TODO: Amagues, tiros por elevación, insinuaciones y gambetas en el aire. Creo que el libro que debiera escribirse en estos días (hace mucho que llegó la hora...) tendría que titularse: ADEMÁS DE LAS FF.AA, ¿Quién más colaboró en la muerte de los treinta mil desaparecidos? . Hubo en el debate murmullos, gestos de entendimiento, hasta una "autocrítica" de Costas,"cuando propuso leer el libro de Reato "desde la responsabilidad y no desde el lugar de víctimas". Y agregó, antes de los aplausos: "Sobre todo, para que no se repita nunca más."
¡Conmovedor! Y Gullo recordando sus diálogos con un Perón senil manejado por el asesino creador de la Triple A, el cabo López.Otro intento de revisar la historia de los setenta, para cambiarla, sin cambiar nada . Mataron a Rucci, a Vandor... Y mataron a más de treinta mil personas, a Ortega Peña, a Silvio Frondizi, el P. Carlos Mujica los asesinatos del obispo Angelelli de La Rioja, del obispo Ponce de León , las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Demon, a sindicalistas peronistas asesinados o desaparecidos...
Pienso que el crimen de Rucci fue un antecedente y una muy mala señal de lo que se proponían los jefes montoneros: mezcla rara de ultramontanismo y lucha de guerrillas. Pablo Giussani, en su libro "La soberbia montonera", y las contraposiciones del libro de Miguel Bonasso, "Recuerdo de la Muerte", donde se enfrentan el martirio y la crucificación de los militantes de base, y la cómoda dirección de la lucha, por parte de los "jefes", desde confortables suites europeas. Algunos de ellos tuvieron la lucidez de abandonar el puente de mando cuando entendieron que el buque hacía agua. Pero el profesor de la universidad de Barcelona continua impertérrito la gracia que le concedió el destino... O el finado Massera.
Andrés Aldao
em>Lucio Fernández Moores
Ninguno respondió a la pregunta que da nombre al libro, pero todos hablaron sobre la violenta década de los 70. "¿Quién mató a Rucci?", la investigación periodística que atribuyó ese crimen a Montoneros y que motivó a los familiares del ex jefe de la CGT a pedir y lograr la reapertura de la causa judicial, fue presentado ayer formalmente.
Ausente con aviso el veterano dirigente peronista Antonio Cafiero, estuvieron el ex jefe de la Juventud Peronista (JP) y actual diputado Juan Carlos Dante Gullo, los ex militantes montoneros Alejandro Peyrou y Emiliano Costa y el autor del libro, claro está, Ceferino Reato.
"No supimos acompañar a Perón en las cosas más fuertes del poder", concedió Gullo, quien recordó que el día del asesinato de Rucci, él estaba en la casa de la calle Gaspar Campos y le dijo al general Perón: "Nos están provocando, esto viene de afuera", en referencia a la CIA norteamericana.
"La violencia no se inventó en los 70", agregó Gullo. Entre el público, sin intervenir en la charla, lo escuchaban atentos desde el ex canciller Rafael Bielsa hasta el historiador Pacho O'Donnell y el ex embajador duhaldista en Washington Eduardo Amadeo.
Gullo, quien hasta hizo referencia a "Bombita" Rodríguez, el personaje del actor cómico Diego Capusotto --"nos hace reír porque usa palabras que usábamos en esa época", sostuvo--, aseguró que un mes antes de su muerte Rucci le dijo: "Yo también soy socialista."
"No sé quién apretó el gatillo, pero tuve el convencimiento en ese momento, y lo tengo ahora, que fuimos nosotros", expresó el periodista Costa, inicialmente integrante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Costa tuvo su autocrítica cuando propuso leer el libro de Reato "desde la responsabilidad y no desde el lugar de víctimas". Y agregó, antes de los aplausos: "Sobre todo, para que no se repita nunca más."
Peyrou, ex diputado del Frepaso y actual economista de la CTA, reveló que "a las 48 horas" del asesinato de Rucci supo que éste había sido obra de Montoneros. En ese momento, setiembre de 1973, Peyrou trabajaba en la Gobernación bonaerense a cargo de Oscar Bidegain. "Lo de Rucci, además de un crimen, fue una estupidez", dijo.
"La Organización le hizo una lista a Perón con sus candidatos para todos los cargos de gobierno, tres por cada puesto, hasta el rango de subsecretario. Hace poco charlaba con Carlos Kunkel y le preguntaba qué haría hoy (Néstor) Kirchner si le exigieran eso. Se agarró la cabeza y me respondió: 'un disparate'", recordó ayer Peyrou.
Reato aseguró que "detrás de este libro no hay nada, ni los Rucci, ni el sindicalismo", y que la motivación fue escuchar otras voces de la década del 70. Su obra ya lleva vendidos 35 mil ejemplares. ■
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