04 marzo 2007

...Pactan contener a Irán

Egipto, Jordania, Arabia Saudí y Emiratos pactan contener a Irán
Los países árabes moderados crearon secretamente un eje estratégico y defensivo para frenar lo que definen como "el peligro iraní y la revolución chií"

En secreto, cuatro países árabes de mayoría suní (Egipto, Jordania, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos) han creado un eje encaminado a frenar lo que consideran amenaza de Irán, país de mayoría chií. El foro se reúne cada dos semanas y cuenta con el respaldo de la Administración Bush y de Israel.
Henrique Cymerman Jerusalén. Corresponsal.- Los países árabes moderados crearon secretamente un eje estratégico y defensivo para frenar lo que definen como "el peligro iraní y la revolución chií". Así lo afirmaron a La Vanguardia destacadas fuentes diplomáticas occidentales que actúan en Oriente Próximo. Se trata de un nuevo eje denominado ya el cuarteto árabe, compuesto por Egipto, Jordania, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos. A estos países de carácter más prooccidental se suman otros estados islámicos tales como Indonesia, que se opone al intento iraní de lograr poder nuclear y que teme el crecimiento chií. Según las mismas fuentes, los asesores para la Seguridad Nacional y los jefes de los servicios de inteligencia de los países del cuarteto árabe han creado un foro permanente que se reúne cada dos semanas, para coordinar sus acciones. La última reunión tuvo lugar el pasado día 20 en Ammán, la capital jordana. Arabia Saudí estuvo representada por el príncipe Bandar ben Sultan, asesor especial para la Seguridad Nacional del régimen saudí. De forma excepcional participaron en el encuentro dos destacados representantes palestinos: el presidente, el moderado Mahmud Abas, y el candidato a asesor de Seguridad Nacional del nuevo Gobierno palestino, Mohamed Dahlan, considerado el enemigo número uno de los islamistas de Hamas. Los contactos de dicho foro tienen lugar con el apoyo de la Administración norteamericana. Israel, por su parte, mantiene contactos regulares con los servicios de inteligencia de algunos de los países participantes. Entre los países de la nueva alianza suní moderada está creciendo el temor al régimen iraní. Se trata además de países que apoyan un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos y defienden una apertura a Occidente. Recientemente el rey jordano Abdalah presentó en entrevistas a medios de comunicación israelíes una iniciativa personal para la realización de negociaciones definitivas entre Israel y la ANP bajo su patrocinio, prometiendo que los países árabes suníes establecerían relaciones diplomáticas con el Estado israelí. Una de las grandes preocupaciones del nuevo eje es el aumento de la influencia de Hamas en Gaza y Cisjordania y la conversión del líder de su comité político, Jaled Mishal, radicado en Damasco, en un destacado dirigente nacional palestino, con posibilidades de convertirse en el futuro presidente. Hasta el 11-S, las entradas de Hamas provenían especialmente de Arabia Saudí. Pero todo cambió tras los atentados de Al Qaeda en Estados Unidos. Ante la falta de recursos, los islamistas palestinos se acercaron a Irán, del que obtuvieron donaciones de decenas de millones de dólares y promesas de cientos de millones. El cuarteto árabe y especialmente Arabia Saudí hacen lo posible para volver a acercar a Hamas, prometiendo también una ayuda económica a la ANP de hasta mil millones de dólares. Ése fue uno de los motivos de la mediación saudí sin precedentes en La Meca, la ciudad más santa del islam, en la que reunieron a Abas y a Masheal, para crear un gobierno de unidad nacional. Fuentes de seguridad israelíes afirmaron a La Vanguardia que los países árabes moderados señalan que existe un nuevo eje en Oriente Próximo, resultado de una alianza entre Irán, Siria y Rusia. En Jerusalén destacan los riesgos de una posible reanudación de la guerra fría entre Estados Unidos y Rusia. Los síntomas: el primero es que Moscú vuelve a Oriente Próximo vía Damasco y Teherán, armando a los países más militantes, contribuyendo a la creación del poder nuclear iraní y oponiéndose al despliegue de misiles norteamericanos en Europa. En Israel continúa el debate entre la inteligencia militar Amán y el Mosad sobre si es posible o no rescatar a Siria de las garras iraníes , reanudando las negociaciones de paz. El Mosad cree que Damasco sólo entiende el idioma de la fuerza y la inteligencia del ejército, en cambio, opina que negociando la paz se podría moderar al régimen de Bashar el Asad. Sea como sea, la clave de esta discusión se encuentra en Washington, que aún no tiene decidida cuál será su actitud ante Damasco. Para entender la preocupación de los sectores árabes moderados ante el avance chií basta visitar muchas casas de Gaza y Cisjordania, en las que, en muchos casos, ya no se ve ni la televisión palestina ni los canales árabes vía satélite tales como Al Yayira. El canal cada vez más popular es Al Manar, la televisión de las milicias chiíes libanesas proiraníes de Hizbulah. En muchos lugares, las fotos de Yasir Arafat y del fundador de Hamas, el jeque Ahmed Yasin, han sido reemplazadas por pósters del líder de Hizbulah, el jeque Hasan Nasrala, y del presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad. Son los nuevos héroes islámicos que plantan cara a Israel y a Estados Unidos y la gran pesadilla de la nueva alianza suní.
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