29 enero 2009

¿Y?

¿Y?

Después de la guerra, comienza la polémica interna en Israel. En este artículo, el autor cuestiona la efectividad de la ofensiva bélica contra las bases de Hamas en Gaza.

Por Daniel Kupervaser

En un magistral operativo aéreo basado en una maniobra táctica sin precedentes, logramos sorprender a las fuerzas de Hamas, carentes de todo armamento antiaéreo, de radares y sin un mísero avión, y en el término de tres minutos impactamos sobre un centenar de objetivos destrozando y devastando sedes ministeriales, instituciones civiles y militares, campamentos de instrucción militar, depósitos de municiones, cárceles, inclusive una formación de un centenar de policías civiles. ¿Y?
Continuamos los días siguientes con ataques desde el aire, destruyendo toda la infraestructura, bombardeando la boca de túneles de abastecimiento en el límite con Egipto, liquidando todo grupo de guerrilleros que lanzaba raquetas y misiles sobre las ciudades de Israel y todo edificio de donde se detectaban disparos. ¿Y?
Matamos desde el aire a Nizar Rayyan, prominente ideólogo y uno de los destacados líderes del movimiento Hamas, en una brillante ejecución puntualizada desde el aire bombardeando su casa. ¿Y?
Lanzamos una masiva ofensiva terrestre con infantería blindada, tanques, artillería e ingeniería, todos equipados con el armamento más sofisticado del mundo y con el apoyo de la marina y la mejor aviación del mundo. ¿Y?
Matamos a Said Siam, ministro del interior del gobierno de Hamas, otro de los prominentes lideres del grupo terrorista que controla Gaza. ¿Y?
Nos deleitamos escuchando los sabios consejos de los prominentes asesores militares de la televisión, todos generales, brigadieres y almirantes en retiro que competían entre ellos para ver quién proponía la maniobra más brillante o cargaba con más pólvora o municiones. ¿Y?
Observamos a los corresponsales militares de las cadenas televisivas locales, todos uniformados con las mismas camperas de cuero marrón de la aviación norteamericana, y también uniformados con la misma palabra que no era más que recitar los informes de la cúpula militar israelí, desprendiéndose de principios profesionales de la democrática misión de un periodismo crítico. ¿Y?
Sentimos el inédito y monolítico apoyo al operativo por parte de todos los sectores judíos: desde Meretz, famosos escritores como A.B. Yoshua y el denominado Nuevo Movimiento de Izquierda (¿izquierda dije?) hasta los prominentes representantes de la acérrima extrema derecha. El silencio de la oposición fue llamativo y por supuesto que los contados opositores que elevaron su voz rápidamente fueron acallados tras las "patrióticas" muchedumbres vociferando "traidores". ¿Y?
Fuimos testigos de cómo distinguidos y honorables rabinos que en su pasado fueron acusados por las autoridades competentes de "instigación al racismo" (un judío, ¿racismo?) fueron invitados por el ejército para armarse de municiones morales de la conocida tradición judía ofreciendo una arenga a soldados antes de entrar en batalla con expresiones como: "En esta guerra no hay inocentes y por lo tanto, se puede disparar sobre civiles" ¿Y? (1)
Vimos cómo se puedne mantener los operativos del ejército de Israel en un territorio densamente poblado de civiles tras una cortina de humo informativa por medio de una democrática prohibición de la entrada de todo medio de comunicación a la zona de Gaza, salvo aquellos "corresponsales objetivos", todos vestidos con las mismas camperas norteamericanas y que cuando se los lleva a lugares determinados saben poner los ojos donde al ejército le agrada. ¿Y?
Alentamos a la población y a nuestros soldados cantando junto con la famosa Zehava Ben su nueva y pegadiza canción "Flores color oliva", que en una copla proclama, modesta y patrióticamente: "No importa, en la cantina o en batalla, ellos ofrecen todo y pasan el tiempo, Israel se honra por tener el mejor ejército del mundo". ¿Y?
Observamos aquellos atrevidos traidores que tuvieron la osadía de protestar en forma pasiva pero en público en contra de la guerra, gesto que para la policía es un serio delito, casi una subversión, que requiere exigir de los jueces la cárcel pues esos actos "desmoralizan a la población". ¿Y?
Movilizamos las fuerzas militares activas y parte de la reserva de uno de los ejércitos más fuertes y sofisticados del mundo, y tras más de tres semanas de duros combates contra un enemigo que logra movilizar no más de 15 mil combatientes (perdón, terroristas), equipados solo con armamento obsoleto compuesto por fusiles personales y anticuados proyectiles antitanques, logramos aniquilar unos 600 a 700. ¿Y?
Aun antes de finalizar los combates, el primer ministro Olmert y el ministro de Defensa Barak en conferencia de prensa, y tras ellos todos los miembros del gabinete israelí, salieron a gritar: Victoria, Victoria, hemos vencido!!!. ¿Y?
Y nos preguntamos: ¿qué es lo que realmente logramos?
¿Logramos desalojar a Hamas del poder en Gaza? No. Al contrario, logramos afianzar el reconocimiento internacional de Hamas como auténtico representante de los intereses palestinos.
¿Logramos desarmar a Hamas? No.
¿Logramos recuperar al soldado Guilad Shalit? No.
¿Logramos evitar el lanzamiento de misiles sobre población civil en Israel? No. Al contrario, logramos que Hamas demuestre que es capaz de bombardear hasta el último día de combate a 40 kilómetros, distancia no conocida hasta la operación.
¿Logramos instaurar condiciones de seguridad más cómodas para Israel? No.
¿Logramos recuperar el valor de la disuasión como estrategia central de defensa de Israel? No. Con un pueblo que vive en la miseria y no tiene qué más perder, la disuasión no tiene sentido. De hecho siguieron luchando hasta el último minuto.
¿Logramos evitar que Hamas se siga equipando con armamento por medio del contrabando? Da la impresión de que no, aunque el único logro es una movilización internacional en gran escala en apoyo de Israel en ese sentido. Sin ninguna duda, cualquier estadista perspicaz hubiese sido capaz de llevarla a la práctica sin necesidad de la sangrienta operación militar.
Y de todas maneras el operativo militar más grande en la historia de Gaza: ¿Qué es lo que logró?
Logramos inferir al pueblo palestino que vive en Gaza una espantosa y sangrienta tragedia humana y material. Su recuperación será dolorosa y prolongada (fuera de la militar, que será inmediata) pero, desde su punto de vista nacional, grabará en su conciencia la heroica epopeya e intrépido sacrificio en su lucha por la liberación nacional como pocos pueblos fueron capaces de enfrentar hasta hoy en día.
Al pueblo judío le ocasionamos una tragedia mucho mayor. En un acto de desesperación y guiados por la arrogancia y la soberbia, tiramos por la borda muchos de los valores humanos provocando una sangrienta tragedia humana cuyos efectos lo sufriremos por generaciones.
Enfrentamos un pueblo hundido en la pobreza y la desolación, que lucha por su liberación nacional, liderado por un grupo fanático - fundamentalista que declara abiertamente que su objetivo máximo es la destrucción del Estado de Israel, que se esconde detrás de inocentes y que no se pone límites atacando criminalmente a población civil en Israel.
¿Cómo responde Israel? Guiado por oscuros sentimientos de venganza y revancha, también nosotros aplicamos sin límites toda la fuerza destructiva del poderoso ejército. Los resultados no pueden sorprender a nadie.
Nuestros cerebros recibieron durante las últimas décadas un continuo y profundo lavado de militarismo y unilateralidad que nos confunde y enceguece y nuestras evaluaciones siempre nos guían a imponer la violencia e intimidación como única solución posible.
Pareciera que estamos infectados de una rara bacteria que nos hace perder la memoria muy rápidamente. Sesenta años fueron suficientes para dejar en el olvido la epopeya de nuestra liberación nacional del dominio inglés, en donde nuestros valientes combatientes también usaron el terror y se escondieron detrás de civiles inocentes. También alcanzamos a olvidar que tan solo hasta hace algo más de 30 años todavía se podía escuchar en ese entonces las mismas amenazas de Hamas o mucho peores en boca de Nasser, Saadat o el mismo rey Hussein de Jordania con quienes en pocos años firmamos acuerdos de paz basados en la devolución hasta el último centímetro de los territorios conquistados en 1967. Será posible que no recordemos los tres No de Khartum (No reconocer a Israel, no negociar con Israel y no hacer la paz con Israel) de la OLP cuando hoy en día soñamos en desalojar a Hamas de Gaza para poder instituir y besuquearnos con Abu Mazen, entonces uno de los lideres de la OLP en Khartum.
De seguir imponiendo la unilateralidad y la violencia en vez del diálogo y acuerdos basados en concesiones recíprocas, seguiremos preguntándonos ¿Y? Ojalá me equivoque.

