13 noviembre 2009

LOS CHANTAS E HIPÓCRITAS AL DESCUBIERTO

Israel: del teatro absurdo al circo

Seguramente Shimon Peres se imaginó una función de gala cuando programó la Convención del Presidente puesta en marcha esta última semana en Jerusalén. La presencia de distinguidos líderes de renombre internacional constituía la escenografía más apropiada para presentar el Israel moderno, tolerante, respetuoso, y como un símbolo de quienes persiguen desesperadamente la paz. Lamentablemente, el verdadero carácter israelí y la coyuntura política resultado de los sectores dominantes del quehacer en Cisjordania le jugaron una mala pasada. El disparatado cambio de roles junto a un libreto desvinculado totalmente de la realidad, crearon un ambiente típico de un teatro del absurdo que, con el agregado de intentos de malabarismo y acrobacia circenses, terminaron confusamente entre una payasada a una farsa.
Shimon Peres, premio Nobel de la Paz, ilustre promotor de los acuerdos de Oslo como motores de la paz con los palestinos, irrumpió en escena con la pálida función de suplente del menospreciado y boicoteado canciller de Israel, Avigdor Liberman. En un emotivo discurso trató de persuadir al mundo que Benjamin Netanyahu, quien lucha desesperadamente por la renovación de las negociaciones con los palestinos para que no se encuentre ninguna solución, es la imagen más cercana a una paloma con una rama de olivo en su pico. En su delirio, el presidente Peres prometió que Israel hará lo imposible por la anhelada paz basada en dos estados para dos pueblos que tanto sueña la gran mayoría de su población.
Como ciudadano más representativo del país, en sus palabras salió a relucir el temperamento altamente arrogante que caracteriza a la sociedad israelí de nuestros días. Haciendo caso omiso a normas mínimas de recato diplomático, en el plenario de las discusiones Shimon Peres humilló groseramente al ex presidente español José Maria Aznar ironizando su magistral progreso que le permitió hablar 10 minutos seguidos en inglés.
Los acontecimientos que se sucedieron los mismos días de la convención, e inmediatamente con su cierre, no hubiesen podido ser más propicios para poner en ridículo la investidura del Presidente que tanto alaba la inclinación israelí a concesiones y renuncias para conseguir la paz.
Esta embustera predisposición Israelí, según la fórmula de Peres y Netanyahu, tiene una clara manifestación en la disputa territorial con los palestinos. Según una fuente fidedigna del Ministerio de Defensa, en Cisjudea “estamos en presencia de una fiebre de construcción de asentamientos sin ninguna autorización oficial y transgrediendo las leyes”. Según el informante,“la consigna que guía la acción es: todo quien puede, construye. Todo se hace para crear una masa crítica que impida cualquier desalojo en el futuro”. (1)
El acto de juramento de nuevos reclutas de la Brigada Kefir dio lugar a que nuevamente se ponga de manifiesto la preponderancia del poder de los rabinos por sobre los mandos naturales del ejército en Cisjudea. En plena ceremonia, muy simbólicamente delante del muro de los lamentos, un grupo de soldados novatos degradaron públicamente a los altos mandos militares demostrando su soberbia y osadía cuando desplegaron una enorme pancarta con un claro mensaje que el ejército no va a intervenir más en el desalojo de asentamientos judíos en Cisjudea. Ante tan claro acto de rebeldía militar, el asombro de los encumbrados oficiales fue tal que durante la ceremonia no atinaron a ninguna respuesta en tanto que amplios sectores de la población festejaron el hecho y se manifestaron en apoyo de los insurrectos soldados. Los soldados rebeldes proclamaron: “La unidad Sanson no desaloja Homesh (asentamiento desalojado en 2005)".
A la hora de tomar una decisión, el coronel Oren Avman, comandante de la Brigada, tenía muy claro que hace tiempo que en Cisjudea una kipá en la cabeza de un soldado que sueña con conquistar la Gran Israel pesa mucho más que los bronces en la charretera o las condecoraciones en el pecho de un general preocupado por la disciplina militar. En un juicio relámpago ubicaron a dos soldaditos como chivos expiatorios y fueron condenados a la irrisoria pena de unos pocos días de calabozo y el traspaso a otra unidad del ejército. El mensaje a las tropas es claro: de aquí en más todo cumplimiento de una orden del general está condicionado al previo consentimiento del rabino.
La perlita quedó reservada para este principio de semana. El chiste de peor gusto y la cachetada más sonora, los recibió Peres de boca del famoso locutor y cantante Dudu Elharar. En una artimaña periodística, fue entrevistado por estudiantes camuflados que fueron movilizados por el movimiento Paz Ahora para que el público pueda compenetrarse directamente de las posiciones de los sectores que se oponen a los acuerdos de paz y promocionan la colonización judía de toda Cisjudea.
He aquí algunas de sus más sobresalientes expresiones: “Si fuese juez, dictaminaría pena de muerte a Yosi Beilin (ex líder del partido de izquierda Meretz y uno de los arquitectos del acuerdo de Oslo durante el gobierno de Rabin), al profesor Zeev Shternhal (conocido catedrático que periódicamente se expresa en contra de la colonización judía de Cisjudea y meses atrás fue herido en un atentado con una bomba en su domicilio) y a Guidon Levy (renombrado periodista que informa semanalmente de las brutalidades de la conquista israelí sobre la población civil palestina)”. Posteriormente agregó: “Si pudiese, ordenaría matar a Ariel Sharon en la plaza central de la ciudad”. (2)
El grado de descomposición de la sociedad israelí se puede palpar perfectamente por el hecho de que los únicos investigados fueron quienes grabaron las declaraciones por medio de un ardid, en tanto que quien es responsable de tan horrendas expresiones recibe apoyo de amplios sectores de la población. Peor aún es el llamativo silencio de muchos medios de difusión, especialmente de aquellos que informan la colectividad judía en la diáspora, que seguramente recordarán las trágicas consecuencias que tuvo el silencio y apoyo tácito del periodismo cuando ese tipo de consignas se anidaron en el liderazgo de sus países.
Lamentablemente, el Estado que demanda ser reconocido como judío está demostrando al mundo en repetidas oportunidades que algunos de sus valores primordiales son: humillar, fingir, conquistar y matar. Notas: (1) Amos Harel (diario Haaretz, 23-10-09). (2) Diario Haaretz, 26-10-09.
La fuente: Daniel Kupervaser es editor del blog
Ojalá me equivoque, dedicado a la discusión de los temas centrales de la sociedad israelí.

No hay comentarios: