04 marzo 2007

Argelia descarta base de EEUU

Argelia descarta acoger la base del mando de Estados Unidos para África

LUIS DE VEGA, ENVIADO ESPECIAL. ARGEL.

Estados Unidos no va a tener fácil sus planes de poner en marcha el nuevo mando de su ejército para África anunciado por George W. Bush hace unas semanas y que debería estar listo en 2008. El Gobierno argelino, al que hay que considerar un pilar fundamental en la región, dejó ayer claro que su país en ningún caso será sede del denominado Africom.
«El territorio argelino no se verá afectado por la puesta en marcha del mando africano estadounidense. Para decirlo claro, Argelia nunca aceptará una base militar extranjera en su territorio», afirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Bedjaoui.
Desde hacía semanas se rumoreaba la posibilidad de que Washington estuviera tratando de convencer a Argel para que acogiera la sede de su mando africano, algo a lo que nunca ha sido favorable el país magrebí. La negativa oficial de los argelinos no invalida, sin embargo, la cooperación que mantienen con los estadounidenses en materia de seguridad, como recalcó ayer Bedjaoui.
En su cruzada antiterrorista, EE. UU. quiere plantar cara a la expansión de Al Qaida por el Magreb y el Sahel. Washington ha puesto en marcha la iniciativa Transahara, bajo la que quiere agrupar a nueve países africanos, entre ellos Argelia, a los que asesora militarmente desde hace meses.
Estados Unidos organizó en Dakar, capital de Senegal, a mediados de febrero, un encuentro de alto nivel con los máximos responsables militares de todos estos países. Argelia envió una delegación en la que no iba el jefe de las Fuerzas Armadas, según comentaron a ABC fuentes cercanas al Gobierno.
«Carta por la Paz»
El presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, tiene como proyecto desde su llegada a la jefatura del Estado la «Carta por la Paz y la Reconciliación Nacional», aprobada en 2005, con la que quiere poner fin al sangriento conflicto que ha causado entre 150.000 y 200.000 muertes desde 1992. Como parte de ese proyecto ha puesto en libertad en los últimos meses a más de 2.600 terroristas.
El plan no sólo ha dividido a la población a nivel interno por las consecuencias que puede tener, sino que ha multiplicado la preocupación en Europa y Estados Unidos. «Buteflika puede llegar a ser visto en casa como un redentor, pero desde fuera la amnistía se sigue con preocupación», comenta un diplomático europeo.
De hecho, ayer sábado fue presentado por primera vez ante la Justicia un grupo de antiguos presos puestos en libertad gracias a la amnistía del presidente y que formaban parte de una célula desmantelada en los últimos días, según anunciaron fuentes oficiales.
El desmantelamiento de este grupo, algunos de cuyos miembros permanecen fugados, confirma las sospechas de varios analistas y diplomáticos consultados por ABC con respecto a la posibilidad de que una parte de los perdonados volviera a retomar las actividades terroristas.
Los servicios de inteligencia y de lucha antiterrorista de distintos países como España han sido informados por las autoridades argelinas de la identidad de los presos amnistiados. Esa lista de más de 2.600 personas está siendo analizada y seguida con lupa no sólo porque esos individuos puedan integrarse en grupos terroristas dentro de Argelia, sino porque puedan aprovechar su libertad para dar el salto al extranjero.

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