La fuente: Periódico Nueva Sión (Buenos Aires, Argentina)

CRIMENES DE LESA HUMANIDAD

La Audiencia investigará a un ex ministro israelí por un bombardeo en Gaza en 2002
El juez Fernando Andreu admite a trámite una denuncia contra el ex titular de Defensa Benjamín Ben Eliezer por la muerte de 14 civiles en un ataque contra el líder de Hamás Salah Shehadeh.- El Gobierno israelí dice que hará lo posible para frenar la investigación


MANUEL ALTOZANO - Madrid - 29/01/2009

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu investigará al ex ministro de Defensa israelí Benjamín Ben-Eliezer y a otros seis cargos militares a sus órdenes por un presunto crimen contra la humanidad. Los investigados fueron los presuntos organizadores en 2002 de un bombardeo en la franja de Gaza para acabar con la vida del dirigente de Hamás Salah Shehadeh, pero la operación se saldó, además de con la muerte del líder de la milicia, con la de otros 14 civiles, varios menores entre ellos, según relata el auto del juez. El actual ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, ha afirmado en un comunicado que "hará todo" por anular la querella, informa EFE.

A FONDO
Además de Ben-Eliezer, el juez imputa los hechos al comandante de las fuerzas aéreas israelíes en el momento del ataque, Dan Halutz, al general del mando sur de las fuerzas de defensa israelíes, Doron Almog, al presidente del Consejo Nacional de Seguridad israelí y asesor nacional de seguridad, Giora Eiland, al secretario militar del ministro de Defensa, Michael Herzog, y al jefe del Estado Mayor, Moshe Ya'alon, y al director del servicio general de seguridad de Israel, Abraham Dichter.
Objetivo: un líder de Hamás
El ataque tuvo lugar el 22 de julio de 2002 y tenía como objetivo acabar con la vida del dirigente de Shehadeh. Para ello se utilizó un caza F-16 del Ejército israelí que lanzó una bomba de una tonelada sobre su vivienda en el barrio de Al Daraj de la ciudad de Gaza, una de las zonas residenciales más densamente poblados de la ciudad, según la resolución. El proyectil causó 15 víctimas mortales y 150 heridos. Su explosión alcanzó de lleno a la familia cuyos siete miembros fallecieron.
Andreu admite la querella, presentada por el Centro Palestino para los Derechos Humanos, después de que Israel se negara a contestar una comisión rogatoria enviada en agosto de 2008 en la que preguntaba si los hechos estaban siendo investigados en ese país. El juez concluye que existen indicios de crímenes contra la humanidad al tratarse de un ataque contra la población civil de inicio ilegítimo.
Principio de justicia universal
El auto de Andreu cita el artículo 23.4 de la Ley Órganica del Poder Judicial que hace referencia al principio de justicia universal: "Igualmente será competente la jurisdicción española para conocer de los hechos cometidos por españoles y extranjeros fuera del territorio nacional susceptibles de tipificarse, según la Ley penal española, como algunos de los siguientes delitos: (...). Y cualquier otro que, según los tratados o convenios internacionales, deba ser perseguido en España".
En el razonamiento jurídico del juez se dice finalmente que "con el propósito de cometer el asesinato" del líder de Hamás, "las Fuerzas Armadas del Estado de Israel, con el conocimiento de las consecuencias que tal acción podría conllevar" lanzaron un ataque que acabó con la vida de 15 personas. Por este motivo, dice el auto, "nos encontraríamos ante la existencia de un ataque contra la población civil, ya de inicio ilegítimo (...) que se torna en un hecho que ha de ser perseguido en virtud del principio de jurisdicción universal" debido a que es una acción "desproporcinada o excesiva" y que si se demuestra que fuera "preconcebida" podría dar lugar a "una calificación de los hechos distinta y aún más grave de la que incialmente puede considerarse".

EL MUNDO

• El auto considera que los ataques contra la población civil son 'ilegítimos'
• Uno de los denunciados es el ex ministro de Defensa Benjamín Ben-Eliezer
Sal Emergui | Jerusalén
Actualizado jueves 29/01/2009 15:40 horas

El 22 de julio de 2002 sigue persiguiendo a Beniamin Ben Eliezer. Ex general en la reserva y actualmente ministro de Infraestructuras, Ben Eliezer, más conocido como Fouad (por su origen iraquí) era ese día responsable de Defensa en el Gobierno de Ariel Sharon.
El hombre que dio la luz verde para que un caza de combate lanzará una bomba de una tonelada contra la casa de Salah Shehade, jefe del brazo armado del grupo islamista Hamas. En el ataque en pleno centro de la ciudad de Gaza, Israel no solo mató a Shehade sino también a 14 civiles, entre ellos 11 niños.
La decisión del juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, de tramitar una querella contra él y otros seis israelíes por presunto "delito contra la humanidad" ha provocado estupor y mucha sorpresa en Israel. Los principales medios se hacen eco de la noticia, que en muchos casos encabeza sus telediarios o paginas electrónicas.
Fuentes del Gobierno israelí han afirmado a la radio estatal que la decisión del juez español "es muy grave. El presidente español, Jose Luis Rodriguez Zapatero, dejó claro hace unos dias a Israel que España está muy interesada en intervenir para ayudar a solucionar el conflicto en Oriente Próximo pero ahora desde Madrid sale un mensaje contrario".
El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, afirmó en un comunicado que "hará todo" por anular la querella admitida a trámite.
Uno de los implicados, el actual ministro Avi Dichter: "Israel es un objetivo fácil, no presentan denuncias contra potencias como Gran Bretaña o EEUU en Afganistan. Espero que recapaciten. israel nunca ha atacado a civiles de forma intencionada". Hace unos meses y tras enterarse de las intenciones de grupos palestinos de acudir al tribunal español, la ministra israelí de Exteriores, Tzipi Livni se dirigió a su homólogo español, Miguel Ángel Moratinos, para intentar solucionar el caso. "No podemos aceptar que una denuncia política antiisraelí dañe a oficiales reservistas", le pidió.
Livni- actualmente candidata del partido Kadima en las elecciones del 10 de febrero- confiaba con esta petición que España hiciera como Reino Unido en el tratamiento de posibles denuncias contra oficiales israelíes.
De hecho, España e Israel mantuvieron contactos secretos para que dicho caso no provocara un incidente diplomático. Al mismo tiempo, Exteriores en Jerusalén pidió a ben Eliezer y otros ex oficiales no viajar a España.
El portavoz de Ben Eliezer ha declarado a elmundo.es que están estudiando la noticia y que "aun es pronto" para dar una reacción oficial. Destacado miembro del partido laborista, Ben Eliezer había dicho en el pasado que "como ministro de Defensa doy fe que hemos anulado numerosas operaciones contra terroristas porque había riesgo de la muerte de civiles. Hemos evitado matar a gente responsable de la muerte de decenas de civiles para evitarlo."
El fundador y líder de Hamas, el jeque Ahmed Yassin (también muerto en otro ataque israelí el 22 de marzo de 2004, en plena Intifada Al Aksa) le había encargado a Shehade la formación del brazo armado, el llamado Azzadin El Qassam. Shehade había sido estado varios años en la cárcel israelí y posteriormente en la palestina, tras la creación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Uno de los agentes del Shaback (servicio secreto interno) que más interrogó a Shehade afirma a elmundo.es: "Era un hombre culto, que le gustaba leer biografías de líderes israelíes y al mismo tiempo nos odiaba a muerte. No tenía vergüenza en decirme que su objetivo y el de Hamas era la destrucción de Israel".
Sobre las querellas en España, afirma que "no es ninguna sorpresa, lo sería si tramitarán una querella contra los que envían hombres suicidas a cafeterías o discotecas".
Denunciados
Entre los siete israelíes denunciados por el Centro Palestino para los Derechos Humanos, se encuentra Dan Jalutz, ex jefe del Estado Mayor del Ejército que dimitió meses después de la llamada Segunda Guerra del Líbano (julio-agosto 2006).
Piloto con experiencia en varias guerras, Jalutz era el jefe de la Fuerza Aérea cuando uno de sus cazas mató a Shehade y 14 civiles. Tras la ola de críticas israelíes e internacionales por las consecuencias del ataque, Jalutz se dirigió a sus pilotos: "Tenéis todo mi apoyo. Podéis dormir tranquilos. Habéis hecho una acción perfecta".
Esta y otras declaraciones provocaron un recurso en el Tribunal Supremo de Israel al que tuvo que acudir Jalutz para dar explicaciones.
Otro oficial reservista es Moshe Yaalon que en 2002 era jefe del Ejército. De familia laborista, en los últimos años ha dado un giro a la derecha y hoy es una de las estrellas fichadas por el Likud de Beniamin Netanyahu, claro favorito a los comicios.
Las noticias llegadas desde la Audiencia Nacional de Madrid se producen cuando el Gobierno, Ejército, ministerio de Exteriores y Justicia encabezan un mecanismo de defensa a sus oficiales que han participado en la reciente operación contra Hamas dejando un balance de más de 1.300 muertos.
España, entre los problemáticos
Entre las medidas y consejos, Israel confeccionó un mapa con los países "más problemáticos" entre los que se incluía a España, Reino Unido o los escandinavos.
Organizaciones palestinas encabezadas por la ANP de Abu Mazen han dado ya los primeros pasos para, como dice su ministro de Justicia, "llevar a la justicia internacional a los responsables de la masacre".
"No dejaremos a ningún soldado o dirigente tirado. Ellos nos defendieron incluso sacrificando sus vidas de las acciones terroristas de Hamas y ahora es el turno de Israel de defenderles", dijo hace unos días Ben Eliezer, sin imaginarse ser el mismo posible objeto de una querella.

