la corte ha ordenado que tanto Egged como el Ministerio de Transporte respondan a la demanda antes de que termine el mes.
Inat Horvi afirmó que en años recientes un creciente número de rutas de autobús entre las ciudades más importantes se ha sumado a la segregación a partir de las exigencias de los pasajeros ultraortodoxos, aunque ninguno lleva un letrero que así lo indique.
“La gente de Egged ha cedido porque saben que la convicción de los haredim es tan sólida que dejarán de usar los servicios y crearán sus propias líneas de autobuses aunque no estén autorizadas. Saben, también, que en la mayoría de los casos el público que no es haredi no tiene opción: tienen que seguir usando las líneas, aun cuando haya segregación”.
Una docena de mujeres que han sido víctimas de amenazas o golpizas son partes en la demanda judicial. Una de ellas, Naomi Ragen, escritora de 58 años, se refiere a las rutas segregadas como “líneas talibán”.
Hanna Pasternak, judía ortodoxa y feminista de 58 años, dijo haber sufrido una serie de confrontaciones humillantes con varones ultraortodoxos cuando ha decidido sentarse en la parte delantera del autobús.
“En una ocasión, un hombre exigió que me sentara en la parte de atrás, pero me negué a hacerlo”, comentó. “El viaje duró una hora y él no dejó de gritarme ni un minuto. Me insultó, me dijo de todo”.
Después se dirigió al resto de los varones y les habló en yiddish, la lengua de los judíos mayores de Europa Central. “No se dio cuenta de que yo entendía todas y cada una de sus palabras; lo oí decir que los hombres harían bien en averiguar dónde vivía para darme una lección. Me bajé del autobús aterrada”.
No todos los rabinos están de acuerdo con el nuevo énfasis en el recato.
Israel Rosen, rabino y líder de colonos, criticó la tradición haredi de omitir los nombres femeninos de los periódicos y las invitaciones: “¿Acaso no hay una relación psicológica entre la hipocresía de ocultar un nombre y ocultar un rostro debajo de un velo estilo talibán?”

La fuente: El autor es periodista del diario The National (Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos). La traducción del inglés pertenece a Atenea Acevedo para Tlaxcala, la red de traductores para la diversidad.

29 septiembre 2008

EL CAMBIO GANÓ EN ECUADOR


María Victoria Romero

Al cierre de esta edición los resultados daban una amplia ventaja al “Si”. Con más del 60 por ciento el proyecto de un nuevo país ha sido aprobado por el mandato popular.

Una jornada de vigorosidad democrática se ha vivido en Ecuador este domingo. El mandato del pueblo ha sido depositado en las urnas y solo resta que los caminos nuevos para este país empiecen a ser transitados.
El presidente ecuatoriano Rafael Correa días previos a las elecciones había advertido que renunciaría si el No ganaba, seguro de la poca probabilidad de que ese prefacio se cumpliera. En un referéndum monitoreado por la Organización de Estados Americanos (OEA) y otras organizaciones internacionales, el “Sí” por la nueva constitución logró imponerse con más del 60 por ciento, sobre el 20 del “No”.
En efecto, semanas antes del triunfo del Sí, Rafael Correa había expresado que de no aprobarse la Constitución "tendría que regresar el Congreso", actualmente en receso, que pidió su destitución. Para el mandatario una eventual victoria del No habría significado que Ecuador se torne "ingobernable" y hubiera generado una inestabilidad "con consecuencias impredecibles". Asimismo, regresaría el Superintendente de Bancos y se tendrían que devolver los bienes incautados por la AGD (Agencia de Garantías de Depósitos)".
El triunfo de este domingo, coloca a Ecuador en la lista histórica de países pioneros en la desarticulación del modelo de desarrollo neoliberal. (Ver: “El fantasma boliviano toma vuelo en Ecuador”. APM 27/9/2008) Ahora, los ecuatorianos serán convocados nuevamente a las urnas para elecciones legislativas y presidenciales.
La necesidad de instituir una nueva Carta Magna cobró fuerza con la llegada de Correa a la presidencia por el movimiento Alianza País, luego de que ganara en segunda vuelta frente al candidato y magnate bananero Álvaro Noboa, del Partido Renovador Institucional de Acción Nacional (PRIAN).
Tras asumir su mandato el 15 de enero de 2007, una de las primeras medidas de Correa fue convocar a consulta popular para la creación de una Asamblea Constituyente de plenos poderes. El referendo se llevó adelante el 15 de abril de ese año y un 81,72 por ciento de votantes dijo "Sí" a la Asamblea. El 30 de septiembre se eligieron los 130 integrantes de la Asamblea Constituyente que redactaron el proyecto de Constitución. En julio, esa Asamblea Constituyente creó el texto fundamental con el cual el Gobierno busca refundar el país bajo la consigna del "Socialismo del siglo XXI".
Para Correa, la aprobación de la nueva Constitución significaba “la última oportunidad de un cambio pacífico en el Ecuador”. “Hay que decir sí al futuro, sin miedo, sin los miedos ancestrales a la sotana o a la venganza final de Lucifer", había manifestado en alusión a los pronunciamiento de la Conferencia Episcopal que en temas como el aborto, el matrimonio entre homosexuales y la educación recogidos en el texto constitucional “existían elementos irreconciliables con la fe católica”. (Ver: “Votos por aquí, conflictos por allá”. APM 15/8/2008)
La campaña opositora estuvo orquestada por el alcalde socialcristiano de Guayaquil, James Nebot, promotor de la escisión en Ecuador y de esquemas neoliberales y no centralistas. Nebot había acusado a Correa de “dividir al país enfrentando a cristianos entre sí, ricos contra pobres, ciudades chicas con ciudades grandes” y de “desdolarizar la nación”.
Ahora habrá que esperar si se cumplen las amenazas de Nebot. Durante la campaña el alcalde había afirmado que de ganar el Si no volvería a candidatearse a la Alcaldía. Además, cargó sobre el presidente la responsabilidad si Guayaquil sigue los pasos de Santa Cruz de la Sierra, la provincia de Bolivia que encabeza los procesos separatistas de cinco departamentos orientales del país.
“La autonomía es unidad en la diversidad, y el separatismo es soberanía”, había dicho Nebot en su cierre de campaña en Guayaquil. En ese contexto, el sábado, Correa alertó sobre las intenciones maliciosas de la oligarquía que confunde el fortalecimiento del Estado con un supuesto "hiper-presidencialismo". Y en ese sentido, aseguró que la oposición no conforme con la derrota, buscaría desestabilizar el país, por eso solicitó a la OEA que legitimara su triunfo.
La Carta Magna contiene unas 30 disposiciones transitorias y 444 artículos, entre los que se encuentran aquellos vinculados con la soberanía territorial, los principios y derechos fundamentales de la función electoral, la propiedad, soberanía popular, alimentaria y económica.
Asimismo, el texto constitucional pone fin a la polémica presencia de fuerzas militares estadounidenses en suelo nacional, aceptada en 1999 por el entonces presidente ecuatoriano Hamid Mahuad. En ese orden, destierra el modelo neoliberal, abre las puertas al modelo social y solidario e invalida la presencia o instalación de bases extranjeras en el país. Correa ya había dado un primer paso al no renovar el convenio para que la base militar de Manta continúe operando en Ecuador. (Ver: “Ecuador rechazó la vigilancia militar de Estados Unidos”. APM 5/3/2007)
Por otro lado, el documento incluye artículos relacionados con la defensa de la naturaleza, la seguridad alimentaria, el reconocimiento de la interculturalidad y plurinacionalidad; y se incorporan como idiomas oficiales al quichua (variedad del quechua que se habla en Ecuador) y al shuar.
En torno a los recursos naturales, se prohíbe su privatización, incluido el agua. Se promueve además la eliminación del latifundio y declara al Estado como dueño exclusivo de los recursos naturales.
En las elecciones de hoy, los ciudadanos ecuatorianos eligieron entre dos mundos, dos modelos de desarrollo económicos, social, político y ambiental diferentes. América Latina espera que con la institucionalidad que marcó la nueva carta magna, se establezca el comienzo de un posible cambio en las estructuras neoliberales y como señalara Rafael Correa se genere una "revolución ciudadana: un proceso radical, profundo y rápido de cambio”.

vromero@prensamercosur.com.ar

EL JUEGO DE LA DERECHA PROCESISTA”


TODO: hay teoría de los "dos demonios" pero no hubo dos demonios. Demonios fueron los que asesinaron a numerosos dirigentes sindicales peronistas y no peronistas, y aventureros los que mataron a Rucci y Augusto Vandor. Es muy ilustrativa la nota que publicamos a continuación, en la dan su parecer Dante Gullo y Perdía. Gullo es coherente, Perdía, que no asumió ni asume una autocrítica profunda de SUS ERRORES, no dice nada. Habla como si hubiese sido un activista de base, casi un perejil.
Conocemos la irresponsabilidad de la cúpula, el lavarse la mano y dar un paso al costado, mientras miles de compañeros han desaparecido, miles de familias sufren la horrenda sensación de familiares volatilizados, "inexistentes", sin ninguna referencia a sus cuerpos. Mientras, el gran "líder" trabaja en Barcelona y ni un pelo se le mueve. Amigo lector, leé y sacá concluiones. Andrés Aldao




Más allá de sus diferencias políticas, Juan Carlos Dante Gullo y Roberto Perdía advierten que ciertos sectores afines a la represión actúan a partir de los reclamos de Hugo Moyano y de la familia de Rucci, a los que consideran legítimos.

