04 julio 2009

“Estamos volviendo a la época donde ser de “izquierda” era una herejía”




Entrevista a Rubén Escobar, periodista hondureño del Diario Tiempo: “Estamos volviendo a la época donde ser de “izquierda” era una herejía”

Vicent Boix (especial para ARGENPRESS.info)

Ante los lamentables hechos que están acaeciendo en la República de Honduras, tuve la ocasión de poder entrevistar vía internet al periodista Rubén Escobar. Actualmente él ocupa el puesto de jefe de noticias en el Diario Tiempo (http://www.tiempo.hn/), rotativo ubicado en San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante del país centroamericano después de la capital Tegucigalpa.

Honduras es un país que acapara pocas noticias en Europa. Muchos no conocían a su actual presidente José Manuel Zelaya Rosales (Mel) y mucho menos su trabajo político al frente del ejecutivo. Todo cambió hace unos días cuando fue víctima de un vergonzoso golpe de estado que saltó a las primeras planas de los medios internacionales y que está provocando un rechazo sin precedentes en la región.

Por eso, para empezar, sería interesante saber un poco más del presidente ¿Quién era Manuel Zelaya antes de lanzarse a la carrera presidencial? ¿Con qué partido se presenta a las elecciones?

José Manuel Zelaya Rosales es hijo de un hacendado, ya fallecido, y de una maestra de escuela. Es oriundo de una provincia rural llamada Olancho, de allí le viene el uso de su sombrero Stetson, su estilo “ranchero” y su amor por los caballos que lo llevó a encabezar desfiles hípicos en varias ciudades del país y hasta en Managua.

Su padre fue involucrado en los años 70 en un complot en el que fueron asesinados varios miembros de la iglesia católica y civiles de izquierda, por lo que su repentina inclinación al socialismo sorprendió a muchos. Ese hecho se conoce en la historia del país como “la masacre de los Horcones”, por el nombre de la hacienda familiar de los Zelaya.

De hecho algunos detractores han llegado a señalar que un joven “Mel” era uno de los conductores de los vehículos en los que secuestraron y “desaparecieron” a los dirigentes, pero eso nunca se ha podido probar y, aunque su padre fue condenado, después fue favorecido y no estuvo preso.

Con el retorno a la “democracia” (así, entre comillas), en 1981, apareció como activista del Partido Liberal y ayudó a otros candidatos a llegar a la presidencia, hasta que el mandatario Carlos Flores Facussé, en 1998, lo nombró ministro director del Fondo Hondureño de Inversión Social (una entidad encargada de construir escuelas, jardines de niños, sistemas de agua y otras obras de infraestructura en las comunidades más pobres).

Renunció a ese cargo bajo el argumento que comenzaría a trabajar para postularse a la presidencia, cosa que hizo para las elecciones de 2005, en las que derrotó por escaso margen a Porfirio Lobo Sosa, del Partido Nacional. Aunque muchos le llamaban ingeniero, se sabe que sólo cursó 11 materias de ingeniería civil en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, porque era un mal estudiante.

A pesar de encabezar uno de los tradicionales partidos de derecha del país, rápidamente Mel dio un giro a la izquierda llegando al extremo de ingresar dentro del ALBA ¿Hay inicialmente algún motivo por el cual Mel abandona la raíz conservadora del Partido Liberal, para iniciar una serie de medidas políticas de carácter progresista y nacionalista?

De inicio nada hacía presagiar ese extraño giro, aunque se hacía rodear de personajes que en su juventud formaban parte de grupos universitarios del ala izquierda del Partido Liberal, como Patricia Rodas (nombrada canciller), Milton Jiménez Puerto (quien antes fue su canciller y en los años 80, cuando era estudiante universitario, fue detenido por los militares por ser “comunista”) y Jorge Arturo Reina (quien en los años 50 lideró un grupo que combatió contra golpistas militares y a quien él nombró embajador de Honduras en la ONU).

Todo parece indicar que las necesidades económicas lo hicieron girar a la izquierda, aunque no se descarta que bajo la asesoría de alguno de los arriba mencionados. Según sus propias declaraciones él estuvo tocando puertas de los organismos financieros y de Washington y no lo apoyaron, fue así que encontró en Hugo Chávez un arca abierta en momentos en que el petróleo alcanzaba el pico más alto en el mercado internacional. Originalmente el acuerdo consistió en vendernos petróleo, a precio de mercado, por el cual el gobierno pagaría a corto plazo 60 centavos por cada dólar del costo real mientras que los otros 40 centavos irían a un fondo de préstamo para gasto social. Ese préstamo sería a 25 años plazo, con un uno por ciento de interés, lo cual se consideraba una verdadera “ganga”.

Luego, vino la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América mediante la cual Chávez ofreció cien tractores y más dinero en préstamos. Los tractores llegaron hace un par de meses pero hasta ahora no se han utilizado y los préstamos no alcanzaron a desembolsarse, salvo el fondo petrolero que no se sabe dónde está o cómo se ha invertido.

Incidiendo en la cuestión anterior, muchos nos preguntamos si realmente el gobierno del presidente Zelaya ha emprendido cambios políticos palpables, estructurales y reales hacia una sociedad menos desigual y más justa, o si por el contrario, todo es pura fachada y retórica ¿Ha experimentado Honduras reformas significativas desde que Mel es presidente? ¿Puede poner algún ejemplo de estos cambios?

A mi entender no han habido cambios de fondo, pero si decisiones polémicas que fueron minando su relación con los empresarios, con los políticos tradicionales y con el sistema judicial. Para el caso, cuando los precios del petróleo estaban muy altos inició un proceso de subasta de combustibles y contrató a un asesor norteamericano (Robert Meyeringh), pero su plan no pudo ser ejecutado porque el gobierno no tiene instalaciones de almacenamiento de combustible y cuando trataron de expropiar los tanques de la empresa Distribuidora de Productos de Petróleo S.A. (Dippsa) la iniciativa topó en los juzgados. Ese fue uno de los pulsos que perdió contra la empresa privada y el sistema judicial.

Luego, intentó regular el tráfico de vehículos para disminuir el consumo de combustible, pero de igual modo una decisión judicial se lo impidió bajo el argumento que eso limitaba la libertad de locomoción.

Una de las medidas que conmocionó a los empresarios se dio en enero de este año, cuando subió el salario mínimo en un 60 por ciento, lo cual desató una ola de críticas por parte de los empresarios y varios medios de comunicación arreciaron campañas mal intencionadas para minar su imagen, lo cual no hizo más que fortalecerlo ante la mayoría, que es pobre, pues frecuentemente se enfrentaba a líderes empresariales y a dueños de medios, algo que los anteriores presidentes no hacían. Entonces, pasó a ser parte de los “descamisados” y aunque muchos no creían su discurso, al consultarles se mostraban al menos divertidos con las actitudes desafiantes del “presidente ante los poderosos de la oligarquía de este país” como él les llamaba.

De vez en cuando me comunico con una amiga nicaragüense que trabajó conmigo en proyectos de cooperación en el país. Desde la entrada de Daniel Ortega como presidente de Nicaragua, acompañó a Cuba a decenas de personas de su ciudad para que fueran operadas de la vista, dentro de la denominada "Operación Milagro" ¿En que se ha beneficiado Honduras con su entrada en el ALBA?

La verdad es que la presencia cubana y la “Operación Milagro”, donde también está involucrada Venezuela, inició en Honduras mucho antes de la incursión de Honduras en el ALBA. De hecho la presencia de brigadas cubanas inicia después del paso del huracán Mitch, en octubre de 1998, cuando el país quedó desolado. Los médicos cubanos se han caracterizado por llegar a lugares recónditos, donde sus contrapartes hondureñas no llegan, por lo cual mucha gente siente bastante aprecio por su trabajo. Además, Cuba ha becado a decenas de hondureños pobres en la Escuela Latinoamericana de Medicina en La Habana, mientras que en Venezuela se han operado a cientos de personas con problemas de la vista bajo la “Operación Milagro”. Bajo la instrucción de asesores cubanos, instructores hondureños han enseñado a leer a miles de analfabetos, especialmente campesinos.

Sin embargo, los beneficios del ALBA aún no están muy claros porque el país no estuvo mucho tiempo bajo ese sistema. Sin embargo los cien tractores donados por Venezuela ya están en el país y el fondo de préstamo creado, supuestamente se utilizaría en algunas obras sociales que no se terminaron de definir por parte del gobierno de Zelaya porque a estas alturas del año no se había elaborado el presupuesto de 2009.

La burguesía hondureña, los diputados, el ejército, etc. discrepaban de las decisiones y del gobierno de Mel. La consulta popular para preguntar sobre la creación de una asamblea constituyente que desembocara en una nueva constitución, fue la gota que colmó el vaso e hizo saltar las alarmas de los sectores reaccionarios. ¿Expuso el presidente qué reformas pretendía introducir en la constitución si finalmente nacía la constituyente?

El siempre insistió en que no pensaba reelegirse y que entregaría el poder en enero de 2010, como correspondía. Sin embargo, la Constitución hondureña en su mayor parte puede ser reformada por el Congreso Nacional y sólo hay ocho artículos que no, y son los que tienen que ver con la forma de gobierno, incluyendo los periodos presidenciales. A esos artículos les llaman “pétreos” porque no pueden ser reformados, salvo por una constituyente, por lo que por deducción se podría decir que él intentaba crear las condiciones para una reelección. Además, estaba el antecedente de que la mayoría de los países del ALBA cambiaron sus constituciones para reelegirse.

No es ningún secreto que Mel está aislado hasta por los propios diputados de su partido. Además su mandato finaliza en unos pocos meses y no puede ser reelegido. Por lo tanto, su debilidad es manifiesta y sus días en la política están contados. ¿Cree usted que Mel tiene pensada la fundación de una fuerza política que pueda optar al poder en un futuro?

Pienso que sí, puesto que la Constitución acepta reformas económicas y sociales, mas no políticas, por descarte se puede decir que él buscaba las condiciones propicias para la reelección, incluyendo la de él mismo pues a pesar de que ya tenía más de tres años en el gobierno, era sumamente popular. De hecho una encuesta de Cid-Gallup publicada hace unos meses por La Prensa, un medio que le adversa, reveló que era más popular que Porfirio Lobo Sosa, el mismo candidato al que derrotó en noviembre de 2005.

Siguiendo con la idea de la reelección, recordemos el ejemplo “Chavista”, en el cual una de las bases ideológicas es que una “revolución” no puede ejecutarse en cuatro años, si no que es un “proyecto” a largo plazo.

Si Ronald Reagan resucitara, observaría que han alcanzado el poder sus dos enemigos de los años 80 en Centroamérica: El Frente Sandinista en Nicaragua y el Frente Farabundo Martí en El Salvador. Además, Honduras, el país que sirvió como base militar y de operaciones a Estados Unidos en su lucha contra las guerrillas de Nicaragua, El Salvador y Guatemala; tiene ahora un presidente que emprendió medidas políticas progresistas y que además comparte inquietudes y discursos con figuras como Fidel Castro o Hugo Chávez. Este escenario era impensable incluso hace cinco años. ¿Qué está cambiando en Centroamérica?

Me parece que es el mismo fenómeno en toda Latinoamérica (Venezuela, Paraguay, Argentina, Chile, Brasil, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, El Salvador y, casi, en México). Tiene que ver con el desencanto de la “democracia”. El pueblo es llamado a votar cada cuatro o seis años pero después de las elecciones pasa a un segundo plano mientras diputados, ministros, funcionarios y el mismo presidente se despachan con la cuchara grande al repartirse con sus amigos empresarios, contratos, partidas confidenciales y todo tipo de fondos públicos. Entonces la alternativa que se ha encontrado son los partidos de izquierda, sobre todo ahora que hay un marco legal para que lleguen al poder y que ya no hay una propaganda como en los años 80, donde términos como “socialista” y “comunista” eran el equivalente a ser el diablo. Aunque en la actualidad, con el recién autonombrado presidente Roberto Micheletti, hemos regresado a esa época de satanizar esos términos.

¿Empiezan a respirarse los nuevos aires y aromas que llegan de América del Sur y concretamente desde Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, etc.?

Efectivamente, aunque para desventaja de la gran mayoría de hondureños, tenemos una oligarquía que se ha cuidado de no brindar una educación profunda a sus masas, de modo que mucha gente es fácilmente manipulable, al grado que en este momento la sociedad está polarizada tras el golpe y estamos volviendo a la época donde ser de “izquierda” era una herejía y no ven el fondo: los golpistas han destruido en un día lo que costó 28 años construir, una endeble democracia, una criatura que aún se estaba formando y que ahora ya no existe por el afán de poder de unos pocos y por la ignorancia de muchos.

Regresando al golpe de estado actual, me sorprende mucho el respaldo internacional que ha cosechado Mel. De hecho, el presidente de facto, Roberto Micheletti, está totalmente aislado. Curiosamente esto no sucedió en los golpes de estado de Venezuela en 2002 ni en Haití en 2004. El modus operandi fue similar: secuestro del presidente, documento falso de renuncia y nombramiento a dedo de una marioneta de transición. En estos dos capítulos, la prensa internacional y muchos gobiernos escondieron el carácter golpista con la manipulación informativa. ¿A qué se debe este apoyo internacional histórico que está recabando el gobierno de Mel? ¿Tal vez hay temor de que si el gobierno golpista se mantiene, exploté una especie de "guerra fría" e inestabilidad en la región que afecte las inversiones de las empresas del norte?

Pienso que en parte se debe a la tendencia actual unificadora de los gobiernos latinoamericanos, marcados por diversos tipos de socialismo, donde si bien es cierto el mercado es importante también lo es la persona. De igual modo el gobierno de Barack Obama muestra un carácter más flexible hacia quienes piensan diferente. Quizás si el que estuviese en el poder fuese George Bush a estas alturas ya habría reconocido al gobierno golpista. Además, me parece que la acción de los militares, políticos y empresarios hondureños fue inconsulta. Es decir, históricamente los golpes de estado en Latinoamérica han tenido la venia o han sido promovidos por los Estados Unidos y desde allí se desparramaba el reconocimiento del nuevo gobierno hacia el área de influencia. Creo que en este caso no hubo “permiso”.

¿Qué escenario presagia usted en su país durante los próximos meses?

De mucha incertidumbre e inestabilidad. Si este gobierno se queda, mucha gente, adentro y afuera, no lo va a aceptar por lo que podríamos quedar aislados. Si Zelaya regresa se va a encontrar con un Congreso, un Poder Judicial, Ministerio Público y un Ejército afín al otro bando y no lo van a dejar gobernar.

¿Cuál ha sido en Honduras el papel de USA en los últimos años y ahora durante el golpe de estado? ¿Se ha percibido algún cambio desde que Barack Obama es presidente?

Estados Unidos siempre ha sido un apoyo financiero para Honduras en todo sentido. Ya sea por desembolsos directos o por permitirle a casi cien mil hondureños residir con un permiso de trabajo allá. Sin embargo, en la última década y desde la caída del Muro de Berlín hemos ido perdiendo importancia estratégica, al menos de modo aparente y la participación de los embajadores se ha limitado a criticar algunas determinaciones de los gobernantes sin llegar a incidir a profundidad. De hecho, cuando Zelaya dio el giro a la izquierda nombraron como embajador a Hugo Llorens, un diplomático para nada confrontativo y que ha sabido sobrellevar la situación con declaraciones "suaves" y para nada intervencionistas. Creo que Obama es bastante tolerante pero esperamos decisiones importantes la próxima semana.

Ante la situación de Honduras ¿Qué papel deberían adoptar países como España o la misma Unión Europea?

Me parece que ha sido clave el papel del señor secretario de Relaciones Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, al solicitar el retiro de los embajadores europeos, lo que ya entró en vigor ayer. Sus palabras han sido fuertes, contundentes, al decir que el gobierno de facto ni siquiera debe intentar comunicarse con las autoridades españolas porque no le responderán. Hacia allí deben ir orientados todos los esfuerzos, a aislar a un gobierno que nadie eligió y que nadie quiere, salvo algunos empresarios y sus empleados, que son “invitados” a participar en marchas y manifestaciones a favor de Roberto Micheletti, un político de cuarta que ni siquiera pudo ganar las elecciones internas de su partido en noviembre pasado.

Entrando a comentar un poco el papel de la sociedad ante los hechos que acontecen, en algún lugar leí que Honduras no dispone de unas organizaciones sociales fuertes y con experiencia, sin embargo ¿Se está movilizando la gente y sus organizaciones en defensa de la legalidad democrática? ¿Cree que dicha movilización es fundamental para retomar la normalidad política y que Mel regrese al país y a la presidencia, de la misma manera que sucedió en el año 2002 en Venezuela cuando el pueblo salió a las calles en defensa de Hugo Chávez?

Suceden varias cosas. En primer lugar es cierto que no hay organizaciones fuertes, pues predomina la cultura de la indiferencia. Los que se están movilizando a favor de Zelaya son sindicalistas y dirigentes magisteriales que han venido siendo vilipendiados desde hace algunos años y cuyo prestigio está por los suelos. También campesinos. Pero hay muchos que no estamos con Micheletti, que tampoco estábamos con Zelaya, pero que sí estamos con la ley y la Constitución y que deploramos el golpe pero que no encontramos a donde arrimarnos para manifestarnos en contra de los golpistas. Los protestantes tienen también la desventaja que están siendo controlados por los militares, pues a muchos les han impedido llegar a Tegucigalpa al detenerlos en la carretera. Además, varias importantes cadenas televisoras, radiales y la mayoría de los periódicos fueron parte del complot golpista y ahora se niegan a informar de las protestas contra el nuevo gobierno y sobredimensionan las manifestaciones a favor. Mientras que los militares mantienen controlados algunos canales y periódicos que fueron afines al anterior gobierno o que están tratando de informar de manera imparcial.

Por diversos medios se comenta que el ejército comenzó con la represión. Incluso se citan nombres como Rafael Alegría de Vía Campesina o militantes del partido Unificación Democrática. ¿Qué tan ciertas son estas noticias?

De hecho varias personas que se han manifestado en contra del gobierno han sido golpeadas y heridas por los soldados y policías. Otros han sido detenidos pero liberados a las pocas horas.

Por otro lado, los que participan en manifestaciones a favor del gobierno son protegidos por las mismas fuerzas del orden. Por cierto, ayer publicamos una fotografía de uno de los manifestantes “progobierno”. Se trataba de un guardaespaldas que hizo varios disparos cuando dos grupos opositores se encontraron. Eso da la pauta de que muchos de los manifestantes son gente de élite que ha abandonado la comodidad de sus mansiones y de sus empresas para protestar contra el diablo de Chávez y su hijo, Mel, y que se hacen acompañar de sus guaruras, quienes además de defenderlos van a hacer bulto.

Otra situación que hemos leído es que los medios no afines a los golpistas también están siendo silenciados y amordazados ¿Está viviendo usted y el Diario Tiempo está situación?

En Tegucigalpa, el día del golpe, el domingo 28 de junio, un camión con soldados estuvo rondando las instalaciones de Diario Tiempo, mientras que en San Pedro Sula un contingente de soldados llegó hasta las instalaciones de Canal 11, una empresa del mismo grupo periodístico, y le pidió al personal de seguridad que abriera los portones porque iban a entrar en el momento en que un periodista entrevistaba vía teléfono a Enrique Flores Lanza, uno de los ministros de Zelaya.

Los guardas les dijeron que no y después de un cruce de llamadas telefónicas entre ejecutivos y oficiales optaron por no entrar, pero se quedaron en las afueras blandiendo sus fusiles.

Algo que está por investigarse es que los ejemplares del periódico “desaparecen” muy rápido de los kioscos. De hecho hoy recibí una llamada de un lector de Tegucigalpa que me dijo que a las 8 de la mañana ya no lo encontró, por lo que no sabemos si alguien los está comprando en grandes cantidades para que no lleguen al público. Lo mismo sucede en San Pedro Sula y en otras ciudades.

El martes fuimos el único periódico que sacó en primera plana y con fotografía grande el enfrentamiento entre el ejército y protestantes en Tegucigalpa. Hoy volvimos a informar de protestas en todo el país mientras los otros medios se autocensuran bajo el argumento de que buscan “la paz” y el regreso “al orden”.

Por poner un ejemplo, la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación en su sede de América Latina (Rel-Uita), presentó un documento de apoyo al presidente Zelaya en nombre de las 374 organizaciones que la conforman y que están situadas en 120 países del mundo ¿Ha existido un apoyo real de otras organizaciones y de la izquierda social internacional al presidente legítimo de Honduras?

Hasta ahora no ha trascendido en Honduras el apoyo de organizaciones, salvo el llamado a una marcha en Paris de parte de sindicatos y de organizaciones latinoamericanas a realizarse hoy jueves. Las informaciones han estado concentradas en los esfuerzos de la OEA, de la ONU y de los países, como tal.

Foto: Honduras. Golpe de estado – Tropas golpistas detienen a un periodista en Tegucigalpa.


Nota del autor: Para seguir la actualidad de Honduras, además de visitar el Diario Tiempo http://www.tiempo.hn/ también pueden ir la web de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación http://www.rel-uita.org/ En ella podrán encontrar las entrevistas, artículos, vídeos, fotografías, etc. que está recabando el periodista italiano Giorgio Trucchi, que actualmente se encuentra cubriendo el golpe de estado en Tegucigalpa.

Vicent Boix, autor del libro “El parque de las hamaca
s”.

28 junio 2009

BAJO EL CAÑÓN DE ISRAEL



Militares israelíes rompen su silencio para denunciar el maltrato que sufren los palestinos

JUAN MIGUEL MUÑOZ 28/06/2009


La opinión en el batallón Haruv es que los árabes son animales salvajes que deben ser destruidos, revela un cabo de 19 años
Tomamos el colegio y detuvimos a cualquier persona entre los 17 y los 50 años. Todos vinieron maniatados y con los ojos vendados. Cuando pedían ir al servicio, los soldados los llevaban y los golpeaban sin ninguna razón que justificara esas palizas. Muchos fueron detenidos para recabar información para los servicios de seguridad, no porque hubieran hecho algo. En general, a la gente se la mantuvo sentada durante 10 horas al sol. Se les daba agua de vez en cuando. Los soldados pasan 10 horas de pie, aburridos, así que golpean a la gente. Tal vez es su única satisfacción".
Sucedió en Hares, un pueblo del norte de la Cisjordania ocupada en marzo pasado.
El diálogo entre el soldado que prestó este testimonio y un activista de Breaking the Silence, una combativa ONG israelí, prosigue:
-Hay soldados que piensan que las esposas de nailon son para inmovilizar y para impedir que la sangre llegue a los dedos. Se ponen azules.
-¿Cuánto tiempo pasaron así?
-Siete horas. Al final, tras quejas y lloros, el comandante ordenó que aflojaran las esposas.
-¿Participó el batallón entero?
-Sí.
-¿Comenzó la operación de día?
-Por la noche. Trajeron al conserje del colegio a las tres de la madrugada y abrió las clases.
-¿Con qué criterio detuvieron a la gente?
-A partir de los 17 años. Pero había chicos de 14 años. Eran unos 150. La mayoría, en pijama.
-¿Viste otros incidentes?
-Muchos reservistas participaron y celebraron las humillaciones, insultos, tirones de pelo, patadas y bofetadas. Era la norma. Lo que sucedió en los servicios, lo que llamamos el baile de los demonios, fue lo más extremo.
Un grupo de judíos, varios de ellos ex suboficiales y fervientes creyentes, pelean a brazo partido para dar a conocer lo que tantos en Israel saben, pero que muy pocos osan contar. Lo pasan mal estos activistas de Breaking the Silence, que alzan la voz en un país anestesiado ante el sufrimiento del enemigo. Pretenden quebrar el grueso muro que envuelve las prácticas aberrantes de muchos soldados para reprimir ataques a pedradas lanzados por jóvenes palestinos. La denuncia tiene precio elevado. Pero algún militar, excepción de la regla, no soporta lo que ve. Y rompe el silencio. Rara vez sucede.
Es el caso de otro uniformado. D., cabo de 19 años de la Brigada Kfir, la más implicada en los desmanes en Cisjordania. D. no aguantó más después de la redada en Hares, el 26 de marzo. Describió a sus superiores el comportamiento de muchos compañeros y se negó a prestar ciertos servicios en Cisjordania. Fue condenado a 30 días de prisión. "La opinión común entre los soldados del batallón Haruv", acusa D., "es que los árabes son animales salvajes que deben ser destruidos".
El portavoz del Ejército ofrece una versión muy distinta: "Durante meses, los conductores que circulaban en la carretera próxima a Hares sufrieron ataques que provenían de las colinas de la zona. Varios civiles inocentes resultaron heridos. Por ello, el Ejército operó para interrogar a sospechosos involucrados en estos atentados. Todos los detenidos, sospechosos de estar involucrados en actividades violentas, recibieron un trato digno, incluido el aprovisionamiento de agua y alimentos".
No faltan soldados que opinan que las medidas de seguridad son imprescindibles, pero que detestan las humillaciones gratuitas. Como la del vídeo difundido esta semana en el que varios militares fuerzan a un palestino a golpearse en la cara mientras tiene que alabar a sus agresores, que entre tanto se mofan.
Las vejaciones no son excepción. No hay más que ver los semblantes de los palestinos en los controles. En fila, callados, atentos a las órdenes, a menudo displicentes y a gritos, a veces apuntados directamente con un fusil. Tampoco es de extrañar la actitud de esos jóvenes uniformados, dadas las palabras del coronel Itai Virob, jefe de la Brigada Kfir, quien semanas atrás se granjeó la reprimenda del alto mando cuando afirmó: "La agresividad para impedir que la violencia [de los palestinos] crezca no sólo está permitida, a veces se exige. Un golpe, incluso cuando la gente no está implicada, para lograr el objetivo de la misión es posible".
Las operaciones de la Brigada Kfir -en la que sirven cientos de jóvenes de la extrema derecha nacionalista y religiosa- son constantes en Cisjordania. A veces acompañan a los colonos en sus asaltos a pueblos palestinos. Muchos soldados son a su vez colonos de esta brigada que dispone de información precisa recabada de chivatos palestinos -son legión- y mediante operaciones destinadas a conocer hasta el último rincón de un pueblo. Lo llaman mapeo.
Habla un sargento de la brigada: "Entramos en una casa. Reunimos a la familia en una habitación y ordenamos a un guardia que los encañone... Se fotografía todo, se inspecciona lo que hay en la vivienda y se pasa la información a los servicios de seguridad. Pero lo que conmociona es que los hay que roban". Con frecuencia se cae en la violencia gratuita.
"Yo", agrega el sargento, "no lo he hecho, pero mis amigos sí me hablan del vandalismo". Y de destrozos del mobiliario de viviendas con madres y niños presentes, de humillaciones a minusválidos. "Cuando me alisté estaba muy motivado. Entrené, y ya prestando servicio vi a la gente comportarse como animales... Como si fueran dioses", explica, muy pesimista sobre las posibilidades de cambiar la situación. "Para los soldados, árabe es sinónimo de terrorista. Así es como han sido educados".
Los soldados disfrutan de una posición de superioridad abrumadora. Armados hasta los dientes frente a una temerosa población local que desea pasar el trámite en el control militar de turno lo antes posible, aunque las dilaciones deliberadas son habituales. Lo explica el citado sargento: "Cuando tienes un arma y pides algo a un palestino le estás forzando. Tiene miedo. El árabe puede decirnos: 'Sí, toma, no hay problema'. Sabe que puedes perseguirle si dice una palabra fuera de lugar".
"Recuerdo", dice el suboficial, "mi primera vez en un control militar. Vino un grupo de reservistas para enseñarnos. Uno de ellos vio un taxi repleto de gente. Salieron [los palestinos] del taxi y comenzaron a pedirles las identificaciones y a buscar en las bolsas. Uno encontró una camiseta original del Real Madrid, y me preguntó si la quería. Si hubiera querido me la habría quedado".
El portavoz castrense replica: "El Ejército aboga por el respeto de los derechos humanos y condena tajantemente todo maltrato o uso de fuerza injustificado contra la población civil. Cuando se hallan irregularidades se investigan independientemente". Las ONG israelíes rechazan sin ambages declaraciones de este tipo. A tenor de las condenas a soldados en los últimos años, que tienden a cero, los abusos serían cosa de la imaginación.

21 junio 2009

EL RECLAMO DE LA SELVA

TODO: EN TODA AMÉRICA (SUR, CENTRO Y NORTE) LOS PUEBLOS INDÍGENEAS TIENEN ANCESTRALES DERECHOS SOBRE TODOS LOS TERRITORIOS QUE OCUPAN. eL COLONIALISMO Y EL IMPERIALISMO Y LOS MAYORDOMOS DEL PODER INVISIBLE DE LAS ALTAS FINANZAS SIGUEN HUMILLANDO Y ASESINANDO A LOS DUEÑOS LEGÍTIMOS DE LA AMÉRICA AVASALLADA DESDE ALASKA HASTA LAS ISLAS MALVINAS. CREO QUE LOS PARTIDOS DE IZQUIERDA, SOCIALISTAS, COMUNISTAS, TROTSKISTAS DEBEN REIVINDICAR (Y UNIRSE) EL DERECHO DE LOS INDÍGENAS A SUS TIERRAS DESPOJADAS A SANGRE Y FUEGO. LA "NUEVA" OEA SE HIZO ESCUCHAR POR SU EXTRAÑO SILENCIO... ANDRÉS ALDAOAO

Perú: ¿Cuál es la verdad sobre los territorios indígenas? El reclamo de la selva

12-06-09
Por Margarita Benavides

Los pueblos indígenas tienen derechos sobre los territorios que ocupan aunque no estén demarcados y titulados. Así lo sostiene el Convenio 169 de la OIT ratificado por el Perú que, refiriéndose a los pueblos indígenas, dice: “Deberá reconocerse a los pueblos interesados el derecho de propiedad y de posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan“.

Es, pues, urgente avanzar para concluir el proceso de demarcación de los territorios indígenas. El otorgamiento de derechos a terceros sin tener los territorios indígenas debidamente saneados es y será una permanente fuente de conflictos en la Amazonía.
Preocupa por ello que el 25 de mayo pasado el Ministerio del Ambiente (Minam) publicara un comunicado en el que deslegitimó los reclamos de los pueblos indígenas y de paso desinformó sobre la extensión de los bosques de la Amazonía.
Decía el comunicado que el Estado garantiza la protección de al menos 55 millones de hectáreas de bosques amazónicos cuando estos se extienden realmente sobre 67 millones de hectáreas.
Según datos del Mapa de Deforestación de la Amazonía 2000 (Inrena/Conam, aún sin publicar), el área neta de bosques amazónicos existente antes del proceso de colonización y deforestación era de 77 millones de hectáreas. Entendemos que no hay un estudio equivalente posterior a este. Si restamos 10 millones ya deforestadas -según señala el Minam-, tenemos una superficie de 67 millones de hectáreas de bosques en pie y no de 63 millones como afirma erróneamente ese comunicado.
El Ministerio del Ambiente solo reconoce el otorgamiento de 11 millones de hectáreas a los pueblos indígenas cuando en realidad son más de 13 millones ya demarcadas y distribuidas así: más de 10,5 para 1.232 comunidades tituladas y 2,8 para reservas territoriales para la sobrevivencia de indígenas en aislamiento, esto de acuerdo con las cifras registradas por el Sistema de Información de Comunidades Nativas del Instituto del Bien Común (Sicna).
Además el Sicna registra 277 comunidades por titular, en aproximadamente 2,37 millones de hectáreas. Hay seis solicitudes de reservas para indígenas en aislamiento con un requerimiento cercano a los 4 millones de hectáreas y desde hace varias décadas existen diversas solicitudes de ampliación de comunidades, aún no atendidas.
Así tenemos una engañosa presentación de las cifras que se suma a la potestad del Minam para cambiar el uso de tierras de aptitud forestal a agrícolas. En su comunicado, el ministerio señala que el D.L. 1090 (o “ley de la selva”) prohíbe el cambio de uso de la tierra de aptitud forestal a aptitud agrícola, contradiciéndose inmediatamente al afirmar que tal cambio puede realizarse -por el propio Minam- en “casos de proyectos de interés nacional”.
¿El cambio de uso abarcará también los 12 millones de hectáreas de bosques no mencionadas? ¿Se entregarán a grandes empresas fomentando la concentración de la propiedad y la deforestación? ¿Qué garantía da el Estado de que no cambiará de uso en los 55 millones de hectáreas de bosques que ofrece proteger, cuando los decretos legislativos que se le pide y niega derogar lo facultan declarar eriazos bosques demarcados a favor de comunidades y cambiarles de uso “en caso de proyectos de interés nacional”?
Es la ideología del perro del hortelano del presidente de la República expresada en estos decretos la que incentiva la protesta de los pueblos indígenas. Es él mismo quien debería recomendar agilizar su derogatoria para solucionar la protesta indígena e iniciar un proceso que respete la consulta, los derechos indígenas y la transparencia en las cifras y planes del Gobierno para la Amazonía. http://www.ecoportal.net/

Margarita Benavides es Antropóloga y Coordinadora del Sistema de Información de Comunidades Nativas (SICNA) y Subdirectora del Instituto del Bien Común (IBC)
Servindi - http://www.servindi.org/

17 junio 2009

Alan «Caballo loco» García Pérez: «Tiren, no piensen»

Alan «Caballo loco» García Pérez: «Tiren, no piensen»

Por Cristina Castello



He soñado una fuga, un 'para siempre', suspirando en la escala de una proa; he soñado una madre, unas frescas matitas de verdura, y el ajuar constelado de la aurora
César Vallejo

Mientras el mundo celebra la poesía de César Vallejo —vate máximo del Perú y uno de los más grandes del mundo, en el en el 80º aniversario de su muerte en París— el presidente actual encarcela poetas y canta «Viva la muerte».

