07 marzo 2010

TRES MINUTOS CON FACUNDO



Por Roberto Caballero CAP-L / FA -


Cuando José Mujica cayó baleado en el Bar La Vía en el año 1970, junto a otros dos compañeros, el "Inglés" esa noche me dijo: "Cayó Facundo", y agregó: "Hablás tres minutos con Facundo y salís convencido de dejar la vida por la revolución. "No sólo muchos de nosotros comprobamos con el correr del tiempo que aquella definición del "Inglés" era exacta, sino que a partir de 1985, en una progresión geométrica, cientos y miles de compatriotas comenzaron a convencerse escuchando a Pepe en las mateadas, en los comités, en reportajes y audiciones radiales  que había que dejar la vida por la revolución. Ayer 1º de marzo  en la Asamblea General primero y al aire libre después en la Plaza Independencia, ante nuestro prócer Don José Artigas, con más tiempo que tres minutos sigue convenciendo de que no sólo es necesaria la revolución, sino que es tangiblemente posible y que la estamos viviendo cada día, que la misma no es exclusivamente el acto heroico un día en la vida de cualquiera sino que es un permanente proceso de acumulación y salto cualitativo, una constante a lo largo de toda la vida, tal como la ha llevado él: José Pepe Mujica, el compañero Presidente de todos los uruguayos. Distintos medios de prensa en estas horas andan detrás de otros viejos compañeros preguntando si Pepe ha cambiado, si es el mismo de su época de guerrillero tupamaro, demostrando que no les da la capacidad periodística y de análisis para escuchar, leer y entender el fenomenal pensamiento de político con visión estratégica sobre los destinos del país, de la región, del continente latinoamericano. Sin comprender o peor aún comprenden y callan  que José Mujica desde sus jóvenes años ha sido un luchador político, militante de ideas políticas que en determinada coyuntura de la historia del país se expresaron a través del accionar armado y que desde el día de su liberación ha hecho política con ideas, con propuestas, con programas, con organización.

Algunos conceptos de Pepe el 1º de marzo:
"Unidad nacional y concepción latinoamericana"... "que no es poca cosa tener libertad, disentir, respetarnos, multiplicar conocimiento y conciencia, ensayar todos los caminos y fórmulas posibles que sirvan para enriquecer la sociedad"... "pueblo querido: contigo cambiamos o contigo sucumbimos y estamos como abrazados"... "barrer la indigencia y disminuir la pobreza en un cincuenta por ciento, masificar el conocimiento y la cultura, llevar el conocimiento al Interior lejano, olvidado"... " el rumbo no es negociable"... "los dolores de nuestros hermanos son nuestros"... "unidad de los pueblos de América Latina"... " unidos para ser solidarios con nuestros compatriotas"... " comprometernos con la realidad"... "derrotados son sólo aquellos que dejan de luchar"...
Por mucho menos que esto, cientos de jóvenes ingresamos al MLN (T) a fines de los 60 y comienzos de los 70 en plena predictadura pachequista, bajo Medidas Prontas de Seguridad, sin libertades políticas, de prensa ni sindicales. La utopía, el sueño del cambio por un país mejor, más justo, por la liberación nacional y el socialismo. Somos parte de esas "reliquias que quisieron tocar el cielo con las manos". No llegamos; pero no nos quedamos rumiando el dolor de la derrota. Hoy le escuché a Pepe en el Ministerio de Defensa, delante de todos los generales de nuestras Fuerzas Armadas al tomar posesión del cargo Luis Rosadilla, una definición que sintetiza sentimientos de infinidad de compañeros de lucha: "No estoy para seguir leyendo las páginas amarillas de la historia".
Durante este proceso electoral, volví a ver una nueva generación de jóvenes comprometidos con el cambio, con decisión y compromiso militante como aquellos que construyeron las organizaciones de izquierda en la década del 60 y dieron forma y contenido al Frente Amplio. Por suerte, estas generaciones pueden escuchar a Pepe Mujica más de tres minutos y está en sus manos continuar la generosa tarea de construir un Uruguay para más de 30 años. Que así sea.

No hay comentarios: