10 junio 2009

“Hay que derogar las leyes de la dictadura”


Julio Piumato, candidato a diputado por el Encuentro Popular para la Victoria

“Hay que derogar las leyes de la dictadura”

Por Martín Piqué

Julio Piumato es el tercer candidato a diputado nacional del Encuentro Popular para la Victoria, la coalición porteña que encabeza Carlos Heller. Secretario de Derechos Humanos de la CGT, dirigente del gremio de judiciales, Piumato no suele hablar de su pasado como preso político de la dictadura. Estuvo detenido desde el 1º de junio de 1976 hasta el 24 de diciembre de 1982. En aquellos años, era delegado general del fuero civil en el gremio –que tiene 17 desaparecidos– y militaba en la Juventud Peronista vinculada con la Tendencia. Pasó más de un lustro entre la Superintendencia de Seguridad Federal, el penal de Villa Devoto, la Unidad 9 de La Plata y la cárcel de Sierra Chica. En esta entrevista, Piumato se acuerda de otro peronista que a su modo también fue víctima de la dictadura: el cineasta Pino Solanas, que perseguido por la Triple A y la dictadura se exilió en París. “Es doloroso que Pino Solanas sea funcional a los que quieren debilitar a este gobierno”, dice.
–Hay encuestas que marcan que Heller no está captando el voto histórico de los sectores populares del sur de la ciudad. Incluso hay quienes sostienen, me refiero por caso a Artemio López, que Pino consigue más apoyo entre los peronistas de la ciudad que el propio Heller.
–La lista no es sólo Heller. La nuestra es la lista más peronista, porque defiende al único gobierno peronista que hubo en la Argentina desde la muerte de Perón. Porque peronista no es sólo decirlo. No es peronista el que se proclama peronista, sino el que practica la unidad latinoamericana, la soberanía política, la justicia social y la independencia económica. No- sotros sentimos una cosa muy diferente a lo que dicen esas encuestas. Pero evidentemente hay una intención de darle protagonismo a Pino Solanas en los medios. Es una forma de debilitar al Gobierno. Se lo debilita por derecha y se lo debilita por izquierda. A Pino le contestó bien Norberto Galasso parafraseando a Scalabrini Ortiz. Dijo que la opción en la Argentina no es Cristina Kirchner o el Arcángel San Miguel, sino Cristina Kirchner o Cavallo. Digámoslo claro: lo que debilita a Cristina Kirchner fortalece al neoliberalismo.
–¿Cuáles serían las primeras leyes que promovería en Diputados?
–Las leyes que consagren mayores derechos para los trabajadores. Tenemos que derogar las leyes que quitaron derechos a los trabajadores durante la dictadura militar. Un ejemplo es la 20.744, la Ley de Contrato de Trabajo. Esa ley tiene 29 artículos derogados y más de 100 cercenados por la dictadura. A 25 años de la recuperación de la democracia no puede tolerarse que ninguna ley de la dictadura siga vigente. La ley 20.744 es la ley que hizo (el abogado de la CGT Norberto) Centeno, al que después la dictadura secuestró y mató. En 1983 los argentinos recuperamos los derechos civiles y políticos, pero no recuperamos los derechos laborales que habían sido quitados por la dictadura. Todavía.
–¿Qué evaluación hace del hecho de que las listas kirchneristas hayan crecido en representación sindical?
–Hoy hay más trabajo. Y al haber más trabajo, las organizaciones sindicales son más fuertes. Frente al ataque de las corporaciones del poder económico, las organizaciones sindicales se han convertido en una de las principales apoyaturas de este proceso. Entonces es justo que haya un crecimiento en la participación sindical.
–¿Cómo será la correlación de fuerzas en el Congreso después del 28 de junio?
–No me imagino muchas modificaciones. Igual aún no está definida la correlación de fuerzas que saldrá de las elecciones. Todo depende de la acción que desarrollemos estas semanas. Sobre todo en la ciudad, donde la confusión y la indefinición son muy amplias. Lo que sí está definido es qué es lo que se está decidiendo: están los que quieren volver al pasado y los que queremos una Argentina inclusiva. Los que no tienen claro esa confrontación están confundidos. A la oposición a veces se le escapa lo que harían si llegaran al poder. Quieren volver a los ’90. Lo han dicho Macri y Prat Gay. Quieren volver a las privatizaciones, al FMI, para que nos manejen por control remoto desde allí. Y eso sin contar lo que dice De Narváez, que plantea devolver las retenciones al campo y que el bajón fiscal se compense con ajuste.
–¿Cómo evalúa la reacción que produjo la compra de nuevos aviones para Aerolíneas? ¿O la entrega de un préstamo con dinero de la Anses para General Motors?
–Es la máquina de impedir, siempre están en contra. No quieren ver que estas decisiones responden a una política de desarrollo. Los fondos de la Anses se están usando para proteger el trabajo argentino. No sólo porque sigue funcionando la fábrica de General Motors, sino porque obliga a que aumente el componente nacional de cada unidad, con lo cual se reactivan las fábricas de autopartes. Y la compra de aviones para Aerolíneas es fundamental. Nos querían dejar desconectados como Nación. No me sorprende, porque son partícipes del modelo de Cavallo, que decía que en el país había provincias que eran inviables económicamente.

“La parejita”


“La parejita”
En el 2003, cuando a los pocos meses de asumir la presidencia Néstor Kirchner escuché y leí algunos correos en el que se aludía a la “parejita”, retornó a mi memoria, con apabullante puntualidad, otra célebre “parejita” que hizo las delicias morbosas de la tilingada de medio pelo, más conocidos en el ambiente político argentino como los “gorilas”, esa fauna nacida, crecida e hipertrofiada en los salones suntuosos del barrio norte (cuartel general de los “bian” argentinos), en las salas del medio pelo de Caballito, Almagro, Flores, Floresta, Palermo, Belgrano, etc., en todos los corrillos de las capas medias a quienes la irrupción de los obreros industriales y las nuevas leyes laborales, o la llegada masiva de los “cabecitas negras” que arribaron a Buenos Aires y su periferia atraídos por las industrias derarrolladas en la época del gobierno de Juan Domingo Perón y la infatigable tarea de compromiso social de María Eva Duarte de Perón... les provocó infartos en cadena, generó el chismerío cretino, desatinado, irracional y perverso (igual que ahora). La “parejita”... La “parejita” que atrapó el resentimiento, el odio, la animadversión de la clase media argentina insuflados desde las altas esferas económicas y financieras, que manejan los medios en nuestro país y el resto del mundo.

Transcurrieron más de 65 años desde que la pareja presidencial de Juan Perón y Eva Duarte pusieron a la Argentina de pie. Vivieron la epopeya del 17 de Octubre (que debe volver a ser declarada la fecha cumbre de la historia argentina), desmontaron la Unión Democrática protagonizada por Spruille Braden, Alvear y Mosca “radicales”, Américo Ghioldi el “socialista”, Codovilla el “comunista”, Robustiano Patrón Costas “azucarero y demócrata nacional”, el barrio norte, el Jockey Club, la sociedad rural, La Nación...
¿Les recuerda algo esta ennumeración...? La pregunta retoma el primer párrafo de estos recuerdos: la nueva “parejita” que llena de zozobra a los contemporáneos de medio pelo, a los nietos de los antropopitecos modelo 2009 —descendientes de tercera generación de aquellos de 1945, arman el mismo escenario nefasto y turbio: la Carrió, Macri, De Narváez (en el papel de Braden), Menem el payaso, Duhalde el marido de la Chiche, Solá que está solo y espera, Alfonsín hijo, y Cobos el “genuflexo” (que le diría don Hipólito), y los peronista C y T (cagones y traidores).

Néstor Kirchner, ex presidente de la Argentina, y la Excelentísima Señora Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, son, a los ojos de la nueva vieja Unión Democrática, de los remozados gorilas. y millares de buenas gentes sorprendidos y engañados por las quintas columnas de la sociedad rural, La Nación, radio 10, Tinelli, los “medios” torcidos y retorcidos, el chusmerío, la falacia y la mala fe de traidores a la patria que albergamos en la Argentina.

Lo insólito e inaudito es que gente del pueblo sea manipuleada y engañada por la revivificada unión democrática, siendo que ha recibido tantos beneficios luego de pasar las tres décadas nefastas: desde la Triple A, los monstruos de las ff.aa., el empobrecimiento, el exilio de los hijos, el enriquecimiento ilícito, los “sobresueldos” que se otorgaban los peronistas C y T, tengan aún dudas de por quién votar.

Poner la boleta del Frente para la Victoria (FpV) dentro de la urna, es asegurar el futuro para los hijos y los nietos. Es votar positivamente. Es alejar el riesgo de un regreso al corralito, a la desocupación, a la entrega del patrimonio nacional. Es sancionar a la época de Videla y Cavallo, a Menem y su banda de chorros. Es reividicar a Scalabrini Ortiz y a Jauretche. Es un homenaje a aquella “parejita” que hizo tanto por la soberanía política, la independencia económica y la justicia social, votando a los compañeros de la actual pareja presidencial, Cristina y Néstor Kirchner, para asegurar la continuidad de este proceso que apunta a la liberación nacional y al bienestar que merece nuestro pueblo. Y a pesar que deben corregirse errores e imponer nuevas medidas populares, no hay otra alternativa. Ni habrá nuevas oportunidades.


