04 abril 2009

CÓMO SE GESTÓ EL GIRO A LA DERECHA EN ISRAEL



AMNON KAPELIUK 04/04/2009

Cómo es posible que la derecha siga ganando terreno en Israel, en detrimento de la izquierda? ¿Cómo se ha logrado formar la coalición gubernamental del trío Netanyahu-Barak-Lieberman? En las elecciones legislativas de febrero, el partido Kadima (de centro derecha), presidido por Tzipi Livni, obtuvo los mejores resultados, con 28 diputados. A primera vista, el presidente Simón Peres debía confiarle a ella la tarea de formar gobierno. Sin embargo, al contar los resultados de Kadima y Likud (derecha nacionalista y anexionista), que sacó 27 diputados, se dio cuenta de que Livni contaba con el apoyo de menos de la mitad de los 120 escaños de la nueva Knesset.
Peres, pese a haber sido miembro de Kadima hasta que ocupó la presidencia, no tuvo más remedio que pedirle a Benjamín Netanyahu, Bibi, del Likud, que formara la coalición que iba a dirigir el país. En poco tiempo, el candidato reunió a su alrededor a varios partidos, cada uno más extremista que el otro y, entre ellos, alguno de tendencias fascistoides. Israel no ha visto jamás una coalición nacional-fanática como ésta. La derecha es feliz... y con razón.
Antes de estos comicios, el jefe del partido de habla rusa Yisrael Beiteinu, Avigdor Lieberman -nuevo ministro de Exteriores-, llevó a cabo una campaña racista contra los árabes y envió al presidente Mubarak "al infierno". Todos recuerdan que hace algún tiempo amenazó con bombardear la presa de Asuán. En su opinión, los diputados árabes de la Knesset son una quinta columna, unos traidores. En un Estado de derecho, Lieberman estaría ante un juez, pero en Israel gana terreno todos los días y, gracias a los votos de las capas populares rusas, su partido se ha convertido en el tercero en orden de importancia dentro de la Knesset.
Ya antes de que se formara la coalición de Netanyahu se alzaron voces descontentas en todas partes, sobre todo en Estados Unidos y Europa -para no hablar del mundo árabe-, contra la participación de Lieberman en el nuevo Gobierno israelí. Bibi comprendió enseguida que no podía ir muy lejos con un equipo tan belicista y favorable al apartheid, en el que Lieberman tuviera un papel fundamental con sus 15 diputados, porque se vería aislado en el ámbito internacional. De modo que reanudó los contactos con Livni para hacerle un hueco en su coalición y mejorar así su imagen empañada y repulsiva en el extranjero.
Para ser francos, Livni no es una paloma, ni mucho menos. Como ministra de Exteriores formaba parte del trío -junto con Ehud Olmert, primer ministro, y Ehud Barak, ministro de Defensa-, que dirigió la guerra contra Gaza, una terrible operación militar que se caracterizó, según las declaraciones de soldados reveladas por Haaretz el 19 de marzo, por los disparos de francotiradores contra mujeres y niños -1.400 muertos-, los bombardeos a ciegas y una sed de destrucción sin límites. No obstante, como mujer de principios, del Likud y el Gran Israel en el pasado, Livni era partidaria del concepto de dos Estados para los dos pueblos: el israelí y el palestino. Se dio cuenta de que Bibi siempre ha rechazado esta solución y le dijo adiós.
Entonces, el responsable del Likud se dirigió al jefe del Partido Laborista, el general Ehud Barak, para que se uniera a su Gobierno. El cálculo de Netanyahu es evidente: limpiar la imagen de extrema derecha de su Gobierno. Para Barak, que se ha hecho millonario, pasar a la oposición significaba la muerte política tras haber arrastrado a los laboristas a una inmensa derrota en las legislativas (13 diputados en total). Por eso entabló conversaciones secretas con Bibi. Netanyahu le prometió que sería generoso con carteras y cargos, y Barak hizo concesiones ideológicas: no exigió que se incluyera en la plataforma gubernamental la cuestión de los dos Estados. En ese aspecto, Barak está personalmente de acuerdo con Bibi y en contra de su propio partido. Incluso llegó a utilizar una frase repugnante: "La cultura árabe se basa en la mentira". Ahora el Haaretz del 30 de marzo resume: "Bibi, Lieberman, Landau y Barak no son la unión nacional, son la extrema derecha".
El primer objetivo de Netanyahu en el terreno internacional consiste en mejorar su imagen en la Casa Blanca. Bush se ha ido y el nuevo presidente no es, ni mucho menos, un incondicional de Israel como el anterior. Obama no deja de subrayar que la política de su Administración para lograr la paz en Oriente Próximo se basa en la existencia de dos Estados para los dos pueblos. No es de prever un giro total respecto a Israel, pero es más que probable que haya un cambio de actitud.
Tres días después de la victoria de la extrema derecha en las elecciones legislativas, Alon Liel, ex director general del Ministerio de Asuntos Exteriores y ex embajador en Suráfrica en la época del apartheid, escribió un artículo en Maariv (en el suplemento de Jerusalén), titulado Así se construye el 'apartheid'. Lo dirigía a los anexionistas israelíes, entre ellos Netanyahu, y decía: "Los constructores de Suráfrica no pidieron permiso y construyeron a voluntad casas, carreteras, puentes y minas. Pero los negros a su alrededor exigieron que se respetaran sus legítimos derechos. El final es conocido: los negros son dueños de Suráfrica desde hace 15 años y los blancos son, en el mejor de los casos, subarrendatarios".