25 enero 2009

Israel garantiza la ayuda legal a sus militares frente a posibles denuncias internacionales

Numerosos organismos han acusado al Ejército israelí de haber cometido crímenes de guerra en Gaza

EFE - Jerusalén - 25/01/2009

El Gobierno israelí respaldará a sus militares ante posibles denuncias internacionales. Según una resolución aprobada hoy por el Consejo de Ministros israelí, el Ejecutivo garantizará defensa legal y política para cualquiera de sus militares que sea denunciado fuera del país por crímenes de guerra en la reciente ofensiva militar en Gaza, en la que murieron unos 1.400 palestinos.

El equipo ministerial, presidido por Ehud Olmert, ha asegurado a través de un comunicado que dará todo su apoyo a los militares y no dejará a su suerte a ninguna de las personas que participaron en esa ofensiva, si algún tribunal fuera de Israel decidiera abrir una causa por este tipo de crímenes. "Los comandantes y soldados que estuvieron en Gaza deben saber que están seguros frente a estos tribunales", afirmó Olmert al iniciar la sesión del Consejo.
Esta resolución llega tras la propuesta del ministro de Defensa, Ehud Barak, que se comprometió a hacer frente a los temores de muchos militares de ser procesados en tribunales extranjeros o ser arrestados cuando salgan de Israel. De hecho, el Ministerio de Defensa ordenó a todos los uniformados que hayan aparecido en medios de prensa con nombre y apellido entre el 27 de diciembre y el 18 de enero, período de la ofensiva militar, que informen a un coordinador jurídico designado especialmente para poder alertarles de posibles demandas.

Acusaciones

Numerosos organismos internacionales y organizaciones de derechos humanos han acusado estas últimas semanas a Israel de haber cometido crímenes de guerra en Gaza y exigieron la apertura de procesos judiciales tanto en tribunales internacionales como nacionales.
Según el mapa definido por las autoridades judiciales de Israel, los países en los que militares israelíes podrían afrontar órdenes de arresto y juicio son España, Reino Unido, Francia y otros nórdicos. A estos países les recomiendan no viajar hasta que se aclare la situación, a la vez que sugieren a los militares que informen de sus futuros viajes para verificar con las embajadas israelíes si existen denuncias contra ellos.
Según datos del Ministerio de Salud palestino en Gaza, unas 1.400 personas, más de la mitad civiles y cientos de ellos menores de edad, murieron en los bombardeos israelíes en Gaza, en la que fueron arrasados numerosos objetivos considerados civiles por el derecho internacional. ■

AL PAN PÀN Y A LA MATANZA EN GAZA GENOCIDIO

GABRIEL iMPAGLIONE, POETA COMBATIENTE

No puedo reeditar en silencio este envío de Miguel Crispín Sotomayor: es el resalte de un luchador por la justicia, contra la corriente de cagatintas que tratan de "suavizar" las palabras, de estar bien con dios y el diablo, con el asesino y la víctima, con el ejército que bombardea un pequeño país que no tiene ejército ni aviación ni armas antiaéreas, y los que reciben las bombas de fósforo blanco, las bombas racimo, el horror y la matanza... Todo para mejorar sus perspectivas en las elecciones del 10 de febrero, montadas sobre 1300 muertos, dos tercios civiles indefensos y cerca de 350 niños. Silencio de USA, silencio de los países europeos, silencio de los países de América Latina, excepto Venezuela, Bolivia y Cuba, silencio de Oceanía...
Gabriel Impaglione es la voz poética del combatiente poeta, y los cagatintas de buenas maneras de todo el mundo, incluidos los israelíes "pacifistas" que en nombre de la paz apoyan la "guerra justificada", se sienten "incómodos" con la prédica militante y combatienete de todos los que llaman AL PAN PAN Y A LA MATANZA EN GAZA GENOCIDIO. Andrés Aldao



¿Cuántas veces toleran “los señores” la palabra genocidio?

Miguel Crispín Sotomayor. 24.01.09

Hace unos minutos acabé de leer el No. 168 de la revista literaria Isla Negra, que edita desde Italia el poeta argentino Gabriel Impaglione, en la que éste dedica “algunas líneas de respuesta a ciertos ilustres intelectuales europeos consternados por tanta palabra genocidio en la poesía de las ultimas revistas”.
Escribe Gabriel:

“A sus elegantes señorías, los intelectuales europeos que han tenido la gracia de escribirnos cartitas lamentando el encendido verbo de condena a la masacre del estado sionista israelí en Palestina.

La edulcorada “intelectualidad que frecuenta las salones elegantes es seria y correcta.
Suele codearse con las ilustres señorías que ocupan los sillones importantes, desde donde sacan a relucir sus índices también elegantes y firman con lapiceras a fuente brillantes, suaves, importadas de no sé donde, importantes documentos, contratos por ejemplo de entrega en nombre de los sacros intereses de la Patria. O bombardeos atroces sobre la humanidad, se encuentre donde se encuentre.
La intelectualidad que colabora -desde sus lentejuelas de mostrar en las fiestas- en las revistillas de todas partes, que piensa por nosotros, digiere por nosotros la realidad del mundo y nos la explica con la voz del amo.
La intelectualidad que se consterna con la poesía que dice lo que se debe decir, que se consterna por la voz de los poetas que carecen de hilos de moverse en el escenario, que se consternan por los versos que saltan a oponerse a los misiles.
Los intelectuales que prefieren no hablar de genocidio, pues no es palabra elegante, de salón elegante, y es de muy mal gusto hablar de genocidio cuando se esta comiendo.
Los intelectuales que escriben cartas poderosas, que hacen tremar pantallas y casillas de correo con sus cartas poderosas, importantes, vigorosamente alineadas a la voz del amo.
Los intelectuales que confunden “tufillos antisemitas” con condena al sionismo genocida y al imperialismo genocida y a las dictaduras genocidas y a los holdings económicos genocidas (porque también explotar y matar de hambre es genocidio).
Los intelectuales ensillonados, encorbatados para la ocasión, laureados tantas veces que ya no hay lugar en el estudio elegante para otro diploma: a) no entienden un comino de lo que pasa; b) no quieren entender un comino de lo que pasa; c) les pagan muy bien para desentenderse de lo que pasa.
Los intelectuales graves, emperifollados de palabras novedosas, rigurosos con la cita en las peluquerías, modernos (como cierta izquierda europea, que casi es lo mismo que decir cierta derecha mundial), escriben cartitas a Isla Negra, preocupados porque nuestra misión de promover y difundir poesía se vea intoxicada de versos demoníacos afganopalestinianos venezolanocubanoides boliviatorianos farabundeanosandinistas, versos iraquiatenienses, terribles versos de botas embarradas de floresta y campo. Versos Antibloqueos, versos antiguantanAmèrrrrica.

Y les digo que no se equivocan caballeros de la pluma elegante y el best sellers a mano.
Isla Negra es una Casa de Poesía, y la POESIA no entra en ningún salón a repetir de memoria lo que viene ordenado. La POESIA no se mancha de lentejuelas ni calla. La POESIA hace saltar su puño consternado delante de la injusticia, delante de las solapas elegantes que callan, delante de la prepotencia y la masacre. Jamás cómplice de la muerte. Y cuando grita genocidio: grita genocidio!”

Es horrible, decir que se repite muchas veces la palabra Genocidio. Habría que preguntar a esos señores: ¿Cuántas veces debía tocar por cada asesinado en Gaza? ¿Tocará la mitad de una vez por cada niño? ¿Tocará alguna vez por cada anciano o cada mujer? ¡Digan señores, ustedes que conocen tan bien las reglas del debe y el haber y de las proporciones!

Hace más de un siglo José Martí, Apóstol de la independencia de Cuba, escribió:
“No hay espectáculo, en verdad, más odioso que el de los talentos serviles”.
“La cobardía y la indiferencia no pueden ser nunca las leyes de la humanidad”.
“El egoísmo es el mal del mundo”.


Lo siento Gabriel, despídete de aparecer en cualquier antología y jamás esperes un premio que te saque de apuros económicos o reconozca tus méritos literarios. Tú, como mis otros amigos poetas, tampoco tendrás el Nóbel. Pero para ti y ellos, Martí dijo: “Todo es gozo cuando se pelea por la luz del mundo”.

24 enero 2009

LA GUERRA DE GAZA HA TERMINADO EN UN COMPLETO FRACASO PARA ISRAEL

LA GUERRA DE GAZA HA TERMINADO EN UN COMPLETO FRACASO PARA ISRAEL

Gideon Levy
Haaretz

Traducido para Rebelión por LB

Desde el mismísimo primer día después del regreso a Israel el último soldado israelí procedente de Gaza se puede establecer con certeza que todos ellos han ido allí en vano. Esta guerra ha terminado en un completo fracaso para Israel.
Esto va más allá del profundo fracaso moral, que es un grave problema en sí mismo, y tiene que ver con la incapacidad para alcanzar los objetivos declarados. En otras palabras, al dolor se le añade el fracaso. Lo único que hemos ganado en esta guerra han sido centenares de tumbas, algunas de ellas muy pequeñas, millares de personas mutiladas, mucha destrucción y el hundimiento de la imagen internacional de Israel.
Lo que al principio de la guerra había parecido una pérdida segura solamente a un puñado de personas, poco a poco se lo está comenzando a parecer a muchas más a medida que se van apagando los ecos de las trompetas triunfantes.
El objetivo inicial de la guerra fue poner fin a los disparos de cohetes Kassam. Sin embargo, éstos no cesaron de caer hasta el último día de la guerra. Ese objetivo solo se cumplió tras acordarse un alto el fuego. Los funcionarios de Defensa calculan que Hamas todavía dispone de 1.000 cohetes.
El segundo objetivo de la guerra, impedir el contrabando, tampoco se ha cumplido. El jefe del servicio de seguridad Shin Bet ha estimado que el contrabando se reanudará en el plazo de dos meses.
La mayoría del contrabando que se realiza en estos momentos tiene por objeto proporcionar alimentos a una población en estado de sitio, no obtener armas. Pero incluso si aceptamos las exageraciones de la campaña tremendista desarrollada para asustar a la gente con respecto a los túneles de contrabando, esta guerra ha servido para demostrar que lo único que pasaba por los túneles de contrabando entre la Franja de Gaza y Egipto eran armas rudimentarias y de mala calidad.
La capacidad de Israel de alcanzar su tercer objetivo es también dudosa. Disuasión... pamplinas. La disuasión que supuestamente habíamos conseguido con la segunda guerra del Líbano no ha tenido el más mínimo efecto sobre Hamas, y la que supuestamente se ha logrado ahora no está funcionando mucho mejor: el disparo esporádico de cohetes desde la Franja de Gaza ha continuado en los últimos días.
El cuarto objetivo, que no se declaró abiertamente, tampoco se ha cumplido. El ejército israelí no ha restaurado su capacidad. Era imposible que lo hiciera en una cuasi-guerra contra una organización menesterosa y mal equipada que lucha con armas improvisadas y cuyos combatientes apenas han opuesto resistencia.
Las heroicas descripciones y los poemas de victoria sobre el "triunfo militar" no podrán cambiar la realidad. Los pilotos volaban en misiones de entrenamiento y las fuerzas terrestres realizaban ejercicios que incluían maniobras de enlace de tropas y prácticas de tiro.
La descripción de la operación en términos de "logro militar" por parte de los analistas y generales que arroparon la operación es pura y simplemente ridícula.
No hemos debilitado a Hamas. La gran mayoría de sus combatientes no han sufrido daños y en realidad el apoyo popular a la organización ha aumentado. Su guerra ha intensificado el espíritu de resistencia y la voluntad de aguante. Un país que ha educado a toda una generación en el espíritu del “unos pocos contra muchos” debería ser capaz de apreciar el valor que tiene eso. En esta guerra no ha habido ninguna duda sobre quién era David y quién Goliat.
La población de Gaza, que ha sufrido un golpe tan terrible, no se hará más moderada ahora. Al contrario, el sentimiento nacional se revolverá más que antes contra la parte que ha asestado los golpes, es decir, contra el Estado de Israel. Así como la opinión pública en Israel se inclina hacia la derecha cada vez que es víctima de un ataque, en Gaza ocurrirá lo mismo después del mega-ataque que les hemos lanzado.
Si esta guerra ha debilitado a alguien ése es Fatah, cuya huida y abandono de Gaza ha adquirido ahora un significado especial. La sucesión de fracasos en esta guerra debe incluir, por supuesto, el fracaso de la política de asedio. Ya nos hemos enterado de que es ineficaz. El mundo boicoteaba, Israel asediaba y Hamas gobernaba (y sigue haciéndolo).
Pero el balance de esta guerra, en lo que a Israel se refiere, no termina con la constatación de que no se ha conseguido ninguno de los objetivos propuestos. Además, esta guerra ha impuesto sobre nosotros un pesado peaje que seguirá abrumándonos durante algún tiempo. A la hora de evaluar la situación internacional de Israel no debemos dejarnos engañar por el desfile de apoyo protagonizado por los líderes de Europa que se prestaron a una sesión fotográfica con el Primer Ministro Ehud Olmert.
Las acciones de Israel han asestado un duro golpe al apoyo de la opinión pública al Estado de Israel. Si bien esto no traduce siempre de forma inmediata en el plano diplomático, la ondas de choque llegarán algún día. El mundo entero ha visto las imágenes, unas imágenes que han estremecido a todos los seres humanos que las ha visto, aunque a la mayoría de israelíes les ha dejado fríos.
La conclusión es que Israel es un país violento y peligroso que actúa sin ningún tipo de restricciones, que ignora descaradamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y al que le importa un bledo el derecho internacional. Las investigaciones ya se han puesto en marcha.
Más grave aún es el daño que todo esto inflingirá a nuestra fibra moral. Ese daño se manifestará por medio de preguntas difíciles sobre lo que el ejército israelí hizo en Gaza, preguntas que inevitablemente acabarán surgiendo a pesar del filtro distorsionador de los medios de comunicación enrolados.
Entonces, ¿qué es lo que se ha conseguido después de todo? En tanto en cuanto guerra iniciada para dar respuesta a cuestiones de política interna, la operación ha tenido un éxito que ha desbordado todas las expectativas. El presidente del Likud Benjamin Netanyahu es cada vez más fuerte en los sondeos. ¿Por qué? Porque no hemos podido sacar suficiente provecho a esta guerra.
Fuente: http://www.haaretz.com/hasen/objects/pages/PrintArticleEn.jhtml?itemNo=1057670

22 enero 2009

TRIBUNALES DE GUERRA PARA CRIMINALES DE GUERRA

eSTA NOTA DE CONDENA LA ESCRIBÍ EL 31/2008. NO RECTIFICO NI UNA SOLA LÍNEA. TODO FUE CIERTO, TODO CONDENA A LOS CRIMINALES Y A SUS APOLOGÉTICOS Y MEDIOCRES SOSTENEDORES... eN EL ARTÍCULO DEL 31/12/2008, SUPRIMÍ COMENTARIOS HISTÉRICOS DE NAZIFASCISTAS JUDÍOS. ACTO DE JUSTICIA Y REDENCIÓN

31 diciembre 2008

TRIBUNALES DE GUERRA PARA CRIMINALES DE GUERRA

Poco tengo para agregar... Este último genocidio perpetrado por el gobierno y los militares de Israel han descubierto las cartas del juego macabro: la derecha se regocija con la sangre que se derrama de tantas víctimas inocentes.

Los militares saborean (algo prematuramente) la revancha de su derrota en julio de 2006, asesinando a mansalva a civiles, niños, mujeres, jóvenes, ancianos: aviones F16contra latas y cohetes con explosivos.

Los "pacifistas" de la "izquierda", Meretz y "la nueva izquierda", Jaim Oron, Amos Oz y Cía, apoyan el genocidio sin condiciones. Una vez más han demostrado con creces que son partidarios de la guerra, el exterminio y crímenes de guerra.

Estados Unidos, incluido Obama, la Unión Europea, la ONU, los países árabes han exhibido su hipocresía, se están lavando las manos, se limitan a palabras altisonantes mientras la gente de Gaza malvive desesperada... Siempre Pilatos mientras el calvario lo recorre el pueblo palestino.

Me da verguenza y asco vivir en este país manejado pòr asesinos y apoyado por masas de pueblo con instintos criminales, adeptos al duelo y a la sangre de los "otros"...

Deseo resaltar nuestra posición contraria a los crímenes de lesa humanidad.

Andrés Aldao

20 enero 2009

MEDIO SIGLO DE MENOSPRECIO ISRAELÍ POR LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

Vijay Prashad
CounterPunch

Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Para C. M. Naim.

¡UM-Shmum! ([argot israelí] ONU = 0).