Andrés Aldao, 5 de junio de 2009

Ernesto Laclau: “Perder no es el fin del mundo”


(Tomado del blogspot OJO HUMANO)

Ernesto Laclau: “Perder no es el fin del mundo”

Asegura que el kirchnerismo no hará una mala elección aunque advierte que le falta definir un proyecto de país. Cuestiona a la oposición y dispara: “Después de las elecciones, empieza una lucha para ganar más espacios progresistas”.
Por Luz Laici

Hay que decirlo: la política, en ocasiones, aburre. O provoca hasta el hartazgo. En un año que se preveía proselitista, el adelantamiento de las elecciones generó un estallido de peleas, declaraciones y simbología cruzada que, para el común de los mortales, expulsa un grito de basta y la necesidad de algo de cordura que pocas veces llega. Repasemos la lista: candidaturas testimoniales, impugnaciones, huevazos, chacareros frenéticos, presos que buscan saltar al Congreso, tilinguería, neoliberales desesperados por esquivar al Estado, empresarios con dedo acusador, manifestaciones por doquier, el caos o la nada. Y, claro, no nos olvidemos de Marcelo Tinelli y sus caricaturescos dirigentes que, de paso, aparecen en una fiesta con modelitos que bailan contentas y ligeras de ropa, como si el tiempo nos hubiera llevado de nuevo a los noventa. Sin escalas.

Pero... a quién culpar. ¿Cómo no relegar esas cuestiones a un segundo plano si, en el camino, hay que llegar a fin de mes o ver cómo se hace para mantener a los chicos en la escuela, con la paranoia de la gripe porcina dando vueltas? La reflexión de doña Rosa, además, no tarda en llegar: “Encima siempre son los mismos”.

Sin embargo, para Ernesto Laclau –uno de los intelectuales argentinos más reconocidos en el mundo, egresado de la UBA, profesor de la Universidad de Essex, donde llegó invitado por Eric Hobsbawn, coautor de Hegemonía y estrategia socialista y reciente director honorífico del Centro de Estudios del Discurso y las Identidades Sociopolíticas, de la UNSAM–, la respuesta se encuentra en lo profundo: “Todavía falta definir un proyecto de país”. Y aunque su definición parezca filosófica, cobra mayor sentido como una apelación al compromiso. “El panorama no es tan malo –afirma–. Hay que comprender que todas las medidas económicas que tomó el Gobierno fueron positivas. Como la estatización del sistema de capitalización jubilatorio. (Carlos) Menem y (Domingo) Cavallo construyeron un mecanismo que generó un déficit fiscal mayúsculo, cubierto con endeudamiento interno. Una especie de suicidio similar al impuesto por Martínez de Hoz, que estranguló a la industria. Releo esa historia y pienso que tuvimos criminales económicos y políticos que operaron para destruir el país. Hoy, por el contrario, eso está cambiando”.

–En su último libro, La razón populista, se mostró optimista porque “los pueblos latinoamericanos afirman con éxito su lucha emancipatoria”. ¿Considera al kirchnerismo como el motor del cambio en la Argentina?

–El kirchnerismo introdujo un poco de sentido común en el manejo de los factores económicos. La idea de una redistribución de la renta sobre la base de la famosa resolución 125 o la estatización del sistema jubilatorio fueron medidas de buen sentido. Y el pago de la deuda al FMI rompió la dependencia argentina.

–Menciona a las retenciones pero ese proyecto no logró avanzar en el Congreso...

–Pero eso no quita que lo que exigieron los ruralistas haya sido una cosa irracional. El actual gobierno quiso redistribuir el ingreso.

–Algunos movimientos sociales que apoyaban al kirchnerismo se alejaron por considerar que la redistribución era una cuenta pendiente. ¿Coincide con esta afirmación?

–Los movimientos sociales tienen razón: el Gobierno no fue demasiado lejos en ese campo. Pero la cuestión es ver cuál es la alternativa política, de carácter global, que estos movimientos presentan. No digo que sea el caso de Libres del Sur o Martín Sabbatella, que es un político honesto y progresista. Pero si empiezan a moverse por fuera de un espacio nacional popular como el kirchnerismo, pueden ser cooptados por la derecha. De hecho, (Raúl) Castells apoyó la movilización del campo, con protofascistas como Alfredo De Ángeli y la Argentina oligárquica que trataba de reagruparse. Ahora, si el Gobierno deja que se aparten demasiado, también estará perdiendo.

–¿Cómo analiza en este espacio la actitud del vicepresidente Julio Cobos?

–Cobos es un error histórico. Es un imbécil que ni sabe de qué lado sopla el viento. No creo que de ahí vaya a brotar la hierba.

–Aunque se perfile como uno de los referentes del radicalismo...

–Pero no creo que tenga futuro político. En el radicalismo lo volvieron a aceptar pero lo desprecian por buenos motivos y no creo que lo tomen muy en serio ni Gerardo Morales ni los históricos, como Ricardo Alfonsín. Pero tampoco veo a figuras de la derecha que se perfilen como grandes referentes. (Mauricio) Macri es una desilusión porque está encerrado en su propia cáscara. Y (Elisa) Carrió es una oportunista tal que a esta altura nadie la toma en serio. La única persona con cierta respetabilidad es Gabriela Michetti, pero no tiene volumen para ser líder histórica de un reagrupamiento.

–Al Gobierno le falta profundizar medidas y la oposición no perfila candidatos serios. ¿Somos un país inmaduro?

–No somos una democracia tan joven. Lo que pasa es que no hay un discurso opositor fuerte y el Gobierno, que sí es coherente, no consiguió plasmar su discurso en una interpelación de masas eficaz. Estamos en el limbo. Lo preocupante es que el espectro político se desgrane y la gente pierda entusiasmo.

–¿Por qué?

–Porque si dejan de interesarse en lo político, lo que llega no es el caos sino la indiferencia.

–¿La presidenta no plasma ese discurso?

–Cristina es la única que podría plasmarlo. Sus políticas son objetivamente buenas pero tiene que dar un paso más, plasmar el discurso en un proyecto de país. Hoy la gente no conoce cuáles son las propuestas globales.

–¿Cuál es el motivo?

–Los medios de comunicación, por ejemplo, no aportan o lo hacen de forma negativa. Cada semana, por ejemplo, (Joaquín) Morales Solá mantiene un discurso frenético en contra de lo que se opone y La Nación presenta una ofensiva ideológica inequívoca. Pero ese discurso de la derecha todavía no está interpelando a la gente fuertemente. Tampoco el kirchnerismo.

–¿Y cómo revierten los K esta cuestión?

–Con un equilibrio que el kirchnerismo todavía no alcanzó. El tema está en que, por un lado, tiene que confiar en las viejas formas del aparato, como los señores del conurbano que fueron menemistas, duhaldistas y ahora son kirchneristas, para que el proyecto político sea viable. Y, por el otro, ciertas fuerzas que pertenecían a la experiencia histórica de la apertura kirchnerista como Barrios de Pie o Sabbatella se están abriendo del modelo. Si todo el proceso queda referido al PJ, el proyecto no tendrá viabilidad futura. Del mismo modo que si pasa a ser sólo ideológico. El discurso político que he desarrollado va más en el sentido de la transversalidad del Frente para la Victoria que en el sentido pejotista. Pero alcanzar esa estabilidad entre ambos definirá la posibilidad de la democracia argentina en los próximos años.

–Y a corto plazo, después del 28 de junio, ¿cómo vislumbra el panorama?

–Como un rompecabezas, con una situación nacional heterogénea. Pero no creo que vaya a ser una debacle para el Gobierno, que seguramente obtenga más del 30 por ciento de los votos. Perder la mayoría en el Congreso no es el fin del mundo. Al contrario, ahí empieza una guerra de posiciones, en el sentido gramsciano, para ganar más espacios progresistas. Acá cuestionan las candidaturas testimoniales cuando con ellas intentan mostrarle al país cuál es el proyecto de cambio. Es como el tema de la reelección indefinida. La cuestionan pero siempre puede haber otro candidato. Lo que sucede es que el sistema institucional siempre es corporativo e intenta mantener el statu quo. Pasó con el yrigoyenismo y el antipersonalismo de Alvear, a través del cual se reconstituía la derecha. Pasó con la oposición a Perón, porque los conservadores no querían que predominara la voluntad popular. Cuando a mí me hablan de antipersonalismo, de oposición a la reelección y todo este tipo de cosas, saco el revólver porque lo que tratan de organizar a través de estos lemas es la traición nacional.

–¿Y quiénes representan hoy esa traición?

–¿Querés que te diga los nombres? Macri, Carrió, Cobos, Gerardo Morales, Stolbizer. La lista todavía es larga.
Publicado por OJO HUMANO

PROCLAMA DEL MOVIMIENTO DE RECUPERACIÓN NACIONAL


TODO: En gesta que le costó el fusilamiento, el suyo y el de otro grupo de militares y civiles asesinados por el pelotón de militares que supieron traicionar a su patria y señalar el triste ejemplo de la apostasía, el 9 de junio y días y meses y años subsiguientes daría la pauta de la traición, el cipayismo y la obsecuencia del estilo oligárquico liberal o pro imperio neoliberal o desarrollista o directamente antiargentino, sumiso a Wall Street y a los grandes capitales del poder invisible, cuyas garras abrazaron mortalmente a la Argentina durante 54 años (desde el 16 de septiembre de 1955 hasta mayo del 2003, salvo breves periodos (25de mayo de 1973 con el triunfo y posterior derrota de Cámpora).