Amnon Kapeliuk es periodista y escritor israelí. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

MAL AUGURIO EN ISRAEL

EDITORIAL de EL PAÍS

Nada sugiere que el Gobierno de Netanyahu vaya a contribuir a la paz
Los primeros signos del flamante y dificultoso Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu -probablemente el más crudamente derechista de que se tenga noticia, pese al barniz de sus ministros laboristas- son especialmente sombríos para la causa de la paz entre judíos y palestinos.
Si Netanyahu, pese a sus promesas de negociar, no ha manifestado el menor interés en un Estado palestino, su ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, personaje abiertamente racista, ha ido mucho más allá al descartar que el nuevo Gabinete se sienta vinculado por los acuerdos de Annapolis, de 2007, auspiciados por Washington, considerados piedra angular de cualquier plan de paz. Annapolis -una iniciativa diplomática de Bush- no es el marco favorito de Barack Obama, pero la Casa Blanca ha reaccionado inmediatamente señalando que aquella premisa debe seguir en pie. Obama, hasta ahora deliberadamente ambiguo sobre uno de los mayores retos de su mandato, va a tener que emplearse a fondo para impulsar un proceso negociador que haga compatible su promesa de cooperación con Netanyahu -y la inveterada alianza de EE UU con Israel- con la realidad de un Gobierno que parte de posiciones inadmisiblemente beligerantes, aunque de momento sean sólo verbales.
El primer ministro israelí no empieza con buen pie. La sangrienta operación de Gaza, emprendida por su antecesor Olmert para intentar liquidar el control por Hamás de la franja antes del relevo, no sólo no ha conseguido sus objetivos, sino que los radicales islamistas se ven reforzados por la investigación decidida por la ONU -ayer fue designado para encabezarla el juez Richard Goldstone, ex fiscal para la antigua Yugoslavia- sobre supuestos crímenes de guerra israelíes durante su asalto en enero. También ayer, el ultranacionalista Lieberman era de nuevo interrogado por la policía sobre un escándalo de sobornos que viene de atrás. La sombra de la corrupción planea otra vez al más alto nivel en Israel.
Cabe preguntarse qué pinta en un Gobierno así el partido laborista. Incluso asumiendo que la formación de Ehud Barak está al borde de la liquidación por sus escasos votos y sus pugnas internas, el apoyo socialdemócrata a Netanyahu es un equívoco de gran envergadura. Por sí mismo delata hasta qué punto es imprescindible la reforma a fondo del fragmentado e ineficaz sistema político israelí.

LIEBERMAN, INTERROGADO POR COHECHO Y LAVADO DE DINERO




ABC | JERUSALÉN

Hay llegadas al poder ruidosas, y luego la que está protagonizando Avigdor Lieberman. El nuevo ministro de Exteriores israelí ha vuelto a eclipsar hoy al recién estrenado Gobierno de Benjamín Netanyahu al conocerse que, en su segunda jornada al frente de la Cancillería, pasó siete horas y media siendo interrogado por la policía como sospechoso de corrupción.
La noticia del interrogatorio se difundía mientras se multiplicaban las reacciones en contra de su penúltima “bomba” diplomática: unas declaraciones realizadas al diario Haaretz de Tel Aviv, en las que descarta cualquier retirada israelí de los Altos del Golán ocupados a Siria en 1967, y que se sumaban a su rechazo expresado un día antes al vigente proceso de paz con los palestinos. Nadie da más en 48 horas.
La investigación criminal por presuntos delitos de soborno, fraude, abuso de confianza, lavado de dinero y falsificación de documentos públicos a los que se enfrenta Avigdor Lieberman se remonta al periodo comprendido entre 1999 y 2006, años en los que se sospecha que el hoy ministro recibió “sumas muy importantes del extranjero” para financiar sus campañas electorales como lider del ultra nacionalista Yisrael Beitenu.
Una organización israelí, el llamado “Movimiento por la Calidad del Gobierno”, tomó la iniciativa de reclamar ante los tribunales la depuración de responsabilidades, petición que sería ampliada recientemente, cuando el colectivo exigió la cancelación del acuerdo de Gobierno que ha llevado a Lieberman al Ejecutivo. En el marco de esta causa se celebraba ayer el interrogatorio, cuya fecha había sido acordada de antemano, y en el que el ministro, -que siempre ha negado las alegaciones tachándolas de una “conspiración” persecutoria-, “respondió a todas las preguntas” con colaboración, según fuentes cercanas.
De ser Lieberman procesado, rumores salidos de las altas esferas del Likud aseguran que Benjamín Netanyahu habría resuelto ya poner la cartera de Exteriores en manos de su compañero de filas Silvan Shalom, lo que ha desatado en el partido Yisrael Beitenu la amenaza de abandonar la coalición. Su salida supondría la práctica defunción del Ejecutivo.
En una coincidencia que hace temer por una escalada de hostilidades, al menos retóricas, las declaraciones de Lieberman sobre la no retirada del Golán se cruzaban ayer con otras del presidente sirio, Bashar al Assad, que en el rotativo qatarí “A-Sharq” advertía el jueves que Damasco recuperará los altos “por la paz o la guerra”. “Este enemigo no quiere la paz, ¿cual es la alternativa?, -se preguntaba-, la ruta paralela de la resistencia”. ■

