Tomado de Argentinos Amigos de PAZ AHORA (*)
Sharif Hafez
Dado que Israel se acerca a su 60º aniversario, debería mirar hacia atrás y examinar los años transcurridos. Han habido muchos aciertos y muchas equivocaciones, como en toda empresa humana. Sin embargo, desde que por primera vez un primer ministro israelí fuera asesinado, Israel ha utilizado una forma de accionar que está causando muchos problemas en Medio Oriente.
Como los radicalizados en todo el mundo árabe, el Israel oficial ha estado actuando como un extremista que no puede encontrar otro recurso que la fuerza. Esto ha derivado en un público palestino iracundo, conducido por un liderazgo puesto de espalda contra la pared, y otro que ganó titulares por medio del terror, y logró por último ganar las elecciones palestinas. La ira se diseminó con rapidez al resto de las masas árabes.
En vista de esto y presintiendo el peligro, el rey Abdullah Ibn Abdul Aziz (entonces príncipe) instaló la Iniciativa de Paz Árabe en la Cumbre Árabe de Beirut en el 2002. Sin embargo, los funcionarios israelíes la ignoraron totalmente. Esta ignorancia de la iniciativa puede ser comparada con la ignorancia de Golda Meir a la iniciativa de Sadat del 4 de febrero de 1971. Entre las consecuencias indirectas de este desconocimiento de la Iniciativa de Paz Árabe, señalamos la guerra del verano de 2006 entre Israel y el Hezbollah, cuando muchos inocentes fueron muertos en el Líbano y en Israel.
Resulta claro que Israel está necesitado, con carácter urgente, de nuevos líderes, líderes con visión y coraje, dispuestos a actuar por la causa del futuro israelí. Deberían salir de su encasillamiento y pensar, observar las innumerables oportunidades que Israel tiene hoy en Medio Oriente.
No obstante, uno tiene que preguntarse, teniendo en cuenta la historia judía e israelí, qué clase de líder desea hoy Israel en un Medio Oriente que ha cambiado dramáticamente en los pocos años transcurridos desde la muerte de Yitzhak Rabín. ¿Es un tipo de líder como Ben Gurión, o Sharet, o Rabín; o la respuesta es “ninguno de los citados anteriormente”?
Creo que hoy Israel necesita un Moses Mendelssohn, un hombre que podría sacar a los israelíes de su autoelaborado gran gueto de 59 años, para integrar un Oriente Medio más grande. Sin embargo, este nuevo Mendelssohn no tiene que traducir la Torá al árabe para concretarlo. Sólo tiene que negociar la Iniciativa de Paz Árabe o ponerse de acuerdo o no sobre muchas o algunas de sus cláusulas. Al final le sería requerido firmar un acuerdo por un nuevo iluminismo judío que comprendería a todos los países en la zona y finalizaría este incansable conflicto. Esto traería una auto-emancipación para todos en la región, aparte de entender que estaría logrando lo más conveniente para el conjunto.
La violencia nunca cesará mientras haya en la zona un enfoque de “ellos” y “nosotros.” La fuerza nunca vencerá, como se ha demostrado en los últimos 59 años, mientras la región se desliza de una guerra a otra, sin poner fin a la animosidad aún después de los acuerdos de paz, dado que todavía hay países y pueblos que no son parte de las negociaciones.
Todos queremos paz, pero, ¿como podemos alcanzarla, mientras presumidos quiero-y–no-puedo nos guían hacia el futuro, dejando una historia fracturada detrás, con una mirada inadecuada, dejándonos resentidos respecto de los acontecimientos del pasado, engendrando cada día más odio y propagando así violencia en todo el Oriente Medio?
El muro de hierro debe caer, acompañado por un renacimiento de la fórmula de Mendelssohn, que la haga funcionar en la región, donde la gente está necesitada de desarrollo y educación para sus niños. Ya ha habido suficientes enfrentamientos. Ahora ha llegado el tiempo de la paz, y ésta es una voluntad árabe estratégica, y no solo una expresión individual.
Cuando los acuerdos multilaterales estén concluidos entre Israel y la mayor parte o todos los estados árabes, entonces las fuerzas de la violencia serán derrotadas por doquier. Ellas entonces podrán estar conduciendo un acto de Don Quijote, luchando contra los molinos del tiempo. Sus ideas podrán ser eliminadas por la luminosa reflexión de la tasa superior de desarrollo que se extendería por el Oriente Medio.
Esta es una idea que aún un niño puede formular y una persona joven puede desarrollar fácilmente.
Sin embargo, líderes de Israel están todavía pensando acerca de asentamientos, esto es como si les estuvieran dando una mano de apoyo a los fundamentalistas de la región, para que sea derramada más sangre sin recibir nada a cambio.
Es difícil describir una persona como líder, mientras va detrás del pueblo, y no que éste lo guíe y conduzca. Es también problemático pensar que el status quo es lo mejor, cuando todas las opciones para la paz podrían dar a los israelíes más de lo que ya tienen. Mejorar la calidad de vida de cualquier pueblo es mejor que un millón de asentamientos y vidas en peligro. El ciclo de violencia puede continuar por siempre, pero finalizará de igual modo
Entonces ¿Por qué deberíamos perder más tiempo? ¿Vale la pena que muera más gente? ¿Es para que hagamos esto que Dios nos creó?
Israel puede liderar el Oriente Medio en los años venideros, pero solamente si surge un nuevo líder que esté dispuesto hacer penosas concesiones a cambio de ganancias y beneficios que pueden hacer de Israel una próspera potencia real.
Salgan del encasillamiento mental, aprovechen la oportunidad de vivir como vuestros padres fundadores deseaban que lo hicieran, en paz y prosperidad con sus vecinos árabes. No le tengan miedo a la paz. El primer Iluminismo judío tuvo lugar cuando ustedes vivieron con el pueblo. Traten nuevamente de coexistir con el pueblo que vive a su alrededor, que permita a la historia documentar el segundo Iluminismo Judío-Árabe.
El autor es un estudioso egipcio especializado en políticas de Medio Oriente.
Fuente: Peace Now - 6/05/2007 - Revisión: Roberto F.
(*) Sitio web: www.pazahora.net
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