A 53 AÑOS DEL ALZAMIENTO CÍVICO MILITAR ENCABEZADO POR EL GENERAL DE DIVISIÓN JUAN JOSÉ VALLE

PROCLAMA DEL MOVIMIENTO DE RECUPERACIÓN NACIONAL

9 de Junio de 1956

Las horas dolorosas que vive la República, y el clamor angustioso de su pueblo, sometido a la más cruda y despiadada tiranía, nos han decidido a tomar las armas para restablecer en nuestra patria el imperio de la libertad y la justicia al amparo de la Constitución y las leyes.
Como responsables de este Movimiento de Recuperación Nacional, integrado por las Fuerzas Armadas y por la inmensa mayoría del pueblo —del que provienen y al que sirven— declaramos solemnemente que no nos guía otro propósito que el de restablecer la soberanía popular, esencia de nuestras instituciones democráticas, y arrancar a la Nación del caos y la anarquía a que ha sido llevada por una minoría despótica encaramada y sostenida por el terror y la violencia en el poder.
> Conscientes de nuestra responsabilidad ante la historia, comprendemos que nuestra decisión es el único camino que nos queda para impedir el aniquilamiento de la República en una lucha estéril y sangrienta entre hermanos, cada día más inevitable e inminente.
> Deploramos que precisamente desde el gobierno se haya cerrado sistemáticamente toda posibilidad de pacificar la República y alcanzar la armonía entre los argentinos, en contraposición con el sentido de responsabilidad, la tolerancia y la paciencia patriótica del pueblo.
> La Nación entera, y con ella la tranquilidad, el bienestar y la dignidad de los argentinos han caído en manos de hombres y de fuerzas que aceleradamente retrotraen a la patria a épocas de sometimiento, de humillación y de vergüenza.
> Su acción nefasta ha desquiciado y lesionado profundamente el orden político, económico y social de la República.
> Este Movimiento de Recuperación Nacional, se lanza a la acción revolucionaria con objetivos claros y un programa concreto para restablecer la soberanía y la justicia social y devolver al pueblo el pleno goce de su libertad y sus derechos.
> Declara objetivos fundamentales de su acción:
> En lo político
> Han violado y desconocido el imperio de la Constitución y de las leyes, sustituyéndolo por un llamado “derecho de la Revolución”, que no es otra cosa que el entronizamiento de la arbitrariedad, sin más normas ni vallas que la omnímoda voluntad de los que detentan el poder.
> Se han avasallado así las garantías y derechos individuales, sustituyéndose a instituciones y personas de la jurisdicción de sus jueces naturales, sometiéndolos a tribunales y comisiones especiales expresamente prohibidas por la Constitución.
> Se ha perseguido, encarcelado y confinado en verdaderos campos de concentración a miles de argentinos no sometidos a proceso y privados del derecho a la defensa, por razones ideológicas o políticas.
> Por idénticas razones se ha privado a miles de argentinos de derechos esenciales, como el acceso a los empleos públicos y la participación activa en la vida cívica de la Nación, sin que tan graves penas provengan de la decisión de la justicia y ni siquiera del juzgamiento de la conducta de los inculpados.
> Como consecuencia de esta arbitrariedad discriminatoria, que divide a los argentinos en réprobos y elegidos, se ha privado de sus empleos a miles de ciudadanos, sin tenerse en cuenta ni su antigüedad, ni su idoneidad, ni su conducta.
> Se ha excluido de la vida cívica del país a la fuerza mayoritaria con el pretexto de inmoralidades y desviaciones en la conducta de algunos de sus dirigentes; verdadera aberración jurídica y moral que podría llevar a la exclusión de todos los partidos, desde que todos padecen o padecieron en algún momento de males similares.
> Se ha fomentado y organizado desde el gobierno la delación y el espionaje contra personas e instituciones, inclusive contra las Fuerzas Armadas.
> Se ha impedido la libertad de prensa, uniformada al servicio del gobierno, interviniendo y entregando arbitrariamente los diarios y revistas a sectores políticos minoritarios adictos al mismo, clausurando los desafectos e impidiéndose la aparición de nuevos órganos de opinión independiente.
> Todo ello unido a la monstruosidad totalitaria de un decreto-ley que bajo penas gravísimas prohíbe a los ciudadanos hasta el uso o empleo individual de palabras, fechas, símbolos, fotografías, nombres y expresiones que se proscriben, configuran los hechos más salientes de un plan siniestro, destinado a ahogar la libre expresión de la ciudadanía, y entronizar en el poder a minorías antinacionales que en su hora enajenaron el patrimonio del país y traficaron con el hambre y el dolor de los trabajadores argentinos.
> Este desborde de la arbitrariedad ha culminado con la abolición de la Constitución Nacional vigente, sancionada por una Convención Reformadora libremente elegida por el pueblo, con la participación de los mismos sectores políticos que apoyan a la tiranía, Constitución que juraron acatar y defender los mismos que hoy la vulneran y suprimen a espaldas del Pueblo y al margen de su libre voluntad soberana, con el evidente propósito inconfesable de abolir disposiciones como las del artículo 40, que impiden la entrega al capitalismo internacional de los servicios públicos y las riquezas naturales del país, juntamente con otras también fundamentales como las que sancionan los derechos del trabajador y las que estatuyen la función social de la economía y la riqueza.
> Por un acto arbitrario y despótico se reimplanta una Carta Fundamental ya superada por la realidad política, económica y social de la República, al amparo de cuya imprevisión y laxitud fue posible en otras épocas la entrega del país a las fuerzas internacionales del capitalismo y el sometimiento, el hambre y la humillación de nuestro pueblo.
> Y para hacer más evidente la burla a la ciudadanía y la prepotencia de la arbitrariedad, ni siquiera se la reimplanta en todo su vigor como norma de convivencia o valla del poder, sino “en tanto y en cuanto no se oponga a los fines de la Revolución”, vale decir, en cuanto no se oponga a la voluntad omnímoda e incontrolada del gobierno. Jamás, en toda la historia, gobierno alguno ha tenido el descaro de hacer semejante profesión de tiranía y despotismo.
> En lo económico
> Se han tomado medidas tendientes a quebrantar la industria nacional, depreciar la moneda, crear el desaliento en la inversión de capitales útiles, elevar los precios acentuando el desequilibrio entre éstos y los salarios, provocar sectores importantes de desocupación, que llevarán por hambre a los obreros a someterse a la voluntad del capitalismo.
> Todo ello unido al desprestigio internacional de nuestra economía por el propio gobierno, a la acelerada contratación de empréstitos extranjeros y a la adopción de determinados compromisos anteriores, constituyen etapas de un plan destinado a retrotraer al país al más crudo coloniaje, mediante la entrega al capitalismo internacional de los resortes fundamentales de su economía.
> En lo social
> Se han desconocido legítimas conquistas de los trabajadores, se ha destruido la organización sindical —base indispensable de la paz social y del progreso del país—, mediante la intervención a la Central Obrera y a todos los sindicatos.
> Se ha perseguido, encarcelado y confinado a miles de trabajadores, y se los ha privado arbitrariamente del derecho elemental de intervenir activamente en la vida de las organizaciones a que pertenecen.
> En síntesis, desde el propio gobierno se ha realizado una acción sistemática tendiente a destruir la organización sindical y anarquizar a los trabajadores, acción que persigue la finalidad inconfesable de debilitar el frente social para posibilitar el camino del sometimiento del pueblo, y con él, del sometimiento de toda la Nación..
> En las Fuerzas Armadas
> Se ha tratado en toda forma de minar su unidad y su armonía y se han desquiciado sus cuadros con la baja o retiro obligatorio de centenares de jefes, oficiales y suboficiales que honraban a la institución por sus virtudes morales y su capacidad profesional.
> Al mismo tiempo se ha obligado a muchos oficiales al desempeño de funciones civiles incompatibles con su estado militar, creándose hacia la institución un lógico resentimiento y desconfianza del pueblo, difícil de superar, y que es la semilla más criminal que podía haberse sembrado para dividir y anarquizar a la Nación.
> Esto es, en lo fundamental, el panorama trágico de las horas difíciles que vive la República. La proliferación de conflictos sindicales, los actos diarios de sabotaje en todo el territorio del país y el continuo descubrimiento en toda la República de planes subversivos o actos de insurrección, denunciados por el propio gobierno, no son (como él pretende, para encubrir su responsabilidad y engañar a la opinión) fruto de la acción aislada de personas perturbadoras, sino síntoma del clima de opresión y subversión en que vive la República y expresión evidente del espíritu indomable y de la decisión del pueblo de reconquistar su libertad.
> Tan grave estado de cosas impulsa nuestra determinación y nos decide a recoger el clamor unánime del pueblo, antes de que la República desemboque en una lucha fratricida que terminará por destrozarla.
> El programa del Movimiento de Recuperación Nacional
> I - En lo político
> Restablecer el Estado de derecho mediante la vigencia plena de la Constitución Nacional y el imperio de la justicia en un ambiente de real libertad y pura democracia.
> Consolidar la soberanía popular mediante la realización de elecciones generales en todo el país en un plazo no mayor de 180 días, con plenas garantías para todos los partidos políticos en el proceso electoral y preelectoral, incluida la utilización con iguales derechos de todos los medios de expresión y difusión.
> Prescindencia absoluta del gobierno en materia electoral y fiscalización de los comicios por las Fuerzas Armadas.
> Libertad efectiva y absoluta de prensa para todos los sectores de la opinión.
> Amnistía general y derogación de todos los decretos y medidas discriminatorias dictados por razones ideológicas o políticas.
> Libertad de todos los presos políticos y sometimiento a la justicia competente de los que hubiesen cometido delitos comunes.
> Reincorporación de los empleados y obreros eliminados arbitrariamente por razones ideológicas o políticas.
> Levantamiento de las interdicciones a personas y empresas e intervención de la justicia en los casos de violación de las leyes en vigor.
> Rehabilitación de los partidos políticos privados de personería v plena libertad para la formación de nuevas fuerzas, dentro de las normas establecidas por la legislación vigente.
> II - En lo económico
> Revisión de las medidas de carácter económico y financiero que pudieran lesionar los intereses nacionales.
> Revisión de las medidas económicas y financieras que afectan seriamente el desarrollo de las actividades productivas.
> Restablecimiento de la plena ocupación y adopción de medidas para contener el alza del costo de la vida.
> III - En lo social
> Devolución del gobierno de los sindicatos a los trabajadores y elección por los mismos de las autoridades de la Central Obrera en un plazo de 45 días.
> Libertad inmediata a todos los dirigentes y obreros detenidos por razones políticas o gremiales.
> Renovación de los convenios de trabajo, de común acuerdo entre los trabajadores y empresarios, mediante los procedimientos determinados por la legislación vigente al 20 de setiembre de 1955.
> Derogación de los decretos y medidas discriminatorias que impiden a miles de obreros su participación en la vida de los organismos gremiales.
> IV - En las Fuerzas Armadas
> Reestructuración de las mismas con vistas a las necesidades de la defensa nacional.
> Reincorporación de jefes, oficiales y suboficiales que poseyendo valores profesionales y morales hayan sido dados de baja o retirados por razones políticas o ideológicas.
> Mantenimiento de los actuales cuadros con la única excepción que determinen los tribunales y organismos competentes que establece la ley.
> V - En el orden internacional
> Respeto y cumplimiento de todos los convenios, pactos y compromiso internacionales concertados por el país dentro de las normas constitucionales y legales.
> Suspensión de la ejecución de aquellos compromisos contraídos en violación de tales normas, a fin de que oportunamente sean considerados por las autoridades legalmente constituidas por los órganos y procedimientos que estatuye la Constitución Nacional.
> Sosteniendo tales principios y comprometiendo ante el pueblo de la República el fiel y estricto cumplimiento de los objetivos señalados, el Movimiento de Recuperación Nacional toma las armas, en defensa de la patria, decidido a pacificar la nación por el camino de la verdadera libertad, en el respeto de la Constitución y la Ley.
> No hacemos cuestión de banderías porque luchamos por la patria que es de todos. No nos mueve el interés de ningún hombre ni de ningún partido.
> Por ello, sin odios ni rencores, sin deseos de venganza ni discriminaciones entre hermanos, llamamos a la lucha a todos los argentinos que con limpieza de conducta y pureza de intenciones, por encima de las diferencias circunstanciales de grupos o partidos, quieren y defienden lo que no puede dejar de querer y defender un argentino: la felicidad del pueblo y la grandeza de la Patria, en una nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.
¡Viva la patria!
Buenos Aires, 9 de junio de 1956.