Por Martín Piqué

A 35 años de la muerte de José Ignacio Rucci, ante la reapertura de la investigación judicial de su asesinato, dos ex miembros de la Juventud Peronista y Montoneros advierten –consultados por PáginaI12– que tras la cruzada por el esclarecimiento del crimen puede haber cierto acompañamiento de sectores afines a los represores. “En la familia (de Rucci) no hay especulación o interés ni tampoco en dirigentes como Hugo Moyano y otros sindicalistas. La familia tiene todo el derecho de reivindicar y esclarecer el crimen de su padre. Sí puede haber otros que quieran hacer un hecho especulativo o político y prestarse al juego de la derecha procesista”, advierte Juan Carlos Dante Gullo.
Diputado nacional por el kirchnerismo, Gullo aclara que entiende la búsqueda de justicia de los familiares del dirigente sindical. “Estamos en democracia y queremos verdad, justicia y memoria. Tenemos que manejarnos con seriedad”, subraya. El otro consultado por este diario es Roberto Perdía, uno de los tres sobrevivientes de la conducción nacional de Montoneros, a los que se responsabiliza por el asesinato: “Si el crimen hubiera sido organizado desde Montoneros, fue un error gravísimo”, dice Perdía, opositor al kirchnerismo, dirigente de una agrupación social (OLP) que participó en varias protestas callejeras.
El regreso del apellido Rucci a los diarios llegó con la publicación de un libro de investigación periodística escrito por Ceferino Reato. Ex asesor de prensa del menemista Esteban Caselli en la embajada argentina en el Vaticano, Reato fue citado a declarar como testigo. Lo hará el jueves a las 10 en el juzgado federal a cargo de Ariel Lijo. El juez ordenó el desarchivo de la causa por el crimen el viernes último. Al mismo tiempo que ordenaba la reapertura de la investigación, convocaba a Reato a declarar en el expediente. En su libro, Reato menciona a un militante montonero proveniente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Julio Juan Roqué, como el autor de los disparos que mataron a Rucci. Roqué murió en Haedo tras un enfrentamiento con un grupo de tareas de la ESMA el 29 de mayo de 1977. Se voló con una bomba tras varias horas de tiroteo. Los compañeros de Roqué lo llamaban “Iván” o “Lino”.
Montoneros nunca reconoció públicamente la autoría del crimen de Rucci. Aunque ex militantes de esa organización lo reconocen en privado. Siempre lamentándose por lo que consideran el mayor error de esa organización de la izquierda peronista. Perdía repite ante PáginaI12 que Montoneros nunca asumió como propio el homicidio, pero al mismo tiempo habla de un “error gravísimo”. En 1977, Perdía vivió clandestino en la casa de Haedo que luego sería escenario del enfrentamiento entre Roqué y los represores de la Armada que operaban en la ESMA. “Yo lo dije varias veces. No sé si algún miembro de la organización, que formaba parte de la misma en ese momento o posteriormente, pudo haber intervenido (en el crimen de Rucci). No lo puedo afirmar ni desmentir. Pero la organización nunca lo asumió como tal”, dice Perdía.
–¿La muerte de Rucci fue un error de Montoneros? –pregunta este diario.
–Yo siempre he dicho que desde el punto de vista político los montoneros hemos sido unas de las principales víctimas de ese hecho. La fractura en el movimiento popular y el nivel de confrontación con Perón indican que claramente fue un error. Si hubiera sido organizado desde Montoneros, fue un error gravísimo.
Para Gullo, “en la familia no hay especulación o interés, ni tampoco en dirigentes como Hugo Moyano y otros sindicalistas. La familia tiene todo el derecho de reivindicar y esclarecer el crimen de su padre. Sí puede haber otros que quieran hacer un hecho especulativo o político y prestarse al juego de la derecha procesista”. Perdía va más allá y no descarta que la presión para juzgar a los autores del crimen sea un mensaje al Gobierno y un intento por restaurar la teoría de los dos demonios. “Acá hay quienes quieren establecer discusiones que no son las centrales para omitir las cuestiones de fondo. En la Argentina se ha sancionado con justicia a sectores militares pero no hubo ningún tipo de sanción social ni política ni tampoco legal, de ningún tipo, a los sectores económicos que fueron los impulsores y beneficiarios del golpe de Estado. Son esos mismos sectores que intentan reinstalar la teoría de los dos demonios”, dice Perdía.
Cuando se les pregunta por la interpretación de los hijos de Rucci –para quienes el crimen sería imprescriptible y entraría dentro de la categoría de los delitos de lesa humanidad, argumentando que los miembros de Montoneros actuaron desde cargos estatales a los que accedieron con la asunción de Héctor Cámpora–, los dos ex compañeros coinciden: dicen que Montoneros no ocupó puestos clave ni altas esferas del Estado. “Es una interpretación equivocada. Cuando sucedió lo de Rucci ya no estaba el gobierno de Cámpora, sino el de Lastiri. Y estaba por asumir Perón”, argumenta Gullo. “La situación es un poco forzada. Es público y notorio que los miembros de la organización estaban en niveles no decisorios del Estado. Y en el gobierno de Cámpora no hubo un solo ministro ni un solo secretario de Estado de Montoneros. Tampoco tuvimos gobernadores, eran alianzas que ensayamos –remarca Perdía–. Esa línea de interpretación es demasiado forzada.”

28 septiembre 2008

LA ESCALADA ANTI-RUSIA REPITE LAS CAMPAÑAS ANTI-SOVIÉTICAS



TODO: No voy a justificar los crímenes políticos. Tampoco el de la periodista rusa Anna Politovskaia. El crimen político es moneda corriente en el mundo corriente por estadistas corrientes que le encargan los asesinatos a sus organismos corrientes, sean la CIA, el FBI, la KGB, el SHABAC o la DINA, el SIDE, etc. Aunque claro, la propaganda diversionista del imperio aprovecha todo insterticio para provocar, confundir, engañar y ocultar. Rusia no se distingue mucho del imperio... Pero aquí estamos hablando del fin del mundo unipolar. ¡en buena hora! Andrés Aldao


Miguel Urbano Rodrigues − odiario.info

Las cadenas de televisión internacionales transmitieron en las ultimas semanas un documental francés sobre el asesinato de la periodista rusa Anna Politovskaia.
El crimen ocurrió en 2006. El tema es retomado en un momento en que los media de los EEUU y de la Unión Europea promueven una intensa campaña contra Rusia, responsabilizando a la patria de Pushkin por una política exterior agresiva que reactualiza la guerra fría.

La campaña es aparentemente humanista. Anna es presentada como una mujer maravillosa, un ser excepcional por su bondad, abnegada, talentosa. El marido, el hijo, los colegas del periódico en donde trabajaba, los amigos la elogian sin restricciones. Todos los que han tenido el privilegio de conocerla esbozan de Anna el perfil de una defensora de los oprimidos, una intelectual incompatible con la violencia, la injusticia y la miseria, una luchadora que hacia del combate por la libertad y la democracia un fin existencial.
No he tenido la oportunidad de leer algún articulo de Politovskaia. Respeto su coraje como periodista y lamento mucho que la hayan asesinado precisamente por ser una voz incomoda.
Pero la misma película, al proyectarla como heroína, le atribuye afirmaciones en que afloran trazos de megalomanía.
Politovskaia se sentía culpable por no haber conseguido evitar la guerra de Chechenia y lamenta no haber podido imprimir otro rumbo a acontecimientos de la historia de su país acompañados por ella como ciudadana y periodista. La angustia que expresa es inseparable de una ambición excesiva, casi sobre humana.
Mientras, los que han visto el documental –transmitido en Portugal en horario punta- pudieron constatar que Anna, pese a sus méritos de heroína, no es el objetivo del director de la película.
El discurso sobre Politovskaia y el mensaje que ella transmite tienen por función proyectar una imagen terrible de la Rusia actual como tierra de horrores. La memoria de los televidentes es desde luego encaminada para la ex-Unión Soviética, tal como la veían en Occidente, forzándolos a paralelos obvios.
Vladimir Putin aparece en la pequeña pantalla en imágenes breves pero impresionantes. Lo suficiente para que el ciudadano común de los EE UU y de Europa identifique en el dirigente ruso un dictador cruel, implacable, el primer responsable por la sociedad trágica denunciada por Anna. Se justifica preguntar el por qué de esta súbita fascinación por un documental casi olvidado? Por que presentar la Rusia de Putin como «el imperio del mal» resucitado?
La vehemencia casi histérica de la campaña sorprendió. Rusia es hoy un país capitalista. Al inicio de su segundo mandato el Presidente George W. Bush todavía despejaba elogios sobre Putin, identificando en su colega ruso un hombre de estado responsable, casi un aliado.
El cambio de actitud tiene una explicación lógica. El discurso de Munich, hoy famoso, en que Putin, rompiendo con la oratoria de amabilidades, denunció la política de dominación mundial de los EE UU, alarmó a Washington. Señaló el fin de una época. Posteriormente, la invasión de Osetia del Sur por Georgia – agresión apoyada por la Casa Blanca- motivó una respuesta militar rusa que sorprendió los EE UU, a brazos con una gravísima crisis financiera.
Las Fuerzas Armadas rusas intervinieron expulsando a los invasores, infligiéndoles duro castigo. Simultáneamente, Moscú reconoció como Estados soberanos a las pequeñas repúblicas de Osetia del Sur y Abkhazia, que desde hace mucho habían proclamado la independencia.

Rusia actuó en defensa de intereses nacionales amenazados. El gobierno de Moscú decidió que había llegado el momento de decir Basta!, asumiendo una posición firme ante la estrategia de expansión hacia el Este del imperialismo estadounidense.
El Presidente Medevedev fue muy claro al denunciar los objetivos de la agresión a Osetia del Sur, financiada y apoyada por Washington. Recordó que ella coincidía con la inminente instalación en Polonia de misiles norte americanos (el llamado escudo anti-misil) y con las tentativas de admisión en la OTAN de Ucrania, Georgia y las Repúblicas bálticas.
La política de hostilidad real a Rusia, disfrazada por relaciones diplomáticas en apariencia buenas, ha sido una constante en las dos ultimas Administraciones de los EEUU. Pero el discurso oficial ocultaba la realidad.
La construcción de oleoductos para transporte hasta el Mar Negro y el Mediterráneo del petroleo del Cáucaso y de Asia Central sin pasar por territorio ruso, y la instalación de una gran base militar de los EE UU en Kirguizistán (próxima a la frontera con China) fueron interpretadas por el Kremlin como etapas de una estrategia de expansión que configura una amenaza real a la seguridad de Rusia
El redescubrimiento de la película que, bajo pretexto de ascender Anna a heroína en la batalla por la democracia, esboza un retrato dantesco de la Rusia actual, responde a la necesidad de movilizar la opinión publica de Occidente contra el único país con capacidad militar para oponerse a la estrategia de dominación planetaria de los EE UU.
No dudo que millones de europeos que han visto la película, tan hábilmente enmascarada de humanista, adhieren a los mensajes que transmite y que distorsionan groseramente la Historia. Cuantos habrán registrado que el documental es totalmente omiso sobre la época de Ieltsin?
Probablemente pocos. Anna, en la película, ni siquiera lo cita, pese a que el crimen organizado y las mafias controlaban un poder corrupto en los años en que Boris Ieltsin destruyó las estructuras económicas del país, vendió sus industrias de punta a precio vil y privatizó la agricultura, transformando a Rusia en un estado del Tercer Mundo.
Sin embargo en esa época las cadenas de televisión occidentales no producían documentales criticando a Ieltsin. Al contrario. Lo presentaban como un caballero de la democracia, un defensor de la libertad y de los derechos humanos. Washington financió incluso su reelección.
El sistema de poder imperial está, eso sí, interesado en presentar la Rusia actual – país que atraviesa una fase de crecimiento económico acelerado y moderniza sus Fuerzas Armadas- como una sucursal del infierno y a Putin como un diablo terreno.
Las emisoras de televisión se limitan a cumplir el papel que les atribuyen.