Alan García Pérez

Le dicen «Caballo loco», «Patadita» y «Alan Babá». Cantaba por placer en los metros de París, adora tocar marineras en su guitarra, y con Lula da Silva en la Cumbre de los Pueblos del mayo que pasó, interpretó el Tico Tico Non Fubá. Multifacético en sus artes, en este enero entonó en público el Viva la Muerte de los falangistas españoles, de todo corazón. En su primera presidencia y por la noche se enfundaba en ropas negras, tomaba una motoneta y salía en busca de la hija de un poderoso empresario árabe: era «aquel» amor. Con su metro 93 y gordinflón, inventó el matrimonius interruptus y le obsesiona seducir. Fue diferente casi desde bebé: a los cinco años conoció a su papá y lo llamó siempre «señor»; y ya en la Facultad, maletín en ristre y al estilo James Bond, portaba cachiporra y pistola, con devoción.
Es Alan García, presidente del Perú. Divertido con sus íntimos, y afuera pendenciero y feroz. Comando civil en la universidad, enfrentaba a palos y balas toda acción, idea o sueño de las izquierdas. Durante su primer mandato —del ’85 al ‘90— la inflación trepó al 7.500%, y fue acusado de corrupción, crímenes y traición; había sido l’enfant terrible para el FMI, en la etapa inicial, pero después fue su alumno más fiel. Durante aquel gobierno, se organizó el Comando Rodrigo Franco, que barrió poblados andinos enteros, las matanzas de campesinos eran habituales y también los desaparecidos. Hombre de derechas, en el ’88, sin embargo, se deslumbró con el grupo guerrillero «Sendero luminoso»: «Siento admiración por la mística y entrega de sus militantes», dijo entonces.
Contradictorio este Monsieur «Caballo loco», apelativo que ganó cuando, siendo diputado, agredió intempestivamente a puntapiés al entonces ministro de Economía. Admiraba a Sendero, sí. Pero en el ’85 había ordenado la Masacre de Accomarca, donde el Ejército peruano asesinó 45 personas. Y dos años antes, el 19 de junio del ’86, se ejecutaron extrajudicialmente más de 200 prisioneros de El Frontón, Lurigancho y Santa Bárbara. Entre ellos había detenidos de Sendero Luminoso, quienes —amotinados—reclamaban por condiciones mínimas de vida, contra la lentitud de los procesos judiciales, y por el cese de las torturas sistemáticas. En aquella Masacre de las Prisiones, todas las evidencias señalan que fue él —«El gran estratega del demonio», como también lo llaman— quien dio la orden de matar. Hace unos meses se reabrió la investigación.


Alan Garcia


Aquella matanza se ordenó cuando los amotinados se habían rendido y a pesar de que la mayoría eran inculpados, no procesados. En juicios post-mortem, varios de ellos fueron declarados inocentes, hecho probado por la Justicia peruana y la Corte Internacional de Derechos Humanos. Por cierto que la venganza de los senderistas no se hizo esperar. Y tampoco la respuesta desde el Poder, que siguió con la Masacre de Cayara en mayo del '88, cuando treinta personas fueron exterminadas, y hubo decenas de desaparecidos.

Padrenuestro sin Jesús

Dios mío, si tú hubieras sido hombre, hoy supieras ser Dios (César Vallejo)


Se creyó «tocado por el destino» cuando asumió su primer mandato con sólo 36 años. Desde 1930 el APRA, su partido, no llegaba al Poder: grandes festejos y júbilo; la esperanza desplegaba sus alas sobre aquel joven abogado y sociólogo, nacido el 23 de mayo del ’49, fecha que hoy el 78% de los peruanos que apostaron su ilusión quisieran borrar del calendario. Ése es el porcentaje de las personas que hoy se oponen a quien —por esas cosas éticamente incomprensibles— ocupa desde el 28 de julio del ’06, y por segunda vez, el sillón presidencial. Su gestión debe expirar en 2011... ¿Llegará?
Había dejado el gobierno en julio del ’90, por la puerta trasera, sin poder siquiera dar su último mensaje, porque los carpetazos y gritos de legisladores y público no se lo permitieron. El Parlamento lo procesó por un sinnúmero de delitos. Asesinatos y torturas, enriquecimiento ilícito, coimas en la compra de aviones Mirage, venta irregular de acciones de la deuda externa, licitación de un tren eléctrico que sólo avanzó cinco kilómetros… y la lista continúa. «Alan Babá» — alias éste que se explica en sí mismo—, burló a la Justicia. Eludió las causas por crímenes de lesa humanidad, con la ayuda del entonces presidente, ahora procesado por veinte homicidios y dos masacres, Alberto Fujimori; y su exilio —primero en Colombia y luego en París— lo salvó de la cárcel por corrupción financiera. Después volvió al Perú para decir... ¡Viva la libertad! Las causas habían prescripto.

Alan García disfrazado de Rey - Alan García déguisé en Roi

En París, «Patadita» vivía en un apartamento que en 1997 compró en el 118 de rue de la Faisanderie, en el súper chic 16ème arrondissement (distrito) de París. En los 196 metros cuadrados por los que pagó entonces 2,6 millones de francos —cerca de dos 2.500.000 euros—, su estatura hizo nido igual que un cuervo glotón. «Patadita» es el apodo que recibió cuando en el Perú dio un puntapié furioso a un discapacitado, frente a la tevé.
¡Ah, pobre la poeta Doña Nytha Pérez Rojas! Es una de las fundadoras del APRA, culta, incansable luchadora, y... su mamá. De ella heredó su verba, pero, de lo bueno... nada más. Madre amantísima, lo crió sola hasta que el niño cumplió sus cinco, pues «El Blanqui» estaba encarcelado, torturado y hasta fue deportado, justo en aquella etapa. «El Blanqui» era Don Carlos García Ronceros, su padre, político y buena persona, quien tras las rejas añoraba a su bebé. Pero una vez que el papá dejó la cárcel, el bebé se asustó al verlo, nunca dejó de llamarlo «Señor García», e hizo volar como a los Mirage los poemas que Don Carlos le había escrito en El Frontón.
El quinquenio 1985-90 significó para el Perú una de las crisis más severas sufridas hasta entonces. Y su gestión actual se revela peor aún. Mientras tanto, y por la tele oficial, rezó un Padrenuestro cuyo copyright no es del Jesús. «Padre nuestro Perú/Perú nuestro que estás en el mundo /hágase, patria, tu voluntad/así en la tierra como en el cielo», oró con devoción.



Cinco hijos y otro bebé

Vámonos a beber lo ya bebido, vámonos, cuervo, a fecundar tu cuerva. (César Vallejo)



Su adicción a las relaciones amorosas es proverbial. A los 22 se casó en Suiza con Carla Buscaglia, de quien nació Carla García; poco después conoció en España a la argentina Pilar Nores Bodereau, y el impacto los selló en un para siempre que dura hasta hoy. En 1977 volvió al Perú y enseguida llegó Pilar con Josefina —la primera hija de los García Nores—, nacida en Madrid; con el tiempo, se divorció de su primera esposa.
Siempre impetuoso, seductor y donjuán, tuvo amores por doquier. Y todo soporta la Primera Dama, que es inteligente, que bien conoce a su honorable esposo y mucho influye en sus decisiones. ¿Soporta entonces, o es su cómplice? Cuatro hijos tenían ellos, y cinco García. Pero llegó la televisión. El periodista César Hildebrnadt había revelado que el presidente tenía un hijo de un año y 8 meses, cuya madre era Roxanne «Cuqui» Cheesman Rajkovic. Gran alboroto. Y dos días después, conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno. Allí estaba García, parado cuan alto es y libreto en mano, que leyó. Pilar Nores miraba hacia la punta de sus zapatos, dos pasos atrás, manos en cruz. Mintió que habían estado separados durante seis meses, que en ese lapso tuvo una relación con la otra «distinguida dama», de la cual nació su sexto hijo, Federico García Cheesman, al que había reconocido como tal, pero que su vida marital se había reconstruido. De allí, la expresión matrimonius interruptus, que acuñó Hildebrnadt: hoy nos separamos, voy, tengo un hijo, vuelvo, y ya está.
Violento. De una violencia atribuida a su enfermedad maniaco-depresiva, por la cual toma litio regularmente, está empecinado en imponer la pena de muerte, al mejor estilo del jefe George Bush, a quien sirve más allá de sus expectativas. La doctrina Bush se extiende a Perú.

Rodillas obsecuentes

Jamás, hombres humanos, Hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa... (César Vallejo)


Alan García


«Ladrón, genocida, coquero» y otros calificativos es lo mínimo que el diario «La Nación», de Chile, dice de él. Y obsecuente. En mayo pasado, García se puso de rodillas también frente a la presidente chilena Michelle Bachelet, cuyo gobierno realizó inversiones enormes en el Perú. Inversiones o «una especie de ocupación económica sin límites», según el periodista Carlos Angulo Rivas. A pesar de ello, Bachelet se enfadó frente a las rodillas obsecuentes: pocos soportan ciertas indignidades... aunque fomenten otras.
«Tiren, no piensen», ordena Alan García a la Policía. Incapaz de dar respuesta a la protesta social, «Patadita» la criminaliza. Sigue el ejemplo de la guerra preventiva que proclama su jefe de la Casa Blanca: reprime y encarcela. Obsesionado, ve terroristas hasta en los tragos que toma, abundantes. De allí la detención de Melissa Patiño, poeta de 20 años, y de otros seis jóvenes, sin más pecado que el de ser poetas. Melissa estuvo 70 días en la prisión de máxima seguridad de «Santa Mónica», en Chorrillos, Lima, tomada como un rehén. El presidente quiso asociarla al MRTA (Movimiento Revolucionario Túpac Amaru), del cual la niña no tiene ni noticias; pero él sigue empeñado en que aquél es un grupo guerrillero, a pesar de que el Parlamento Europeo y el Departamento de Estado de los Estados Unidos —nada menos— lo excluyeron de sus listas de organizaciones terroristas, pues no registra actividades ilegales desde hace 8 años.
Además, sus líderes están condenados y han expresado su deseo de trabajar para la democracia, dentro de un partido político. Así, Víctor Polay —quien fue líder del MRTA y lleva 17 años en prisión, con ocho de torturas cotidianas— pidió perdón. Un comité de personas intachables trabaja por su libertad y su reinserción cívica. Pero no: García hizo aumentar su condena, más y más. En realidad, no perdona a Polay el romance que tuvo con Pilar Nores, su mujer, tantos años atrás. «El Perú lo que necesita es orden. Están notificados», es la consigna del hombre que de noche usa ropas negras y motoneta... ¿vestido para matar?
Melissa —y luego otras cinco jóvenes detenidas — salieron de la cárcel gracias a la acción del PEN Club y su «Comité de Escritores en Prisión»; y sobre todo por la potencia de los 1.700 firmantes que exigieron... ¡Libertad! Entre ellos, Noam Chomsky, Thiago de Mello y otros renombrados editores, escritores y artistas de todo el planeta. Contrariado el gobierno, acusó a Chomsky y a todos los signatarios de «co-terroristas». Si no hay respuesta, el disparate puede ser un recurso.
Autoproclamado —con la consiguiente burla mundial— un hombre de izquierdas, persigue poetas, persigue ideas. Arrasa centros culturales, y les envía hombres armados como para enfrentar a asesinos seriales. «Garcichet» —mix entre García y Pinochet—, según lo llamó el periodista Javier Diez Canseco, sigue su avanzada contra todos.
En su visita al Perú en este mes de mayo, el sociólogo francés Alain Touraine dijo que el mandatario peruano tiene diez años de atraso, pues la idea de liberalización y privatización total ya está abandonada. Pero «Caballo loco» sigue su carrera desenfrenada: entre otros desatinos, hizo seis proyectos de ley para cercenar territorios a los campesinos y vender los bosques amazónicos a las multinacionales... a perpetuidad. Y en abril dijo en Madrid: «Vengo a pedir que regresen las carabelas de Cristóbal Colón, ahora en forma de inversiones».


baila reggaetón para atraer a los jpvenes
Alan García danse le reggaetón pour attirer la jeuneusse

¿No tiene límites? En febrero de 2006, cuarenta días antes de las elecciones, su asesor lo incitó a ganar el voto de los jóvenes: el 30% del electorado.
—Tenemos que ganarlos como sea —se encendió el candidato—. ¿Qué hay que hacer?
—Tienes que bailar —le respondió su consejero.
Y Alan Ludwig García Pérez, gordinflón, exhibió su figura obesa que en fotografías por el

mundo lo mostraron, ridículo, bailando reggaetón.
El 9 de este mes hay un paro nacional y la ciudadanía comienza a reaccionar. «Tiren, no piensen», insiste el danzarín, mientras continúa perseguido con la idea de que morirá como John Kennedy. Y sigue rematando el Estado, sin moderación: «¡Ah! Desgraciadamente, hombres humanos, /Hay, hermanos, muchísimo que hacer» (César Vallejo).