04 junio 2009

CARTA DE NORBERTO GALASSO

Yo sé que a usted no lo van a engañar ni los diarios, ni la pantalla televisiva, ni las radios manejados por poderosos grupos económicos. Sé también que está informado que De Narváez gasta $ 867.000 por día en su campaña electoral y además, tengo la certeza de que a usted no le convencen “los versos” que pregona la mayoría de los políticos en declinación. (También usted advirtió seguramente que el abogado defensor de Narváez en el caso de la efedrina es Mariano Cúneo Libarona, quien casualmente es el penalista que defiende a Menem en los juicios por sus negociados). Cómo no lo va a saber si usted pertenece a la clase media de la ciudad de Buenos Aires que lee diarios y mira noticiosos televisivos.

Le escribo estas líneas porque sé también que a usted le molestan algunas cosas del kirchnerismo, o muchas.

Le confieso que también a mí me dejan insatisfecho algunos aspectos de esta gestión.

Se lo repito, aunque estoy seguro que usted sabe bien quiénes son “los otros”: los peronistas Menem y Duhalde, los radicales que estuvieron con De La Rúa, el gran consorcio empresario de los Macri y el multimillonario que encubre las aspiraciones de Duhalde pues, como usted sabe, De Narváez no puede ser presidente porque no es argentino nativo. Y hasta algunos “videlistas” como la “procesista” Cecilia Pando, fervorosa representante de los represores y admiradora de Duhalde, es decir, de De Narváez.

Usted los recuerda tan bien como yo, seguramente.

Son los que quieren volver a la Corte Suprema en manos de jueces corruptos como en el 2000, a las humillaciones de la Argentina sometida a “relaciones carnales” con Estados Unidos como en 1998 y subordinada a los planes recesivos del Fondo Monetario Internacional, así como al incesante crecimiento de la Deuda Externa, con Cavallo y compañía.

Usted se acuerda, ¿no es cierto? Seguro que sí: cómo subía todos los días el “riesgo país” y los intereses y el saqueo... Quieren volver a entregar a los financistas especuladores el manejo de los aportes jubilatorios de todos nosotros, volver a la libre importación que destruyó gran parte de nuestra industria y provocó la desocupación, de donde surgió la delincuencia y la inseguridad que todavía sufrimos.

¡Cómo no se va a acordar!

Usted, comerciante minorista que estaba la mayor parte del día con los brazos cruzados esperando clientes que no llegaban en aquella época desgraciada, usted, joven con inquietudes, que estuvo tentado de sumarse a las colas ante las embajadas de España e Italia, junto a tantos amigos que veían cerrados sus horizontes en nuestro país. Y usted, víctima de los negociados de Menem, que llegó a explotar un cuartel para que no se pudieran contar las armas que se habían vendido ilegalmente o estafado por De La Rúa, “el moralista” De La Rúa, que sobornó a los senadores para sancionar la ley de flexibilidad laboral. ¿Se acuerda de esa ley? ¿Se acuerda de los contratos basura? ¿Acaso olvidó que cuando la casa se incendiaba De La Rúa decía por T.V. que le preocupaba la posible extinción de la merluza?

Todos esos son los responsables de aquella Argentina hundida en el fango, en la miseria y la corrupción... y de los cinco presidentes en una semana, ¿se acuerda? Y del “corralito” y “el corralón”, cuando tuvimos que salir a la calle, con las cacerolas, reclamando “que se vayan todos”.

¡No me diga que no se acuerda!

Búsquelos en las listas de la oposición.



Algunos aparecen, otros están escondidos detrás de Narváez y de Michetti, mientras Menem y Duhalde ya se frotan las manos pensando que algunos confundidos van a votar a sus títeres y hasta los amigos de De la Rúa se preparan para rebajar, de nuevo, sueldos y jubilaciones, como en aquella época, cuando López Murphy proponía arreglar la situación económica rebajando a la mitad el presupuesto de educación y salud.

¿No me diga que se olvidó? No puedo creerlo.



Aquello no va más y usted lo sabe.



No lo van a engañar con las pavadas de si Cristina cambia o no de cartera todos los días o si Kirckner vocifera en vez de persuadir.

A ellos les molesta el gobierno por sus aciertos y no por sus errorers, y prometen una Argentina venturosa, cuando tienen el proyecto de hacernos volver a los 90.

Porque aquí, mi amigo, se están jugando cosas mucho más importantes que las chicanas que maneja la oposición, precisamente porque no puede desnudar públicamente su proyecto de regreso al pasado: que si el gobierno no hace reuniones de gabinete, que si Néstor influye sobre Cristina y otras “zonceras” en las cuales usted y yo no podemos detenernos cuando la cuestión central reside en cómo nos defendemos de la crisis mundial que va alejar de nuevo a los clientes de los comercios, que va a cerrar de nuevo los horizontes de los jóvenes si vuelven aquellos que fueron responsables de que la Argentina estallara en el 2001.

Con algunas caritas nuevas -juveniles porque tienen tatuaje- ellos quieren tapar su proyecto nefasto: por eso no se sabe si son estatistas o no, si son fondomonetaristas o no, si son latinoamericanistas o no, ni siquiera si son democráticos o no, porque lo que son es el pasado, aquel que usted y yo vivimos, desde el 74 hasta el 2003, cuando ellos gobernaban a favor de los grandes consorcios, de los grandes bancos, destruyendo al país.

Usted sabe, porque está informado, que desde el 2003 se ha bajado la desocupación y ha crecido el Producto Bruto como nunca en nuestra historia y que se vive mejor, aunque el conflicto con el campo desató inflación –más allá de que el INDEC intentase ocultarla- pero que ahora está más o menos controlada.

Usted sabe también, porque no es zonzo, que la Sociedad Rural no salió jamás, en toda su historia ,ni tampoco ahora, a defender la democracia y el bienestar del pueblo, sino a proteger sus vacas y sus reproductores que valen millones, así como sus cuentas bancarias en el país y en el extranjero, que se trata de un reducido grupo de grandes terratenientes y sojeros a quienes sólo les interesa exportar y cuanto menos coman los argentinos, mejor, porque hay más mercadería para vender afuera, mientras tienen a los peones “en negro” y de pata al suelo. .

Yo sé que usted entiende todo esto, pero le doy esta alerta porque, después, los males los pagamos todos...



...Usted sabe bien que tenemos que terminar con la necedad de La Rúa y la viveza de Menem y Duhalde. Y también sabe que todos queremos un país mejor para nuestros hijos y nuestros nietos, pero los que destruyeron lo que íbamos construyendo, vienen ahora con “el verso” de un mundo mejor cuando siempre fueron la expresión de un mundo peor.

No nos mejorarán, por el contrario, nos destruirán otra vez.



Este gobierno, con sus limitaciones, y desaciertos, abre sin embargo un camino.

Apóyelo por su aciertos, sin por eso dejar de criticar sus errores, y empújelo hacia las transformaciones necesarias que urgen en nuestra Argentina.



Hay lo que hay, estimado amigo, y de todo lo que hay, no vote por el pasado.



Yo sé que usted no va a jugar con fuego: porque ya otras veces ha sucedido que por creer que se vota lo mejor, se destruye lo que es más o menos bueno y volvemos a lo que es decididamente muy malo.