Traducido para La Haine por Miguel Urbano Rodrigues

CÓMO Y POR QUÉ ESTÁ CAMBIANDO RUSIA



TODO: Contra todas las expectativas, este boletín y su editor analizaron la crisis militar en geordia desde una óptica objetiva y basándose en criterios objetivos, políticos, históricos y reales. Aunque publicamos esta nota (a beneficio de inventario) a modo de información para nuestros lectores, no olvidamos que Rusia hoy no es la URSS, pero ante una crisis internacional como la de Georgia, impulsada por el imperio de Bush y los traficantes de armas e instructores de Israel, recordé una frase muy inteligente y bastante apropiada para las circunstancias; LOS ENEMIGOS DE MIS ENEMIGOS SON MIS ALIADOS. ANDRÉS ALDAO

Giulietto Chiesa − Megachip

Occidente, tanto en su componente europeo como en el norteamericano, no acaba de comprender el profundo cambio que ha provocado en Rusia la llamada «crisis georgiana».

Digo llamada porque las palabras adecuadas para definir lo que ha ocurrido son otras: «ataque georgiano contra Rusia». No quiero decir con esto que todo se reduce a esa agresión insensata. Más bien creo que esta acción de Tsjinvali fue la clásica gota que colmó el vaso. Un momento tópico, fatal a su manera, en el que se pusieron bruscamente en evidencia muchas cosas que habían estado ocultas hasta entonces justo bajo la superficie. Un momento que rompe la continuidad y expone el estado de las cosas con cruda brutalidad. Debo muchas de estas impresiones a mi privilegiada posición de miembro del Valdai Forum, un grupo de discusión que existe desde hace años y permite a cierto número de expertos internacionales, «sovietólogos» de vieja y nueva data, politólogos y periodistas, estar en contacto directo con los principales dirigentes de Rusia, con un intercambio de ideas muy franco (garantizado por su carácter extraoficial) y abarcador. Tres horas el 10 de septiembre con Vladímir Putin, el primer ministro, en Sochi (Mar Negro) y casi otras tres el 11 con Dmitri Medvédev, el presidente, en Moscú, en un gran salón del GUM, justo enfrente del Kremlin. Y un entreacto bastante intenso, entre el primero y el segundo, con el ministro de Asuntos Exteriores, Lavrov. Dos hombres que intrigan al mundo entero, seguramente dos estilos. Pero ―pese a los esfuerzos que hicieron los colegas, sobre todo ingleses y estadounidenses, por evidenciar las diferencias, por saber «quién manda en el Kremlin»― una línea única, muy clara, muy neta, muy nueva. Era lo que cabía esperar, dado que Putin y Medvédev, aunque sabían perfectamente lo que les iban a preguntar sus invitados extranjeros, aunque tenían claro que iban a la caza de los deslices de uno u otro, de las diferencias de acento, de tono, se sometieron a la prueba en rápida sucesión, muy seguros de sí mismos. Resumo algunos de los pasajes cruciales, cumpliendo el pacto de no hacer citas literales, pero respetar el sentido general de lo escuchado. Este es uno de ellos, de Dmitri Medvédev: «El 8 de agosto fue para nosotros el fin de las ilusiones que nos hacíamos con Occidente». El espíritu de lo que había dicho Putin unas horas antes era idéntico. La argumentación no podía ser más clara. Tras el desmoronamiento de la Unión Soviética ―dijeron ambos―, por muchas razones bien sabidas, Rusia fue débil, vacilante. El 11 de septiembre y en los años siguientes soportamos con dificultad la presión ejercida sobre nosotros y contra nosotros por los vencedores de la Guerra Fría. La padecimos no sólo por ser débiles, sino también porque nos hacíamos ilusiones con Occidente, con sus libertades, con su sinceridad. Así tuvimos que soportar la continua y para nosotros incomprensible extensión de los límites de la OTAN. Nos la colocasteis delante de las narices, incluso dentro de unas fronteras que habían sido de la URSS, pero también de la Rusia anterior a la revolución. Protestamos, pero no reaccionamos. No podíamos. Luego llegó el 11 de septiembre y os echamos una mano en la lucha contra el terrorismo internacional, para acabar descubriendo que EEUU colocaba bases y contingentes en varios países de Asia Central. Mientras tanto el área de influencia estadounidense se extendía por Georgia y Ucrania, es decir, muy lejos de las fronteras de EEUU y muy cerca de las nuestras. Se desencadenaron dos guerras en Afganistán e Iraq, y nosotros no nos entrometimos. Con Irán echamos una mano. Pero en Serbia los occidentales intervinieron sin cortapisas, contra Belgrado pero también contra nosotros, haciendo caso omiso de nuestras protestas e incumpliendo el pacto de que no se pondría en discusión la soberanía servia sobre Kosovo. Este incumplimiento de los pactos ―dijo Medvédev― se ha repetido demasiadas veces desde el fin de la Guerra Fría. Si los dirigentes soviéticos que acordaron la retirada del 89 hubieran sido más exigentes (alusión muy crítica a Gorbachov, sin nombrarle), habrían pedido que se firmase el compromiso de no ampliar la OTAN. Pero el compromiso existió, aunque no se puso por escrito. Incluso después de la guerra de la OTAN contra Yugoslavia, permanecía el compromiso de no reconocer unilateralmente la secesión de Kosovo. Luego, junto a las provocaciones de los dirigentes ucranianos y georgianos, se instalan más misiles en Polonia y un radar en la República Checa, que penetrará profundamente, sin ningún derecho, en el territorio ruso. Hasta que llegó la ofensiva de Saakashvili contra nuestras fuerzas de interposición que estaban en Osetia del Sur con todo derecho.
¿Qué esperaba Washington ―exclamó Putin en un momento dado―, que no reaccionáramos? ¿Que no defendiéramos a nuestros soldados, algunos de los cuales ya habían muerto en los primeros ataques de la noche entre el 7 y el 8 de agosto? Decís que nuestra respuesta fue desproporcionada. Pero no hay manera de defenderse de un ataque de esa magnitud sin golpear los centros de mando, los de comunicaciones, los aeropuertos de donde salían los aviones que bombardeaban Osetia y a nuestras tropas. Habéis escrito y repetido que Rusia estaba invadiendo Georgia. Es completamente falso: no teníamos esa intención y no sucedió tal cosa. Cualquier comparación con el 68 checoslovaco está fuera de lugar. Esta es la situación. Y esta situación «ha modificado nuestras prioridades» (Medvédev). ¿Fin del diálogo? En absoluto, pero cuidado (Putin), ya no retrocederemos más. «No queremos volver al clima bipolar» (Medvédev), pero «hace falta una nueva arquitectura de la seguridad internacional» (Putin), porque la que hay ahora no nos gusta nada. El sistema bipolar no tiene futuro, pero la idea unipolar también está muerta y enterrada. Rusia no es la URSS, no sigáis manteniendo este equívoco. No sigáis ampliando la OTAN con países divididos por dentro, clases dirigentes ineptas y resentidas por los recuerdos del pasado, sistemas institucionales inestables. Eso aumenta la inseguridad de todos. Imaginad lo que habría ocurrido en agosto si Georgia se hubiera incorporado ya a la OTAN. «De todos modos» dijo Medvédev «yo habría tomado las mismas decisiones aquella noche sin dudarlo un instante, pero las consecuencias habrían sido de un orden de magnitud superior». La crisis fue un catalizador que «alteró completamente las relaciones exteriores de Rusia». Las cosas han cambiado. Es mejor que EEUU y Europa se den cuenta. A cada acción le seguirá una reacción, aunque no sea igual y contraria, aunque no sea simétrica, de la misma fuerza. ¿Sanciones contra Rusia? Putin más agrio, Medvédev más comedido, dijeron: «No nos provoquéis». Habría qué ver quién pagaba un precio más alto. Vuestros hombres de negocios serían los primeros descontentos con semejantes decisiones. Y fue Putin, desde su posición de jefe del gobierno, quien se extendió con detalle sobre la situación económica de Rusia, sus ventajas estratégicas en recursos, ante todo energéticos pero también financieros, naturales, tecnológicos, humanos. «No tenemos ambiciones expansionistas en ninguna dirección» (Medvédev) y estamos interesados en vender nuestros recursos como hemos hecho sin problemas durante todos estos años. Pero si Occidente «sigue dándonos empujones» (Putin), sabed que nosotros, para empezar, no dejaremos que nos empujen, y además tenemos mucho espacio para volvernos hacia otro lado. «No nos olvidamos de nuestras profundas raíces europeas» (Medvédev) «pero podemos (en cierto modo, debemos) desplazar el centro de gravedad de nuestro interés hacia el Oriente, de lo contrario nuestras inmensas regiones orientales no podrían desarrollarse».

Es evidente que haremos todo lo posible por impedir tal desenlace. Si alguien se indigna porque lo decimos, si pone el grito en el cielo porque queremos limitar las iniciativas de un país soberano fronterizo con nosotros, entonces (Medvédev y Putin al unísono) os preguntamos: ¿por qué EEUU puede presionar a Kíev para que entre en la OTAN, si está a miles de kilómetros de distancia, y nosotros, en cambio, no podemos velar por nuestra seguridad? Palabras claras y duras, difíciles de rebatir. No darles la debida importancia equivale a acrecentar el peligro de una guerra en el centro de Europa. Ha llegado el momento de la máxima responsabilidad y el máximo realismo. En esto coinciden ambos.

Traducido por Juan Vivanco
Fuente: http://www.megachip.info/modules.php?name=Sections&op=viewarticle&artid=7853

27 septiembre 2008

EL CRAC DE 2008


EL CRAC DE 2008

TODO:la descomposición de un imperio sibarita e irresponsable, culpable de crímenes de guerra, imposición de torturas y complots para derrocar gobiernos elegidos por sus pueblos.