02 abril 2009

El juez investiga un bombardeo contra Gaza de 2002 que acabó con la vida de 14 civiles

La Fiscalía pide a Andreu que archive la causa contra Israel

El juez investiga un bombardeo contra Gaza de 2002 que acabó con la vida de 14 civiles

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido hoy el archivo provisional de la investigación que sigue el juez Fernando Andreu sobre el ataque israelí en la franja de Gaza del 22 de julio de 2002, ya que de la documentación facilitada por Israel se desprende que aún se están investigando estos hechos. El pasado mes de enero, el juez Andreu admitió a trámite la querella interpuesta por el Centro Palestino para los Derechos Humanos (PCHR, por sus siglas en inglés) por estos hechos, y un mes después decidió seguir investigando porque de la documentación mencionada entendía que en Israel no había habido una investigación judicial.
Andreu, tras analizar la documentación aportada por Israel, consideró entonces que no existía ninguna investigación criminal abierta en ese país. No obstante y según la información aportada por Israel, una comisión estatal investiga el llamado caso Shehadeh una vez que el Tribunal Supremo, que reconoció un "error de cálculo", echó por tierra varios intentos de procesar el ataque.

El bombardeo tenía como objetivo acabar con la vida del dirigente de Hamás Salah Shehadeh. Para ello se utilizó un caza F-16 del Ejército israelí que lanzó una bomba de una tonelada sobre su vivienda en el barrio de Al Daraj de la ciudad de Gaza, una de las zonas residenciales más densamente poblados de la ciudad. El proyectil causó 15 víctimas mortales y 150 heridos. Su explosión alcanzó de lleno a la familia cuyos siete miembros fallecieron.

La querella de PCHR señala como responsables del ataque al entonces ministro de Defensa, Ben-Eliezer, al jefe de la fuerza aérea, Dan Halutz, al general del mando sur del Ejército, Doron Almog, al asesor de seguridad Giora Eiland, al secretario militar del ministro, Michael Hertzog, al jefe de Estado Mayor, Moshe Ya'Alon, y Abraham Dichter, director del Servicio General de Seguridad.

Según han informado fuentes fiscales, es conveniente el archivo de esta investigación porque, si se llevara a cabo, "España se convertiría en una tercera instancia".

EL NUEVO MINISTRO DE EXTERIORES ISRAELÍ ENTIERRA EL ÚLTIMO ACUERDO DE PAZ

TODO: LA PREPOTENCIA DEL MAFIOSO LIBERMAN YA ESTÁ PLASMADA EN SU PRIMER DISCURSO COMO MINISTRO. TODOS LOS ISRAELÍES QUE APOYARON LA MASACRE EN GAZA (Y COLABORARON EN EL ASCENSO DEL NAZIFASCISTA LIBERMAN AL GOBIERNO), ¿ESTAN DE ACUERDO CON EL GOBIERNO DE 30 MINISTROS QUE CONDUCE AL ESTE PAÍS AL AISLAMIENTO Y A LA GUERRA? "QUIEN SIEMBRA VIENTOS CRIMINALES COSECHA MINISTROS Y GOBIERNOS DE ASESINOS".

Lieberman niega validez al pacto de Annapolis para crear un Estado palestino

JUAN MIGUEL MUÑOZ - Jerusalén - 02/04/2009

Sin freno y sin medias tintas. No sorprendió ayer en su toma de posesión Avigdor Lieberman, nuevo ministro de Exteriores israelí. Se cargó de un plumazo la conferencia de Annapolis, impulsada en noviembre de 2007 por el entonces presidente estadounidense George W. Bush y que apremiaba a la creación de un Estado palestino. Rechazó toda concesión política y territorial, y advirtió: "Quienes piensan que mediante concesiones se ganarán el respeto y lograrán la paz, están equivocados... Aquellos que quieran la paz deben prepararse para la guerra y ser fuertes". Las palabras de Lieberman suponen una declaración de intenciones, un vuelco absoluto al discurso diplomático del extinto Gobierno de Ehud Olmert y un desafío a la Administración estadounidense de Barack Obama.
El primer ministro Olmert ha sido el más belicoso en el último cuarto de siglo. Dos guerras (Líbano en 2006 y Gaza el invierno pasado); el bombardeo de una instalación militar, supuestamente nuclear, en Siria en 2007, y el ataque aéreo contra un cargamento de armas en Sudán en enero de este año jalonaron su mandato de tres años. Tampoco llevó a cabo concesión alguna a sus contrapartes árabes, pero abonó los canales diplomáticos.
"Hay un documento que nos obliga, y ése no es el de la conferencia de Annapolis. No tiene validez. El Gobierno israelí nunca ratificó Annapolis ni lo hizo la Kneset", afirmó el ultra Lieberman. En su opinión, el documento suscrito por Olmert y su jefa de la diplomacia, Tzipi Livni, es papel mojado, aunque otorga vigencia a la Hoja de Ruta, que supedita la fundación del Estado palestino al fin de la violencia y que también exige el fin de la expansión de las colonias judías en Cisjordania.
Habrá que dar tiempo porque la Casa Blanca tendrá algo que decir. Pero las vaguedades expresadas la víspera por Benjamín Netanyahu en la Kneset dejan claros sus propósitos respecto a los palestinos: nada de concesiones territoriales. Del mismo modo que Hamás no reconoce la legitimidad del Estado sionista, los estatutos del Likud tampoco admiten la existencia de un Estado palestino. Y Netanyahu no esconde su primera misión respecto a Cisjordania y Gaza: derribar el Gobierno de Hamás en la franja. La guerra desatada el 27 de diciembre concluyó, en su opinión, demasiado pronto, sin lograr ese objetivo.
"Le digo al liderazgo palestino que si realmente quiere la paz, podemos conseguirla", apuntó Netanyahu. Los diputados árabes y los de Meretz (izquierda israelí) le abuchearon. Sus términos para la paz también indignan a la moderada Autoridad Palestina: se trata de fomentar el progreso económico en Cisjordania. Más tarde habrá que garantizar la seguridad de Israel. Después, ya se verá. Pero ni hablar de un Estado palestino. El presidente, Mahmud Abbas, declaró ayer: "Lieberman no cree en la paz. No podemos negociar con él. El mundo debería presionarle".
A pesar de que Netanyahu buscó con ahínco que Kadima, presidido por Livni, se sumara a la coalición, la negativa del primer ministro y líder del Likud a pronunciar las palabras Estado palestino frustró el intento y Netanyahu optó por el extremismo de varios de sus socios.
Obama será clave. Washington ha esperado a que se forme el nuevo Gobierno israelí, pero el mediador -George Mitchell- ya fue designado y la maquinaria diplomática está lista. Resta por ver si todo quedará en simples roces sobre la ampliación de colonias en Cisjordania o el derribo de casas en Jerusalén Este o si el mandatario estadounidense se empeñará en doblegar la intransigencia de Bibi Netanyahu y su Ejecutivo.

