TODO / La policía extrema el control ante la amenaza de Al Qaeda

¿A QUIENES MATAN LAS BOMBAS DE AL QAEDA?

· Alonso afirma que no hay que despreciar ninguno de los avisos formulados por los islamistas
· La alerta 2 se mantiene después de que los terroristas reivindicaran "la liberación de Al Ándalus"
· Rajoy sostiene que hay que reforzar la seguridad y la cooperación internacional

Nadie en los servicios de seguridad españoles oculta ya la preocupación por que España vuelva a ser golpeada por alguno de los innumerables brazos de Al Qaeda. Los atentados en Casablanca y Argel han puesto de manifiesto la ofensiva de la multinacional islámica del terror y a nadie escapa que los objetivos de Ceuta y Melilla, apuntados ayer en La Vanguardia por el juez Baltasar Garzón, siguen siendo un punto especialmente crítico de la Unión Europea. El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, se refirió ayer a este asunto y dijo que "siempre hay que mantener la guardia muy alta y no hay que despreciar ninguna amenaza". Y, en este sentido, recordó que el terrorismo yihadista es el fenómeno que más preocupa actualmente en el mundo. Estas declaraciones las hacía Alonso 24 horas después de que Al Qaeda prometiera "liberar el islam, desde Jerusalén hasta Al Ándalus". El titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, consideró, no obstante, que el riesgo de atentados no ha crecido hasta el punto de hacer necesario elevar el nivel de alerta. En este sentido, el ministro recordó que, coincidiendo con el inicio del juicio del 11-M, Interior elevó el nivel de alerta el estadio número 2. Esta situación implica una especial vigilancia de los lugares donde se produce una mayor aglomeración de personas y de las instalaciones de servicios básicos, tales como pantanos y plantas de energía. Fuentes policiales explicaron a este diario que desde que se decretó el nivel 2 cada unidad de vigilancia realiza informes diarios sobre los movimientos de personas que puedan resultar sospechosas de pertenecer a alguna célula terrorista. El nivel de alerta 3 implicaría una mayor movilización de los especialistas en terrorismo internacional ante el riesgo de una amenaza concreta y la movilización de unidades militares, que, por el momento, no se consideran necesarias. Las mismas fuentes indicaron que ya hace varios meses que existe preocupación en las ciudades autónomas españolas en el norte de África y que lo sucedido en Casablanca y Argel no hace más que confirmar la sensación de que está creciendo en ambos países del Magreb el reclutamiento de activistas dispuestos a inmolarse para llevar su guerra a cualquier lugar donde consiga una importante repercusión internacional. Alfredo Pérez Rubalcaba se negó ayer a valorar en qué parte de España hay un mayor riesgo de sufrir un nuevo atentado, pero apuntó que le merecen "mucho respeto" las opiniones de algunos jueces especialistas en el fenómeno porque "saben muy bien de lo que hablan". A la nueva amenaza de Al Qaeda sobre España se refirió también el líder del PP, Mariano Rajoy. "La lucha contra el terrorismo - dijo- no es un problema de alianza de civilizaciones, sino un problema serio, y yo me lo tomo muy en serio". Rajoy afeó la actitud del presidente Zapatero ante los dos terrorismos, el de ETA y el de Al Qaeda. "No hay que ser débiles frente al terrorismo, porque si se es débil, el terrorismo toma nota", añadió. La tesis del máximo dirigente del PP es que Zapatero mostró debilidad ante los terroristas islamistas al retirar las tropas de Iraq nada más llegar al poder, ya que, a juicio de Rajoy, Al Qaeda lo interpretó como una debilidad ante el atentado del 11-M. Ante las nuevas advertencias sobre "liberar Al Ándalus", Rajoy abogó por reforzar la seguridad, incrementar las relaciones de las democracias occidentales y trabajar desde la Unión Europea para hacer un verdadero "espacio de seguridad, justicia y libertad". Además, considera que la política exterior europea debe dirigirse a ayudar a quienes, en los países de los que salen esos terroristas, "trabajan por la libertad y contra la pobreza". Es decir, según el presidente del PP, la única forma de afrontar el terrorismo radical es "seguridad, determinación y coraje,", porque es "el único antídoto contra el terrorismo".