15 mayo 2008

Generación 'Nakba'


El sueño de volver a la tierra arrebatada marcan la literatura palestina


ROSA MENESES

MADRID.- Intelectuales y escritores de todo el mundo han firmado un manifiesto en recuerdo de la Nakba (la catástrofe), generada en 1948 con la proclamación de Israel. El texto se publicó en la prensa internacional el pasado 8 de mayo (día en que los israelíes conmemoran la creación de su Estado, siguiendo el calendario hebreo, el 14 de mayo en el almanaque gregoriano), y estaba arropado por las palabras del gran intelectual palestino Edward Said, pronunciadas hace 10 años, con ocasión del 50 cumpleaños de Israel.
«Incluso después de 50 años de vivir el exilio palestino, aún me siento sorprendido por cuán lejos puede llegar el Gobierno israelí y los que le apoyan para suprimir el hecho de que medio siglo se ha esfumado sin restitución o reconocimiento israelí, de los derechos humanos palestinos y sin, tal y como sin lugar a dudas muestran los hechos, conectar aquella suspensión de derechos a las políticas oficales de Israel... La Nakba palestina es calificada como un acontecimiento semificticio... causado por nadie en particular», escribió Said.
Los firmantes, entre los que se encuentran personalidades como el poeta palestino Mahmud Darwish, el historiador israelí Ilan Pappe o los británicos John Berger, Tariq Ali y Ken Loach, señalan en grandes letras enlutadas de negro que no hay ninguna razón para celebrar nada, tras 60 años de desposesión de un pueblo. Una celebración, dicen, sería como "bailar sobre las tumbas de los palestinos".
«Con sus pacíficas vidas arruinadas, la sociedad fragmentada, sus posesiones robadas (...) los palestinos aún sueñan con volver y en todas partes alimentan su aspiración de libertad y una vida digna», reza el manifiesto.
Ese sueño de volver, la importancia de la memoria y los estragos del exilio han marcado los avatares del pueblo palestino desde su Nakba. Ya forman varias generaciones desde aquel 1948, pero todas ellas se remiten a la generación Nakba.
A su lado, un puñado de intelectuales y escritores han dado forma a la identidad colectiva, han registrado la historia y han labrado la memoria nacional a lo largo de sus obras.

La injusticia de un pueblo

Quizá Mahmud Darwish, nacido en Birwa en 1941, sea el escritor palestino más significativo, tanto por su andadura personal como por su obra. Ambas trayectorias son indivisibles y representan la injusticia vivida por un pueblo. Sus poemas hablan de esa experiencia: el destierro, la guerra, la cárcel, la injusticia, la lucha por la supervivencia. Darwish ha conocido todas estas estaciones de la vida.
En sus libros –traducidos al español tenemos 'El lecho de una extraña', 'Menos rosas' (ambos en Hiperión); 'El fénix mortal' (Cátedra) o los fascinantes 'Mural' (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo)- describe la tragedia diaria de los palestinos, pero sin dramas.
Lo hace con un lirismo revestido de belleza y melancolía que impregna sus palabras. Con palabras sencillas y cotidianas contrapone realidades, pasado y futuro, el desastre y la esperanza de un pueblo. La derrota, su idea clave. "Nosotros amamos la vida cuando hallamos un camino hacia ella", dice en el poemario 'Menos rosas', publicado en árabe en 1986.
En enero de 2002, escribió 'Estado de sitio' (Cátedra), que relata el asedio de Ramala durante el invierno de 2001-2002. "Bajo sitio, la vida se torna tiempo: / memoria del principio, / olvido del final". Darwish recoge una maraña de sentimientos bajo la ciudad sitiada por las tropas israelíes. Describe la violencia ("Los soldados calculan la distancia entre el ser / y la nada / con la mirilla del tanque"), la tristeza, el aislamiento ("Solos, estamos solos hasta la náusea / por toda compañía las visitas del arco iris").
La dificultad –y la necesidad- de comunicar la terrible experiencia personal de verse desposeído y abocado al exilio ha generado una brillante literatura que ayuda a salvar la memoria y sanar las heridas del destierro y la derrota.
"Sólo la literatura puede articular un discurso que pueda explicar lo más complicado, lo contradictorio, lo atroz y lo bello al mismo tiempo", ha reflexionado el escritor libanés Elias Khoury (Beirut, 1948) en las páginas de ‘El Cultural’. Su obra, ‘Bab a Shams’, ‘La puerta del sol’ es un mosaico sobre la guerra, el éxodo y, en definitiva, la tragedia palestina. Muchos escritores árabes, como el propio Khoury han relatado el horror y el sufrimiento de sus compatriotas palestinos.
El novelista Ghasan Kanafani (1936-1972) ofrece también una trayectoria novelística y personal cercana al destino de los palestinos. A menudo, utiliza la imagen del desierto como metáfora del sufrimiento de su pueblo. Nacido en Acre, fue portavoz del Frente Popular para la Liberación de Palestina hasta 1972, cuando murió en un atentado con coche bomba.
Su obra más emblemática es ‘Hombres bajo el sol’, la historia de tres palestinos que intentan huir a Kuwait escondidos en el interior de un camión-cisterna. Su trágico final augura la agonía del pueblo palestino, atrapados bajo un sol cegador. Realidad y literatura van de la mano en el triste destino que han sufrido los palestinos.

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