Tomás Eloy Martínez

Mientras George W. Bush hablaba sobre terrorismo, en su último discurso como presidente de los Estados Unidos ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, los norteamericanos se preguntaban hasta dónde llegará la crisis que el Estado intenta conjurar, tomando 700.000 millones de dólares del bolsillo de los contribuyentes; es decir, cien mil millones más que la deuda generada por la guerra en Irak.
Desde hace un año y medio, cuando el sistema financiero comenzó a intoxicarse con el colapso de las hipotecas, a los norteamericanos comunes se les hizo cada día más difícil pagar el seguro de salud, financiar los estudios universitarios de los hijos, comprar la misma cantidad de alimentos con la misma suma de pocos meses atrás y llenar el tanque de nafta en un país donde la mayor parte de la población está obligada a manejar. Algunos ni siquiera pueden vender la casa para poner fin a la pesadilla de la hipoteca. Las propiedades valen hoy casi 20% menos de lo que se pagó por ellas hace dos años, en plena burbuja inmobiliaria, y la deuda es superior al valor de la vivienda. El tema está en boca de todos porque la crisis, más allá de la complejidad de su ingeniería financiera o sus números inasibles -el salvavidas representa sólo una parte de los ocho billones de dólares sueltos en créditos hipotecarios- refuerza la impresión de que la economía norteamericana sigue un rumbo de catástrofe debido a lo que Joseph Stiglitz llamó "ocho años de mala gestión económica". Los primeros golpes alcanzaron a las clases bajas; ahora, la clase media sucumbe a la inflación en el supermercado o cuando recibe las abrumadoras cuentas de electricidad y gas, en un país que consume más del 25 por ciento del petróleo mundial y que envió su precio a los cielos.
En el suburbio de Nueva Jersey donde vivo, los carteles de "ejecución judicial" se alternan con los que adornan los jardines en apoyo a Obama-Biden o McCain-Palin. Un colega de la universidad donde enseño envió un correo electrónico a sus amigos para recomendar dos páginas de Internet que ayudan a ahorrar combustible. Una de esas páginas, www.GasBuddy.com, busca el surtidor más económico de la zona; la otra, www.fueleconomy.com, traza el camino más corto de un punto a otro para gastar menos. "Pagar más de cien dólares en la estación de servicio es asunto de todos los días para la gente con camionetas familiares", dice un vendedor de Home Depot, de White Plains, estado de Nueva York. "Eso da miedo. Si el galón de nafta llega a 10 dólares (y la semana pasada estaba en 4,32, aunque ahora bajó a 3,99), vamos a caer en el infierno de la depresión."
Casi ochenta años después, la palabra depresión todavía eriza la memoria de las familias que sucumbieron a la crisis bursátil de 1929, cuyos efectos letales sobreviven en las novelas de Steinbeck y en las películas de la serie negra. Los historiadores coinciden en que las semillas del desastre pueden rastrearse en la torpeza de las administraciones de Hoover y Coolidge, y en la convicción de los conservadores en que los mercados podían regularse a sí mismos. Fue necesaria la audacia de un estadista brillante, como Franklin D. Roosevelt, para imponer planes que generaron trabajo, protegieron la salud, la educación y los ahorros de los sectores más bajos. Dos de las casas que se construyeron frente a la mía datan de esa época. Son modestas, tienen un pequeño jardín y se terminaron de pagar en 1956, sin traumas.
La tradición popular supone que los años de Roosevelt fueron luminosos hasta que les cayeron las sombras de Pearl Harbour, en 1941. Fue antes de esa época cuando, en 1933, una ley conocida como la Glass-Steagall, impidió que los bancos comunes jugaran en la bolsa y luego no tuvieran cómo devolver los ahorros a los ciudadanos. Las paradojas, sin embargo, entorpecen hasta las mejores intenciones. Algunas firmas de Wall Street franquearon el obstáculo y crearon los bancos de inversión que están ahora en el centro de la tormenta. Son los que compraron los fondos hipotecarios dudosos, los partieron y los reagruparon en nuevas inversiones que volvieron a colocar, permitiendo que se pagaran salarios como el de Richard Fuld, director ejecutivo de la quebrada Lehman Brothers: 45 millones de dólares el año pasado. Como tantos otros bancos de inversión, Lehman Brothers y Fuld se desbarrancaron cuando la gente no pudo seguir pagando sus hipotecas.
No es a los especuladores y timberos de Wall Street sino a los norteamericanos endeudados que quieren mantener sus casas y no pueden a los que -según cree el candidato demócrata Barack Obama- debería ir el apoyo que se está pidiendo al Estado. Lo ha dicho su asesor Stiglitz: "Podemos fomentar la renegociación de las hipotecas para que menos personas se vean obligadas a perder sus casas. Pero ningún inversor privado querría quedarse con estos valores que se imponen por la fuerza a los contribuyentes". Stiglitz recomienda lo que hizo la Corporación de Préstamos a Propietarios de Hogares (HOLC), creada durante la Gran Depresión: compró las hipotecas difíciles de pagar y las refinanció para que la gente mantuviera sus casas y aportara recursos legítimos al sistema financiero.
Obama, senador como su adversario, John McCain, prefiere reflexionar un poco antes de aprobar el salvavidas de dinero que quiere imponer el presidente Bush. Obama recordó que, ante la evidente inutilidad de los recortes de impuestos a las corporaciones, es "absolutamente necesario" un recorte de impuestos a la clase media. Aprovechó la ocasión para enfatizar su campaña de cambio: "Si queremos que la economía crezca, si queremos prevenir que una crisis como ésta vuelva a suceder, debemos cambiar a Washington. Debemos reformar nuestro sistema político, basado en el lobby. Debemos reformar las reglas que le permiten a Wall Street hacer cualquier cosa y pasarle la cuenta al pueblo".
Mientras tanto, el secretario del Tesoro, Henry Paulson, exige que los 700.000 millones de dólares se concedan ya mismo. Dice que sabe lo que hace, y sin duda lo sabe.
Hasta 2006, cuando se integró al gobierno actual, fue presidente de otro banco de inversión que sucumbió a la crisis, Goldman Sachs. Al retirarse, recibió 38,5 millones de dólares en concepto de su último bono, y ahora enfrenta en el Congreso la exigencia de una cláusula a la ley de rescate que limite los salarios de siete dígitos en Wall Street.
Aunque se manifiesta "incómodo" por la exigencia de votar a libro cerrado, el candidato John McCain defiende el pedido de Washington. "Vamos a hacernos cargo de esos préstamos malos", ha dicho. "No niego que sea enredado, no niego que sea costoso. Pero tenemos que detener la sangría."
"Sería el rescate mayor de la historia norteamericana", dice un médico de Albany, capital del estado de Nueva York. "Permitiría que las instituciones financieras afectadas pudieran seguir dando créditos y no se ahogaran. Si eso sucede, la tempestad se llevará muchos empleos. Pero no estoy de acuerdo, porque esos 700.000 millones saldrán del bolsillo de los contribuyentes, y endeudarán a nuestros hijos y nietos. Compraríamos valores que nadie sabe si alguna vez podremos recuperar. Es una historia ya conocida: mil millones aquí, mil millones allá y así hemos llegado a un déficit enorme, cuando Bush asumió con superávit. Podemos estar ante la puerta de un futuro peor."
El presidente que los norteamericanos elijan en noviembre cargará con el costo de esta crisis que supera al "lunes negro" de 1987, el tequilazo de 1994, la cesación de pagos de Rusia en 1998 y la explosión de la burbuja puntocom en 2000. El default argentino de 2001 -que para Paul O Neill, entonces secretario del Tesoro, iba a ser pagado por "los plomeros y los carpinteros" norteamericanos- representa, modestamente, el 20 por ciento de la quiebra de una sola empresa, Lehman Brothers. Aún no se sabe cómo se escribirá la historia, pero todo parece indicar que, en el otoño boreal de 2008, está naciendo un crac tan letal como el de 1929.
El Consenso de Washington, que pregonó el neoliberalismo en todos los continentes y dejó una estela de pobreza en América latina, acaba de fracasar en su país natal y ahora requiere un salvavidas del Estado, que era una institución tabú. Los caminos que elijan Obama o McCain serán, sin duda, diferentes, pero la responsabilidad que asumen es la misma: definir el destino de un mundo donde la crisis ha golpeado a la primera potencia sin que aún se pueda vislumbrar en el horizonte un camino nuevo.

26 septiembre 2008

LA ESTRATEGIA DE ESPAÑA ANTE BOLIVIA



TODO; Las "democracias" europeas son las víboras de la política disfrazadas de cisnes inofensivos. Alemania, Francia. Inglaterra y España (etc....) se dedican a difamar a los gobiernos independistas de América Latina. Por ejemplo, el cotidiano EL PAÍS de Madrid se ha convertido en una cloaca amarilla. Es decir, no son bizcos, son infames, mienten y distorionan a sabiendas... Andrés Aldao
Marcos Roitman − La Jornada