El desdén israelí por Naciones Unidas comienza en los años cuarenta y continúa hasta la fecha. El 29 de marzo de 1955, el gabinete israelí sesionó durante seis horas, discutiendo si invadir la Franja de Gaza (entonces bajo control egipcio) para reducir los ataques a través de la frontera. El primer ministro Moshe Sharett señaló que la resolución 181 (de 1947) de Naciones Unidas creó Israel. David Ben-Gurion, quien acababa de volver al gabinete como Ministro de Defensa, lo interrumpió: “No, no, no. Sólo el arrojo de los judíos creó el Estado, y no alguna resolución “UM-shmum” [Naciones Unidas Nada].” La mayoría de la dirigencia israelí (Moshe Dayan, Shimon Peres, Golda Meir, Yigal Allon, e incluso Abba Eban) aceptaron la posición de Ben-Gurion: todo esto mucho antes de la resolución de la Asamblea General de la ONU de 1975 que equiparó el sionismo con el racismo. Esto simplemente suministró más alimento para un desprecio bien establecido de Naciones Unidas dentro de los círculos gobernantes de Israel. Cuando el Likud ganó las elecciones en 1977, sacó ventaja de la resolución de la ONU sobre el sionismo. Respondiendo a la primera invasión del Líbano en 1978, la ONU creó la Fuerza Interina de la ONU en el Líbano (UNIFIL) mediante la resolución 425. El gobierno israelí no le hizo caso alguno, invadiendo el país una vez más en 1982, y se quedó al sur del río Litani durante los dieciocho años siguientes – en desacato a la resolución 509 (1982) que exigía que las fuerzas israelíes se retiraran “de inmediato e incondicionalmente.” El primer ministro
Menachem Begin dijo a la prensa israelí que Naciones Unidas “no puede ser objetiva” porque “la mayoría de la Asamblea General de la ONU es definitivamente anti-Israel, y la mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad ni siquiera mantienen relaciones diplomáticas con Israel.” Naciones Unidas, UM-shmum, no importa.
El personal olvidado
El 25 de julio de 2006, la fuerza aérea israelí atacó un puesto de observación de la ONU en Khiyam, el Líbano. Durante catorce bombardeos los trabajadores de la ONU en el puesto llamaron diez veces a su número de contacto israelí para informarles del ataque. Continuó durante seis horas. La ONU recuperó posteriormente los cuerpos de cuatro mantenedores de la paz de UNTSO (Organización de Supervisión de la Tregua de Naciones Unidas). El Secretario General de la ONU, Kofi Annan calificó el ataque de “aparentemente deliberado” lo que provocó la exasperación del Daniel Ayalon, embajador de Israel en EE.UU., quien dijo que Annan era “ultrajante.” No fue el único incidente. Dos otros miembros del personal de la ONU murieron en un ataque aéreo de la FAI contra Tiro el 26 de julio, y un total de otros doce funcionarios de la ONU fueron heridos en otros incidentes, algunos relacionados con ataques de Hezbolá. La investigación israelí encubrió el incidente, a pesar de que admitió que los aviones dispararon bombas de precisión contra el puesto de la ONU.
Entre 2006 y el actual ataque contra Gaza ha habido otros incidentes de ataques israelíes contra personal de la ONU. El 7 de mayo de 2008, por ejemplo, los militares israelíes penetraron en la ciudad de New Abasan, al este de Khan Yunis, en Gaza. Entraron a tiros a una casa, matando a Wafa Shaker el-Daghma, maestra de escuela de treinta y tres años que trabajaba en la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA). Sus tres hijos, (uno de ellos de tres años) estaban con ella cuando sucedió. La doctrina de fuerza excesiva es tan normal en las fuerzas armadas israelíes que esta muerte apenas provocó una reprimenda. La ONU hizo algún ruido, y los grupos de derechos humanos se quejaron de la violación del Artículo 33 de la Cuarta Convención de Ginebra (contra castigo colectivo) – pero Tel Aviv sonrió socarronamente. UM-shmum.
La actual guerra lleva el desdén a un nuevo nivel. Las violaciones generales contra la población civil son tan inmensas que el Relator Especial de Derechos Humanos de la ONU en los Territorios Ocupados, Richard Falk, señaló que el régimen israelí ha violado seriamente el derecho internacional mediante su acción de castigo colectivo, sus ataques contra civiles y su reacción militar desproporcionada. Es una “catástrofe humanitaria,” dijo Falk el 27 de diciembre. Las cosas han empeorado desde entonces. El 8 de enero, un tanque israelí disparó contra un convoy de la ONU, matando a un conductor. La ruta del convoy había sido coordinada con los militares israelíes para prevenir ese tipo de ataque. Esto ocurrió dos días después que fuerzas armadas israelíes bombardearon una escuela de la ONU en el campo de refugiados Jabaliya. John Ging, el jefe de UNRWA en Gaza, dijo: “Si [el gobierno israelí] nos da la autorización de actuar, es completa y totalmente inaceptable que sus soldados en el terreno disparen contra nuestros trabajadores de la ayuda.” La Cruz Roja también se retiró, al considerar imposible llegar a los civiles necesitados (en la aldea de Zeitoun hallaron a cuatro niños vivos, arrastrándose por sobre los cadáveres de civiles).
El 14 de enero, las fuerzas armadas israelíes bombardearon intensamente el complejo de la ONU en Gaza, hiriendo a tres y destruyendo suministros de emergencia de alimentos y medicinas. John Ging de UNRWA dijo airadamente a la prensa: “Tuvimos una experiencia de primera mano hoy en este complejo de la ONU de lo que ha estado viviendo a diario la pobre gente de Gaza durante los últimos veinte días y noches.” Los edificios en el complejo se incendiaron casi de inmediato después de ser alcanzados, y el fuego liberó un humo blanco. “Parecía fósforo,” dijo Ging. “Olía como fósforo y ardía como fósforo.” El uso de fósforo blanco no está prohibido técnicamente por la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales (1980) o la Convención de Armas Químicas (1997), pero muchos consideran a pesar de ello que el uso de esa arma inflamatoria (como el napalm) es inmoral. El ministro de defensa israelí Ehud Barak se disculpó ante el Secretario General de la ONU Ban ki-Moon, diciendo que el ataque fue “un grave error.” Pero horas más tarde, el primer ministro israelí insinuó que Hamas había atacado desde dentro del complejo y que el ataque fue deliberado. Ging dijo que no había combatientes dentro del complejo, y que el contacto de la UNRWA dentro del ejército israelí no respondió a los diversos mensajes enviados durante el ataque.
Palestina no es el único sitio en el que son muertos mantenedores de la paz y personal civil de la ONU. Cada año, la ONU informa sobre la pérdida de vidas de su personal que trabaja valerosamente en zonas de conflicto. Expertos del Centro de Estudios para Refugiados y Desastres (Johns Hopkins School of Hygiene and Public Health) estudió los antecedentes de la ONU mantenidos por el Coordinador de Seguridad de la ONU, el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, así como otras agencias humanitarias, y estableció que más de dos tercios de los colaboradores fueron muertos en actos de “violencia intencional” (publicado en BMJ en julio de 2000). Durante los años noventa, la mayor parte de las muertes tuvieron lugar en Ruanda, Somalia, Burundi y Afganistán – sitios donde el “gobierno anfitrión” ya no funciona efectivamente, donde el extremo caos significa que el vigor de la ley ya no es operacional. Los ataques israelíes son de naturaleza diferente. Estamos ante un miembro de la ONU, cuyos ejércitos están bajo control civil, y sin embargo ataca de modo bastante flagrante posiciones de la ONU. No es un incidente u otro, sino un modelo de menosprecio por la ONU y por sus empleados, a los que Kofi Annan llamó “el personal olvidado.”
El Ejército de la Paz de Bunche
El 14 de junio de 1947, Ralph Bunche llegó a Palestina. Nacido en una familia afro-estadounidense de grandes talentos, Bunche fue a la UCLA y a Harvard, hizo investigación innovadora sobre el colonialismo francés y el anticolonialismo africano. Un puesto en Howard no lo detuvo, ya que fue llevado rápidamente a Naciones Unidas, donde el Secretario General se apresuró a enviarlo para ayudar al Comité Especial sobre Palestina (UNSCOP) a establecer qué hacer con los británicos (que gobernaban el mandato), los judíos (cuyo número había comenzado a aumentar mediante la migración de Europa y otros sitios) y los palestinos (que habían comenzado a ser desplazados de sus tierras ancestrales). A Bunch lo sobresaltó la atmósfera de Jerusalén. “Los británicos están por doquier y todos llevan armas. Cuando vas por las calles te detienen constantemente centinelas y centros de control y exigen que muestres tu pasaporte. Los edificios están rodeados por alambradas de púas, búnkeres y abundan los bloques de ruta.” Bunche y UNSCOP tuvieron que moverse entre opiniones divergentes del centrista Chaim Weizmann y terroristas como Menachem Begin, entre los británicos y los palestinos. Las cosas no eran fáciles. Después dos semanas de trabajo, Bunche escribió en su diario: “Una cosa parece segura: este problema no puede ser resuelto sobre la base de justicia abstracta, histórica u otra. La realidad es que tanto árabes como judíos están aquí y quieren quedarse. Por ello, en cualquier ‘solución’ algún grupo, o por lo menos su reivindicación, va a ser afectado. El peligro en todo acuerdo es que se desarrolle un sistema de castas en el que los árabes subdesarrollados sean la casta inferior.”
UNSCOP jugó un papel importante al sacar a los británicos de la ecuación, un hecho que Ben Gurion disputó años después. Los británicos se fueron en mayo de 1948, y la guerra civil saludó la creación del Estado de Israel. La persona principal de la ONU, el conde Folke Bernadotte, actuó rápidamente para negociar un cese al fuego. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución al efecto. Ben Gurion y su gabinete querían la ventaja militar. Pero Bernadotte se mantuvo firme. El cese al fuego entró en efecto el 11 de junio, y Bunche y su equipo de irregulares de la ONU crearon un grupo improvisado de mantenedores de la paz (pintaron apresuradamente de blanco sus coches, con ONU escrito en grandes letras negras – ha sido costumbre desde entonces). Bunche y Bernadotte se esforzaron por mantener el cese al fuego en operación. Bernadotte escribió un informe sobre la situación, desafiando a la comunidad internacional a que viera si “está dispuesta a tolerar el recurso a la fuerza armada como medio para solucionar el problema de Palestina.” El conde Bernadotte, el hombre de la ONU en Palestina, fue asesinado mientras conducía por Jerusalén el 17 de septiembre, por miembros de la Banda Stern. El asesinato de Bernadotte fue autorizado por la troika que dirigía la Banda Stern: Yitzhak Yernitsky, quien fue conocido posteriormente como Yitzhak Shamir, primer ministro de Israel de 1983-1984; Nathan Friedman-Yellin, posteriormente conocido como Nathan Yellin-Mor, quien se convirtió en pacifista en sus últimos años;
Israel Sheib, conocido más tarde como Israel Eldad, siguió siendo un nacionalista de derecha convencido, a cuyo funeral en 1996 asistieron los primeros ministros Benjamin Netanyahu y Yitzhak Shamir, y el presidente del Knesset [parlamento israelí] Dov Shilansky.
El perpetrador material del asesinato fue Yehoshua Cohen, quien fue después un estrecho amigo de Ben Gurion. Cohen es un personaje celebrado en muchos sectores (tiene su hagiografía, “The Prince of Jerusalem,” publicada en 2006, escrita por Ofer Regev). Bunche se hizo cargo, e impuso un cese al fuego a comienzos de 1949. El año siguiente, Bunche obtuvo el Premio Nobel de la Paz, como primera persona de ascendencia africana en obtener esa honra.
En Oslo, en su discurso, Bunche presentó una visión para Naciones Unidas: “En último análisis, la prueba de fuego para una voluntad genuina de paz es la disposición de las partes en disputa de exponer sus diferencias a los procesos pacíficos de Naciones Unidas y al tribunal de la opinión pública internacional que refleja Naciones Unidas. Sólo de esta manera la verdad, la razón, y la justicia pueden llegar a prevalecer sobre la voz chillona y bramante de la propaganda; para que se pueda cultivar una moralidad internacional íntegra.” Fue un punto de vista desdeñado por Tel Aviv que, en 1967 se involucró en hostilidades, para tribulación de Bunche. Entonces le preocupó que “el gran éxito militar de Israel seguramente reforzará la posición tradicional de ese país de que las relaciones entre Israel y sus vecinos árabes deberían ser abandonadas a negociaciones y arreglos directos sin la intervención de alguna tercera parte (es decir la ONU).” Fue profético, como lo vemos después de la entrada del Likud a 3, Kaplan Street en Jerusalén.
En 1951, Bunche dio una conferencia en el National War College con el título “Review and Appraisal of Israeli-Arab Relations” [Examen y evaluación de las relaciones israelí-árabes]. Es una conferencia escrupulosa, en la que se filtran sólo una vez las emociones de Bunche: “Las verdaderas víctimas de todo este conflicto – y han sido victimizadas sucesivamente cada vez más en cada etapa – han sido los árabes de Palestina. Son los que han sufrido. Los judíos no han sufrido mucho como resultado del conflicto. De hecho, les va mejor hoy de lo que les iba antes de que comenzara. Los pueblos de los Estados árabes circunvecinos no han sufrido por el conflicto. Todo ha sido descargado sobre los árabes de Palestina.” Y sigue siendo así. Mil muertos no excitan las cuerdas vocales del nuevo presidente, la primera persona de ascendencia africana en el puesto, cuyo compromiso con la seguridad de Israel por sobre todo lo demás debilita cualquier resolución de la ONU.
El 15 de enero de 2009, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, se reunió con la Ministra de Exteriores de Israel, y aspirante al puesto de Primer Ministro, Tzipi Livni. Ban Ki-Moon casi imploró que Israel cumpliera con la tímida resolución 1860 de la ONU, redactada por el Reino Unido y aprobada por el Consejo de Seguridad por 14-0 (con la abstención de EE.UU.). Livni hizo caso omiso de su ruego. “En Israel hacemos nuestra propia evaluación a diario,” dijo, “y decidiremos cuando detenernos sobre la base de esa evaluación.” UM-shmum.
----------
Vijay Prashad es presidente George and Martha Kellner de Historia del Sur de Asia y Director de Estudios Internacionales en Trinity College, Hartford, CT Su nuevo libro es “The Darker Nations: A People's History of the Third World,” New York: The New Press, 2007. Para contactos escriba a: vijay.prashad@trincoll.edu

19 enero 2009

EL TIEMPO DE LOS JUSTOS

El tiempo de los justos (Tomado de EL CORRESPONSAL)


Lanzamos bombas sobre edificios residenciales y luego tratamos a los heridos en Ichilov; bombardeamos reducidos refugios en escuelas de las Naciones Unidas y luego rehabilitamos a los discapacitados en Beit Lewinstein. Les disparamos y luego lloramos, los asesinamos y luego nos lamentamos, despedazaremos mujeres y niños como máquinas de muerte automática y también preservaremos nuestra dignidad.