Junio de 2009 - La última "obra" de Alan Garcia
Juin 2009 - La dernière "oeuvre" d'Alan Garcia

*Cristina Castello es poeta y periodista, bilingüe (español-francés) y vive entre Buenos Aires y París.

http://www.cristinacastello.com/
http://les-risques-du-journalisme.over-blog.com/

* Este artículo es de libre de reproducción, a condición de respetar su integralidad y de mencionar a la autora y a la fuente.

16 junio 2009

Racistas por la Democracia

La fragancia fascista de la Nueva Coalición israelí


Uri Avnery


Cuán afortunados somos de tener a la ultraderecha velando por nuestra democracia.
Esta semana, la Knesset votó por amplia mayoría (47 contra 34) a favor de una ley que amenaza con pena de prisión a cualquiera que se atreva a negar que Israel es un Estado judío y democrático.

La propuesta de ley presentada por el parlamentario Zevulun Orlev, del partido "Hogar Judío", que surcó con éxito su escrutinio preliminar, promete un año de prisión a quienquiera que publique cualquier "llamamiento que niegue la existencia del Estado de Israel como un Estado judío y democrático", si el contenido de la convocatoria es susceptible de provocar "actos de odio, desprecio o deslealtad contra el Estado o las instituciones de gobierno o los tribunales".

Uno puede prever los pasos siguientes. Existe un millón y medio de ciudadanos árabes de los cuales no cabe esperar que reconozcan a Israel como Estado judío y democrático. Lo que ellos desean es que sea "un Estado de todos sus ciudadanos", judíos, árabes y otros. También afirman, con razón, que Israel los discrimina y, por lo tanto, no es un Estado realmente democrático. Y, además, también hay judíos que no quieren que Israel sea definido como Estado judío en el que los no-judíos tienen, a lo sumo, la condición de extranjeros tolerados.

Las consecuencias son inevitables. Las cárceles no podrán albergar a todos los condenados por este delito. Serán necesarios campos de concentración en todo el país para alojar a todos los negadores de la democracia israelí.

La policía no podrá hacer frente a tantos delincuentes. Será necesario crear una nueva unidad. Se la puede bautizar como "Seguridad Suprema" o, por sus siglas, SS.

Cabe esperar que estas medidas bastarán para preservar nuestra democracia. Si no, deberán adoptarse medidas más estrictas, tales como la revocación de la ciudadanía de los negadores de la democracia, así como su deportación del país, junto con los judíos izquierdistas y todos los demás enemigos de la democracia judía.

Tras la lectura preliminar del proyecto de ley, éste se envía ahora a la Comisión Jurídica de la Knesset, que la preparará para la primera lectura, seguida posteriormente de la segunda y la tercera. Dentro de unas pocas semanas o meses será la ley del país.

Por cierto, el proyecto de ley no menciona explícitamente a los árabes, aunque claramente ésa sea su intención, como entendieron todos los que votaron por ella. También se prohíbe a los judíos defender el cambio en la definición del Estado, o la creación de un Estado binacional en la totalidad de la Palestina histórica, o la difusión de cualquier otro tipo de ideas no convencionales. Uno sólo puede imaginar lo que ocurriría en los EE.UU. si un senador propusiera una ley para encarcelar a cualquier persona que solicitara una enmienda a la Constitución de los Estados Unidos de América.

* * *

El proyecto de ley no desentona en absoluto en el contexto de nuestro nuevo paisaje político.

Este gobierno ya ha aprobado un proyecto de ley para encarcelar durante tres años a cualquiera que conmemore la Nakba palestina –la expulsión en 1948 de más de la mitad del pueblo palestino de sus tierras y hogares.

Los patrocinadores esperan que los ciudadanos árabes se sientan felices con aquel acontecimiento histórico. Es cierto que los palestinos padecieron ciertos inconvenientes, pero ello sólo fue una consecuencia secundaria de la fundación de nuestro Estado. El Día de la Independencia del Estado judío y democrático debe henchirnos de júbilo. Cualquier persona que no exprese ese júbilo debe ser encerrada, y tal vez tres años no sean suficientes.

Este proyecto de ley ha sido confirmado por la Comisión Ministerial para Asuntos Jurídicos antes de ser presentado a la Knesset. Dado que el gobierno de derecha tiene la mayoría en la Knesset, el proyecto de ley será aprobado casi automáticamente. (En el ínterin, un ligero retraso ha sido causado por un ministro que apeló la decisión, por lo que la Comisión Ministerial tendrá que confirmarla de nuevo).

Los patrocinadores de la ley tal vez albergan la esperanza de que en el Día de la Nakba los árabes saldrán a bailar a las calles, izarán banderas israelíes sobre las ruinas de las cerca de 600 aldeas árabes que los israelíes borraron del mapa y darán gracias a Alá en las mezquitas por la milagrosa buena suerte que les ha sido deparada.

* * *

Esto me retrotrae a los años 60, cuando la revista semanal que por entonces editaba, Haolam Hazeh, publicaba una edición en árabe. Uno de sus empleados era un joven llamado Rashed Hussein, oriundo de la aldea de Musmus. Ya en su juventud fue un talentoso poeta con un futuro prometedor.

Me dijo que unos años antes el gobernador militar de su zona le había citado a su oficina. En aquella época todos los árabes de Israel se hallaban sujetos a la jurisdicción de un gobierno militar que controlaba su vida en todos los asuntos grandes y pequeños. Sin permiso [de la autoridad militar israelí], un ciudadano árabe no podía salir de su pueblo o ciudad ni siquiera durante un par de horas, ni conseguir un trabajo como profesor, adquirir un tractor o cavar un pozo.

El gobernador recibió a Rashed cordialmente, le ofreció café y elogió efusivamente su poesía. Hasta que llegó al meollo del asunto: faltaba solo un mes para el Día de la Independencia, y el gobernador iba a celebrar una gran recepción para los "notables" árabes, de modo que le pidió a Rashed que compusiera un poema especial para la ocasión.

Rashed era un muchacho orgulloso, nacionalista hasta la médula, y no exento de valor. Le explicó al gobernador que el Día de la Independencia no fue precisamente una jornada feliz para él, ya que sus parientes fueron expulsados de sus hogares y los israelíes expropiaron la mayoría de las tierras pertenecientes al pueblo de Musmus.

Cuando Rashed regresó a su aldea algunas horas más tarde, no pudo dejar de advertir que sus vecinos le miraban de una manera peculiar. Cuando entró en su casa se llevó un buen susto. Todos los miembros de su familia estaban sentados en el suelo, las mujeres plañiendo a grito pelado, los niños apiñados temerosamente en un rincón. Lo primero que pensó fue que alguien había muerto.

"¡Qué nos has hecho!", gritó una de las mujeres: "¿Qué te hemos hecho nosotros?"

"Has destruido a tu familia", le gritó otra, "Nos has arruinado!"

Al parecer, el gobernador había llamado a la familia y les había dicho que Rashed se había negado a cumplir con su deber para con el Estado. La amenaza era clara: a partir de ese momento la familia extensa, una de las más grandes del pueblo, quedaba incluida en la lista negra del gobierno militar. Las consecuencias eran evidentes para todos.

Rashed no fue capaz de resistirse a las lamentaciones de su familia. Cedió y escribió el poema, según lo solicitado. Sin embargo, algo se rompió dentro de él. Algunos años más tarde emigró a los USA, obtuvo un empleo en la oficina de la OLP y falleció trágicamente: ardió vivo en su cama, al parecer a causa de un cigarrillo encendido.

* * *

Aquellos días se fueron para siempre. Participamos en numerosas y agitadas manifestaciones en contra del gobierno militar hasta que finalmente fue abolido en 1966. Como recién elegido miembro del Parlamento tuve el privilegio de votar a favor de su abolición.

La atemorizada y subordinada minoría árabe, que por entonces contaba con unas 200 mil almas, ha recuperado su autoestima. Una segunda y tercera generación ha crecido, su orgullo nacional pisoteado ha vuelto a levantar la cabeza y hoy constituyen una comunidad numerosa y confiada de 1,5 millones de personas. Pero la actitud de la derecha judía no ha mejorado. Todo lo contrario.

En la panadería de la Knesset (en hebreo panadería se dice ‘mafia’) están horneando algunos pastelillos nuevos. Uno de ellos es un proyecto de ley que estipula que toda persona que solicite la ciudadanía israelí debe declarar su lealtad al "Estado judío, sionista y democrático", así como comprometerse a servir en el ejército o en su alternativa civil. Su patrocinador es el parlamentario David Rotem del partido "Israel es Nuestro Hogar", que también es el presidente de la Comisión de Derecho de la Knesset.

Una declaración de lealtad hacia el Estado y sus leyes -un marco para salvaguardar el bienestar y los derechos de sus ciudadanos- es razonable. ¿Pero lealtad al Estado “Sionista”? El sionismo es una ideología, y en un Estado democrático la ideología puede cambiar con el tiempo. Sería como exigir una declaración de lealtad a unos “USA capitalistas", a una “Italia derechista”, a una “España izquierdista”, a una "Polonia católica" o a una “Rusia nacionalista”.

Tal obligación no acarrearía ningún inconveniente a las decenas de miles de judíos ortodoxos de Israel que rechazan el sionismo, ya que judíos no se verán afectados por esta ley. Los judíos obtienen la ciudadanía israelí automáticamente en el momento en que llegan a Israel.

Otro proyecto de ley que aguarda su turno ante el Comité Ministerial propone modificar la declaración que cada nuevo miembro de la Knesset debe realizar para poder asumir su cargo. En lugar de la lealtad "al Estado de Israel y a sus leyes", como hasta ahora, él o ella estará obligado a declarar su lealtad "al Estado de Israel judío, sionista y democrático, a sus símbolos y a sus valores". Tal cosa dejaría fuera de juego automáticamente a casi todos los parlamentarios árabes, ya que proclamar su lealtad al Estado "sionista" significaría que ningún árabe volvería a votarles jamás.

También supondría un problema para los parlamentarios ortodoxos de la Knesset que no pueden expresar lealtad al sionismo. Según la doctrina ortodoxa, los sionistas son depravados pecadores y la bandera sionista es inmunda. Dios exilió de este país a los judíos a causa de su maldad, y sólo Dios puede autorizarles a regresar. El sionismo, al anticiparse al trabajo del Mesías, ha cometido un pecado imperdonable, y muchos rabinos ortodoxos prefirieron permanecer en Europa y ser asesinados por los nazis antes que cometer el pecado sionista de ir a Palestina.

* * *

La fábrica de leyes racistas con un señalado hedor fascista está trabajando a toda máquina. Está incorporada en la nueva coalición.

En su centro está el partido Likud, una buena parte de cuyos miembros son puros racistas (perdón por el oxímoron). A su derecha se encuentra el ultra-racista partido Shas, a cuya derecha están el ultra-ultra racista partido de Lieberman "Israel es Nuestro Hogar", el ultra-ultra-ultra racista "Hogar Judío", y a su derecha la incluso más racista "Unión Nacional", que incluye a kahanistas confesos y que mantiene una pata en la coalición y otra en la luna.

Todas estas facciones están tratando de superarse mutuamente. Cuando una de ellas presenta una propuesta de ley desquiciada, la siguiente se siente obligada a presentar otra aún más descabellada, y así sucesivamente.

Todo esto es posible porque Israel no tiene Constitución. La capacidad de la Corte Suprema de Justicia para anular las leyes que contradicen la "legislación básica" no está anclada en ninguna parte, y los partidos derechistas están tratando de abolirla. No es casualidad que Avigdor Lieberman exigiera para sí -y obtuviera- los ministerios de Justicia y Policía.

Justo ahora, cuando los gobiernos de USA e Israel están claramente en una trayectoria de colisión por la cuestión de los asentamientos, la fiebre racista puede infectar a todos los miembros de la coalición.