31 marzo 2009

CRIMINALES DE GUERRA; LE TOCA EL TURNO A LOS MILITARES ISRAELÍES




Entrada a los juzgados militares de Rose Barracks, en Vilseck (Alemania). | AFP
AFP | elmundo.es | Vilseck (Alemania)

UN SARGENTO DE EEUU, CONDENADO POR LA MUERTE DE CUATRO IRAQUÍES EN 2006


El sargento estadounidense Joseph P. Mayo ha sido condenado por un tribunal militar reunido en la base de Vilsek a un máximo de 35 años de cárcel por su implicación en la muerte, en 2007, de cuatro ciudadanos iraquíes apresados por las tropas norteamericanas en Bagdad. Las víctimas fueron atadas, vendadas, tiroteadas y arrojadas a un canal.
Mayo, de 27 años, deberá pasar un mínimo de 10 años en prisión antes de tener derecho a una reducción de pena.
Otro sargento, Michael Leahy Jr., fue condenado en febrero a cadena perpetua —cno posibilidad de revisión de condena— por los mismos hechos, mientras que un tercer soldado del mismo rango, John Hatley, será juzgado a partir del 13 de abril en la misma causa.
Además, dos soldados, Steven Ribordy, de 26 años, y Belmor Ramos, de 24, fueron condenados en otoño pasado por su participación indirecta en los asesinatos a siete y ocho meses de cárcel, a cambio de declarar contra sus compañeros de rango superior. Otros dos soldados fueron puestos en libertad sin cargos.
Mayo habría sido condenado a cadena perpetua de no haberse confesado su responsabilidad en la muerte de uno de los cuatro cuatro presos asesinados.
El oficial confesó ante el tribunal que lo juzgó, en el destacamento del Ejército de EEUU de Rose Barracks, en Vilseck (Bavaria, Alemania) que él fue uno de los tres militares de la Compañía A, del Primer Batallón del 18º Regimiento de Infantería, que asesinaron de un tiro en la cabeza a los cuatro prisioneros maniatados antes de tirarlos a un canal de la capital iraquí.

ISRAEL MARZO 2009: EL FASCISMO AL PODER

Netanyahu forma un gobierno «puzle» con una treintena de ministerios

LAURA L. CARO | JERUSALÉN

Martes, 31-03-09

Más hinchado, más hedonista y más peligrosamente derrochador de lo que fueron en su día Ariel Sharon o Ehud Barak, Benjamin Netanyahu será primer ministro de Israel al frente de un Gobierno de 30 ministros y 7 viceministros que, según el diario «Yedioth Ahronoth», tomará posesión a las cinco de la tarde de hoy. El Parlamento ha tenido que encargar ya una nueva mesa para dar cabida a las reuniones de este gabinete, que el viejo halcón del Likud ultimaba ayer ajeno a las críticas de la opinión pública, y pendiente sólo de cumplir las múltiples promesas que ha ido realizando para garantizarse esta investidura con la que, casi diez años después, verá satisfecha su ambición: volver a dirigir los designios de Israel.
Benjamin Netanyahu ocupaba la jornada de ayer en notificar el reparto de carteras a los elegidos dentro de su formación, donde el malestar se ha disparado al constatar la generosidad con la que «Bibi» ha tratado a sus socios de coalición, en contraste con las discretas competencias que ha reservado para los suyos. Aparte del Ministerio de Finanzas, -que al parecer gestionará el propio Netanyahu para controlar y premiar lealtades-, y los de Justicia o Educación, el Likud se quedará en este Gobierno con poco más que Transportes, Comunicación y Cultura y Deportes. Las inacabables hipotecas del designado primer ministro parecían, hasta ayer, no dar oportunidad siquiera para colocar en puestos de relumbrón a los tres rutilantes colegas cuyas fotos acompañaron a Netanyahu en su cartel electoral: Benny Begin, Dan Meridor y Bogey Yaalon, ex jefe del Estado Mayor, al igual que otro eterno apoyo, el general Yossi Peled.
Para los analistas, los recelos internos en su partido serán el primer dolor de cabeza de Netanyahu, que ha pagado el precio del poder concediendo Exteriores a su principal socio, Avigdor Lieberman, jefe del Yisrael Beitenu; Interior al líder del ultraortodoxo Eli Yishai, -líder del Shas que se queda también con Vivienda-, y la responsabilidad de Defensa a Ehud Barak, que finalmente no ha dudado en partir su propia formación laborista con tal de mantenerse en el Gobierno.
Pólvora para la oposición
La chequera y arriesgados arreglos políticos han servido para cuajar esta incierta coalición de partidos aparentemente incompatibles, en la que Lieberman, Yishai y Barak serán también vicepresidentes, y que padecerá el estigma de la inestabilidad. Enfrente, el Kadima de Tzipi Livni se ocupará de propiciar cuanto antes la voladura de tan forzada alianza. Sus diputados ya anunciaron ayer la presentación de una propuesta en el Parlamento para limitar gobiernos tan excesivos en su número como el que Netanyahu ha cuajado para pagar favores.
Las preocupaciones domésticas no serán las únicas. Antes de la toma de posesión, y con la vista puesta en el ultranacionalista Lieberman, la UE ya ha advertido al primer ministro «in pectore» de que las relaciones mutuas serán difíciles si Netanyahu sigue sin reconocer la solución de dos Estados y no congela los asentamientos.

