05 junio 2008

UN CAMBIO DEBE SOBREVENIR

Avigail Abarbanel
The Electronic Intifada


A principios de mes tuve el privilegio de escuchar a Ali Abunimah hablando durante una comida organizada por un grupo de activistas australiano pro palestino. Abunimah , un escritor t cofundador de The Electronic Intimada, es uno de los que apoyan la solución de un estado único en Palestina/Israel, solución que yo también apoyo. Un estado democrático y laico para ambos pueblos con el derecho al retorno para los refugiados palestinos es la única solución justa para el largo conflicto entre Israel y los palestinos. Abunimah es optimista sobre lo que es posible. A mí también me gustaría ser optimista, pero no estoy tan segura de poder serlo.
Crecer como israelí me proporcionó un íntimo entendimiento de la psicología israelí judía. Desde que puedo recordar, se nos decía en Israel que los judíos no tenemos otro lugar donde ir porque en el mundo no aman a los judíos. Hace 17 años, cuando mi ex esposo y yo estábamos por emigrar a Australia, la mayoría de nuestros conocidos estaban consternados por nuestra decisión. Muchos me dijeron que estaba cometiendo una gran equivocación. El cirujano cardiólogo de mi padre, por ejemplo, estaba en un completo shock cuando escuchó nuestras noticias. Me llevó a un costado y me dijo que no podía entender cómo puedo abandonar; que él nunca estaría preparado para irse a algún lugar donde probablemente hubiera un antisemita vivo. Como muchos otros, él creía que los judíos sólo pueden vivir seguros en Israel.
Esta idea de que Israel es el único lugar seguro para los judíos es decisiva para el entendimiento de las raíces del conflicto palestino israelí, las políticas israelíes y la perspectiva del presente. La mayoría de los judíos no confía en no judíos como compatriotas para toda la vida. Experiencias y narrativas culturales que les han ido inculcando les transmite que desde la antigüedad, tanto los líderes y gobernantes como las poblaciones se transformaron en hostiles hacia los judíos sin previo aviso. Esto significa que sin importar por cuánto tiempo vivieran los judíos en algún lado, habiendo sido discretos y estando bien integrados, ó con cuánto hayan contribuido a las sociedades de las que formaban parte, les sobrevendría la obscuridad .
Con una historia de persecuciones europeas, pogromos, leyes discriminatorias, expulsiones, guetos en el medioevo y la modernidad y un sistemático plan de aniquilación total en un país europeo considerado como ilustrado, es difícil culpar a un pueblo por sentirse inseguros.
Israel no nació en el 1948, ni tampoco por causa del holocausto. Sus orígenes están con el sionismo, el movimiento nacional judío que nació en los finales del siglo 19. El sionismo venía a poner fin a la precaria situación de los judíos europeos con la creación de un exclusivo estado judío. La lógica era simple: si los judíos no pudieron confiar en que alguna vez pudieran ser bienvenidos incondicionalmente ó estar seguros en los países en los que vivían, necesitan un estado propio. Esto significa un estado gobernado solamente por judíos y considerablemente libre de no judíos. El lugar del “hogar nacional judío” en principio fue tema de debate pero eventualmente, todo el movimiento sionista acordó sobre Palestina por el significado espiritual que tenía en el pueblo judío. El hecho de que palestina estaba poblada era sabido, y abiertamente reconocido por los líderes del movimiento sionista. La primera inspección fue desafortunada, pero el plan de crear un hogar nacional para el pueblo judío no podía abandonarse ya que era absolutamente necesario.
Los sionistas siempre creyeron que el miedo judío justifica la limpieza étnica. Ideas sobre la transferencia de las poblaciones no judías existentes en palestinas –los palestinos- hacia otro sitio para hacer lugar a u estado exclusivamente judío, existieron desde bastante antes del 1948. La palabra “ transfer ” se incorporó al hebreo moderno como un eufemismo para denominar la limpieza étnica, una idea ó plan para mover en masa a la población palestina a otra parte, cuanto más lejos posible de las fronteras de Israel. La limpieza étnica en Palestina comenzó en 1948 bajo la corina de huma denominada guerra, pero no resultó completa. No solamente continúa hasta estos días sino que académicos como Ilan Pappe consideran que hay una escalada de ella. La ideología sionista es directamente responsable del carácter de Israel en el presente. Intentando comprender la dinámica del conflicto palestino israelí ó de analizar la conducta de Israel sin entender su carácter está destinado al fracaso, crear más confusión y malos entendidos.
Desde que la creencia fundacional es que los judíos solamente pueden sentirse a salvo en un estado exclusivamente judío, el carácter de Israel es simple. Israel está llamado a mantenerse como un refugio seguro para todo el pueblo judío. Basado en su experiencia pasada y en las narrativas nacionales y religiosas, el pueblo judío cree profundamente que es solamente una cuestión de tiempo hasta que la marea se vuelva nuevamente contra ellos. Cuando (y no “si”) esto ocurra, el estado de Israel estará allí para recibirlos y salvarlos. Estoy utilizando la forma “a ellos” en vez de “a nosotros” porque yo personalmente abandoné esta narrativa, y elegí no vivir mi vida bajo esa sombra. Muchos israelíes lo consideran ingenuo y hasta insano. Pero yo decidí elegir mis oportunidades en el amplio mundo porque no creo que pueda vivir una vida plena y hacer una contribución al mundo si vivo en un permanente estado de miedo.