Es habitual encontrarse en España con un rechazo generalizado a la actuación de los gobiernos de izquierda, mejor dicho democráticos, en América Latina. Éstos gozan de una mala prensa. El concepto calza como anillo al dedo. Se trata de un lenguaje de la desestabilización creado por ideólogos, periodistas y comunicólogos. En el caso de Bolivia se busca justificar un golpe de Estado cívico-prefectural como el vicepresidente Álvaro García Linera denomina a la conspiración de las políticas autonomistas encabezada por los prefectos de los departamentos de la media luna: Santa Cruz, Beni, Tarija, Chuquisaca y Pando. Todos amotinados obstruyendo el desarrollo del proceso democrático constituyente.
En Europa, y en especial en la España subdesarrollada social y culturalmente, es decir la actual, se presenta una realidad donde aparecen bandos enfrentados que pugnan por imponer sus alternativas en medio de una falta de consenso. Sobre este relato se avala la actuación de actores pacificadores exteriores y se ofrecen sus favores. España juega dentro de este itinerario. Su papel se incorpora a la estrategia de Estados Unidos para la región, es decir, busca socavar el proceso político inaugurado con el triunfo del MAS y su presidente Evo Morales, en tanto participan de un proyecto antimperialista y anticapitalista. De esta guisa se suma al carro de la condena por la expulsión del embajador de Estados Unidos, Philip Goldberg, considerada una falta de sesera y un tirar “balones fuera” al culpar a los yanquis de todos los males que aquejan a Bolivia. Es una salida en falso para no responder a las demandas de autonomía de las provincias de la media luna y una manera de solapar sus propios errores, manifestados en un empate técnico entre partidarios de unos y otros en el referendo. En este relato, no hay ninguna alusión al papel de Goldberg jugado en la división de Kosovo en su etapa de embajador. Se encubren y silencian sus reuniones con los gobernadores sediciosos a los cuales presta ayuda logística, económica y política para urdir su trama. Muchas armas se compran con el dinero que sale de la embajada estadunidense y se financian los paramilitares que han terminado por generar la matanza de Pando del 11 de septiembre.
En España no hay manera de enterarse de estos hechos. Todos los medios de comunicación, sin excepción, distorsionan la realidad y asumen el lenguaje de la desestabilización, apoyando el discurso del prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, al solicitar observadores internacionales y señalar que las turbas armadas eran simpatizantes del MAS. Se miente en la información. Los medios se comprometen con la oligarquía y las trasnacionales heridas por las políticas de nacionalizaciones. En esta dirección, el ministro de Relaciones Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, con la misma celeridad que Rodríguez Zapatero apoyó la elección de Felipe Calderón en medio del fraude electoral en México, expresa el deseo de mediar en el conflicto y la crisis entre las partes.
Si se refiere a Bolivia, no existen dos partes. Hay un gobierno constitucional y golpistas. Un alzamiento contra el estado de derecho por quienes se apropian de las instituciones para asesinar a campesinos armando a grupos paramilitares y con ello generar una red de apoyo internacional hacia sus reivindicaciones secesionistas. Desde sus sitios de privilegios, prefectos, alcaldes, diputados atacan la Constitución y se declaran insumisos frente a la ley. No se trata de una crisis de institucionalidad ni una pérdida de legitimidad. Hablamos de un complot para derrocar a un gobierno y de una conspiración armada con resultado de muertes y asesinatos a la población civil.
Obligar al cumplimiento de la ley y declarar el Estado de sitio no es un problema de abuso de poder: es defensa democrática en momentos de asonada y amotinamiento. Cuestión de orden público. Sin embargo, el gobierno del PSOE considera que Bolivia está inmersa en una etapa de pre guerra civil, siendo necesario una mediación internacional, de carácter neutral. De forma implícita, otorga legitimidad a los conspiradores. Su discurso oficial es bien conocido. Justifica las reivindicaciones autonomistas de la oposición al gobierno de Evo Morales al tildarlas de luchas democráticas con arraigo ciudadano, proveniente de las elecciones. Visión que comparte la derecha. Este maniqueísmo se expande gracias a los medios de comunicación, cuyos periodistas se empapan de una fraseología y tópicos sobre Bolivia donde lo más parecido a la realidad es una caricatura. Sin embargo, cumplen su objetivo de desvirtuar el proceso político hasta revertir una imagen favorable y aislar a Evo.
El terrorismo informativo se asienta en la idea de ingobernabilidad, en la persecución de su inteligencia y sus clases medias, agobiadas y con miedo a una venganza de los “indios”. Las políticas “indigenistas”, “populistas” y “nacionalistas” son las culpables de esta degeneración. En ellas se encuentra el origen del problema. No hay que ir muy lejos. La salida es simple: Evo Morales debe renunciar, dejar en paz a los bolivianos. Su presidencia genera odio, crispación, disenso. Hay que retomar el diálogo, volver a los tiempos donde se mandaba con clase y con responsabilidad. Las nacionalizaciones, la reforma agraria, los cambios en la administración pública, el control sobre las riquezas básicas, las políticas sanitarias, la autonomía de los pueblos indígenas perturban la razón. Hablan de un poder caudillista ajeno a la modernización. Evo Morales es la cara del resentimiento de los “indios”. Por ello, los periodistas y avezados tertulianos hablan de un racismo indígena. Quieren una vuelta de la tortilla, no desean educación, sino aprender inglés, castellano y seguir las buenas costumbres. Así, descalifican el gobierno. Es el tiempo para hacer circular los viejos rumores: Evo Morales quiere retornar a Bolivia al pasado, destruir el mundo moderno. Se opone al buen entendimiento. Además pertenece a una raza enferma, como la describió Alcides Arguedas. Desconfiados, vagos, dados a la bebida, violentos y pendencieros. Carecen del espíritu del capitalismo, por eso Bolivia no avanza. Ahora, se añade, el origen sindical cocalero de su presidente, un poder oscuro. Así se completa el círculo contra el gobierno democrático del MAS.
Por suerte, la reunión de los presidentes de América del Sur en Santiago de Chile, dando todo su apoyo al presidente Evo Morales y a su gobierno, llamando golpistas a los prefectos y mostrando su rechazo a la división de Bolivia, por primera vez en la historia del continente, da al traste con esta política imperialista diseñada por el Pentágono y la Casa Blanca. Ya era hora.

EL PAÍS SIGUE PERDIENDO LECTORES:

56.828 (julio 2007 – julio 2008)

José Manuel de Pablos Coello . Rebelión


Es la buena noticia de la semana: entre julio de 2007 y julio de 2008, ha habido 56.828 ciudadanos que han acabado viendo el lado perverso del para-periódico El País, el diario- de-manipulación-global y han dejado de adquirirlo cada día. ¿Será posible?

Con esta nueva rebaja de lectores-compradores, el para-periódico se pone en 365.470 ejemplares de venta diaria, ii según la última auditoría de la OJD, Oficina de Justificación de la Difusión, que recoge con tanta alegría el diario El Mundo en su edición del 24 de septiembre, página 53.
Lo mejor de todo, que implica concienciación de tantos lectores que empiezan a caerse del chopo, es que estamos ante una tendencia. A saber:
• En enero – junio de 2005, la circulación del para-periódico era de 490.589 ejemplares.
• En enero – junio de 2006 fue de 453.862, o sea, tuvo una rebaja de 36.727 ejemplares de venta diaria en seis meses.
Más:
• En enero – marzo de 2005 era de 494.150 ejemplares de circulación diaria.
• En enero – marzo de 2006 fue de 470.992, lo que supone una bajada de 23.158 copias al día en tres meses.
Estos datos no son de un diario de su competencia: son de la web del propio grupo PRISA, extraídos del documento “Grupo PRISA – resultados Trimestres enero – marzo de 2006” y documento semejante de enero – junio de 2006. iii

Para que se interprete mejor lo que estas cifras significan, vean la nota de júbilo publicada estos días en prisa.com:
“ El País ha cerrado los ocho primeros meses de 2008 con un crecimiento en su difusión del 1% ivrespecto al mismo periodo del año anterior. El dato acumulado del ejercicio sitúa la circulación media del diario en 438.002 ejemplares, frente a los 433.924 registrados entre enero y agosto de 2007, lo que representa una subida de 4.000 ejemplares al día, según los datos de la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD) pendientes de certificación. v
O sea:
Enero – marzo de 2005: 494.150 ejemplares de circulación diaria.
Enero – marzo de 2006: 470.992 (menos 23.158).
Enero – junio de 2005: 490.589 ejemplares de venta diaria.
Enero – junio de 2006: 453.862 ejemplares (menos 36.727).
Primeros ocho meses de 2007: 433.924 ejemplares (19.938 menos que en enero – junio de 2006).
Primeros ocho meses de 2008: 438.002 ejemplares (15.860 menos ejemplares que en enero – junio del año anterior).
Esta cifra última de los primeros ocho meses de 2008 significa:
56.148 menos que en enero – marzo de 2005.
32.990 ejemplares menos que en enero – marzo de 2006
52.587 menos que en enero – junio de 2005.
15.860 menos que en enero – junio de 2006.
Los lectores han empezado a ver mejor al para-periódico que distribuye jabones (¡qué prensa de calidad y de referencia!)… con los que debería lavar los textos de sus legionarios-mediáticos-sin-fronteras: Maite Rico, Miguel Ángel Bastenier, Clodovaldo Hernández, Jorge Marirrodriga, cualquiera de los cuatro intercambiables por personajes de la categoría de Ludmila Vinogradoff ( Abc ), Joaquím Ibarz ( La Vanguardia… Española ), Jaime López ( El Mundo ), Carmen de Carlos ( Abc ) o Alejandra Vengoechea ( Abc ).
Como ven, se trata de otra versión del “Vamos a menos” de El País, de Juan Goytisolo. vi
(Tal vez sea el momento en que Chávez les vuelva a encargar un barco de libros, o dos, para nivelar ingresos… y que a los legionarios citados les ordenen descansar un rato…).
* * * * * * *
Para acabar la buena noticia de la semana y para que los lectores puedan subrayar la pérdida de posiciones del gran hermano manipulador con una sonrisa, no dejen de ver las palabras que siguen vii del académico-por-carambola-ajena, Juan Luis Cebrián, colega de Rodolfo Martín Villa en PRISA, publicadas en el para_periódico del día de ayer, jueves: "No estamos alineados con ningún gobierno y contra ningún gobierno"…
Habrá querido decir el colega de Martín Villa que no están contra ningún gobierno que no les suelte lana. Por ejemplo, Caracas, La Habana, La Paz y Quito, ante los cuales los medios de PRISA son la contra.
Y, no se lo pierdan, el empresario Juan Luis Cebrián exigía al gobierno español un sistema audiovisual “sin amiguismos”: ver para creer, hermanos…

• José Manuel de Pablos Coello (jpablos@ull.es) es catedrático de Periodismo de la Universidad de La Laguna (Tenerife, Canarias).
i No es posible confirmar el dato, porque la web de la OJD no es de acceso público.
ii Según la nota citada de El Mundo.
iii Fuentes: http://www.prisa.es/prisamedia/prisa/media/200604/24/accionistas/20060424prsprsacc_1_Pes_PDF.pdf, pág. 9 y
http://www.prisa.es/prisamedia/prisa/media/200607/24/accionistas/20060724prsprsacc_2_Pes_PDF.pdf, pág. 8. (Consulta realizada el 3 de enero de 2008).
iv Realmente no es un 1% sino un 0,93%, pero al diario de manipulación global, ¿cómo no se le va a disculpar ese lapsus?
v Fuente: http://www.prisa.com/sala-prensa/noticia/222/el-pais-crece-un-1-en-los-ocho-primeros-meses-del-ano/ (visita: 25 de septiembre de 2008).
vi “Vamos a menos”, Juan Goytisolo, El País, 10 de enero de 2001, página 11 / Opinión.
vii
Fuente: http://www.elpais.com/articulo/economia/Cebrian/reclama/Gobierno/recomponer/sistema/audiovisual/amiguismos/elpepusoc/20080925elpepueco_8/Tes (visita: 25 de septiembre de 2008).

24 septiembre 2008

LOS TIEMPOS DE OLMERT



Editorial de Haaretz

Muchos gobiernos pasaron en los 60 años de Israel, pero sin duda ninguno tan malo como el de Ehud Olmert, que ayer llegó a su fin. Como balance, en dos años y nueve meses el resultado es cercano a nada.

Olmert, que no fue elegido como primer ministro, ocupó el lugar cuando Ariel Sharon enfermó. Como su sucesor en la presidencia del partido Kadima formado con integrantes del Likud y Avodá obtuvo para el partido pobres resultados, menos de un cuarto de los miembros del Parlamento -Knesset- pero que fueron suficientes para formar gobierno.La designación de los cargos de primera línea fue sorprendente -la cartera de economía para Abraham Irshezón, la cartera de defensa a Amir Peretz, en justicia a Jaim Ramon. Los resultados no tardaron en llegar.

Irshezón, sospechado de corrupción, renunció; Peretz fracasó como ministro de defensa, entre otras cosas por su desempeño en la guerra de Líbano, también perdió su primer puesto en el partido laborista -Avodá-. Ramón eligió publicitarse con la Corte Suprema de Justicia y más tarde, cuando fue acusado de abusar una soldada, fue removido de su cargo y puesto como vice primer ministro. En su lugar de la cartera de justicia, Olmert nombró al profesor Daniel Fridman, que accionó como un toro furioso contra el sistema judicial, sistema que fue nombrado para defender. Los daños que causó aún son muy difíciles de reparar, pero su contribución a que el sistema judicial y sea muy poco creíble y al estado de derecho ya hoy son claros.

