26 enero 2008

EL TIRO POR LA CULATA (barak y olmert quedaron pagando)

Hamás, dispuesto a reunirse con Al Fatah para resolver la crisis política palestina

En otra jornada caótica por el bloqueo israelí, centenares de palestinos se enfrentan a la policía egipcia en Rafah para abastecerse de alimentos y combustible

El Movimiento de Resistencia Islámica Hamás ha aceptado hoy la invitación realizada por el presidente egipcio, Hosni Mubarak, de mantener conversaciones en El Cairo con la facción rival, Al Fatah, del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, con el fin de solventar el cisma palestino. En momentos en que el bloqueo israelí ha provocado una avalancha de palestinos desde Gaza a Egipto por el cruce fronterizo de Rafah, Mubarak ha planteado este encuentro "para que haya una reconciliación entre hermanos".

El líder de Hamás en el exilio, Khaled Meshaal, ha dicho a la agencia Reuters que tanto él como "todos los hermanos en el liderazgo de Hamás celebramos participar” y que “buscarán hacer un diálogo con éxito”. Mubarak ha propuesto esta iniciativa en una entrevista al semanario independiente Al Usbua que será publicada mañana pero que ha sido adelantada en partes por la agencia noticiosa egipcia MENA.
"Estamos listos para acoger de forma inmediata una conferencia en El Cairo entre Hamás y Fatah para que haya una reconciliación entre hermanos”, afirma el mandatario en la entrevista. Asimismo, rechaza las críticas estadounidenses e israelíes a su decisión de permitir la entrada de miles de palestinos de la Franja de Gaza a Egipto a través del paso de Rafah.
"Egipto, como una estado árabe pionero, no puede abandonar sus responsabilidades panárabes y rechaza el castigo colectivo a todo el pueblo palestino”, dice Mubarak.
Nuevos boquetes
En una nueva jornada caótica en la Franja de Gaza, militantes de Hamás han utilizado una excavadora para abrir un nuevo agujero en el muro fronterizo de Gaza con Egipto después de que la policía egipcia intentara hoy, con éxito desigual, cerrar los boquetes abiertos el miércoles. Los infructuosos intentos por cerrar los boquetes han provocado que las fuerzas de seguridad egipcias se retiraran esta tarde de la frontera con Gaza.
Alrededor de las 16.30 hora local (13.30 GMT), todos los vehículos blindados de las fuerzas egipcias desplegados en la frontera han comenzado a retirarse, mientras que hombres armados palestinos, que aseguraron ser de la resistencia, han ocupado el lugar dejado por los egipcios, según informa la agencia EFE. El nuevo boquete permite a los palestinos seguir accediendo a Egipto para abastecerse de productos de primera necesidad, que no entran en la franja desde hace una semana por el bloqueo israelí.
Según informa la agencia Reuters, varios militantes de Hamás, a lomos de una excavadora, han abierto un nuevo boquete en la empalizada fronteriza, ante los vítores de los centenares de palestinos que se encontraban en el lugar. También se han podido escuchar disparos mientras los militantes intentaban derribar la valla metálica y los congregados aplaudían.
Israel mantiene completamente bloqueados los accesos a Gaza desde hace una semana, por lo que los habitantes de Gaza, acuciados por la escasez de productos básicos, reventaron la frontera con explosivos. A las pocas horas de las explosiones, el Gobierno egipcio decidió, ante la avalancha de palestinos que intentaban hacerse con alimentos, medicinas o tabaco en el país vecino, dejar abierta la frontera para que no se produjeran altercados.
Desde por la mañana, decenas de policías egipcios han intentado controlar a la muchedumbre de palestinos que intentaban aprovechar las últimas horas con la frontera abierta para conseguir alimentos u otros artículos. Los agentes han colocado alambradas de espino en los huecos abiertos el miércoles, mientras dispersaban a los palestinos usando cañones de agua.
Ante la inminencia del cierre, se han producido avalanchas de palestinos que intentaban cruzar la frontera por los últimos boquetes abiertos. En su desesperada huida, jóvenes, niños y familias enteras han derribado una parte del muro que impedía su paso a territorio egipcio. Los policías egipcios, a pesar de sus esfuerzos, se ven incapaces de frenar la afluencia de personas, que pasan de un lado a otro, y han sido objeto de una lluvia de piedras lanzadas por los palestinos.
Israel mantiene el bloqueo como respuesta a los lanzamientos de cohetes artesanales Qassam desde Gaza hacia territorio israelí. Tras varios días sin permitir la entrada de ninguna mercancía, el miércoles decidió permitir la entrada de combustible para alimentar la principal central eléctrica de la franja y de ayuda internacional. El cierre de los pasos fronterizos, además de hambre, causó la suspensión del suministro eléctrico, ya que la central eléctrica funciona con combustible.
Soldados israelíes matan a un joven palestino
Soldados israelíes han matado hoy a un adolescente palestino al abrir fuego contra un grupo de jóvenes que les lanzaba piedras en el poblado cisjordano de Beit Omer, según fuentes médicas y de la seguridad palestinas.
Por otra parte, la Policía y el Ejército israelíes continúan la búsqueda de los milicianos palestinos que -en una acción casi simultánea- mataron a un guardia de fronteras e hirieron a su compañera de patrulla a la entrada del campo de refugiados de Shuafat, al norte de Jerusalén.
Esta mañana, cuatro activistas palestinos perdieron la vida en dos ataques aéreos israelíes en Rafah, en el sur de la franja de Gaza, según fuentes médicas palestinas.
Rafah se convierte en el mayor zoco del Sinaí