Si uno se va a la cama con un perro no debe sorprenderse si amanece con pulgas (que me disculpen los perros que pueda haber entre mis lectores). Los que eligieron ese gobierno, y más aún los que se sumaron a él, no deben sorprenderse por sus leyes, supuestamente concebidas para salvaguardar la democracia judía.

El nombre más apropiado para estos santos guerreros sería el de "Racistas por la Democracia".


Fuente: http://www.counterpunch.org/avnery06022009.html

Lo que diga Netanyahu es irrelevante




Alberto Arce
Rebelión

Israel, en boca de su primer ministro ha renovado su juramento de fidelidad al movimiento sionista, fundado en Basilea por Theodor Herzl a partir de una lectura que dota de legitimidad política e instaura como documento y argumentario fundacional de un Estado moderno a las historias recogidas en el Antiguo Testamento.

Esto significa renovar, con la novedad, de convertirlas en el “único camino posible para la paz” un complejo de normas de excepción y seguridad basadas en el nacionalismo religioso y étnico que reparte derechos de nacionalidad en función de la pertenencia religiosa y de un sistema de conversión y lectura de los apellidos en manos de clérigos ortodoxos (les llamarían integristas si fueran musulmanes) que permite que un diputado emigrado a Israel hace apenas quince años, tenga más derechos que un anciano nacido allí y cuya familia cultivó olivos por generaciones. Un sistema que también permite que ese diputado emigrante proponga enviar a la cárcel a quien realiza un ejercicio de memoria histórica y trate de reivindicar la lectura palestina de la historia y que se prive de derechos de ciudadanía a quienes no se sometan a la naturaleza etno-religiosa con la que los sionistas se han dotado. Cárcel por delitos de opinión, ciudadanos de primera y de segunda. Poblaciones encerradas en muros y ghettos, privadas de alimentos y libertad de movimiento.

Pero más ofensivo aún que escuchar las palabras de Netanyahu es que la comunidad internacional acepte esta premisa como camino para la paz en Oriente Medio: La única vía para la paz es la consolidación de “Eretz Israel”, el Estado fundado sobre esta premisa, la de la etno-religiosidad, que no dispone aún de fronteras definidas o Constitución, como patria del pueblo judío y, por tanto, como Estado exclusivamente judío. Con sus colonos, que continuarán aumentando como lo han hecho con o sin proceso de paz, con Jerusalén separada del territorio palestino y bajo control judío y sin posibilidad del reconocimiento del derecho al retorno.

En definitiva, sólo se puede hablar de paz dictándole a los palestinos las condiciones inasumibles que deberían aceptar para que se abriese un diálogo. Se trata, simplemente, de una inaceptable falta de respeto a la inteligencia que la comunidad internacional no debe dar por válidas. Si Netanyahu asegura que estas son sus “condiciones para la paz”, se considera que el proceso de paz está abierto. Que son ahora los palestinos quienes deben recoger el guante y ser valientes, asumiendo compromisos, para que esta paz sea posible. Es inaceptable. La política de la paz, la industria de la paz, el “buenismo” absolutamente hipócrita al que estamos acostumbrados y que se patea hacia delante en el tiempo una y otra vez con el único objetivo de ganar tiempo y así consolidar el viejo plan sionista “la mayor cantidad de tierra con la menor cantidad de población”. Aceptar esto no es más que puro colaboracionismo.

Poco a poco la mayoría de la población comienza a comprender que no se trata de que los Palestinos reconozcan al Estado de Israel. No radica ahí el problema. Israel no tiene la más mínima intención de reconocer un Estado Palestino, y por tanto, la insistente petición de reconocer al Estado Israel, entendido como una entidad exclusiva para los judíos, que puede ampliar continuamente sus fronteras a través de la anexión beligerante y la colonización, no resulta pertinente. Es hipócrita y pertenece al “peras quieres, manzanas traigo” que tan fácilmente puede comprenderse. Israel existe como Estado. Palestina, no. No es Palestina quien debe reconocer a Israel. Menos aún en tanto régimen de ocupación beligerante y apartheid. El guante no se encuentra en la arena palestina. Ya casi nadie cree en las condiciones israelíes, ni en su hueco discurso para la galería. Cada vez es más fácil comprender que la cualidad “Estado judío” es abiertamente racista, supremacista y segregacionista. Fuera de época y más propia del Apartheid sudafricano del siglo pasado que del año 2009. Ya nadie cree en términos como la “paz económica”, que quiere legitimar en realidad la institucionalización de bantustanes aislados por muros y verjas bajo la dependencia de la comunidad internacional a través de políticas de desarrollo y ayuda humanitaria. Israel no es, en estos momentos un Estado civilizado y por eso no debe ser reconocido en su formulación actual, étnica y beligerante, construída a partir de la negación de los derechos de los Palestinos.

Y digo casi nadie cree en las condiciones israelíes porque quienes, desde la comunidad internacional, deberían pararse de una vez por todas ante la camarilla de políticos militaristas y racistas que dirigen el Estado de Israel, dejando de recibirles como iguales y condenando abiertamente sus políticas, sí se creen la neolingua de sus líderes. Resulta increíble, ridículo y hasta patético que quienes desataron la campaña militar más mortífera que Gaza recuerde hace apenas seis meses, insistan en que no desean la guerra, quienes amenazan con atacar Irán con cada vez más fuerza, aseguren que no quieren volver a ver a sufrir a sus compatriotas. Es incomprensible que Gaza, con su masacre y su bloqueo total, no hayan generado la más mínima modificación de políticas hacia Israel por parte de ninguno de nuestros gobernantes.

Pero más increíble, patético y ridículo aún es el hecho de que la mayoría de nuestros políticos compren la versión de los hechos del gobierno Netanyahu y repiquen ahora con declaraciones estúpidas que versarán sobre “la firme apuesta por la paz en Oriente Medio” o la necesidad de convertirse en interlocutores válidos de la ventana que se abre para la paz”.

Ayer Netanyahu podría haber hablado flanqueado por todos nuestros Ministros de Asuntos Exteriores. Incluso por los diputados españoles que trabajan para garantizar la impunidad de los militares israelíes en sus acciones contra la población palestina. Es importante que cada vez que escuchemos una vez más la estúpida y falsa “letanía del diálogo y la paz” comencemos a comprender e interiorizar, para actuar en consecuencia, que todo esto es producto y consecuencia directa de los cordiales abrazos con los que nuestros líderes les reciben.

Modificación de las leyes españolas que persiguen crímenes israelíes, mejora de las relaciones entra la Unión Europea e Israel mueran todos los palestinos que mueran, hermanamientos entre sus ciudades y nuestras ciudades, intercambios culturales, subvenciones públicas a entidades de lobby pro-israelí como la Casa Sefarad, censura en los medios, ataques a los periodistas que se atreven a criticar el comportamiento israelí y así un sin fin de ejemplos.

Hace tiempo que el problema ya no está en Israel. El problema está en casa. En el Palacio de Santa Cruz, en el Congreso de los Diputados o en el Ayuntamiento de Barcelona que tan cómodo se siente, hermanado con Tel Aviv. En definitiva, en cada una de nuestras instituciones que legitima al Estado de Israel y sus políticas de exclusión. Lo que dijese ayer Netanyahu es irrelevante. La actitud de nuestro gobierno no lo es. Se trata de un colaboracionismo cada vez menos indisimulado con un proceso de limpieza étnica y es hora de actuar en consecuencia.

HAY QUE INVESTIGAR LA INVESTIGACIÓN


HAY QUE INVESTIGAR LA INVESTIGACIÓN

Rela Mazali
New Profile

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Esta serie, concebida e iniciada por Rela Mazali es coordinada y editada por Ronit Marian Kadishai, con apoyo técnico de Aviv Sela, Amir Givol y Sergeiy Sandler.

Los dos textos que siguen son los primeros en una nueva serie de informes de activistas de New Profile intitulada “Hay que investigar la investigación”. Los textos serán publicados en el sitio en Internet de New Profile en hebreo e inglés, y se agregarán con más regularidad en los días y semanas por venir.

Miles han reaccionado ante las noticias de la investigación criminal de New Profile, iniciada el 26 de abril.

La Coalición de Mujeres por la Paz [israelí], de la cual es miembro New Profile, organizó una protesta en la estación central de policía de Tel Aviv; la policía arrestó y detuvo durante la noche a ocho de las manifestantes; fue reprendida en el tribunal por haberlo hecho el día siguiente.
La Coalición también inició un anuncio publicado en el periódico Haaretz, “Somos todas New Profile”, firmado por veintiséis organizaciones de la sociedad civil.
El Foro de Estudiantes del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Tel Aviv inició y produjo un evento público centrado en la libertad de expresión en el contexto de la persecución de New Profile por las autoridades; en el evento hablaron Dalia Dorner, ex jueza de la Corte Suprema, Talia Sasson, ex miembro de la oficina del Fiscal del Estado, el profesor Martin Sherman y la miembro de New Profile, Rela Mazali.
La organización basada en EE.UU., Jewish Voice for Peace, llamó a sus seguidores a escribir al Fiscal General de Israel para protestar y más de 5.000 respondieron.
Un grupo de mujeres premiadas con el Premio Nobel, incluyendo a la mujer iraní que recibió el premio en los últimos años, publicó una carta protestando contra el acoso a New Profile.
El American Friends Service Committee, una importante organización cuáquera de EE.UU., también galardonada con el Premio Nobel por su defensa mundial de los derechos humanos, dirigió una carta a la Secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, en la víspera de la visita del primer ministro israelí a Washington, instándola a mencionar el tema de esta investigación criminal como una faceta en la denegación por Israel del derecho a la libertad de opinión.
Han pasado más de cuatro semanas desde la mañana en la que la policía golpeó a las puertas de seis activistas de New Profile.
Muchas de ustedes nos preguntan repetidamente: “¿Qué sucede? ¿Qué pasa con la investigación?
Al principio, una reacción casi instintiva es: “Nada hasta ahora. Estamos a la espera.” En realidad, no es verdad. Pasan muchas cosas.
La reacción automática se refiere, por supuesto, a la oscuridad del proceso institucional, la opacidad de la actividad policial y de las acciones legales oficiales que vinieron después de las ceremonias de interrogatorio a las que fueron sometidas doce activistas de New Profile. Sin embargo, esa respuesta instintiva asume que la definición de la “investigación” y su progreso es prerrogativa exclusiva de las autoridades – de la policía y de los tribunales. Supone que sólo ellos determinan esa definición y reduce la realidad de “la investigación” al contenido que le ha sido asignado por las autoridades oficiales. Al hacerlo, esa respuesta supone que nosotros, el movimiento y la gente investigada, somos incapaces y no estamos autorizados a definir “la investigación” o a tratarla de alguna manera.
No cabe duda de que ciertamente estamos sometidas a una investigación. La investigación es impuesta y realizada en contra nuestra por organismos que cuentan con mucho poder, incluido el de la violencia organizada autorizada. Pero ese poder se ejerce contra un cuerpo concreto, contra nosotras. Los caminos y medios mediante los cuales es ejercida dependen, en parte, de la estructura del organismo que somos, que constituimos, y de nuestros métodos de acción. Una evidencia clara puede ser discernida por el simple hecho de que un número relativamente grande de activistas fueron llamadas a comparecer para ser interrogadas. Además, las rutas por las que se ejerce el poder siempre pasan, necesariamente, por intersecciones que presentan sitios potenciales de resistencia.
En ese sentido, podemos ciertamente manejar varios aspectos de la investigación.