Por Gideon Levy

Esta guerra, quizás más que las que la precedieron, está exponiendo las verdaderas venas profundas de la sociedad israelí. El odio y el racismo están impulsando sus mentes, así como el impulso de venganza y la sed de sangre. La "inclinación del comandante" en las Fuerzas de defensa de Israel es ahora "matar cuantos sea posible", como lo describen los corresponsales militares en televisión. Y aún si la referencia es a luchadores de Hamas, esta inclinación es espeluznante.

La desbordada agresión y brutalidad se justifican como "ejercicio de prudencia": el terrorífico balance de sangre-cerca de 100 palestinos muertos por cada israelí muerto, no despierta ninguna interrogante, como si hubiésemos decidido que su sangre vale una centésima parte de la nuestra, como reconocimiento a nuestro racismo inherente.

Derechistas, nacionalistas, chauvinistas y militaristas son las únicas tónicas legítimas aquí en casa. No nos molesten con humanismo y compasión. Sólo marginalmente se puede escuchar alguna voz de protesta -ilegítima, ostracizada e ignorada por la cobertura de los medios- por parte de un reducido, pero valiente grupo de judíos y árabes. Al lado de ésta, otra voz suena, quizás la peor de todas: la voz de los "justos" e hipócritas. Mi colega Ari Shavit parece ser su más elocuente vocero. Esta semana, Shavit escribió aquí ("Israel debe duplicar, triplicar, cuadruplicar su ayuda médica a Gaza," Haaretz, enero 7): "La ofensiva israelí en Gaza es justificada.... Sólo una inmediata y generosa iniciativa humanitaria probaría que aún durante la brutal guerra a que nos han forzado recordamos que hay seres humanos en el otro bando"

Para Shavit, quien defiende esta guerra e insiste en que no debe perderse, el precio es irrelevante, así como el hecho de que no haya victorias en guerras tan injustas. Y se atreve a hablar de humanismo en el mismo texto.

¿Deseará Shavit que matemos y matemos, y luego vayamos a instalar hospitales de campaña y mandemos medicinas para atender a los heridos? Él sabe que una guerra contra una población indefensa, quizás la más indefensa del mundo, que no tiene adonde escapar, sólo puede ser cruel y despreciable. Pero estos tipos siempre quieren salir de ella luciendo bien. Lanzamos bombas sobre edificios residenciales y luego tratamos a los heridos en Ichilov; bombardeamos reducidos refugios en escuelas de las Naciones Unidas y luego rehabilitamos a los discapacitados en Beit Lewinstein. Les disparamos y luego lloramos, los asesinamos y luego nos lamentamos, despedazaremos mujeres y niños como máquinas de muerte automática y también preservaremos nuestra dignidad.

El problema es que esto no funciona de esa manera. Esto es una asquerosa hipocresía y autojustificación. Aquellos que hacen los más incendiarios llamados para más y más violencia sin considerar las consecuencias son por lo menos más honestos al respecto.

No se puede tener razón en los dos frentes. La única "pureza" en esta guerra es la de "purificarnos de los terroristas", que en realidad significa sembrar horrendas tragedias. Lo que acontece en Gaza no es un desastre natural, un terremoto o una inundación, en cuyo caso sería nuestro deber y derecho extender una mano con ayuda, enviar escuadrones de rescate, como tanto amamos hacer. De la peor suerte, todos los desastres que ocurren en Gaza son producto del hombre - de nosotros. No se puede ofrecer ayuda con las manos ensangrentadas. La compasión no brota de la brutalidad.

Aún así, hay quienes desean ganar en ambos frentes. Matar y destruir indiscriminadamente y salir de ello luciendo bien y con una conciencia limpia. Seguir cometiendo crímenes de guerra sin sentido alguno de la pesada culpa que debería acompañarlos. Hay que tener riñones. Quienquiera que justifique esta guerra justifica también sus crímenes. Quienquiera que predique a favor de esta guerra y crea en la legitimidad de los asesinatos en masas siendo cometidos no tiene ningún derecho para hablar sobre moralidad y humanismo. No hay tal cosa como matar y cuidar simultáneamente. Esta actitud es una representación fehaciente del básico sentimiento dual israelí que ha estado con nosotros desde siempre: cometer injusticias y vernos puros en nuestros ojos. Matar, demoler, hambrear, meter en prisión y humillar – y estar en lo correcto, sin mencionar ser justos. Los justos propiciadores de guerras no podrán permitirse estos lujos.

Todos los que justifican esta guerra justifican también todos sus crímenes. Todos los que la vean como una guerra defensiva deberán cargar la responsabilidad moral por sus consecuencias. Todos los que ahora aupan a los políticos y a los militares a continuar deberán llevar impresa en sus frentes la marca de Caín luego de la guerra. Todos los que apoyan la guerra apoyan también el horror.

La fuente: El autor es columnista del diario israelí Haaretz (Tel Aviv). La traducción del inglés pertenece a Franco Munini para Tlaxcala, la red de traductores para la diversidad lingüística.

"¡MENTIRA! ¡MENTIRA! ¡NO TIENE PERDON!"

TODO: Aunque vivo en este país, al que llegué por falta de otra posibilidad de salida (la alternativa era quedarnos en la cárcel de Devoto y Resistencia), no tengo nada nuevo para comentar. Ya he dicho todo desde todos los ángulos posibles. Agregaré que los discursos de Olmert y Barak del último sábado a la noche anunciando la "decisión de detener unilateralmente el fuego" es en verdad una burda mentira, una provocación apoyada por los gobernantes de los países europeos, confabulados con Israel para destruir no sólo al Hamás si no a todo el pueblo palestino. Gelman no ha innovado y le falta un detalle importante. La mayoría del pueblo israelí comparte ese punto de vista. Andrés Aldao