La avalancha de palestinos tras la voladura del muro que separa Gaza de Egipto multiplica el comercio y los precios

JUAN MIGUEL MUÑOZ - Rafah - 25/01/2008


En el corredor Filadelfi, la tierra de nadie entre Gaza y Egipto, hermética zona militar, era palpable ayer que la desesperación agudiza el ingenio. Bajo las torretas con bandera egipcia, varios jóvenes palestinos chillaban: "¡Un shekel, un shekel!". Habían colocado pequeñas escaleras, y por 18 céntimos de euro ayudaban a ancianos, mujeres y niños a sortear el muro de cemento de metro y medio de altura que daba acceso a un zoco desbordante en la parte egipcia de la ciudad de Rafah.


El bloqueo israelí empuja a los palestinos a Egipto


Miles de personas hacían viajes de ida y vuelta cargados como bestias
"A la gasolina le echan agua. Hay que tener cuidado", dice un automovilista
Decenas de miles de palestinos se abalanzaron sobre las calles para comprarlo todo. Los precios se dispararon, a la par que la picaresca. Pero a los angustiados habitantes de Gaza, que soportan precios europeos, las exigencias de los mercaderes egipcios les sabían a gloria. Hamás derribó la frontera entre la franja y Egipto el miércoles y el comercio se adueñó de la dividida ciudad.
Pocas veces se podrá observar a los palestinos tan satisfechos en medio del caos, de los atascos y la algarabía. Fue un desorden lleno de júbilo, sin que brotaran las riñas, tan habituales y sonoras. Había que comprar. Y rápido. Nunca se sabe cuándo el Gobierno de El Cairo impondrá de nuevo el cierre. Hombres y mujeres de toda edad y condición viajaron en camiones y coches repletos desde cualquier punto de Gaza. La víspera la riada humana acudió más bien por curiosidad, porque las existencias en la paupérrima Rafah egipcia se agotaron enseguida. Ayer, estaban las calles repletas de productos. Los egipcios se han dado prisa en llenar el vacío y en ganar buenos puñados de divisas.
Las personas se movían raudas en una y otra dirección. El agricultor Ahmed, de la mitad palestina de Rafah, necesitaba gasóleo y esperaba su transporte, un burro, una moto o un coche para volver. "Compro para poder usar mi tractor. Sé que el gasóleo cuesta aquí el equivalente de medio shekel y que me cobran dos. Pero en Gaza pagamos cinco shekels". Sólo un día después de que los milicianos palestinos derribaran el muro de hierro de ocho metros de alto, el mercado había ajustado los precios. Aunque comprar gasolinas, un bien preciado debido al bloqueo israelí, tenía su riesgo. Muchos niños las vendían al borde de las carreteras en bidones. "Hay que tener cuidado. Tanto en Egipto como en Gaza le echan agua y eso es malo para el motor", comentaba un conductor que prefirió eludir el riesgo.
Se trataba de hacer el agosto en un día fresco pero espléndido. Miles de egipcios viajaron cientos de kilómetros para acudir a Rafah y a El Arish para vender lo que fuera. Es el caso de Mohamed, un abogado de 23 años procedente de una ciudad a la orilla del canal de Suez, que tratará de aprovechar una apertura que se antoja efímera. "Vendo sal, salsas, detergentes, té, chocolate, aceite, cereales, habas... Yo no trato de sacar tajada porque simpatizo con los palestinos, pero estoy haciendo buen dinero. Ojalá la frontera se abriera para siempre".
Mohamed no es la norma. El beduino Yusef acaba de comprar dos motocicletas importadas de China -casi todas provienen de ese país- por 800 dólares (543 euros). "Ya he vendido una por 1.100 dólares. Espero sacar 1.200 por la segunda". Decenas de jóvenes palestinos se las llevaban y pocos cientos de metros más lejos las tenían que encaramar sobre el muro fronterizo. Esta vez, sin escalera. La riada de gente era imparable ya casi anocheciendo. Hombres con cabras, ovejas y corderos sobre los hombros enfilaban de regreso a Gaza. El precio de un cordero se duplicó o triplicó, hasta los 150 ó 200 euros. Pero en la franja valen 300. Todos contentos.
Miles de palestinos se pasaron el día haciendo viajes de ida y vuelta cargados como bestias, con alfombras, tabaco, neumáticos, bombonas de gas... Sonreían, a pesar de que dominaba un sentimiento de urgencia. Están convencidos de que este alivio será pasajero. Apenas se podía caminar entre el tumulto de animales -algunos llevaban una docena de ovejas, otros un par de camellos-, personas, y vehículos militares egipcios que acudían a la frontera derribada para empezar a preparar, poco a poco, el cierre de la frontera cuando proceda. No faltaron, en medio del maremágnum, detalles que reflejaban evidentes dosis de organización.
El boquete abierto en la valla conduce a dos calles arenosas. Una de ellas estaba sellada a cal y canto y un policía del Gobierno de Hamás explicaba el porqué: "La ayuda humanitaria es prioritaria. Israel no nos permite que entre por sus pasos fronterizos. Así que los camiones de la Media Luna Roja descargan aquí rápidamente". La presencia de los policías, y de milicianos de Hamás, era notoria. Algunos coordinaban su actividad con agentes egipcios. Otros vestían de paisano. Es imposible pensar que el movimiento islamista no aproveche una operación de derribo de una frontera planeada tan escrupulosamente. El Gobierno de Ehud Olmert ha asfixiado a la población civil hasta el límite. Tal vez, se ha pasado. Y Hamás va a sacar tajada. "Lo que antes pasaba por los túneles, ahora lo metemos a cielo descubierto", comentaba satisfecho un miliciano.
Casi con certeza, materiales para explosivos, munición y armas habrán pasado ante las narices de los policías egipcios. Y dinero, mucho dinero. Tanto es así que el Gobierno de Ismail Haniya anunció que adelantaba una semana el pago de los salarios a 20.000 funcionarios. Hay que aprovechar el tirón.

Egipto renuncia a frenar la avalancha palestina

Militantes de Hamas destruyen parte del muro con la ayuda de una excavadora
 Hombres palestinos armados ocupan los puestos dejados por los policías

AGENCIAS
RAFAH (FRANJA DE GAZA | EGIPTO).- Las fuerzas de seguridad egipcias se retiraron este viernes de la frontera con la Franja de Gaza y renunciaron a contener la avalancha de palestinos, poco después de que militantes del movimiento islámico Hamas abrieran una nueva brecha en el muro que divide la localidad de Rafah.
Hacia las 14.00 horas, los activistas lograron destruir parte de la estructura con la ayuda de una excavadora. Media hora más tarde, todos los vehículos blindados de transporte egipcios comenzaron a retirarse de la frontera y hombres palestinos armados ocuparon los puestos dejados por los policías.
Junto a los blindados abandonaron también la zona los vehículos con cañones de agua que por la mañana impidieron el acceso a los palestinos, con lo que la frontera se quedó sin presencia militar egipcia.
"Hemos echado de aquí a estos infieles y si vienen mañana los vamos a matar a tiros", dijo a Efe un joven ataviado con el pañuelo palestino mientras hacía el gesto de disparar con una pistola.
Mientras tanto, miles de palestinos continúan cruzando de un lado a otro de la frontera a través de los numerosos huecos abiertos en la empalizada. La policía egipcia sólo logró cerrar algunos de ellos antes de retirarse del lugar.
Los 'réditos' de Hamas
El bloqueo de la Franja ordenado hace una semana por el Gobierno israelí ha forzado a los palestinos a lanzarse en masa hacia Egipto para hacerse con alimentos y combustible.
La situación ha supuesto una inyección de popularidad para Hamas, según los analistas palestinos, que consideran que la organización deberá se tenida en cuenta en el futuro antes de negociar cualquier acuerdo respecto a la frontera con Egipto.
El columnista Samih Shabib escribió en el diario 'Al Ayyam', cercano a Al Fatah, que la reapertura del paso de Rafah "será imposible sin la participación de todas las partes, Hamas incluida".
Los seguidores del movimiento islámico acusan al presidente palestino, Abu Mazen, de haber pactado el bloqueo con Israel en secreto para que los ciudadanos se levanten contra Hamas, que controla Gaza desde el pasado mes de junio.
"La Autoridad Palestina no podrá retomar el dominio del paso de Gaza sin el consentimiento de Hamas, cuya posición en las negociaciones se ha fortalecido", explicó el analista Hani al Masri.

El Ejecutivo de Tel Aviv, por su parte, defendió las medidas como una forma de impedir los ataques con cohetes a sus ciudades desde territorio palestino.

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