En sus manos está el destino de la Argentina. Estoy seguro que lo comprende

Sería catastrófico que si se equivocan muchos, en el futuro tengamos que llorar juntos.



Norberto Galasso, junio 2009.

Corriente Política “Enrique Santos Discépolo”

31 mayo 2009

No tengo dudas / Orlando Barone


Mientras las madres y abuelas de Plaza de Mayo estén junto al gobierno, no tengo dudas.

Mientras sigan apareciendo hijos de desaparecidos recobrados, no tengo dudas.

Mientras haya quienes sigan vivando a los represores, no tengo dudas.

Mientras los gobiernos de Latinoamérica estén cada día más ligados a la Argentina, no tengo dudas.
No tengo dudas por Orlando Barone
Mientras la jerarquía de la Iglesia sea más afín al mensaje de los opositores que al mensaje del gobierno, no tengo dudas.

Mientras el FMI esté allá pero no aquí, no tengo dudas.

Mientras la extrema izquierda se vaya tanto a la izquierda que termine en la derecha, no tengo dudas.

Mientras la derecha se indigne porque considera a este gobierno de izquierda, no tengo dudas.

Mientras la Mesa de Enlace se sonría victoriosa rodeada de porotos de oro, y los gurúes de la City auguren inminentes cataclismos, no tengo dudas.

Mientras haya tanta libertad que se pueda decir que el oficialismo hace todo mal y que lo seguirá haciendo mal, no tengo dudas.

Mientras se pueda caricaturizar con libre albedrío a la presidenta y su marido en el lecho conyugal, no tengo dudas.

Y si a esas caricaturas del matrimonio las incluyen en un film “porno”, menos dudas tendría.

Mientras la iluminada Casandra augure que la Argentina “podría desaparecer del mundo civilizado”, no tengo dudas.

Mientras gran parte de la sociedad democrática se expresa públicamente día y noche, en la vigilia y en el suelo contra el gobierno, no tengo dudas.

Mientras la luz y el gas no se apaguen, y no se seque la nafta, y no colapsen los radares, los aviones y los trenes sin hacer caso de las profecías, no tengo dudas.

Mientras los jubilados de antes y los de ahora cobren normalmente con plata como todos los trabajadores, no tengo dudas.

Mientras quienes se reconocen progresistas, pero están contra el Gobierno, posan incoherentes en la foto junto a los no progresistas históricos, no tengo dudas.

Mientras haya aquí patriotas aterrados porque una empresa multinacional argentina es estatizada en Venezuela, y esos mismos patriotas ni siquiera se inquietaron cuando fue privatizada toda la Argentina, no tengo dudas.

Mientras de un lado esté Marcos Aguinis y del otro José Pablo Feinmann;

y de un lado esté la Tribuna de doctrina

y del otro Carta abierta de los intelectuales,

y de un lado estén Blumberg, el rabino Bergman y el gatillo fácil,

y del otro las garantías y el juez Zaffaroni; no tengo dudas.

Eso sí: tengo dudas de no tener dudas.

Pero la oposición, paradójicamente, me inspira certidumbres.

Sí, certidumbres opositoras contra las certezas de los opositores.

Publicado por Orlando Barone

29 mayo 2009

FACEBOOK: ¿ES DE LA CIA?

de Boletin Entorno (Año 7 Número 42)


por Ernesto Carmona

Los grandes medios ensalzaron a Mark Zuckerberg como al niño maravilla que a los 23 años se convirtió en multimillonario por el éxito alcanzado por el Facebook, pero no le prestaron atención a la “inversión de capital de riesgo” por más de 40 millones de dólares efectuada por la CIA para sacar adelante la red social.
Cuando el delirio especulativo de Wall Street hizo creer a los incautos que el valor de Facebook ascendería a 15 mil millones de dólares, en 2008 Zuckerberg se convirtió en el multimillonario "hecho a sí mismo" más joven de la historia del “ranking” de la revista Forbes, con 1.500 millones de dólares. Entonces, la apuesta del capital de riesgo invertido por la CIA parecía haber obtenido buenos réditos, pero el “valor” de Facebook se ajustó a su nivel real en 2009 y Zuckerberg desapareció del listado Forbes.
La burbuja Facebook se infló cuando William Gates, el dueño de Microsoft, adquirió en octubre de 2007 una participación del 1,6% en 240 millones de dólares. Esta operación condujo a especular que si el 1% de Facebook costaba 150 millones de dólares, entonces el valor del 100% ascendería a 15 mil millones de dólares, pero el chamullo terminó desinflándose. La cuestión de fondo es que Facebook existe gracias a una inversión de capital de riesgo de la CIA.
En 2009, los grandes medios no escatimaron “propaganda informativa” para rendir culto a Zuckerberg como paradigma del joven emprendedor-triunfador, pero la reiterada difusión de esta “noticia” no logró obtener que la revista “Forbes” lo mantuviera en la versión 2009 de su listado (1). El niño maravilla desapareció de la lista, pese a la intensa campaña de CNN y de la gran prensa mundial que refleja los intereses de Wall Street. La “lista Forbes” es como el Oscar de los grandes negocios e infla o desinfla el valor de las acciones.
La CIA invirtió en Facebook mucho antes que llegara a convertirse en una de las redes sociales más populares de Internet, según una investigación del periodista británico Tom Hodgkinson publicada en 2008 en el diario londinense The Guardian (2) y comentada por algunos medios independientes de habla inglesa, pero sin repercusión alguna en la gran prensa.
La propaganda corporativa convirtió al portal social en sinónimo de éxito, popularidad e incluso buenos negocios. Facebook se presenta como un inofensivo sitio web de redes sociales que facilitan las relaciones interpersonales.
Su popularidad hizo especular que sus aproximadamente 70 millones de usuarios aumentarían en un par de años a 200 millones en todo el mundo, porque en sus mejores semanas llegó a recibir hasta dos millones de nuevos usuarios. Empero, el Facebook no convence a todos.
Críticos y detractores
“El que no está en Facebook no está en nada o es antisistémico”, dicen unos. Es como tener una imagen nueva pero sin contenido, para darse importancia en el mall en que se ha convertido Internet, como sustituto de las antiguas plazas públicas, dicen otros. Los más pragmáticos afirman que es una herramienta para re-encuentros con antiguos compañeros de infancia y juventud perdidos en las mudanzas de la vida. Sus defensores de izquierda sostienen que sirve para promover luchas contra la globalización y coordinar campañas contra actividades como las reuniones del G8.
El periodista español Pascual Serrano describió como fue utilizado por el gobierno de Colombia para coordinar la jornada mundial contra las FARC que en 2008 marcó el comienzo de la ofensiva propagandística contra la guerrilla que aún continúa. Y hay mucha evidencia de que Facebook ha sido instrumentalizado por la CIA. Para Walter Goobar, de MiradasAlSur.com, "es en realidad un experimento de manipulación global: [...] es una sofisticada herramienta financiada por la Agencia Central de Inteligencia, CIA, que no sólo la utiliza para el reclutamiento de agentes y la recopilación de información a lo largo y ancho del planeta, sino también para montar operaciones encubiertas".
A grandes rasgos Facebook es una herramienta de comunicación que permite contactar y archivar direcciones y otros datos de amigos y familiares. Es una mina de información sobre las amistades de sus usuarios para entidades como el ministerio de Seguridad de la Patria, de EEUU, y, en general, para la comunidad de inteligencia, abocada con igual entusiasmo al “enemigo” interno que externo desde la era Bush.

Millones de usuarios ofrecen información sobre su identidad, fotografías y listas de sus objetos de consumo favoritos. Un mensaje de parte de algún amigo invita a inscribirse y a participar en Facebook. Los datos personales, que suelen ser capturados por toda suerte de estafadores y clonadotes de tarjetas bancarias, también van a parar a los discos duros de la comunidad de inteligencia de EEUU. El sistema Beacon de Facebook hace seguimientos de los usuarios y asociados, incluyendo a quienes nunca se registraron o a los que desactivaron sus vínculos. Facebook resulta más práctico y rápido que los InfraGard (2), que son 23.000 micro-comunidades o “células” de pequeños comerciantes-soplones organizadas por el FBI para conocer los perfiles psico-políticos de su clientela.
Desde diciembre de 2006, la CIA utiliza Facebook para reclutar nuevos agentes. Otros organismos gubernamentales deben someter el reclutamiento y contratación a regulaciones federales, pero la CIA adquirió más "chipe libre" que nunca bajo el gobierno de Bush, incluso para torturar sin guardar las apariencias. "No es necesario obtener ningún tipo de permiso para poder incluirnos en la red social", dijo la CIA.