LOS AYATOLLAS DE IRÁN FRENTE A LOS AYATOLLAS DE ISRAEL


TODO: De como Israel se convierte en un país nazifascista, en una suerte de 4º Reich; de como el medio Oriente se transforma en un polvorín...

Ardor religioso en el Ejército israelí

Colonos y ultraortodoxos se hacen fuertes en las Fuerzas Armadas debido a su celo patriótico y al creciente número de jóvenes que eluden la llamada a filas

JUAN MIGUEL MUÑOZ - Jerusalén - 31/03/2009

Eran un centenar de soldados. Abandonaron la sala en el instante en que una joven colega de armas se aupó al escenario. La Halaja, ley judía, prohíbe escuchar el canto de una mujer. Sucedió a comienzos de marzo. La próxima semana se inaugura en una base militar del desierto del Negev un hotel para oficiales casados, sus familias creyentes y rabinos. La penetración de la extrema derecha religiosa (alimento de los colonos, que consideran Cisjordania y Gaza tierra otorgada por Dios a los judíos) y la influencia de los rabinos sionistas en el Ejército israelí son imparables. Imbuidos de una ideología mesiánica se hacen fuertes al compás de la creciente evasión al llamamiento a filas y de la necesidad de reclutar jóvenes motivados.

En un desalojo en Hebrón, 12 de los 40 uniformados se negaron a obedecer
Las cifras sobre la composición de las tropas son secretas


Es una tendencia que tendrá consecuencias en el hipotético supuesto de que se alcanzara un acuerdo de paz con los palestinos. ¿Quién evacuaría a los colonos de Cisjordania? Ya han surgido brotes de desobediencia. En un desalojo en Hebrón, en agosto de 2007, 12 de los 40 uniformados que debían tomar parte se negaron a cumplir órdenes. En la evacuación de colonos de una casa en esa ciudad, en diciembre, fue la policía de fronteras quien se encargó de la operación.
Los laicos ashkenazis -judíos procedentes de Europa- formaron la espina dorsal del Tsahal durante 30 años. Apenas se veían kipás en las coronillas de los uniformados. Pero el Estado fundado sobre bases socialistas dejó paso al liberalismo, y el cambio en el Ejército se acomodó a la transformación social.

