20 diciembre 2007

Olmert desmiente un plan de nuevas viviendas en Jerusalén

según el aforismo que se atribuye a Lincoln, "no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo". (TODO)


Los compromisos de Anápolis imponen una fuerte presión sobre Israel contra cualquier ampliación de los asentamientos

LAURA L. CARO CORRESPONSAL

JERUSALÉN. La oficina del primer ministro de Israel, Ehud Olmert, se apresuró ayer a desmentir la aprobación de un proyecto para construir entre 10.000 y 15.000 nuevos apartamentos en territorio ocupado cercano a Jerusalén que, según publicaba ayer el diario «Haaretz» de Tel Aviv, ya tiene la luz verde del ministro de Vivienda, Ze´ez Boim. El plan, que estaría pendiente de un último trámite para su definitiva autorización, convertiría el actual asentamiento de Atarot en en la mayor colonia judía a las afueras de la Ciudad Santa, que quedaría así aún más desconectada de los vecinos barrios palestinos.
A falta de poco más de dos semanas para que el presidente de EE.UU., George W Bush, visite el país, y con una queja oficial norteamericana encima de la mesa por el anuncio el mes pasado de una promoción de 307 casas también en suelo confiscado a los palestinos, la respuesta fue tajante. «Nada está decidido y nada ha sido autorizado», aseguraba el portavoz de Olmert, Mark Regev, consciente de que un fallo en el compromiso de congelar la creación de colonias podría acarrear a Israel algo más que malentendidos con la Administración estadounidense, tan empeñada de repente en sacar adelante las negociaciones de paz abiertas en Anápolis.
«Algo así es innecesario y socavaría la posición internacional de Israel», reconocía más directamente el viceministro y brazo derecho de Olmert, Haim Ramon, que recientemente declaró que Atarot quedaría bajo control de un futuro Estado palestino.

«Guerra en el sur»

Los gestos conciliadores del Gobierno hebreo se quedaron ahí porque, en relación a Gaza, el jefe del Ejecutivo habló ayer ante los miembros de su partido Kadima de «una guerra en el sur». Aunque -se esforzó en exponer- se tratará de una guerra de precisión, de oportunidad y de inteligencia, que tendrá como objetivo «a los jefes de las organizaciones terroristas responsables del lanzamiento de los cohetes kassam», aclaró.
Según Olmert, los más de «200 ataques y asesinatos de terroristas» de los últimos meses «no son una coincidencia, sino resultado del intrépido trabajo del Ejército y de lo Servicios Generales de Seguridad», sumergidos en una estrategia «no de operación a gran escala, sino selectiva, con resultados impresionantes, que no va a parar». La misma que el martes sirvió para acabar con la vida de dos de los más importantes lideres de la Yihad Islámica, el de Gaza y el de Jenin, aparte de otra decena de milicianos.
Por otro lado, y con la mirada puesta en la amenaza iraní, Israel procedió el martes al lanzamiento experimental de una versión mejorada de un misil anti-misil tipo Patriot.

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