Capital de riesgo CIA

Una muy fundada voz de alerta sobre la propiedad CIA del Facebook la entregó el periodista británico Tom Hodgkinson, en el documentado artículo “With friends like these ...” (Con los amigos nos gusta…), publicado en el diario londinense The Guardian el 14 de enero de 2008 (3). Dijo que después del 11 de septiembre de 2001 se redobló el entusiasmo por la alta tecnología que ya tenía capturada a la comunidad de inteligencia de EEUU desde que dos años antes había creado el fondo de capitales “In-Q-Tel”, para oportunidades de inversión de riesgo en altas tecnologías.
Para el periodista Hodgkinson, los vínculos del Facebook con la CIA pasan por Jim Breyer, uno de los tres socios clave que invirtió en esa red social 12,7 millones de dólares en abril de 2005, también asociado del fondo de capital Accel Partners, miembro de los directorios de gigantes como Wal-Mart y Marvel Entertainment y además ex presidente de National Venture Capital Association (NVCA), caracterizada por invertir en talento joven.
“La más reciente ronda de financiamiento de Facebook fue conducida por una compañía financiera llamada Greylock Venture Capital, que puso 27,5 millones de dólares”, escribió Hodgkinson. “Uno de los mayores socios de Greylock se llama Howard Cox, que es otro ex presidente del NVCA que también está en la junta directiva de In-Q-Tel”.
“¿Y qué es In-Q-Tel?”, se pregunta Hodgkinson, “Bueno, créase o no (y verifiquen en su sitio web) es un fondo de capital de riesgo de la CIA”. Creado en 1999, su misión es “identificar y asociarse con compañías que estén desarrollando nuevas tecnologías para ayudar a proveer soluciones a la Agencia Central de Inteligencia”.
La página web de In-Q-Tel (4) recomendada por Hodgkinson es muy explícita: “En 1998, el Director de Inteligencia Central (DCI) identificó la tecnología como prioridad estratégica superior, directamente conectada a los avances de la Agencia en futuras tecnologías para mejorar sus misiones básicas de recolección y análisis. El liderazgo de la Dirección de Ciencia y Tecnología diseñó un plan radical para crear una nueva empresa que ayudaría a incrementar el acceso de la Agencia a la innovación del sector privado". Ni agregándole agua quedaría más claro, dijo Hodgkinson.

Notas y fuentes:
1) Reporte Forbes 2009:
http://www.forbes.com/lists/2009/10/billionaires-2009-richest-people_The-Worlds-Billionaires_CountryOfCitizen_18.html.
2) http://www.infragard.net/
3) http://www.guardian.co.uk/technology/2008/jan/14/facebook
4) http://www.iqt.org/about-iqt/history.html

27 mayo 2009

El autor prosigue su deconstrucción del sionismo

El monstruo de tres patas

Gilad Atzmon
Palestine Think Tank


Traducción de Manuel Talens


Contrariamente a sus hermanos y hermanas cosmopolitas, que difunden el sionismo y el racismo tribal bajo un disfraz liberal y progresista, Melanie Philips no esconde sus cartas. Hace unos días definió claramente lo que es el sionismo:

"El sionismo”, escribe Philips, “es simplemente el movimiento para la autodeterminación del pueblo judío y su significación es mayor que la de cualquier otro movimiento de liberación nacional, porque el judaísmo se asienta sobre tres patas, el pueblo, la religión y la tierra. Si le cortan una al negarle legitimidad, se desploma. Por eso, el antisionismo es mucho más que una incómoda posición. Es un ataque directo al judaísmo.”

Philips no permite conjeturas. Para ella, no sólo el sionismo es un movimiento nacional legítimo, sino que “su significación es mayor que la de cualquier otro movimiento” por el hecho de apoyarse en “tres patas”. Si uno lo piensa, eso de apoyarse en tres patas tiene su importancia. Yo, por ejemplo, sólo me apoyo en dos y en poco más. A veces, desnudo frente al espejo, me encantaría ser el sionismo.

Tal como afirma Philips, el sionismo es una amalgama de tres ingredientes judíos: el pueblo, la tierra y la religión. Son estos ingredientes los que lo convierten en un victorioso relato ético. Es esa mezcla lo que transfiguró al sionismo en el identificador simbólico colectivo del pueblo judío en el siglo XX. Es el sionismo lo que se las ha arreglado para reinventar al pueblo judío como una nación con una lúcida aspiración ideológica, espiritual y geográfica. Pero si bien el sionismo tiene sentido para muchos judíos en todo el mundo, cada vez lo tiene menos para aquellos que no lo adoptan, es decir, el resto de la humanidad. La razón es muy sencilla: los judíos están en su derecho, si lo desean, de celebrar colectivamente sus síntomas, pero no tienen derecho alguno a hacerlo a expensas de los demás.

El sionismo se las ha arreglado para interpretar el judaísmo como una brutal licencia que les permite robar y matar. Transformó un texto espiritual –la Torá– en un registro notarial. Inventó a los judíos como nación y, luego, le impuso a la recién nacida nación una inmoral apetencia geográfica con devastadoras implicaciones racistas y coloniales.

Vale la pena preguntarse cómo fue que el sionismo alcanzó tal éxito, cómo se las arregló para asesinar con impunidad y cómo ha logrado seguir asesinando durante tanto tiempo. A fin de cuentas, la mezcla letal de “tierra, religión y pueblo” es totalmente contraria al discurso cultural y político occidental de la posguerra, cuyos ingredientes son más bien “cosmopolitismo, multiculturalismo, multirreligiosidad y fronteras abiertas”.

Soy de la opinión que la ecuación de Philips, a saber, “sionismo es igual a judaísmo”, es la táctica sionista más eficaz posible, porque paraliza la mayor parte de las oposiciones humanistas al sionismo. La razón es bien obvia: los seres humanos éticos ordinarios no saben cómo arreglárselas con esa endiablada fórmula que los lleva a criticar un sistema de creencias religiosas.

Una manera de evitarlo consiste en negarse a aceptar la ecuación de Philips: “sionismo no equivale a judaísmo”, sino que es más bien una estrecha interpretación del judaísmo que recupera el depredador discurso bíblico y lo convierte en una práctica diaria; que se apodera de la noción moral judaica de “pueblo elegido” y la convierte en un crudo programa supremacista. Más que el judaísmo, lo que el sionismo representa es el rostro genuino de la ideología judía. Es racista, chovinista, tiene sed de poder; pero es distinto del judaísmo, porque el judaísmo gira en torno al temor de Dios, mientras que el sionismo no tiene miedo a nada ni a nadie. Por eso, es justo decir que oponerse al sionismo es oponerse a la ideología judía o a eso que yo defino como “judeidad”.

Hay que considerar que el sionismo se considera a sí mismo como un movimiento nacional ilustrado. Hasta cierto punto, como ideología y praxis, trata de conocerse a sí mismo, busca explicaciones o, al menos, justificaciones racionales e históricas (nunca éticas). Debo añadir que la argumentación que ofrece Melanie Philips es coherente. Según ella, “eso es lo que somos”, así que si nos lo quitan nos están privando de nuestra razón de ser.

Creo que el marco en el que se sitúa Philips es correcto; lo que resulta ligeramente confuso es la terminología que utiliza. Sionismo no es equivalente a religión judía: la vinculación intrínseca tiene lugar más bien entre sionismo y judeidad. Si de verdad queremos oponernos al sionismo, de inmediato nos vemos inmersos en un conflicto inevitable con la ideología judía. Oponerse al sionismo es admitir que tenemos serias diferencias con el nacionalismo judío, con el tribalismo judío, con la ideología racista judía, con la supremacía judía y con el colectivismo judío. Oponerse al sionismo es admitir no nos gustan esas cosas que destila “lo judío”.

Sin embargo, preciso es señalar que si sionistas como Philips pueden sugerir la equivalencia entre sionismo y judaísmo, quienes se oponen al sionismo no deberían poner reparos a hacer exactamente lo mismo, pero desplazando la crítica del sionismo hacia la ideología judía y a lo que de ella se desprende.

Ya lo he dicho muchas veces en escritos anteriores: en la práctica, son los disidentes sionistas e israelíes quienes parecen hacer avanzar el discurso antisionista. La razón es muy sencilla: los disidentes israelíes no dudan en exponer su pasado colectivo o reflexionar sobre él. Contrariamente a los izquierdistas tribales judíos de la diáspora, siempre dispuestos a rechazar cualquier complicidad con los crímenes israelíes alegando que “no en mi nombre”, algunas voces disidentes israelíes admiten su responsabilidad directa en ellos. Penetran en la noción de culpabilidad y la convierten en responsabilidad.

Hace un mes, el periódico Haaretz publicó un artículo de Uri Avnery en su edición especial dedicada al Día de la Independencia de Israel. “Living With The Contradiction” fue el intento, por parte de un humanista israelí, de enfrentarse a su propio pecado original desde una perspectiva histórica.

Avnery es un ensayista extraordinario. Aunque suelo estar en desacuerdo con él en ciertas cosas, reconozco que no deja de representar la voz de la razón en ese Estado perverso. Contrariamente a Melanie Philips, que apoya al sionismo desde la lejanía, Avnery formó parte de un comando en 1948. Estuvo personalmente implicado en la creación de Israel. “Sabíamos que si ganábamos la guerra habría un Estado y que si nos derrotaban no lo habría, ni tampoco viviríamos para contarlo”.

Contrariamente a Melanie Philips, que habla de “una tierra”, Avnery fue uno de los que invadieron esa tierra y expulsaron a sus habitantes.

“No dejamos ni un solo árabe dentro de nuestras fronteras y los árabes hicieron lo mismo”, dice Avnery. Y, sin embargo, contrariamente a Philips, él se da cuenta de que la mezcolanza sionista de “pueblo, tierra y religión” conduce al desastre. El pecado original israelí no es precisamente una fórmula que lleve hacia la paz.

Se pregunta: “¿Cómo podríamos, pues, armonizar la contradicción entre nuestras intenciones y sentimientos de aquella época –cuando establecimos el Estado y, para decirlo sin rodeos, lo pagamos con nuestra sangre– y la injusticia histórica que infligimos a nuestros adversarios?”.

Y continúa: “Nuestra salud mental como nación y como seres humanos lo necesita y ése sería el primer paso hacia una futura reconciliación. Debemos admitir y reconocer las consecuencias de nuestras acciones y reparar lo que sea reparable, sin renegar de nuestro pasado ni de nuestra inocencia juvenil.” Avnery se esfuerza por explicar, no por justificar, el pecado de 1948, pero aspira a la reconciliación. Comprende perfectamente que el Estado judío corre a su fin a menos que se enfrente a su pasado.