Colisión de jerarquías

Ni siquiera los especialistas pueden aportar cifras precisas sobre la composición del Ejército. Son datos secretos. Pero sólo hay que observar cualquier grupo de soldados que pululan por las calles para comprobar que los creyentes abundan. En las unidades de combate, con presencia permanente en la Cisjordania ocupada, son cada día más potentes.
Yagil Levy, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Abierta de Israel, asegura: "Al menos el 10% de los soldados de estas unidades proceden de las mechinot [academias militares con un 50% de graduados creyentes] y las hesder yeshivas [las 45 escuelas que combinan los estudios talmúdicos con el servicio militar]". "Hay muchos más religiosos aparte de ese 10%, pero éstos son los más organizados, y mantienen vínculos con los rabinos que han puesto sus pies en el Ejército, lo que fomenta una colisión entre la jerarquía religiosa y la militar".
"Hubo planes", agrega, "para dispersarlos, pero los rabinos se opusieron. Amenazaron con convertir a estos soldados en ultraortodoxos", un sector exento del servicio si demuestra que estudia en una escuela religiosa, aunque también existen unidades especiales para ellos.
Por primera vez el rabino jefe del Ejército, Avichai Rontzki, es un colono. "El Ejército", añade Levy, "nunca bloqueó a los religiosos, pero hasta los años ochenta, los rabinos creían que en las unidades de combate, que pueden pasar tres semanas en Cisjordania o en el Golán, los jóvenes creyentes se podían ver expuestos a experiencias seculares. Ésta no era la atmósfera adecuada para un observante". Hoy es diferente.
Antes de la guerra de Yom Kipur, en 1973, la evacuación de los territorios ocupados no estaba en la agenda. Ahora tienen una misión ideológica: proteger Eretz Israel (Israel, Cisjordania y Gaza). En Cisjordania, los colonos forman las unidades de reservistas que protegen los asentamientos, y son buen número entre los soldados regulares de la brigada Kfir, desplegada en ese territorio. La distinción entre colonos y militares se difumina. Son, en gran medida, los encargados de las continuas redadas en Cisjordania, acompañadas a menudo de violencia gratuita contra los palestinos. Pero resultan imprescindibles, dado el creciente escaqueo de los jóvenes de clase media-alta, que ha crecido ya hasta el 5%: alegan enfermedades psicológicas.
"El Estado Mayor no hace casi nada. Cada vez se pueden ver más y más comandantes de batallón y de brigada que son religiosos", afirma el profesor. Motivación es la palabra clave. "El jefe del Estado Mayor, Gaby Ashkenazi, entiende muy bien que sin la gran motivación de los soldados religiosos, podemos cerrar la tienda", explica Levy.
Desde el Gobierno, el bombardeo sobre los peligros que se ciernen sobre Israel es cotidiano. Analistas y ex políticos discrepan. "La gente", afirma Levy, "se siente más segura, la sensación de amenaza se hunde y la necesidad de sacrificio decae. Estos procesos provocan un descenso en la motivación, y al mismo tiempo hay más motivación entre otros grupos: beduinos y drusos, ultraortodoxos y mujeres, que tienen más opciones de ingresar en unidades de combate. No es que el Ejército se haya vuelto más liberal, es que en los años noventa se dieron cuenta de que las necesitaban". Pero nadie gana en celo patriótico a los colonos en uniforme.

Los rabinos descienden al campo de batalla

Nunca había ocurrido hasta la guerra de Gaza. Los rabinos acompañaron a los soldados en el campo de batalla. Difundieron panfletos en los que se animaba a "no tener piedad con el enemigo". "Estamos siendo muy violentos", advirtieron mandos castrenses en plena operación. Los jefes religiosos se dirigían primordialmente a los militares laicos. "Querían difundir la idea de que se trataba de una misión religiosa. Normalmente, una operación militar es un acto racional. Ellos quieren teologizarla", sostiene el experto Yagil Levy.
La enorme potencia de fuego desatada en la franja por el Ejército israelí -"se empleó una política muy liberal, muy flexible a la hora de emplear la fuerza. No siempre el término liberal es positivo", sonríe el profesor- respondió también a otros factores.
En primer lugar, el Gobierno estaba muy preocupado por las bajas tras la segunda guerra de Líbano. "Si se producen muchas bajas entre los soldados, la campaña se termina", asegura Levy. A diferencia de la contienda de 2006, todo se planeó al detalle.
Incluso el momento de lanzar la guerra, cuando en los países occidentales se disfrutaban las vacaciones de Navidad. Y más importante: se buscó que la campaña militar gozara de gran legitimidad entre la población israelí. "Nunca", explica Levy, "ha sido tan documentado y expuesto en los medios el sufrimiento de los israelíes atacados por los árabes como fueron los lanzamientos de cohetes contra Sderot y las comunidades vecinas. Cuando había atentados terroristas se intentaba proyectar la imagen de que todo volvía a la normalidad rápidamente. En Sderot ha sido al contrario. Se ha mostrado el sufrimiento continuo, y eso unido a los sentimientos nacionalistas, a los postulados de los rabinos y a la convicción de que la misión era legítima, generó esa agresividad".

STALIN EN ESPAÑA



STALIN EN ESPAÑA

ANTONIO ELORZA 31/03/2009

Si cada muerte individual es una tragedia, la muerte de un millón de personas es una estadística". Esta frase atribuida a Stalin, que recoge Martín Amis, refleja muy bien la doble cara del estalinismo. De un lado su dimensión monstruosa, de política que para alcanzar sus fines recurre de modo sistemático a la destrucción de los hombres; de otro, su componente de racionalidad, en el sentido que aborda los grandes problemas buscando en todo momento aplicar el criterio de elección racional.
El gran error fue su previsión de que Hitler no iba a atacarle, posiblemente porque en la partida que ambos jugaban, sobreestimó la capacidad intelectual de su oponente y no creyó que iba a cometer aquel tremendo error de precipitarse con una invasión a pocos meses del invierno. Además, tanto a Hitler como a Stalin, por atención a la guerra en curso en el primer caso y por falta de preparación suficiente en el segundo, les convenía aplazar el enfrentamiento.

