26 febrero 2008

ALGO MALO NOS ESTÁ PASANDO


Editorial del diario Haaretz, 25 de febrero de 2008

Algo malo nos está pasando

TODO: El domingo 24 de febrero el diario israelí Haaretz publicó una nota de 3/4 de página en la que soldados de la unidad Kfir denuncian malos tratos, vejámenes y torturas a presos y detenidos palestinos, explicaciones de parte de jefes militares de situaciones que obviamente no pueden explicar ni justificar. Esa tarde y esa noche ninguno de los programas de noticias de los tres canales de televisión informaron de los hechos, o los mencionaron... Lo ocurrido (que rompió las barreras de la censura) no mereció la más fugaz atención. Lean el editorial que reproducimos, y difúndanlo al resto del mundo, reenvíenlo a todos los trogloditas que callan, miran hacia otro lado y niegan los crímenes, las humillaciones, el comportamiento criminal de las fuerzas de ocupación de Israel.
Siempre aparece la pregunta sádica del: ¿qué está primero, el huevo o la gallina? TODO tiene otra pregunta interesante: ¿Quién es el ocupante y quién es el ocupado? ¿quién es el agredido y quién el agresor? Lea la nota, y decida, lector. (A.A.)


Hace tres años la CBS transmitió fotografías de soldados americanos maltratando a presos en la cárcel de Abu Graieb. Las fotografías provocaban náuseas y condujeron a juicios contra ochos soldados, renuncias, y una gran tormenta. En el juicio del guardián que fue condenado a ocho años de cárcel se escuchó el informe de un psicólogo, que estableció que “...es un hombre completamente normal, sin inclinaciones específicas hacia la violencia”. Un hombre que fue carcelero en su vida civil, y nunca se comportó sádicamente con los presos americanos. La situación de conquistador y conquistado, a diferencia de ciudadano frente a ciudadano, transforma a gente común en violenta y desenfrenada. En la cárcel de Abu Graieb −se estableció en el juicio−, hubo desprecio moral verificado en todos los niveles. “Los carceleros entendieron que así deben conducirse aquí.”.

Ayer, en el programa televisivo del canal 2 “Ubdá” (Hechos) se transmitieron fotos de nuestro Abu Graieb. Es dudoso que un país acostumbrado a 40 años de dominio y de las consecuencias que conlleva, se horrorice. Nos acostumbramos a considerar a los palestinos personas inferiores. Las generaciones pasan, y los nuevos soldados maltratan a los habitantes de Hebrón casi de la misma manera. El slogan “La ocupación corrompe”, se convirtió en una consigna de la izquierda en lugar de ser una advertencia para todos.
Los reclutas de la unidad “Kfir” desnudaron sus traseros y sus órganos sexuales frente a los palestinos, adhirieron a la cara de un adolescente un difusor de calor, golpearon a jóvenes hasta hacerles perder el conocimiento, fotografiaron las escenas en sus móviles y las enviaron a sus amigos.
Una de las “travesusras” fue medir cuánto tiempo es capaz un palestino de aguantar sin respirar mientras lo asfixian: cuando se desmayaba, detenían la tortura. Los soldados relataron sus acciones para “romper la rutina” que, de hecho, eran torturas. Era suficiente que un chico “nos contemple con una mirada fea” para pegarle.

En el juicio del oficial superior Yacov Guigui, los otros oficiales hablaron de desgaste, de “algo malo está pasando en la unidad”, de vivir en el “lejano oeste”, de crisis de valores. El comandante de la unidad, jefe militar de la reserva, Ytai Virob, dice “Fracasamos en varios parámetros”. Sus palabras revelan la negación de la profundidad del fracaso. Esta permanente rutina, lejos de los ojos de la jefatura, tendría que llevar a una serie de investigaciones y posiblemente a expulsiones. Ni es posible que el comandante de la fuerza de Hebrón, el jefe de la división, el comandante de la jefatura y el comandante en jefe de las fuerzas armadas cierran los ojos ante la permanente conducta de los soldados que están bajo su mando y que tienen la responsabilidad de la seguridad de Judea y Samaria ocupadas. El comandante de la reserva, Virob, confiesa que hubo en la unidad una conspiración de silencio, vale decir, la tortura y su ocultamiento como norma. Para cambiar esta conducta, es necesario sacudirse y sacudir. No hay que conformarse con unos cuantos arrestos y oscuras palabras sobre la pérdida de valores.

Personas completamente normales, como dijo el psicólogo americano sobre los torturadores de Abu Graieb, cuando reciben el mensaje de arriba: atormentar, castigar, asfixiar, humillar, concretar todo lo que los malos instintos pueden inventar contra las personas que están bajo su dominio, se comportan como monstruos. Algo malo nos pasa, dicen en la unidad Kfir. Ese “algo” es la ocupación. ■

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