Por Juan Gelman

Es un verso del tango "Mentira", que Celedonio Flores y Francisco Pracánico compusieron en 1932. Carlos Gardel lo cantaba sin falsa emoción y sin el teatro que propinan hoy algunos tangueros. Se trata, claro, de un hombre que apostrofa a la mujer que lo engañaba y no por eso se privaba de llorar de amor en sus brazos. La frase es desde entonces, y aun antes, aplicable a numerosos políticos y gobiernos del mundo. Por ejemplo, al gobierno israelí y a su primer ministro, Ehud Olmert.
Llevan a cabo en Gaza una matanza que ha causado ya la muerte de casi mil palestinos y miles de heridos: un 60 por ciento eran o son civiles y casi 300 fueron niños. El pretexto: defensa propia en razón de los continuos ataques con misiles de Hamas. La verdad: "Cualquiera que observe con honestidad el desarrollo de los acontecimientos en los dos últimos meses descubrirá que los (cohetes) Kasam tienen un contexto. Fueron casi siempre arrojados después de operativos de asesinato de las FDI, y de éstos hubo muchos. La pregunta de quién empezó no es infantil en este contexto. Las FDI volvieron a las operaciones de exterminio y en gran escala. Y su consecuencia fue el incremento de los disparos de Kasam". Este análisis puede leerse en el diario israelí "Ha'aretz" del 9 de febrero de 2007. Está firmado por Gideon Levy, el periodista también israelí que Vargas Llosa elogió por su valentía intelectual.
Otra del gobierno Olmert: Hamas no respetó la tregua acordada a mediados de junio de 2008 que expiraba en diciembre. La verdad: tropas israelíes la rompieron el 4 de noviembre irrumpiendo en Gaza y matando a seis palestinos (www.guardian.co.uk, 5-11-08). Las FDI volvieron a romper la tregua el 17 de noviembre matando a un líder de Hamas. La respuesta palestina: más Kasam. Y luego: Tel Aviv no se cansa de repetir que Hamas usa escudos humanos para combatir a las FDI. Parece que es al revés. Un comunicado de Amnesty International detalla: "Nuestras fuentes en Gaza informan que soldados israelíes han entrado y tomado posición en varios hogares palestinos, obligando a las familias a permanecer en la planta baja mientras ellos usan el resto de sus casas como base militar y en posición de francotiradores" (www.amnesty.org, 7-1-09).
La Franja de Gaza contiene en sus 360 kilómetros cuadrados a una población de casi millón y medio de palestinos. Si los cohetes de Hamas llegaran a Tel Aviv y alcanzaran el barrio residencial donde está ubicado el Ministerio de Defensa israelí, ¿sería justo decir que Israel usa escudos humanos para defenderse de los Kasam? Vaya una observación interesante de Malcolm Smart, miembro del Programa de Amnesty para el Medio Oriente y el norte de Africa: "El ejército israelí tiene plena conciencia de que los tiradores palestinos suelen abandonar el lugar después de haber disparado. Cualquier ataque de represalia contra esas casas dañará a los civiles, no a los tiradores, en la mayoría de los casos". El comunicado de Amnesty agrega que la ocupación de casas palestinas por soldados israelíes ha sido una práctica frecuente en el pasado y que "en otros casos, han obligado a civiles palestinos, a punta de fusil, a entrar delante de ellos en los edificios donde temían que pudiera producirse un ataque".
El gobierno Olmert justificó el bombardeo de una escuela de la ONU instalada en el campo de refugiados de Jabaliya arguyendo que desde allí habían hecho fuego contra sus efectivos. Después de unos días, tuvo que rectificar: las FDI habían cañoneado sin más trámite a quienes se guarecían en la escuela, matando a 40 civiles. Lo mismo sucedió ¬entre otros¬ con el ataque a un camión que transportaba gas y no Kasam, como Tel Aviv adujo al principio. En verdad, Israel desató una guerra de exterminio.
"¿Sucede acaso que esta guerra es el laboratorio de los fabricantes de muerte? ¿Acaso es posible que en el siglo XXI se pueda encerrar a un millón y medio de personas y hacer de ellas todo lo que se quiera llamándolos terroristas?". Es una pregunta que formularon los médicos noruegos Mads Gilbert y Erik Fosse ¬hace 20 años que prestan asistencia en Gaza como miembros de la ONG Norwac¬ al salir de la Franja vía Egipto ("Le Monde", 12-1-09). Habían atendido a "víctimas de lo que tenemos todas las razones para pensar que se trata de un nuevo tipo de arma, ensayada por los estadounidenses, conocida con el acrónimo DIME (Explosivo de Metal Inerte Denso)". Los DIME son poderosos, su radio de acción es de 10 metros, a quien está a tres metros de la explosión le parten el cuerpo en dos, a los ocho, le cortan limpiamente las piernas.
Human Rights Watch ha denunciado el posible empleo de bombas de fósforo blanco contra los palestinos. Son de uso militar permitido para crear cortinas de humo, pero no en zonas pobladas, según establece el convenio de la ONU sobre armas convencionales (www.hrw.org, 10-1-09). Preguntado al respecto, el mayor israelí Avital Leibovitch aseguró que las FDI "no utilizan armas que el derecho internacional prohíbe. Otras naciones usan bombas de fósforo y tenemos el derecho a no hacer comentarios sobre el tema". Es cierto, las FDI tienen ese derecho. Y los palestinos, el derecho a no ser desollados vivos. Ni siquiera a ritmo de tango.

Exclusivo en Uruguay para LA REPUBLICA

17 enero 2009

OPERACIÓN PLOMO IMPUNE




OPERACIÓN PLOMO IMPUNE

Eduardo Galeano


(Este artículo está dedicado a mis
amigos judíos asesinados por las
dictaduras latinoamericanas que
Israel asesoró)


Para justificarse, el terrorismo de estado fabrica terroristas: siembra odio y cosecha coartadas. Todo indica que esta carnicería de Gaza, que según sus autores quiere acabar con los terroristas, logrará multiplicarlos.
***
Desde 1948, los palestinos viven condenados a humillación perpetua. No pueden ni respirar sin permiso. Han perdido su patria, sus tierras, su agua, su libertad, su todo. Ni siquiera tienen derecho a elegir sus gobernantes. Cuando votan a quien no deben votar, son castigados. Gaza está siendo castigada. Se convirtió en una ratonera sin salida, desde que Hamas ganó limpiamente las elecciones en el año 2006. Algo parecido había ocurrido en 1932, cuando el Partido Comunista triunfó en las elecciones de El Salvador. Bañados en sangre, los salvadoreños expiaron su mala conducta y desde entonces vivieron sometidos a dictaduras militares. La democracia es un lujo que no todos merecen.
***
Son hijos de la impotencia los cohetes caseros que los militantes de Hamas, acorralados en Gaza, disparan con chambona puntería sobre las tierras que habían sido palestinas y que la ocupación israelita usurpó. Y la desesperación, a la orilla de la locura suicida, es la madre de las bravatas que niegan el derecho a la existencia de Israel, gritos sin ninguna eficacia, mientras la muy eficaz guerra de exterminio está negando, desde hace años, el derecho a la existencia de Palestina.
Ya poca Palestina queda. Paso a paso, Israel la está borrando del mapa.
Los colonos invaden, y tras ellos los soldados van corrigiendo la frontera. Las balas sacralizan el despojo, en legítima defensa.
No hay guerra agresiva que no diga ser guerra defensiva. Hitler invadió Polonia para evitar que Polonia invadiera Alemania. Bush invadió Irak para evitar que Irak invadiera el mundo. En cada una de sus guerras defensivas, Israel se ha tragado otro pedazo de Palestina, y los almuerzos siguen. La devoración se justifica por los títulos de propiedad que la Biblia otorgó, por los dos mil años de persecución que el pueblo judío sufrió, y por el pánico que generan los palestinos al acecho.
***
Israel es el país que jamás cumple las recomendaciones ni las resoluciones de las Naciones Unidas, el que nunca acata las sentencias de los tribunales internacionales, el que se burla de las leyes internacionales, y es también el único país que ha legalizado la tortura de prisioneros.
¿Quién le regaló el derecho de negar todos los derechos? ¿De dónde viene la impunidad con que Israel está ejecutando la matanza de Gaza? El gobierno español no hubiera podido bombardear impunemente al País Vasco para acabar con ETA, ni el gobierno británico hubiera podido arrasar Irlanda para liquidar a IRA. ¿Acaso la tragedia del Holocausto implica una póliza de eterna impunidad? ¿O esa luz verde proviene de la potencia mandamás que tiene en Israel al más incondicional de sus vasallos?
***
El ejército israelí, el más moderno y sofisticado del mundo, sabe a quien mata. No mata por error. Mata por horror. Las víctimas civiles se llaman daños colaterales, según el diccionario de otras guerras imperiales. En Gaza, de cada diez daños colaterales, tres son niños. Y suman miles los mutilados, víctimas de la tecnología del descuartizamiento humano, que la industria militar está ensayando exitosamente en esta operación de limpieza étnica.
Y como siempre, siempre lo mismo: en Gaza, cien a uno. Por cada cien palestinos muertos, un israelí.
Gente peligrosa, advierte el otro bombardeo, a cargo de los medios masivos de manipulación, que nos invitan a creer que una vida israelí vale tanto como cien vidas palestinas. Y esos medios también nos invitan a creer que son humanitarias las doscientas bombas atómicas de Israel, y que una potencia nuclear llamada Irán fue la que aniquiló Hiroshima y Nagasaki.
***
La llamada comunidad internacional , ¿existe?
¿Es algo más que un club de mercaderes, banqueros y guerreros? ¿Es algo más que el nombre artístico que los Estados Unidos se ponen cuando hacen teatro?
Ante la tragedia de Gaza, la hipocresía mundial se luce una vez más. Como siempre, la indiferencia, los discursos vacíos, las declaraciones huecas, las declamaciones altisonantes, las posturas ambiguas, rinden tributo a la sagrada impunidad.
Ante la tragedia de Gaza, los países árabes se lavan las manos. Como siempre. Y como siempre, los países europeos se frotan las manos.
La vieja Europa, tan capaz de belleza y de perversidad, derrama alguna que otra lágrima, mientras secretamente celebra esta jugada maestra. Porque la cacería de judíos fue siempre una costumbre europea, pero desde hace medio siglo esa deuda histórica está siendo cobrada a los palestinos, que también son semitas y que nunca fueron, ni son, antisemitas. Ellos están pagando, en sangre contante y sonante, una cuenta ajena.

(Este artículo está dedicado a mis
amigos judíos asesinados por las
dictaduras latinoamericanas que
Israel asesoró)

http://www.brecha.com.uy/alter/index.php?option=com_content&task=view&id=585&Itemid=70