El filósofo Michel Foucault, explicó largamente en sus escritos la consciencia desarrollada por el recluso hipotético de una prisión octagonal – un “panóptico.” Dentro de una estructura semejante, cada prisionero está expuesto a la vista del carcelero en cada rincón de su celda. El carcelero, quien vigila ostensiblemente a los prisioneros todo el día, cada día, no es visto por ellos, oculto dentro de una torre central. El prisionero, quien no tiene manera de saber cuándo es vigilado, desarrolla por ello un sentido de vigilancia incesante, un sentimiento invasivo que lo impulsa – que nos impulsa a todos – hacia una continua autovigilancia y autocensura.
La serie “Hay que investigar la investigación” espera invertir la dirección de la mirada del carcelero. En estas actualizaciones, las investigadas, nosotras mismas, volveremos nuestra mirada hacia los investigadores – tanto las instituciones como la gente – y seguiremos en detalle la realidad de la investigación. Documentaremos algunas de las experiencias personales, afectos, implicaciones, perspectivas y pensamientos de los que son investigados – hombres y mujeres que fueron interrogados por la policía, que estuvieron físicamente sentados ante ellos y que respondieron respuestas y de otros miembros de New Profile que fueron sometidos, como movimiento, a la investigación.
Mientras tanto, responderemos vuestra pregunta “¿Qué pasa?” – a través de este mismo acto – la resistencia a la autocensura, la definición y el manejo activo de “la investigación” en la medida de nuestra capacidad. Esa voluntad nos da una mejor perspectiva de la manera en la que somos sometidas al uso de la fuerza estatal y nos permitirá identificar los puntos para ofrecer resistencia.

Contexto para el recelo de New Profile

El intento de criminalización de New Profile equivale nada menos que a un estado de guerra contra la juventud. Cada vez más jóvenes judíos israelíes (así como miembros de la minoría drusa que también son afectados por el reclutamiento) se consideran incapaces o renuentes a aceptar el trillado dictado israelí: “no hay otra alternativa.” A pesar del servicio militar obligatorio, más de la mitad de todos los israelíes que reúnen las condiciones necesarias ya no sirven o completan su servicio en el ejército. Aunque la ley israelí no ofrece virtualmente ninguna posibilidad legal para Objetores de Conciencia, los jóvenes han encontrado su propia manera de votar con sus pies.
Los funcionarios iniciaron la investigación de New Profile “por una ascendente preocupación del establishment de la defensa ante una creciente tendencia a la evasión del servicio militar obligatorio. En julio de 2007, el ministro de defensa Ehud Barak y el jefe del estado mayor Gabi Ashkenazi declararon públicamente que lucharían contra la tendencia.” (Ha’aretz, 27/4/2009). Obviamente, lo que les preocupa no es New Profile. New Profile es un chivo expiatorio fácil y visible mediante el cual esperan sembrar el miedo e intimidar a futuros insumisos, a quienes estigmatizan como “remolones”. El Estado ha declarado la guerra contra los muchos miles que se resisten a evitar el servicio militar obligatorio y se niegan a colocar sus cuerpos, sus mentes, su moralidad, a la disposición de políticos carentes de visión.
La guerra de Israel contra su juventud es librada dentro de un contexto más amplio de creciente represión del disenso político. Cientos de activistas fueron detenidos por protestar contra el ataque de Israel contra Gaza en enero, en su mayor parte ciudadanos palestinos de Israel, algunos de los cuales siguen detenidos. Manifestantes no-violentos contra el dragón engullidor de tierras que es el muro de separación de Israel son atacados regularmente por un fuego mortífero. Hace semanas, Bassem Ibrahim Abu Rahma, de Bil’in, fue muerto por soldados, convirtiéndose en el decimoctavo palestino asesinado mientras protestaba contra la barrera de separación.
En la mayoría de los casos, las medidas represivas aplicadas a activistas judíos no son comparables, en términos de arbitrariedad y brutalidad, con los medios empleados contra palestinos. Y sin embargo, el teatro de represión política que ahora se despliega contra New Profile es de gran importancia.
o Primero, porque todo acto de represión es importante y debe ser resistido.
o Segundo, porque cuando es aplicado a un grupo de feministas relativamente privilegiadas, de clase media, en su mayoría de mediana edad – tiende a ser más visible a la sociedad israelí dominante, exponiendo más fácilmente su tejido de mentiras y de acusaciones risibles e inventadas, permitiendo a la vez que gente decente pero no informada logre una idea concreta de la realidad de la represión.
o Tercero, porque está en juego, una vez más, el futuro de la libertad y de los derechos para todos en Israel/Palestina.
o Cuarto, porque lo que está en juego son las vidas de jóvenes israelíes contra quienes el Estado libra esta guerra.
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Dana

Durante mi interrogatorio decidí invocar mi derecho a guardar silencio. Ahora quiero responder.
La primera pregunta fue: ¿Cómo se unió a New Profile?
Crecí en el hogar de dos personas que habían estado en el ejército y de tres niños. La conciencia feminista, por una parte, coexistía con una buena dosis de ideología sionista clásica por la otra. Se podría decir que fui educada entre Alice Miller y Hanna Szenes, o entre viajes hechos para que aprendiéramos a amar a nuestro país, y breves referencias a los que había habido allí, en el pasado – en qué sitios y qué gente.
“No habrá ejército, para cuando hayas crecido” me dijeron – pero: “Seguro, serás maestra-soldado – no secretaria, ¡Dios nos libre!”
En la escuela secundaria aprendí cómo el movimiento pacifista emergió en Europa después de la Primera Guerra Mundial. Poco después, nos leyeron la Declaración de Independencia de Israel.
Quisiera que el fiscal del Estado de este país y gente como él tomaran nota de que no hay nada más peligroso para una compasiva joven, que aborrece la violencia y los asesinatos, que aprender que no es la primera que se siente de esa manera, y además, oír que su país, su patria, también quiere apoyarla en esto, permitirle que se sienta como se siente.
En pocas palabras, saltémonos la parte cuando mi madre me dijo que no alistarse no es otra cosa que escupir a la cara de tu país. Saltémonos las horas pasadas en Internet y con libros, mis primeros intentos de coexistencia, o de estudiar la historia del pueblo palestino. Pasemos directamente a los 18 años, cuando nuestra joven superó su temor de escupir a la cara de su país, y equipada con su acostumbrada ingenuidad insoportable, solicitó la libertad que otrora ese país, hace mucho tiempo, le había presentado, mucho antes de nacer.
Fue un camino largo para eximirme del servicio militar regular, y el proceso me agotó, física y mentalmente. Supongo que sola no hubiera logrado hacerlo. Supongo que me habría rendido después de seis meses de una lucha agotadora, cuando mi padre me rogó que abandonara, que simplemente me alistara y actuara como todos los demás. Pero no estuve sola. Hubo maravillosas mujeres que me apoyaron, incluso si a veces, necesitaban cuatro llamados telefónicos por día. Me dieron fuerza y me apoyaron hasta que hice lo que creía que era lo correcto.
Así encontré mi hogar ideológico en New Profile. Así también me incorporé y llegué a ser yo misma una orientadora. Así, una noche, devolví un llamado a un hombre que me había dejado un mensaje, pidiendo ayuda de nuestra organización.
Resultó que el hombre al otro extremo de la línea, era mucho mayor que yo. Había combatido en varias guerras, y un reciente incidente traumático lo había llenado inesperadamente de recuerdos de esos tiempos. Estaba en un estado terrible – no podía dejar de contarme una historia tras otra. Yo había oído historias sobre los horrores de la guerra, pero escucharlas ahora, de una persona específica, concreta, aplastó algo dentro de mí.
Ya que New Profile no se propone, o por cierto no sabe cómo, ofrecer consejo a gente que sufre de desorden post-traumático, envié a ese hombre a Shovrim Shtika [Rompiendo el silencio]. Luego me senté en mi cama y lloré durante mucho tiempo. No pude dejar de pensar en mis propios padres.
Mi padre abandonó el ejército en una fase tardía de su vida. Había avanzado considerablemente en la jerarquía del ejército y participado en varias guerras. Mi madre había servido como enfermera en un hospital de campaña durante la Primera Guerra del Líbano. Conocían el precio que exige el militarismo. Sabían cómo eran las guerras y lo superfluas que siempre son. Pagaron un precio por la continua Ocupación – un precio que nunca pagaré. Y sin embargo, a pesar de todo, su mayor desilusión respecto a mi persona ocurrió cuando comprendieron que yo nunca participaría del sistema.
Ahora, por primera vez, vi lo que realmente me molestó y me disuadió todo el tiempo. Vi, por primera vez, la medida en la que mis padres son víctimas, en qué medida yo y mis hermanos también somos víctimas. Somos todos víctimas de una sociedad que envía a sus hijos a la lucha, que los educa, desde tan temprano, para perpetuar todo los que es feo y abyecto por naturaleza. Ese mismo hombre miserable que me llamó esa noche estaba profundamente avergonzado de su propia persona. No podía comprender por qué me decía todas esas cosas. Dijo: “Siempre pensé que de alguna manera cosas semejantes nunca suceden en la realidad. Nadie más dijo una sola palabra. Nadie actuó como si hubiera ocurrido algo erróneo. Pensé que todo se pasaba sólo en mi mente.”
Sólo unos pocos días antes de que me interrogaran sobre la horripilante organización arriba mencionada, fue el Día de la Independencia. Durante las celebraciones en el centro de Tel Aviv, pasé por la Plaza Rabin y oí a un coro cantando el texto de la Declaración de Independencia. El solista destacó la parte en la cual el Estado promete derechos a sus ciudadanos. Para resumir, cantó audazmente: “En breve: ¡Libertad!” Me sonreí. Sabía que existe la verdadera libertad, la libertad frente a un sistema que separa hasta la eternidad a pueblos que residen en la pequeña franja de tierra entre el río Jordán y el Mediterráneo, que mantiene viva la superioridad de hombres sobre mujeres, que estrangula la educación y la cultura. Y sabía que lucho por esa libertad con mis dientes y mis uñas y que estoy en buena compañía.
¿Pero qué parte de todo esto, podía transmitir al interrogador policial que me preguntó si hacía lavados de cerebro a candidatos al servicio militar? ¿Qué, de todo esto, podía gritar contra la acusación de participación en la falsificación de documentos, de incitación al fraude? ¿A quién podía decirle que tengo una sola verdad, y que, según mi punto de vista, la democracia es sólo una cosa?

http://www.newprofile.org/english/?p=102&preview=true#context-for-the-targeting-of-new-profile

Fujimori, el «Drácula» del Perú


Ex-presidente condenado por criminal:
el japonés enjaulado


Por Cristina Castello

Especial para Kaos en la Red

photo prise de aidresep.org.pe - copyright

Fue un presidente constitucional de facto. Y este contrasentido no es metáfora. En el Poder del Perú desde 1990 hasta el 2000, fue tirano y criminal. Así lo declaró la Justicia el pasado 7 de abril, y lo condenó a 25 años de prisión, por crímenes de lesa humanidad y corrupción. Fue uno de los instrumentos necesarios para que los USA impusieran el neoliberalismo a ultranza en los ’90, uno de los antecedentes de la crisis mundial. «Drácula» no dejó ningún supuesto enemigo, sin torturar. Ni siquiera su primera esposa, Susana Higuchi, se salvó de esa gracia. La madre de sus tres hijos declaró que fue martirizada no menos de 500 veces, por orden de su esposo, el presidente constitucional.