La mayor desilusión tiene que ver con el área política y de seguridad. Algunos meses después de la asunción del gobierno, Olmert decidió con la aprobación de sus ministros y como consecuencia del secuestro de dos soldados en la frontera norte, hacer una gran acción en Líbano. El informe Winograd, en sus dos partes, transmitió la profundidad del fracaso, tanto en el proceso de la toma de decisión como en la preparación del ejército y de la retaguardia, acción que desembocó en la segunda guerra de Líbano. A pesar de todo ésto, el primer ministro siguió pegado a su silla y se negó a reconocer su responsabilidad, aún después de la renuncia del ministro de defensa y el jefe del ejército, Dan Jalutz.

En lo que toca al tema palestino hubieron contactos con Mahmud Abbas (Abu Mazen) que fueron dubitativos y estériles. A pesar de sus declaraciones sobre el avance hacia un "acuerdo estante", se vio también en ésto que no eran más que palabras vacías. A pesar de ésto, se vio obligado a aceptar en la Franja de Gaza un acuerdo para calmar la situación con Hammas en condiciones dudosas. También en el costado con Siria, en el cual se reconocen ciertos avances, Olmert dificultó el avance en las negociaciones. Termina su mandato sin ningún avance de Israel hacia la paz, tal como era cuando asumió.

Pero su mayor fracaso parece estar en la aparición de una cadena de fraudes que son la causa del fin de su mandato. Entre otros está sospechado de defraudaciones graves como sobornos, engaños y descrédito en temas de ventas, blanqueo de capitales y más y más. Su conducta personal de sibarita y avidez sin límites, influyó negativamente en su desempeño como primer ministro. La jefatura de gobierno era según sus palabras su "lugar de trabajo". Es de esperar que el próximo primer ministro entienda la importancia de los desafíos que Israel enfrenta y que vea su cargo como un mensajero al servicio público.

www.haaretz.co.il/hasite/spages/1023293.

América Latina: treinta y cinco años después de la muerte de Allende



América Latina: treinta y cinco años después de la muerte de Allende

TODO - Paradojas de la historia: Fidel Castro junto a Pinochet durante la visita que Fidel hizo a Chile a fines de 1971.

Charlotte Bozonnet - L’Humanité Dimanche

Este 11 de septiembre hace 35 años que Salvador Allende se daba muerte en el Palacio de la Moneda de Santiago de Chile. El golpe de Estado del general Pinochet, apoyado por Estados Unidos, ponía punto final a la experiencia de la Unidad Popular en Chile, mientras las dictaduras se instalaban por toda la región. Ahora que el continente suramericano vive profundas transformaciones, Franck Gaudichaud* explica la continuidad entre la América Latina de los años 70 y la actual.
¿De qué manera sigue presente en la actualidad la experiencia de la Unidad Popular en América Latina?
Este 11 de septiembre de 2008 no sólo señala el 35 aniversario de la muerte de Allende, sino también el centenario de su nacimiento y los 80 años del Che, asesinado hace 41 años. La trayectoria de estas dos figuras y sus opciones políticas, muy diferentes, han marcado profundamente a la izquierda latinoamericana y siguen todavía muy presentes, especialmente en cuanto a la fuerza ética y el humanismo que han transmitido sus luchas y sus trágicas muertes hasta nuestros días.
Después del período de las dictaduras y tras el neoliberalismo de los años 90, se ha establecido una nueva coyuntura política en la región: el radicalismo de las movilizaciones sociales, los debates sobre las alternativas y la elección de gobiernos nacionalistas de izquierda y centro-izquierda confieren una nueva resonancia a las experiencias chilena y cubana. Con una cuestión subyacente: ¿qué lecciones hay que extraer de esos procesos revolucionarios? En la actualidad, igual que en los años 70, la época se caracteriza por las enormes desigualdades sociales, la politización creciente de las clases populares y la oposición a Estados Unidos y a su imperialismo.
Una de las principales diferencias es el contexto mundial. Un ejemplo: en 1970, Allende estaba considerado como un «reformista» por su legalismo parlamentario y su llamada al respeto de la Constitución y el ejército. Durante los 1.000 días de la Unidad Popular, a pesar de todo, nacionalizó la mayor parte de los sectores claves de la economía chilena y expropió, sin indemnización, las grandes multinacionales estadounidenses. ¡En el contexto actual de globalización neoliberal, semejantes medidas económicas, indudablemente, serían reformas radicales!
Habla de las lecciones que hay que extraer…
A veces existe una tendencia a mitificar ese período. Ahora bien, hay que preguntarse qué pasó para que la «vía chilena al socialismo» no funcionase hasta el final y acabase con el golpe de Estado terrorista del general Pinochet y sus secuaces. Por supuesto, Estados Unidos hizo todo lo que pudo para aplastar a la Unidad Popular desde 1970, en el momento de la elección de Allende. Pero también tenemos que retomar y discutir las cuestiones de las relaciones con el ejército durante un proceso de cambio social, el fracaso anunciado de las alianzas con la burguesía «nacional» o la ausencia de transformación del aparato de Estado oligárquico. Actualmente, tanto en Ecuador como en Bolivia o Venezuela, los gobiernos elegidos intentan democratizar las instituciones con elecciones para crear las asambleas constituyentes. Seguramente es necesario ir más allá para transformar el Estado, pero es un primer paso importante.
Una problemática fundamental es la del control democrático sobre los grandes medios de producción y la participación popular en las decisiones políticas. Actualmente, se habla mucho en Venezuela del «poder popular», como fue el caso en Chile: es un aspecto que hay que fortalecer dentro del proceso bolivariano, pero con precisión y más allá de los simples discursos, apoyándose en los consejos comunales, las iniciativas de control por parte de los trabajadores, las cooperativas populares…
Por lo que se refiere al riesgo de un golpe de Estado, en Chile en el 73, como en Venezuela en 2002, se encuentran dos elementos fundamentales, pero a escalas diferentes: la implicación de Estados Unidos y el papel central de los medios de comunicación en la «fabricación de la opinión» al servicio de la oposición. En Venezuela, el golpe de Estado fracasó gracias a una formidable movilización popular que, combinada con las tensiones que existían en el ejército y dentro de las clases dominantes, hizo que el golpe de Estado fallase. En Chile, los golpistas pudieron imponer una represión masiva contra cualquier disidencia, con el apoyo incondicional de la patronal, y tomaron rápidamente control del país.
Precisamente, hablando de los riesgos de desestabilización, ¿se pueden comparar ambos períodos?
Algunos analistas de América Latina creyeron que se podía afirmar que la época de los golpes de Estado pro estadounidenses había pasado. La intentona de abril de 2002 en Venezuela demuestra lo contrario, igual que la actuación de Philip Golberg en Bolivia… ayer como hoy, están presentes los mismos ingredientes de desestabilización de las experiencias democráticas, empezando por el papel de una oligarquía local dispuesta a todo para defender sus privilegios, así como los de los capitalistas internacionales. Eso ahora pasa también por la tentación separatista: está muy claro en Bolivia, en la parte oriental del país, pero también en Ecuador (Guayaquil) e incluso en Venezuela, en el estado de Zulia, dominado por el gobernador de la oposición Manuel Rosales. Más que a un intervencionismo directo, Estados Unidos recurre a lo que los sociólogos denominan «soft power»: un poder de manipulación que pasa por el control de los medios de comunicación, las embajadas (empezando por Golberg en La Paz, experto en la materia, procedente de Kosovo) y algunas ONG supuestamente «cooperantes» (USAID, NED, fundaciones, etc). EEUU, además, tiene un Estado aliado en la región, Colombia, y acaba de reactivar la IV flota, destinada al control marítimo y fluvial de América Latina… y sobre todo de sus reservas naturales (entre ellas el petróleo descubierto recientemente en las costas del Atlántico sur).
Pero actualmente esas pretensiones hegemónicas están muy cuestionadas. En 2005, el proyecto del ALCA, la zona de libre comercio continental pretendida por Clinton y Bush, fracasó gracias a la oposición de los países de la región, incluidos gobiernos muy moderados o «social-liberales» como Brasil y Argentina. Además, Estados Unidos sigue muy movilizado en Oriente Medio, embarrancado en las guerras de Iraq y Afganistán, a la vez que se enfrenta a una enorme crisis económica. Los países latinoamericanos, al contrario, disponen de un margen de maniobra inédito gracias, especialmente, a la subida de los precios de las materias primas. Eso permitió a Argentina decir al FMI que consideraba que había terminado de reembolsar su deuda y a varios países, por iniciativa del gobierno de Chávez, anunciar la creación de un Banco del Sur capaz de competir con el Banco Mundial, o la intención de profundizar en las iniciativas en torno a una posible integración solidaria y cooperativa entre los pueblos, con el ALBA.
Pero sobre todo son las convocatorias para la construcción de alternativas al neoliberalismo y la creación de un «socialismo del siglo XXI» ecologista, feminista e internacionalista, lo que puede devolver la esperanza a las nuevas generaciones. En este sentido, creo que una de las lecciones chilenas es que un gobierno popular debe apoyarse con determinación en todas las experiencias de control por abajo, en el doble poder, en las empresas, los barrios y los servicios públicos, si quiere seguir avanzando. Hoy también se puede recuperar la idea de Marx según la cual cualquier proyecto de emancipación será necesariamente una tarea de las propias clases populares.

* Franck Gaudichaud es profesor de la Universidad Grenoble 3, miembro de la asociación France-Amerique latine (FAL) y miembro del colectivo de Rebelión. Ha dirigido la obra colectiva «Le Volcan latino-américain. Gauches, mouvements sociaux et néoliberalisme» Ed. Textuel, 2008. Ver: www.rebelion.org/autores.php?tipo=5&id=59&inicio=0

Charlotte Bozonnet es redactora de la edición dominical del periódico comunista
francés L’Humanité.

Caty R. pertenece a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y la fuente.

EL SALVATAJE FINANCIERO: LA CLEPTOCRACIA DE EE.UU.