Claro que la vocación punitiva de sesgo paranoide también afectaba a esa búsqueda de racionalidad y al volumen de recursos disponibles para su política expansiva: ejemplo, la purga de Tujashevski y de buena parte de los mandos militares, una mutilación del potencial ofensivo cuyo coste pudo ya estimarse con ocasión de la penosa victoria sobre Finlandia. Y aspecto que jugará un papel no desdeñable en la guerra de España, coincidente en el tiempo con los grandes procesos de 1936-1938.
Por lo demás, el planteamiento de Stalin fue desde 1933 a 1938 impecable, teniendo en cuenta que, a diferencia de Lenin, el georgiano se dio perfecta cuenta de lo que las instituciones representativas suponían para los trabajadores de Europa occidental. Eran algo a tener en cuenta, no podía reproducirse sin más la vía soviética al socialismo, lo cual era bien distinto de asumir la democracia como fin en sí mismo. A partir de 1935, en el tiempo de la guerra española, la aplicación del viraje representado por el VII Congreso de la Internacional Comunista, el del antifascismo y los frentes populares, se ajusta a esa camisa de fuerza. Por otra parte, Stalin mueve sus fichas pensando que la guerra es inevitable y tanto él como sus colaboradores (Litvinov) están dispuestos a que en cada jugada no haya el menor menoscabo para los intereses de una "patria del socialismo" necesitada de anclaje en la escena internacional (de ahí que suscriban el Pacto de No Intervención al consolidarse la sublevación militar en España).
En la primavera del 36, en plena efervescencia popular, los comunistas españoles se encontraban bajo la férrea dirección del italoargentino Victorio Codovilla, comprometido luego en el asesinato de Trotski en México yencantado con la idea de una próxima revolución española. Sólo que a partir de la entrada de las tropas de Hitler en Renania, mes de marzo, y a la vista de la inestabilidad reinante, no era ya tiempo para Moscú de revolución en España, sino de prevenir el golpe de la reacción. Por eso al llegar éste, la respuesta firmada por Dimitrov es inmediata, frente a las manifestaciones de entusiasmo de Codovilla por un aplastamiento supuestamente inmediato de la rebelión: "Lo más importante es el mantenimiento y reforzamiento del Frente Popular. Hay que actuar exclusivamente bajo la bandera de la defensa de la República que permite reunir la mayoría aplastante del pueblo español frente a la contrarrevolución".
La defensa de la república democrática se convierte en la consigna central de la Komintern y del PCE, por contraste con los planteamientos izquierdistas del POUM de Andrés Nin y con la revolución colectivista de la CNT, lo cual no significa que los comunistas dejen de participar en el proceso revolucionario, tanto en sus aspectos positivos como en la práctica de la represión (checas).
Stalin acepta que la URSS suscriba la No Intervención, pero con toda cautela decide apoyar a la República al constatar en agosto del 36 el deterioro de la situación militar. El programa de recepción al embajador de la República, Marcelino Pascua, será una muestra inmejorable de ese apoyo cauteloso. Desde su veraneo en el Mar Negro, dos notas de Stalin a su fiel Kaganovich lo expresan de modo inequívoco, primero en cuanto a abastecimientos ("vender petróleo a los españoles en los términos más favorables para ellos, a menor precio si hace falta", y otro tanto para trigo y alimentos, 18 de agosto), luego en cuanto a ayuda militar (enviar bombarderos vía México, buenos pilotos, armamento y municiones, 6 de septiembre). El mismo mes, la puesta en marcha desde la Internacional Comunista de lo que serán las Brigadas Internacionales, un frente popular en armas, no un ejército para sovietizar España, será la expresión más clara de esa actitud.
Su traducción política fue la famosa carta de 21 de diciembre de 1936 a Largo Caballero, punto de partida según Santiago Carrillo del posterior eurocomunismo. Amén de recomendar para España una vía parlamentaria al socialismo, Stalin aconseja una política que evite el aislamiento del Gobierno y que enlace con todo aquel dispuesto a defender la República.
En lo sucesivo, los intereses de la URSS siguen imperando, pero no sin cierta flexibilidad, observable en la rectificación de febrero del 38 a la consigna de abandono del Gobierno por el PCE, e incluso en la atención otorgada a fines del mismo año, al borde del desplome, a la petición de armas cursada por Hidalgo de Cisneros por encargo de Negrín. El respaldo a Largo Caballero en la primavera del 37, y aún antes frente al sectarismo del virrey Codovilla, invalida la imagen habitual. Su posterior sustitución como tutor del PCE por Palmiro Togliatti se sitúa en la misma dirección "frentepopulista".
Sólo que la política del VII Congreso, y, más aún, la aplicación del apoyo a la República en tiempo de histeria antitrotskista y de procesos de Moscú, era como el huevo de la serpiente. Incorporaba el principio de la captación o destrucción de los aliados socialistas mediante procesos de unificación y un agresivo proselitismo (JSU, UGT, PSUC) e introducía en el interior de las instituciones republicanas la práctica del terror. El desembarco de la NKVD con Orlov al frente, las matanzas de noviembre de 1936, afectaban al escenario idílico de la protección fraterna a una democracia republicana que según la imagen oficial se veía abocada a una nueva Guerra de Independencia frente a los invasores alemanes e italianos al lado del traidor Franco.
Los hechos de mayo de 1937 permitieron que culminase la campaña antitrotskista, con el asesinato de Andrés Nin y la detención y proceso de los dirigentes del POUM. Sin embargo, si bien el presidente Negrín echó una cortina de humo sobre lo primero -necesidad obliga-, protegió a los apresados y el proceso del POUM no reprodujo el espectáculo de justicia criminal de los juicios de Moscú. Fue un signo de que el peso del comunismo en el Estado republicano no suponía sovietización. De ahí las tensiones en el final de la contienda entre quienes proponían una huida hacia delante con la toma del poder, al modo del búlgaro Stepanov, con Pasionaria a su lado por inercia, y los que como Dimitrov y Togliatti trataban de evitar sin éxito que el PCE quedara como "el partido de la guerra". Aislado.
La derrota militar del invierno anterior había invalidado el intento de Stalin en septiembre de 1937 de eliminar el pluralismo político de la zona republicana mediante unas elecciones con listas homogéneas, no ya de frente popular, sino de "bloque popular", agregación de fuerzas subalternas en torno al Partido. Ni los leales dirigentes del PCE lo aceptaron de buena gana, por no hablar de la oposición socialista. No obstante, lo que cuenta es comprobar cómo la asunción transitoria de la democracia por Stalin llevaba a la lógica de monopolio del poder que caracterizará a las llamadas democracias populares.