Imposible hablar de Fujimori, sin mencionar al presidente actual del Perú, Alan García Pérez, ya se verá. El pájaro enjaulado no se privó de cometer barbaries, ni de decir mentiras. Justo cuando debía exponer su programa de gobierno en la Semana Santa del ’90, dijo que se había intoxicado con bacalao. Apodado «El Chino», se rebautizó «Chinochet» en honor a uno de sus colegas de genocidios, Augusto Pinochet. Habló o calló según sus conveniencias. Pero sobre todo, asesinó.
Furia devoradora por el Poder, para ganar las elecciones, escandalizó al Japón cuando —grotesco— hasta bailó un vals en la televisión. Después, el actual mandatario Alan García, siguió su ejemplo. Para ganar los votos de la juventud, su figura obesa danzó frente a las cámaras, al compás del reggaetón. A los gobernantes asesinos del Perú les gusta bailar.
Tan hábil para matar como para arropar su cobardía, consiguió súbitamente la nacionalidad japonesa y huyó a Tokio, en noviembre de 2000. Fue cuando se descubrió la red de corrupción, de la que formó parte, encabezada por el entonces jefe de los Servicios de Inteligencia (SIE) e informante de la CIA norteamericana, Vladimiro Montesinos, personaje tan abyecto como su jefe, y a quien la justicia universal –que asoma, a veces— quiere ver en prisión.
Desde la ciudad sede del gobierno de Japón, el evadido renunció a la presidencia, en noviembre de 2000 de una manera inaudita. Envió un fax y... ¡ya está! Caramba qué originalidad, inédita incluso en los anales de las felonías, que consuma el hombre cuando está en el Poder. Y fue más lejos: por temor de que la flamante ciudadanía japonesa no fuera suficientemente segura para ampararlo de la ley, se postuló al congreso nipón; buscaba la inmunidad parlamentaria. Después, y con el propósito de presidir de nuevo el Perú, regresó vía Chile, donde fue hecho prisionero, y finalmente extraditado.

Ahora, condenado por la justicia peruana y en prisión, en el mundo se lo conoce como el reo Fujimori. ¿O acaso hay que apelar a eufemismos, cuando el sacrilegio es el terrorismo de Estado, nada más y nada menos? Es un reo, otro más.

No tiene traje a rayas, ni está marcado con un número, como las víctimas de los campos de exterminio, o como los seres que él ordenó lacerar; o como estuvieron tantos otros cuyas muertes decidió. Al contrario, tan furioso como gélido, aún detrás de las rejas sigue queriendo imponer su siembra de muerte, hambre y desolación, a través de una de las hijas de la madre martirizada por orden de su papá. Keiko Fujimori, su bebé, lleva la antorcha de sombras que su padre le legó, y la esgrime como bandera en su candidatura presidencial.

«Chinochet» saldrá de prisión en el 10 de febrero de 2032. Nacido en 1938, tendrá 94 años: ¿llegará? ¿Llegará a esa edad, y llegará a cumplir la condena, que el presidente actual lucha por burlar para que su cómplice recupere la libertad?

Los cargos que la Justicia probó, fueron los crímenes de lesa humanidad en Barrios Altos y la Universidad de la Cantuta, y el secuestro agravado al periodista Gustavo Gorriti y al empresario Samuel Dyer. Masacres que implicaron torturas y genocidio, el asesinato de 25 personas, entre ellas un niño de 8 años, bajo el fuego asesino de un escuadrón de la muerte.

El trabajo impecable de los tribunales peruanos, es un hito en la historia de la América morena. De hecho, algunos militares argentinos fueron condenados, y también Pinochet en Chile, quien estuvo prisionero en su domicilio, en razón de su edad avanzada. Pero, de los tres, el de Fujimori es el único caso de un presidente que habita, por fin, en una mazmorra, habiendo sido elegido por el voto ciudadano, aunque después haya ejercido un gobierno de facto.
Él aúlla que apelará, para no purgar sus crímenes; y no sólo ante las instancias habituales de la Justicia; también ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la misma que antes le parecía terrorista. Otra es la cuestión del «Cuarto Poder» —los medios más influyentes—: en realidad, un poder de cuarta, con la suma de poder; entre los cuales hay un caso paradigmático, a propósito del fallo para «Chinchonet».

Bamboleos

Las expresiones del diario «New York Times» sobre la condena, parecen una pieza de ética. La calificó de «alentadora» y puso el acento en la conducta ejemplar de la Corte Suprema del Perú, por haber enviado al reo a prisión. Detalló prolijamente las pruebas de muertes y torturas: se escandalizó y estalló de alegría porque los crímenes de lesa humanidad no deben permitirse; y, si ocurren, merecen punición, siempre según la mirada del diario de los USA.
Y fue más lejos, dijo lo que tantos peruanos claman con ardor: que la sentencia es un aviso serio para el presidente actual.

Desde luego. Durante la primera presidencia de Alan «Caballo loco» García Pérez en el Perú, se organizó el Comando Rodrigo Franco, que barrió poblados andinos enteros, las matanzas de campesinos eran habituales y también los desaparecidos. En el ’85 había ordenado la Masacre de Accomarca, donde el Ejército peruano asesinó 45 personas. Y dos años antes, el 19 de junio del ’86, se ejecutaron extrajudicialmente más de 200 prisioneros de El Frontón, Lurigancho y Santa Bárbara. En el ’88 siguió su derrotero de muerte, con la Masacre de Cayara, cuando treinta personas fueron exterminadas, y hubo decenas de desaparecidos.
Al igual que en el caso del «Chino», se instruyeron contra él, diversas causas por crímenes de lesa humanidad, que eludió gracias a la ayuda del cómplice japonés. Y hoy, sigue encarcelando inocentes, persiguiendo a poetas, tratando de entregar la Amazonia peruana a las empresas petroleras y exterminando a los aborígenes. Pero no se queda ahí.
Alan García cobijó también al venezolano Manuel Rosales, un delincuente, de la oposición chavista, buscado por la Interpol por delitos comunes: enriquecimiento ilícito y corrupción. Más: ya está sellada la alianza Keiko Fujimori-Alan García, para seguir poblando de hambre y muerte al pueblo peruano, bajo una dictadura donde impere el terror. Si logran esos objetivos, Drácula sería liberado dentro de dos años y el presidente actual no sería juzgado jamás.
Mientras tanto, así como los niños balancean su pureza, cara al cielo, en los columpios de los parques de diversiones, el «New York Times» se bambolea entre dos extremos, aunque jamás con cielo.
Sostuvo y sostiene que Fujimori hizo maravillas cuando llegó al poder, ya que detuvo una inflación galopante. En una palabra: porque instauró el neoliberalismo a ultranza, como un alumno obediente de Norteamérica.
Breve: celebra que se haya hecho justicia con el mismo reo al que sustentó. ¡Recórcholis! Si, justamente, la violencia, los crímenes de lesa humanidad y el Estado de terror, fueron el andamiaje necesario para imponer las políticas económico-financieras del Régimen.
¿O acaso el «New York Times» ignora que el Perú es el patio trasero de los EE.UU.? Sirva como triste ejemplo, que desde el 23-08-90 la embajada norteamericana en el país de Túpac Amaru y César Vallejo, sabía detalladamente el plan fujimorista de operaciones, para realizar asesinatos. Las pruebas están en manos del Archivo de Seguridad Nacional, de uno de sus analistas, Meter Kombluh, y de Kate Doyle testimonio experto en el juicio a «Chinochet».

El japonés, cierto, de nada malo se privó. Documentos secretos confirman que, junto a su ex asesor Vladimiro Montesinos, ayudó a Carlos Menem cuando era presidente, a ocultar información sobre contrabando de armas de Argentina a Ecuador. Él y su «comunidad de inteligencia», supieron de los preparativos para el comercio ilegal de fusiles, no bien éstos comenzaron. «Gracias» a la complicidad del nipón, decenas de oficiales y soldados peruanos, perdieron la vida en Alto Cenepa y nadie fue sometido a juicio.

Menem está procesado por la Justicia argentina; pero mientras tanto, goza de abultados ingresos como senador nacional; y él y el Drácula del Perú, fueron el punto de partida para la proliferación de los políticos de la farándula, genuflexos frente al Imperio. Los dos fueron precursores de la enajenación de sus países: de la venta a precio vil de empresas estatales nacionales, a empresas estatales extranjeras, en la mayoría de los casos. Y, tanto o más grave, los dos vaciaron la vida de su sentido trascendente: el de ser vivida como una estética, que contenga la ética.
Sin máscara

70 años tuvo para aprender la fraternidad, pero eligió el camino inverso. Ingeniero agrónomo, físico, matemático, devenido político. Naoichi y Mutsue Fujimori, sus padres lo vieron nacer en el Perú, adonde habían acudido en busca de trabajo y buena calidad de vida. El Perú se los dio, y el hijo se encargó después de arrasar el país que les brindó bienestar.
Fue con «Cambio 90» que Fujimori se postuló a la presidencia en las elecciones de aquel año. Su contrincante era el escritor de derechas Mario Vargas Llosa. Después de haber obtenido un escaso 20% de sufragios, en el ballottage se acreditó la presidencia con el 60%. Trampas de la vida, recibió el respaldo de varios grupos de izquierdas; y, por cierto, el de su cómplice Alan García, por entonces primer mandatario, por el APRA.
Salvo para matar, al comienzo de su mandato Drácula se mostró sin máscara. Sin máscara, su gobierno dependió —directamente— de la asesoría de Norteamérica, y del Fondo Monetario Internacional (FMI), con una participación activa del agente de la CIA, el ex capitán Vladimiro Montesinos. Sin máscara, en 1992 —mediante la violencia y con la ayuda de las Fuerzas Armadas— disolvió el Parlamento y suspendió el Poder Judicial, en lo que se conoce como «autogolpe»; y aprobó una nueva constitución, que le dio la suma de poder.
Terminó con el grupo ciertamente terrorista «Sendero Luminoso»; y también con el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), de muy distinto origen y objetivos que Sendero. No, no «terminó»: exterminó a los integrantes, a fuego abierto, mediante torturas sofisticadísimas y desaparición forzada. El terror de Estado, en lugar de la Justicia. Y mientras seguía su siembra de muerte, ganó de nuevo las elecciones en 1995 frente al ex Secretario General de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar.

Le llegó el final, ¿el final?

Fue recién a fines de los ’90 que la ciudadanía comenzó a despertar; a descubrir la corrupción y la crueldad. En 2000 «Chinchonet» ganó de nuevo la presidencia, pues su opositor, Alejandro Toledo, se retiró sin participar de la segunda vuelta electoral. Y todo se precipitó.
A través de un video, salieron a la luz infinitos actos de su perenne corrupción. Entonces el valiente Drácula, a quien no le había temblado la mano para las órdenes de asesinar, huyó. Y entonces, el Japón, y entonces, su renuncia por fax. Atrás había quedado también —se había salvado— Susana Higuchi, torturada por orden de su esposo siempre bestial. Y de los cuatro hijos de la pareja, él no ve sino por los ojos de una ellos, Keiko, su bibelot.
En 2006 Fujimori se casó con la poderosa empresaria nipona —propietaria de hoteles y campos de golf— Satomi Kataoka, hoy 42 años, para asegurarse de no ser rechazado en el país de su sangre oriental. El matrimonio se hizo legal a las tres de la madrugada y en ausencia.
—«Yo siento que eres parte de mi destino. Quiero casarme contigo», dijo entonces el actual presidiario a su japonesa.
— «Él me dice que me ama, y yo también lo amo, pero lo admiro más como ser humano. Fujimori llenó un vacío en mi corazón y fue él quien me salvó espiritualmente. Él me brindó cariño y calor humano», dijo la japonesa, sobre su peruano-japonés.
Ahora Kataoka ve a Fujimori como un Cristo que está siendo sacrificado, y al juez y al fiscal como demonios.

Demonio «Chinochet»:

La madre de sus hijos fue vendada, encapuchada, sometida a electroshock y torturada hasta casi morir.
—«Cuando estemos lejos, si se siente solo, que se lleve a mi perro», había reído la japonesa.
Hoy nadie ladra en la prisión del Drácula del Perú, pero la justicia universal clama por escuchar el aullido enjaulado de Alan García Pérez, para que Nunca Más.

*Cristina Castello es poeta y periodista, bilingüe (español-francés) y vive entre Buenos Aires y París.

http://www.cristinacastello.com/
http://les-risques-du-journalisme.over-blog.com/


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