TODO - ¿Donde estarán Milton Fridman, el equino Cavallo, el FMI, el Banco Mundial, y todos los genios de las finanzas y el futuro? ¿Dónde estará Fukuyama y su "fin de la historia"? Error de título: El fin nefasto del CFI (capital financiero internacional)


Michael Hudson - Global Research


Nadie esperaba que el capitalismo industrial terminaría de esta manera. Nadie siquiera llegó a ver que se estaba desarrollando en esta dirección. Me temo que este defecto no sea algo excepcional entre futuristas. La tendencia natural es pensar en cómo pueden crecer y desarrollarse mejor las economías, no cómo sacarlas de una crisis. Pero siempre parece aparecer un camino imprevisto y la sociedad se va por la tangente.
¡Vaya dos semanas!
El martes 7 de septiembre, el Tesoro de EE.UU. tomó la responsabilidad por la exposición hipotecaria de 5,3 billones [5.300.000.000.000] de dólares de Fannie Mae y Freddie Mac, cuyos jefes ya habían sido destituidos por fraude contable.
El lunes 15 de septiembre, quebró Lehman Brothers, cuando posibles compradores de Wall Street no lograron detectar un sentido de realidad en sus libros de finanzas. El miércoles la Reserva Federal aceptó compensar por lo menos 85.000 millones de supuestas ganancias “aseguradas” debidas a tahúres financieros que apuestan a negocios manejados por computadoras en hipotecas basura y cobertura de contraparte comprada a AIG (American International Group, cuyo jefe Maurice Greenberg ya había sido destituido hace algunos años por fraude contable).
Pero el viernes, 19 de septiembre, será el día recordado como un momento crucial en la historia de EE.UU. La Casa Blanca comprometió por lo menos medio billón [500.000.000.000] de dólares más para volver a inflar los precios de bienes raíces en un intento por apoyar el valor de mercado de las hipotecas chatarra – hipotecas otorgadas mucho más allá de la capacidad de los deudores de pagarlas y muy por encima del valor normal de mercado del colateral ofrecido.
Esos miles de millones de dólares fueron dedicados a mantener vivo un sueño – las ficciones contables registradas por compañías que habían entrado a un mundo irreal basado en contabilidad falsa que casi todos en el sector financiero sabían que era fraudulenta. Pero hicieron el juego comprando y vendiendo paquetes de hipotecas chatarra porque era donde estaba el dinero. Como lo describió Charles Prince de Citibank: “Cuando tocan música, hay que levantarse y bailar”. Incluso después del colapso de los mercados, los gerentes de fondos que se mantuvieron limpios fueron culpados de no participar en el juego mientras tenía lugar. Tengo amigos en Wall Street que fueron culpados por no lograr los mismos beneficios que lograban sus homólogos. Y los mayores ingresos se lograban negociando en el mayor activo financiero de la economía – la deuda hipotecaria. Las hipotecas combinadas, poseídas o garantizadas sólo por Fannie y Freddie superaban toda la deuda nacional de EE.UU. – ¡los déficit acumulados del gobierno de EE.UU. desde que la nación ganó la Guerra de la Independencia!
Esto da una idea de la dimensión del plan de salvataje – ¡y cuales son las prioridades del gobierno (o por lo menos de los republicanos)! En lugar de despertar a la economía a la realidad, el gobierno ha arrojado todos recursos para promover el sueño irreal de que las deudas pueden ser pagadas, si no por los propios deudores, entonces por el gobierno, “los contribuyentes” como dice el eufemismo.
De un día al otro, el Tesoro y la Reserva Federal de EE.UU. han cambiado radicalmente el carácter del capitalismo estadounidense. No es nada menos que un golpe de Estado para la clase que Roosevelt llamó “los bánksters.” Lo que ha sucedido en las últimas dos semanas amenaza con cambiar el siglo que comienza – irreversiblemente, si se salen con la suya. Es la transferencia más grande y menos equitativa de riqueza desde los regalos de tierras a los barones de los ferrocarriles durante la era de la Guerra Civil.
Aunque sea así, hay pocas señales de que lo sucedido pueda tan sólo terminar con el parloteo de libre mercado por parte de conocedores de las finanzas que han logrado evitar la supervisión pública nombrando a no-reguladores a las principales agencias reguladoras – creando así el lío que ahora, según el Secretario del Tesoro, Henry Paulson, amenaza los depósitos en los bancos y los puestos de trabajo de todos los estadounidenses. Habla, por supuesto, simplemente de los mayores donantes republicanos a la campaña electoral (y, para ser justo, también de los mayores donantes a los candidatos demócratas en los principales comités financieros).
Una clase cleptocrática se ha apoderado de la economía para reemplazar el capitalismo industrial. El término “bánksters” de Franklin Roosevelt lo dice todo en una palabra. La economía ha sido capturada – por un poder extraño, pero no por los sospechosos habituales. No por el socialismo, ni los trabajadores o el “gran gobierno”, ni por los monopolistas industriales o siquiera por las grandes familias bancarias. Ciertamente no por masones o Iluminados. (Sería maravilloso si hubiera algún grupo que operara con el apoyo de siglos de sabiduría, así alguien tendría por lo menos un plan.) En su lugar, los bánksters han cerrado un pacto con un poder extraño – no con comunistas, rusos, asiáticos o árabes. No son en nada humanos. El marco del grupo es un nuevo tipo de máquina. Podrá sonar como las películas de Terminator, pero las máquinas computarizadas se han ciertamente apoderado del mundo – por lo menos del mundo de la Casa Blanca.
Y así lo hicieron: AIG escribió pólizas para seguros de todo tipo que necesitan la gente y los negocios: seguros de casas y propiedades, seguros de ganado, incluso leasing de aviones. Esos negocios altamente rentables no fueron el problema. (Por lo tanto probablemente no serán vendidos para pagar por las aventuras irresponsables de la compañía.) La caída de AIG provino de los 450.000 millones – casi medio billón – de dólares que le faltaban como resultado de la garantía de seguro de contraparte de fondos de inversión libre. En otras palabras, si dos partes jugaron al juego de suma cero [en el que la ganancia o pérdida de un participante se equilibra con exactitud con las pérdidas o ganancias de los otros] para ver si el dólar subiría o caería contra la libra esterlina o el euro, o si aseguraron una cartera hipotecaria de hipotecas chatarra para asegurar que serían pagadas, pagarían una minúscula comisión a AIG por una póliza prometiendo pagar si, digamos, el mercado hipotecario de 11 billones de dólares de EE.UU. “sufriera traspiés” o si perdedores que colocan billones de dólares en apuestas en derivados en divisas extranjeras, derivados en acciones o bonos, se vieran en la posición en la que se encuentran tantos clientes de Las Vegas, y fueran incapaces de tener el dinero necesario para cubrir sus pérdidas.
AIG cobró miles de millones de dólares por pólizas semejantes. Y gracias a que las compañías de seguros son un paraíso a la Milton Friedman – no reguladas por la Reserva Federal o por cualquier otra agencia a escala nacional, y que por lo tanto pueden gozar de la proverbial “comida gratuita” sin supervisión gubernamental – se escribieron pólizas semejantes usando documentos impresos por computadora, y la compañía cobraba masivos honorarios y comisiones sin invertir mucho capital propio. Es lo que se llama “auto-regulación.” Es como se supone que trabaje la Mano Invisible.
Resultó, inevitablemente, que algunas de las instituciones financieras que hicieron juegos por miles de millones de dólares – usualmente en la forma de juegos de mil millones en unos pocos minutos o algo así, para ser preciso – no pudieron pagar. Esos juegos ocurren todos en microsegundos, pulsando un teclado casi sin interferencia humana. En ese sentido, no es muy diferente de si se hicieran cargo protagonistas de "La invasión de los ladrones de cuerpos". Pero en este caso son como máquinas robóticas, de ahí la analogía que hice antes con los Terminator.
Su repentino ascenso a la dominación es tan imprevisto como una invasión marciana. La analogía más cercana es la invasión de los Harvard Boys y USAID de Rusia y de otras economías post-soviéticas después de la disolución de la Unión Soviética, presionando por regalos de libre mercado para crear cleptocracias nacionales. Debiera haber sido una señal preocupante para los estadounidenses el que esos cleptócratas se hayan convertido en las Fortunas Fundadoras de sus respectivos países. Deberíamos tener presente la observación de Aristóteles de que la democracia es la etapa política que precede directamente a la oligarquía.
Las maquinarias financieras que colocaron los contratos que llevaron a la bancarrota a AIG fueron programadas por gerentes financieros para que actuaran a la velocidad de la luz en la conducción de negocios electrónicos que a menudo duraban sólo unos pocos segundos cada uno, millones de veces al día. Sólo una máquina podía calcular probabilidades matemáticas teniendo en cuenta los culebreos hacia arriba y abajo de las tasas de interés, tipos de cambio y precios de acciones y bonos – y los precios de paquetes de hipotecas. Y estos últimos paquetes tomaron cada vez más la forma de hipotecas chatarra, que pretendían ser deudas pagables, pero en realidad no eran más que artificios vacíos.
Las máquinas empleadas por los fondos de inversión libre en particular han dado un nuevo significado al capitalismo de casino. Fue aplicado durante mucho tiempo a especuladores que jugaban en el mercado bursátil. Significaba hacer apuestas cruzadas, perder algunas y ganar otras – y lograr que el gobierno rescatara a los que no pagaban. El giro imprevisto en el alboroto de las dos últimas semanas es que los ganadores no pueden cobrar sus apuestas a menos que el gobierno pague las deudas que los perdedores no pueden cubrir con su propio dinero.
Se podría pensar que esto requiera un cierto grado de control sobre el gobierno. La actividad probablemente jamás debiera haber sido autorizada. De hecho, nunca fue autorizada, y por ello no fue regulada. Pero parece haber un buen motivo: los inversores en fondos de inversión libre tuvieron que firmar un papel diciendo que eran suficientemente ricos para poderse permitir la pérdida de su dinero en ese juego financiero. No se permitía que participaran inversionistas familiares corrientes. A pesar de las elevadas recompensas que generaban millones de minúsculos negocios, eran considerados demasiado arriesgados para que probaran su suerte los no iniciados carentes de fondos fiduciarios.
Un fondo de inversión libre no gana dinero produciendo bienes y servicios. No adelanta fondos para comprar activos reales o incluso prestar dinero. Toma prestadas inmensas sumas para apalancar su apuesta con un crédito casi gratuito. Sus gerentes no son ingenieros industriales sino matemáticos que programan computadoras para hacer apuestas cruzadas o arbitrajes sobre la forma en la que se puedan mover los tipos de interés, las tasas de cambio, los precios de acciones o bonos – o los precios para los paquetes de hipotecas bancarias.
Los paquetes de préstamos pueden ser sólidos o pueden ser chatarra. No importa. Todo lo que importa es ganar dinero en un mercado en el que la mayor parte de los negocios sólo duran unos pocos segundos. Lo que crea las ganancias es la fibrilación de los precios – la volatilidad.
Este tipo de transacción puede hacer fortunas, pero no es “creación de riqueza” en la forma reconocida por la mayoría de la gente. Antes de la ecuación Black-Scholes
para calcular el valor de una apuesta a todos los caballos, ese tipo de opción de compra o venta era demasiado costosa para producir mucha ganancia para nadie excepto para las agencias de bolsa. Pero la combinación de computadoras poderosas y la “innovación” de crédito casi gratuito y de libre acceso a las mesas de juego financiero han posibilitado frenéticas maniobras de una parte a otra.
