02 diciembre 2007

Correa anuncia cambio 'radical, profundo y rápido' en la Asamblea Constituyente






MONTECRISTI (ECUADOR).- La Asamblea Constituyente que se inauguró en la 'Ciudad Alfaro', en la provincia costera de Ecuador, en medio de una tormenta política, servirá para efectuar cambios radicales y profundos, aseguró el presidente ecuatoriano, Rafael Correa.
En presencia del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, que fue el único jefe de Estado extranjero en asistir a la ceremonia, Correa inauguró la Asamblea en la localidad costera de Montecristi, donde señaló que ese foro debe tener como objetivo "rescatar el Estado y sus capacidades".
De ese modo, el gobernante ecuatoriano pretende promover el desarrollo y procurar una distribución justa de la riqueza, con especial énfasis en la atención a los sectores más desprotegidos. Su Gobierno, dijo, promoverá "un cambio radical, profundo y rápido de las estructuras vigentes a través de una Asamblea Constituyente de plenos poderes", que estará controlada por su movimiento político, Alianza País.
"Somos simples soldados de la revolución ciudadana", agregó, en un discurso pronunciado en la tarima principal ubicada frente a la sede de la Asamblea Constituyente, que elaborará la vigésima Carta Magna en la historia de Ecuador. Para Correa, la nueva Constitución debería generar "una verdadera democracia", con nuevas formas de representación y vías directas para la participación de la sociedad.
El jefe del Estado, cuyo movimiento ocupa 80 de los 130 escaños de la Asamblea, insistió en sus propuestas de que la Constituyente incluya en sus debates la "rendición de cuentas" de los funcionarios públicos, así como la posibilidad de la revocación del mandato de todas las autoridades.
También abogó por reformas en el sistema electoral que fomente la creación de "verdaderos partidos políticos", con ideologías claras y que funcionen como "entidades democráticas". Correa hizo hincapié en la economía y aseguró que "no habrá una verdadera estabilidad en las democracias de América Latina mientras no haya una verdadera democracia económica".
También defendió a ex gerentes de la gubernamental Agencia de Garantía de Depósitos (AGD), creada a raíz de la crisis bancaria de 1999, que han sido procesados, según Correa, por una presunta persecución política de los sectores poderosos.
Correa, asimismo, afirmó que su Gobierno se alejará del neoliberalismo, que según dijo se aplicó en su país durante los últimos años, y calificó como una "barbaridad" la dolarización de la economía, aplicada desde el año 2000, cuando Ecuador adoptó la divisa estadounidense como patrón de intercambio.
Sin una agenda concreta
Además, expresó que la nueva Constitución debe ratificar la propiedad estatal sobre los recursos naturales, y reiteró su idea de que las concesiones mineras deben ser revisadas.
El gobernante manifestó que en los próximos días enviará a la Constituyente algunos proyectos de reformas legales, pues el Congreso entró en un receso forzado e indefinido por orden de la Asamblea que, en su primera sesión celebrada el jueves, asumió plenos poderes.
Se desconocen las acciones que adoptará el Parlamento, de mayoría opositora a Correa, aunque algunos legisladores habían advertido de que denunciarán la situación a la comunidad internacional, y su presidente, Jorge Cevallos, se pronunciará mañana, sábado, sobre la situación de la institución, informó hoy su hermano Fernando.
Las primeras reformas legales que propondrá a la Asamblea serán sobre tránsito, justicia financiera y tributación, explicó Correa, quien también anunció acciones duras para limitar y frenar los supuestos abusos en el sindicalismo público. Ecuador "necesita manos limpias, justas e incluso manos tiernas, pero también firmes", para acabar con la corrupción, añadió.
"Creemos firmemente en la transformación radical del país", insistió Correa, que juró "cambiar los destinos del país", por lo que invitó a la población a vigilar y acompañar a la Asamblea Constituyente.
Por su parte, el vicepresidente de la Asamblea, Fernando Cordero, dijo que la Constituyente "ha separado" a los legisladores "sin sueldo", hasta que "otro órgano, integrado por los nuevos legisladores del Ecuador, les reemplace".
En ese sentido, la Asamblea tiene que definir cómo se lleva a cabo la función legislativa ordinaria que corresponde al Congreso y hasta ahora sólo se ha indicado en el partido oficialista que se considera la instalación de una "Comisión Legislativa" que podría ocuparse de dicha tarea.

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