Ya me gustaría a mí que quienes ofrecen su contribución al discurso de la solidaridad con Palestina tuviesen la misma valentía de Philips y Avnery. Quisiera que, al igual que hace Philips, nosotros tuviésemos la valentía de identificar sionismo con judaísmo para poder utilizar dicho emparejamiento como contraposición crítica. Me gustaría que considerásemos la Nakba como Avnery, con miedo, y de ello sacásemos la única conclusión posible: el derecho al retorno.





Fuente: Palestine Think Tank - The Three-Legged Monster

Artículo original publicado el 25 de mayo de 2009

Sobre el autor

Manuel Talens es miembro de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al

Fujimori, el «Drácula» del Perú


Ex-presidente condenado por criminal:
el japonés enjaulado


Por Cristina Castello
Especial para Kaos en la Red

Fue un presidente constitucional de facto. Y este contrasentido no es metáfora. En el Poder del Perú desde 1990 hasta el 2000, fue tirano y criminal. Así lo declaró la Justicia el pasado 7 de abril, y lo condenó a 25 años de prisión, por crímenes de lesa humanidad y corrupción. Fue uno de los instrumentos necesarios para que los USA impusieran el neoliberalismo a ultranza en los ’90, uno de los antecedentes de la crisis mundial. «Drácula» no dejó ningún supuesto enemigo, sin torturar. Ni siquiera su primera esposa, Susana Higuchi, se salvó de esa gracia. La madre de sus tres hijos declaró que fue martirizada no menos de 500 veces, por orden de su esposo, el presidente constitucional.
Imposible hablar de Fujimori, sin mencionar al presidente actual del Perú, Alan García Pérez, ya se verá. El pájaro enjaulado no se privó de cometer barbaries, ni de decir mentiras. Justo cuando debía exponer su programa de gobierno en la Semana Santa del ’90, dijo que se había intoxicado con bacalao. Apodado «El Chino», se rebautizó «Chinchonet» en honor a uno de sus colegas de genocidios, Augusto Pinochet. Habló o calló según sus conveniencias. Pero sobre todo, asesinó. Furia devoradora por el Poder, para ganar las elecciones, escandalizó al Japón cuando —grotesco— hasta bailó un vals en la televisión. Después, el actual mandatario Alan García, siguió su ejemplo. Para ganar los votos de la juventud, su figura obesa danzó frente a las cámaras, al compás del reggaetón. A los gobernantes asesinos del Perú les gusta bailar.
Tan hábil para matar como para arropar su cobardía, consiguió súbitamente la nacionalidad japonesa y huyó a Tokio, en noviembre de 2000. Fue cuando se descubrió la red de corrupción, de la que formó parte, encabezada por el entonces jefe de los Servicios de Inteligencia (SIE) e informante de la CIA norteamericana, Vladimiro Montesinos, personaje tan abyecto como su jefe, y a quien la justicia universal –que asoma, a veces— quiere ver en prisión.
Desde la ciudad sede del gobierno de Japón, el evadido renunció a la presidencia, en noviembre de 2000 de una manera inaudita. Envió un fax y... ¡ya está! Caramba qué originalidad, inédita incluso en los anales de las felonías, que consuma el hombre cuando está en el Poder. Y fue más lejos: por temor de que la flamante ciudadanía japonesa no fuera suficientemente segura para ampararlo de la ley, se postuló al congreso nipón; buscaba la inmunidad parlamentaria. Después, y con el propósito de presidir de nuevo el Perú, regresó vía Chile, donde fue hecho prisionero, y finalmente extraditado.
Ahora, condenado por la justicia peruana y en prisión, en el mundo se lo conoce como el reo Fujimori. ¿O acaso hay que apelar a eufemismos, cuando el sacrilegio es el terrorismo de Estado, nada más y nada menos? Es un reo, otro más.
No tiene traje a rayas, ni está marcado con un número, como las víctimas de los campos de exterminio, o como los seres que él ordenó lacerar; o como estuvieron tantos otros cuyas muertes decidió. Al contrario, tan furioso como gélido, aún detrás de las rejas sigue queriendo imponer su siembra de muerte, hambre y desolación, a través de una de las hijas de la madre martirizada por orden de su papá. Keiko Fujimori, su bebé, lleva la antorcha de sombras que su padre le legó, y la esgrime como bandera en su candidatura presidencial.
«Chinchonet» saldrá de prisión en el 10 de febrero de 2032. Nacido en 1938, tendrá 94 años: ¿llegará? ¿Llegará a esa edad, y llegará a cumplir la condena, que el presidente actual lucha por burlar para que su cómplice recupere la libertad?
Los cargos que la Justicia probó, fueron los crímenes de lesa humanidad en Barrios Altos y la Universidad de la Cantuta, y el secuestro agravado al periodista Gustavo Gorriti y al empresario Samuel Dyer. Masacres que implicaron torturas y genocidio, el asesinato de 25 personas, entre ellas un niño de 8 años, bajo el fuego asesino de un escuadrón de la muerte.
El trabajo impecable de los tribunales peruanos, es un hito en la historia de la América morena. De hecho, algunos militares argentinos fueron condenados, y también Pinochet en Chile, quien estuvo prisionero en su domicilio, en razón de su edad avanzada. Pero, de los tres, el de Fujimori es el único caso de un presidente que habita, por fin, en una mazmorra, habiendo sido elegido por el voto ciudadano, aunque después haya ejercido un gobierno de facto.
Él aúlla que apelará, para no purgar sus crímenes; y no sólo ante las instancias habituales de la Justicia; también ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la misma que antes le parecía terrorista. Otra es la cuestión del «Cuarto Poder» —los medios más influyentes—: en realidad, un poder de cuarta, con la suma de poder; entre los cuales hay un caso paradigmático, a propósito del fallo para «Chinchonet».

Bamboleos

Las expresiones del diario «New York Times» sobre la condena, parecen una pieza de ética. La calificó de «alentadora» y puso el acento en la conducta ejemplar de la Corte Suprema del Perú, por haber enviado al reo a prisión. Detalló prolijamente las pruebas de muertes y torturas: se escandalizó y estalló de alegría
porque los crímenes de lesa humanidad no deben permitirse; y, si ocurren, merecen punición, siempre según la mirada del diario de los USA.
Y fue más lejos, dijo lo que tantos peruanos claman con ardor: que la sentencia es un aviso serio para el presidente actual.
Desde luego. Durante la primera presidencia de Alan «Caballo loco» García Pérez en el Perú, se organizó el Comando Rodrigo Franco, que barrió poblados andinos enteros, las matanzas de campesinos eran habituales y también los desaparecidos. En el ’85 había ordenado la Masacre de Accomarca, donde el Ejército peruano asesinó 45 personas. Y dos años antes, el 19 de junio del ’86, se ejecutaron extrajudicialmente más de 200 prisioneros de El Frontón, Lurigancho y Santa Bárbara. En el ’88 siguió su derrotero de muerte, con la Masacre de Cayara, cuando treinta personas fueron exterminadas, y hubo decenas de desaparecidos.
Al igual que en el caso del «Chino», se instruyeron contra él, diversas causas por crímenes de lesa humanidad, que eludió gracias a la ayuda del cómplice japonés. Y hoy, sigue encarcelando inocentes, persiguiendo a poetas, matando aborígenes e intentando liquidar la Amazonia peruana. Pero no se queda ahí.
Alan García cobijó también al venezolano Manuel Rosales, un delincuente, de la oposición chavista, buscado por la Interpol por delitos comunes: enriquecimiento ilícito y corrupción. Más: ya está sellada la alianza Keiko Fujimori-Alan García, para seguir poblando de hambre y muerte al pueblo peruano, bajo una dictadura donde impere el terror. Si logran esos objetivos, Drácula sería liberado dentro de dos años y el presidente actual no sería juzgado jamás.
Mientras tanto, así como los niños balancean su pureza, cara al cielo, en los columpios de los parques de diversiones, el «New York Times» se bambolea entre dos extremos, aunque jamás con cielo. Sostuvo y sostiene que Fujimori hizo maravillas cuando llegó al poder, ya que detuvo una inflación galopante; en una palabra: porque instauró el neoliberalismo a ultranza, como un alumno obediente de Norteamérica.
En una palabra: celebra que se haya hecho justicia con el mismo reo al que sustentó. ¡Recórcholis! Si, justamente, la violencia, los crímenes de lesa humanidad y el Estado de terror, fueron el andamiaje necesario para imponer las políticas económico-financieras del Régimen.
¿O acaso el «New York Times» ignora que el Perú es el patio trasero de los EE.UU.? Sirva como triste ejemplo, que desde el 23-08-90 la embajada norteamericana en el país de Túpac Amaru y César Vallejo, sabía detalladamente el plan fujimorista de operaciones, para realizar asesinatos. Las pruebas están en manos del Archivo de Seguridad Nacional, de uno de sus analistas, Meter Kombluh, y de Kate Doyle testimonio experto en el juicio a «Chinchonet».
El japonés, cierto, de nada malo se privó. Documentos secretos confirman que, junto a su ex asesor Vladimiro Montesinos, ayudó a Carlos Menem cuando era presidente, a ocultar información sobre contrabando de armas de Argentina a Ecuador. Él y su «comunidad de inteligencia», supieron de los preparativos para el comercio ilegal de fusiles, no bien éstos comenzaron. «Gracias» a la complicidad del nipón, decenas de oficiales y soldados peruanos, perdieron la vida en Alto Cenepa y nadie fue sometido a juicio.
Menem está procesado por la Justicia argentina; pero mientras tanto, goza de abultados ingresos como senador nacional; y él y el Drácula del Perú, fueron el punto de partida para la proliferación de los políticos de la farándula, genuflexos frente al Imperio. Los dos fueron precursores de la enajenación de sus países: de la venta a precio vil de empresas estatales nacionales, a empresas estatales extranjeras, en la mayoría de los casos. Y, tanto o más grave, los dos vaciaron la vida de su sentido trascendente: el de ser vivida como una estética, que contenga la ética.


