01 abril 2008

REFLEXIONES SOBRE EL PARO AGROPECUARIO

Para compartir, para pensar, para fijarnos bien en qué lugar nos colocamos...

Marita Ragozza de Mandrini

Creemos que hay que replantear integralmente la cuestión agraria. Abrir un gran debate. Elaborar un plan nacional. Mucho más amplio que el restringido instrumento fiscal que son las retenciones. Pero hay que erradicar del campo la peor de las malezas: la oligarquía

Cambiaron las formas de producción, la tecnología, los conocimientos. Lo que no cambió es la apropiación indebida de una renta que por principio, al igual que la renta petrolera, minera o ictícola, debería pertenecer al conjunto de los argentinos. Apropiación indebida que hoy se asienta en los grandes dueños de la tierra, del capital, la tecnología, los frigoríficos, el acopio, el transporte, los puertos y los fletes. Hoy se llaman Cargill-Monsanto, Dreyfus, Bunge y Born, Nidera, Grobocopatel, entre muchos otros
Si hay un color que define al campo es el verde. Verde en los sembrados, verde en los montes, verde en las plagas en los tiempos de desastre y verde en las ganancias al terminar la cosecha. Hace unos días el Ministro de Economía de la Nación recordaba los tiempos en que, como crítico de las políticas económicas de la década pasada y en particular de la convertibilidad entonces vigente, recibía la réplica de sus contradictores: “Dejá de preocuparte por el dólar que es sólo un precio más de la economía”. Acotaba el Ministro: “Lo que esos expertos ocultaban es que, en un país con la historia de la Argentina, el dólar es EL precio de la economía al que se subordinan todos los demás factores”. Como se ve, otra vez el verde. ( Roberto Benzo )

La dependencia

Además debemos tener en cuenta: que producimos –prevalece la soja transgénica-, para quien lo producimos –China y en términos generales el mercado mundial y para que lo producimos –para optimizar las ganancias del capital más concentrado-, a esto se llama capitalismo, el ámbito donde manda el capital y el mercado.
Y donde los mandados y subordinados somos el pueblo, incluidos los pequeños productores.

Una política nacional

Ante este paro por quienes criticaron la forma de cortes de ruta y piquetes, nos la han también apropiado como si la metodología popular es mala la del pueblo y buena la de los oligarcas.

Nadie es dueño de nada, sino sólo su administrador. Ese es el plan de Dios y también de todo humanista. Que la comida no llegue al pueblo y sea tirada, donde se burla la libertad y el sacrifico del pequeño y mediano productor es un pecado que clama al cielo
¡ Ay dios, nos has dado la llaves de la Tierra, que no tengas que arrepentirte!
Una política nacional y democrática debería replantear alguno de estos temas:
- Democratizar la tenencia de la tierra.
- Poner fin a los mega-latifundios y a las grandes extensiones en manos extranjeras
- Diversificar la producción. Crear Institutos que fomenten la diversificación.
- Agregar valor a la producción.
- Modelo nacional de gestión del comercio exterior.
- Junta Nacional de granos y carne.
- Dirección de elevadores.
- Relanzamiento del INTA.
- Inversiones en infraestructura: ferrocarriles, caminos, flota mercante.
- Nacionalizar los puertos.
- Fomentar industrias para el sector: agro-químicos, fertilizantes, semillas, maquinaria.
- Instrumentos fiscales: retenciones, subsidios, etc-


Que un amplio y democrático debate defina algunas líneas fundamentales de un proyecto agrario de cara a las próximas décadas, es la condición para comenzar a adoptar las medidas que conduzcan a ese cambio. Transformación, reforma o revolución agraria que ponga este bien común de los argentinos al servicio de los objetivos más nobles que, incluso, establece nuestra Constitución Nacional.

Pensemos con libertad en el futuro. Toda América Latina cruje y nosotros no somos la excepción. Mayores niveles de bienestar y justicia son reclamados por una población postergada por varias décadas. Y el cambio por venir será inevitable. Los argentinos fuimos expropiados y saqueados durante años de neo-colonialismo. Con el consecuente deterioro social, económico, medioambiental, institucional y moral. Recuperar nuestros recursos y ordenarlos conforme dicte una verdadera democracia participativa es nuestro objetivo. Un nuevo ordenamiento social, económico, jurídico, cultural y político, es posible y necesario. No será el miedo el que nos detenga.

Marita Ragozza de Mandrini

Pensamientos de una habitante de un pueblo ruralista - Pehuajó - de la Provincia de Buenos Aires.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buenas reflexiones.F.L

silvia dijo...

Muy buen analisis , Marita, y seguro que no será el miedo el que nos detenga. Un abrazo,

Silvia