04 marzo 2008

HOLOCAUSTO PALESTINO

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Por Carlos Benítez Villodres


Incursiones israelíes dejaron 19 palestinos muertos en las 24 horas, comprendidas entre los días 27 y 28 de febrero de 2008, en tanto que el primer ministro israelí, Ehmud Olmert, afirmó, el pasado jueves 28, que los autores de disparos de cohetes desde la franja de Gaza, controlada desde junio pasado por el movimiento fundamentalista islámico Hamas, lo pagarían caro, tras la muerte de un israelí por esta razón.

Cinco hombres armados fueron abatidos dicho jueves en una incursión aérea en Gaza y dos en otra acción militar en Cisjordania; también fallecieron varios niños entre los 5 meses y los 12 años en sendas incursiones israelíes llevadas a cabo la víspera en el primero de esos territorios.

Olmert afirmó ese jueves en Tokio, tras entrevistarse con la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, que los “terroristas” pagarán “un precio muy elevado” por sus ataques, cuando los verdaderos “terroristas” son los judíos y el Gobierno americano en especial su presidente, George Bush, y cuantos políticos y militares y civiles aplauden las políticas internacionales del mandatario estadounidense. Si Hamas actúa como lo está haciendo, es porque los nazis-judíos llevan años y años pisoteando y torturando y masacrando al pueblo palestino.

Rice viajará, nuevamente, el 4 de marzo 2008 a Oriente Medio, en el marco de los esfuerzos estadounidenses para mantener vigentes las negociaciones israelo-palestinas reactivadas en noviembre pasado con la intención de concluir este año un acuerdo de paz. Mentira. Mentira. Mentira. Desde esas negociaciones, murieron más 300 palestinos, la mayoría ciudadanos inocentes, entre los cuales hubo un sinnúmero de niños, mujeres y ancianos.

Ni Bush, ni Rice, ni Olmert quieren la paz en Oriente Próximo. Embaucan a la sociedad mundial, manifestando que todos ellos están en disposición de llegar a un acuerdo de paz con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, que, como sabemos, controla Cisjordania. Evidentemente, si esto fuese verdad, que no lo es, el cese de acciones terroristas por parte de los nazis-judíos y la creación de un Estado palestino serían los dos primeros puntos a aprobar. Ciertamente, tal y como están las cosas en esta parte del orbe, afirmo que es inviable a causa de la postura arbitraria, intransigente y lesiva de los Gobiernos de Israel y de EE UU con respecto al pueblo palestino.

Desde el sábado 1 de marzo, más de 100 palestinos murieron en las operaciones del ejército israelí en la franja de Gaza, una sangrienta ofensiva que llevó este domingo, día 2, a la Autoridad Palestina a suspender todo contacto con el Estado hebreo.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, afirmó que el ejército proseguirá con su ofensiva, bautizada “Invierno caliente”, “contra las organizaciones terroristas” (?). Obviamente el ejército israelí pretende poner fin al disparo de cohetes contra el sur del territorio hebreo.

Para Olmert, esta operación no tiene por qué afectar al proceso de paz, pues se mostró dispuesto a continuar las negociaciones con la Autoridad Palestina. No fue el caso del presidente palestino, Mahmud Abas, quien decidió “suspender todos los contactos a todos los niveles (con Israel) ya que no tienen ningún sentido ante la agresión israelí”. Una postura, la de Abas, totalmente comprensible y loable, o… ¿no hubieran hecho lo mismo los judíos, antes de ser asesinados por Hitler y su III Reich? Actualmente las sociedades se invertieron: los hebreos son hoy los nazis y el pueblo palestino el que sufre el fanatismo de Ehud Olmert, su gobierno y sus incondicionales seguidores. Además, la desvergüenza y la hipocresía, la demagogia y el autoritarismo del actual inquilino de la Casa Blanca han sobrepasado las de Hitler y demás dictadores del siglo XX, al afirmar que “la violencia debe cesar y las conversaciones deben reanudarse”. Pero el ejército israelí continuó ayer domingo bombardeando el norte de la franja de Gaza, donde murieron un número incontable de palestinos, entre ellos muchas mujeres y niños. No doy estadísticas, ya que las que hay por parte de hebreos y norteamericanos están manipuladas, falseadas, a favor de ambos países.

Ayer, día 2 de marzo, en la localidad norteña de Jabaliya, decenas de tanques israelíes se abrían paso entre las calles estrechas, delimitadas por fachadas acribilladas por balas y bombas, y sobrevoladas por helicópteros. Con frecuencia, se escuchaba la explosión de artefactos artesanales de los palestinos y de cohetes israelíes. “No he visto una masacre similar en toda mi vida”, se exasperaba Fatima Sayed, una habitante de Jabaliya. Primero, “Israel nos echó en 1948”, dijo en referencia a la primera guerra isrraelo-árabe, que siguió a la creación del Estado de Israel. “Ahora, nos quieren matar a todos”, agregó.

Israel no tiene ninguna intención de cesar, ni por un sólo momento, los combates contra las organizaciones terroristas (?), previno Olmert. El objetivo de la operación, aseguró el ministro de Defensa, Ehud Barak, que es poner fin a los disparos de cohetes, no se alcanzará en los próximos dos días, por lo que continuaremos nuestras actividades y debemos prepararnos para una escalada de la ofensiva, ya que Hamas pagará el precio de la degradación de la situación en la zona. Mentira. Mienten Olmert y Bark. Ellos y Bush son los únicos que degradan, con su prepotencia y su ruindad, sus ambiciones imperialistas y sus manipulaciones de todo tipo la situación en la franja de Gaza.

El Consejo de Seguridad de la ONU condenó la violencia en Gaza y en el sur de Israel, mientras que el secretario general de la organización, Ban Ki-moon, -marioneta de Bush- criticó el uso desproporcionado y excesivo de la fuerza israelí, pese a reconocer el derecho del Estado hebreo a defenderse. Obviamente, si el Gobierno hebreo no masacrara diariamente, desde hace varias décadas, al pueblo palestino y reconociera a Palestina como Estado, no tendría que actuar de forma semejante, aunque sin cámaras de gas ni campos de concentración, a como reaccionaron Hitler, sus aliados y sus secuaces contra los hebreos y otros pueblos y etnias.

Asimismo, varios países árabes condenaron esta actual operación invasora, que ha elevado a más de 7000 el número de muertos en el conflicto de Oriente Medio desde 2000, en su inmensa mayoría palestinos. Ahora a meditar lo leído.

Carlos Benítez Villodres.
Málaga.

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