Sin máscara

70 años tuvo para aprender la fraternidad, pero eligió el camino inverso. Ingeniero agrónomo, físico, matemático, devenido político. Naoichi y Mutsue Fujimori, sus padres lo vieron nacer en el Perú, adonde habían acudido en busca de trabajo y buena calidad de vida. El Perú se los dio, y el hijo se encargó después de arrasar el país que les brindó bienestar.
Fue con «Cambio 90» que Fujimori se postuló a la presidencia en las elecciones de aquel año. Su contrincante era el escritor de derechas Mario Vargas Llosa. Después de haber obtenido un escaso 20% de sufragios, en el ballottage se acreditó la presidencia con el 60%. Trampas de la vida, recibió el respaldo de varios grupos de izquierdas; y, por cierto, el de su cómplice Alan García, por entonces primer mandatario, por el APRA.
Salvo para matar, al comienzo de su mandato Drácula se mostró sin máscara. Sin máscara, su gobierno dependió —directamente— de la asesoría de Norteamérica, y del Fondo Monetario Internacional (FMI), con una participación activa del agente de la CIA el ex capitán Vladimiro Montesinos. Sin máscara, en 1992 —mediante la violencia y con la ayuda de las Fuerzas Armadas— disolvió el Parlamento y suspendió el Poder Judicial, en lo que se conoce como «autogolpe»; y aprobó una nueva constitución, que le dio la suma de poder.
Terminó con el grupo ciertamente terrorista «Sendero Luminoso»; y también con el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), de muy distinto origen y objetivos que Sendero. No, no «terminó»: exterminó a los integrantes, a fuego abierto, mediante torturas sofisticadísimas y desaparición forzada. El terror de Estado, en lugar de la Justicia. Y mientras seguía su siembra de muerte, ganó de nuevo las elecciones en 1995 frente al ex Secretario General de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar.

Le llegó el final, ¿el final?

Fue recién a fines de los ’90 que la ciudadanía comenzó a despertar; a descubrir la corrupción y la crueldad. En 2000 «Chinchonet» ganó de nuevo la presidencia, pues su opositor, Alejandro Toledo, se retiró sin participar de la segunda vuelta electoral. Y todo se precipitó. A través de un video, salieron a la luz infinitos actos de su perenne corrupción. Entonces el valiente Drácula, a quien no le había temblado la mano para las órdenes de asesinar, huyó. Y entonces, el Japón, y entonces, su renuncia por fax. Atrás había quedado también —se había salvado— Susana Higuchi, torturada por orden de su esposo siempre bestial. Y de los cuatro hijos de la pareja, él no ve sino por los ojos de una ellos, Keiko, su bibelot.
En 2006 Fujimori se casó con la poderosa empresaria nipona —propietaria de hoteles y campos de golf— Satomi Kataoka, hoy 42 años, para asegurarse de no ser rechazado en el país de su sangre oriental. El matrimonio se hizo legal a las tres de la madrugada y en ausencia.
—«Yo siento que eres parte de mi destino. Quiero casarme contigo», dijo entonces el actual presidiario a su japonesa.
— «Él me dice que me ama, y yo también lo amo, pero lo admiro más como ser humano. Fujimori llenó un vacío en mi corazón y fue él quien me salvó espiritualmente. Él me brindó cariño y calor humano», dijo la japonesa, sobre su peruano-japonés. Ahora Kataoka ve a Fujimori como un Cristo que está siendo sacrificado, y al juez y al fiscal como demonios.
Demonio «Chinchonet»:
La madre de sus hijos fue vendada, encapuchada, sometida a electroshock y torturada hasta casi morir.
—«Cuando estemos lejos, si se siente solo, que se lleve a mi perro», había reído la japonesa.
Hoy nadie ladra en la prisión del Drácula del Perú, pero la justicia universal clama por escuchar el aullido enjaulado de Alan García Pérez, para que Nunca Más.

*Cristina Castello es poeta y periodista, bilingüe (español-francés) y vive entre Buenos Aires y París.
http://www.cristinacastello.com
http://les-risques-du-journalisme.over-blog.com/
*

Este artículo es de libre de reproducción, a condición de respetar su integralidad y de mencionar a la autora y a la fuente.

24 mayo 2009

¿Por qué tiene tanto miedo el Estado de Israel a la periodista Amira Hass?


Palabras de Amira Hass:

«Dejemos aparte a los israelíes cuya ideología apoya la desposesión del pueblo palestino porque “Dios nos eligió”. Dejemos a un lado a los jueces que blanquean cualquier política militar de exterminio y destrucción. Dejemos aparte a los mandos militares que a sabiendas encierran a toda una nación en rediles rodeados de muros, torres de observación fortificadas, ametralladoras, alambre de espino y cegadores proyectores. Dejemos a un lado a los ministros. Todos esos no se cuentan entre los colaboracionistas. Esos son los arquitectos, los planificadores, los diseñadores, los verdugos.

Pero hay otros. Historiadores y matemáticos, veteranos editores, estrellas de los medios de comunicación, psicólogos y médicos de familia, abogados que no apoyan a Gush Emunim y Kadima, maestros y educadores, amantes del senderismo y cantantes espontáneos, magos de la alta tecnología. ¿Dónde estáis? ¿Y qué hay de vosotros investigadores del nazismo, del Holocausto y de los gulags soviéticos? ¿Podríais estar todos a favor de sistemáticas leyes discriminadoras? ¿Leyes que ponen de manifiesto que a los árabes de Galilea ni siquiera se les compensará por los daños de la guerra con las mismas sumas a las que sus vecinos judíos tendrán derecho? (Aryeh Dayan, Haaretz, 21 de Agosto).
¿Es posible que estéis todos a favor de una ley de ciudadanía racista que prohíbe a un árabe israelí vivir con su familia en su propia casa? ¿Que estéis de acuerdo con más expropiaciones de tierras y con la demolición de más huertos para otro asentamiento de colonos y para otra carretera exclusivamente para judíos? ¿Que todos vosotros respaldéis los bombardeos y el lanzamiento de misiles que matan ancianos y jóvenes en la Franja de Gaza?
¿Puede ser que todos vosotros estéis de acuerdo con que un tercio de Cisjordania (el Valle del Jordán) esté fuera del alcance de los palestinos que han obtenido ciudadanía extranjera y no puedan volver con sus familiares a los territorios ocupados?
¿Pueden estar realmente vuestras mentes tan lavadas con la excusa de la seguridad, que estéis de acuerdo en prohibir a los estudiantes de Gaza estudiar terapia ocupacional en Belén y medicina en Abu Dis e impedir a personas enfermas de Rafah recibir tratamiento medico en Ramala? ¿Creéis que todo esto se puede ocultar tras la explicación "no teníamos ni idea"?: no teníamos ni idea de que la discriminación practicada en la distribución del agua –controlada exclusivamente por Israel- deja a miles de familias palestinas sin agua durante los calurosos meses de verano; no teníamos ni idea de que cuando el ejército bloquea la entrada a los pueblos también bloquea el acceso a los manantiales y depósitos de agua. Pero no es posible que no hayáis visto las puertas de acero a lo largo de la carretera 344 de Cisjordania que bloquean el acceso a los pueblos palestinos por los que pasa. No puede ser que apoyéis que se impida el acceso de miles de agricultores a sus tierras y plantaciones, que apoyéis la cuarentena sobre Gaza que impide la entrada de medicamentos a los hospitales, la interrupción del suministro de electricidad y agua a 1,4 millones de seres humanos, cerrando su única conexión con el mundo durante meses.

¿Es posible que no sepáis qué está pasando a 15 minutos de vuestras facultades y oficinas? ¿Es verosímil que apoyéis el sistema en el que los soldados hebreos, en los puestos de control militar en el corazón de Cisjordania, dejan a decenas de miles de personas esperando cada día durante horas bajo el sol abrasador, al tiempo que seleccionan: residentes de Nablús y Tulkarem no están autorizados a pasar, los de 35 años y menores, ¡hala!, vuelvan a Yenín, los residentes del pueblo de Salem ni siquiera pueden estar aquí, una mujer enferma que se ha saltado la fila debe aprender una lección y sin duda permanecerá detenida durante horas. La página de Internet de Machsom Watch está disponible para todos; en ella hay incontables testimonios parecidos y peores, la rutina de cada día. Pero no puede ser que aquellos que se espantan por cada esvástica pintada sobre una tumba judía en Francia y por cada titular antisemita en la prensa local de España no sepan cómo llegar a esta información y no se espanten e indignen.

Como judíos, todos nosotros disfrutamos de los privilegios que nos ofrece Israel, lo cual nos convierte a todos en colaboracionistas. La cuestión es qué hacemos cada uno de nosotros de una forma diaria activa y directa para minimizar la cooperación con un régimen depredador que nunca se sacia. Firmar una petición y expresar enojo no sirve. Israel es una democracia para sus judíos. Nuestras vidas no corren peligro, no nos van a encerrar en campos de concentración, nuestro medio de vida no se verá afectado y nos negarán la distracción en el país o en el extranjero. Por consiguiente, la carga de colaboracionismo y la responsabilidad directa son enormemente pesadas»

Fuente: http://www.paltelegraph.com/middle-east/77-middle-east/839-why-the-state-of-israel-is-so-afraid-of-the-journalist-amira-hass