El desarrollo del estado de Israel y su conducta en la región siempre estuvo de acuerdo con su carácter. Israel ve que es necesaria cuanta más tierra y recursos naturales sean posibles (como el agua, que es escasa en la región), para dar cabida a los 13 millones de judíos de todo el mundo que se espera se congreguen en él “cuando” una nueva era de persecuciones a los judíos comience. Israel deberá tener para entonces suficiente lugar de alojamiento, infraestructura y economía funcional. Deberá ser un estado moderno en el cual los judíos occidentales acostumbrados a la tecnología, al capitalismo y la abundancia, se sientan confortables. No hay nada inconsistente ni extraño en lo que Israel está haciendo con los palestinos si usted entiende este carácter. A mí me sorprende que esto nunca se haya discutido abiertamente en algún análisis político de los que veo.
En el corazón de este conflicto no está lo económico, el petróleo, “la guerra contra el terror”, la religión ó alguna lealtad regional. Más bien está una vieja forma psicológica de persecución y supervivencia ante las cuales cualquier otra consideración están subordinadas. Las lealtades de Israel son utilitarias. No hay gran amor allí hacia otros pueblos ó países. Los israelíes siempre piensan en términos de los que es bueno para los judíos y lo que no lo es, y observan cuidadosamente al mundo desde este prisma. Los niños israelíes aprenden a ver la vida desde este punto de vista desde muy temprana edad. Yo también era uno de ellos.
Solamente cuando entendemos esto podemos entender por qué las negociaciones con Israel tienen tan poco significado; por qué Israel nunca dejó de construir colonias en tierra palestina y por qué expande continuamente su territorio; por qué hace a los palestinos de adentro y fuera de Israel la vida tan increíblemente infernal; el por qué de sus brutales restricciones dentro de los territorios cada vez más restringidos y por qué Israel responde a la resistencia palestina con una violencia desproporcionada y aplastante. Quebrar la resistencia palestina es crucial desde el punto de vista israelí, no solamente por el miedo que causa la resistencia armada palestina en Israel sino que además para destruir cualquier aspiración que pudieran tener los palestinos de retornar a sus tierras ancestrales. Simplemente Israel no puede permitir esto si es que quiere quedarse como un estado exclusivamente judío.
Israel es un estado basado en consideraciones racistas por su propio carácter, y por las circunstancias en las que fue creado. Desde el punto de vista de los israelíes, aceptando la idea de un solo estado, Israel sería como cualquier otro país donde los judíos viven entre no judíos. La idea de un judío a salvo debería ser abandonada y no habría garantías que el nuevo estado pluralista fuera receptor de judíos si éstos se vieran en la necesidad de ser rescatados. Los judíos israelíes y muchos sionistas en el mundo creen que preguntarles si vivirían junto con los palestinos es como pedirles volver a un estado de inseguridad y de potencial victimización . Simplemente no creen que esto sea razonable, por lo cual nunca estarán de acuerdo voluntariamente en alcanzar una solución que comprometa su seguridad. Esta es una de las razones por las cuales los sionistas frustran cualquier crítica a Israel con el persistente grito de antisemitismo. Ellos realmente creen que con poniendo fin al estado exclusivamente judío nuevamente se verán vulnerados en cualquier parte del mundo a otro potencial holocausto.
Está claro para mí que si ha de hacerse justicia para los palestinos, este miedo básico, esta racista e inmoral ideología deberá superarse, porque el miedo de un pueblo no puede y no debe justificar la destrucción de otro pueblo. Pero yo no creo que los palestinos puedan esperar hasta que cambie la psicología de los judíos por sí mismos, y los judíos se sientan lo suficientemente seguros en el mundo como para abandonar la idea de un estado exclusivamente judío para refugio.
Yo creo que se debe hacer una presión seria sobre Israel, o un cambio real en los corazones de parte de los israelíes para que se haga realidad la solución de un estado. Me gustaría ser optimista y pensar que este cambio en los corazones eventualmente ocurrirá, pero no creo que pueda. Mis dudas provienen de mi propia experiencia –después de todo era parte de mi psicología también. Entonces, para salvar al pueblo palestino el mundo debe hacer acciones decisivas en este conflicto, tal como se hizo con Sudáfrica, de lo contrario, se seguirá sacrificando a un pueblo por el bienestar de otro.
Abigail Abarbanel es una ex ciudadana de Israel y una pscoterapeuta con práctica privada en Canberra, Australia. Es posible contactarla en avigail A T netspace D O T net D O T au .

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