14 noviembre 2007

El Waterloo del Rey de España

Editorial del diario La República de Uruguay


La voz del Sur estremeció los cimientos del planeta. Los jefes de Estado y Gobierno presentes durante el acto de clausura de la XVII Cumbre Iberoamericana, que tuvo lugar en el Salón Riescos, en Santiago de Chile, fueron observadores excepcionales de lo que millones de televidentes vimos y escuchamos. Como nunca, la palabra de los latinoamericanos se alzó bendecida por los padres fundadores: Bolívar, Sucre, Martí, Miranda, O'Higgins, San Martín, Artigas y otros próceres que vertieron su sangre para mostrar el camino de estos pueblos que han sido explotados y expropiados durante siglos.
Pero, fue precisamente el discurso retórico del jefe del Gobierno español, José Luis Zapatero --ante un supuesto milagro económico de su país conseguido sólo en 25 años--, y que hizo recordar al presidente bolivariano, Hugo Rafael Chávez Frías, que la historia de sometimientos y abusos de más de cinco siglos contra nuestras naciones no es agua pasada, sino historia reciente. Chávez citó ejemplos concretos de cómo hace apenas cinco años España, con el fascista Aznar, y Estados Unidos, con el guerrerista Bush, reconocieron al empresario golpista Pedro Carmona Estanga, Pedro el Breve, aun cuando la vía para derrocar a un presidente constitucionalmente electo fuera el magnicidio.
Tampoco fue casual que el Rey español, presente en la Cumbre, se molestara ante la posición asumida, específicamente, de los representantes de las repúblicas Bolivariana de Venezuela y de Nicaragua por defender el derecho inalienable de quienes buscamos una Latinoamérica unida para enfrentar los retos que impone, al mundo, la presencia de un imperio que pretende dominar y decidir los destinos de las naciones pobres.
Pero el Waterloo ideológico ocurrió cuando el Rey de España le preguntó a Chávez de forma abrupta: ¿Por qué no te callas? El monarca, como Carlos I y su imperio en donde no se ponía el sol, no sabe lo que sucede hoy en nuestra sufrida América.
Hace 500 años desde Madrid imperial salió la orden, que se callen "¿Y por qué no te callas indio Gauicarpuro? ¡Cállate Tecúm Umán!, ¿Por qué no te callas Tupac Amarú? ¿Por que no te callas Tupac Hatari, Tiuna, Chacao?, ¡Cállate! y los callaron", recordó Chávez. "No los callaron porque ellos bajaron la cabeza servilmente ante la orden imperial. Los callaron cuando les cortaron la garganta, sólo así los callaron, los descuartizaron los picaron en pedazos y colocaron sus cabezas en estacas a la entrada de los pueblos por los caminos. Ese fue el imperio español aquí", añadió el presidente venezolano, en alusión al pasado de nuestro continente.
Y precisamente ahora, cuando los pueblos del Sur estrechan lazos de unión, los servicios de Inteligencia de Washington, con el visto bueno de la Comunidad Económica Europea, tratan de apagar los movimientos revolucionarios pacíficos que surgen y proponen la refundación de nuestras repúblicas empobrecidas y desangradas por las corporaciones transnacionales, bajo el conjuro de los países poderosos y el apoyo de gobernantes peleles que representan los intereses de las oligarquías nacionales.
La denuncia a las maniobras de los sectores de la oposición, en Bolivia --que lograron impedir la modificación de la Constitución de ese país-- advierten de la conspiración para asesinar al presidente Evo Morales, legítimamente elegido por su pueblo, y demuestra la razón y urgencia de unirnos, como señaló el vicepresidente cubano Carlos Lage Dávila y cumplir el propósito que reclaman hoy los pueblos latinoamericanos y caribeños.
"Señor Juan Carlos, si yo me callara gritarían las piedras de los pueblos de América Latina, que están dispuestos a ser libres de todo colonialismo después de 500 años", ese fue el resumen de la cumbre presidencial para nuestro continente, que hoy marcha en busca de un destino mejor. *

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