¿Por qué entonces ha considerado el Tesoro que era necesario meterse en nada en este cuadro? ¿Por qué debieran ser rescatados esos jugadores, si tenían lo suficiente para perder sin tener que acogerse a la tutela pública para conseguir prestaciones sociales? El comercio en los fondos de inversión libre estaba limitado a los muy acaudalados, a los bancos de inversión y a otros inversionistas institucionales. Pero se convirtió en una de las maneras más fáciles de ganar dinero, prestando fondos con intereses para que la gente pagara sus negocios cruzados conducidos por computadoras. Y casi tan rápido como se ganaba, ese ingreso era pagado en comisiones, salarios, y bonificaciones anuales reminiscentes de la Era Dorada de EE.UU. en los años anteriores a la Primera Guerra Mundial – años antes de que se introdujera el impuesto sobre los ingresos en 1913. Lo notable respecto a todo este dinero era que sus beneficiarios ni siquiera tenían que pagar un impuesto normal sobre los ingresos resultantes. El gobierno les permitió llamarlo “plusvalía,” lo que significaba que el dinero sólo era gravado con una fracción de la tasa con la que se gravaban los ingresos.
La ficción, por supuesto, es que todo ese comercio frenético crea verdadero “capital.” Ciertamente no lo hace en el concepto clásico de capital del Siglo XIX. El término ha sido desacoplado de la producción de bienes y servicios, de la contrata de mano de obra o del financiamiento de la innovación. Es tanto “capital” como el derecho de dirigir una lotería y de cobrar las ganancias sobre las esperanzas de los perdedores. Pero por otro lado, los casinos de Las Vegas y los operados en barcos se han convertido en una importante “industria de crecimiento,” enturbiando el propio lenguaje de capital, crecimiento y riqueza.
Para que se puedan cerrar las mesas de juego y se pague el dinero, hay que rescatar a los perdedores – Fannie Mae, Freddie Mac, A.I.G. y ¿quién sabe lo que vendrá? Es la única manera de solucionar el problema de cómo compañías, que ya han pagado su renta a sus gerentes y accionistas en lugar de colocarla en reservas, van a cobrar sus ganancias a deudores insolventes y compañías de seguro. Esos perdedores también han pagado su renta a sus gerentes financieros y personas de confianza (junto con las usuales contribuciones patrióticas a los candidatos políticos en los comités cruciales a cargo de decidir la estructuración financiera de la nación).
Todo eso tiene que ser orquestado con mucha anticipación. Es necesario comprar políticos y darles una tapadera plausible (o por lo menos un conjunto bien tramado de eufemismos a prueba de sondeos) para explicar a los votantes el motivo preciso por el cual sería de interés público que se realizara el salvataje de los jugadores. Se requiere buena retórica para explicar por qué el gobierno tuvo que permitir que entraran a un casino y que conservaran sus beneficios mientras se utilizan fondos públicos para compensar las pérdidas de sus contrapartes.
Lo que sucedió el 18 y el 19 de septiembre necesitó años de preparación, coronada por una falsa ideología amañada por think-tanks de relaciones públicas para que fuera transmitida bajo condiciones de emergencia para llevar al pánico al Congreso – y a los votantes – justo antes de la elección presidencial. Parece haber sido nuestra sorpresa electoral de septiembre. Bajo condiciones de crisis escenificadas, el presidente Bush y el secretario del Tesoro Paulson llaman ahora al país a unirse en una Guerra contra Propietarios de Casas Incumplidores. Se dice que es la única esperanza de “salvar el sistema.” (¿De qué sistema se trata? No del capitalismo industrial, ni siquiera de la banca tal como la conocemos.) La mayor transformación del sistema financiero de EE.UU. desde la Gran Depresión ha sido comprimida en sólo dos semanas, comenzando con la duplicación de la deuda nacional de EE.UU. el 7 de septiembre con la nacionalización de Fannie Mae y Freddie Mac. (El corrector ortográfico de mi computadora no me permite utilizar el eufemismo “conservatura” que Mr. Paulson aplicó al salvataje de los estafadores de Fannie Mae y Freddie Mac.)
La teoría económica solía explicar que ganancias e intereses fueron un beneficio resultante de un riesgo calculado. Pero actualmente, el nombre del juego es plusvalía y el juego computarizado sobre la dirección en la que van los tipos de interés, las divisas extranjeras y los precios de las acciones – y cuando se hacen malas apuestas, los salvatajes constituyen el beneficio económico resultante de contribuciones a las campañas electorales. Pero no se supone que éste sea el momento adecuado para hablar de cosas semejantes. “Tenemos que actuar ahora para proteger la salud económica de nuestra nación contra un grave riesgo”, entonó el presidente Bush el 19 de septiembre. Lo que quería decir era que la Casa Blanca tenía que sanar al mayor grupo de contribuyentes a la campaña del Partido Republicano – es decir Wall Street – rescatando sus malas jugadas.
“Habrá amplia oportunidad de discutir los orígenes de este problema. Ahora es hora de resolverlo”. En otras palabras, no lo convirtáis en un tema para la elección. “En la historia de nuestra nación ha habido momentos que requieren que nos juntemos más allá de las líneas de partidos para encarar importantes desafíos. Este es uno de esos momentos.” ¡Justo antes de la elección presidencial! Las mismas necedades se oyeron antes, el viernes por la mañana, provenientes del secretario Paulson: “Nuestra salud económica exige que trabajemos juntos por una rápida acción bipartidaria”. Los locutores dijeron que hablaron de quinientos millones de millones de dólares para las maniobras de ese día.
Gran parte de la culpa recae sobre el gobierno de Clinton por haber encabezado el llamado para revocar Glass-Steagall en 1999, permitiendo que los bancos se fusionaran con casinos. O más bien, los casinos han absorbido a los bancos. Es lo que ha hecho peligrar los ahorros de los estadounidenses.
¿Pero significa realmente esto que la única solución sea volver a inflar el mercado de bienes raíces? ¡El plan Paulson-Bernanke es posibilitar que los bancos vendan las casas de cinco millones de deudores de hipotecas enfrentados a la cesación de pagos o a la ejecución hipotecaria durante este año! Los propietarios de casas con “hipotecas reventadas de tasa de interés ajustable” perderán sus casas, pero la Reserva Federal bombeará suficiente crédito a las agencias de préstamos hipotecarios para posibilitar que nuevos compradores se endeuden suficientemente para que las hipotecas chatarra salgan de las manos de los jugadores que hoy las poseen. Es hora de otra burbuja financiera y de bienes raíces para rescatar a los prestamistas de hipotecas chatarra y a los empaquetadores de carteras hipotecarias.
EE.UU. ha entrado en una nueva guerra – una Guerra para Salvar a Negociantes de Derivados Computarizados. Como la guerra de Iraq, se basa en gran parte en ficciones y se inicia bajo condiciones que parecen de emergencia – en las cuales la solución tiene poco que ver con la causa subyacente de los problemas. Por motivos de seguridad financiera el gobierno es el que tiene que arreglar los problemas de los Derivados de Deuda Colateralizada empaquetados (CDOs) que Warren Buffett ha llamado “armas de destrucción financiera masiva.”
Apenas sorprende que este regalo de dinero público sea manejado por el mismo grupo que advirtió al país tan píamente sobre las armas de destrucción masiva en Iraq. El presidente Bush y el Secretario del Tesoro Paul han anunciado píamente que no es hora para desacuerdos partidarios por este giro en la política pública para favorecer a los acreedores en lugar de los deudores. No es hora de convertir este mayor salvataje de la historia electoral en un tema electoral. No es un momento adecuado para discutir si es bueno volver a inflar los precios de la vivienda a un nivel que continúe obligando a los compradores de casas nuevas a endeudarse tanto que tengan que dedicar aproximadamente un 40% de su paga disponible para su vivienda.
¿Se acuerdan de cuando el presidente Bush y Alan Greenspan informaron al pueblo estadounidense que no quedaba dinero para pagar por la Seguridad Social (para no hablar de Medicare) porque en alguna fecha futura (¿una década? ¿20 años? ¿40 años?) el sistema podría llevar a un déficit de lo que ahora parece un trivial billón de dólares repartidos sobre muchos, muchos años. La moral fue que si no podemos encontrar una manera de pagar, más vale enterrar ahora mismo el programa.
Mr. Bush y Greenspan, claro está, tenían una solución útil. El Tesoro entregaría el dinero del seguro médico y de la Seguridad Social a Bear Stearns, Lehman Brothers y sus compinches para que lo invirtieran en la “magia del interés compuesto”.
¿Qué hubiera pasado a la Seguridad Social de EE.UU. si esto se hubiese hecho? Tal vez deberíamos ver los eventos de las últimas dos semanas como la asignación a los tahúres de Wall Street de todo el dinero que ha sido ahorrado desde que la Comisión Greenspan pasó la sobrecarga de impuesto a la retención de los salarios según la Ley de la Contribución Federal al Seguro Social (FICA). No están rescatando a los jubilados, sino a inversionistas de Wall Street que firmaron papeles en los que decían que podían permitirse la pérdida de su dinero. La consigna republicana para noviembre próximo debiera ser “Seguro de juego, no seguro de salud”.
No es lo que se proponía en el tan cacareado “Camino de servidumbre”. Frederick Hayek y sus Chicago Boys insistían en que la servidumbre resultaría de la planificación y de la regulación gubernamental. Ese punto de vista puso cabeza abajo a los clásicos reformadores de la Era Progresista que veían al gobierno como cerebro de la sociedad, su mecanismo conductor para conformar mercados – y liberarlos del ingreso sin jugar un papel necesario en la producción.
La teoría de la democracia se basaba en la suposición de que los votantes actuarían en función de su propio interés. Los reformadores de mercado hicieron una suposición alegre semejante de que los consumidores, los ahorristas y los inversionistas impulsarían el crecimiento económico actuando con pleno conocimiento y entendimiento de la dinámica involucrada. Pero resultó ser que la Mano Invisible era el fraude contable, los préstamos hipotecarias chatarra, el abuso de información privilegiada y que no se relacionaran los crecientes gastos fijos de la deuda con la capacidad de pagar de los deudores – y todo este lío aparentemente legitimado por modelos de mercado computarizado, ahora bendecidos por el Tesoro.

Traducción del inglés para Rebelión por Germán Leyens
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Michael Hudson es ex economista de Wall Street especializado en balanza de pagos y bienes inmobiliarios en el Chase Manhattan Bank (ahora JPMorgan Chase & Co.), Arthur Anderson y después en el Hudson Institute. En 1990 colaboró en el establecimiento del primer fondo soberano de deuda del mundo para Scudder Stevens & Clark. El Dr. Hudson fue asesor económico en jefe de Dennis Kucinich en la reciente campaña primaria presidencial demócrata y ha asesorado a los gobiernos de los EE.UU., Canadá, México y Letonia, así como al Instituto de Naciones Unidas para la Formación y la Investigación. Distinguido profesor investigador en la Universidad de Missouri de la ciudad de Kansas, es autor de numerosos libros, entre ellos Super Imperialism: The Economic Strategy of American Empire.
Michael Hudson es colaborador frecuente de Global Research.
http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=10279