30 DE MARZO, DÍA DE LA TIERRA PALESTINA

30 DE MARZO, DÍA DE LA TIERRA PALESTINA: LOS MEDIOS DE ISRAEL SILENCIARON LA JORNADA, PERO NO PUEDEN TAPAR EL CIELO CON UN HARNERO

Miles de palestinos protestan contra la expropiación de tierras y el racismo

Yvke

Miles de palestinos en Cisjordania e Israel tomaron las calles este lunes para denunciar la expropiación de sus tierras por el Estado de Israel, que avanza silenciosamente su ocupación y la limpieza étnica en la tierra de Palestina. El Foro Social Mundial ha declarado el 30 de marzo como jornada internacional de boicot y sanciones a Israel, en respaldo a la resistencia de un pueblo a ser borrado del mapa.


Miles de palestinos en Cisjordania e Israel se echaron a la calle en protesta contra la expropiación de sus tierras por las autoridades israelíes, en el llamado Día de la Tierra, que se conmemora este lunes, por vez primera, en todo el mundo.

La principal concentración en la zona tuvo lugar este año en la ciudad de Dir Hana, en la Galilea, donde miles de palestinos con ciudadanía israelí recorrieron sus calles para recordar la muerte de seis miembros de la comunidad en una protesta por la tierra hace 33 años.

Estos palestinos, denominados por el Estado de Israel como "árabes-israelíes", quedaron dentro de los límites reconocidos internacionalmente del Estado de Israel, y representan sesenta años después alrededor del 20 por ciento de los 7,2 millones de habitantes del país.

"Las razones por las que estalló el Día de la Tierra son tan relevantes hoy como en 1976: la expropiación continúa", afirmó durante la protesta el diputado Afo Agbariye, del partido israelí de izquierda Hadash.

Ese año, en una manifestación en Sahnín, también en la Galilea, los organismos de seguridad de Israel mataron a seis palestinos con ciudadanía israelí que desde entonces son el símbolo de la determinación palestina de no permitir el expolio de tierras.

Dentro del territorio israelí las expropiaciones continúan sobre todo en la Galilea (norte) y en el desierto del Negev (sur), si bien de forma mucho más ralentizada y con mayores garantías judiciales para la población árabe que hace cuatro o cinco décadas.

En este sentido, la jornada ha sido para los manifestantes una oportunidad para "oponerse unidos contra el racismo y el fascismo israelí", ante la entrada en funciones, quizás este martes, de un nuevo gobierno liderado por el derechista Benjamín Netanyahu, y entre cuyos aliados figura el ultranacionalista Avigdor Lieberman.

"Este año tiene una importancia especial por la subida de la extrema derecha al gobierno y la demanda de judeizar la Galilea y el Negev a cuenta de los árabes", explicó el también diputado israelí Taleb A-Sana, de la Lista Árabe Unida.

En las últimas dos décadas el problema de las expropiaciones de tierra es mucho más acuciante en Cisjordania, donde los palestinos ven sus tierras expoliadas a diario tanto para la construcción del muro de separación como para la de asentamientos judíos.

"En este día queremos recordar la legitimidad de nuestra presencia en esta tierra, en la tierra de nuestros padres y abuelos; renovar nuestro compromiso con la máxima de que la tierra palestina es indivisible", expresa Ramala Husán Qaraida, de 35 años y habitante de Ramala, capital administrativa de la Autoridad Nacional palestina (ANP).

Por toda Cisjordania, en ciudades, pueblos y aldeas, en campos de refugiados y olivares, se celebraron actos y marchas para recordar a todos "el mensaje de rechazo de nuestro pueblo a las prácticas israelíes", en palabras de Wasel Abu Yusef, representante local del movimiento islamista Hamás.

"En este día lo que el pueblo dice es que seguirá luchando hasta conseguir sus derechos y la libertad, y construir un estado independiente con Jerusalén como capital", agregó.

Y es que si hay algún lugar de la región donde la tierra cobra un significado especial ése es Jerusalén, donde día a día los palestinos libran una batalla legal y demográfica para mantener sus posesiones y frenar el avance de la presencia israelí.

Desde que hace cuatro décadas conquistó la parte oriental con el resto de Cisjordania, Israel ha construido masivamente en Jerusalén, que desde 1981 considera su capital eterna e indivisible.

Más de 250.000 israelíes viven hoy en barrios judíos levantados en zonas de Jerusalén ocupadas en 1967, y que tratan de reducir a la mínima expresión la presencia palestina en una lucha frenética por la ciudad.

Para Qais Abdelkarim, representante del Frente Democrático de Liberación Palestina (FDLP) en Ramala, la llegada de Netanyahu al poder no es buena señal porque significará un "impulso a la política de limpieza étnica en Jerusalén".

Mientras el mundo espera la entrada en funciones del nuevo gobierno israelí para conocer sus intenciones, los palestinos recibieron este lunes un espaldarazo a la lucha por la tierra de parte del Foro Social Mundial, que ha declarado por primera vez el 30 de marzo como jornada de boicot y sanción a Israel.